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El 1 por ciento más rico de la población acapara los dos tercios de la riqueza producida en el mundo desde 2020

La nueva edición del Foro Económico Mundial de Davos arranca hoy en Suiza, con la participación española de los empresarios Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Josu Jon Imaz (Repsol), Rafael del Pino (Ferrovial), Francisco Reynés (Naturgy), Ana Botín (Banco Santander), José María Álvarez-Pallete (Telefónica) y Carlos Torres (BBVA), entre otros. La cita de 2023 reunirá a 52 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos Pedro Sánchez, y alrededor de 2.700 representantes “destacados” de 130 países. Políticos y empresarios, o sus comisarios. El objetivo del Foro es “reforzar la cooperación entre gobiernos y sectores empresariales, creando las condiciones para una recuperación sólida y duradera [de la guerra en Ucrania y la pandemia]”, ha declarado el fundador y presidente ejecutivo del Foro, Klaus Scwab.

En este contexto, ha sido la reputada organización internacional Oxfam Intermón quien ha querido advertir precisamente hoy de que el “1% más rico acumula el 63% de la riqueza producida en el mundo desde 2020” y que “esto se suma a una década de ganancias históricas en la que el número de milmillonarios y su riqueza se han duplicado”. La fortuna de los milmillonarios ha crecido a un ritmo de 2.700 millones de dólares al día.

En España, el valor de conjunto de la riqueza de los milmillonarios desde 2020 ha aumentado aproximadamente tres millones de dólares al día. Mientras, los trabajadores siguen perdiendo poder adquisitivo —un mes de salario en los últimos dos años— en una situación inflacionista, que afecta aún más a los trabajadores precarios y personas vulnerables—el 26% de los hogares, según Oxfam, viven devorados por la inflación—. En el mundo, 1.700 millones de trabajadores viven en países donde la inflación crece por encima de los salarios, añade la organización.

Mientras, los trabajadores siguen perdiendo poder adquisitivo en una situación inflacionista que afecta aún más a los trabajadores precarios y personas vulnerables: el 26% de los hogares, según Oxfam, viven devorados por la inflación

Es la ley del más rico, considera Oxfam Intermón. “Las élites se están reuniendo en un contexto en el que la riqueza y la pobreza extremas en el mundo se han incrementado simultáneamente por primera vez en 25 años”, afirma Franc Cortada, director de la organización.

Cortada sitúa la actual crisis de precios como la “crisis de desigualdad” más grande vivida desde la II Guerra Mundial. Según las estimaciones de la organización, 95 empresas de energía y alimentación han más que duplicado sus beneficios en 2022, generando unos beneficios extraordinarios de 306.000 millones, destinando 257.000 de esos millones (el 84%) a remunerar a “sus ricos accionistas”. “Esta codicia alimenta la inflación”, resume.

La tónica capitalista no distingue de hemisferios: tanto en Australia como en Estados Unidos y Reino Unido, la organización calcula que esos enormes beneficios han contribuido, “como mínimo”, al 50% del crecimiento de la inflación. La dinastía familiar Walton, propietaria del 50% de la multinacional Walmart, recibió 8.500 millones de dólares en dividendos a los largo del pasado año, apunta a modo de ejemplo. Ese mismo año, la riqueza del milmillonario Gautam Adani, propietario de grandes compañías energéticas, se incrementó en 42.000 millones de dólares —un 46%—.

“Estamos ante una crisis alimentada porque algunas de las grandes empresas y los súperricos se han aprovechado del contexto de incertidumbre, la pandemia y la guerra en Ucrania y están sacando tajada, inflando precios y márgenes, a costa de una gran mayoría”, apunta Cortada

Hacia una desigualdad estructural

Oxfam señala que la concentración de riqueza en España ha avanzado rápidamente desde 2008: mientras que aquel año el 1% de la población que acaparaba más riqueza concentraba el 15,3% de la riqueza neta total, en 2021 acumulaban hasta el 23,1%. Aproximadamente, uno de cada cuatro euros.

“La evolución de la desigualdad en España es un fenómeno preocupante: mientras los salarios pierden peso y capacidad de poder adquisitivo, las grandes empresas aumentan beneficios y la riqueza en España sigue concentrándose en manos de unos pocos”, alerta Cortada. Tanto es así que en 2021 consiguieron unos beneficios un 63% superior que en 2019 y en 2022 se han disparado otro 30%.

