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Irán: La comunidad universitaria y militante internacional no debe estar callada

Irán: La comunidad universitaria y militante internacional no debe estar callada

Varios autores

 

Fuentes: Viento Sur [Foto: Protesta por la muerte en Irán de Mahsa Amini tras ser detenida por llevar mal puesto el velo (PAUL ZINKEN / DPA / EUROPA PRESS)]

El 16 de septiembre, Mahsa (Zhina [su nombre en kurdo]) Amini, una joven mujer kurda iraní de 22 años, fue salvajemente asesinada por la policía de la moral de la República Islámica de Irán. Había sufrido varios golpes en la cabeza después de haber sido detenida por llevar de forma inapropiada el hiyab. Se trata de un asesinato de Estado como muchos otros que han sido sistemática y deliberadamente cometidos por el régimen de apartheid sexual que prevalece en Irán. Desde que se produjo este crimen de Estado, han tenido lugar manifestaciones en muchas ciudades de Irán.

Esta revuelta en el conjunto del país no se dirige únicamente contra el asesinato brutal de Mahsa, sino contra la esencia misma del régimen islámico. Y la reivindicación es clara y neta: el fin de un régimen burocrático cuyas violencias múltiples ejercidas contra los cuerpos marginalizados se han hecho visibles con la muerte de Mahsa.

A pesar del terror de la represión, hoy en Irán estamos asistiendo a una revolución feminista inflamada por la rabia provocada por el asesinato de Mahsa (Zhina) Amini. Inspiradas por el movimiento kurdo, las manifestantes gritan “¡Mujeres, vida, libertad!”. Las protestas, los cuerpos bailando sin hiyab y quemando sus símbolos, han sido violentamente reprimidas por ejércitos de trolls financiados por el Estado, cortes de internet, gases lacrimógenos, detenciones masivas y asesinatos indiscriminados.

Sin embargo, la comunidad universitaria y militante a escala internacional se mantiene muy callada sobre lo que está ocurriendo en Irán ahora. La crisis iraní parece estar encerrada entre dos marcos reduccionistas y sin embargo hegemónicos en los medios de comunicación y en el ámbito académico.

Por un lado, la larga historia de opresión colonial y los avances recientes de los discursos xenófobos, racistas y sexistas en Occidente han llevado a reducir problemas complejos, como el del hiyab, a cuestiones culturales. Esto ha impedido a las voces progresistas del Norte expresar su plena solidaridad con las luchas que se desarrollan en Oriente Medio y en otros países de mayoría musulmana por miedo a alimentar las ideologías sexistas en Occidente.

Por otro lado, un punto de vista supuestamente progresista pero, en realidad, neo-orientalista ha hecho abstracción de las vidas y de las subjetividades fuera de Occidente, en particular de quienes viven en Oriente Medio o en el norte de África.

Ambos marcos han llevado a dejar de lado epistemológica y políticamente las resistencias feministas y queer en Irán. La opresión multidimensional sufrida y las luchas que se desarrollan en esas regiones siguen siendo ignoradas, salvo cuando están relacionadas con problemáticas occidentales o los actores se perciben a sí mismos a través de esa mirada neo-orientalista.

Contra, y más allá, de esas tendencias reduccionistas, nosotras y nosotros, un grupo de universitarias militantes feministas, pedimos a las comunidades feministas que nos unamos para construir juntas una solidaridad transnacional con las mujeres y los cuerpos marginalizados en Irán. Las luchas de nuestras hermanas en Irán tienen que ver, a la vez, con el desarrollo histórico de las relaciones de poder en el seno de las sociedades llamadas islámicas y con la crisis contemporánea de las relaciones de reproducción social en el capitalismo mundial.

Insistimos en impulsar un programa feminista y queer, anticapitalista y antifascista que no reduzca las luchas de nuestras aliadas en Irán a verlas de la misma forma en que se dan en los países del Norte. Por el contrario, tenemos que considerar esas luchas dentro de un contínuum y asumir la batalla reconociendo nuestros combates comunes.

Crear y mantener ese contínuum exige reconocer la interseccionalidad de las luchas que las mujeres y otros cuerpos marginalizados emprenden en países como Irán y que viven actualmente bajo una teocracia islámica. Ahora más que nunca, es crucial demostrar una amplia solidaridad transnacional con las mujeres y los cuerpos marginalizados en Irán.

Primeras firmas: Gilbert Achcar, Nadje Al-Alí, Shannon Bell, Seyla Benhabib, Judith Butler, Angela Y. Davis, Naika Foroutan, Catherine Malabou, David McNally, Sharzad Mojab, Jacques Rancière.

Fuente: https://vientosur.info/iran-la-comunidad-universitaria-y-militante-internacional-no-debe-estar-callada/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/iran-la-comunidad-universitaria-y-militante-internacional-no-debe-estar-callada/

 

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Vídeo: Revolución feminista y políticas de lo común frente a la extrema derecha

Por: CLACSO. 

Conversación entre Karina Batthyány y María Eugenia Rodríguez-Palop a propósito de la publicación de su libro «Revolución feminista y políticas de lo común frente a la extrema derecha», editado en conjunto por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales e Icaria, disponible en la librería virtual de CLACSO.

Si hay algo que ha separado el antes y el después de estos tiempos ha sido la crisis, quién sabe si definitiva, de nuestro régimen político, en un sentido amplio. La crisis de representación democrática, la crisis del Estado social, que es también la de nuestro sistema productivo, la crisis ecológica, la crisis territorial, la del Estado-nación y la de las alternativas internacionales que se habían articulado para superarla. Pero este libro no habla tanto de esta crisis civilizatoria, como del ascenso de la extrema derecha, la revolución feminista y la política de los comunes, como salidas contrapuestas, y de éxito notable, ensayadas frente a ella.

