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El Modelo Educativo ¿Factor determinante de ingreso al Sistema Nacional de Investigadores?

Dra. Gloria Esther Trigos Reynoso

Dirección de Sistemas Administrativos

Universidad Autónoma de Tamaulipas

gtrigos@uat.edu.mx

A Myrna Maribel. In Memoriam.

El 27 de mayo del año en curso, en el artículo “Identificando casos de éxito de programas becarios federales” publicado en este mismo medio señalé, entre otros más, el siguiente resultado: “Siete de ellos (ex becarios) son egresados de lo que conocemos como Plan Tradicional (tuvo 50 años de vigencia en la UAT), uno del Plan o Modelo Misión XXI y, ninguno del Modelo Millenium III. En este sentido, considero que hay más de una hipótesis qué comprobar a nivel de Diseño Curricular”.

Con el propósito de brindar algunos puntos de reflexión sobre las causas que propician el desarrollo del interés por seguir estudiando y escalando niveles superiores dentro de su profesión, he dado seguimiento a un grupo de ex becarios de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), participantes en el programa “Verano de la Investigación Científica” (VIC) durante los años 1991 a 2015.

Mediante análisis de su trayectoria escolar complementada con información obtenida a través de la aplicación de una encuesta, se han identificado algunos datos que guardan relación significativa entre sí. Se toma para este reporte, lo relativo al Modelo Educativo vigente en las generaciones en estudio, los cuales se han denominado como: Tradicional, Misión XXI y Millenium III, que en lo sucesivo se mencionarán como M1, M2 y M3, respectivamente.

El M1, también conocido como rígido, estuvo vigente de 1950 al año 2000, estaba estructurado por años y semestres así como por un número determinado de asignaturas en cada uno de ellos; el M2, del año 2000 al año 2005, tenía como característica fundamental la flexibilidad, los núcleos de formación, el valor de las asignaturas expresado en créditos, los semestres se convirtieron en periodos y los planes anuales, desaparecieron; el M3, del 2005 al 2010, también flexible.

Al relacionar el dato de modelo educativo con el hecho de ser miembro del Sistema Nacional de Investigadores, puesto que el programa becario en cuestión tiene como objetivo fomentar los estudios de posgrado e investigación, se encontró que existe una diferencia altamente significativa favorable al M1 en relación con el M3, mientras que con el M2, no existe relación significativa.

Algunos otros datos obtenidos en este estudio señalan que los casos de miembros del S.N.I. identificados, no reprobaron ninguna materia durante sus estudios de licenciatura, que la mayoría se trasladó de su ciudad de origen para realizar sus estudios de grado; asimismo, que la mayoría procede de estados cercanos a Tamaulipas como son San Luis Potosí y Veracruz, sólo uno es de la región Mante; la mayoría cursó sus estudios de educación media superior en instituciones públicas (CBTIS, Colegio de Bachilleres y Bachillerato General), con presencia de una institución privada; la mayoría se tituló por tesis y en menor medida, por examen profesional; la mayoría refiere un alto grado de relación entre su formación y las actividades que desarrolla en su trabajo así como también, que se encuentran altamente satisfechos con los ingresos que obtienen.

Derivadas de estos resultados surgieron, entre otras, las siguientes preguntas: ¿A qué se debe esta situación?, ¿qué características del M1 son dignas de tomarse en cuenta para fomentar que nuestros egresados, becarios y no becarios, puedan interesarse en continuar con su preparación hasta incursionar en esos niveles?, ¿qué aciertos o fortalezas del M1 deberían ser tomados en cuenta para el diseño de nuevos planes de estudio o re- diseño de los planes de estudio actuales?, ¿qué acciones proponer para lograrlo?

Con estas inquietudes se realizaron algunos análisis más, que a continuación se comparten con el ánimo de propiciar una reflexión colectiva en este sentido.

Modelo educativo y número de materias: se identificó diferencia significativa favorable al M1 al contar con un menor número de asignaturas en relación a los planes restantes.

Modelo educativo y beca adicional: las becas consideradas como adicionales a la del VIC son: PRONABES, exención de pago, movilidad estudiantil, excelencia, CONAFE, otra beca y sin beca adicional. Se obtuvo relación significativa en PRONABES a favor del M3, (probablemente esto se debe a que el PRONABES surgió en el año 2001 a diez años de distancia del  VIC); exención de pago (se otorga por promedio destacado) a favor del M1, lo mismo que otra beca y, sin beca adicional; en el resto de becas, no hubo relación significativa.

Modelo educativo y principal motivo que los llevó a tomar la decisión de buscar participar en el programa Verano de la Investigación: se obtuvo que mientras los egresados del M1 anotaron como prioridad adquirir experiencia en investigación presentando alta diferencia significativa, los del M3 señalaron la línea de investigación (presentando sólo diferencia significativa), el prestigio de la institución, el monto de la beca y el hecho de que participaron sus amistades; en el caso del M2, no hubo diferencia significativa entre los motivos señalados y dicho plan.

Modelo educativo y número de materias reprobadas: se encontró diferencia significativa al 99% de confianza, con el M2 cuando se considera el rango de 1 a 5 materias reprobadas. El M1 no presenta reprobación y el M3, aunque sí cuenta con casos de reprobación, no presenta diferencia significativa.

Modelo educativo y promedio obtenido en la licenciatura: se observa que existe diferencia significativa al 95% de confianza a favor del M1 en el promedio comprendido de 9.5 a 10, en relación a los que cursaron el M3, destacando éstos en el promedio comprendido de 9 a 9.49, con el mismo nivel de  confianza. En el M2 no se encontró relación.

Modelo educativo y género: se encontró que la presencia femenina tiene relación significativa con el M1, mientras que en los dos planes restantes no existe diferencia significativa alguna.

Modelo educativo y área de conocimiento: los datos obtenidos indican que el M1 tiene relación altamente significativa con el área de Ingeniería y Tecnología; el M2 con el área de Educación y Humanidades; y, el M3 con las áreas de Ciencias de la Salud y, en menor medida, con la de Naturales y Exactas.

Modelo educativo y titulación: se observa relación altamente significativa en el M1 con la opción de examen profesional y, en el M2 con la opción materias de maestría. El M3 no presenta diferencia significativa.

Modelo educativo y número de años entre egreso y titulación: sólo se advierte diferencia significativa en el M2, en lo relativo a siete y nueve años.

Modelo educativo y tipo de cédula profesional: se encontró relación altamente significativa a favor de los egresados del M1, en cuanto a la obtención de cédula de licenciatura y maestría, así como de licenciatura, maestría y doctorado. En el tipo de cédula de nivel técnico, licenciatura y maestría la relación se da a favor de los que cursaron el M2. Por el lado de los que no cuentan con cédula profesional, se observa que la diferencia significativa favorece a los que cursaron el M3, en correspondencia con los que cursaron el M1.

Modelo educativo y producción académica, entendida ésta como escribir y publicar libros y artículos, se encontró que existe diferencia significativa favorable al M1 en relación con el M3, mientras que con el M2, no existe relación significativa.

Modelo educativo e investigación, entendida ésta como la generación de una línea de investigación y participación en su desarrollo, se observa la misma relación mencionada en cuanto a producción académica.

Modelo educativo y relación con trabajo desempeñado, se encontró que existe diferencia significativa favorable al M1 en relación con el M3, mientras que con el M2, no existe relación significativa.

Modelo educativo y grado de satisfacción con el trabajo realizado. Se encontró la misma relación que en los anteriores cruces de variables.

Con los resultados anteriores, queda abierta la invitación a reflexionar seriamente sobre los criterios que han prevalecido en las reformas o cambios de modelo académico en las instituciones: si se hacen atendiendo a situaciones mediáticas o modas, que generalmente se trabajan de forma unidireccional y sin prever las implicaciones del cambio o, bien, como producto de evaluaciones permanentes y ampliadas de su desarrollo, con profundo conocimiento de la realidad institucional en las que participen los principales actores que tienen que ver con el proceso de enseñanza aprendizaje.

Ciertamente, se debe avanzar a la par de las demás IES pero cada institución tiene sus fortalezas y ésas son las que se deben identificar plenamente para conservarlas y a la vez, agregar nuevas disposiciones acordes con las tendencias vigentes. Esto evitaría estar empezando desde cero o reinventándose siempre, desconociendo el valor de lo logrado en épocas anteriores.

La Universidad y las instituciones en general, se van construyendo y evolucionando con la colaboración de su personal; es decir, la historia de las instituciones va ligada a las aportaciones y al desempeño de sus trabajadores, por ello es urgente reconocer por lo menos tres aspectos que tienen que ver con el desarrollo institucional:

Uno: Conceder importancia a conocer la historia o evolución de las formas en que se ha trabajado en cada área, identificando los aciertos que se deben conservar y fortalecer, así como los desaciertos que se deben evitar. Para ello, es menester contar con una plataforma sólida de información que permita orientar las decisiones.

Dos: Establecer, con carácter sistemático e institucional, los estudios de seguimiento generacional y de egresados, considerando las generaciones originales para poder brindar información real a la comunidad universitaria y sociedad en general. Y, mediante ese tipo de estudios, reemplazar a la intuición o percepción que prevalece en la explicación y solución de problemas.