En el análisis de la situación de la nueva estructura de la desigualdad en España, la organización advierte de que, al igual que ya sucedió durante la crisis de 2008, “los milmillonarios también se han visto afectados por la actual crisis”, y aunque el valor de su riqueza cayó en momentos, “logran que sus ganancias se recuperen rápidamente, por encima del crecimiento del país”. En millones de hogares sucede todo lo contrario: cada vez les resulta más difícil llegar a final de mes. Concretamente, al 26% de la población española.

“Estamos ante una crisis alimentada porque algunas de las grandes empresas y los súperricos se han aprovechado del contexto de incertidumbre, la pandemia y la guerra en Ucrania y están sacando tajada, inflando precios y márgenes, a costa de una gran mayoría”, apunta Cortada.

Por ello, Oxfam solicita al Gobierno español que, “de manera inmediata”, impulse un pacto de rentas que profundice en la reforma fiscal elevando los tipos aplicados sobre las rentas de capital hasta equipararlas al tratamiento fiscal del trabajo; que se refuerce la lucha contra la evasión y elusión fiscal; que revise de forma “permanente” los impuestos a los beneficios caídos del cielo; que amplíe la cobertura del Ingreso Mínimo Vital, y que incremente el apoyo público a los autónomos y pequeñas y medianas empresas. “Es esencial garantizar que los salarios puedan recuperar su poder adquisitivo”, concluye Cortada.

Tax the rich

Por todo ello, Oxfam Intermón ha lanzando una campaña comunicativa de denuncia, bajo el hastag #taxtherich y el emoticono de la bandera rojo, con el objetivo de señalar “prácticas y políticas que son comportamientos propios de relaciones socioeconómicas tóxicas”, como que “los ultra ricos se aprovechen de las crisis para aumentar su riqueza, que vendan y contaminen aquí pero declaren en un paraíso fiscal, que aumenten sus beneficios pero no suban los salarios de su plantilla o que facturen millones pero apenas paguen impuestos”.

Foro de Davos

El Foro de Davos arranca hoy en esta ciudad suiza hasta el viernes 20 de enero. Debatirán sobre los riesgos “inminentes” para los dos próximos años que, a su juicio, son “la escasez de alimentos y de energía”, así como el aumento de los precios y el coste de la vida. Consideran que los efectos de la crisis sanitaria y de la guerra en Ucrania son “especialmente visibles” en Europa y que “amenazan con socavar” los “esfuerzos” para hacer frente a los riesgos a más largo plazo, “especialmente los relacionados con el cambio climático, la biodiversidad y la inversión en el capital humano” y genera riesgos “conexos” como la recesión, el sobreendeudamiento, la polarización social debida a la desinformación y el auge de las guerra geoeconómicas.

Para ello, la jefa de gestión de Marsh, Carolina Klint, ya ha sugerido cambios para “proteger la cadena de suministro”, lo que comportaría relocalizaciones, y afianzar, aún más, las alianzas “público-privadas”.

Fuente de la información e imagen:  El Salto

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La “insoportable levedad” de la política

Por: Carolina Vásquez Araya

Las alturas tienen como característica una acentuada falta de oxígeno.

El mundo está patas arriba. No solo como producto de los eventos provocados por el cambio climático o la absurda e irresponsable manera de destruir lo que ha sido puesto a nuestro cuidado. Simplemente, por la pérdida de sensatez de la abrumadora mayoría de gobernantes, políticos y empresarios cuyo único objetivo en la vida es acumular poder, riqueza y capacidad de maniobra para hacer de otras naciones un cobijo para sus actos de corrupción. Cuando señalamos a los títeres de nuestros países en decadencia, no debemos olvidar quienes jalan de los hilos. Como consecuencia de esta miopía se pierden valiosas oportunidades para reforzar los valores humanos y aquellos de las utópicas democracias.

Los aires de las alturas ocasionan pérdida del sentido de la realidad, alucinaciones, sensación de invulnerabilidad y un desapego absoluto hacia la consecuencia de las acciones. Este síndrome lo conocen bien los políticos, los multimillonarios y, por supuesto, los montañistas -aunque estos últimos recuperan el sentido común en cuanto bajan de las cimas- y sus efectos tienen impacto sobre decisiones capaces de cambiar el rumbo de la Historia. Eso sucede con tal abundancia en los círculos elevados del poder que, cuando algunos de esos potentados actúan con inteligencia, parecen héroes de leyenda.