Fuente de la entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=mr7MsiKeztw

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Libro(PDF): «Revolución feminista y políticas de lo común frente a la extrema derecha»

Reseña: CLACSO

El feminismo y la política de lo común es hoy el mejor Fruto de las contradicciones del neoliberalismo globalizador y de la connivencia de partidos conservadores, so- nanciera y el capital especulativo, la extrema derecha se ha presentado como una resistencia de fácil acceso contra los desmanes de las oligarquías políticas y las élites económicas. No hay duda de que hay quien ha sabido aprovechar la fuerza de estos vientos para vehicular la rabia y el resentimiento, pero también hay quien ha sabido canalizarla hacia una contestación de signo diferente. La misma conciencia de la vulnerabilidad y la dependencia que ha dado lugar a la extrema derecha, ha encontrado en el feminismo un tejido bien trabado que ha puesto en contraste la polí Si la extrema derecha apela a un imaginario de lo común – nismo lo reivindica poniendo en valor la revolución de los cuidados y de los afectos.

Autores (as):  María Eugenia Rodríguez-Palop

Editorial/Editor: Icaria. CLACSO.

Año de publicación: 2019

País (es): España

Idioma: Español

ISBN: 978-84-9888-882-9

Descarga: Revolución feminista y políticas de lo común frente a la extrema derecha

 

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Pigna: “La mujer está poniendo en cuestión el origen del mundo”

Por: Qué Digital.

El historiador estuvo en Mar del Plata para presentar su libro “Mujeres Insolentes I y II” y habló de la revolución feminista, del rol de la mujer en la historia, de educación sexual y de lenguaje inclusivo.

Las mujeres que refleja Felipe Pigna en su libro hicieron historia. Igual que muchos hombres. Pero a ellas se les mezquinó la memoria de sus actos. Tardaron en aparecer en los libros, en las revistas, en los manuales de la escuela, en las conmemoraciones y ser reconocidas a nivel popular. Fueron mujeres valientes, arriesgadas, talentosas, capaces de ir contra lo que su época decía que había que hacer. Estuvieron a la altura de una historia que luego las arrumbó en un costado, fueron las “insolentes” en ese mundo.

***

Bajo esa premisa, esta semana el reconocido historiador y escritor Felipe Pigna estuvo en Mar del Plata para presentar “Mujeres insolentes de la historia I y II”, un libro que -en forma didáctica y acompañado por las ilustraciones de Augusto Costhanzo- le propone a quien se zambulle en sus páginas descubrir personajes increíbles y busca que las lectoras se imaginen a sí mismas “como valientes protagonistas de su propia historia”.

En el marco del ciclo de escritores “Verano Planeta 2019”, el historiador dialogó con QUÉ Digital y en una entrevista ahondó acerca de la revolución feminista, se refirió al rol de la mujer en la historia, destacó la importancia de la educación sexual en las escuelas, habló de la necesidad de perspectiva de género en el periodismo (y en todos los ámbitos) y hasta hizo sus consideraciones acerca del lenguaje inclusivo.

La mujer al poner en cuestión el poder patriarcal está poniendo en cuestión el origen del mundo, el modelo capitalista y esto es lo que jode. Rompe el paradigma y en esto se equivocan aquellos que creen que solamente la Iglesia se opone a esto: no es solamente la Iglesia, es el sector conservador y va mucho más allá. Es el poder puesto en cuestión, cuando cuestionás el orden patriarcal estás cuestionando el poder y el modelo de reproducción”, resumió Pigna.

FELIPE PIGNA (2)

– ¿Por qué contar la historia de las ‘mujeres insolentes’ y por qué este formato de libro?

– Primero, porque el libro nació con mi visita a escuelas primarias. Yo voy mucho a escuelas primarias con mi colección de historietas, que se está usando mucho en las escuelas y ahí las chicas y los chicos me preguntaban por qué no veían en sus libros la historias de las mujeres. Entonces me pareció lindo hacer un libro pensado especialmente para los chicos, con un guiño infantojuvenil pero para todo público.

Por eso recurrí a mi amigo Augusto Costhanzo que es un gran ilustrador. Un poco lo hicimos juntos, yo le iba contando los perfiles de estas mujeres y él iba haciendo los bocetos que se convirtieron en estos dibujos maravillosos, que la verdad sintetizan perfectamente lo que uno quiere contar. Hay algunos guiños para quien lo agarra, como “El séptimo sello” de Ingmar Bergman, en el caso de Alejandra Pizarnik. Nos dimos todos los gustos, es un libro que nos dio mucho placer hacer y pasan cosas muy lindas con él. Me llegan fotos aInstagram de nenas leyéndole a sus madres el libro. Una lectora me contó la historia, que vinieron por Ruta 2 y la nena le venía leyendo el libro en vez de escuchar la radio o cosas al revés, como lecturas nocturnas. Estoy muy contento con el libro.

– Y como historiador, ¿qué visión tenés respecto al rol que se le da a la mujer en la historia?

– Hoy justamente es el cumpleaños de Simone de Beauvoir, que fue la mujer que escribió hace setenta años “El segundo sexo”, donde ella habla de cómo el primer sexo -obviamente lo nombra así irónicamente-, el sexo masculino, definió según sus gustos, sus placeres, aspiraciones sexuales, su forma de ver a la sociedad, al segundo sexo. En ese contexto ella habla también de cómo se contó la historia y estas frases tremendas como “detrás de todo hombre hay una gran mujer”, siempre detrás. Así que creo que eso explica mucho cómo se ha contado la historia y cómo se sigue contando, porque el periodismo cuenta cotidianamente la historia, se sabe que el periodismo es la primera versión de la historia.

Se sigue viendo en cómo se escribe sobre un femicidio, cómo se habla mal de la víctima, se la reta. O en una violación, cuando se dice “la chica estaba donde no tenía que estar”, cosas increíbles que seguimos escuchando, porque hay una falta de educación en estos temas. Por eso creo que es importante una Ley de Educación Sexual Integral donde realmente hablemos de lo que es la sexualidad hoy.

