Page 3 of 48
1 2 3 4 5 48

El poder de las redes sociales para analizar las inquietudes del profesorado

Por: Marian Morales Quinto Y Claudia Camacho Zuñiga

Las redes sociales generan múltiples oportunidades de investigación y de aprendizaje para los científicos sociales.

Antes de la aparición del COVID-19, las redes sociales eran consideradas como un simple medio de entretenimiento diseñado para ser adictivo y lucrar con nuestros datos personales. Incluso, eran consideradas como tóxicas para nuestra salud mental y un distractor enemigo de la educación. Sin embargo, hoy en día forman parte de nuestra vida cotidiana y son utilizadas como herramienta de comunicación, publicidad, comercio y educación. Su inmersión en los diferentes aspectos de nuestra vida las ha convertido en una fuente valiosa de información que, utilizando herramientas adecuadas, nos pueden ayudar en la búsqueda de soluciones a los problemas que nos aquejan como sociedad.

Durante el confinamiento para controlar la pandemia, todas las instituciones educativas sin excepción cerraron sus instalaciones. Los docentes se vieron obligados a realizar una transformación súbita y drástica de sus cursos, pasando de una modalidad completamente presencial a un modelo remoto. Además, tuvieron que recurrir al uso de nuevos medios para hacer academia y compartir preocupaciones, consejos y experiencias respecto a la nueva modalidad de enseñanza. Un ejemplo de ello fue el foro “Transformando un curso a la modalidad en línea: Tips y mejores prácticas”, el cual permitió la creación de una comunidad de apoyo con un ambiente de compañerismo que, a su vez, les ayudó a lograr una transición exitosa entre ambos modelos.

Las redes sociales generan oportunidades de investigación y aprendizaje

Entender las necesidades de un sector de nuestra sociedad o de un gremio es indispensable para la búsqueda de soluciones y toma de decisiones. Sin embargo, es un gran reto, cuando se habla de miles de personas cada una con diferentes opiniones, experiencias, circunstancias y ubicaciones. En este sentido, las redes sociales constituyen una base de datos masiva que evidencian y registran las interacciones entre los miembros y nos permiten observar sus opiniones, preocupaciones y comentarios. Es decir, las redes sociales generan múltiples oportunidades de investigación y de aprendizaje para los científicos sociales. Hace unas décadas, este tipo de esfuerzo representaba un reto para los científicos en computación y estadística; afortunadamente, el avance en la minería de datos y el Big Data han materializado el potencial de las redes sociales como fuente de información.

El avance de la minería de datos y el Big Data han materializado el potencial de las redes sociales como fuente de información.

Un grupo de profesores del Tec de Monterrey realizaron una investigación sobre las publicaciones de 5,729 profesores universitarios en un foro denominado “Transformando un curso a la modalidad en línea: tips y mejores prácticas” con el objetivo de identificar las necesidades de los profesores y sus preocupaciones respecto a esta nueva modalidad. Los resultados se compartieron en el artículo Professors’ Concerns after the Shift from Face-to-Face to Online Teaching amid COVID-19 Contingency: An Educational Data Mining analysis (De Oca, Villada-Balbuena & Camacho-Zuñiga, 2021). El foro analizado estuvo en funcionamiento entre marzo de 2020 y junio de 2021 con el objetivo de compartir prácticas para impartir clases bajo el nuevo modelo a distancia. En él participaron facultades de arte, diseño, arquitectura, ciencias, ingeniería, medicina, entre otras, constituyendo una muestra representativa de los profesores en términos de edad, género y grado de estudios. La información recolectada se concentró en una base de datos limpia o corpus, de manera que cualquier incoherencia que pudiera existir en cada post fuera eliminada y solo se mantuviera el objetivo o intención del mensaje. Posteriormente, el corpus se sometió a un análisis de texto y un análisis de sentimiento (Abbas et al. 2018).

