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Organización pide a ministra de Educación abandonar Puerto Rico

Centro América/Puerto Rico/03 Mayo 2018/Fuente: Prensa Latina

La ministra de Educación de Puerto Rico, Julia Keleher, fue declarada persona non grata por el clandestino Ejército Popular Boricua (EPB-Macheteros), que la instó a abandonar esta isla del Caribe, trascendió hoy.
‘Por la dignidad de nuestro pueblo y porque tiene que entender que a Puerto Rico y al pueblo puertorriqueño se respeta, el Ejército Popular Boricua-Macheteros identifica a la empresaria Julia Keleher como enemiga del pueblo puertorriqueño’, estableció en un comunicado divulgado por la agencia Inter News Service.

El EPB-Macheteros, declaró a la estadounidense que recibe un salario de 250 mil dólares anuales ‘persona non grata y exigimos que salga de nuestro país’, como resultado de su determinación de impulsar el programa de privatización y de cierre de escuelas del gobernador Ricardo Rosselló Nevares.

La organización político-militar expresó que Rosselló Nevares deberá asegurarse de que Keleher deje su cargo en Educación y regrese a su país lo antes posible.

La declaración subraya que si bien Keleher fue nombrada por el gobernador Rosselló Nevares y que sigue el trabajo antipuertorriqueño diseñado por éste y su equipo, no es menos cierto que actúa como mercenaria, que hace un trabajo por dinero sin ningún reparo ético o moral, en perjuicio de todo un pueblo.

El EPB-Macheteros aseguró en su declaración que, debido a eso, Keleher también tiene que responder por sus acciones, como es el cierre de escuelas y el declarar excedentes a miles de maestros.

‘El nombramiento de una empresaria estadounidense para dirigir Educación debió ponernos sobre aviso; ella no es educadora y ha demostrado un desprecio por nuestra cultura y por nuestra gente, incluyendo a la niñez que tiene la obligación de educar y al personal docente puertorriqueño’, afirmó.

La gestión de la ministra ha sido la peor del ramo desde 1898, año en que Estados Unidos invadió a Puerto Rico, ya que no ha realizado ningún plan positivo para mejorar la educación.

Por el contrario, acusó el EPB-Macheteros, ha eliminado elementos importantes, como la enseñanza con perspectiva de género que tanta falta hace en una sociedad machista que, en muchos aspectos, exhibe desprecio por la diversidad.

También ordenó la eliminación, como asignatura, de los estudios sociales consolidándola con la de español, y en una acción de manifiesto desprecio por la cultura boricua, por no decir racismo, esta servidora del imperio ordenó la eliminación de la celebración en las escuelas públicas de la semana puertorriqueña, declaró la organización clandestina.

Consideró que el objetivo evidente es lograr que la educación sirva para identificar culturalmente a la población puertorriqueña con el imperio estadounidense y otro es la privatización que favorece a los que han convertido la educación en un negocio olvidando que es un derecho humano.

Por eso, agregó el EPB-Macheteros, se aprueba a prisa una supuesta reforma que no contempla los elementos esenciales para tener un sistema educativo de excelencia, sino que pretende oficializar algo que parece que estaba pactado antes: la entrega de escuelas a fundamentalistas religiosos y que le hacen campaña a los actuales administradores de la colonia y a otros empresarios.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=174647&SEO=organizacion-pide-a-ministra-de-educacion-abandonar-puerto-rico
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Argentina: Riesgo de retroceso para Educación Especial

Por: elnuevodia.com/ María de Lourdes Santiago/ 02-05-2018

Recién se ha dado a conocer la deficiente puntuación del Departamento de Educación en la monitoría anual mandatada por la Sentencia por Estipulación del pleito de clase Rosa Lydia Vélez, en el que por 38 años se ha batallado por los derechos de los niños y niñas de educación especial. Ante este bochornoso (y repetido) incumplimiento, y como si la reforma educativa y los cierres de escuelas no implicaran suficiente sufrimiento para los niños con diversidad funcional, la Cámara está considerando el P de la C 1484, que so pretexto de «armonizar» leyes y reglamentos, es una propuesta para legalizar ese incumplimiento.

Como el DE no cumple con el plazo fijado para que antes de que acabe el semestre esté listo el Programa Educativo Indivualizado (PEI) de cada niño, el P de la C 1484 da un nuevo término, de 30 días antes de que empiece el otro año escolar. En el PEI se establece la ubicación y los servicios, y posponerlo hará aún más difícil que los intérpretes, los terapistas o la asistencia tecnológica a la que tiene derecho el alumno estén disponibles a tiempo. La medida también promueve que el PEI se enmiende sin consultar a maestros o especialistas, y sin la presencia de asistencia legal, lo que dará espacio para engaños y abuso de poder de funcionarios.

Aún con la objeción de Admistración de Tribunales, se propone que los procesos de querellas se ventilen en la corte, lejos de los espacios escolares, ante jueces administrativos nombrados por el gobernador, y de cuyas decisiones sólo se podrá recurrir mediante un juicio de novo, lo que implica costos inaccesibles para la inmensa mayoría de las familias.