“El periodismo cuenta cotidianamente la historia, se sabe que el periodismo es la primera versión de la historia”.

FELIPE PIGNA (5)

Lo que uno advierte con mucha alegría cuando va a las escuelas es que para los chicos no es un tema, porque no tiene que ser un tema, tiene que ser algo natural; cuando lo convertimos en un tema encerrado en sí mismo vamos provocando problemas, psicopatías y demás, y los pibes lo viven con total naturalidad. Hablan del novio de mi tío, la novia de mi tía, los nuevos modelos sexuales, los nuevos géneros con total naturalidad, como tiene que ser.

Yo creo que eso debería ser completado académicamente y pedagógicamente por la educación, ampliando conocimientos, hablando de anticoncepción, de placer, una de las cosas que parece estar ausente cuando hablamos de sexualidad, que no es otra cosa que eso en definitiva y viene muy relegado. Fijate lo que se tardó, en los discursos previos, para que en el Congreso alguien hablara del placer, al debatirse la Ley de Aborto. Hubo una mujer que habló del placer como tema central en la cuestión de la sexualidad.

Ni hablar de los adolescentes, yo estoy hablando de los niños. Igual hay que cuidarlos y ahí debería estar el Estado. Sabemos que estamos en presencia de un Estado voluntariamente ausente en estas cosas, porque está presente en otras. Por eso uno tiene que bregar porque se convierta en algo formal porque de hecho pasa.Tengo 35 años de docencia y la realidad entra por la ventana, por debajo de la puerta, uno en el aula habla de la cotidianidad independientemente de los atrasados, ridículos y vetustos programas de estudio que se siguen tramitando, pero es imposible no hablar de la realidad. Esto tiene que tener una formalidad, tiene que tener un marco teórico.

– Hablaste sobre el debate por la interrupción voluntaria del embarazo. Como historiador, ¿cómo viste ese momento?

– Pocas veces en la historia argentina la gente estuvo tan expectante y con un tema tan delicado. Tan debatido por suerte previamente, porque el debate parlamentario fue lamentable. Pero el debate previo de especialistas, filósofos, científicos fue riquísimo. No así el parlamentario con grosas excepciones. Es un momento histórico muy interesante y uno puede equivocarse si cree que es un fenómeno mundial: la verdad es que es un fenómeno bastante argentino. Yo tengo la suerte de viajar por Europa y América Latina y no es una oleada mundial, está creciendo, pero no pasa en Italia, en España pasa menos porque es un país extremamente conservador y católico y no llega a permear las costumbres, no está esta preocupación que denota la sociedad, ya sea por hipocresía o porque realmente lo cree.

“Pocas veces en la historia argentina la gente estuvo tan expectante y con un tema tan delicado. Es un momento histórico muy interesante y uno puede equivocarse si cree que es un fenómeno mundial: la verdad es que es un fenómeno bastante argentino”.

Me parece fundamental que la discusión no sea segmentada y que fue realmente lo que pasó y va a pasar porque seguramente se va a tratar, habrá que ver cómo se comportan estos señores y señoras. Creo que es muy importante y hay un antes y un después, ya está instalado y no se vuelve para atrás. Por ejemplo, en otro contexto la nota que salió en Clarín (sobre la violación ocurrida en el Camping El Durazno de Miramar) hubiera pasado desapercibida. Sin embargo el diario tuvo que salir a aclarar y soportar un reto muy fuerte de la sociedad.

De todas formas, lo que no tenemos que repetir es que fue “una cuestión de incorrección”, porque es algo que no corresponde, que tiene que ver con que todavía los medios no consideran apropiado dar una formación en género a sus periodistas, que se pueden equivocar, yo no cargo las tintas sobre ese periodista. Ese periodista labura en un contexto donde nadie le dice nada, donde nadie revisa con una mirada con perspectiva de género qué es lo que corresponde.

Hay que dejar de permitir que el femicidio sea una información morbosa, para pasar a tratarla como una información tremenda que llame la atención para terminar con esto, para bajar los niveles de violencia verbal, visual, que vivimos todos los días. Lamentablemente creo que sigue tratándose el tema desde el morbo, la carga es sobre la víctima: qué hacía, qué no hacía, cómo era su Twitter, cómo era su Facebook, cómo se vestía, qué fotos provocativas publicaba. Todas esas barbaridades; ni siquiera hay forma de debatir eso, es inadmisible. Al que hay que investigar es al victimario, no a la víctima.

– En un volumen similar de “Mujeres Insolentes”, ¿a qué mujeres contemporáneas incluirías?

– Están ahí en revisión, vamos a ver cómo se portan  (risas). Al panteón histórico con suerte acceden las guerreras, quedan afuera las artistas, científicas, feministas, docentes que incluí en este tomo. Me parece fundamental y por eso era muy difícil seleccionar 58 en estos dos tomos, por eso elegí mujeres por época y por rubro, que un poco simbolizan a todas las demás. Esa es la idea y por supuesto alguna mujer debe haber quedado afuera y siempre hay lugar para ponerlas en un futuro volumen.

SOBRE LENGUAJE INCLUSIVO

Durante la entrevista, Pigna dio también su visión respecto al lenguaje inclusivo, ese que puso en debate a la sociedad argentina durante el 2018 y que utiliza la letra “e” como reemplazo de las desinencias genéricas masculinas, en busca de generar un cambio, en busca de una lengua -y por ende una sociedad- más inclusiva.

“Es un debate muy interesante y a mí me parece que hay que llegar a eso, cuesta porque es una cuestión de revolución del lenguaje, de costumbres, de cómo uno habla. Me parece que es absolutamente lógico que uno no diga “los doctores” y esté hablando de mujeres. Evidentemente eso hay que cambiarlo, sé que nos va a costar pero no por mala voluntad sino porque me parece que hay que ir adaptándolo”, reflexionó el historiador, quien a modo de ejemplo, propuso: “Hay casos más graves, comocuando decimos ‘la historia del hombre’ ¿Cómo la historia del hombre? La humanidad en todo caso. Pero bueno está instalado así y me parece perfecto que se llegue a ese nivel de cuestionamiento”.