Los resultados demostraron que durante los primeros 15 meses de la pandemia las redes sociales nos ayudaron a mantener el contacto e incluso a fomentar comunidades de trabajo colaborativo. Los profesores utilizaban el foro no solo para compartir experiencias de la enseñanza remota, como la mejoría que tenía para los estudiantes tener las clases grabadas o el continuo debate de si las cámaras debían mantenerse encendidas o apagadas. Además, las redes sociales fueron una herramienta para que los profesores participantes externaran sus sentimientos durante el confinamiento y buscaran apoyo en sus compañeros. El sentido de comunidad se refleja en los sentimientos positivos de la mayoría de las publicaciones, ya sea por los buenos resultados obtenidos en el nuevo modelo o por la motivación de ayudar a otros con sus consejos.

El uso de las redes sociales y el análisis de datos ayudan a mejorar la educación

El continuo intercambio de videos, consejos, links y apps para mejorar sus clases ayudó a los profesores a disminuir los impactos negativos en la formación de sus estudiantes por las situaciones que vivieron a su alrededor originadas por la pandemia.

Uno de los mayores aprendizajes que podemos obtener de este estudio es la necesidad de creación de estos foros de discusión, espacios seguros para todos los integrantes de las instituciones educativas, estudiantes y profesores. Estos espacios virtuales permitieron a los docentes compartir sus sentimientos y recomendaciones, no únicamente bajo las condiciones extremas que se vivieron durante el confinamiento, pero en el día a día para asegurar mejores ambientes dentro de estas universidades.

Otro aprendizaje importante se dio al observar que los resultados remarcan la importancia del alcance que tienen las redes sociales en nuestras vidas, nuestras relaciones, y especialmente en nuestra nueva normalidad. Este tipo de estudios, y el enfoque específico que se dio, muestra a las redes sociales como una fuente valiosa de información que presenta la posibilidad de acceder a muestras aleatorias de una manera sencilla y sin sesgo aparente. Es justo por esta razón, que el artículo antes mencionado, refleja resultados certeros sobre cuáles podrían ser las acciones para seguir mejorando la experiencia de enseñanza bajo la modalidad remota tanto para estudiantes como para profesores.

Reflexión

Las redes sociales constituyen una fuente de información sobre las comunidades a diferentes niveles, desde distintos gremios hasta naciones completas. Los investigadores sociales pueden generar a partir de ellas conocimiento muy valioso para la identificación de problemáticas y la búsqueda de soluciones. Hoy en día, esto se ha hecho realidad gracias a los avances en minería de datos y Big Data; sin embargo, el análisis de lenguaje natural y de otros datos no estructurados sigue siendo un reto.

El artículo de De Oca, Villada-Balbuena & Camacho-Zuñiga (2021) describe las prácticas docentes que permitieron la transición de la modalidad presencial a la modalidad en línea y merece nuestra atención para identificar aquellas estrategias y políticas que mejoraron la labor docente y que debemos mantener tras el regreso del confinamiento. Te invitamos a consultar el documento completo en https://ieeexplore.ieee.org/document/9733778 y compartirnos tu opinión en la sección de comentarios de este artículo en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.


Acerca de las autoras

Marian Morales Quinto (A01366433@tec.mx) es una estudiante de octavo semestre de Ingeniería en Biotecnología en el Tecnológico de Monterrey Campus Toluca y actualmente practicante de tecnología de la información (IT) en el Corporativo Procter & Gamble México. Ganadora de la beca de talento académico otorgada por el Tecnológico de Monterrey en 2018, presidenta del grupo estudiantil HeForShe Tec Toluca de julio 2020 a diciembre 2021, y líder de eventos del mismo grupo estudiantil de enero 2020 a junio 2020 y retomando el puesto en enero del presente año.

Claudia Camacho Zuñiga (claudia.camacho@tec.mx) es profesora de ciencias orientada a la investigación, innovación y transformación de la educación superior. Es Dra. en C. de los Materiales por la UAEMex y M. en C. en Ing. Química e Ing. Física por la IBERO. Sus publicaciones en revistas internacionales indexadas han sido citadas más de 250 veces, incluyendo una mención a su trabajo sobre educación durante el confinamiento por COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud. Actualmente, es investigadora en el Instituto para el Futuro de la Educación y profesora de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, México. Desde 2014, desarrolla innovación e investigación educativa para fomentar en los universitarios la pasión por la ciencia, el compromiso ético y ciudadano y el aprecio por la diversidad de saberes y personas.

