H. Maturana y las filosofías: «ser racional»

En 1989, el sociólogo Ernesto Tironi acoge unas conferencias de Humberto Maturana en el Centro de Estudios del Desarrollo, en Santiago de Chile. Se publican como libro con un título largo que incluye: “Educación y política” y “Emociones y lenguaje”. De la página 6 de éste, me ocupo de la sección 2.2 con el subtítulo  “Racionalidad y lenguaje”.

Maturana, podríamos decir, fue un biólogo con derivaciones filosóficas –aunque hay muchos académicos que lo dirían: biólogo y humanista. Veremos…

Destaco este párrafo en el comienzo de esta sección acerca de “racionalidad y lenguaje”:

¿Qué somos? ¿Qué es lo humano? Corrientemente pensamos en lo humano, en el ser humano, como un ser racional, y frecuentemente declaramos en nuestro discurso que lo que distingue al ser humano de los otros animales es su ser racional.

La frase “ser racional” me propone dos palabras, cada una comprendiendo mundos completos de sentido.

“Ser” resulta palabra eje o arcaica o inicial de la invención/descubrimiento de la filosofía en la Grecia antigua de los lenguajes de su mitología. No la voy a comentar pq involucra demasiados pre/dicamentos.

Pero “racional” sí. Por <racional-razónracionalidad> los modernos humanos (hij@s e hijastr@s de Europa), entendemos una interpretación del logos griego antiguo. Logos fue traducido al latín romano como ratio –-se nota inmediatamente la transformación/el salto. Con ello se generó una interpretación que separa del sentido inicial griego. Logos dice, m/m, pensar acogiendo palabras de una cierta buena manera (diría: deviniendo consciente de las reglas que uno utiliza). En cambio, ratio dijo pensar calculando de modo que la frase quede correcta, devenga “capaz .de verdad”.

El logos no se separa mucho de la “intuición” –palabra también de etimología latina: in-tuitio = ver/tocar adentro[1]. En cambio, ratio (que devino razón, la razón moderna, la que define lo que la racionalidad “es”), se separa para conectar con una norma o convención fundada, llamada comúnmente “método”.

A mi comprender, la razón deviene entonces una ratio que se relaciona con otra ratio –ya no con eso amplio que hemos nombrado “intuición”, y que me parece que Maturana tiende a llamar “emoción”, pero que a mi se me dificulta repetirlo así (ya lo intentaré “explicar”)…

La cultura moderna institucionaliza (o “naturaliza” como se dice ahora; se invisibiliza el gesto hegemónico, de poder cultural-anónimo, que convierte lo convencional en “hechos fácticos o naturalizados” –lo que implica el dualismo de “cultura & Naturaleza”), institucionaliza la razón como interpretación de la ratio con “método”, como cosa/hecho fundamentado-correcto-unívoco-inapelable…

Maturana permanece en esta hegemonía de discurso. ¿Qué quiero decir con esto? Que acepta ese hecho como fáctico: <que hay razón y hay “emoción”>, y que se deben considerar como fundamentalmente diferentes –y hasta opuestos, asunto que genera luego in/terminables esfuerzos modernos por re/unirlos. En cierto modo, la razón “es” lo que no tiene “emoción” –“es” la frase que oculta/disimula/desconoce/controla eso “otro”, que entonces aprende a llamar “emoción”.

Y lo contrario, “es”, aproximadamente, la “emoción” –lo otro ajeno a razón. Que Maturana enseña a llamar o relacionar con las palabras: “acción”, “dominio de acción” –es decir, que se puede reconocer en el fenómeno de las acciones (y que yo prefiero llamar “lo del cuerpo humano”).

Y, creo, Maturana no estaría lejos de mi interpretación, en cuanto que habla de “biología del conocimiento” o “biología de la acción” (humana) –y esta “biología”, me parece, señala el elemento: cuerpo/movimiento/músculo/sangre/respiración/fisiología/“sistema nervioso”,

(o como quiera llamársele pq todas estas palabras están dichas ya dentro de la razón-racionalidad moderna y en la escisión)…

A mi parecer, cierta experiencia actual de vida –pensada por ciertas filosofías contemporáneas-, intenta hacer el viaje de regreso a ese “antes” de la separación institucional-cotidiana (y filosófica), de <emoción/ razón>. Para nosotros, no es ni necesario ni adecuado pensar-actuar desde este dualismo.