FELIPE PIGNA (4)

En esa misma línea, Pigna ahondó sobre el rol de la mujer en el siglo XXI y el crecimiento del movimiento feminista a nivel global. Así, recordó a un sociólogo, que se preguntaba quién sería el protagonista de los cambios en este siglo XXI: “Murió hace poco y no llegó a ver que la protagonista es la mujer. La mujer al poner en cuestión el poder patriarcal está poniendo en cuestión el origen del mundo, el modelo capitalista y esto es lo que jode. Rompe el paradigma y esto es lo que jode y en esto se equivocan aquellos que creen que solamente la Iglesia se opone a esto: no es solamente la Iglesia, es el sector conservador y va mucho más allá. Es el poder puesto en cuestión, cuando cuestionás el orden patriarcal estás cuestionando el poder y el modelo de reproducción Insisto que no tiene vuelta atrás y hay que hacer lo posible para que no la tenga.

Fuente de la entrevista: https://quedigital.com.ar/cultura/felipe-pigna-en-mar-del-plata-la-mujer-esta-poniendo-en-cuestion-el-origen-del-mundo/

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Senegal: Educación y salud para combatir el éxodo juvenil

Redacción: Noticias de Gipuzkoa

ACTIVISTAS SENEGALESES TRABAJAN PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA, CREAR OPORTUNIDADES DE FUTURO Y EVITAR LA MIGRACIÓN CLANDESTINA QUE VACÍA EL PAÍS DE JÓVENES ADULTOS

Faltan algunos minutos para las once de la mañana y en Mbour, a 87,5 kilómetros al sur de Dakar, el sol aprieta con fuerza y la humedad ahoga. Varias decenas de niños hacen cola en las instalaciones de la nueva cocina que la ONG Creando Futuros ha instalado en su pequeña escuela. El cocinero prepara thakry, una especie de cuscus con yogur con un delicioso sabor a plátano que se convertirá en la principal comida del día de la mayoría de los pequeños. Tras una pausa para comer, y refugiados en la sombra que arroja la cocina, los niños vuelven a corretear en el patio.

Es época de vacaciones escolares en Senegal. La temporada de lluvias, recién comenzada y que durará hasta septiembre, obliga a suspender las clases, ya que muchas escuelas ni siquiera tienen un tejado donde cobijar a sus alumnos. Pero la actividad no cesa en el centro de Creando Futuros. Acabado el curso, llega la hora de las colonias de verano, un premio que los niños de la localidad esperan con ansia. “Elegimos a los cinco niños de cada clase que mejores notas han tenido y también a alumnos de otras zonas de la ciudad con buenas notas”, explica Ibou Diouf, activista senegalés de Creando Futuros. En total unas 60 plazas que todos los pequeños quieren ocupar. Es lo que ha logrado Creando Futuros desde que comenzó con este proyecto escolar en 2007 y la tarea no es baladí en un país donde el analfabetismo alcanza hasta el 62% de la población. De hecho, convencer a los niños de las bondades del colegio ha sido casi más sencillo que persuadir a sus familias. “Al principio fue difícil, pero ahora todos los niños quieren venir aquí. Saben que sus hijos aprenden y les damos de comer alimentos con muchas proteínas, como huevos, yogures, cereales o frutas. Además, un pediatra nos visita dos veces al año y nos facilita todas las medicinas que necesitan”, cuenta Diouf, que remarca la importancia de que los más pequeños reciban la mejor educación posible. “Es fundamental, porque sin educación no hay nada. Yo he podido aprender español, inglés, francés… Son cosas que la gente puede aprender para mejorar el futuro del país”, dice convencido.

Pero no solo la educación motiva a los más pequeños y a sus familias. La oferta en torno al ocio es muy mejorable en el conjunto del país y más si cabe en Gandiol, una pequeña región pesquera a 150 kilómetros al norte de la capital. Allí el incansable activista Mamadou Dia ha creado la asociación Ha Ha Tay, que ha construido el centro cultural Aminata junto con los vecinos, que han participado tanto en la construcción como en la gestión del mismo. Además de aulas para los más pequeños, disponen de biblioteca y también de un espacio para la proyección de películas. Realizan conciertos y un sinfín de actividades con el objetivo de disuadir a los jóvenes de que emprendan un camino muy incierto hacia Europa.

En Gandiol el drama de la migración clandestina está muy presente. Los cayucos de los pescadores aguardan en la playa y evocan a los tiempos en los que los jóvenes se lanzaban al mar, deseosos de conocer una Europa que la mayor parte de las veces provoca una profunda decepción. Ahora, las rutas migratorias marítimas han disminuido de forma drástica. Los jóvenes optan por la vía terrestre, atravesando el desierto de Mauritania y llegando a la costa por Marruecos, Argelia o incluso Libia, donde quedan al merced de las mafias. Las familias ven cómo sus hijos huyen de un país en el que creen que no tienen futuro, muriendo muchos de ellos en el camino. Se trata de una tragedia que tanto Dia como las autoridades de Gandiol tratan de remediar, impulsando proyectos en los que los jóvenes tengan no solo cabida, sino capacidad de ejecución. “La migración es difícil de controlar, tanto por los políticos como por los padres, porque los jóvenes no avisan que se van, pero tenemos que sensibilizarlos para que sepan que el desarrollo de Gandiol debe llegar de su mano y no de las organizaciones de fuera”, sostiene Mbaye Thamadou, teniente de alcalde de Gandiol. Se trata de un discurso que también defiende Dia, que entiende que “los jóvenes están gastando sus energías y motivaciones en viajes hacia Europa y lo que tenemos que conseguir es que se queden aquí y trabajen aquí”.

