Los centros de educación formal vinculados a la Iglesia Católica atienden al menos 53.869 alumnos, un 10% de la población en el sistema educativo a nivel nacional. Un cálculo realizado por este portal en base a los últimos datos disponibles permite concluir que solo por concepto de remuneraciones, la educación católica supone al Estado un ahorro de US$ 59.206.796, casi 60 millones de dólares, al año. En el cálculo sólo se ha tenido en cuenta a la educación formal y a los niveles inicial, primario y secundario, sin considerar terciario ni educación no formal.
De acuerdo con el Anuario Estadístico del Ministerio de Educación y Cultura, en 2015 (último año disponible) había un total de 635.403 alumnos en el sistema educativo público en todo el país: 82.982 en inicial, 250.160 en primaria y 302.261 en secundaria.
La Asociación Uruguaya de Educación Católica (AUDEC) tiene contabilizados 53.869 alumnos en todos los niveles (10% del total de los niños de inicial, 7,5% de los escolares y misma proporción de los liceales), según datos aportados por el presidente de la asociación, Rafael Ibarzábal.
¿Qué pasaría si el Estado tuviera que absorber esos alumnos en el sistema público? ¿Cuál sería el costo? Determinarlo exige una serie de pasos. El primero es fijar la cantidad de docentes que necesitan ser contratados a los efectos de mantener la relación cantidad de alumnos por docente. El último dato disponible (Observatorio Social del MIDES, primaria, año 2015) en su mayor registro establece un promedio de 25 alumnos por docente, por lo que habría que contratar a 2.155 educadores en total.
El siguiente paso es determinar cuánto se le pagaría a esos funcionarios. La Rendición de Cuentas 2016 expone que el presupuesto anual de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) ascendió ese año a los $ 47.087 millones. De estos, 85% ($40.259 millones) se destinó a remuneraciones. En el anuario estadístico del Ministerio de Educación y Cultura, con datos de 2015, figura que hay 50.529 funcionarios de educación pública en todo el país. El costo promedio estimado por funcionario sería de $ 796.750 por año.
Entonces, vale multiplicar la cantidad de docentes necesarios -2.155- por la remuneración anual -$ 796.750-: $ 1.716.997.071 que, con un dólar a $ 29, son US$ 59,206 millones. Ese es el costo estimado por remuneraciones, no incluye lo que ANEP destina a funcionamiento (9,9%, según la Rendición de Cuentas) ni inversiones (4,9%).
La cifra de casi US$ 60 millones no es precisa en cuanto a la proporción alumnos por docente, que podría variar según el nivel de educación (inicial, primaria y secundaria). Pero el cálculo se hizo con el mayor registro disponible. Tampoco es exacto el valor de remuneraciones necesario, pues el dato existente (de la Rendición de Cuentas) es de ANEP y tampoco distingue niveles. Pero lo cierto es que el resultado de los cálculos es un mínimo seguro que, por otra parte, no contempla otros gastos existentes pero difíciles de calcular.
Un camino más temerario hubiera sido el de basarse en el costo por alumno fijado por la Rendición de Cuentas y multiplicarlo por la cantidad de niños en el sistema católico. El resultado, teniendo en cuenta los niveles inicial, primario y secundario, ascendería a los US$ 168 millones.
Exoneraciones
La Constitución de la República establece que aquellas instituciones privadas que tienen como finalidad única o predominante la enseñanza cuentan con exoneración de aportes patronales, que son el 7,5% de las remuneraciones.
La cifra estimada del dinero que deja de aportar la educación católica por este concepto es cercano a los US$ 4,4 millones. Se trata del 7,5% del total de remuneraciones (estimado en $ 128.760.021) a los docentes que se calcula como necesarios para atender a los más de 53.000 alumnos de AUDEC.