Tres: El mundo está en cambio constante, lo que nos sugiere la necesidad de intentar estar a la vanguardia de ello; sin embargo, eso no es sinónimo de restar, demeritar o hasta ignorar lo que en épocas anteriores ha funcionado bien. Al contrario, en necesario conocernos suficientemente a partir del pasado para construir un mejor futuro.

Por último, estos resultados pueden ser inspiradores para reflexionar en otras aristas del desempeño y superación profesional de los egresados como: ¿a qué otros factores puede ser atribuible la diferencia en los logros profesionales de las distintas generaciones de egresados?, ¿a cuestiones culturales?, ¿familiares?, ¿coyunturales?, ¿aspiracionales?… esperemos que alguna de estas inquietudes llegue a tierra fértil para con ello, avanzar poco a poco, pero con paso firme, hacia una mayor claridad y conocimiento de los impactos que tienen las reformas de los modelos educativos.

Fuente del Artículo:

El Modelo Educativo ¿Factor determinante de ingreso al Sistema Nacional de Investigadores?

 

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Mostrar la indigación

Jurjo Torres Santomé

Reseña del libro:

Zygmunt Bauman: “Sobre la educación en un mundo líquido. Conversaciones con Ricardo Mazzeo“. Barcelona. Paidós, 2013

En Cuadernos de Pedagogía, Nº 438, octubre de 2013

La globalización y la glocalización en el mundo actual, aprender a convivir con los otros, las minorías como problemas político, el enorme crecimiento de la información, el consumismo y los diferentes tipos de consumidores, las crecientes y nuevas desigualdades, la desvalorización de muchos trabajos, la cultura de casino, la revolución permanente y cultural, las nuevas formas de protesta de quienes se etiquetan de indignados, etc. son temáticas que presentan nuevas claves con las que valorar el significado de lo que es o debe ser una persona educada y, por tanto, la función de los sistemas educativos en el momento presente.

Es ahora cuando empezamos a caer en la cuenta del sentido de un mundo capitalista que está viviendo de los grandes logros de las revoluciones tecnológicas y científicas que posibilitan poner en el mercado, día tras día, más productos para consumir, al tiempo que una inmoral cultura financiera fuerza al consumo, ofreciendo todo tipo de tarjetas de crédito a un consumidor ávido, que está siendo drogado con las estrategias de una nueva ciencia como el marketing, que va reconstruyendo constantemente sus artificiales necesidades.

Pero de pronto amanece, y esa realidad de una sociedad de consumidores muestra su cara más cruel, con una creciente mayoría de personas que se sienten “descalificadas” pues no disponen de recursos para comprar, por lo que pasan a integrar los grupos de desahuciados, desposeídos de sus casas, trabajos, salarios, derechos sociales y políticos, de sus producciones culturales, y se convierten en seres sobrantes o prescindibles.

No obstante, estos mismos colectivos, a su vez, están aprendiendo la importancia de no resignarse y de demostrar su indignación. Colectivos sociales que también comienzan a caer en la cuenta de que los sistemas educativos no les han capacitado para ser auténticos ciudadanos; para prevenir y saber hacer frente a este modelo de sociedad tan injusto, en el que una inmensa y creciente mayoría de las personas tiene que aprender a vivir de la caridad y de los basureros.

Es en el análisis de los movimientos de indignados y de quienes acampan en las plazas donde creo que la mirada de Bauman es más discutible. Los presenta como “revolución sin revolucionarios”, sin alternativas más allá de “descreditar el statu quo, dejar expuesta su impotencia y de esta manera impulsar su colapso” (p. 134). Pero, ¿acaso no es en esas protestas donde personas de todas las edades, pero especialmente una juventud mejor formada está construyendo alternativas contra los desahucios, contra las estafas de las preferentes, contra los recortes en sanidad, en servicios sociales, en educación? ¿Desde donde se está haciendo la denuncia de la falsa democracia, y de sus reglas manipuladas al servicio de los grandes grupos financieros y de las burocracias de los partidos políticos hegemónicos, etc., etc.? El 15M, por ejemplo, facilitó que personas que antes no se veían como seres interdependientes, ahora perciban con claridad que la cultura del individualismo dominante los convierte en seres indefensos y muy vulnerables. Volvemos a ver cómo se recupera la auténtica política preocupada por el modo de vivir juntos de manera solidaria, justa y democrática. Una ciudadanía que desea dejar de ser masa, para reconstruirse como ciudadanía activa.

Una cultura de casino, por un lado, y un sistema educativo que ofrece informaciones, la mayoría de dudosa actualidad y necesidad, al tiempo que las presenta de modo completamente fragmentado e inconexo explican la experiencia práctica de la gran mayoría del alumnado. Una educación que no los ayuda a comprender cómo es el mundo, por qué y qué otras alternativas pueden y deberían existir.

Sobre la base del diagnóstico de los problemas de nuestra sociedad y en especial de la juventud es como deberemos hacer las reformas educativas que vayan en la línea de empoderar a las nuevas generaciones, para ayudarlas a ver que todavía es posible otro mundo, más justo y verdaderamente humano. Un sistema educativo como un elemento más y muy decisivo de una genuina “revolución cultural”, pues “por muy limitado que parezca el poder del sistema educativo actual –que se halla él mismo sujeto, cada vez más, al juego del consumismo– tiene aún suficiente poder de transformación para que se pueda contar entre los factores prometedores para esta revolución” (p. 39).

Un libro muy oportuno, incómodo para quienes están en estos momentos tratando de sacar adelante la LOMCE, pues en él se encuentran, también, más argumentos contra la reorientación consumista, neoliberal y ultracatólica de nuestras instituciones escolares, así como para luchar contra la pretensión de demoler la educación pública. Es una ciudadanía bien informada y educada la que podrá impedir que se haga realidad la máxima de que “bastan unos pocos minutos y un par de firmas para destruir lo que se construyó con el trabajo de miles de cerebros, el doble de manos y montones de años” (p. 50). El futuro está abierto y es nuestra obligación decir cómo queremos que sea y por qué.

 

Zygmunt Bauman

(19 de Noviembre, 1925 – 9 de Enero, 2017)

Descarga el Libro haciendo clic aquí:

https://catedraepistemologia.files.wordpress.com/2009/05/modernidad-liquida.pdf

Fuente:

http://jurjotorres.com/

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Gira Nacional 2017 (Guanare). Apagón Pedagógico Global. Dr. Luis Bonilla- Molina

Venezuela – Guanare/05 de julio de 2017/Fuente: Prensa OVE

El portal Otras Voces en Educación te invita a participar en la Gira Nacional titulada el «Apagón Pedagógico Global» presentada por el Dr. Luis Bonilla – Molina, el día viernes 07 de julio del año 2017, en la Aldea Universitaria «Francisco de Miranda», en la ciudad de Guanare del estado Portuguesa a las 9:00 am.

Apagón Pedagógico Global (APG)

Luis Bonilla – Molina

Las reformas educativas en clave de resistencias

Una vorágine de mutaciones culturales presiona a los sistemas escolares en el siglo XXI, impulsando su transformación de manera acelerada; lo que permanece invariable, en la inmensa mayoría de lugares del mundo, es el sistema económico, político, social y cultural de explotación del hombre por el hombre.

El cambio educativo suele venir en presentaciones de reformas y en algunos casos de revoluciones. A veces las reformas son lo más revolucionario posible en un momento histórico dado; en otros casos las reformas sólo intentan impedir revoluciones y contradicen la propia esencia etimológica de ‘acción para volver a formar’ reproduciendo las mismas políticas y prácticas que enuncian cambiar.  Muchas reformas son en realidad contrarreformas que procuran eliminar o minimizar el impacto en la acumulación de capital, de importantes conquistas sociales. Dialécticamente hablando, todos estamos de acuerdo en cambiar constantemente, sólo que algunos abiertamente aspiramos que la transformación sea el camino para construir otro mundo posible de solidaridad y justicia social en el cual el ser humano deje de ser considerado un simple consumidor de mercancías.

Respecto al cambio educativo actual Unesco (2015) plantea:

Vivimos tiempos turbulentos. El mundo está rejuveneciendo y aumentan las aspiraciones a los derechos humanos y la dignidad. Las sociedades están más conectadas que nunca, pero persisten la intolerancia y los conflictos. Han aparecido nuevos centros de poder, pero las desigualdades se han agravado y el planeta está bajo presión. Las posibilidades de un desarrollo sostenible e inclusivo son muy amplias, pero las dificultades son arduas y complejas. El mundo está cambiando: la educación debe cambiar también. (p.3)

En el presente, es creciente el interés del capitalismo globalizado por generar una centralización de las reformas educativas a escala mundial que le permita introducir de la manera más homogénea y rápida los cambios educativos que demanda el modelo de producción del siglo XXI. En contraposición, ciudadanos y magisterio entienden cada vez de manera más nítida, la urgencia de construir una agenda internacional alternativa en defensa de la educación pública.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por los países miembros de la ONU en Septiembre de 2015, expresan la tensión actual entre aspiraciones ciudadanas e intereses del gran capital. Los ODS o nueva versión de las llamadas metas del milenio[i], incorporan en esta oportunidad un objetivo específico dedicado a la educación, el cuatro, que contiene diez metas[ii] las cuales exigen ser leídas, valoradas y trabajadas con una clara visión política.