Los miserables gobernantes del triángulo norte de Centroamérica, sumada Nicaragua, son por el momento y para el resto de los latinoamericanos, un ejemplo penoso de esa pérdida de capacidad humana. No solo se han apoderado de todas las instancias creadas para proteger los valores democráticos y las leyes; también se han transformado en déspotas con ínfulas de poseer el poder absoluto para garantizarse la impunidad por sus crímenes de lesa humanidad, por sus delitos económicos, por su evidente incapacidad y, de paso, para crear una valla infranqueable contra los esfuerzos por contener la corrupción.

Aunque este sea el ejemplo local de mala gestión y perversas intenciones, también en los demás continentes las ambiciones por el poder compiten por los primeros lugares en sus afanes por conseguir el control geopolítico del planeta, no importando cuántas vidas inocentes se aniquilen al paso de sus tropas, sus misiles y sus negociaciones indecentes por mantener el control económico. Para ello se crean instituciones de alto nivel mundial como instrumentos de coerción, cuya naturaleza escapa a cualquier tipo de control, incluidos los abundantes tratados y convenciones suscritos para defender los derechos humanos y de la naturaleza.

Quizás por este ambiente de caos, cuyas incidencias acaparan la atención de enormes conglomerados empresariales a los cuales pertenecen las mayores entidades de prensa del mundo, los minúsculos ciudadanos -quienes poblamos los países menos desarrollados- jamás tendremos la visión exacta de cómo funcionan las políticas globales y tampoco por qué ninguna potencia se interesa por nuestro insignificante destino.

Los discursos sobre libertad y democracia mueren de muerte natural en cuanto rozan nuestras fronteras y se convierten en palabras vacías ante las provocaciones de los gobernantes más corruptos del orbe. El único mecanismo de protección está, por lo tanto, en manos de pueblos hambrientos, condenados a la ignorancia y sometidos al abuso constante de sus gobiernos; y son estos, también, quienes reciben los golpes más duros del sistema que nos rige.

El control absoluto del poder es capaz de destruir todo el andamiaje legal que nos protege.

Fuente de la información e imagen: www.carolinavasquezaraya.com

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El falso mito del esfuerzo en América Latina

Por Alfredo Serrano Mancilla

¿Cómo le explicamos a una mujer que su salario está acorde a su esfuerzo tras trabajar todos los días de la semana, catorce horas seguidas, limpiando casas ajenas? ¿Cómo se lo justificamos a un joven que cada día se despierta a las 4:30 de la mañana para irse a trabajar a la construcción y regresar a casa por la noche? ¿Quién puede asumir que el salario es un fiel reflejo del esfuerzo?

El mito del esfuerzo en América Latina es una gran mentira, tanto desde un criterio de subjetividad como si lo miramos objetivamente en cifras.

En el imaginario de la ciudadanía latinoamericana existe una gran mayoría que no “se come el cuento” de que los altos ingresos vienen originados por el esfuerzo. Hay un claro sentido común latinoamericano a este respecto. Por ejemplo, en Argentina, según nuestra encuesta CELAG, cuando se pregunta cuál es el origen de la riqueza de las familias más adineradas, sólo el 15,1% considera que se debe al esfuerzo. El resto cree que es un asunto de corrupción o de herencia. En Chile, México, Bolivia, Perú y Colombia, los porcentajes son muy parecidos (13,4 %, 21,7 %, 20,7 %, 19,9 % y 18 %, respectivamente).

Pero no sólo es una cuestión de subjetividad; lo que piensa la gente está en sintonía con lo que objetivamente acontece.

Esta falsa relación entre esfuerzo y riqueza queda absolutamente demostrada en el libro “El capital del siglo XXI”, del economista francés Thomas Piketty. En ese estudio se concluye que la herencia es uno de los principales factores para estudiar la reproducción del modelo económico capitalista. Para él, el control de la riqueza se transmite en grandes proporciones por vía hereditaria. Es lo que Kathleen Geier denominó heiristocracy (gobierno de los herederos). Esta suerte de “capitalismo patrimonial”, de alta concentración, condiciona definitivamente el devenir de la economía real.