El proyecto crea, con sospechoso detalle todo un aparato para burocratizar la figura del intercesor —la persona que sin ser abogado puede asistir a los padres en los procesos de querella— de tal forma que tengan que pertenecer «a un grupo dedicado a la defensa de niños con discapacidades», a los cuales se les concederá honorarios, y a quienes beneficiará un fondo de multas que allí se crea.

La educación especial, según el proyecto, será manejada por una Secretaría Asociada con mínimos vínculos con el Departamento de Educación, a pesar de que el 76% de los niños de educación especial están en corriente regular. Entre las facultades administrativas del nuevo organismo estará la imposición de horario flexible a sus empleados más allá de lo que disponga «cualquier convenio colectivo o Ley Laboral aplicable», mientras que la «autonomía docente» parece apuntar a una estrategia de modificación curricular que, en lugar de crear inclusión, llevará a la segregación al interior del salón.

El P de la C 1484 no es otra cosa que una muestra de la violencia institucional del Estado -la que se ejerce desde la comodidad de una butaca en el hemiciclo- dirigida a los más vulnerables.

Está en manos de los legisladores leer con detenimiento esta nefasta medida, escuchara quienes conocen del viacrucis de las familias de educación especial y negarse a ser instrumentos de la injusticia.

*Fuente: https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/riesgoderetrocesoparaeducacionespecial-columna-2419294/#comments

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Balance educativo sexenal. La visión del INEE. Segunda parte

Por: Roberto Rodríguez

La reciente publicación del INEE, La educación obligatoria en México. Informe 2018 (véase) reporta, con amplitud de datos y series estadísticas, un balance sobre el estado del sistema educativo nacional en los niveles de preescolar, primaria, secundaria y media superior. En el informe se examinan ocho aspectos: contexto, acceso y permanencia, infraestructura y equipamiento, gestión docente, calidad del currículo, convivencia escolar, logro de aprendizajes, y financiamiento federal al sector educativo.

El hilo conductor de la obra consiste en la exploración de las dos dimensiones centrales en la política educativa del sexenio: mejora de la calidad y de la equidad de las oportunidades educativas. La conjunción de estas dimensiones anuda en el objetivo de garantizar el derecho a la educación plasmado en el texto constitucional. Al respecto, el informe insiste en un argumento: los logros de las políticas del periodo gubernamental son significativos, pero insuficientes para asegurar que tanto la calidad como la inclusión son realidades tangibles del sistema.

En los primeros dos capítulos (Contexto socioeconómico en que se desenvuelve el sistema educativo nacional, y El derecho a la educación obligatoria) coinciden en identificar a las poblaciones en mayor condición de vulnerabilidad educativa: niños y jóvenes que viven en localidades rurales y aisladas, poblaciones en condición de pobreza extrema, población indígena o hablante de lenguas indígenas, los que trabajan o realizan actividades domésticas, y las personas con discapacidades. Para estos grupos, señala el informe, se “requieren políticas educativas dirigidas a contrarrestar los efectos adversos de sus contextos particulares a fin de garantizar que finalicen la educación obligatoria y obtengan los conocimientos mínimos necesarios para seguir su formación académica o insertarse en el mercado laboral.”

Al respecto se ofrecen dos datos ilustrativos. Primero, cada año abandonan los niveles obligatorios más de un millón de estudiantes, la gran mayoría en el ciclo de bachillerato. Segundo, la tasa de asistencia de los jóvenes entre 15 y 17 años en condición de pobreza es de 48.4%, mientras que la correspondiente a los no pobres y no vulnerables alcanza un nivel de 94.5%.

En materia de calidad y equidad de los insumos materiales, el informe arriba a una conclusión similar a la que concierne a la equidad en la distribución de oportunidades: “aquellos tipos de escuela que dan servicio a alumnos de contextos desfavorecidos son a los que suele dotárseles con menos insumos materiales o de menor calidad”. En el documento del INEE esta aseveración se ilustra con el análisis comparativo de distintas modalidades de la oferta, en donde las más desfavorecidas resultan ser las escuelas comunitarias en indígenas de enseñanza básica, así como los telebachilleratos comunitarios en media superior.

En la revisión de las prácticas de evaluación docente instauradas en el marco de la reforma, el documento reconoce dos logros importantes: el establecimiento de parámetros y perfiles de desempeño docente, y la política de otorgar las plazas de nuevo ingreso de profesores y directivos mediante exámenes. En cambio, reconoce el informe, las evaluaciones de desempeño han resultado más problemáticas. En primer lugar, porque el número de profesores que han pasado por este proceso de evaluación es bastante menor al total de maestros en servicio, y en segundo por la ausencia de criterios adecuados para evaluar el desempeño de maestros en contextos vulnerables.

Por otra parte, subraya el documento, los procesos asociados a la política docente han tenido un desarrollo insuficiente, como es el caso de las tutorías, acompañamiento, y actualización del magisterio. Quedó pendiente, además, concretar el Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela según lo previsto en la reforma.