Hasta hace tan solo un par de décadas, el proceso de reformas había construido una imagen-pinza pública de cambios “generados” desde el nivel nacional, los cuales en la medida que fueran progresistas contarían con el respaldo de los organismos internacionales especializados en la agenda educativa. Hoy, se construye una imagen pública para las transformaciones educativas diametralmente opuesta. Las reformas educativas aparecen ahora como resultantes de un consenso mínimo internacional que guiará los procesos de cambio de los sistemas escolares nacionales.

No es una novedad que el centro capitalista le imponga a la periferia la ruta de las adaptaciones que requiere el modelo de producción y sus sistemas de engranaje, en este caso el educativo. La variante en el presente viene dada por el hecho de legitimar ante el público en general, los mecanismos de determinación de la agenda de cambios desde el propio centro de gobernanza global.

Ministerios de Educación Nacionales -o sus equivalentes-  aparecen ahora interpelados a cambiar; ya sea conforme a las orientaciones que dictan los organismos económicos internacionales o, en la dirección convergente que acordaron sus gobiernos a través de los ODS, cuyo monitoreo, supervisión y evaluación –en el último de los casos- está a cargo del sistema de Naciones Unidas.

Al ser los sistemas escolares parte sustantiva de los mecanismos de gobernabilidad de los Estados Nacionales, ello impone dinámicas de alianzas y acuerdos entre perspectivas e intereses comunes a escala planetaria por parte de quienes gobiernan; lo cual debería hallar un correlato entre quienes resistimos. El curso que tomen los cambios educativos en cada lugar dependerá, en gran medida, de la correlación de fuerzas que caracterice al mundo político en un momento histórico dado y de las tensiones existentes entre las clases en esa sociedad.

Pero, ¿cuál es el lugar de enunciación de las reformas educativas? Ante todo es importante destacar el papel de la ex URSS en el triunfo del paradigma de la educación para todos y todas. En 1917 los bolcheviques toman el poder en la Rusia Zarista e inician la revolución socialista en uno de los países más atrasados, económicamente hablando, sin acueductos, electricidad y con muy pocas escuelas. En solo décadas logran concretar una política pública que hasta ese momento parecía ser una utopía a nivel mundial: hacer llegar la educación a todo el territorio de Rusia y la Unión Soviética, es decir lograr la masificación educativa en un país. La educación para todos y todas dejó de ser una aspiración de ilustrados, maestros(as), sectores progresistas y políticos radicales en el mundo, para convertirse en un paradigma emergente de la gestión pública.

Al culminar la Segunda Guerra Mundial creció la esperanza de los pueblos del mundo respecto a las posibilidades de la educación para evitar otra confrontación a gran escala y como camino para mejorar sus sociedades. No es osado señalar que la educación de masas es una conquista del socialismo, independientemente de la degeneración burocrática y liquidacionista de la experiencia soviética desde el periodo post leninista.

Por ello, el surgimiento del paradigma mundial de la educación de masas debemos ubicarlo en el marco de las tensiones propias de la crisis capitalista que llevó a las dos guerras mundiales del siglo XX y la insurgencia de la revolución rusa.

En ese contexto, al finalizar la Segunda Guerra Mundial los sectores capitalistas más conservadores se vieron forzados a aceptar, no sólo la creación de la UNESCO, sino el impulso de la masificación de la educación a escala planetaria.

Con la creación de la ONU se estructuran un conjunto de organismos especializados en las distintas áreas de gobierno e interés político, los cuales fueron delineados a partir de los acuerdos de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas (1944). En el caso de la educación se asume que la tarea central le corresponde a UNESCO, quien puede establecer alianzas en determinados casos con otras agencias dependientes del sistema de Naciones Unidas e incluso más allá.

Sin embargo, con el desembarco del neoliberalismo educativo en la década de los ochenta del siglo XX, organismos económicos globales como el Banco Mundial (BM) la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros, decidieron fortalecer sus oficinas de educación y asumir un mayor protagonismo en las propuestas, diseños y orientación de las reformas educativas globales. De esa etapa hasta el presente han evolucionado adquiriendo un protagonismo central que amenaza, incluso, la continuidad de convergencia de la agenda educativa en UNESCO.

Es necesario señalar que UNESCO sigue siendo -por carencia de otro espacio mundial similar o parecido-  el lugar privilegiado para expresar las tensiones entre lo económico, lo político, lo pedagógico y lo social; por ello, mantiene su carácter progresivo respecto a las instancias económicas señaladas. El creciente protagonismo en la agenda educativa de los organismos económicos globales amenaza con sustraerle a UNESCO su papel de líder en el sector, dejándole sólo protagonismo en cultura y comunicación.

Hoy en casi todos los sistemas educativos del mundo se habla de calidad de la educación como preocupación central de las reformas y el mecanismo hegemónico que se está utilizando para determinar su curso es el modelo del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o PISA (por sus siglas en inglés). PISA es diseñada y puesta en marcha por la OCDE, convirtiéndose su propuesta en el paradigma de la medición y estandarización educativa a nivel global. La direccionalidad estratégica de la política educativa suele ser decidida por el centro de poder del sistema mundo derivado del acuerdo de Bretton Woods (1944)[iii].

La bitácora de las reformas educativas se inicia en las reuniones del G7 (o G8); su memorándum activa al Fondo Monetario Internacional (FMI) quien delinea la ruta de solución a los “problemas” y transformaciones que requieren los sistemas educativos nacionales para satisfacer las demandas del modelo de producción. Estas recetas generan demandas concretas para los sistemas escolares, vistos como lugares donde se forma la mano de obra especializada y/o calificada que requiere el capital en la coyuntura.

El Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre otros, estructuran y coordinan las políticas económicas y sociales, así como escenarios presupuestarios financieros por regiones y países, para los sistemas educativos a partir de los acuerdos del G7 (ó G8) y el FMI.

Luego, estas decisiones y orientaciones son legitimadas ante el público en general, mediante documentos, discursos, libros, declaraciones, noticias, estudios, que circulan de manera profusa en la organización y desarrollo de Conferencias internacionales, regionales, especiales, sectoriales organizadas según la magnitud de la transformación requerida, en la telaraña de instituciones pertenecientes a:

(1) el sistema de Naciones Unidas (UNESCO, FAO, UNICEF, PNUMA, entre otras);

(2) muchas organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales;

(3) las cada día más influyentes Fundaciones Filantrópicas pertenecientes a grandes magnates industriales y financieros.

Los debates, acuerdos y resoluciones que acompañan esta operación son difundidos de manera profusa en formatos de noticias, estudios especializados, artículos de opinión, programas especiales de TV y radio, colecciones bibliográficas, videos, hasta en canciones y películas por parte de la industria cultural. El propósito es construir hegemonía cultural que propicie la cimentación de consenso social, respecto a la inminente necesidad de emprender cambios en una determinada dirección y  sector, en este caso el educativo.

Esta dinámica permea los debates nacionales y construye “viabilidad política” para emprender los cambios: La narrativa de presentación en cada país, solía ser la propia de un clamor de la ciudadanía local, ocultando –en la mayoría de los casos- su lugar de enunciación real, la teleología del cambio propuesto y la dependencia nacional respecto a centros de poder económico mundial. Estas iniciativas que antes se imponían bajo el formato inicial de “Comisiones Nacionales de Currículo” y “Comisiones de Estado para la Reforma Educativa”; hoy suelen presentarse como “Comisiones por la Calidad Educativa” y, la narrativa que las alimenta es la de la estandarización de los aprendizajes.

Reformas, contrarreformas y educación publica

Las reformas y contrarreformas educativas se convirtieron en los mecanismos que expresaban las tensiones entre educación para élites y educación para todos y todas. Desde la perspectiva de los intereses del gran capital se procuró hipotecar las reformas educativas a los requerimientos del modo de producción; desde las resistencias al modelo capitalista, las reformas fueron consideradas oportunidades para avanzar en el concepto de educación pública, gratuita, popular y de la calidad incluyente.

Al analizar los procesos de reformas educativas generadas desde el surgimiento del Sistema de Naciones Unidas podemos identificar tres grandes ciclos, un número similar de operaciones de control de destino y cinco modas.

El primer ciclo fue el de la masificación de la educación. Éste aparece vinculado a la reestructuración del mundo capitalista post segunda guerra mundial; el cual demandaba mano de obra más especializada, burocracia gubernamental capaz de absorber y comunicar los nuevos códigos de gobernanza mundial y, la generación de una inmigración masiva de sectores de la población del campo a la ciudad en los países de la periferia capitalista que posibilitara la industrialización de la agricultura.

