España / 8 de julio de 2018 / Autor: José Blas García Pérez / Fuente: INED21
Hace un tiempo que me cuesta trabajo escribir. Hace tiempo que las reflexiones que solía hacer se debaten entre salir a la pizarra o quedarse en el cuaderno de notas… y es que me produce desasosiego la red. Me causa cierta tristeza la tensión que percibo.
La red,
¿es territorio hostil a la mejora?
En la red twitter hemos encontrado los docentes de este primer cuarto de siglo el espacio para hacer crecer nuestro magisterio. Twitter es la red que representa la comunicación total por antonomasia: con toque profesional (si se desea), con capacidad de elección y filtros para elegir tus relaciones; breve, concisa y expansiva a la vez; con posibilidades de etiquetaje, clasificación y curación intuitiva –que se realiza de un vistazo para seleccionar y descartar temas–. En fin, una serie de característica que la identifican como unared útil.
La comunicación es la mejora innegable de nuestro tiempo, la aportación de esta era a la historia de la humanidad.
ADICTIVO
La otra universidad
Cada día, aprendemos de –y con– otros docentes en red; tantos que nuestro PLN se convierte en inabarcable y -por dedicación- en ‘adictivo‘ . A mis alumnos y a mis alumnas de la Facultad de Educación, de Grado Primaria les animo a utilizarla como «la otra universidad», seguramente más real y más viva que la ancestral institución. En esta Universidad eliges, no solo los temas, también los profesores a los que«seguir» sus clases.
La red no debería servir para aumentar los egos docentes. No es necesario adular con el archirrepetido¡eres un crack!, pero tampoco, por supuesto, insultar o acosar. La red nació para compartir y, por ello, en la red siempre hay que exigir respeto y agradecimiento con las generosas aportaciones que se comparten desde una filosófica básica: lo que no se comparte… se pierde.
La red todo lo magnifica. Ser inspirador en cursos, charlas o talleres está muy bien, pero no olvidemos que tenemos un campo extenso muy cerca, en nuestros centros de trabajo. ¿Se puede ser líder en la red y no liderar en tu espacio físico?
Para una charla prêt-à-porter, mejor en vídeo. ¿Hablamos de horizontalidad, de aprender haciendo y de interacción como principio para prender? No seamos ingenuos.
La gente no se transforma
escuchando charlas de innovación.
Lo hacen en el hacer, en desarrollar la voluntad de cambio y en construir cultura. Hay que inspirar y acompañar en continuo. Por ello , es necesario también echar una mirada al mundo 1.0 Es sano y productivo aprender junto a los que están a nuestro lado. Compartir aulas. Entrar en las clases de otros. ¿Innovamos? Pero esto no se vende. Los lobby educativos «nos pillaron el pan bajo el brazo».
Mi claustro twitero me inspira y aplaude, pero mal inspirador soy si no consigo que mi claustro real me abrace y valore.
TERRITORIO HOSTIL
¿Hay bandos en educación?
Sin embargo, hay cierta sensación en todos los foros de que la red se ha convertido en territorio hostilpara docentes, un terreno pantanoso para la evolución (lógica y natural) que debería recorrer la educación. Twitter , lejos de convertirse en el ágora de nuestro tiempo (global, abierta, democrática y fluida), un espacio para debatir, confrontar y argumentar ideas, se utiliza como batalla entre bandos educativos:malos tiempos para la lírica.
Durante algún tiempo he dejado en barbecho este campo blog. En realidad, continúo en parón todavía. Hoy me asomo como el que saluda, en un tono más intimista que profesional. Y es que no me siento cómodo en la confrontación. En esta confrontación civil docente, casi fratricida, que hemos abierto maestros contra maestras y viceversa. Troll contra gurús y viceversa. Maestros inspiradores en red contra maestros inspiradores en el aula, o viceversa.
EL CENTRO DEL DEBATE
Poner la pedagogía en el centro del debate
y de la construcción educativa.
Recuperar la pedagogía, Philippe Meirieu
Hace unos días lancé un tuit con el hashtag #VolverALaPedagogia, inspirado en la lectura del muro de Javier @PsicEduM, un muro que se ajusta, en algunas de sus publicaciones, a mis convicciones internas de que existe un terreno de encuentro, un puente de unión o un lugar de posible conciliación entre las dos líneas (porque hay ruptura) que separan la innovación y la involución educativa.
A un lado de ellas, encuentro soflamas antipedagógicas y beligerantes contra cualquier innovación o cambio que se huela por la red. Al otro lado, un empecinamiento en pensar que la innovación está en el uso deslumbrante de una tecnología equis (“inspirar no es deslumbrar”, escuché a Alvaro González-Alorda, y me encantó) o en unas metodologías zeta de las que nos quedamos con lo superficial, en «los canvas» y en las recetas.