Referencias

De Oca, S. M., Villada-Balbuena, M., & Camacho-Zuñiga, C. (2021). Professors’ Concerns after the Shift from Face-to-face to Online Teaching amid COVID-19 Contingency: An Educational Data Mining analysis. In 2021 Machine Learning-Driven Digital Technologies for Educational Innovation Workshop (pp. 1-5). IEEE.

Disponible en: https://ieeexplore.ieee.org/document/9733778

Román, J. A. M. (2020). La educación superior en tiempos de pandemia: una visión desde dentro del proceso formativo. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México)50, 13-40.

Abbas, A., Zhou, Y., Deng, S., & Zhang, P. (2018). Text analytics to support sense-making in social media: A language-action perspective. MIS Quarterly42(2).


Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Editora de los artículos Edu bits y Webinars del Observatorio- «Aprendizajes que inspiran» – Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

Comparte este contenido:

Somos lo que comemos, nos movemos y leemos

Por: Marcelo Trivelli

A medida que aumenta el consumo de alimentos procesados, las horas que permanecemos sentados frente a las pantallas y nuestra lectura se reduce a contenidos de redes sociales, la salud física y mental de la población se va deteriorando. Estas tres situaciones de salud se han definido como las pandemias silenciosas del siglo XXI: Sedentarismo, obesidad y la cultura de la inmediatez.

El deterioro de la salud mental y física están poniendo una tremenda presión sobre el sistema de salud y sobre la calidad de la convivencia, al igual como la cultura de la inmediatez pone en riesgo nuestra democracia.

Hace pocas semanas atrás, el INTA nos informó que “Chile es el país de la OCDE con mayor obesidad y sobrepeso, alcanzando al 74% de la población adulta y al 52% de los niños”. El cambio cultural asociado a la alimentación diaria rica en azúcar y grasas trans contenidas en bebidas y comida chatarra constituyen las principales causas de obesidad.

La Organización Mundial de la Salud, define el ser sedentario como aquel que realiza menos de 150 minutos de actividad física a la semana. En Chile, el 86% de la población es sedentaria, siendo mayor el porcentaje en mujeres que en hombres, según revela la Encuesta Nacional de Salud de 2017. Esta cifra se vio severamente agravada por las medidas de confinamiento producto del COVID-19.

Las pantallas incluyen, el computador, la televisión, los celulares y videojuegos; por supuesto se considera en estas pantallas el consumo de redes sociales en cualquiera de ellas. No existen estudios en Chile que nos informen cuántas horas al día permanecemos frente a una pantalla, pero datos levantados por Nielsen en países con alta penetración tecnológica en el trabajo, los hogares y de forma individual, sugieren que niñas y niños de 2 a cinco años “consumen” pantalla 32 horas a la semana, quienes tienen de 8 a 12 años, entre cuatro y seis horas diarias, adolescentes cerca de nueve horas diarias y adultos más once horas diarias.

Sedentarismo, mala alimentación y consumo de pantallas se potencian entre sí con un efecto cada vez más negativo. Para bien o para mal, eres, o somos, fiel reflejo de lo que nos movemos, comemos y leemos.

Desgraciadamente estamos bastante indefensos ante los incentivos perversos que mueven las industrias de los alimentos, la salud y las redes sociales: comer más comida chatarra generando adicción, curar enfermedades en vez de prevenir y consumir información que refuerza nuestra posición en vez de desarrollar pensamiento crítico. El entorno que vivimos es hostil y no contamos con las herramientas para defendernos.

No basta con “predicar” más ejercicios, comer sano o consumir menos horas de pantallas. Es en estos aspectos de la vida en los que la educación debe jugar un rol fundamental para crear hábitos saludables y sostenibles en el tiempo. Esto debe considerarse uno de los pilares de una educación de calidad, porque va a la raíz de la formación de niñas, niños y jóvenes.