El segundo ciclo, es el de las reformas educativas neoliberales que se inicia en los ochenta con la crisis de las deudas externas, la revolución de las Tecnologías de la Comunicación y de la Información y, la reestructuración económica global. El propósito de este ciclo es la promoción de la privatización y la mercantilización educativa como mecanismos para liberar al sector público de la “carga” presupuestaria que implicaba la educación pública.

El tercer ciclo, se inicia a finales de los noventa e inicios del siglo XXI; siendo éste el ciclo el de la estandarización de la evaluación de docentes y estudiantes, la expansión acelerada de la mercantilización, la virtualización de la educación y del Apagón Pedagógico Global (APG).

En este ciclo se concreta el abandono de la agenda de la educación superior o universitaria por buena parte de los organismos educativos internacionales, dejando a merced del mercado y los rankings universitarios el destino del sector. UNESCO, por ejemplo, una vez culminada la primera Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES, 1998) paradójicamente cierra su dirección de educación superior.

Por otra parte, en las últimas décadas se distinguen tres grandes operaciones de control de destino caracterizadas por: (a) la creciente centralización internacional de la agenda de reformas de los sistemas escolares nacionales, (b) la homogenización de las narrativas ciudadanas y gubernamentales respecto a la educación y, (c) la determinación del uso de los recursos del PIB y el presupuesto público en educación a través de la imposición de las llamadas “tendencias” del cambio.

En el primero de los casos se logra construir una lógica mediante la cual las Conferencias Mundiales, Regionales y/ o  Sectoriales constituyen el espacio privilegiado para consensuar las rutas marco de las reformas educativas nacionales. En ese sentido se oculta el papel de la economía en la orientación estratégica de las reformas, dotando a algunos organismos internacionales del sector educación con una especie de aureola de “neutralidad” que les faculta para elaborar documentos base, permeados por la agenda económica en educación, los cuales son presentados con el lenguaje propio de los educadores y el sector educativo.

En el segundo, se logra construir un sentido común de lo educativo que tiene como rango distintivo “despolitizar” el debate en el sector. La despolitización procura ocultar la dependencia de los sistemas educativos respecto a las agendas de dominación política global. Si éstas se ocultan resulta más limitadas las posibilidades de que emerjan propuestas alternativas al modelo hegemónico de dominación, de neo colonización cultural y –como lo alerta Henry Giroux- de conformación de zombis políticos como sustitutos de la ciudadanía crítica. Un indicador claro de ello, son las dinámicas mediante las cuales los sistemas escolares fueron abandonando -progresiva y aceleradamente- –   las finalidades, tareas y estrategias vinculadas al pleno desarrollo de la personalidad que les caracterizó a sus inicios.

En el tercero, se logra consensuar la determinación de un monto mínimo del PIB (6%) y del presupuesto público (20%) para el sector de educación. Detengámonos brevemente en este último aspecto. Esta conquista de carácter progresivo, que sintetizaba una aspiración histórica del magisterio y sus organizaciones sindicales para garantizar el funcionamiento de robustos sistemas escolares nacionales y la ampliación de la cobertura de la educación pública, comenzó a ser vista como una importante porción del presupuesto público por parte de las grandes transnacionales del sector y para los empresarios locales.

Cada vez más economistas, administradores, especialistas en informática, comienzan a ocupar los cargos de Ministros de Educación o sus equivalentes; en muchos casos ya ni los viceministros del sector son educadores, ni tienen experiencias mínimas de aula en los sistemas escolares.

El Foro Mundial de Educación realizado en Incheon, Corea (2015)   -donde se consensuaron las metas y el Marco de Acción 2030 para el sector-   contó con la casi nula presencia de docentes en comparación con el protagonismo de los directores de los organismos económicos globales, los representantes de la filantropía empresarial y grandes transnacionales del sector educativo[iv]. En este sentido, el logro más importante de este Foro que fue consensuar un monto mínimo del PIB y del presupuesto para alcanzar metas en EPT 2030, resultó ser un escenario privilegiado para allanarle el camino a las grandes transnacionales del sector tecnológico y de la medición estandarizada, quienes entienden el 6% PIB y el 20% del presupuesto público educativo, como un mercado global a disputar.

Hoy buena parte de este monto –del PIB y el presupuesto público en educación-  está siendo invertido en la compra de chatarra tecnológica de rápida obsolescencia, el cual va a parar a las finanzas de las grandes trasnacionales informáticas. Otra porción es destinada a la aplicación de las pruebas estandarizadas (PISA y Ranking universitario, como ejemplos) cuyos resultados vienen prediseñados con orientaciones  para las políticas públicas educativas. Crecientes montos del presupuesto educativo se destinan en compras de materiales bibliográficos a los grandes consorcios editoriales, así como a las corporaciones de alimentos que invaden el mercado de las llamadas políticas compensatorias y los programa sociales que se viabilizan a través de la educación. Finalmente, otra porción importante del PIB y el Presupuesto Público del sector se utiliza en infraestructura y actualización de las condiciones de planta física para albergar plataformas tecnológicas. Todo en nombre del necesario cambio educativo.

Paradójicamente, en momentos en los cuales se logra acordar un piso mínimo de inversión en educación, se genera una desinversión en salarios y condiciones de trabajo de los docentes y, en requerimientos que emanen de la determinación de necesidades, prioridades y aspiraciones desde las propias escuelas.

Analizados los ciclos y las operaciones de control a distancia, veamos ahora el último de los elementos: las modas educativas.  Ellas se convierten en elemento discursivo central sobre el cuál gravitan las reformas educativas en cada uno de los ciclos y operaciones de control.

 Las modas educativas que fragmentan la pedagogía

El fragmento es la herramienta ontológica y epistemológica predilecta del capitalismo para imponer su dominio. Por su parte el análisis de la realidad como totalidad y la dialéctica entre lo global y lo local, emergen como antítesis de ese proceso epistémico de dominación. Por caminos distintos a los de otros campos profesionales, la pedagogía se auto constituyó en la ciencia o la convergencia de ciencias que estudian al ser humano en su proceso de aprendizaje no limitándose a lo cognitivo, sino relacionando la organización escolar con la realidad histórica, política, económica y social concreta.

Esta comprensión de la relación entre el todo y las partes, dota a la pedagogía de perspectivas políticas no siempre compatibles con el sistema. Por ello, se inicia un proceso inducido desde esferas económicas, tanto en el magisterio como en las políticas públicas, de ruptura con la posibilidad de interpretación holística de la realidad. Las modas y “novedades discursivas acompañan y hacen “creíbles” para el público en general, las contrarreformas educativas que debilitan los avances progresistas precedentes.

Desde los años cincuenta del siglo XX las reformas dejan de hablar de las pedagogías, sustituyéndolas en distintos momentos por alguno de sus componentes como epicentro de la actividad de cambio educativo. Se habla de la importancia de trabajar un determinado fragmento de la pedagogía y se desacredita el potencial del conjunto de ellos actuando en la cotidianidad educativa. No desconozco con ello que detrás de cualquier enfoque pedagógico subyace una ontología y una epistemología política que condiciona su teleología. Lo que pretendo subrayar es el desarrollo de contrarreformas educativas que se fundamentan en modas educativas para romper cualquier posibilidad de interpretación de la realidad como totalidad.

Primero fue la moda de las didácticas (´50s), seguida de la moda de la formación de directores, supervisores y planificadores (´60s), posteriormente las modas del gerencialismo y la evaluación cualitativa (´70s). En la década de los ochenta del siglo pasado desembarca la moda educativa de más larga duración, la del currículo, la cual se instaló en los sistemas escolares durando casi treinta años, además con concepciones curriculares separatistas de las políticas y prácticas pedagógicas.

En cada una de estas modas se nos dijo que el fragmento era el epicentro de la actividad pedagógica y el elemento más importante para las reformas educativas. El común identificador de las modas educativas lo constituye, la concepción nomotética del ser humano, la invisibilización de la tríada contexto-docente-estudiante en interacción, y especialmente, la ruptura con la interpretación de la relación entre lo general y lo particular, del todo con las partes, de lo escolar con el contexto, es decir de la totalidad con lo cotidiano del hecho educativo.

Esta dinámica logró permear la estructura y el diseño organizacional de muchos Ministerios de Educación, los cuales cuentan, con direcciones de planificación, currículo, evaluación, supervisión, entre otros, pero no cuentan con una instancia organizacional que las integre; peor aún aparecen separadas administrativamente en vice ministerios distintos que no se articulan entre sí. El objetivo de romper con la mirada integral e integradora del hecho educativo fue realizado mediante la imposición de modas a partir de fragmentos de la pedagogía.

La moda más reciente es la de la evaluación de los sistemas educativos (dos primeras décadas del siglo XXI) con dos aristas centrales: la del rendimiento de los aprendizajes; limitándolo a cuatro áreas (lectura y escritura, matemáticas, tecnología y nociones de ciencia) y, de los docentes (uso del tiempo escolar, rendimiento estudiantil, mecanización de la carrera docente). En el caso de la educación superior se impone el modelo de los rankings. Se pretende ahora  decir que lo importante son los resultados de estas evaluaciones y clasificaciones.