“La migración es difícil de controlar porque los jóvenes no avisan de que se marchan”

El poder de cambiar las cosas

La importancia de una formación adecuada queda en evidencia cuando uno se reúne con las incansables mujeres de A.F.D.L., con Khadidiatou Sene a la cabeza. Si la revolución feminista ha provocado este año un antes y un después en gran parte de Occidente, este centenar de mujeres asociadas de Dakar no se queda atrás. Valientes, descaradas y sin ningún tipo de miedo, se han enfrentado a una sociedad machista que las esconde tras las tareas domésticas y se han abierto al mercado de la manufacturación tanto de alimentos como de joyas o útiles de aseo, entre otros, que luego venden en el mercado.

Sus inicios en 2009 no fueron sencillos, con una serie de maridos que no querían ni oír hablar de mujeres empoderadas y libres, capaces de hacerse cargo de su propia economía. Ahora, nueve años después, su fuerza es tal que han llevado a su presidenta, Khadidiatou Sene, a convertirse en concejala del Ayuntamiento de Dakar. Otras se han atrevido hasta a divorciarse. Y no piensan parar. Tienen la venta de sus productos en pleno funcionamiento y ahora pelean por conseguir una sede que les permita reunirse y exponer los problemas que sufren en el día a día. Además, desean iniciar un proyecto de formación en la gestión del reciclaje. “No queremos dinero de nadie, sino apoyo para poder trabajar por nosotras mismas y conseguir el dinero que necesitan nuestras familias”, sentencia Sene.

Hablar con ellas es reconocer la dignidad y el orgullo de primera mano, la certeza de que unidas, las mujeres pueden lograr todo lo que se propongan, en Europa o Senegal. “La única regla que tenemos es que para estar aquí tienes que ser mujer y mayor de edad. A partir de ahí trabajamos para ayudar a nuestras familias. Y necesitamos seguir formándonos y formar a nuestras jóvenes, porque de ellas depende el futuro”, señala.

“Las jóvenes tienen que saber que quedarse embarazadas supone un freno en sus estudios”

Pero las mujeres de la A.F.D.L. no son las únicas que demuestran voluntad para cambiar las cosas. En Pikine, uno de los suburbios más pobres de la ciudad de Dakar, Aida Diouf encabeza a un grupo de más de 200 Bajenu Gokh (madrinas de barrio) que velan por la salud de sus conciudadanas. Su labor es tal que están reconocidas por el propio Gobierno de Senegal.

La vida en este distrito de 370.000 personas (de las cuales 89.500 son mujeres en edad reproductiva), con una densidad de 23.855 habitantes por kilómetro cuadrado, es pura supervivencia. Especialmente entre las mujeres, que se ven sometidas a matrimonios forzados a edades muy tempranas (en torno a los 16 años) y embarazos precoces que les provoca importantes problemas de salud.

Para combatirlo, la ONG Médicos del Mundo ha puesto en marcha una red sanitaria que trata a las mujeres y lleva a cabo con ellas tareas de educación sexual y reproductiva. Sin embargo, disponer de estos recursos, aunque sean precarios, no siempre es sinónimo de una intervención de éxito, ya que la frecuentación de estos espacios sanitarios por parte de la población es todavía escasa. No hay más que pasearse por los pasillos del centro de salud. Las mujeres aguardan turno para ser atendidas por uno de los cinco especialistas o las 22 matronas que trabajan en él. Muchas arrastran consigo tres, cuatro y hasta cinco hijos, y agachan la cabeza para no cruzar su mirada con ningún visitante. Algunas son tan jóvenes que ni siquiera saben cómo dar de mamar a sus pequeños y la gran mayoría arrastran problemas de violencia machista o importantes enfermedades sexuales que no pueden contar a nadie.

Por ello la labor de las Bajenu Gokh como Aida Diouf es fundamental para la sensibilización. “Todas somos madres y nos ayudamos en la salud de los menores. Hay muchos problemas de salud -especialmente las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos precoces- que son tabú y hacemos un trabajo de sensibilización para favorecer la comunicación”, explica la activista.

Para ello, las Bajenu Gokh realizan visitas a domicilio y distintas actividades de sensibilización, como charlas o pequeñas teatralizaciones con las que sensibilizar a los jóvenes de los peligros del sexo en edad precoz. “Es un tema tabú, pero las jóvenes tienen que saber que quedarse embarazadas supone un freno en sus estudios, que si no están casadas pueden verse repudiadas por su familia, que sus propios colegas la van a estigmatizar. Ahora las jóvenes nos conocen y reclaman nuestros consejos y todas conocen el valor de la abstinencia y que es preferible que guarden su virginidad hasta el matrimonio”, apunta esta mujer llena de energía y vitalidad que ha criado a 13 hijos.

Mucho por hacer

“La educación de los niños es fundamental para poder mejorar el futuro de nuestro país”

Pero además de las mujeres, Senegal tiene un gran problema de discriminación hacia los colectivos más vulnerables del país: las personas LGTBI, las prostitutas y los portadores de VIH y drogodependientes.

Para ellos, reunirse supone una actividad de riesgo que les puede llevar a la cárcel. Acceden al local donde se reúnen en Dakar por separado, y en grandes intervalos de tiempo entre uno y otro para que nadie sospeche de ellos.

“No queremos dinero de nadie, sino apoyo para poder trabajar por nosotras mismas para nuestra familia”

Sufren la discriminación y el estigma y son repudiados por sus propias familias. Bijoux no se atreve a que la fotografíen y utiliza un seudónimo para hablar con la prensa extranjera, a la que cuenta que una compañera de colegio la delató como lesbiana en 2011, lo que le sirvió para ser expulsada del colegio y de varios trabajos durante siete largos años.