En el fenómeno, o sea, en el darse de las cosas humanas, nos parece que no se da –precisamente-, ninguna separación dualista necesaria de <razón/emoción>.

Por eso, creo que yo puedo pensar bailando. Y escribir como danza. O siento-pensando –salvo que sin estas categorías. O sea, puedo decir eso con cierta tranquilidad. Sin entusiasmos ni autoridad.

Lo propongo…

En el libro <Estudio del sol>, algo parecido hago que diga Baltasar Gracián, hombre pensante del siglo XVII, de Oro, en el reyno de Aragón (antes de España) –en las págs. 17 a 21.

Más contemporáneos, lo han pensado y escrito gente como M. Heidegger y H. G. Gadamer en Alemania siglo XX. Y en Francia, monsieur Jacques Derrida (+ en 2004, cuando estudiaba yo un doctorado en la Facultad de Filosofía de la UACH – Valdivia).

6

Según estas propuestas, pueden ustedes anticipar, aproximadamente, lo que podría opinar yo de lo que sigue en esta sección 2.2 de Maturana. Por ejemplo:

<Quiero llamar la atención de ustedes sobre estas afirmaciones que se hacen en el supuesto implícito de que es absolutamente claro lo que uno dice, y quiero hacer esto porque estas afirmaciones, hechas así, con tanta soltura, constituyen de hecho anteojeras como las que llevan los caballos para que no se asusten con el tránsito de los vehículos que los adelantan en una carrera más veloz que la suya.

Se ven pocos caballos con anteojeras en Santiago, pero en el campo las anteojeras aún se usan. ¿Con qué propósito se usan?, se usan para restringir la visión. Si un caballo ve algo, un vehículo, por ejemplo, que viene rápido por el lado, se asusta y echa a correr. Si lo ve cuando el vehículo ya pasó, su reacción es distinta.

Todos los conceptos y afirmaciones sobre los que no hemos reflexionado, y que aceptamos como si significasen algo, simplemente porque parece que todo el mundo los entiende, son anteojeras. Decir que la razón caracteriza a lo humano es una anteojera, y lo es porque nos deja ciegos frente a la emoción que queda desvalorizada como algo animal o como algo que niega lo racional>

Esta última sería LA tesis de Maturana. Cuando Maturana dice “anteojeras”, yo prefiero “pre/juicios”. Cuando “desvalorizada”, yo prefiero “hegemonizada”. Y la “negación de la razón por la emoción”, el habitar el mundo desde un dualismo cultural y época.

[1] Etimología. Del latín medieval intuitio, intuitiōnis, derivado de intueor, intuērī («observar, considerar»), compuesto de in («en, dentro») y tueor, tuērī («mirar»).

Fuente de la información e imagen:  https://www.elquintopoder.cl

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Contrahegemonía Educativa de lo Popular

Por: Iliana Lo Priore y  Jorge Eliecer Díaz Piña (**)

Preguntarse crítica o deconstructivamente es más difícil que responder.  Auto-co-preguntarse significa suspender analíticamente la correspondencia establecida entre significantes, significados y referentes, dudar, poner en entredicho algo que supuestamente era una certeza. Los que creen saber, no se preguntan nada. Recordemos al Sócrates educador. El saber preguntar puede subvertir.

¿El agotamiento de la racionalidad y práctica política moderna ha contribuido a la crisis o vaciamiento de la razón educativa o metafísica de la educabilidad de los sujetos; a la desarticulación entre sujeto pensante-actuante y proyecto social transformador; a la confrontación entre inmanencia y trascendencia?

¿Ambas crisis, la educativa y la política, son productos de la crisis epocal más general y profunda de la Modernidad por agotamiento de sus ideas-fuerza  irrealizables por su lógica capitalista contradictoria intrínseca: progreso, desarrollo, bienestar, sujeto trascendente, democracia, igualdad, justicia social, educabilidad, libertad, etcétera?