A tal punto han logrado construir hegemonía para sus propósitos que buena parte de las reformas y/o contrarreformas educativas que vienen generándose gravitan y son determinadas por los resultados de las pruebas PISA/OCDE y los rankings universitarios surgidos del tejido de sistemas estadísticos internacionales promovidos por el Banco Mundial y la OCDE.

Paralelo a las modas educativas, y con el propósito de destruir cualquier resistencia a la regresión educativa en marcha, se ha generado una renovada ofensiva contra el magisterio y la idea de planteles escolares. Estos mecanismos buscan socavar y destruir el espacio de la educación pública. Veamos las expresiones de cada una de ellas.

La docencia una profesión en riesgo de desaparición

La dominación y las resistencias son procesos objetivos y subjetivos, que se expresan en la realidad social, en este caso educativa. Los docentes somos actores/autores fundamentales en la construcción de ciudadanía no domesticada, interpretación científica del mundo, el aprender a aprender y el desarrollo del pensamiento crítico. Si se indaga con meridiana precisión, encontraremos que detrás de cada proyecto emancipatorio colectivo ha sido notoria la presencia de docentes, quienes coadyuvaron a abrir -desde las ideas y el ejemplo de sus posiciones- el camino. Por ello, el capitalismo desprecia tanto a los docentes.

El capitalismo ha querido arrebatar hasta la identidad a quiénes ejercen la docencia. Los apologistas del capitalismo han señalando, en distintos momentos y regiones –incluso desde paradigmas aparentemente progresistas-  que, por ejemplo, no es correcto llamarse maestro o profesor. Esta línea discursiva se complementa con la que señala que “cualquiera puede dar clase y no se requiere mayor formación profesional que aquella propia de la transferencia de conocimientos” –como si la docencia y la pedagogía fueran simples tecnologías de enseñanza de contenidos-  o que “la docencia es una seudo profesión de paso, es decir, para ejercerla mientras se alcanza el dominio de otra profesión de larga duración”.

Lo que está ocurriendo en muchos países donde se presentan las contrarreformas neoliberales de nueva generación (siglo XXI), no es otra cosa que un gigantesco ensayo del gran capital para aplicar la más feroz involución educativa en el plano de la educación pública con un capítulo especial en la eliminación de la profesión que lo ha caracterizado: la docencia. Si logran imponerlo en algunos países procurarán generalizarlos como nuevo modelo para América Latina y el Mundo.

Estas contrarreformas en marcha en distintas latitudes del planeta, son para el capitalismo en educación del presente, lo que en los noventa fue la Chile de Pinochet. El centro de las reformas neoliberales de nueva generación apuntan a la destrucción de la profesión docente atacando:

(a) El prestigio, la tradición y el reconocimiento social de los centros de formación profesional, especialmente aquellas caracterizadas por su perfil crítico como las normales y muchos institutos pedagógicos;

(b) la estabilidad laboral, que en las décadas precedentes había logrado un estatus singular en buena parte de las legislaciones nacionales; el Caballo de Troya que utilizan para ello son las evaluaciones docentes, la imposición de nuevos modelos de sistemas de ingreso y ascenso, el horizonte difuso de los sistemas de jubilaciones y pensiones docentes, muchos de ellos generados en la frontera de lo extra jurídico.

Paralelo a ello, en muchos lugares se está procediendo a la creación de un “ejército de reserva docente” que trabajaría por periodos cortos de 1 a 6 años, para lo cual son preparados mediante modelos Fast Track de enseñanza de técnicas básicas de transferencia de conocimiento. Finalmente, mediante el impulso de modelos de virtualización educativa.

Si no son necesarios docentes, no existe razón en las políticas públicas para financiar o poner en marcha normales o universidades pedagógicas. Para su progresiva sustitución se diseñan programas de formación docente inicial y de formación permanente de los docentes en servicio, paralelos o independientes a los que se realizan en las normales o universidades pedagógicas en la Región.

Los administradores de los sistemas educativos nacionales comienzan a aplicar el modelo norteamericano de formación docente Fast Track,  cuyo rasgo más distintivo es la sustitución de lo pedagógico por tecnología de la enseñanza administrados por ahora en la mayoría de los casos, por y desde los Ministerios de Educación Nacional o sus equivalentes, pero que seguramente serán privatizados en el corto plazo;

(c) a las organizaciones sindicales autónomas del magisterio. Para ello coaptan, condicionan o desprestigian a las direcciones sindicales más patronales, persiguen  a las más combativas y colocan nuevos mecanismos y obstáculos para limitar la sindicalización y las posibilidades de procesar cotizaciones sindicales. Sindicatos débiles o sumisos no serán herramientas eficaces del magisterio para resistir;

(d) el concepto de lo público, abriendo paso a la idea de mercado educativo. La profundización de las iniciativas de mercantilización y privatización educativa son crecientes, en las cuales el docente es un simple asalariado condenado a trabajar un fragmento de la mercancía educativa, objetivada en títulos.

El propósito de cada una de estas iniciativas no es otro que poder mostrar que se pueden administrar y llevar adelante sistemas educativos sin maestros(as), sin profesoras(as) y sin la profesión docente. Pero la ofensiva de las contrarreformas de nueva generación no se detiene allí. El nuevo espacio de desmantelamiento de la educación pública es el plantel y el aula como lugares de encuentro y construcción del imaginario colectivo de los sistemas escolares masificados.

Plantel educativo o pantalla virtual: la tecnología acecha a la escuela

Si la prospectiva planificadora de los sistemas educativos, desde la lógica capitalista, ya no requiere normales ni universidades pedagógicas porque la docencia deja de ser una profesión, el capítulo siguiente de la contrarreforma neoliberal será la destrucción del plantel escolar como espacio educativo socialmente construido para la enseñanza-aprendizaje durante los siglos XIX y XX.

La virtualización juega un papel especial en esta tarea. Un dato ilustra esta tendencia, durante el año 2014 desde el Banco interamericano de Desarrollo (BID) se promovió el modelo de enseñanza de “pirámide invertida” que en esencia y síntesis planteaba que dada la proliferación de computadores caseros y portátiles, los teléfonos celulares inteligentes y las tabletas electrónicas, así como la expansión de la internet y el wifi, estaba llegando el momento de desarrollar un modelo de aprendizaje “casero” basado en videos masivos y uniformes de enseñanza, en el cual la escuela se convierta fundamentalmente en un espacio de evaluación.

Evidentemente, ello se alimenta de la tendencia a sustituir inversión en infraestructura escolar por servicios tecnológicos  -hardware y software- para mantener la expansión económica de la industria de las tecnologías de la comunicación y la información a escala global.  La disputa por las partes del PIB y el presupuesto público en educación es cada vez más feroz y como en los demás campos confronta al capital nacional con el trasnacional.

Apagón Pedagógico Global (APG)

Todos los procesos descritos anteriormente nos han permitido señalar, desde hace ya varios años, el riesgo cierto, que en el marco de las transformaciones del capitalismo mundial del siglo XXI se genere un Apagón Pedagógico Global (APG). En la carta que el 9 de julio de 2015 doscientos treinta y seis educadores e investigadores educativos de todo el mundo le entregáramos a la señora Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, así lo alertamos. Esta tendencia a generar un APG se expresa en:

(a) la fragmentación de la pedagogía, en el impulso de modas temporales de algunos de sus componentes (didácticas, planeación, gerencialismo, evaluación, currículo, sistemas de evaluación escolar) que terminan generando una despedagogización de la educación y especialmente de la escolaridad;

(b) una desvaloración institucional y social de la profesión docente que conlleva a impulsar la idea que cualquier titulado puede ejercer la docencia, rompiéndose la noción de profesionalidad en el sector y de carrera docente e, incluso cuestionando la existencia de normales y universidades que forman docentes;

(c) un creciente discurso de desvaloración de la escuela, del centro educativo, con alternativas que golpean la noción de educación pública, como lo son la virtualización, la educación en casa o el concepto de espacios de aprendizajes como sustitutos permanentes de plantel y aula;

(d) la evaluación de aprendizajes en dos áreas cognitivas (pensamiento lógico matemático / lectura y escritura), una informativa (conocimiento sobre ciencias) y una instrumental (uso de tecnología) creando la noción que el resto de los aprendizajes son de segundo orden. Todo aquello que apunte al desarrollo integral del ser, individual y social, y la construcción de ciudadanía pasa a ser accesorio y prescindible. La estandarización de los criterios y valores de estas cuatro áreas de aprendizajes se presentan como equivalentes a la calidad educativa como aspiración ciudadana colectiva.

No es osado ni delirante plantear que de continuar esta tendencia al APG capitalista en educación, en las próximas décadas podría desaparecer la escuela y la escolaridad como las hemos conocido en los últimos siglos. El sustituto de los sistemas educativos pareciera ser una especie de apartheid educacional que llevaría la exclusión educativa a un nivel inimaginable en el presente, conduciendo a la humanidad a una barbarie civilizacional sin precedentes.

El giro economicista de las contrarreformas educativas que se está imponiendo de manera abierta y sin medias tintas, obliga a abrir un debate mundial respecto a su impacto en el corto y mediano plazo.