En materia de calidad curricular, las evaluaciones practicadas por el INEE, señalan que el vigente a partir de 2012 “tiene una estructura sobrecargada de elementos, los cuales además están insuficientemente conceptualizados, o bien, sus relaciones y conexiones son inexistentes o débiles, lo que dificulta su adecuada comprensión y aprovechamiento para el logro de los propósitos educativos”, también se indica que el nuevo modelo curricular, desarrollado a finales de este sexenio, si bien presenta algunas innovaciones pedagógicas, está sujeto a la generación de condiciones adecuadas para su implementación que, de no ocurrir, “no prosperará más allá de una loable aspiración.”

Quizás el resultado más decepcionante entre los mostrados en el informe del INEE es la inmovilidad de los indicadores que reflejan el aprovechamiento escolar en matemáticas y lenguaje durante la última década. Por un lado, los promedios nacionales en esta materia no muestra una evolución progresiva en el periodo; por otro, las brechas sociales que separan el logro académico, según las pruebas estandarizadas en los distintos niveles del sistema, comprueban que la desigualdad socioeconómica tiene una alta repercusión en los resultados, o dicho de otra manera, que la escuela no alcanza a compensar sino, en todo caso, a reproducir los déficit educativos y culturales de las poblaciones en condición de vulnerabilidad.

En resumidas cuentas, ni mejor calidad ni mayor equidad. Acaso incrementos de coberturas y mayor eficiencia terminal. Habrá que ver qué proponen los candidatos en la contienda presidencial a estos desafíos.

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Balance educativo sexenal. La visión del INEE. Segunda parte

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La Reforma como pretexto

Por: Manuel Navarro Weckmann

Hace unos días se lleva a cabo, en el estado de Chihuahua, un paro de labores en todas las escuelas dependientes del subsistema estatal de educación motivado por una serie de inconsistencias en el pago de salarios que, en algunos casos superaba los ocho meses de retraso, el trato, así como diferencias en la interpretación de la ley en cuanto a las prestaciones que tienen que ver con la fecha que establece la propia Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) al 31 de mayo de 2015.

Al ser la primera ocasión en la historia de la entidad que sucede una movilización de tal magnitud por dicho subsistema, no dejó de sorprender a la comunidad, sin embargo, no hubo problemas de vandalismo, enfrentamientos o provocaciones al llevarse a cabo con calma, limpieza y organización.

Los problemas ya rebasaban a las promesas de cumplimiento. Solo por citar algunos ejemplos: el servicio médico se encontraba regionalizado (no se podía enfermar en una ciudad diferente a la de la adscripción); Sin mayores avisos se dejaron de asignar prestaciones como el escalafón horizontal a personal de apoyo y asistencia a la educación, así como a personal del nivel superior que no entran en la LGSPD entre muchos otras.

A pesar de que en un principio el propio Secretario de Educación encuadraba la problemática a sólo 179 casos, a los pocos días y por orden del Gobernador, se emitieron los primeros 287 cheques de pago. Ello con problemáticas de tardanza, cobro, así como irrisorios montos en algunos casos.

Por otra parte, se encuentra, las horas de Investigación y Regularización Pedagógica (IRP), las Cocurriculares, los ¾ de tiempo y, entre otras, la Plaza de Tiempo Completo Mixto (llamada Clave L), las cuales son interpretadas por la Autoridad Educativa como un Sistema de Promoción, sin embargo, son plazas que tienen indexadas un crecimiento automático al cumplir ciertas condiciones como es el caso de la antigüedad.

Ya en días pasados el propio Diputado Local Miguel Latorre, perteneciente al partido en el gobierno, expresó que “luego de la solución del conflicto se debe de llevar a cabo una limpieza de funcionarios públicos de la propia Secretaría que no hacen bien su trabajo”.

Mas allá del agradecimiento con las familias por el apoyo, tolerancia y acompañamiento, es preciso expresar que en Chihuahua existe un problema de rumbo, estrategia y administración de la educación.

https://manuelnavarrow.com

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La Reforma como pretexto

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Desencuentros entre la educación básica y la educación normal

México / 29 de abril de 2018 / Autor: Enrique Medina Vidaña / Fuente: El Sol de Durango

En agosto de este año entrará en vigor el Modelo Educativo para la Educación Obligatoria, desde la educación preescolar hasta la educación media superior, pasando por la educación primaria y la educación secundaria; es decir, cuatro niveles educativos y 15 grados escolares, tres, tres, seis y tres, respectivamente.

Al respecto, en los distintos niveles educativos se han venido realizando acciones de conocimiento del modelo, preparación y organización de la logística, capacitación y actualización del profesorado y del cuerpo directivo.

Como todo cambio, especialmente cuando hablamos de educación, hay mucha expectativa entre los distintos actores educativos, pues aunque se ha dicho que los libros de texto y los materiales educativos estarán a tiempo, no hay la certeza de que así sea; además, con la gran efervescencia política que existe en virtud de la elección federal para presidente de la república, así como para las cámaras de senadores y de diputados, el escenario es complejo e incierto, ya que se cuestiona la vigencia misma de la reforma educativa y todos los cambios que han venido ocurriendo en los últimos cinco años.