Para hacer pertinentes nuestras posibles respuestas hay que ahondar más desconstructivamente en las preguntas de la relación que guardan los planos: 1) LO educativo con LA educación, 2) LO político con LA política, y 3) entre ambos estratos o planos (1 y 2) para la sustentación interpretativa.

La anteposición de la sílaba LO remite a la ontología (características o atributos esenciales que definen genéricamente a esos ámbitos); y LA remite a las manifestaciones prácticas, concretas o acciones (lo óntico o lo ente en filosofía). A los docentes nos excluyen de pensar la ontología (las definiciones fundamentales) y nos alienan la reflexión sobre la práctica (la profesionalidad) al pautarnos qué hacer y cómo hacerlo.

En un principio la Modernidad fue promotora obsesiva de la Razón y de la acción social mediante la voluntad para forjar Sujetos. De aquí que, desde la Ilustración, sujeto sea sinónimo de individuos con racional voluntad soberana trascendente. No hay realización de Proyectos sin sujetos voluntariosos. Después cuando no convino, se alienó o manipuló la voluntad soberana y trascendente: la voluntad y razón social se sustituyeron por la racionalidad individualista y funcionalmente reproductora o instrumental (por ejemplo, al oír la palabra comunicación se asocia inmediatamente al teléfono móvil privado, en lugar de vincularla a diálogo recreador en la interlocución).

El vértice donde convergen para articularse educación y política es la constitución o formación de sujetos según las hegemonías que rivalicen por la dirección cultural y ética de la sociedad.

La perfectibilidad emancipadora del ser humano (sujeto) por la acción formativa de otros  seria LO educativo (I. Kant), (su crisis referiría hoy  a la intrascendencia de la educabilidad: se ha vaciado significativamente de  potencia), y las acciones o prácticas proyectadas modeladoras de las políticas educativas, seria LA educación (su crisis escolar obedece a la evidencia de la simulación o simulacro de quienes fingen aprender y el desencanto con la enseñanza de quienes la imparten: no hay sujetos educativos consistentes).

LO político se refiere a la caracterización teórica de la naturaleza de la interacción social (lo social evasivo o real) en su dimensión contradictoria, antagónica o adversarial (p.e. entre lo público y lo privado; sujetos y proyectos contrapuestos; enemigos o adversarios, etc): “la imposible y necesaria sociedad” de E. Laclau, o “cuando algo es necesario e imposible, hay que cambiar las reglas de juego” de J. Ibañez. LA política refiere a las acciones proyectadas contextualizadamente para incidir en los conflictos de intereses o poderes de los grupos sociales y gobiernos con base en la confrontación de fuerzas, antagónica o agonísticamente.

  1. Mouffe transfigura el término antagonismo en agonismo como forma de manifestación de aquel, que implica una relación entre adversarios y no entre enemigos (C. Schmitt). Una conceptualización para definir la política pluralista y democrática posible que suscribe: pluralismo agonista o democracia agonística.

Es una operación ideológica ocultadora de la inseparable relación existente entre toda forma democrática y el PODER, cuando se descontextualiza, universaliza o neutraliza la noción de democracia.

Los grados de respeto por las libertades públicas, los márgenes de tolerancia, y los escalones interpuestos institucionalmente entre el ciudadano y el Estado-gobierno (procedimientos y métodos administrativos “democráticos”), son siempre la resultante de relaciones de fuerza entre los grupos sociales.

¿Por qué las instituciones educativas no adoptaron el modelo deliberativo de espacio público republicano liberal moderno, o el democrático de auto-co-gobierno, para organizarse y formar democráticamente a través de las experiencias políticas o dinámicas cívicas significativas de participación antiautoritarias?

¿La prédica de la postergación del ejercicio democrático (no implica principalmente votar, sino poder decidir sin mediación expropiadora) para cuando los niños, niñas, y jóvenes sean adultos, es una práctica castradora de su potencialidad democratizadora de la sociedad y favorecedora de las tendencias fascistoides?

¿Cómo se puede formar ciudadanía para la democracia si no se contrarresta el ejercicio autoritario o disciplinario antidemocrático del poder? El poder es una relación social en la cual se trata de incidir sobre la posible conducta de otros. ¿Qué tipo de relación con el poder prevalece en la educación: simétrica o disimétrica? ¿La escuela es una mediación reproductora de los poderes dominantes? ¿Un aparato reproductor de la ideología dominante?