Si queremos una sociedad compuesta por personas con buena salud física y mental, que logre convivir en armonía y con altos grados de participación, debemos tomar conciencia que somos lo que comemos, nos movemos y leemos. De tal manera que podamos traducir en políticas públicas, cosas tan esenciales como lo expresado en artículo N°35 de la propuesta constitucional.

Fuente de la información e imagen: https://www.pressenza.com

Comparte este contenido:

Educar para una participación electoral consciente y comprometida

Por: Dinorah García Romero 

Atrás las campañas electorales que explotan la ingenuidad y la falta de educación de las personas.

La sociedad dominicana no tiene descanso electoral. Desde que el presidente electo jura para el inicio del mandato, empieza la nueva campaña electoral. Es una práctica que hasta la fecha no se ha podido erradicar. Una campaña electoral extemporánea tiene consecuencias nocivas para el fortalecimiento de la democracia, para la economía y para la salud personal y medioambiental. Para la democracia, porque se violentan leyes, políticas y procedimientos que regulan la dinámica electoral. Para la economía, porque los Partidos Políticos invierten recursos que no producen; viven del Estado Dominicano, esto es, del trabajo de los ciudadanos. Como reciben estos recursos sin régimen de consecuencias, han instaurado una cultura de irrespeto a la calidad del gasto, a la austeridad y, especialmente, a la rendición de cuentas. Afectan la salud personal, por el uso de materiales y pinturas que provocan daños en el medio ambiente; asimismo, por los ruidos extremos que progresivamente disminuyen el potencial auditivo de los sujetos. Por otro lado, instauran la cultura del escándalo.

Es necesario indicar que la campaña electoral es un proceso saludable en el marco de la vida democrática de una sociedad, pero necesita regulación. En la República Dominicana, esta regulación no se produce. La legislación es deficitaria; y esto favorece el caos y la incapacidad de la Junta Central Electoral para ponerle fin al desorden en este aspecto que abordamos.

La situación descrita requiere organización y ubicación concreta en las leyes electorales. Es tiempo de avanzar; es hora de ponerle fin a la anarquía generada por la debilidad legislativa en el campo electoral. Además, es el momento de profundizar los procesos de educación de las personas y de la sociedad en el nivel general. Esto permitirá que los afiliados a los partidos políticos y los legisladores adopten una posición más responsable ante los requerimientos de la campaña electoral y de los procesos que esta implica. Las instituciones de Educación Superior y las del ámbito preuniversitario tienen una responsabilidad alta con la educación de la ciudadanía. Urge el establecimiento de una alianza estratégica con la Junta Central Electoral. Esto permitirá el desarrollo de una estrategia de formación ciudadana que introduzca cambios sustantivos en la forma de entender y de asumir los procesos electorales. En esta alianza no debe faltar la Oficina del Defensor del Pueblo. Este organismo tiene, también, una función importante en la educación de los ciudadanos.

La participación electoral requiere cualificación. Para ello se ha de implicar a los medios de comunicación y a las redes sociales, por su influencia en la formación o en la deformación de las personas. Es necesaria una participación consciente y comprometida para garantizar el desarrollo de una democracia robusta. Para aproximarnos a esta meta, se necesita la puesta en ejecución de una estrategia educativa sistemática. Esta demanda la conjunción de fuerzas de las entidades señaladas. Es preciso que su acción genere cambios en la mentalidad y en la práctica de los ciudadanos. Es imprescindible que produzca transformaciones en la formación y en la ingenuidad de los votantes. En los momentos actuales, es importante una población con un pensamiento crítico más desarrollado y con una postura más comprometida con el impulso de la nación.