Lo cierto es que se ha hecho un trabajo enorme y se han invertido una gran cantidad de recursos, por lo que parece inviable que el modelo educativo no se vaya a aplicar, al margen de que se pudiesen hacer algunos ajustes a las disposiciones reglamentarias en materia de servicio profesional docente y especialmente en el ámbito de la evaluación del desempeño para la permanencia, que es el aspecto que más controversia ha desatado en el sector educativo.

Esto en el hipotético caso de que el nuevo presidente y su equipo de trabajo lo pudiesen consensuar socialmente y que los cambios fuesen políticamente correctos y aceptados por todas las fuerzas políticas.

En el caso de la educación básica, se espera un cambio importante, pues el modelo aprobado el pasado año rompe con algunas prácticas y fundamentos del modelo anterior 2011, y presupone un nuevo planteamiento curricular, a partir de aprendizajes clave como el centro de atención de los maestros en su ejercicio de enseñanza; además, adquieren carta de legitimación el desarrollo de habilidades socioemocionales y la política de inclusión de todos los niños y adolescentes en la escuela.

En cuanto a la educación media superior se advierte un cambio no tan brusco, habida cuenta de que el modelo educativo aprobado en 2008 se conserva en un alto porcentaje, aunque habrá que trabajar aspectos como la generación de ambientes de aprendizaje y la transversalidad didáctica, al igual que en la educación básica, con el antecedente de que algo de eso ya se venía trabajando a nivel bachillerato.

En este escenario, la educación normal parece no tenerlas todas consigo pues a pesar de que ha habido un proceso largo y profundo de consulta y rediseño curricular, tal como lo mandató la reforma educativa, así como de transformación institucional, para equipararse con las instituciones de educación superior, el tránsito ha sido lento y la reforma a los planes y programas de estudio aún no se concreta, así como tampoco se ha instaurado el servicio profesional docente, o algún esquema parecido, más allá de la reciente aparición de un reglamento de ingreso y promoción recientemente aprobado por la SEP y que aplica de manera parcial sólo en el Distrito Federal.

El anuncio de la propia SEP es que tal vez en agosto comience a implementarse un nuevo plan y programas de estudios para la educación normal, con el fin de preparar a los profesores de educación preescolar, primaria y secundaria con un perfil de egreso, congruente y alineado al nuevo modelo educativo, así como al perfil, parámetros e indicadores que se toman como base para la evaluación de ingreso y la evaluación de permanencia en la educación básica.

Si en verdad eso ocurriera, el nuevo plan de estudios de las escuelas normales se estaría aplicando exclusivamente para la generación que ingresa, por lo que las restantes tres generaciones todavía seguirían siendo preparadas con el plan de estudios 2012, documento que muy poco tiene que ver con el Modelo Educativo para la Educación Obligatoria, y mucho menos con el perfil, parámetros e indicadores, de tal modo que los egresados de las escuelas normales en los próximos tres años tendrían que estar siendo actualizados y preparados de modo emergente en el aprendizaje tanto del modelo educativo como del perfil, parámetros e indicadores correspondiente a su función.

Lo anterior obliga a pensar en que las escuelas normales tendrán que acercarse a la educación básica para observar cómo es que se va implementando el modelo educativo, para ir acompañando a sus alumnos en este conocimiento y de manera extracurricular apoyarles para que tengan una adaptación exitosa al campo de trabajo, una vez que hayan sido seleccionados como idóneos en el concurso de oposición para el ingreso a la educación básica, tal como lo dispone el servicio profesional docente. Aspecto que condiciona también el estudio y análisis concienzudo del perfil parámetros e indicadores, pues es la base sobre la que se diseña la evaluación de ingreso.

Son entonces muchos los aspectos que se tienen que tomar en cuenta a nivel institucional, docente y estudiantil, para que las escuelas formadoras de docentes transiten exitosamente en la implementación del modelo educativo y en la evaluación de ingreso al servicio profesional docente: organización, interdisciplina, excelencia, profesionalización, colaboración, vinculación, formación docente y calidad educativa son algunos indicadores de transformación de la gestión institucional; mientras que, la colegialidad, la adecuación curricular, la revisión del perfil de egreso, la integración de cuerpos académicos, el enriquecimiento del perfil profesional y la preparación en el dominio de la lengua inglesa, son retos que los docentes de las normales deberán asumir con gran responsabilidad.

Finalmente, en los años por venir, los próximos tres, al menos, los estudiantes de la educación normal, los futuros profesores de educación básica habrán de volverse expertos en el dominio de los aprendizajes clave que estipula el modelo educativo, ampliar su conocimiento y dominio de estrategias de aprendizaje, desarrollar sus habilidades socioemocionales, se capaces de construir y mantener ambientes de aprendizaje proactivos e incluyentes, trabajar en proyectos colaborativos, aprender a aprender, dominar el idioma inglés y las tecnologías de la información y darles un uso didáctico y finalmente, tener claros los conceptos de inclusión y equidad, todo ello como prerrequisitos para garantizar la calidad de la educación obligatoria que mandata el Artículo Tercero de nuestra Carta Magna. Al tiempo.