La paradoja política se evidencia cuando se aspira que el poder proceda del querer-vivir-en-conjunto (P. Ricoeur) y se pretenda a la vez que la relación jerárquica institucional del poder de Estado no se debilite o diluya para efectos de la toma de decisiones.

¿La democracia existe cuando el pueblo manda y el gobierno obedece como lo proponen el EZLN y E. Dussel?

La disputa por la legitimidad política entre fuerzas adversas pasa por la constitución de las identidades colectivas de los sujetos en la lucha por la HEGEMONIA SOCIOCULTURAL, y ello implica al proceso educativo o formativo formal e informal, en tanto la hegemonía consiste en la prevalencia de las significaciones y sentidizaciones del mundo, el entorno y los otros considerados éticamente o no (LA política sustantivada por LO ético-político).

La teoría de la hegemonía ha sido revisada y revitalizada por E. Laclau y C. Mouffe. Sus contribuciones resaltan el componente afectivo, pasional o afectual como aspecto fundamental de la hegemonía política. Ello rebasa la consideración meramente racionalizadora de la política progresista y radicalmente democrática.

Así como P. Freire señala la incompletud de los seres humanos para justificar políticamente la educación liberadora con la finalidad de que se autocompleten RENOMBRANDO AL MUNDO por medio de la autonomía y comunicación dialógica; Laclau y Mouffe, indican una falta que los limita para lograr una identidad individual y colectiva completa que los SIGNIFICANTES VACÍOS de la hegemonía pudieran suplir parcial y transitoriamente.

Pese a que la hegemonía se mueve entre lo necesario y lo imposible, es imprescindible para colmar la falta en el logro de la identidad. Es imposible porque lo social siempre estará abierto. Y su necesidad radica en su indispensable búsqueda permanente al otorgar sentido. Sin ella lo social sería psicótico. Ella brinda un cierre provisorio e inestable en la política y la educación.

La hegemonía se forja discursivamente para la interpretación, comprensión y acción. Discursos que se contraponen en la lucha por la dirección ideológico-cultural y ética. Que se forman por medio de narrativas de nociones, conceptos o significantes vacíos, para englobar o encadenar las diversas demandas de satisfacción de diferentes necesidades, intereses o deseos colectivos: p.e. Afectualidad, Educación Popular Empatizadora, Paradigma Ecoprotector Comunitario Inmunitario.

Sin el afianzamiento afectual de lo simbólico en los significantes vacíos, no se construye la hegemonía.  Incluso lo afectual, o la afectualidad, en tanto nueva relación social en la que resuenan los cuerpos empáticamente (sintiendo y pensando-se juntos, sentipensando), puede ser un significante vacío para construir hegemonía, como proponemos, para transformar la educación y la sociedad ante la competitividad individualista neoliberal.

Ello convierte la afectualidad en una teoría y práctica   de contrapoder, ya que lo afectual es una intensidad impersonal de naturaleza colectiva mientras el sentimiento es de carácter personal o privado. Una alternativa político-educativa centrada en orientar y favorecer encuentros formadores de disposiciones empáticas constructoras de sujetos colectivos potentes: multitudes instituyentes por su soberanía trascendente (A. Negri).

La afectualidad tiene su raíz en la configuración libertaria de la resistencia anticolonial del SUJETO PUEBLO en comunidades vinculadas y cohesionadas afectualmente (cumbes, palenques, etc). Pese a sus derrotas y persecuciones, quedó subyacente en las prácticas de la convivencia popular, en LO POPULAR, en su razón o racionalidad afectual hibridizada con la moderna dominante en todas sus expresiones existenciales. No es premoderna, al trascender a la modernidad, ES TRANSMODERNA (E. Dussel).

Lo popular es una racionalizada y sensible mitificación histórica, sociocultural y política correspondiente a una narrativa significadora, sentidizadora, identificadora y cohesionadora de un sujeto denominado pueblo en sus existenciales mundos-de-vida. Que se manifiesta como MODO DE SER RELACIONAL AFECTIVO-AFECTUAL en su vivir-siendo. Lo relacional, como modo de ser en pensamiento y acción, es previo e inmanente o propio del ser étnico-popular. Y puede ser trascendente al asumir el pueblo su racional mitificación liberadora ante las contingencias.

