Mariano Rajoy ha presentado un resumen del programa electoral del PP con el que pretende atraer apoyos a su investidura y que, salvo un par de gestos hacia Ciudadanos, no contiene novedades significativas respecto a sus compromisos del 20-D y del 26-J. Rajoy busca el acercamiento a Albert Rivera abogando por un acuerdo nacional por la educación y con guiños al contrato único, una de las propuestas estrella de Ciudadanos. El PP no contempla una reforma constitucional como solución a la crisis política e institucional en Cataluña.
La propuesta para un Gobierno «moderado», «sólido» y «estable» los próximos cuatro años que el presidente en funciones ha entregado en persona a Pedro Sánchez y el PP ha remitido al resto de partidos representados en el Congreso —salvo a Bildu— es un recopilatorio de buenas intenciones que se abordan de forma genérica y con las que difícilmente cualquier partido podría estar en contra, como la mejora del sistema sanitario y el mantenimiento de las pensiones. No obstante, sí incluye algunas señales destinadas a Ciudadanos.
SIN CAMBIOS EN LA CONSTITUCIÓN
El documento programático que el PP ha presentado no contempla una reforma de la Constitución. El PSOE cree que es necesario para alcanzar una solución a la crisis política e institucional que atraviesa Cataluña, y que pasaría por un Estado federal.
El PP fija una postura sin matices y sobre la que no negociaría: “Rechazaremos cualquier proyecto soberanista al margen de los principios de unidad y soberanía nacional”. Tampoco contempla “cualquier intento de consulta o referéndum contraria al ordenamiento constitucional y jurídico, dirigido a sustraer la voluntad soberana del pueblo español”.
La referencia a la cuestión catalana es indirecta, con el compromiso del PP a promover «un marco de entendimiento con las fuerzas políticas constitucionalistas a la hora de dar respuesta a los retos que plantee el debate territorial».
El PP contempla un pacto nacional por la educación, un tema indispensable para conseguir el apoyo de Ciudadanos. Albert Rivera ya trasladó durante la campaña electoral previa al 26-J que solo facilitaría un Ejecutivo con la condición «sine qua non» de que se aprobase un pacto educativo. El líder de Ciudadanos hizo hincapié durante un acto en Córdoba a principios de junio que era un requisito innegociable para quien quisiera formar «un Gobierno estable» sustentado por su partido. El PP defiende que el documento, un compendio de su programa electoral, «constituye la base sobre la que se puede acordar un punto de negociación con otros grupos políticos» y reitera que «está abierto a la negociación, al debate y al diálogo». La propuesta popular consta de 55 páginas y su formato no permite una búsqueda directa, lo que dificulta su análisis.
El PP defiende que el acuerdo nacional que plantea serviría para «la mejora de la calidad del sistema y de los resultados educativos». El documento contempla una educación inclusiva «que atienda a todos los alumnos con necesidades específicas» de apoyo educativo. También el incremento de las becas al estudio —que, según la propuesta del PP, se encuentran «ya en máximos históricos»— o de las plazas de FP dual hasta llegar a 100.000, obviando que el gasto educativo ha descendido 8.920 millones de euros entre 2009 y 2013 y se ha retrotraído a niveles de hace 25 años.
La iniciativa del PP incluye un pacto por el crecimiento y el empleo que respete el cumplimiento de la senda de estabilidad presupuestaria «haciendo uso de la flexibilidad que permite la normativa europea». Rajoy subraya el «compromiso» con la UE de adecuar los ingresos a los gastos «atendiendo al contexto de la situación fiscal y financiera». El presidente en funciones se acercaría así a la postura del PSOE o Ciudadanos, partidarios de negociar con Bruselas la relación del cumplimiento de los objetivos de déficit. Y más después del reciente incumplimiento de España, que rebasó en 8.000 millones de euros el tope fijado para 2015 —el Gobierno bajó los impuestos antes de las elecciones del 20-D— y se arriesga a una multa de hasta 2.000 millones. La UE ha dado un año extra para cumplir con el 3% del PIB de déficit.