A Michelle no le importa posar para la cámara, aunque su historia es drama y supervivencia a partes iguales. Fue descubierto intercambiándose mensajes de móvil con otro hombre cuando era diácono y tuvo que huir, peregrinando por Chad, Costa de Marfil e incluso Camerún, hasta que decidió volver a Senegal. Poco tardó su familia en enterarse. “Me mandaron un mensaje: Sabemos dónde vives y te vamos a matar”, relata.

“Huí a Costa de Marfil, Chad y Camerún y cuando volví mi familia amenazó con matarme por ser gay”

Pese a todas las dificultades que sufren día a día, han conseguido sobreponerse y reclaman formación para poder encontrar trabajo, formación también de los sanitarios para que puedan ser atendidos en centros de salud, así como más diálogo con los poderes políticos y religiosos para avanzar en la consecución de sus derechos civiles.

Ellos son un ejemplo de que Senegal tiene todavía mucho trabajo para desarrollar en el ámbito social, pero cuenta con un activismo que tiene claro que los avances deben llegar involucrando a la sociedad y no solo por el apoyo de Occidente.

Fuente: http://www.noticiasdegipuzkoa.eus/2018/07/08/sociedad/educacion-y-salud-para-combatir-el-exodo-juvenil

 

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Escribiendo la revolución feminista en educación superior

En medio de paros y tomas feministas en universidades de todo el país, hay un factor que ha pasado inadvertido: la escritura colectiva de los mensajes y petitorios de las asambleas de mujeres. En esta columna el lingüista Federico Navarro analiza el fenómeno y destaca que este punto es clave, porque “los petitorios se constituyen como escritos de acción que cambian la realidad”. Esta escritura colectiva ha tenido suficiente fuerza retórica para convencer e instalar ideas. Un ejemplo concreto ocurrió en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Ahí, el día de las elecciones de decano, los profesores que debían votar leyeron un cartel que decía “tu voto hoy decide si mañana me siento segura o no”. Según Navarro, ese mensaje fue el último eslabón de una serie discursiva feminista que afectó al candidato inicialmente favorito: “Perdió el favor del claustro de profesores y quedó en último lugar entre tres postulantes”.

Por Federico Navarro

“Sobra decir que no es lo que queremos”. Así comienza uno de los muchos petitorios y comunicados de las asambleas de jóvenes mujeres que están en paro o en toma en más de 50 unidades académicas del sistema de educación superior chileno. Estos petitorios pueden parecer meros registros de las discusiones que se producen en las asambleas, un instrumento más para “decir lo que queremos”. Pero, en realidad, la escritura de estos petitorios impone condiciones, compromisos y cambios en la realidad. Lo que sucedió la semana pasada en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile representa un buen ejemplo: la escritura de la asamblea de mujeres en paro dio vuelta el resultado esperado de la elección de autoridades.

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Cartel en las paredes de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Fuente: Federico Navarro

La revolución feminista es cultural, educativa, política, legislativa y lingüística, pero se especifica en temas y ámbitos de interés según cada región y país. En Estados Unidos, el movimiento #metoo relató en primera persona los abusos en ámbitos precarizados, masculinizados y asimétricos como la industria del espectáculo o el periodismo. En Argentina, el movimiento #niunamenos opuso manifestaciones masivas a feminicidios, impulsó el paro feminista frente al estupor de los gremios, predominantemente masculinos, y en la actualidad ha inundado de pañuelos verdes el postergado debate legislativo sobre la despenalización del aborto, que se definirá en los próximos días.

Pañuelazo argentina

“Pañuelazo” verde a favor de la despenalización del aborto, frente al Congreso de Buenos Aires, 19/02/18. Fuente: Página/12

En Chile, la revolución feminista está encarnada en el actor político más importante de la última década: las y los estudiantes de educación media superior y universitaria. Y, para sorpresa de la mayoría, tomó por asalto las casas de altos estudios de todo el país con un reclamo específico, distinto de las protestas previas por educación superior pública, gratuita, inclusiva y de calidad, pero con un mismo interés por aspectos culturales, educativos e institucionales: el fin de la cultura patriarcal abusiva en las aulas chilenas. La protesta cobra visibilidad en forma de manifestaciones de mujeres con los pechos descubiertos y máscaras mexicanas, o de paros y tomas en facultades y universidades.

marcha

Marcha de mujeres en Santiago el 16 de mayo de 2018.

Pero además, de forma más silenciosa e igualmente revolucionaria, el movimiento feminista actúa sobre la realidad a través de la escritura, cambiando al mismo tiempo las formas de comunicación y participación estudiantil en educación superior.

Primero, es una escritura colectiva. Los lectores escandalizados por el supuesto anonimato de comunicados y petitorios no entienden las condiciones particulares de producción textual. Estos petitorios se escriben de forma colaborativa y horizontal. En las asambleas, se planifican de forma oral los principales temas, reclamos y argumentos. Al comienzo son punteos, viñetas, listas. Luego, usando herramientas informáticas y las estigmatizadas redes sociales, se amplían y reformulan fragmentos durante días hasta lograr un texto difícil de refutar.

Puede ser que algunas mujeres lideren temporariamente la elaboración de los textos, pero no quedan huellas de su autoría, porque es el reclamo de un colectivo social. Se aportan evidencias recolectadas en terreno, como los porcentajes escandalosamente bajos de profesoras titulares, decanas o rectoras. Se incluyen crudos relatos de acoso sexual en aulas y congresos, o de insultos y revictimizaciones al momento de denunciar, narrados en primera persona. Los petitorios reconstruyen hechos con precisión legalista, aportando fechas, números de expediente, nombres propios y cronologías que otorgan verosimilitud a las denuncias y convencen a los incrédulos, o al menos los hacen dudar.

En el caso de la asamblea de mujeres de ciencias de la Universidad de Chile, este respaldo empírico y legal se combina con un cuidado por la privacidad de las denunciantes y de los denunciados sobre los que aún no hay evidencias definitivas. El texto resultante esconde un trabajo profundo, complejo y compartido, el secreto de su solidez retórica. Pero hay otro motivo para la escritura colectiva: se dirige a un interlocutor con mayor poder (profesores y funcionarios) y teme posibles represalias individuales.