Se espera que las 500 personas más ricas del mundo les entreguen a sus herederos la suma de 2,4 billones de dólares en las próximas dos décadas. Y a nivel latinoamericano el fenómeno es idéntico. Más de la mitad de la riqueza pasa de generación en generación sin verse afectada por nada ni por nadie. Por ejemplo, en un informe de la OCDE (“¿Un elevador social descompuesto? Cómo promover la movilidad social”) se destaca que en Colombia se necesitan al menos 11 generaciones para que un niño pobre deje de serlo. Más de dos siglos para salir de una condición heredada desfavorable, por mucho que se esfuercen. En Brasil se necesitan 9; en Chile, 6.

El otro eje es la corrupción, que representa un significativo porcentaje del PIB en la región latinoamericana. Esta es la otra variable observada por la población para explicar la procedencia del dinero de los que verdaderamente tienen dinero. Al hablar de corrupción no sólo nos referimos a un asunto circunscrito exclusivamente a los políticos. Hay tanta o más corrupción en el sector privado. O, mejor dicho, en las grandes empresas, porque el valor de la corrupción a nivel de pequeña y mediana empresa es marginal.

Corrupción y herencia constituyen, definitivamente, el combo explicativo de buena parte de la riqueza latinoamericana. El esfuerzo es mayoritario, pero la riqueza no; está concentrada en muy pocas manos.

A veces, siento que nos pretenden imponer ese veredicto tan bien ilustrado en la viñeta de El Roto: “Prohibido ver lo evidente”.

Fuente e imagen:  https://www.pagina12.com.ar

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Entrevista a Luis Enrique Gavazut, autor del libro «La Economía Venezolana desde un Enfoque Inductivo»

Luis Enrique Gavazut (LEG) es un investigador independiente en ciencias sociales, articulista de Aporrea desde hace años y acaba de enviar un artículo ya publicado con el título de su libro: «La Economía Venezolana desde un Enfoque Inductivo» el cual contiene los resultados de su más reciente estudio acerca de la economía venezolana.

Aunque no escribe en Aporrea con mucha frecuencia, cuando lo hace sus investigaciones y opiniones suelen ser polémicas. Seguramente su libro «La Economía Venezolana desde un Enfoque Inductivo» no será la excepción. Por tal razón Aporrea le solicitó la siguiente entrevista, que amablemente nos ha concedido su autor.

Aporrea: ¿Por qué esa portada del libro? ¿Cuál es su significado?

LEG: Tengo intención de publicar este libro para su comercialización internacional, así que pensé que el Salto Ángel es una imagen universal que identifica a Venezuela en el mundo. Varias personas me han preguntado lo mismo y hubiera querido darles una respuesta más acorde con sus expectativas simbólicas y misteriosas…

Aporrea: ¿Por qué un enfoque inductivo? ¿De qué se trata?

LEG: Aunque las ciencias sociales contemporáneas han adoptado con predilección el método hipotético-deductivo para la investigación cuantitativa y las variantes subjetivistas de la investigación cualitativa interpretativa, siempre he sentido predilección en lo que atañe al fenómeno económico por el método inductivo. Me parece que en una disciplina como la economía, donde los modelos y teorías asumen muchas veces el carácter de doctrinas filosóficas o deducciones lógico-formales de escasa contrastación con los hechos, la investigación de estos últimos y sus interrelaciones sin preconcepciones o hipótesis teóricas previas luce conveniente para una mayor objetividad de los resultados.

La investigación inductiva es como una aventura de descubrimiento, como seguir las pistas que van apareciendo tras cada nuevo paso de la pesquisa, sin tener claro previamente hacia dónde se dirige, pero con la certeza de que al final se llegará a la verdad.

No pocas veces ese enfoque inductivo me ha llevado a formular interpretaciones de los hallazgos resultantes que coinciden con planteamientos teóricos ya establecidos y reconocidos, lo que convalida recíprocamente tanto mis hallazgos inductivos, como esos constructos teóricos preestablecidos. En otras palabras, me indica que he llegado a la obtención de conocimiento probablemente verdadero.

Aporrea: ¿Y en este caso, cuáles son las teorías económicas que los resultados de su investigación convalidan?