Una educación electoral con calidad integral posibilitará la elección de legisladores menos corruptos y más empeñados en el avance del país. De la misma forma, la mayoría de los legisladores aprenderá a leer, a escribir y a pensar a favor de la sociedad dominicana. Una educación crítica y sistémica le dará un giro exponencial a la participación electoral. La utilización creativa de las tecnologías posibilitará procesos educativos electorales de amplio alcance y de un impacto decisivo, especialmente en la población joven.  Atrás las campañas electorales que explotan la ingenuidad y la falta de educación de las personas. Atrás, también, los avezados en la falta de ética y en la búsqueda del bien particular. Hay que educar por encima de todo y para el bien de todos.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/educar-para-una-participacion-electoral-consciente-y-comprometida-9099776.html

Comparte este contenido:

Estos son los riesgos de TikTok para los menores

Por: Educación 3.0

La plataforma de vídeos musicales no para de cosechar éxito entre los adolescentes. Sin embargo, su uso no está exento de peligros. Estos son los principales.

TikTok es, sin duda, la red social de moda. Sobre todo entre los adolescentes: la generación alpha (jóvenes de entre 12 y 17 años) la prefiere por delante de cualquier otra opción y la utiliza para entretenerse o interactuar con otros usuarios e influencers, como desvela el Estudio de Redes Sociales 2022 de IAB entre las redes más preferidas. Sin embargo, su uso sin control puede comportar ciertos riesgos para ellos.

Con vídeo

Su funcionamiento es simple: el usuario crea vídeos de 60 segundos, 3 o 10 minutos de duración en los que hace playback cantando, moviéndose al ritmo de diferentes canciones o realizando dramatizaciones. A estos vídeos, que tienen temáticas relacionadas con la música, los viajes o la moda, entre otros, se les puede también añadir animaciones o filtros. Posteriormente, se publican en esta y otras redes sociales, dando lugar a su viralización y haciendo que los menores queden expuestos a todos los peligros de Internet.

Los peligros

Hay algunos riesgos de los que todas las familias deberían tener constancia antes de dar el permiso a los menores para descargarse esta aplicación.

Como recoge un estudio publicado por The Wall Street Journal, es altamente adictiva y, aunque exige que los menores tengan al menos 13 años de edad para crear un perfil, cualquiera puede acceder a ella. En este sentido, existe el riesgo de que se expongan demasiado: algunos menores cuentan su vida y dan detalles de ésta, como el lugar en el que viven, el colegio al que van o los sitios que visitan habitualmente.

Si la cuenta del menor es pública, puede recibir mensajes privados de cualquier persona sin ninguna restricción. Una investigación de BBC Trending identificó varios usuarios que trataban de ponerse en contacto con menores con el objetivo de obtener contenido sexual. De hecho, los depredadores sexuales encuentran en la aplicación una forma rápida de contactar con niños.

Una aplicación con retos peligrosos

riesgos tiktok

El segundo punto que no pueden perder de vista las familias son los retos que se suman entre los usuarios de TikTok. Algunos como el #VacuumChallenge ponen en peligro, incluso, la salud física de las personas. Por ejemplo, esta prueba anima a los participantes a meterse en un saco de basura, dejando su cabeza fuera. A continuación la conectarán a un aspirador para, literalmente, envasarse al vacío. Una prueba que puede tener riesgos para la salud física de quien la lleve a cabo puesto que, por un error, pueden quedar asfixiados e, incluso, alcanzar la muerte.

Otro de ellos es el de aumentarse los labios de manera ‘casera’, un reto aún más peligroso que el anterior. Después de la moda de meterlos en la boca de una botella para succionar y gangrenarlos, llega la idea de pegarse el labio superior con pegamento de pestañas a la parte del bigote para crear un efecto visual de más volumen. Pero, lejos de ser inofensivo, este acto puede provocar quemaduras, ampollas e irritaciones en el rostro.

Estos retos pueden ser peligrosos, llegando a causar la muerte a algunos jóvenes que los han realizado. Otros ejemplos que se han dado en la red son el rompecráneos (poner la zancadilla a un tercero para que caiga de espaldas y se golpee la cabeza contra el suelo), el hot water challenge (echarse agua hirviendo por encima) o el desafío Benadryl, que consiste en ingerir masivamente antihistamínicos y grabarse con los efectos secundarios que provocan, que generalmente son alucinaciones.