Segundo, es una escritura dialógica. Se sabe que el lenguaje nunca habla en el vacío; las afirmaciones y declaraciones tienen ecos de lo que se dijo antes, para confirmarlo, negarlo o modificarlo. De esta manera, el lenguaje siempre está en diálogo con las creencias del oyente o lector, con las conversaciones de días anteriores, con las canciones que se escucharon o los libros que se leyeron. Este carácter dialógico del lenguaje puede ser más implícito y pasar desapercibido, como sucede en un ambiente familiar y distendido, o ser más explícito y seguir mecanismos formales de cita y referencia, como ocurre en la universidad.

Los petitorios elaborados por jóvenes mujeres en paro o en toma seleccionan fragmentos de los documentos institucionales, los citan de forma literal, los desarman en sus partes, y discuten sus posiciones y argumentos. Además, se recogen declaraciones y afirmaciones orales de profesores y autoridades, se las recontextualiza, evalúa, analiza y divulga. El discurso asimétrico de los funcionarios es deconstruido en una pugna dialógica y política por la verdad. Se trata de estrategias complejas de citación, supuestamente desconocidas en los pasillos de una Facultad de Ciencias, en las que se cree que se escribe poco y nada, y que no se discuten ni citan fuentes bibliográficas.

FRAGMENTO

Fragmento del “comunicado de contrarrespuesta” de mujeres estudiantes en paro de la Facultad de Ciencias (Universidad de Chile), 29/05/18. Fuente: fotografía de documento proporcionada por el autor.

Tercero, es una escritura que acciona sobre la realidad. En una concepción simplista del lenguaje, las palabras serían etiquetas descriptivas de lo real, y la escritura transcripción del pensamiento. Pero en realidad se sabe desde hace varias décadas, e incluso aparece hace miles de años en los relatos míticos del Antiguo Testamento, que las palabras crean realidades, estipulan condiciones e implican compromisos. Es necesario decir “sí, quiero”, “lo juro”, “afirmativo”, “perdón” o “te amo” para que ciertas acciones institucionalizadas existan, y los matrimonios, mandatos, compromisos y vínculos sucedan. En los petitorios feministas elaborados en la universidad, la palabra escrita tiene un peso de acción. Las estudiantes hacen demandas específicas, solicitan el desarrollo de legislación institucionalizada, estipulan plazos perentorios, y se comprometen a acciones de distinto tipo según la reacción de sus lectores. Se identifican necesidades y se reclaman cambios concretos, sofisticados y creativos, que la mayoría de los lectores no imaginaron posibles, como por ejemplo un protocolo de prevención de la violencia contra las mujeres en congresos científicos, un espacio en el que se han registrado múltiples acosos. De esta manera, los petitorios se constituyen como escritos de acción que cambian la realidad.

En el caso de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, el petitorio también solicitaba que un candidato a decano que muchos consideraban como el seguro ganador de las elecciones, pero señalado por la asamblea de mujeres como uno de los responsables institucionales de no investigar casos de acoso y de desacreditar a las denunciantes, desistiera de su candidatura, como se ve en el fragmento a continuación.

FRAGMENTO2

Fragmento del “comunicado de contrarrespuesta” de mujeres estudiantes en paro de Fac. de Ciencias (Universidad de Chile), 29/05/18. Fuente: fotografía de documento proporcionada por el autor. Se ha borrado el nombre del académico interpelado.

La potencia retórica de los manifiestos y petitorios feministas no solo responde a méritos propios, sino, en muchos casos, a cierta falta de reflejos en la respuesta que brindan los actores interpelados. El discurso de las autoridades institucionales y del cuerpo colegiado de profesores no siempre llega a reconocer la complejidad colectiva, dialógica y de acción a la que debe responder, ni parece comprender el shock cultural y el cambio histórico y generacional del que participa. En un giro espectacular de la relación tradicional de asimetría de poder y saber entre los estudiantes y los profesores, son los primeros (en realidad, las primeras) quienes ofrecen una voz más sofisticada, informada y atrevida. Encarnan así, en paro y fuera del aula, un propósito formativo intencionado por el currículum escolar: estudiantes autónomas, integrales, críticas, interdisciplinarias, comprometidas con los derechos humanos y con su entorno, con uso de tecnologías de la información, que transfieren saberes a nuevas situaciones y comunican a interlocutores diversos. Por eso puede afirmarse que estas protestas letradas también están modificando las formas de comunicación y participación estudiantil en educación superior.

Justamente, esta complejidad de la escritura feminista estudiantil como acción retórica colectiva, fundamentada y dialógica que cambia la realidad debe ponerse en relación con las denominadas “narrativas de la crisis de la escritura”. Como se ha demostrado en otras épocas y regiones, los procesos de apertura del sistema de educación superior a sectores sociales amplios tradicionalmente excluidos, como estudiantes de escuelas vulnerables o primera generación universitaria, traen como consecuencia una “preocupación” de los medios de comunicación -y, por su influencia, de la sociedad en general- por una supuesta degradación de la escritura. “Los niños chilenos no entienden lo que leen”, “las redes sociales hacen que los jóvenes escriban con faltas de ortografía”, “la escuela ya no se ocupa de preparar a los estudiantes” son afirmaciones que se pueden leer en titulares de diarios o ver en programas matinales de televisión. No se trata solamente de una nostalgia romántica por el pasado, sino de una reacción elitista a tiempos de mayor inclusión y, paradójicamente, de muchas más personas que nunca antes en la historia -sobre todo, jóvenes- leyendo y escribiendo.