LEG: Sin lugar a dudas, he obtenido evidencia que corrobora el estructuralismo económico, tanto los planteamientos cepalinos originarios acerca de la teoría del desarrollo, como la teoría de la dependencia, recientemente desempolvada por el economista argentino Claudio Katz, ganador del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, y también la interpretación marxista histórico-estructural que de la economía venezolana hicieron preclaros autores nacionales, lamentablemente ya no entre nosotros, como Domingo Maza Zavala, Orlando Araujo y Héctor Malavé Mata, de quienes rescato la frase «crecimiento sin desarrollo» como síntesis magistral para caracterizar el comportamiento de la economía venezolana, propiamente definida por Maza Zavala como subcapitalismo.

Aporrea: ¿Por qué subcapitalismo?

LEG: Ese término, propuesto por Maza Zavala para caracterizar la economía venezolana puede entenderse en pocas palabras como la incapacidad de nuestra economía para acumular capital propio que encienda los motores del desarrollo. La dependencia del sector externo, por la monoexportación petrolera y la economía importadora, hacen que la burguesía nacional se comporte como un agente de capitalización de las economías centrales, sin que todo el capital que genera la actividad económica interna se acumule en el país.

Lo más relevante de esta convalidación teórica es que los resultados de mi investigación revelan que sigue siendo cierta en la actualidad, lo que obviamente le confiere plena vigencia a los teóricos del estructuralismo económico venezolano y revitaliza la teoría de la dependencia de concepción nuestro-latinoamericana.

Aporrea: Usted menciona en los agradecimientos del libro a numerosos organismos e instituciones del Estado. ¿En qué contribuyeron a su investigación?

LEG: Me he sentido obligado a agradecerles porque mi experiencia personal con esas entidades –tanto del sector público como del sector privado y social- a lo largo de los últimos años, bien sea como asesor de algunas de ellas, bien como invitado a dictar conferencias o a impartir clases magistrales, o simplemente para publicar artículos o ser entrevistado, me ha conferido un caudal de conocimientos e información invalorable acerca de la realidad de nuestra economía.

Aporrea: Usted afirma en su libro que: «Las empresas privadas que han cesado sus operaciones en el país a lo largo de las últimas dos décadas no solo han tenido un efecto insignificante en el nivel de empleo del sector privado (…) sino que la riqueza que se ha perdido por ese concepto ha afectado fundamentalmente a los dueños y accionistas de esas empresas (rentas de capital) y no a la remuneración del factor trabajo en el sector privado». ¿Qué significa eso?

LEG: La población en edad de trabajar ocupada en la industria manufacturera pasó de 16,15% en 1999 a 13,19% de la población total ocupada en el sector privado en 2018, con un aumento absoluto de 269.883 nuevos empleos. Por lo tanto, asumiendo veraces las cifras reportadas por Conindustria, la disminución de 12.700 a 2.500 empresas en ese mismo período, equivalente a una variación de -80,31% en el número de empresas activas, solo representa una variación relativa en la industria manufacturera privada de -2,96% de la población en edad de trabajar ocupada en el sector privado de la economía nacional.

Este es un resultado sorprendentemente contradictorio, habida cuenta de que la mayoría de los establecimientos industriales de cualquier economía pertenecen al segmento de la pequeña y mediana empresa que, aun cuando no tienen un alto nivel de empleo unitario, en conjunto representan la mayor parte del empleo en dicha rama de actividad económica.

El resultado observado significa que la enorme cantidad de industrias que han cerrado tenían una capacidad de generación de empleo ínfima tomadas en conjunto. También pudiera implicar una recomposición cualitativa del empleo hacia actividades industriales de menor complejidad económica, o menos intensivas en capital (pudiera pensarse en un desplazamiento desde las grandes industrias hacia las pequeñas y medianas). Las empresas intensivas en capital tienen precisamente como característica una poca capacidad de generación de empleos directos en relación al conjunto de la economía.

Sin embargo, ambas interpretaciones son contradictorias porque si la mayoría de las empresas cerraron y dado que la mayoría de las empresas son pequeñas y medianas, entonces tendría que observarse una disminución significativa en los niveles de empleo. Y, por otro lado, si la mayoría de las empresas que cerraron eran intensivas en capital, significa que eran grandes empresas, las cuales por definición ocupan unitariamente mayor cantidad de trabajadores que las pequeñas y medianas; por lo tanto, si semejante cantidad de empresas cerradas eran de gran tamaño –lo que no es cierto- pues de igual manera tendría que observarse una disminución significativa del empleo industrial y eso no se corresponde con la realidad.