Campañas de marketing que incitan al enganche

Por último, a los riesgos de esta red social se suman las ambiciosas campañas de marketing que llevan a cabo. Una de las más conocidas tiene que ver con la creación de la propia moneda de cambio de la red social: los TikTok Reward Points. Los menores pueden ganar estos puntos y canjearlos por cupones de descuento en las tiendas de las empresas que lo patrocinan. De esta manera, los desarrolladores crean una continua necesidad de uso entre los adolescentes que puede desencadenar problemas con el juego como la ludopatía.

Campañas de marketing que incitan al enganche
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/riesgos-tiktok/
Comparte este contenido:

Alertan de la censura durante años de Facebook al contenido sobre aborto

Activistas en favor de los derechos reproductivos de las mujeres en Estados Unidos denuncian que Meta, la compañía dueña de Facebook e Instagram, ha censurado durante años a través de sistemas automatizados de moderación de contenidos el contenido relacionado con medicamentos para el aborto, al marcarlo como “sensible” o removiéndolo por completo, reportó Wired.

Jessica Ensley, de la organización Reproaction ─que apoya acceso al aborto en este país─, aseguró que las recientes noticias sobre la censura de Meta a las palabras “pastillas abortivas” son la última evidencia de cómo las plataformas de redes sociales censuran el contenido relacionado con el aborto.

Ensley, en particular, recuerda el caso de una publicación en Instagram sobre un protocolo de la Organización Mundial de la Salud para medicamentos abortivo publicado en septiembre de 2021, el cual fue marcado por la plataforma en octubre, advirtiendo que de intentar monetizar la cuenta, el contenido sería contado como una “falta”.

Sin embargo, este caso no es único ni excepcional. De acuerdo con una persona que voluntariamente modera un grupo de Facebook para mujeres que buscan apoyo e información sobre el aborto, la red social ha retirado publicaciones y enlaces relacionados con pastillas abortivas por años. La persona entrevistada explicó que para evitar que el grupo sea cerrado tiene que aplicar estrictas medidas de moderación.

Las restricciones de Meta a los términos relacionados con el aborto no parece ser aplicada de la misma forma en distintos idiomas y países, sin importar si en estos es ilegal o legal el aborto.

De acuerdo con Wired, la frase “abortion pills are available by mail” fue removida inmediatamente de Instagram en Estados Unidos y en Filipinas, pero al publicarla en español y tagalog, ambas publicaciones se mantuvieron. Al ser publicada en inglés en Facebook e Instagram, pero desde Reino Unido, ambas frases permanecieron publicadas, mientras que en Singapur, donde el aborto es legal, la frase fue removida de Facebook, pero se mantuvo en Instagram.

Estas irregulares y la opacidad generalizada bajo la que se maneja el algoritmo de moderación de contenido de Facebook hace imposible que activistas sepan dónde está la línea de lo que pueden y no publicar, e incluso provoca preocupaciones sobre si el contenido que no es removido por la plataforma ve reducido su alcance.

“La moderación de contenido con inteligencia artificial y aprendizaje automatizado toma tiempo para implementarse y mucho esfuerzo para mantenerse […] Cuando las circunstancias cambian, necesitas cambiar el modelo, pero eso toma tiempo y esfuerzo. Así que cuando el mundo cambia rápidamente, es común que los algoritmos no operen de la mejor manera y pueden actuar con menor precisión en periodos de cambios intensos”, justificó un empleado de la compañía.

Fuente: https://rebelion.org/alertan-activistas-que-no-es-nueva-la-censura-automatica-de-facebook-al-contenido-sobre-aborto/

Comparte este contenido:

Sobre la violencia (II)

Por: Leonardo Díaz

Emergen nuevas formas de pensar y sentir el mundo que terminan normativizándose y convirtiéndose en nuevos referentes de la conducta moral como son los valores de buscar la coexistencia pacífica en un proyecto de ciudadanía común.

La disminución histórica de la violencia, tesis sostenida por el científico Steven Pinker, parece inaceptable. El siglo XX nos dejó el estalinismo y el fascismo, dos grandes guerras mundiales, los genocidios de Camboya y de Ruanda, así como los regímenes sanguinarios de Latinoamérica. El siglo XXI es testigo de un conflicto en Ucrania y de otros menos mediáticos, pero con similar secuelas de víctimas.

