La firma en un diploma

América del Sur/Colombia/21 de Agosto de 2016/Autor: Ignacio Mantilla/Fuente: El Espectador

Tienen lugar por estos días, en casi todas las universidades, las ceremonias de graduación de los estudiantes que concluyeron sus estudios exitosamente en el primer periodo académico del año.

El acto central de estos importantes eventos académicos es la entrega de los diplomas que acreditan y certifican un título profesional, de especialista, de magíster o de doctor. El diploma encierra un significado fundamental para quien lo recibe, pero también una gran responsabilidad para la universidad que lo expide y, por supuesto, para la autoridad académica que lo firma en nombre de la institución, como garante, entre otras cosas, de su autenticidad.

Recordemos que la firma en los documentos es una costumbre que evolucionó de los monogramas que se estampaban en los documentos reales desde la época de Carlomagno y hasta antes del siglo XIV. Estos documentos eran marcados por los secretarios como decisiones del rey. Sin embargo, una gran cantidad de documentos reales aparecían con el monograma de determinado rey, aún mucho tiempo después de su muerte. Esto obligó a que los monogramas paulatinamente fueran reemplazados por signaturas o firmas de la propia mano del rey, para asegurar la originalidad del documento. Las firmas de los reyes fueron cada vez más elaboradas hasta el punto de que se convirtieron en verdaderas obras de arte caligráfico.

Es lamentable, sin embargo, que hoy en día estemos cayendo en la costumbre, según la cual, lo que se escribe de puño y letra pierde valor o no se acepta. A propósito, comparto una anécdota reciente: en una entidad bancaria en la que hacía un reclamo verbalmente, se me indicó que era mejor que presentara una queja escrita. Ante esta recomendación pedí a la funcionaria que me atendía, que me facilitara una hoja de papel para dejar por escrito mi solicitud. Aterrada, con ojos desorbitados, de “no lo puedo creer”, como si estuviera yo a punto de cometer un sacrilegio me dijo: “pero cómo se le ocurre, tiene que hacerlo en un computador”.

Actualmente hay un debate en torno a la manera como se deben firmar los  diplomas. Toma fuerza la opinión de quienes creen que éstos deben ser firmados mecánicamente, de manera electrónica o digital, pues el alto volumen de graduandos implica una considerable dedicación de tiempo para los encargados de las firmas, y en efecto, ya en algunas instituciones se ha implementado una firma distinta a la tradicionalmente manual y original.

Es fácil hacer cuentas del tiempo que demanda una firma y del que invertirán los directivos en firmar los diplomas para unas ceremonias de graduación. Así por ejemplo, en la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, tendremos en los próximos días 4609 graduandos y cada diploma debe tener la firma de la secretaria general, el rector y el decano o decana de la facultad a la que pertenece el estudiante. Si se estima que en un minuto se firman en promedio cinco diplomas, un cálculo sencillo arroja que el rector debe dedicar aproximadamente una hora para firmar 300 diplomas, es decir, un poco más de 15 horas para firmar todos los diplomas, lo que representa un par de días, si se dedica principalmente a esta actividad. Y este tiempo es un tercio de la tarea completa de todos.

Pero aunque parezca una posición conservadora, quiero defender la firma manual del diploma, pues desde mi perspectiva se trata de un documento trascendental para quien lo recibe, que lo conservará durante toda su vida y lo exhibirá en algún lugar o lo mostrará orgulloso a sus familiares y amigos.

Como rector, debo confesar, que adicionalmente se constituye en la firma que con mayor satisfacción realizo. Y si se acepta que deben firmarse manualmente -a veces con huella digital- algunas cartas, resoluciones, acuerdos, poderes, derechos de petición, solicitudes, entre otros, ¿cómo puede considerarse una pérdida de tiempo la firma de un diploma?

El mensaje debe ser claro: los egresados no son productos, que como mercancías se etiqueten con un código de barras para ser identificados. No puede caerse en el pragmatismo, aparentemente eficiente, de imprimir todo con formatos predefinidos con el argumento de ahorrar tiempo o trabajo. No creo, por ejemplo, que aceptemos de buen agrado que en lugar de recibir un diploma de manos del decano en una ceremonia protocolaria, solemne y de corte académico, éste se nos haga llegar por debajo de la puerta a vuelta de correo o que un personaje al que se le pida un autógrafo nos estampe su firma digital. No imagino el día en que el graduando reciba el mensaje: “estás a un click del título”, oprime <enter> para imprimir tu diploma.