No es tiempo de lecturas románticas o aparentemente “despolitizadas”. Ni las reformas educativas ni los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son neutros y los resultados de su implementación dependerán en buena medida de la orientación política que alcance la sociedad mundial en el corto y mediano plazo..

Lo que está en juego, es el futuro de la educación pública de masas en el mundo. Es tiempo de revisar, analizar y proyectar el papel de las resistencias en la actual coyuntura de las reformas y contrarreformas educativas a escala global. Las reformas educativas que no se piensan, diseñan y aplican democráticamente con los y las docentes, terminan en dominación y conflictos para las sociedades.

Quizá sea tiempo de soñar con una organización de los educadores a nivel mundial que no esté atrapada por las lógicas de los partidos del status quo mundial ni por las trasnacionales económicas; es tiempo de pensarnos desde el protagonismo central de los docentes de aula. Las resistencias son la única garantía de una educación pública para todos y todas como camino para construir juntos otro mundo posible.

 Lista de referencias y trabajo recientes vinculados

Bonilla-Molina, L. (2015). Calidad de la educación: Ideas para seguir transformando la educación. Ediciones CIM. Caracas Venezuela.

Bonilla-Molina, L (2016). Educación en la agenda para la elección del nuevo(a) Secretario (a) General de Naciones Unidas. Disponible en http://otrasvoceseneducacion.org/ archivos/99542

Bonilla-Molina, L. (2016). No dejemos solos a las maestras y maestros(as). (Carta a los candidatos a la secretaría general de la ONU). Disponible en http://questiondigital.com/?p=34137

Bonilla-Molina, L. (2016). La universidad Latinoamericana ¿Tiene falla de origen?  Disponible en http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/101099

Bonilla-Molina, L. (2016). Universidad, apertura, cierre de carreras y programas de formación. Disponible en http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/108540

Giroux, Henry (2011). Zombie Politics and Culture in the Age of Casino Capitalism. Series: Popular Culture and Everyday Life – Volume 23- EEUU.

ONU (2016). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Disponible en: http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education

UNESCO (2015). Replantear la educación: ¿Hacia el bien común mundial? Ediciones Unesco. París. Francia.               Disponible en http://unesdoc.unesco.org/images/ 0023/002326/232697s.pdf

UNESCO  (2016). Unesco Science Report: Towards 2030.  Ediciones Unesco. Paris Francia.  Disponible en http://unesdoc.unesco.org/images/0023/002354/235406e.pdf

[i] Su análisis específico escapa a los propósitos y límites de extensión de este trabajo por lo que lo desarrollaré en otro artículo.

[ii] Ver las metas en  http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/

[iii] La Conferencia de Bretton Woods deliberó en Julio de 1944 sentando las bases del sistema monetario, financiero y de gobernabilidad que rige al capitalismo mundial desde ese momento.

[iv] Esto generó una firme carta de rechazo de centenares de educación en el mundo, la cual me correspondió consignar el 9 de julio de 2015 ante la Directora General de la UNESCO y actual candidata a la Secretaria General de la ONU Dra. Irina Bokova.  Pueden leer y firmar la carta en la siguiente dirección electrónica https://www.change.org/p/maestros(as)-as-profesoras-es-investigadores-as-en-educacion-estudiantes-familias-organizaciones-del-magisterio-centros-de-investigacion-educativa-organizaciones-y-movimientos-soci-si-compartes-el-contenido-por-favor-expresa-tu-adhesion

Publicado originalmente en la Revista Viento Sur N° 147

 

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Abraham Magendzo: “La educación históricamente ha tenido miedo de analizar las controversias de la sociedad”

Por Educación 2020

En conversación con Educación 2020, el investigador, académico y candidato al Premio Nacional de Educación analizó la reforma: “es un tremendo avance decir que con la educación no se lucra ni se descrema”, la falta de formación docente: “los profes pasan el conocimiento como si fueran verdades reveladas del monte Sinaí” y la urgencia de que la educación enseñe a pensar: “si los estudiantes comprendieran las controversias del conocimiento, entonces empezarían a ser sujetos dialogantes”.

“Me siento orgulloso, pero con humildad, créeme que si no lo gano —ojalá que sí lo gane— del primer farol de la calle no me voy a colgar”, dice Abraham Magendzo sobre su postulación al Premio Nacional de Educación 2017, promovido por la Academia de Humanismo Cristiano, universidad donde es académico y en cuyo patio se sienta a fumar un cigarro, mientras reflexiona sobre educación, derechos humanos y ciudadanía, los temas en los que ha enfocado su labor.

Estudió en el Pedagógico de la Universidad de Chile, en dictadura promovió la educación popular en los barrios más golpeados por el régimen y, por su historia familiar, de migrantes, de judíos y de vida difícil en Avenida Matta; siente una profunda sensibilidad por la justicia social, que también ha plasmado en su investigación académica. “Sólo la educación en valores y en derechos humanos permite erradicar las intolerancias y las discriminaciones”, dice.

Firma acá para apoyar la postulación de Abraham Magendzo al Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2017

—En Educación 2020 pensamos que hay que cambiar la forma de aprender y enseñar, eso de que una buena alumna es la que está calladita y sólo habla el profe. Hay que implementar innovación educativa, para mejorar la calidad y las relaciones humanas.
—Uno de los grandes problemas de todas las reformas es su bajada. En 2008 escribí un libro sobre la reforma curricular y hay un cuello de botella, los profes reciben el currículo oficial pero el Mineduc no indica cómo implementarlo. Entonces presentamos un Fondecyt para investigar qué pasa en la mitad, porque no se sabe qué pasa. Lo mismo podemos decir con cualquier innovación educativa, se lanzan a las escuelas y nadie se preocupa de cómo va a funcionar, como si hubiera una relación directa entre el discurso y la implementación, y la verdad es que los profes no están preparados para apropiarse de las innovaciones.

—Sobre las investigaciones para tomar decisiones, una vez el embajador de Finlandia me explicó que allá es así. Detectan un problema, por ejemplo el bullying, y en base a resultados de investigaciones toman decisiones de política pública. Acá en cambio las decisiones son muñequeo político.
—El tema es que no se capacita a los profes, eso descubrimos en una investigación sobre bullying que escribí con unas psicólogas. Sin especialistas, el tema se va a atender con un discurso tipo “niñitos, niñitas, pórtense bien, no sean malitos” y atacar el bullying o implementar cualquier innovación es un trabajo de meses, no es una conferencia.

 —El bullying tiene que ver con la no tolerancia a lo diferente, en Educación 2020 pensamos que la educación no debe ser sólo académica, sino enseñarte a convivir con otros. ¿Por qué pasamos 12 años en el colegio y no aprendemos eso?
—Mira, a propósito del bullying, hicimos un estudio con gente de la UDP y el factor que más influye es la falta de empatía, de los intimidadores, de los asistentes y los que están alrededor, que no se pronuncian porque temen que los intimiden a ellos. Entonces se piensa que las investigaciones son milagrosas y no es así. Se necesita trabajar en educación inicial —donde hay una carencia tremenda— y con los docentes. En Chile, la PSU, el Simce o PISA no consideran la formación ética y ciudadana, sólo matemática, ciencias, lectura y algo de historia. Nadie se opone a que los jóvenes aprendan eso, pero no basta. Si no se evalúa la formación ciudadana no hay calidad en la educación. Mira lo que está pasando en Chile, que hasta los carabineros están corruptos. Como dijo un amigo que ganó el Premio Nacional de Educación la vez pasada, Iván Núñez: “los torturadores también se educaron en las escuelas”.

—¿Qué hay que cambiar en la educación para que permee esta sensibilidad ciudadana?
—Mi postura, y no es la mía solamente, es que todos los lineamientos curriculares hablan de desarrollar la capacidad crítica de los estudiantes, pero las clases siguen siendo expositivas. Los profes pasan el conocimiento como si fueran verdades reveladas del monte Sinaí.El conocimiento es construido socialmente, las ciencias sociales y “duras” son controversiales, si los estudiantes fueran capaces de entender las controversias del conocimiento entonces comenzarían a ser sujetos críticos, dialogantes.

—Claro, pero es sigue siendo parte del diagnóstico, ¿cómo pasamos al cambio, a la acción?
—Hay experiencias que muestran posturas distintas de cómo enseñar y aprender, de Finlandia, de Estados Unidos, también de Chile, el mismo Montessori, son experiencias valiosas, pero hay que mostrarlas, difundirlas. Debería hacerlo el Mineduc y las universidades, que son las que forman a los profes, les cuentan el cuento de la teoría pero no les muestran la práctica.

—Educación 2020 está llevando prácticas innovadoras a colegios en Santiago y en el sur de Chile, como las Redes de Tutorías y el aprendizaje basado en proyectos, ¿conoce estos modelos?
—El modelo por proyectos tiene mucha historia en la educación, pero otra vez nos topamos con las famosas evaluaciones, trabajar por proyectos requiere tiempo de los profes para planificar y de los estudiantes para investigar, analizar, dialogar y discutir en torno al proyecto, pero metidos en el Simce, no hay posibilidad de trabajar así.