Estos escenarios no parecen favorecer la tesis de que seamos más pacíficos que nuestros antepasados. Sin embargo, ¿hasta qué punto, como sostiene Pinker en su libro Los ángeles que llevamos dentro, nuestra percepción del problema se encuentra sesgada por la naturaleza de nuestra mente?

El autor afirma que calculamos la posibilidad de un acontecimiento a partir de la facilidad con que somos capaces de recordar casos concretos relacionados con el mismo. Las imágenes de violencia son más fáciles de recordar porque son reforzadas por los medios de difusión masiva, sean estos la televisión o las redes sociales. ¿Acaso el tiroteo de 50 niños en una escuela no recibe más promoción mediática que la implementación de un programa que estimule el aprendizaje en el mismo centro?

En el referido texto, Pinker realiza un análisis detenido de documentos fundamentales de nuestra civilización para mostrar los imaginarios de la violencia de épocas pasadas y defiende su tesis recurriendo a datos cuantitativos que comparan los índices de violencia en sociedades pasadas y actuales.

El autor agrega un interesante argumento para explicar la disminución de la violencia: la emergencia de una actitud más sensible hacia las prácticas agresivas normativizadas en el pasado, producto de nuestro proceso de pacificación. De la misma manera en que nuestros estándares educativos son más altos en la medida en que estamos más educados, nuestros criterios de vida pacífica son más exigentes en la medida en que nos hacemos menos violentos. Por ello, no aceptamos hoy prácticas agresivas que en el pasado eran institucionales: esclavizar a individuos de etnias distintas, violar a las niñas y a las mujeres, encerrar a personas con problemas cognitivos, o golpear con instrumentos a los niños.

Pinker muestra como nuestro razonamiento abstracto ha progresado históricamente, nuestra capacidad para razonar abstrayéndonos de los detalles concretos de la experiencia inmediata (efecto Flynn), lo que ha potenciado la posibilidad de trascender los localismos y comprender con mayor claridad valores universales.

En este sentido, apuntamos a un progreso moral al ser capaces de comprender relaciones y valores que eran ajenos a formas de conceptualización del pasado típicas de las moralidades tribales. Esto no significa un progreso moral rectilíneo -es obvio que hoy existen dichas moralidades y tienen gran influencia- sino un proceso mediante el cual emergen nuevas formas de pensar y sentir el mundo que terminan normativizándose y convirtiéndose en nuevos referentes de la conducta moral como son los valores de buscar la coexistencia pacífica en un proyecto de ciudadanía común, no maltratar a los animales o cuidar el medioambiente.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/sobre-la-violencia-ii-9073050.html

Comparte este contenido:

¿Qué perfil esconden los jóvenes que tirotean las escuelas de EE. UU.?

Conocer el perfil psicológico de una persona que es capaz de cometer un crimen tan atroz como el sucedido el día 23 de mayo en el Estado de Texas, EE. UU. es imprescindible para comprender las razones por las que un joven de tan solo 18 años puede levantarse un día normal, como otro cualquiera, recoger las armas que ha adquirido con total impunidad y dirigirse a un centro escolar y arrebatarle la vida a 21 personas entre alumnos y profesores, además de herir a otras 15.

Importante es el detalle de que, antes de salir de su casa, según informan las autoridades locales, el sujeto mantiene una discusión con su abuela, que acaba con un disparo en la cabeza. Deja a la mujer gravemente malherida y no solicita ayuda para ella en ningún momento. Así comienza el día de Salvador Ramos que, tras este incidente, decide salir a la calle, coger su camioneta y conducir hasta que llega al centro educativo. Es entonces cuando Salvador sale del vehículo, salta la valla del centro escolar y comienza a disparar indiscriminadamente.

¿Es posible que en realidad el sujeto no hubiera decidido con premeditación qué iba a hacer antes del incidente sucedido en su casa? ¿Es posible que la elección del lugar se debiera a una casualidad que solo tenga explicación porque el vehículo se paró justo frente a la escuela? Y la pregunta más importante: ¿se podría haber evitado?