Naturalmente, a medida que la cobertura universitaria aumenta, es más difícil sacar el tiempo necesario para llevar a cabo la tarea de firmar miles de diplomas, y puede ocurrir que como sucede hoy en día con los títulos oficiales que expiden las universidades españolas, los diplomas correspondientes demoren cinco años porque todos son firmados por el rey.

Nuestras universidades deben esforzarse por mostrarle a la sociedad el gran valor de sus egresados y de los títulos que otorgan. Sería contradictorio con este principio olvidar la bonita, aunque ardua, costumbre de rubricar a mano cada uno de los títulos expedidos por nuestras instituciones.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/firma-un-diploma

Fuente de la imagen: https://presencia.unah.edu.hn/facultades/articulo/unah-realiza-graduaciones-publicas-correspondiente-a-junio-2014

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Chile: Consejo de la Cultura invita a seminario internacional sobre experiencias colaborativas como estrategia en procesos pedagógicos

América del Sur/Chile/19 de Agosto de 2016/Fuente: El Ciudadano

El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes acaba de abrir la convocatoria para inscribirse en el seminario  internacional “Estrategias colaborativas. Prácticas artísticas, pedagogía y espacios sociales”, a realizarse del martes 30 de agosto al jueves 1 de septiembre, en la ciudad de Valparaíso, en el marco del ciclo In-Visible de género e inclusión organizado en conjunto por el Centro de Extensión, Centex y el Departamento de Educación y Formación en Artes y Cultura. Además, contará con una extensión entre el 4 y 7 de septiembre en la Región del Maule.

El seminario y los talleres, que se desarrollarán por segundo año consecutivo, son actividades abiertas al público en general, enfocadas principalmente a artistas, educadores(as), cultores(as) de tradición y gestores(as). También se invita a representantes de establecimientos educacionales, organizaciones culturales comunitarias, infraestructuras culturales y colectivos artísticos.

El encuentro busca relevar experiencias colaborativas como estrategia en los procesos pedagógicos y en el desarrollo cultural de los territorios y sus comunidades. Éste contará con la presencia de profesionales nacionales e internacionales, así como la presentación de casos representativos de los programas institucionales que centrarán la discusión en torno a las prácticas artísticas colaborativas que permitan avanzar hacia la construcción de políticas públicas acorde a los contextos sociales. Durante el seminario habrá ponencias, paneles de casos y talleres que serán impartidos por tres  de las invitadas internacionales.

  • Mariló Fernández (España): Licenciada en Bellas Artes en la especialidad de imagen por la Universidad de Barcelona. Miembro y fundadora de la cooperativa La Fundició.
  • Juana Rosa Paillalef Carinao (Chile): Directora del Museo Mapuche de Cañete, desde donde ha apoyado en temas y actividades relacionadas con el quehacer cultural.
  • Irene Amengual (España): Educadora e investigadora. Su tesis doctoral se convirtió en el libro “A ras del suelo”, donde aborda la educación en museos como encrucijada de discursos, pedagogías, experiencias compartidas y más.
  • María Fernanda Cartagena (Ecuador): Investigadora, curadora y gestora cultural. Historiadora del Arte por The American University, Washington D.C., y máster en Culturas Visuales por la Middlesex University, Londres. Directora del Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado.

Talleres paralelos (cupo limitado para 35 personas, según orden de inscripción):

  • Martes 30: Mariló Fernández y María Fernanda Cartagena.
  • Miércoles 31: Mariló Fernández e Irene Amengual.
  • Jueves 1°: Mariló Fernández e Irene Amengual.

Horarios:

  • Seminario (ponencias y paneles de casos):

30 y 31 de agosto de 09.00 a 14.00 hrs. | Centex, Plaza Sotomayor 233, Valparaíso.

  • Talleres paralelos con invitadas internacionales:

30 y 31 de agosto, de 14.00 a 18.30 hrs. y 1 de septiembre, de 09.30 a 18.30 horas.

 

Fuente: http://www.elciudadano.cl/2016/08/16/316540/dconsejo-de-la-cultura-invita-a-seminario-internacional-sobre-experiencias-colaborativas-como-estrategia-en-procesos-pedagogicos/

 

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