Un asesinato y una portada de revista provocaron el nacimiento del primer podcast queer de África

Reseñas/12 Diciembre 2019/El país

Selly Thiam dejó un trabajo de profesora e inició la tarea de recolectar historias de la LGTBIQ en el continente y en la diáspora que no se ciñesen a la perspectiva victimista

El 29 de septiembre de 2004, la fundadora de la Asociación de Lesbianas y Gays de Sierra Leona, FannyAnn Eddy, fue encontrada muerta. La revista LGTBQ de Chicago Windy City Times  llevó una fotografía suya en portada. La profesora de instituto Selly Thiam encontró ese ejemplar en la estantería en un restaurante. La imagen de la sierraleonesa le cambió la vida.

Como senegalesa en la diáspora, la noticia fue el primer contacto de Thiam con una África Occidental lesbiana. “Cuando era una joven queer y africana, no había ninguna imagen de nosotros que pudiera encontrar en la cultura popular. Cuando supe de ello fue en el contexto de la violencia”, explica.

Thiam dejó entonces las aulas e inició la tarea de recolectar historias de la comunidad en el continente y en la diáspora que no se ciñesen únicamente a la perspectiva victimista y criminalizada. “Quería honrar el trabajo que hacía (Eddy) y por eso era tan importante ayudar a crear la memoria colectiva de nuestras experiencias, no sólo desde la tragedia”, indica. Desde 2006 esta antigua docente lleva acumulando relatos y el boca a oreja ha sido primordial. En el verano de 2018 lanzó un podcast único y pionero: AfroQueer.

Hecho en Nairobi, esta emisión busca desencorsetar los cánones de género y sexualidad. Tras una primera temporada en la que se dedicaron episodios al galimatías racial y clasista de la fiesta del Orgullo de Johannesburgoal chantaje recibido por hombres homosexuales al usar Grindr en Kenia o a cómo una boda gay se hizo viral en Nigeria, Thiam y su equipo acaban de iniciar la segunda temporada.

“Hicimos algo que queríamos escuchar”, cuenta. Pero el podcast se ha convertido en una ventana a lo LGTBIQ y refuerza unas identidades y derechos que en muchos países se sigue negando. En más de 30 estados africanos tener una relación homosexual es ilegal. En tres, sin incluir zonas del norte de Nigeria, significa la pena de muerte. Uganda tomó medidas legislativas contra este colectivo en 2013 y Nigeria endureció las penas en 2014 bajo el mandato del presidente Jonathan Goodluck.

Ante la criminalización de la homosexualidad, proyectos como AfroQueer impulsan el debate, dan cobijo y acompañamiento, generan júbilo y crean un espacio íntimo para establecer un vínculo en el que “la audiencia, sea queer o no, pueda verse reflejada y aprenda”.

“[Ser gay] Es una identidad. Es quien soy”, afirmaba el periodista y escritor nigeriano Chiké Frankie Edozien durante la presentación de su memoria gay, Lives of Great Men, en la edición de 2018 del festival literario Africa Writes de Londres.

Edozien resaltaba que la lucha del colectivo en el continente no puede negarse por mucho que se aprueben leyes que los vulneren. Y para ello, cuanto más se cree, se escriba, se documente, mejor. “La representación destroza el aislamiento de las personas. Cuando la gente te ve empoderada, en ciertos espacios, sana… la representación es importante. La gente está más visible, hay activistas que luchan, se criminalizan las turbas, hay más acceso a Internet, a las redes sociales, a información y a distintos lugares”, explica Thiam.

El equipo de None of Record, productora bajo la que se realiza AfroQueer, apuesta por la normalización y se opone a la cobertura mediática que en ocasiones se realiza desde fuera del continente “Seguimos con nuestra vida, entablamos amistades, formamos parte de nuestra sociedad, al igual que otras personas”, puntualiza Thiam. El problema, reconoce la presentadora, viene cuando se desnudan las historias, se presentan dos visiones maniqueas y se olvida la complejidad. “Y no es sólo una cuestión que concierne a lo LGTBIQ sino en general cuando se reportea sobre África en los medios occidentales”.