Necesitamos innovación metodológica, pero también psicológica, social y filosófica. Cambio cultural docente, de políticas y de prácticas,…porque si sólo cambiamos las prácticas, construimos en falso. Necesitamos, en definitiva, un cambio basado (aposentado) en el conocimiento pedagógico generado durante siglos de la humanidad, contrastado con la evidencia investigadora actual y la aplicación rigurosa científico-pedagógico de tales evidencias.
En un lado, encuentro mucho confort-mismo y, en el otro, excesiva purpurina. En los debates (cuando no son sosegados) entre unos y otros, no extraigo fundamento (más allá de frases manidas y lugares comunes), encuentro poco argumento pedagógico o psicológico y mucho «me gusta». Escucho en los centros mucho «renegar» de los pedagogos, –como si fueran la peste bubónica– porque hablan de psicología, de tutorías, de método o de sistema (no vaya a ser que se nos contagie de este conocimiento [el pedagógico] , que parece «prescindible», en la educación).
TODO «PÍLDORA»
Los innovadores no pueden ser islas…
ni los anti-innovación, trincheras
La red tiende a hacerlo todo «píldora». Parece como si fuese cansado leer, reflexionar, comparar, argumentar largo; como si fuese agotador escribir (y describir) los procesos importantes que sustenten el producto, la práctica o la lección impartida.
Los de allí, sencillamente «no comment» nunca sus prácticas. Los de aquí, muestran su «producto final», pero obvian el proceso de adquisición del conocimiento. [¿Qué es lo esencial compartir para promover cambios?] Los cursos de formación «solicitan recetas». Los talleristas ofrecemos canvas. Nos gusta dar ejemplo, productos finales. Pero …¿y discutir, debatir, valorar… decidir cómo hacer que nuestra acción educativa se «centre en el alumno»? Se puede hacer eso en un curso de formación tipo. La innovación son islas. La anti-innovación son trincheras. Del examen de diagnóstico a los fuegos artificiales… ¿no hay terreno intermedio?
Por eso, mi aportación: #VolverALaPedagogía… y que sea ella la que marque la innovación, la evolución, la mejora o el cambio. Que sea ella la que responda sobre qué es conservador / inmovilista o sobre qué es progresista / superficial.
Invito a la reflexión: ¿Qué de clásico hay en lo innovador y qué de actual y emergente hay en lo clásico?
REPROFESIONALIZACIÓN DOCENTE
Es preciso escuchar
y generar espacios mixtos de encuentro
Víctor M. Rodríguez, de FUHEM Educación , que se sumó a #VolverALaPedagogía, escribe en el Diario de la Educación, un artículo sobre «El falso dilema de innovación educativa versus experiencia docente» y afirma que uno de los errores mayúsculos que se comenten en la confrontación innovación / inmovilismo es la confrontación que se hace, de forma acérrima, entre innovación y experiencia docente1. Una confrontación ilógica pues, precisamente solo se puede innovar cuando tu experiencia te permite soltarte las amarras de lo establecido, del aula, de la norma …y comienzas a utilizar la profesión. La reprofesionalización docente(concepto que me gusta y que he aprendido leyendo, o escuchando, a pedagogos actuales como Bolivar, Besalú o Jurjo Torres).
Los procesos de innovación y cambio de, por ejemplo, la industria «no se hacen en la cadena de montaje», pero tampoco de espaldas a ella. Es preciso escuchar y generar espacios mixtos de encuentro entre científicos, prácticos y creativos. Siempre he creído que la red era el espacio adecuado para ello. En los tiempos de crispación, no lo veo tanto. Los grupos se «endogamizan», se enrocan en tuits y me me gustasindiscriminados. Las Jornadas tienen siempre un mismo color.
¡Qué interesante sería que en unas Jornadas Educativas se pudiera debatir con argumentos entre planteamientos diferentes! Mucho pregonamos sobre la “capacidad crítica” (y autocrítica) de nuestro alumnado y muy poco la desarrollamos entre docentes.
#VolverALaPedagogia pretende reivindicar el conocimiento pedagógico de todos los docentes como esencia de su profesión. Así, un biólogo, cuando decide ser profesor, deja de ser biólogo y pasa a ser un profesor que sabe y ama la biología como único modo de inspirar a su alumnado, pero que –además– tiene un conocimiento profundo de la didáctica específica y general para poder ser guía y constructor de conocimientos en el aula.
Nota del autor
1 Invito a leer las conclusiones (que expone Víctor M. Rodríguez en el artículo señalado), a las que en su centro han llegado tras años de experimentar y poner en marcha actuaciones de innovación. Sencillamente, me parecen de un sentido común y una sensatez que, a veces, echamos de menos en esta disputa absurda entre los de aquí y los de allá.
Fuente del Artículo:
https://ined21.com/volver-a-la-pedagogia/
ove/mahv