Con base en la cultura de la afectualidad popular indoafrolatinoamericana y caribeña, reivindicamos la lucha por la hegemonía de la educación popular afectual liberadora, para la forja de nuevos, por auto-co-creación, sujetos educativos y una política de construcción de poderes populares de autogobierno popular antiburocráticos y auténticamente democráticos.

En la lucha hegemónica por recuperar, decantar, actualizar y desplegar lo popular transmoderno en la educación escolar, juegan un papel primordial los docentes como intelectuales orgánicos (A. Gramsci). Su resistencia pedagógica productivo-creativa para re-crear la multiplicidad expresiva de lo popular de modo transmoderno. Reivindicando su racionalidad sensible, simbolizaciones, practicaciones e interacciones sociales resonantes afectual, ecoprotectora e inmunitariamente.

Los significantes hegemónicos reproductores dominantes pueden ser sustituidos o resignificados CONTRAHEGEMÓNICAMENTE al recontextualizarlos ya que es imposible establecer una significación correspondiente de manera definitiva (lo dicho respecto de algo), sobremanera cuando han perdido su PODER DE SIGNIFICACIÓN y han quedado a la DERIVA SEMÁNTICA O SEMIÓTICA por la crisis de agotamiento de la Modernidad.

Así ha ocurrido con los significantes, o ideas-fuerza, de la hegemónica modernidad capitalista, hoy agotada y en crisis civilizatoria por la depredación de la naturaleza y de las sociedades planetariamente (progreso, desarrollo, democracia representativa, igualdad de oportunidades educativas y sociales, etc.

El intento ideológico-semántico de resignificar, por ejemplo, el significante desarrollo como “desarrollo sustentable” ante sus impugnaciones ecológicas, no es viable porque el desarrollo conocido históricamente es insustentable. Asimismo, los sectores alternativos progresistas le han contrapuesto como modos de ser-siendo los significantes del Buen Vivir, Vivir Bien, etc.

La lucha por la hegemonía es para llenar temporalmente esa falta o carencia a través de la representación de significantes parciales de una totalidad que los rebasa, haciendo posible una identidad político-educativa en este caso.

La afectualidad y sus educaciones populares se especifican política y educativamente en la presente coyuntura pandémica e inmunizadora en la propuesta del PARADIGMA ECOPROTECTOR COMUNITARIO INMUNITARIO (PECI), para guiar la rehabitación del mundo y la escuela en crisis. Por tanto, la inmunización debe ser integral  por antidepredadora y comunitaria-afectual, no únicamente médico-sanitaria, ya que exige también, y de modo primordial, la asunción de la transformación ecosófica radical de la vida colectivamente, por ejemplo, impidiendo persuasivamente el consumo de alimentos acidificantes de la industria transnacional y local de comida “chatarra” que desmineraliza o desalcaliniza la sangre favoreciendo así la reproducción de los virus en los cuerpos que la consumen.

 Mucho más cuando se ha evidenciado desde el siglo pasado el agotamiento del modelo médico-sanitario para proteger la salud (ello lleva décadas en la agenda oculta de discusión permanente en la OMS y la OPS sin poder construir alternativas consistentes).  De aquí el alto porcentaje del fracaso de las vacunaciones masivas para propiciar la inmunización efectiva por total y permanente frente a la pandemia. Vacunación que principalmente ha beneficiado obscenamente a los que mercantilizaron las vacunas: las transnacionales farmacéuticas. Esto también es demostrativo de la crisis epistemológica y de agotamiento de los paradigmas de la ciencia médico-farmacológica moderna.

El PECI es antidepredador porque se asienta en el reconocimiento de la alteridad de la naturaleza y su protección (la pandemia se originó en la interrupción de la cadena trófica de los microorganismos por la depredación neoliberal, obligándolos alimentarse de otras especies que se contaminaron y que consumieron los humanos). De aquí que la lucha por la bioseguridad debe inscribirse en el marco más amplio y estratégico de la lucha contra los depredadores y su racionalidad instrumental antiecológica, por ejemplo, contra quienes queman, talan y expropian las tierras a los propietarios indígenas, las extensiones territoriales en la Amazonía.