Fuente del Artículo:

https://www.elsoldedurango.com.mx/columna/desencuentros-entre-la-educacion-basica-y-la-educacion-normal

Fuente de la Imagen:

Integración y distribución del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB)

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Exigencia y formación del espíritu crítico: La reforma educativa en… Francia

Francia/28 de Abril de 2018/Elentrerios

Podríamos ocuparnos de casos más interesantes, y en los que en materia educativa se han logrado resultados que provocan asombro, como Finlandia, Singapur o Corea. Pero la verdad es que esta es una temática en la que por lo general “no se da pie con bola”, como consecuencia de que la sociedad toda –y no solo el sistema educativo- está en una situación que de una manera optimista cabría definir como “transición”, aunque por lo general se habla de “crisis”.
Si lo sabremos nosotros que en el último medio siglo vamos por la no sé cuentas “reformas educativas” todas ellas fallidas. Es por eso que nos ha parecido de interés hacer referencia a declaraciones recientes del Ministro de Educación francés, de visita a nuestro país, acerca de los presupuestos de que parte, de los lineamientos de sus propósitos y cambios que ha comenzado a poner en ejecución en el sistema educativo francés.

En realidad, a lo que se asiste, son consideraciones fundadas en el sentido común, por lo que muchas veces suenan a obvias. Y que parten del presupuesto que el suyo – como pasa igual con el nuestro- es un sistema educativo que tiene dificultades para cumplir acabadamente su misión y en el que muchos alumnos concluyen su escolaridad obligatoria con tantas falencias.

Es por eso, que en el segundo presupuesto se hace presente en sus reflexiones el concepto de “exigencia”. Es cuando afirma que “si queremos que todos los niños, cualquiera sea su origen social, accedan a los saberes, debemos ser muy exigentes”. Para remarcar diciendo que tiene la exigencia y la excelencia como metas a la que se debe aspirar en forma permanente aunque no se las alcance nunca del todo “porque quiero el bien de todos los niños, quiero que lleguen a tener los saberes fundamentales”.

En lo que insiste al señalar que “si la escuela no la reclamamos para todos los niños, solamente la tendrán los de las familias favorecidas. Entonces si queremos la igualdad debemos querer la exigencia y la personalización, y por supuesto cuando un niño tiene dificultades hay que apoyarlo, ayudarlo de manera muy fuerte. Pero si tomamos por ejemplo las matemáticas, sabemos que es muy importante conocer las cuatro operaciones bastante temprano. Si se atrasa eso, no es bueno para el niño.”

A partir de allí entra en el terreno de algunas reformas basadas en el sentido común: “es en los primeros años de escolaridad que se deben concentrar los esfuerzos; exigencia e inclusión van necesariamente juntas, no habrá una sin la otra; el profesor no es un animador, la revolución tecnológica que estamos viviendo cambiará cosas, pero no lo esencial porque siempre se necesitará un ser humano para transmitir saberes y valores». 

De allí que sea la estrategia de la que se debe partir la de poner más medios y más esfuerzos en los territorios más pobres. Esa, según lo señala, “es la única manera de lograr que todos los niños adquieran los mismos saberes elementales, leer, escribir, contar, respetar al otro. Transmitir los saberes y los valores que la escuela debe transmitir es un reto para todos los países”.

Y añade que “en Francia hay un 20 por ciento de niños que no alcanzan estos saberes, dado lo cual se hace necesario tomar en cuenta el hecho de que muchas cosas se instalan durante los primeros años de la vida.Y a ese respecto destaca que en Francia tienen lo que llaman la Escuela Maternal, entre los 3 y los 6 años, que ahora será obligatoria lo que permitirá poner un acento sobre el carácter decisivo de esa etapa, porque es cuando se pueden compensar las desigualdades de lenguaje que puedan existir entre los niños debido a circunstancia familiares. Es el momento en que el vocabulario en especial se puede enriquecer”.

En segundo lugar “la idea es poner más medios y más esfuerzos en los territorios más pobres, lleva a que en ellos se tengan clases de 12 alumnos, en los dos primeros años de la escuela elemental, cuando el niño empieza a aprender a leer, escribir y contar, y tiene 6 y 7 años”.

En tercer lugar hacer un esfuerzo para la formación de los maestros, “en particular los de la Escuela Maternal y los primeros años de la primaria. Y es imprescindible hacerlo por ejemplo en cuanto a las matemáticas, porque necesitamos darles fuerza pedagógica a los maestros y maestras”.

Además el funcionario francés señaló que considera que “la evaluación de los alumnos es necesaria -tiene casi un fundamento «antropológico»- y que la evaluación docente debe ser colectiva, de un equipo, de un proyecto. La evaluación de los alumnos es algo sumamente importante. No hay que abandonar la evaluación, todo el mundo la necesita, y los niños quieren la evaluación. Por ejemplo en el deporte todo el mundo quiere la evaluación, en los videojuegos hay una evaluación permanente con puntos; hay algo antropológico en el tema de la evaluación. La gran pregunta es en qué medida la evaluación le permite a uno progresar, ya que ella debe servir para motivar. Entonces, tanto para el alumno, como para el profesor o el sistema, debemos tener una evaluación que estimule”. 

