Ecuador/15 de Enero de 2018/Mundo
Desde 2006, Ecuador viene implementando a gran escala el Bachillerato Internacional en colegios públicos, brindando de manera gratuita a los alumnos un exigente programa educativo que en instituciones privadas de todo el mundo pueden costar varios miles de dólares al año. Conoce todo al respecto de esta revolucionaria iniciativa.
¿Qué tienen en común 201 colegios públicos de Ecuador con el prestigioso Instituto Le Rosey de Suiza, donde se educaron miembros de las élites de toda Europa? Aunque a primera vista no haya muchas similaridades, en ambos casos se ofrece el mismo programa de enseñanza, el Bachillerato Internacional (BI).
Ecuador decidió implementar en la educación pública este programa en 2006, como parte de un compromiso del Gobierno nacional por «la mejora de la calidad educativa» en el país, como un «elemento de transformación real» a través del conocimiento, explicó a Sputnik Xiomar Torres, subsecretaria de Fundamentos Educativos del Ministerio de Educación.
«Es una apuesta que ha hecho el Gobierno para mejorar la calidad, invertir en educación. Para nosotros es una apuesta importante, es una inversión alta, pero que nos beneficia, ya que nos implica mejorar la calidad de los grupos más vulnerables», dijo la funcionaria.
El programa del diploma del BI está en la oferta educativa de cientos de colegios privados de excelencia de todo el mundo, cuyos costos mensuales son cuantiosos. Sin la política pública del Gobierno ecuatoriano, la mayoría del alumnado de las unidades educativas que lo aplican en el país —7.822 estudiantes— «no hubiera podido acceder a esta propuesta», dijo Torres.
De acuerdo con el diario El Telégrafo, el proceso de acreditación al BI de cada colegio tiene un costo de alrededor de 54.000 dólares. Requiere además la capacitación de docentes a través de talleres.
Pero la inversión está rindiendo sus frutos. Torres citó los resultados de una investigación que realizó el ministerio junto con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) para conocer el impacto del BI en los logros de aprendizaje de los alumnos de las unidades en las que se aplica, que revelaron crecientes resultados positivos en lenguaje y matemáticas, incluso en aquellos que estudian en el mismo colegio el programa nacional ecuatoriano.
«Vimos que efectivamente hay un mayor nivel de aprendizaje y desarrollo. Lo más motivante que hoy nos impulsa a trabajar en el fortalecimiento del BI es que no solo vimos la mejora en los chicos [que cursan el programa], sino que se pudo evidenciar una mejora en la calidad del aprendizaje en toda la unidad educativa», dijo la subsecretaria de Fundamentos Educativos.
Para los alumnos, también requiere un esfuerzo mayor. El diploma tiene un fuerte énfasis en construir una mentalidad internacional y en fomentar el pensamiento crítico, a través de materias como Teoría del Conocimiento.
Además, se debe completar un cupo de horas de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS), que amplía el desarrollo educativo con trabajo de campo más allá de las cuatro paredes del aula. Finalmente, el proceso se concluye con exámenes internacionales estandarizados y una monografía corregida por un profesor externo acreditado. Por eso, incidió Torres, su aplicación es «vocacional».
«Tienen más horas de clase, un proceso de mucho trabajo en campo, mucho trabajo de investigación y de escritura. Involucra un compromiso no solo del estudiante sino también de su familia. Una vez que conocen la propuesta, a través de las unidades educativas buscamos orientarlos para que puedan cumplir con esta oferta más rigurosa y compleja», dijo la funcionaria.
El BI consiste también para los docentes en un desafío, pues se necesita capacitarse en la metodología del BI. Esto requiere «mayor compromiso e involucramiento», pero el Estado ha hecho lo posible para garantizar la formación y el acompañamiento, así como la permanencia de los profesores en los colegios.
Con esto, Ecuador se pone en una situación de liderazgo. Existen otras propuestas de aplicación del BI en colegios públicos de Argentina (13 colegios), Chile (1), México (4) o Perú (24), pero ninguna de estas naciones ha llevado el programa a la escala que lo ha hecho Quito.
El objetivo del país es aumentar a 500 la cantidad de instituciones públicas en las que se ofrece el diploma internacional, pero no como una manera de brindar un sistema educativo de alta exigencia apenas a quienes lo cursan, sino como una herramienta más en la suba del nivel y una mejora de los resultados en la totalidad de los colegios nacionales.
«No queremos tener un grupo de élite de solo 500 unidades de calidad, sino aprender de esas buenas prácticas y metodologías para que todo el sistema educativo nacional sea de calidad. Cuando hayamos alcanzado esas metas y veamos que en nuestras evaluaciones de impacto no hay diferencias de aprendizaje entre el BI y el sistema nacional podríamos decir que hemos cumplido la meta. Mientras tanto seguiremos buscando todas las posibilidades que nos permitan la mejora de la calidad educativa», concluyó Torres.
Fuente: https://mundo.sputniknews.com/cultura/201801131075398236-bachillerato-internacional-ecuador/