Es comunitario porque se asienta y afirma en la empatía y el cuidado integral recíproco. Siendo, en consecuencia, pertinente como política y praxis educativa por cuanto propicia la formación trascendente de los/las estudiantes a través del compromiso afectual del reconocimiento como auto-co-recreados/as sujetos político-educativos voluntariosos/as, críticos/as, antiburocráticos/as, radicalmente democráticos/as y enfrentados/as a todo tipo de pandemias neoliberales. “Nadie se salva solo, solo nos salvamos unidos.” (Papa Francisco).  

¡URGE REIMAGINAR Y REHABITAR AFECTUAL Y ECOPROTECTORAMENTE EL MUNDO Y LA ESCUELA!

*Doctora en Educación. ilianalopriore11@gmail.com

**Doctor en Ciencias de la Educación. diazjorge47@gmail.com

Fuente de la información:  https://www.educacionfutura.org

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5 Documentales que podrían modificar tu opinión de la sociedad actual

Redacción: Pijama Sur

EL DOCUMENTAL TIENE PODER NO SÓLO PARA DENUNCIAR LAS INJUSTICIAS SOCIALES, SINO PARA MOSTRAR LOS HECHOS AFORTUNADOS QUE PASAN EN EL MUNDO

El cine documental es una herramienta de denuncia social por excelencia, pues indaga en esos puntos ciegos de los medios de comunicación y del cine de ficción. Escarba en aquellos temas que la industria cinematográfica omite deliberadamente como parte de su función «validadora» de imaginarios.

Sin embargo, además de denunciar, el documental también tiene el poder de mostrar narrativas positivas que escapan del imaginario dominante justamente porque muestra otras formas de percibir y vivir en el mundo que no son convenientes para el sistema.

Al vislumbrar panoramas de futuros posibles, estamos acostumbrados a pensar en narrativas al estilo «todo está perdido» y «no hay nada que se pueda hacer», pues éstas se repiten una y otra vez tanto en los medios como en la opinión pública. Así, el pesimismo o nihilismo constantemente es valorado como «inteligente» o «acertado». Frente a esto, el documental explora, junto con las sociedades que filma, la posibilidad de transformación a partir de construir y no de derribar, de intuir en lugar de pensar, y así, de cambiar la realidad social -a la escala que sea-, aun cuando parezca improbable o imposible.

No parece casualidad que la mayoría de este tipo de documentales sean dirigidos por mujeres, pues como menciona Hrund Gunnsteinsdottir en InnSæi, para los cerebros femeninos es mucho más fácil unir los puntos y buscar la relación entre las cosas, así como conciliar e intuir para entender. Esta es sólo una pequeña muestra de algunos documentales que le dan la vuelta a la lógica del «todo está mal»:

 

1. Bosque de niebla (Mónica Álvarez Franco, México, 2017)

Mucha gente se pregunta para qué traer un hijo a este mundo en colapso, o bien, por qué no traer un hijo al mundo si de cualquier forma siempre han existido las crisis y es deber de cada generación adaptarse a ellas. La forma en que Mónica Álvarez Franco se contestó esta pregunta fue haciendo el documental. En éste muestra la vida en un rancho llamado Las Cañadas, cerca de Huatusco, Veracruz, en donde se vive en coexistencia ecológica y comunitaria. En tan sólo 15 años, una porción de 300 hectáreas de rancho ganadero se ha convertido en un bosque de niebla, uno de los más escasos pero biodiversos del planeta.

En la comunidad se ha creado una escuela comunitaria donde los jóvenes aprenden sobre los principios de la permacultura. Ahí estudia Haya, una joven de unos 15 años que se preguntasi funcionarán los noviazgos a distancia, pero que sabe que la tierra en la que vive no debe tener dueño. El punto nodal de este documental se encuentra en esa escuela donde la ternura del descubrimiento y la lucidez de la sabiduría convergen en jóvenes de secundaria.