Advirtió sobre discursos sobre la igualdad que van en contra de la igualdad. Por ejemplo en el caso francés se dio la desaparición de clases bilingües o trilingües en nombre de la igualdad, porque como sólo una parte de los alumnos lo hacía, parecía un elemento de desigualdad. “Hay que pensar al revés, porque estas clases estamos en condiciones de ponerlas en particular en los colegios pobres para crear excelencia. Debemos entonces tener una estrategia de creatividad, de libertad, al servicio de la igualdad”.

El tema de la digitalización presente de manera creciente en todos los aspectos de nuestra vida no podía estar ausente en sus reflexiones. Es así como dijo que “sabemos todos que la tecnología tiene aspectos buenos y aspectos negativos. Hay muchas revoluciones digitales en este momento, no hay una sola; tenemos que hacer una distinción entre sus diferentes aspectos. Por ejemplo, sabemos muy bien que las pantallas son negativas para los pequeños. Hasta los 7 años, es mejor no ponerlos ante una pantalla o hacerlo por breves lapsos de tiempo. En cambio, interactuar con un robot puede ser muy positivo para un niño, incluso muy pequeño. Es una cuestión de distinción entre los buenos y los malos uso”.

“En la nueva civilización tecnológica, en esta revolución en la historia humana que estamos viviendo, es sumamente importante dar raíces y saberes fundamentales sólidos a nuestros niños, por eso la escuela primaria debe transmitir saberes básicos con dos competencias fundamentales que son la lógica y la cultura”.

El gran desafío de nuestra nueva sociedad es lograr una buena pareja entre el ser humano y la máquina y el primero debe seguir siendo el maestro. “En una sociedad donde es tan fácil conseguir información es importante tener un profesor que antes de eso transmita un saber, una metodología y una capacidad de estructurar el pensamiento”.

“El respeto al otro como objetivo de la escuela”

Esto es ver que el ser humano tiene un potencial enorme en materia de conocimiento, pero también en materia de empatía, de entendimiento del otro, y vemos que también es una cosa que se desarrolla mucho cuando el niño es muy pequeño. Entonces lo que pasa en los primeros años de la escuela, sea la competencia o el espíritu colectivo, da una primera dirección a la capacidad de respetar al otro. El desarrollo de la empatía es uno de los retos de la escuela y entonces debe haber también en la formación de los maestros algo que los ayude a desarrollar eso en el niño”.

Como debería quedar claro, las reflexiones precedentes no solo son válidas para los franceses, sino que parecieran estar dirigidas a nosotros.

Fuente: https://www.elentrerios.com/opinion/exigencia-y-formacin-del-espritu-crtico-la-reforma-educativa-en-francia.htm
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¿ Y si no queremos escuelas de calidad?

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro y Marcelino Guerra Mendoza

Para nuestro amigo Luis Bonilla, con un chingo de afecto

La calidad es el concepto hegemónico en la discusión educativa contemporánea. En realidad son dos: calidad y evaluación. Pero no son dos cosas distintas. Son los dos lados de la misma moneda. Una refiere a la otra. Como lo dejaron muy claro todas las fuerzas promotoras de la reforma educativa en el texto constitucional. Todas. De izquierda y derecha. Desde Mario Delgado, el ahora senador de MORENA, hasta Juan Carlos Romero Hicks, senador del PAN.

Así lo dice el tercer párrafo del artículo 3º constitucional:

“El Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos”.

Y se refrenda en el inciso d). fracción II del mismo artículo:

“d). Será de calidad, con base en el mejoramiento constante y el máximo logro académico de los educandos”.

Calidad es el máximo logro de aprendizaje. ¿Cómo sabemos si hay calidad? A partir de la evaluación. La moneda es el aprendizaje, las caras son la evaluación y la calidad. Son auto-referentes.

A partir de este triángulo conceptual, “calidad-aprendizaje-evaluación”, se diseñaron las acciones de reingeniería del Sistema Educativo Nacional. Acciones, dijimos, en plural, porque se trata de un conjunto en proceso. Desde la evaluación docente hasta el Sistema de Información y Gestión (SIGED), el FONE, Escuelas al Centro, Escuelas al CIEN, autonomía escolar y el Nuevo Modelo Educativo, para citar los programas más representativos.

La crítica y el magisterio han focalizado la atención en los efectos laborales de la reforma. Sobre todo de la evaluación de permanencia. Ha sido así por las indudables repercusiones negativas en la plaza docente y en las prestaciones. Nadie discutiría eso. Son evidentes y deleznables. Aunque se han quedado cortos, porque no es sólo una evaluación punitiva, sino mucho peor que eso: un verdadero programa de reconfiguración de la subjetividad docente, de la creación de un maestro responsable de sí mismo, en condiciones eternas de incertidumbre y precarización. Esos son los objetivos maléficos de la reforma: la reconfiguración neoliberal del sistema educativo, de sus bases materiales, subjetivas y organizacionales.

En esto ya nos hemos extendido en muchos artículos anteriores. No lo repetiremos. El tema que nos ocupa es otro. Son las alternativas, los modos de luchar contra la reforma. No sólo la lucha en calles y escuelas, indispensable e insustituible, sino las tácticas, las estrategias, las modificaciones conceptuales y programáticas de la reforma.