La escritura feminista es colectiva, fundamentada, dialógica y de acción. Es una compleja y efectiva acción retórica que cambia la realidad, tanto o más que la opción por un lenguaje no sexista, el uso de pañuelos verdes o las manifestaciones con pechos desnudos. Pero la narrativa social que supone, equivocadamente, que existe una crisis de escritura -y de formación, de motivación, de esfuerzo, de participación política, de perseverancia- en los y las jóvenes estudiantes hace que la potencia escrita de la revolución feminista todavía pase desapercibida.

Estas semanas, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, la acción feminista, especialmente movilizada a través de documentos escritos, ha tenido efectos concretos sobre la realidad. El pasado 7 de junio, día de las elecciones a decano, cada profesor que asistió a la mesa eleccionaria leyó, colgando de la puerta, el siguiente cartel, último eslabón de una serie discursiva feminista. Como resultado de estas acciones escritas, el candidato interpelado no retiró su candidatura, pero perdió el favor del claustro de profesores y quedó en último lugar entre tres postulantes.

TU VOTO DE HOY

Cartel en la entrada al edificio de ecología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, donde se celebraron las elecciones a decano el 07/06/18. Fuente: Federico Navarro.

Como hombre y profesor especializado en asuntos de escritura en educación superior, comparto con humildad estos documentos y reflexiones sobre un movimiento que me interpela, del que no me siento protagonista, pero al que creo que debo aportar desde mi lugar.

Fuente: http://ciperchile.cl/2018/06/13/escribiendo-la-revolucion-feminista-en-educacion-superior/

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¿Por qué explotó la gran movilización feminista en Chile?

Araceli Farías, de 22 años, estudiante de Música y vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica es una de las caras de este movimiento de la revolución feminista chilena

Sin líderes, la revolución feminista chilena que se propagó como reguero de pólvora a raíz de la condena de la justicia española a una agresión sexual en grupo, recaba adeptos en la sociedad tras más de un mes de lucha en las universidades del país.

La chispa se prendió en una universidad del sur de Chile con la toma del centro tras la condena a nueve años de cárcel por abuso sexual a cinco hombres acusados de violar a una joven en España, en el caso conocido como «La Manada».

La vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Araceli Farías, de 22 años, estudiante de Música, es una de las caras de este movimiento, que este miércoles realiza en todo Chile una jornada de protesta y una nueva marcha en el centro de Santiago.

► ¿Por qué no hay líderes claros en esta revolución feminista?

Una característica de este movimiento es que todas las mujeres son igual de protagonistas. En todas las asambleas prima un sentimiento de horizontalidad y que todas son importantes, por lo que las vocerías y las dirigencias son rotativas, porque lo que se busca es promover la equidad entre las mujeres y salir a las calles a disputar eso ante la desigualdad que vivimos en las comunidad universitaria, en los centros educativos y en el país en general.

► ¿Por qué este movimiento surge ahora?

Distintos casos han conmocionado a las personas, pero sobre todo el caso «La Manada» en España. Quizá esta movilización explotó en la cara de todos, porque era mucho el resentimiento, mucha historia detrás acumulada que también posibilitó que se diera de esta forma. Tengo fe que esta cosa va a cambiar en el corto plazo.

► ¿Qué reclaman?

En Chile, la mayoría de las compañeras estaban pidiendo protocolos contra la violencia sexual en las universidades y no había iniciativa suficiente de parte de algunas instituciones. Pero es un tema que no pasa por los protocolos, hay un modelo educativo que perpetúa este tipo de prácticas, como el abuso y el acoso en las universidades.

► ¿Tienen algún referente del ideario feminista?

Hay de todo, pero este movimiento ha ganado tanta aceptación no solo por el aspecto teórico del feminismo sino por las vivencias que cada una tiene en su vida, que se ha sentido violentada por ser mujer.

► El gobierno de Sebastián Piñera ha anunciado una Agenda Mujer. ¿Les parece suficiente?

La Agenda de 12 puntos presentada por el gobierno no es suficiente para todo lo que se está demandando a nivel nacional. Para combatir el machismo, es necesario una educación no sexista, pero en ningún momento lo menciona, ni menciona palabras como el feminismo, pero sí habla de «nuestras mujeres», este sentimiento de posesión, y es justamente contra lo que nos estamos levantando.

► Algunos reclamos de las estudiantes han sido para que se pague lo que se debe a trabajadoras vulnerables. ¿Qué les parece eso?

El primer punto con la toma feminista (en la Universidad Católica) fue la defensa de las mujeres vulnerables, que son las mujeres trabajadoras. Es una cosa transversal, este movimiento llama a las estudiantes, a las trabajadoras, a las dueñas de casas y a todas aquellas que quizá no han llegado antes delfeminismo a la reivindicación de sus derechos. Su causa es tan justa como las estudiantes que se están movilizando en las universidades.

► ¿Se sienten arropadas por los hombres?

En este movimiento las protagonistas son las mujeres, pero ha sido muy enriquecedor el papel de nuestros compañeros en un plano más secundario, pero acompañándonos, apoyándonos y autorrevisándose, cuestionándose sus actitudes. Ellos dentro del mismo círculo empiezan a cuestionarse, con su pareja, con su polola (novia), pero son cada vez menos los que nos llaman «feminazis» o son críticos con nuestras compañeras.

►¿De qué manera va a seguir la movilización?

Las tomas van a ir bajando en la medida en que sientan que las autoridades están escuchando los petitorios y van cumpliendo los puntos mínimos. En la Universidad Católica, en tres días se consiguió lo que no se había conseguido en los últimos 10 años, aunque hay universidades que llevan más de un mes en toma y todavía no consiguieron ninguna respuesta.

►¿Qué se necesita cambiar para que cambie la sociedad?

La educación. En Chile desde los cuatro años te meten en la cabeza los roles de niños y niñas y por eso cuando entras en la universidad se mantienen ese tipo de cosas. Eso recae también en nuestras posibilidades de trabajo y queremos dejar de perpetuar que se nos entreguen menos oportunidades solo por ser mujeres.

Fuente: AFP

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