2. InnSæi (Intuición, Hrund Gunnsteinsdottir y Kristín Ólafsdóttir, Islandia/Reino Unido/Dinamarca/India/Estados Unidos, 2016)

Antes de codirigir este documental, Hrund había alcanzado el «éxito» a los 29 años. Después de mucho esfuerzo estaba a punto de conseguir un trabajo de por vida en la ONU y al mismo tiempo estaba al borde de un colapso nervioso gracias al agotamiento laboral. Para Hrund, la ONU se había convertido en un «sistema administrativo desconectado de la gente», mientras que el dar todo de sí nunca era suficiente.

Después de un aborto espontáneo y ser medicada para contrarrestar su bloqueo emocional, Hrund decidió abandonarlo todo, incluyendo su trabajo soñado, para hacer un documental acerca de la intuición.

Las estructuras sociales no consideran a la intuición como una fuente de sabiduría legítima, privilegiando así una manera de hacer las cosas cuadriculada, fría y seudorracional. Frente a esto, lo femenino (ya sean las mujeres o la parte femenina de cada ser humano) no logra ajustarse a las exigencias del entorno a menos que se bloqueen las necesidades emocionales, las conexiones con otras personas y los ritmos de actividad propios de la naturaleza. InnSaei muestra, desde diferentes perspectivas, el poder de la intuición y señala la necesidad de cambiar nuestros paradigmas acerca de lo «racional» como autoridad suprema de nuestra sociedad.

3. Demain (Mañana, Cyril Dion y Mélanie Laurent, Francia, 2015)

Este documental francés hace un recorrido por diversas iniciativas civiles alrededor del mundo que se basan en los principios de la permacultura.

Se trata de una herramienta de diseño basada en principios éticos que ofrece soluciones concretas a problemas ecológicos concretos. Así, se muestran diversos proyectos que resuelven diferentes aspectos de la vida del ser humano como la alimentación, la producción de energía, la economía, la educación y la democracia (acaso un eufemismo para enunciar lo político).

Ya sea a través de proyectos de agroecología urbana en poblaciones fantasma en Detroit, de comunidades de economía circular en Inglaterra o del sistema educativo de Finlandia, la permacultura es un fenómeno global y una iniciativa civil que comienza a tener un impacto significativo alrededor del mundo.

4. Where to Invade Next (¿Dónde invadimos ahora?, Michael Moore, Estados Unidos, 2015)

Esta vez, Michael Moore sale de Estados Unidos y se centra en las políticas públicas que funcionan alrededor del mundo: comedores infantiles en Francia, educación en Finlandia, prestaciones laborales en Italia, sistema penitenciario en Noruega, equidad de género en Islandia, entre otras. ¿Qué hace que un país apueste por políticas públicas que beneficien a la población y no a las industrias? ¿Por qué para algunos países la educación pública es lo más natural y razonable del mundo, mientras que para otros es un disparate? El contraste entre ideologías nacionales es quizás lo más interesante de este documental.

5. My Beautiful Broken Brain (Mi bello cerebro roto, Sophie Robinson y Lotje Sodderland, Reino Unido, 2014)

¿Qué harías si las cualidades intelectuales que te hacen ser quien eres desaparecieran de un día para el otro? A esto se enfrenta Lotje a los 34 años, cuando sufre de un severo derrame intracerebral.

Después de una riesgosa y larga operación, las lesiones cerebrales dejan secuelas en las capacidades motrices y de comunicación tanto verbal como escrita de Lotje. Además, sufre de pérdida de memoria, confusión, sensibilidad al ruido y sensaciones de agobio constantes. Sin embargo, todas las carencias físicas e intelectuales la obligan a comenzar desde cero para atreverse a mirar y experimentar el mundo desde otra perspectiva y con otras herramientas de percepción. El documental muestra el esfuerzo de Lotje por rehacerse a sí misma a lo largo de 1 año, tiempo durante el cual se escribe cartas con David Lynch, quien ha practicado la meditación trascendental por años.

Ella muestra que, quizás, si perdieras todo lo que te hace ser quien eres de un día para otro, podrías reinventarte de nuevo.

Fuente: https://pijamasurf.com/2019/04/5_documentales_que_podrian_modificar_tu_opinion_de_la_sociedad_actual/

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