La conclusión es clara: las empresas que han cerrado tenían una capacidad ínfima de generación de empleo.

Pero no solo eso. Claramente queda comprobado en este estudio que la disminución en el Ingreso Nacional Disponible real, en términos agregados, se ha producido a cuenta de las rentas de capital y no de la remuneración e ingresos complementarios de los asalariados. La disminución en el PIB real y en el PIB real per cápita que se observa entre el inicio y el final del período que abarca las últimas dos décadas, considerado en términos agregados para el país nacional, se ha debido en mayor magnitud a la disminución en el Excedente de Explotación (remuneración al factor capital) y al aumento del tamaño poblacional, que a la disminución en el ingreso agregado real de los trabajadores, el cual incluye no solamente las remuneraciones a los asalariados, sino probable-mente también la mayor parte del ingreso nacional mixto y de las otras transferencias corrientes recibidas del resto del mundo.

Es, sin lugar a dudas, muy interesante constatar que la disminución de la riqueza agregada del capital es la que se ha visto afectada por la disminución en el número de empresas privadas y su potencial productivo y que, en realidad, el ingreso agregado real de los trabajadores no se ha visto afectado significativamente por esa pérdida de empresas privadas y sus niveles de inversión en capital fijo.

Aporrea: ¿Realmente usted afirma que los trabajadores venezolanos no han disminuido sus ingresos?

LEG: Evidentemente el ingreso real per cápita de la población ocupada ha disminuido de manera considerable debido a la hiperinflación y al crecimiento de la población. Lo que los resultados mencionados quieren decir es que la capacidad de generación de riqueza por parte de los trabajadores venezolanos no se ha visto realmente afectada por lo que haya ocurrido con las grandes y mediano-superiores empresas del país, lo que es perfectamente comprensible partiendo del hecho comprobado también en esta investigación de que esas empresas tienen de por sí muy baja capacidad de generación de empleo y, al mismo tiempo, la riqueza que producen es mayormente para beneficio privativo de sus dueños y accionistas y no para aumentar la remuneración agregada real al factor trabajo.

Al parecer, los resultados obtenidos en este análisis, llevan a la conclusión –ciertamente poco intuitiva, pero no por ello menos cierta- de que a los trabajadores venezolanos considerados en conjunto no les afecta que abran o cierren esas empresas privadas, porque su trabajo, su ingreso y su bienestar, en términos agregados, no dependen de la actividad, ni de los impuestos que esas empresas aportan, debido a un conjunto de razones que se explican detalladamente en el libro.

Por lo tanto, la afectación del ingreso per cápita de los trabajadores venezolanos no se debe a que esas empresas abran o cierren, inviertan o dejen de invertir, sino a la caída del ingreso petrolero del Estado, que es el verdadero factor que afecta tanto a las empresas como al pueblo trabajador.

Aporrea: ¿Ese es el significado del rentismo petrolero?

LEG: Pudiéramos decir de la dependencia estructural de nuestra economía.

Lo que claramente ocurre, según lo explico detalladamente en el libro, es que tanto la remuneración al factor trabajo, como al factor capital, se agrandan en el corto plazo a costa de la renta petrolera, es decir, la renta petrolera se distribuye a corto plazo (muy rápidamente) entre los factores productivos y, por ende, disminuye a medida que estos aumentan. Contrariamente, cuando la renta petrolera aumenta en el corto plazo es porque no se distribuye entre los factores, los cuales por ello mismo tienden a disminuir en sus respectivas remuneraciones percibidas a corto plazo.

Todo esto lleva a concluir que el factor del cual se nutren las remuneraciones al capital y al trabajo en la economía venezolana es la renta petrolera y no la inversión del sector privado.

Lamentablemente, y esto explica mucho del conocido fenómeno de «crecimiento sin desarrollo» de nuestra economía, el aumento de las remuneraciones a los factores proveniente de la renta petrolera no se sostiene en el tiempo, lo cual se corresponde con una situación de consumo a corto plazo de la renta petrolera sin que se presenten efectos perdurables de su eventual «siembra».