Es lo que hemos venido haciendo las últimas semanas, poniendo atención a la reforma de la reforma, sobre todo en los únicos que se atreven a decirlo así: los candidatos y simpatizantes de MORENA y la coalición “Juntos haremos historia”.

Pues bien, hay que ir un poco más lejos. Hay que atreverse un poco más. Iniciaremos una serie de textos, cortos y de divulgación, sobre los límites conceptuales de las resistencias, que son, a fin de cuentas, nuestros límites políticos y estratégicos.

Pensemos, en conjunto, lo que no hemos pensado hasta ahora, lo que no nos atrevemos a pensar o a decir, aunque se encuentre ahí, como una insatisfacción, un deseo o una molestia que siempre está presente, pero no sabemos identificar muy bien cuál es y dónde está.

Para eso hay que regresar al principio. Al asunto de la calidad, ése es el verdadero fetiche. Es el mayor triunfo de los reformadores: ¿alguien podría disputar su centralidad? ¿Alguien se atreverá a decir que no quiere una escuela de calidad?   ¡A ver quién es el valiente que lo haga!  ¡A ver quién se atreve a ponerle el cascabel al gato! ¿Nadie? Inmediatamente sería catalogado de mediocre, de no pensar en los niños y niñas de este país, de no pensar en el futuro, de ser cómplice de los intereses más retardatarios, de las fuerzas que se oponen al progreso, de ser cómplice de Elba Esther, entre tantas otras cosas. ¡A ver quién se atreve a decir que no! ¿Alguien?

Nadie. En efecto. Nadie disputará la centralidad estratégica de la calidad en las reformas educativas. Lo que se disputa, en todo caso, es su definición. Como lo hicieron algunos críticos; el más insistente e incisivo, Manuel Pérez Rocha.

¿Qué dice? Muchas cosas amenas e interesantes. La central: una reforma sin pedagogos; en consecuencia, una reforma mal hecha, laboral, a tono de economistas y administradores, de políticos que la imponen, con la voz ausente de maestros, estudiantes, padres de familia y, sobre todo, asesores informados e investigadores de otros lados que no sea el CIDE.

El resultado: una reforma que tiene muchos conceptos de calidad, que no sabe muy bien qué es la evaluación, que la confunde con medición.

Las alternativas: una reforma hecha por verdaderos pedagogos, con la participación de padres y maestros, y consulta a la sociedad civil. Una evaluación entre maestros, que se apoye en instrumentos sensibles a las realidades particulares.

Muy bien. Estas son las mejores críticas. ¿Cómo no compartirlas? De ahí en adelante, la disputa es por la dirección de la reforma, por la dotación de otros contenidos a la calidad y a la evaluación, de otros significados y, sobre todo, de otros dirigentes: verdaderos políticos, verdaderos pedagogos, verdaderos asesores…

Esa es la mejor crítica y la mejor propuesta. Luego vienen las pugnas políticas: ¿quién se hará cargo de eso, quién será el secretario de educación pública? Para eso hay que entrar a la campaña electoral primero, administrativa después, los de MORENA, los de los empresarios, Esteban Moctezuma, las diferencias entre corrientes, etc etc etc…

Muchos están en esa lógica. ¡Y esa es la mejor versión! No queremos ni pensar las versiones más pedestres. En fin, lo que nos preocupa es lo siguiente: nunca cuestionaron el diagnóstico. Nunca debatieron la hegemonía de la calidad, si acaso su definición, igual que en la evaluación: nada más.

Ese es el problema. El límite conceptual de las resistencias. No van más allá, se quedan en la disputa de lo definido por otros. Quieren ser mejores reformadores, más eficientes administradores, verdaderos político-pedagogos, más democráticos y más sensibles, más eficientes y pertinentes. Para eso será necesario, dicen, cambiar las definiciones, los indicadores, los instrumentos, los perfiles, parámetros e indicadores. Esos son los que llevan el argumento al límite; otros sólo disputarán procedimientos y mecanismos; los peores solo quieren cambiar a las personas.

Así, encontramos críticos e investigadores que proponen cambios conceptuales y administrativos de alguna de las evaluaciones; tomando prestada la expresión de nuestro querido Alberto Arnaut, tratan de poner a dieta a la evaluación, quitarle lo obesa; otros, de cambiar los instrumentos evaluatorios; muchos incorporar elementos contextuales; algunas expertas proponen otros reactivos; o quitar fases de las evaluaciones, y así…

Como se observa, en realidad son pugnas por la gestión de la reforma; no son críticas a la reforma, ni a sus diagnóstico, ni a sus objetivos, ni a sus mecanismos. Quienes las hacen parten de los mismos objetivos y problemas, pero jerarquizados de manera diferente: calidad con equidad, infraestructura y dotación, financiamiento y estatalidad; tal como aparecen en los programas de las escuelas altamiranistas, las escuelas integrales o el PTEO de Oaxaca.

Es necesario atender y revisar las alternativas en esta óptica; encontraremos demasiadas similitudes conceptuales e históricas con la reforma para dejarlas de lado.