—¿Cree que las habilidades que desarrollan los estudiantes aprendiendo en base a proyectos están relacionadas con la formación ciudadana?
—Cien por ciento. Un ciudadano debe ser un sujeto crítico, capaz de investigar su realidad, analizar por qué hay problemas en determinadas situaciones, cuáles son las causas, cuáles son las consecuencias, y el aprendizaje basado en proyectos lo hace.

—¿Y sobre las Redes de Tutorías?
—Hay investigaciones que muestran que la mejor forma para que los estudiantes aprendan es que otros estudiantes les enseñen, porque están más cerca del lenguaje, de las emociones y racionalidades que desarrollan los estudiantes y a veces el profe se distancia de eso.

EDUCACIÓN, MIEDO Y REFORMA

—Nuestra directora de Política Educativa, Nicole Cisternas, dijo esta frase muy linda: “una educación de calidad es aquella que ataca los dolores que tenemos como país”. ¿Qué le parece?
—Estupenda. Vuelvo a los temas controversiales. Una vez expuse en Colombia sobre su proceso de paz. Había fácil 800 directores de colegios y cuando terminé de hablar pregunté: ¿quién en vuestros colegios ha analizado el conflicto de este país o el acuerdo con las FARC? Apenas cinco lo habían hecho. Les dije: ¿por qué? Y ellos: por miedo. La educación históricamente ha tenido miedo de analizar temas controversiales de la sociedad. ¿Cuántos colegios en este país han analizado el problema de los carabineros? Te puedo asegurar: cero. A los estudiantes los alejan de los problemas de su propio país.

—Hablemos de la reforma educativa, hay dos proyectos clave en el Congreso ahora: Educación Pública y Educación Superior, ¿ha seguido el proceso?
—Haberse atrevido en este país a decir que la educación es un derecho y no un bien de consumo es tremendo. Los cambios van a tomar años, pero es un avance decir que con la educación no se lucra, que no se selecciona ni se descrema. Ahora discutimos la gratuidad, si darle o no a los ricos, en esa discusión no se analiza lo sustantivo: que la educación es un derecho y los derechos son exigibles, para eso se creó el Estado. No se está pidiendo una limosna ni una dádiva, es cumplir un derecho. Lo segundo es entender cuál es el sentido de la gratuidad, en una metáfora, sería como un padre que envía a su hijo a estudiar y luego le dijera “sabes qué, devuélveme la plata que invertí contigo”, ¿te imaginas un padre de esa naturaleza?

—Claro, una estudia para sí misma pero también para otros porque se vive en comunidad. El problema es que en Chile hay dos posturas muy atrincheradas: educación como derecho o como negocio. Y mientras tanto la reforma se estanca, ¿cómo avanzar?
—Hay que entender que el sentido de la educación no es lucrar, es formar a sus ciudadanos.

—¿Y qué hacemos con esos parlamentarios que piensan que la educación es un negocio?
—Si ellos están interesados en el lucro… entonces hay que votar por otros.

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Habilidades del Siglo 21: La versión asiática

Por Marc Tucker

Muchos educadores estadounidenses tienen una visión bastante presumida de Asia como el hogar de las escuelas de aprendizaje y memorización. Si bien esto puede haber sido hace varios años, un nuevo informe de la Sociedad de Asia poner esa imagen a un lado.  «Advancing 21st Century Competencies in East Asian Education Systems» es una texto fascinante. Asia Oriental, resulta que puede presumir de una de las visiones más progresistas de la educación en el mundo.

El informe fue escrito por el profesor Kai-ming Cheng de la Universidad de Hong Kong, que reunió un equipo internacional de investigadores de alto nivel para hacer un estudio comparativo en Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea del Sur y Japón.

El profesor Cheng comienza señalando que estos países no han conceptualizado las llamadas  habilidades del siglo XXI como un añadido para el actual sistema educativo, sino que han utilizado la idea de estimular una amplia reconsideración de los objetivos de la educación en un mundo que cambia rápidamente. En comparación con Occidente, que parece estar centrado principalmente en los desafíos económicos, estos países de Asia oriental han emitido una visión más amplia. Si bien se han tomado la globalización y la transformación económica en serio, estos países también miran los «avances relámpagos» en la tecnología, las crecientes disparidades sociales y económicas, las diferencias generacionales, el ascenso de China, los cambios en las relaciones familiares, la explosión de nuevos medios de comunicación y los valores que cambian rápidamente , así como las normas en sus sociedades.

El profesor Kai-ming Cheng señala que los países de Asia oriental, , tienden a pasar mucho tiempo para realizar cualquier reforma importante, lo que implica la participación en una larga conversación  no sólo los funcionarios públicos y las principales partes interesadas, sino a una amplia gama de los ciudadanos. Esto lleva más tiempo que el enfoque tradicional de Occidente, pero el resultado es más probable que sea un consenso amplio y profundo que hace que la implementación sea más fácil y más fiel a la concepción original, en lugar de implementaciones que va mas alla del cumplimiento superficial con la política formal. Esta descripción del enfoque de Asia Oriental a la planificación sin duda caracteriza la forma en que estos países se acercaron al debate  sobre las habilidades del siglo XXI.

El resultado es que la evaluación extensa de las habilidades del siglo XXI en estos países ha dado lugar a una reconceptualización de los objetivos, el plan de estudios, la organización y  el funcionamiento de la enseñanza, no como una lista de nuevas habilidades que se enseñan en adición a las antiguas.

Cheng informa de que los objetivos en este caso no son tanto las respuestas a los problemas percibidos con el sistema actual como una visión de lo que podría ser. Él describe esto como un modelo de «aspiración», no un modelo de déficit.

El contraste aquí es entre la reforma como un esfuerzo para corregir algún aspecto específico del sistema y la reforma como cambiar los efectos de todo el sistema y la forma en que está diseñado. Entonces, ¿Cómo se ve eso?

En primer lugar, cambia el énfasis de lo que el estudiante sabe a lo que el estudiante puede hacer con lo que sabe. Incluye un enfoque continuo en el dominio del currículo tradicional, pero que añade un enfoque no menos importante en los valores estudiantiles sociales y emocionales. Se cambia el enfoque de aumentar los resultados de las pruebas, lo que mejora la motivación y la reducción de la deserción al desarrollo de nuevos planes de estudio, una nueva pedagogía y un nuevo conjunto de objetivos. Se cambia el enfoque de la enseñanza al aprendizaje, un movimiento capturado por el lema de Singapur, «Enseñar menos, aprender más».

Estos cambios afectan no sólo el plan de estudios académicos, sino también el programa de formación profesional, donde los investigadores encontraron mucho más énfasis que antes en el desarrollo personal integral del estudiante, y no sólo en el desarrollo de habilidades técnicas. Este énfasis se incluyen actividades de aprendizaje más experimentales diseñadas para desarrollar habilidades y oportunidades sociales y emocionales de los estudiantes para pasar el tiempo en el extranjero, para entender mejor cómo la gente en otros países hacen las cosas y por qué ellos lo hacen de otra manera. Dado que los trabajos están transformando con mayor rapidez que antes, los programas de formación profesional son menos propensos a centrarse exclusivamente en la formación de una ocupación y en cambio se diseñan para que el estudiante pueda moverse hábilmente alrededor de una familia de puestos de trabajo y aprender más rápidamente a las demandas de cambio de los puestos de trabajo. Debido a que varios de los trabajos de rutina se están haciendo por las máquinas inteligentes, se espera que los estudiantes de formación profesional puedan cumplir con los estándares académicos más altos de manera que puedan calificar para los trabajos que requieren más educación.

Aunque la implementación específica de las habilidades del siglo XXI en los países estudiados varía considerablemente, todos estos sistemas,  Cheng , son la creación de experiencias para los estudiantes que les permitan convertirse en aprendices mucho más activos, que ofrecen aprendizaje mucho más vivencial y la creación deliberada de oportunidades para que los estudiantes desarrollen diversos aprendizajes. Este último punto, señala, no es noticia en los países occidentales, pero es más difícil para los países de Asia oriental más colectivistas.

Uno de los aspectos más interesantes del informe de Cheng es su observación de que todas las naciones han hecho un gran esfuerzo para infundir su acercamiento a los habilidades del siglo XXI, con valores claramente asiáticos. En Taiwán y Hong Kong, por ejemplo, esto toma la forma de reforzar los tradicionales «cinco dimensiones»: moral, intelectual, físico, sociales y estéticos. Visto de esta manera, no es, señala, nada nuevo sobre las habilidades del siglo 21. Durante un milenio o más, el desarrollo intelectual fue sólo uno de los objetivos de la educación.