La razón por la cual no se observan efectos «impulsores» de mediano y largo plazo de la renta petrolera sobre las remuneraciones al capital y el trabajo en nuestra economía es porque no existe correlación entre la renta petrolera y la Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF) del sector privado; es decir, la renta petrolera se consume, mas no se invierte ni reinvierte a lo largo del tiempo.

Lamentablemente, en el caso del factor capital, los excedentes de explotación incluyendo las transferencias de rentas netas percibidas por los inversionistas potenciales de la economía no se destinan a la inversión productiva de largo plazo, es decir, al desarrollo, sino al enriquecimiento privativo improductivo. Esta conclusión severa no solo se desprende de la ausencia de correlación entre la renta petrolera y la FBKF del sector privado, sino que se ve fuertemente convalidada por las cifras históricas de fuga de capitales que estructuralmente aquejan a nuestro país y que también analizo con detenimiento en el libro.

Este hallazgo es lapidario y contundente acerca de la causa fundamental de nuestro particular subdesarrollo. Además, implica la angustiosa conclusión de que incluso aunque nuestra renta petrolera se recupere y sea abundante, no se traducirá en mayores niveles de desarrollo para el país, porque la misma no impulsa la inversión productiva privada.

Aporrea: ¿Entonces no hay esperanzas para la economía venezolana?

LEG: Esperanza siempre hay.

En contexto amplio y más allá de nuestras debilidades estructurales y coyunturales, la industria petrolera, que es la que favorece la relación de términos de intercambio en Venezuela y la productividad total de los factores, irá progresivamente declinando su productividad por la inclinación de la Humanidad hacia las energías limpias y renovables y hacia tecnologías de transporte no contaminantes (autos eléctricos). Esto nos obliga a diversificar nuestras industrias altamente productivas y/o a aumentar la cantidad de industrias y actividades de mediana productividad.

Es imperativo para Venezuela diversificar su matriz productiva actual, ya no principalmente en petróleo crudo, sino en gas, carbón, petroquímica, minería, explotación forestal, explotación agrícola, energía eléctrica, obras civiles, telecomunicaciones, alta tecnología, entre otras áreas de actividad económica con mucho potencial de desarrollo en el país.

Habida cuenta de la realidad geopolítica que actualmente nos acosa y agobia, las grandes inversiones del Estado deben concentrarse en aquellos sectores estratégicos donde Venezuela tiene mayores perspectivas de inserción en las cadenas de valor globales del bloque euroasiático, fundamentalmente energía y materias primas minerales, pero también alimentos e industrias intermedias en las cadenas de alta tecnología de dicho bloque geopolítico.

Aporrea: ¿Y cuál es el rol que habrá de jugar entonces el sector privado, asumiendo según su estudio que el mismo no contribuye al desarrollo del país?

LEG: Así ha sido, lamentablemente. Sin embargo, el futuro nunca está escrito.

El sector productivo privado tiene gran importancia en cualquier economía como generador de bienes y servicios, empleos y generador de impuestos, elementos que son imprescindibles para que el Estado realice una gestión eficiente.

Es conveniente que haya un equilibrio entre el Estado (no importa cuál sea su concepción política) y el sector privado, ya que los objetivos de ambos, aun cuando no son comunes, son complementarios. Lo propio cabe señalar para la aparente dicotomía existente entre el sector privado y el sector social y comunitario.

El desarrollo del sector privado tiene su mejor escenario si éste es quien toma para sí e impulsa por propia voluntad el modelo socialista de país (modelo de inclusión social) planteado por el gobierno bolivariano, en lugar de oponerse irracionalmente al mismo. Esta idea es mucho más «digerible» en este momento para los empresarios privados a nivel mundial, habida cuenta del choque ideológico que ha supuesto para muchos la entrada en escena de la pandemia por COVID-19, que ha puesto sobre el tapete la necesidad imperiosa de disminuir la brecha de inclusión social en el mundo.

La inmensa mayoría de los analistas y autores consideran que el desarrollo del sector privado es incompatible con el socialismo, porque éste busca la estatización y la colectivización de la producción. Esto no es cierto en el caso de la Venezuela actual, porque las políticas públicas bolivarianas persiguen la integración latinoamericana, el bienestar social, la participación de los trabajadores, las comunidades y el pueblo en general en los procesos productivos y distributivos de la economía nacional, entre otros objetivos, lo cual no constituye una amenaza para el sector privado, sino una gran oportunidad para su propio crecimiento y desarrollo a largo plazo, así como del país en general.