La creación de medio millón de empleos anuales, hasta alcanzar los 20 millones de ocupados en 2020, es uno de los puntales del resumen del programa del PP. Para favorecer la contratación indefinida, el PP plantea la creación de un fondo de capitalización para los trabajadores, «al estilo del sistema austriaco», que supone otro gesto hacia Ciudadanos. Rivera afrontó las elecciones generales de diciembre apostando por el contrato único indefinido con indemnización creciente proporcional a la antigüedad en la empresa. Contaría con un complemento salarial anual garantizado que asegure «que todos reciben un salario digno y que no les desincentiva para trabajar», según el programa electoral de Ciudadanos. El partido ya contemplaba por entonces la mochila austríaca: la empresa aportaría un 1% del salario del trabajador a una cuenta del empleado. De esta forma se abarataría la indemnización por despido, ya que el trabajador recibiría el dinero en caso de ser despedido. En caso de cambiar de trabajo, se lo llevaría. Otra ventaja del modelo austriaco es que los jubilados también lo pueden ejecutar como plan de ahorro.
Otro de los aspectos más reseñables que contiene, dentro de sus pocas novedades, es la revisión del modelo de financiación autonómica, en vigor desde 2009 —entonces gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE)—, y que, pese a las peticiones compartidas por todas las comunidades autónomas, independientemente de su signo político, el Ejecutivo de Rajoy no ha actualizado, pese a que está obsoleto desde 2014. Otro compromiso es «garantizar» unas pensiones «sostenibles», justo cuando el Gobierno ha retirado 8.700 millones del Fondo de Reserva para pagar las pensiones y la paga extra de julio. Solo quedan 25.176 millones de euros ahorrados de los 66.815 que Zapatero dejó en 2011.
El PP ofrece una reforma de las Administraciones Públicas y aumentar los «esfuerzos» en la lucha contra el fraude fiscal, para lo que es preciso «aumentar los recursos y capacidades» de la Agencia Tributaria. En esta línea, aboga por el fortalecimiento de la calidad de la democracia y la lucha contra la corrupción con el desarrollo de la Ley de Transparencia o la «mejora de la respuesta penal» a los casos de corrupción. En la senda del código ético que aplica el PSOE, todos los altos cargos encausados por un delito de corrupción «cesarán en su puesto cuando se les abra juicio oral». La apertura de juicio oral también sería motivo «de inelegibilidad».
También se mantiene la intención de reducir los aforamientos de los cargos electos. Un compromiso que contrasta con la permanencia, por ejemplo, de Rita Barberá, como suplente en la diputación permanente del Senado, lo que en la práctica le ha servido para mantener el estatus de aforada. El PP ya incluyó en su programa electoral para el 20-D el “compromiso de reducir los aforamientos” y “limitar” la competencia de los tribunales superiores para juzgar a cargos públicos.
El documento programático del PP establece el «compromiso de respetar la costumbre de que solo forme gobierno la opción más votada». Una reclamación que Génova viene realizando desde hace meses, dada la condición del PP de único partido «que ha mejorado en porcentaje de votos y en escaños», como ha recordado hoy Rajoy. El planteamiento del PP conlleva, de forma implícita, la aceptación de sus dificultades para cerrar acuerdos con otras fuerzas políticas, señalan desde el PSOE. De hecho, contempla una reforma electoral «para que gobierne la lista más votada en el ámbito municipal». Otro gesto, que se produce dos semanas después del 26-J, es mejorar «el procedimiento actual» para favorecer la participación electoral de los españoles residentes en el exterior (voto CERA).
Dos semanas después del Brexit, el PP aboga en el documento que ha presentado por el «compromiso» con el proyecto europeo «y su consolidación». Para ello propone una «mayor integración» de los países que forman el euro y una UE «más próspera, con los ciudadanos como protagonistas», en respuesta al auge de los populismos y nacionalismos consecuencia de la aplicación de unas recetas demasiado austeras como remedio a la crisis.
Tomado de: http://politica.elpais.com/politica/2016/07/13/actualidad/1468412772_418338.html