Resulta difícil comprender que un joven adaptado a la sociedad, sin ningún antecedente criminal previo que se conozca, al menos hasta el momento, se haya visto envuelto en este trágico suceso que aparentemente no tiene explicación. Por lo que se sabe hasta ahora, no tenía ninguna relación con el centro ni con ninguno de los alumnos y profesores más allá de que pertenecía a la misma comunidad.

¿Una infancia complicada?

Sin caer en tópicos que solo podrían perjudicar a todas las personas involucradas, parece difícil creer que no se haya detectado por parte de familiares, amigos o personas cercanas alguna bandera roja que indicara que algo funcionaba mal. Una infancia complicada con ausencia de amor fraternal, distanciamiento emocional con las personas de su entorno cercano, falta de empatía, violencia temprana con otros niños o incluso con animales pequeños, bajos niveles de asertividad, dificultades para socializar e interactuar con otros son algunos de los rasgos que pueden definir un perfil psicopático que sea coherente con un asesino.

Sin embargo, esto es solo una breve muestra de las señales que se pueden presentar sin que por ello la persona presente una patología mental. Lo que parece común en estos casos es que la persona que realiza semejante atrocidad mantiene un sentimiento o percepción de que ha sido tratado de manera injusta en algún momento por alguna persona o grupo de personas.

Pero nada de esto puede explicar lo sucedido y tampoco se explica el aumento que se está dando en los últimos años en EE. UU. de asesinatos masivos en centros escolares y otros lugares públicos. Se puede alegar que una razón importante es el fácil acceso a las armas en un país en el que el número de armas de fuego supera con creces al de ciudadanos y donde solo es necesario ser mayor de edad para poder adquirir cualquier tipo de armamento con tranquilidad y sin requisito psicológico alguno.

Es cierto que estos sucesos no suelen aparecer en otras partes del mundo con la misma frecuencia y crueldad. Por eso parece lógico pensar que es necesaria una modificación de las leyes en este sentido y un mayor control de los riesgos asociados a la tenencia de armas desde una edad tan temprana.

Por otra parte, el rápido acceso a la información puede ser una razón que, aunque no pueda explicar el origen de la idea inicial de matar a otras personas, sí que puede explicar que un individuo que tiene dicho pensamiento encuentre la forma de llevarlo a efecto y se sienta reconfortado por poder compartir lo que siente con otras personas de semejante ideología. Parece entonces probable que este aumento de incursiones asesinas se haya visto reforzado por la posibilidad de imitación y por una mayor exposición a estos ejemplos en diferentes foros.

El acceso demasiado rápido a la información

Los jóvenes tienen acceso inmediato a la información compartida en las redes sociales, se comparten datos y contenidos de prácticamente cualquier cosa en tiempo real, y la violencia se está estableciendo como una forma normalizada de afrontar un problema cuando los perfiles en redes sociales de estos sujetos aumentan sus visitas e interacciones si se publican y comentan este tipo de situaciones. Se fomenta el morbo, la curiosidad por ser parte de algo que está fuera de los estándares definidos por la sociedad. Y las imágenes, los vídeos y los comentarios se hacen virales y dan la vuelta al mundo en cuestión de minutos. Todo esto va a estimular y motivar a estas personas que buscan desesperadamente sobresalir, que necesitan la atención por parte de los otros.

Podemos y debemos buscar explicación a estos ataques, intentar identificar patrones cognitivos y conductuales que nos permitan prevenir que se den con demasiada frecuencia y crueldad. Sin embargo, no es sencillo encontrar unas pautas de actuación que sean eficaces en todos los casos porque cada persona es diferente. En cada caso, un evento concreto puede funcionar como detonante de una conducta que nunca se ha presentado con anterioridad.

Fuente: https://theconversation.com/que-perfil-esconden-los-jovenes-que-tirotean-las-escuelas-de-ee-uu-183857

Comparte este contenido:
Page 3 of 48
1 2 3 4 5 48