Cheng está lleno de entusiasmo por este programa y deja en claro que los ministerios de educación en todos los países estudiados no sólo lo han adoptado plenamente, sino que hay planes de implementación, incluyendo una amplia formación de directores y maestros en marcha para garantizar la aplicación en profundidad. Sin embargo, su equipo encontró que, con raras excepciones, como el Instituto Nacional de Educación en Singapur, las escuelas universitarias de educación estaban muy por detrás de la curva y las universidades en general estaban insistiendo en el mantenimiento de exámenes de admisión basado en preguntas de opción múltiple, principalmente relacionados con la «cobertura» de temas como una amplia gama de hechos y procedimientos en lugar de las concepciones mucho más ricas de la comunidad de educación primaria y secundaria que propone el rediseño del nuevo sistema. Estos exámenes, continúan siendo un serio impedimento para la plena aplicación de las reformas, porque los padres quieren, ante todo, para enviar a sus hijos a las escuelas que consiguen que entren en las mejores universidades posibles.

Si los lectores estadounidenses de este blog en una lectura rápida, no encuentran nada nuevo en lo que he relatado, aunque puede ser que se sorprenda al descubrir estas ideas vivo y bien en el Este de Asia. Sin embargo, un amplio bostezo sería, a mi juicio, fuera de lugar. Si bien todos podemos encontrar escuelas individuales en nuestros estados que están trabajando activamente en al menos partes de esta agenda, hay pocos estados, que yo sepa que están haciendo un esfuerzo concertado para poner en práctica este programa como un conjunto unificado de ideas a lo largo de su estado en una organizada y determinada.

Pero ese punto tiene que ser combinada con otra. Cheng señala que su equipo tenía poco que decir acerca de las reformas en la forma en lenguas nativas, la literatura, las matemáticas, la ciencia, la tecnología y la ingeniería se enseñan en sus escuelas. Él opina que la razón de esto es que sus profesores saben cómo enseñar estos temas y sus estudiantes hacen muy bien en ellos. De hecho el desempeño en las materias académicas básicas es, literalmente, el nivel mundial mas alto en todos los países estudiados.

Esto hace toda la diferencia. Cuando las escuelas tratan de hacer el aprendizaje experimental y el aprendizaje activo con los estudiantes cuyo dominio de la lectura, la escritura, las matemáticas, la ciencia y la tecnología es muy inestable, los resultados pueden ser peores cuyoss enfoques pedagógicos no fueron evaluados en absoluto, porque, con demasiada frecuencia, el resultado es un aprendizaje superficial.

Los países que Cheng y sus colegas estudiaron es muy probable, en mi opinión, tendran un trabajo mucho mejor al enseñar a las habilidades del siglo XXI, que la mayoría de nuestras escuelas , porque están construyendo sobre una base que la mayoría de nuestros estudiantes simplemente no tener.

Combine eso con el esfuerzo altamente disciplinados que están haciendo para desarrollar las habilidades que sus maestros y directores ya altamente cualificados tienen, y tenemos una fórmula para estos países del Este de Asia consigan aún más de lo que Estados Unidos tiene en la actualidad.

Estos países están construyendo un proceso de mejora constante desde hace décadas en la calidad de sus profesores, complementado por un esfuerzo determinado para construir un plan de estudios estatal muy fuerte en sus materias básicas.

La ironía aquí es que, en cierta medida, los países incluidos en el informe de Cheng están construyendo sobre los logros de la ciencia occidental. Hace dos años, yo estaba presente en una reunión en Hong Kong a la que Cheng y su colega Nancy Law invitó a representantes de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos (NSF) e investigadores cuyo trabajo la NSF había financiado en la ciencia de aprender a presentar sus resultados a educadores asiáticos en un coloquio diseñado para la interacción sostenida. Los líderes de la educación en Asia han demostrado ser mucho más expertos en la valoración y utilización de los avances más prometedores del resto del mundo que los educadores de los Estados Unidos y que están beneficiando enormemente de eso.

Pero lo están haciendo de una manera que hace que sea propio, enhebrar juntos las lecciones de la investigación occidental con lo que aprecian sobre sus propios valores de una manera muy reflexiva. Es ese proceso que da las reformas Cheng describe su carácter global e integrado.

Fuente: http://blogs.edweek.org/edweek/top_performers/2017/06/21st_century_skills_the_asian_version.html

Imagen tomada de: http://asiasociety.org/education/advancing-21st-century-competencies

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Chile: Lanzamiento Observatorio Legislativo Reformas en Educación Superior

América del Sur/Chile,17 de junio de 2017. Fuente: uchile.cl

Juan Carlos Letelier Parga, Vicepresidente del Senado de la Universidad de Chile y Davor Harasic Yaksic, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, tienen el agrado de invitar a usted al lanzamiento del Observatorio Legislativo de las Reformas en Educación Superior.

OL es una iniciativa conjunta de ambas instituciones que tiene por fin realizar el seguimiento de la discusión parlamentaria de proyectos de ley que tratan sobre Educación Superior (proyecto de reforma general, de universidades estatales y creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología). Lo anterior, a través de una plataforma online y el envío de boletines virtuales semanales y mensuales, tanto a la comunidad universitaria como a la ciudadanía.

Organiza: Facultad de Derecho – Senado Universitario
Inscripciones: Senado Universitario
Fuente noticia: http://www.derecho.uchile.cl/agenda/134278/lanzamiento-observatorio-legislativo-reformas-en-educacion-superior
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México: Lanza el FCE nueva revista académica: ‘Reformas y Políticas Educativas’

México/13 de junio de 2017/Fuente: http://aristeguinoticias.com

La dirige Miguel Limón Rojas, presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas y ex secretario de Educación.

El Fondo de Cultura Económica anunció hoy el lanzamiento de una nueva revista académica, Reformas y Políticas Educativas, bajo la dirección del ex secretario de Educación Pública y actual presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas, Miguel Limón Rojas.

El director del Fondo, José Carreño Carlón, dio a conocer lo anterior en la sede de la casa editorial durante la ceremonia de instalación del Comité Editorial de la revista, integrado por especialistas de las instituciones de educación superior de México y de las principales universidades del mundo.

Entre los especialistas mexicanos, asistieron como miembros del nuevo Comité Editorial: Manuel Gil Antón, de El Colegio de México; Blanca Heredia y David Arellano, del CIDE; Alba Martínez Olivé, ex subsecretaria de Educación Pública de México y hoy consultora independiente; Carlos Ornelas, de la UAM; Juan Fidel Zorrilla, de la UNAM Gloria del Castillo, de FLACSO; Sylvia Ortega, del Colegio de Bachilleres; Edgar Ramírez, del CIDE, y Pedro Flores Crespo, de la Universidad Iberoamericana.

Y entre los expertos internacionales, figuran como participantes en el Comité, Richard Murnane y Fernando Reimers, de la Universidad de Harvard; Jürgen Schriewer, de la Universidad Humboldt de Berlín; Paul Kim y Martin Carnoy, de la Universidad de Stanford; Mark Bray, de la Universidad de Hong Kong, Cristian Bellei, de la Universidad de Chile; Ernesto Treviño, de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Harry Patrinos, del Banco Mundial.

“Con esta publicación aspiramos a incrementar los espacios de difusión para la investigación rigurosa y relevante de las políticas educativas, y a promover un diálogo informado entre la comunidad académica nacional e internacional, los tomadores de decisiones —y de allí la importancia de que nos acompañe en este acto el subsecretario de Educación— y los actores interesados de las comunidades escolares”, expuso Carreño Carlón.

En su oportunidad, Miguel Limón Rojas —quien fuera Secretario de Educación Pública entre 1995 y 2000—habló de que esta revista es el inicio de una nueva tradición dentro de la trayectoria que ha representado el FCE para nuestro país en el quehacer editorial al dar un lugar especial y merecido a la educación.

“Pensamos que en esta época cada vez será más difícil que la escuela funcione a puerta cerrada, por eso deseamos que la investigación pueda acceder a lo que sucede en el salón de clases, de manera respetuosa y propositiva, para que el maestro se sienta acompañado en la labor que realiza por personas valiosas, conocedoras, que comparten con él la preocupación de encontrar mejores prácticas”.

Por su parte, el especialista Sergio Cárdenas habló de que esta revista llenará un vacío en el ámbito de las publicaciones con temas sobre políticas educativas, y adelantó algunos de los criterios editoriales con que se conducirá, así como parte de su estructura editorial.

En ese sentido, mencionó que los artículos que se incluirán en la publicación serán resultado de investigaciones científicas, pero también trabajos empíricos, artículos teóricos y reseñas críticas de libros, todos con amplios estándares de calidad, originalidad y pertinencia aplicables a revistas científicas interdisciplinarias.

La revista, explicó, tendrá secciones como un editorial escrito por el director o el coordinador del número en cuestión; una sección titulada “Pensamiento educativo” en la que se incluirán aportaciones teóricas o conceptuales relevantes para el debate entre investigadores y tomadores de decisiones; la sección “Prácticas y casos”, con artículos que aporten reflexiones acerca de experiencias o casos relevantes para los tomadores de decisiones de la región; otra más que se titulará “Evidencias”, en la que habrá artículos académicos con implicaciones relevantes para la definición de políticas educativas; y una sección con reseñas de libros sobre educación.

Fuente de la Noticia:

http://aristeguinoticias.com/3005/lomasdestacado/lanza-el-fce-nueva-revista-academica-reformas-y-politicas-educativas/

 

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