El archivo sonoro de Thiam crece tras años de activismo y entre todas esas historias resaltan las de aquellas personas que se han enfrentado a enormes adversidades y continúan siendo faro para otras. “He aprendido cómo se puede ser uno mismo en situaciones en las que a menudo quieren dejarte fuera”.

Ella también ha madurado: “Cuando comencé este trabajo tenía una fuerte visión contra el sistema y era completamente injusta en aquel momento. Y ahora me doy cuenta que al final todo tiene que ver con la libertad de elegir cómo se quiere vivir la vida. Y eso es algo que no es sólo sobre sexualidad, particularmente en el continente”.

Hacer digital la tradición oral africana

De Kenia a Brasil. De Nigeria a India. El podcast viaja mundialmente y el equipo de AfroQueer se congratula de la acogida que tuvo en ciertos países de Oriente Medio. La sorpresa vino ante el número de oyentes en Indonesia: “Estaba en shock».

La presentadora confía en la expansión del podcast en el continente: “Sobre todo en países como Kenia donde hay precios asequibles para datos móviles, una penetración rápida del teléfono móvil y una fuerte tradición radiofónica. Es el nuevo gran medio al que la gente va a acudir”.

Coincide Tafadzwa Majayapara, fundadora de AfricanPodcasts.com, quien ve en este medio “la clave para que los africanos avancen y desarrollen la tradición de transmitir la historia oral a través de la narración”. Sin embargo, reconoce que este crecimiento solo se produce en un ramillete de países como Nigeria, Sudáfrica, Kenia, Ghana y Uganda. “En el resto del continente el podcasting no es relevante. Todavía”.

Selly Thiam ha puesto su esfuerzo en allanar el acceso a generaciones futuras a la representación de la diversidad sexual. Para ello utiliza píldoras sonoras que acercan y comparten realidades. “El podcasting abre la percepción de lo que es ser africano. Es una de las formas en que estamos construyendo nuestra propia narrativa”, señala Majayapara,

AfroQueer cimenta la representación LGTBIQ en la escena podcastera en África, se afana en cambiar el prisma de cómo se cuentan estas historias y combate la retórica y cultura del miedo.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/04/planeta_futuro/1575458002_602065.html

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¿Quién teme a lo queer? – Hablamos con Fefa Vila

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Una vez al mes esta columna se dedica a entrevistar a personas o colectivos, que a través de sus creaciones, desarrollos o proyectos, conforman espacios de vida para la disidencia, y generan de alguna manera el tejido de lo queer.

Fefa Vila Núñez es socióloga, escritora, docente, investigadora… activista tenaz, impulsora entre otros del colectivo lésbico LSD, pieza clave del activismo LGBTI+ disidente del Madrid de los 90. También formó parte del GtQ-Mad, grupo de trabajo queer que nos dejó joyas editoriales como “El eje del mal es heterosexual”. Recientemente la hemos visto reivindicando la memoria sexual no normativa en la serie documental Nosotrxs Somos  y como parte de la iniciativa política Madrid en Pie Municipalista. Por todo ello, no podía más que preguntarle:

¿Quién teme a lo queer?

En el momento actual, en la era del antropoceno en la que nos encontramos inmersas, es la propia especie humana la que  teme a lo queer. Existen  proyectos muy diversos y contradictorios,  en liza en las recomposiciones de “lo humano” y del “humanismo”; sin duda alguna, uno de los proyectos políticos de devenir mundo más arriesgados e interesantes desde mi punto de vista lo representan y lo encarnan lxs queer-feministas problematizando las ficciones políticas humanistas y la propia construcción de lo humano.

Fuiste una de las impulsoras del colectivo lésbico LSD, ¿cómo recuerdas el Madrid de entonces, y cómo ves el activismo feminista y queer ahora?