Pues bien, pensemos por un momento de otro modo. ¿Qué tal si el problema de la reforma fuera el mismo problema que plantea? ¿Qué tal si el problema de la educación NO es la calidad?  Peor aún: ¿qué tal si el problema de la reforma es centrarse en la calidad?

Repetimos: la reforma se estructura a partir de los problemas de calidad de la educación. Esa es la base de su diseño y el pivote de la reestructuración. Una salida crítica es disputar las definiciones de calidad, evaluación y en consecuencia todos los procedimientos, le llaman a eso propuesta contrahegemónica.

Muy bien. Ya hay iniciativas, muy menores, es cierto, sobre eso. Nuevos procedimientos, nuevas fases, nuevos reactivos, nuevas preguntas, nuevas jerarquías. Una propuesta contrehegemónica es una guerra de posiciones conceptuales, políticas e instrumentales. Una disputa por la gestión de la reforma. Muy bien. ¡Mucha suerte con eso!

Nosotros decimos: no hay salida a partir de ahí. Solo un recambio en los administradores, procedimientos y jerarquías. Nada más.

¿Subversión de los contenidos? ¿Cuáles, si se hacen para volver más eficientes los objetivos reformadores, para desbloquear los obstáculos creados por las resistencias? La versión contrahegemónica mantiene la problematización, disputando las jerarquías y, si acaso, las definiciones, pero conservando lo demás: la  estructuración misma de la reforma!

El problema de los contrahegemónicos es que intentan salvar la reforma de los obstáculos puestos por la incompetencia, inoperancia e ilegitimidad de los reformadores; pero manteniendo la problematización; disputando la gestión, pero sin cuestionar los ejes de la reforma: calidad y evaluación.

Podrán discutir, si acaso, mayores componentes a la calidad; incorporar referencias locales y culturales; podrán adelgazar los requerimientos evaluadores; pero no se salvan de dos cosas: la calidad como máximo logro de aprendizaje está en la Constitución; y la evaluación es el reverso procedimental de la calidad.

Esos son los límites político-epistémicos de la contrahegemonía como estrategia política de las resistencias. No hay salida de ahí.

Así que los contrahegemónicos sólo disputan la gestión de la reforma; no las condiciones del sistema educativo. En otras palabras: no cuestionan qué se educa, cómo se educa, para quién, cómo se educa, para qué, es decir, no se plantean los cuestionamientos que estructuran la educación en estos tiempos y los desafíos que plantean los cambios políticos, económicos, subjetivos, organizativos del presente y del futuro inmediato.

Nosotros decimos: la reforma educativa es una respuesta a los problemas planteados por el corporatismo a los objetivos de la reconstrucción del capital en su fase neoliberal; su virtud fue identificar problemas, definir conceptos y convertirlos en instituciones, organizaciones y programas muy diversos.

Para luchar contra ellos, los contrahegemónicos proponen diversas categorías de intervención, desde los recambios de personajes hasta los recambios discursivos, y organizativos, pero dentro de los esquemas conceptuales planteados por los reformadores.

No salen de eso; ni saldrán, si no regresan a la problematización, si no ponen en la picota los elementos constitutivos de los sistemas educativos nacionales: la escolarización, los objetivos, medios y procedimientos educativos que se requieren en estos tiempos; en estos, no en el siglo XIX ni en el XX, sino en el XXI, ante los profundos cambios civilizatorios que vivimos.

En estas condiciones, seguir manteniendo a la calidad como objeto de disputa no es sino continuar el régimen de la reforma neoliberal. Nada más.

No es poco; no, no lo es, pero nosotros nos preguntamos si no vale la pena, como lo están haciendo colectivos en todo el mundo, pensar si la calidad no es ya un problema para una educación libre, creativa y emancipadora.

Después de todo, la calidad siempre refiere evaluación y estandarización, en escuelas cerradas y autoritarias; donde los críticos solo quieren cambiar la gestión de eso y no atreverse a pensar que otro mundo es posible. Otro mundo, en donde quizá no hablemos de una escuela que busque la calidad; sino una escuela que se proponga la FELICIDAD, la CREACIÓN y la LIBERTAD.

Muchos pensarán: una utopía; nosotros decimos, no, no lo es; sólo atrevernos a cambiar de modos de pensar para cambiar los modos de vivir. ¿Por qué no, repetimos, pensar en otros conceptos que estructuren los cambios educativos? ¿Por qué dejárselos a los neoliberales, y nosotros sólo pensar cómo mejorarlos, como hacerlos más eficientes? ¿Por qué no, repetimos, convertir a la FELICIDAD, al BUEN VIVIR, a la VIDA DIGNA, en objetivos de política educativa? ¿Por qué no ponerlos a ellos en lugar de a la calidad como máximo logro de aprendizaje?

Obviamente, apenas estamos empezando, queremos preguntarnos sobre lo que nunca nos preguntamos, lo que siempre dejamos de lado, lo que nos exige la coyuntura, lo que nos demandan los otros; queremos preguntarnos si cambiando los problemas, cambiando los conceptos, es posible construir otras formas de pensar la escuela, la política y la vida misma.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/y-si-no-queremos-escuelas-de-calidad/

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