Cambia todo cambia. Y precisamente estos cambios no se caracterizan por la lentitud ni tampoco por una progresión permanente hacia lugares históricos mejores. Digamos que ha habido avances y retrocesos bajo estructuras de tensión social y cultural muy complejas  y que en la ciudad de Madrid, como en cualquier otra gran metrópoli del mundo contemporáneo, se superponen en el propio tiempo y espacio. Estamos inmersas en ellas, somos producto de ellas. No estamos  frente al capitalismo o al heteropatriarcado, vivimos en el sistema  capitalista y heteropatriarcal e incluso nuestras resistencias son producto de esta coexistencia, no existe un afuera.  LSD nació a inicios de los 90 del siglo pasado  en lo queer y con lo queer.  Era un momento de crisis, crisis de representación, crisis económica… la primera gran crisis global, la del sida. El movimiento LGTBI+ ha tenido su recorrido, eso es evidente. Se nota en los bares, en las calles, en las universidades, en las prácticas culturales. Este Madriz de 2019 no es el de los 90 del siglo pasado. Ha habido una pedagogía queer-feminista que ha permeado ciertas esferas sociales, pocas pero importantes, pero también ha habido una fragmentación muy fuerte y una cierta huida del cuerpo y de la sexualidad como motores de lo político. No existe ya el gran sujeto político que nos unía en otras décadas y estamos en una fase de redefinir alianzas, necesariamente tienen que ser otras, completamente nuevas y que amplíen y reconozcan la diversidad de un sujeto político donde lo queer parece ser clave, es fundamental. El cambio social es brutal, muchas aceptaciones de formas de vida y familiares, de resignificar la sexualidad, son constatables, pero a la vez confluye una reacción muy conservadora. El fascismo asoma ocupando escenarios de representación y poder en todas sus expresiones en España y en la UE, y el capitalismo nos engulle a todxs y nos posiciona en lugares muy inadecuados, muy vulnerables y precarios. Creo que es un momento muy duro pero también es interesante en su tensión, creo que es un buen momento para volver al queerpo a queerpo, de juntarnos, de arriesgar y crear polis más allá del ágora tecnoalgorítmica de las redes sociales y sus manifestaciones narcisistas, egocentradas.

¿Cuáles crees que han sido/son/pueden ser los problemas de la institucionalización del activismo?

Los de siempre. La institucionalización desactiva, porque su papel es conservador, es garantista, es gestionar lo que hay en un marco dado, no lo que puede haber y mucho menos desestabilizando el marco para contemplar nuevas escenas y nuevas subjetividades que le cuestionen. La institución nunca improvisa, no nació para ser creativa precisamente. Es necesaria una cierta institucionalización que dé cuenta de lo recorrido socialmente, y muy deseable que  dé cuenta y articule el reconocimiento, la redistribución y la representación, en términos de Fraser; ojalá esta triada fuese una realidad institucional habitual; nunca lo ha sido. Los déficits han sido importantes,  y serán todavía más notorios ahora en nuestra ciudad. Hoy por hoy, y de una manera urgente en Madriz, necesitamos vertebrar una nueva imaginación política, una nueva voz en alianzas resistentes y opositoras frente a las instituciones, y a los gobernantes, que no nos representan ahora mismo, o que siempre, al margen de su color nos han representado bastante regular a muchas de nosotras. Prescindir del activismo y de los movimientos sociales contestatarios es la muerte de lo político y de la propia democracia como  horizonte abierto. Confío plenamente que el activismo queer-feminista va a estar a la altura de estos nuevos-viejos tiempos.

Desde las críticas antirracistas, feministas y queer a los grupos políticos de izquierda, ¿qué problemas urgentes habéis visto, y cuál es la postura de Madrid en Pie?

Bueno, Madrid en Pie fue una alianza coyuntural de tres organizaciones dispares; La Bancada, IA e IU. Yo formé parte de esta candidatura tras un proceso abierto de primarias por La Bancada, y bueno, no me siento autorizada en estos momentos en que todavía se va a discutir los términos de existencia o no de Madrid en Pie, en pronunciarme aquí en nombre de esta candidatura. Pero, por supuesto, tengo mi opinión al respecto

Quiero pensar que a pesar de las dificultades, el movimiento feminista -que no la izquierda en su conjunto-, y  en el que incluyo al que podíamos llamar, aunque con diferentes nombres, queer, ha mostrado en el Estado español una gran capacidad para dejar de lado sus diferencias o asumirlas sin traumas y generosidad y unirse estratégicamente en algunos momentos y ante temas muy básicos e inaplazables para cualquier sujeto que se diga de izquierda, la huelga del 8M o las movilizaciones del 7N contra la violencia de género, la caída del ministro Gallardón al querer imponer una ley de derecho al aborto claramente retrograda para las mujeres han sido a mi entender la expresión de ello. Podemos decir que el movimiento ecologista y queer-feminista son hoy por hoy un horizonte para las energías y los deseos de cambio de una generación a la que solo se promete competencia individual y demasiado a menudo fracaso en el intento. Es cierto que en estas expresiones políticas de gran fuerza y entusiasmo colectivo no han traslucido las diferencias y los conflictos, pero estos inevitablemente están y aparecen cuando hay que negociar agendas políticas concretas bajo experiencias y culturas políticas muy diversas que problematizan los propios idearios feministas y por supuesto el conjunto de la agenda política de la izquierda. Evidentemente el feminismo-queer, el antirracismo, el ecologismo en su avance actual somete a presión y a crítica muchas de las nociones clásicas que ha manejado la izquierda y más en concreto los partidos de izquierda: la nación, la clase, la representación, la familia, el cuerpo, los sindicatos, los partidos, la naturaleza y la cultura y todos sus binomios. En definitiva, se está reclamando una nueva voz y se exigen nuevas estructuras colectivas de organización y de representación política que de cuenta de una nueva subjetividad política frente a una crisis que para muchos es ya civilizatoria. En esta encrucijada, emerge una agenda queer-feminista, en una sociedad que se veía y concebía como homogénea, negando las diferencias, por ejemplo las voces de las mujeres y de lxs disidentes sexuales racializadxs llaman la atención sobre el pasado colonial español, integrado sin crítica en nuestro imaginario; las gitanas denuncian el racismo y el machismo que sufren, también por parte de las feministas; las mujeres bolleras discutimos la prioridad jurídica, médica, civil, moral, económica de la heterosexualidad como norma, etc. Son elementos críticos y fundamentales en cualquier agenda política de izquierdas.

En el libro que coeditaste, El eje del mal es heterosexual se recogía, entre otros muchos, el texto de Cheryl Chase “Hermafroditas con actitud”, en el que hablaba de su experiencia intersexual. Y señala que la mutilación de los genitales intersexuales se convierte así en otro mecanismo oculto de imposición de la normalidad sobre la carne insumisa, una forma de contener la anarquía potencial de los deseos y de las identificaciones dentro de estructuras opresivas heteronormativas”. Para terminar, ¿cómo crees que impacta hoy en día la (cis)heteronorma en la carne insumisa queer? ¿Qué podemos hacer para combatirlo?

Lo primero, una aclaración: no coedité ese libro –es una información que rula por internet y que no da fe de la verdad-. Yo formé parte del grupo GTQ-Mad, que tuvo una vida efímera pero muy activa en sus dos años de vida, y ahí surgió la idea de hacer este libro que en ese momento coeditaron Carmen Romero, Dauder y Carlos y en el que participamos varias de las componentes del grupo escribiendo y donando imágenes. Se publicó en  Traficantes de Sueños, que creo que acababa de iniciar su andadura como editorial. Yo en ese libro escribí, con Sejo Carrascosa, un artículo que titulamos “Geografías Víricas” que también habla de esa carne insumisa queer al igual que lo hace Chase en “Hermafroditas con actitud”.

La (cis)heteronorma  es una gran tecnología del género, dentro del sistema género, disfruta de muy buena salud ejerciendo violencia de diversa índole, jurídica, económica, cultural, educativa, médica, científica, etc. etc. sobre todxs lxs que retamos a desobedecerla. El camino para combatirla se inició hace tiempo: el mal llamado Día del Orgullo, no es una party ni un partido, es la memoria del dolor sobre nuestras carnes, de la revuelta y de la afirmación disidente de lxs que desde 1969 no cesamos en insistir en que lo QUEEREMOS TODO!

Fuente: https://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2019/06/21/quien-teme-a-lo-queer-hablamos-con-fefa-vila/

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