Aporrea: ¿Cuándo usted se refiere al sector social y comunitario, cuál sería su rol en todo esto?

LEG: Es fundamental comprender el papel cada vez más preponderante que juega el sector social y comunitario en el concierto económico mundial, y el reconocimiento del éxito de los modelos cooperativistas y, más recientemente, de autogestión comunitaria, demostrados, entre otras, por las investigaciones sobre la gobernanza económica conducidas por Elinor Ostrom, que le hicieron merecedora –por primera vez en la historia para una mujer- del Premio Nobel de Economía.

Estas no son tendencias amenazantes, sino fenómenos complejos, reales y altamente enriquecedores de la realidad contemporánea. Son fenómenos auténticamente evolutivos de la civilización. Más aún, son imperativos para la viabilidad de la civilización contemporánea.

Las dificultades del modelo de dos sectores institucionales (privado y público) imperante en las economías contemporáneas para absorber la demanda creciente de empleo de calidad de la población son conocidas. La OIT ha señalado la existencia de importantes déficits en los mercados laborales a nivel mundial. Además, existen fenómenos persistentemente preocupantes, como el de las personas jóvenes que no trabajan, ni estudian ni reciben formación (ninis), que se han venido ubicando en más de una de cada cinco a nivel mundial, descendiendo en apenas 2 puntos porcentuales entre 2005 y 2018. Aunque estos problemas son relativamente menores en los países desarrollados de renta alta y media alta, son comunes a todos los países del mundo.

Esa realidad mundial también se refleja en Venezuela que, al igual que el resto de países del orbe, solo cuenta con dos sectores institucionales dentro del sistema económico para la generación de empleo.

Tal vez la Humanidad se encuentre en la necesidad de comenzar a pensar en un tercer sector institucional. Y tal vez a un primer esbozo de este último puedan contribuir las experiencias que a nivel mundial ha tenido la llamada economía social y la novísima economía solidaria o economía social y solidaria, desde el cooperativismo hasta las comunas, desde los microemprendimientos hasta las empresas de propiedad social, desde los economatos hasta los monopsonios comunitarios, desde la economía de lo individual a la economía de lo común. Ese tercer sector o sector social ha sido ampliamente debatido e instituido en el régimen legal venezolano a partir de la promulgación de la Constitución de la República de 1999. Sin embargo, en la realidad de las actividades económicas concretas, ni siquiera ha nacido todavía.

Si la esperanza del crecimiento económico y la expansión de la remuneración del capital estriban en la expansión de la inversión y su rentabilidad, es posible que la esperanza de la expansión del empleo y de la remuneración al factor trabajo estriben en el crecimiento del sector social, más allá del sector privado y más allá del sector público; el primero por su tendencia recurrente a la caída de la tasa de ganancia y a la consecuente desinversión, y el segundo por la incertidumbre en cuanto a la sostenibilidad de su posición de ingresos y presupuestaria a medida que declinan sus fuentes de rentas.

Aporrea: Son muchos los temas que usted aborda en su libro, interesantes y ciertamente polémicos. ¿Quisiera comentarnos acerca de algún otro en particular?

LEG: Lo mejor que puedo sugerir al respecto es que lean el libro. Y que lo hagan sin prejuicios. Ahí encontrarán muchas respuestas a lo que nos sucede actualmente, sus causas y qué hacer de ahora en adelante. Se podrá estar o no de acuerdo con mis conclusiones y recomendaciones, pero saber de dónde venimos siempre será fundamental para poder afrontar el futuro con éxito.

Fuente: https://www.aporrea.org/economia/n362768.html

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Documental: #EducaciónAlternativa, producido por la CNTE México

Redacción: CNTE

Le invitamos a ver este documental sobre la #educaciónAlternativa de la sección XVIII de la CNTE.

Elaborado por el Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa #CSIIE .

Mostrando una de las expresiones más acabadas del Programa Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán #PDECEM, las Escuelas Integrales de Educación Básica EIEB.

¡La sección XVIII de la CNTE es protesta en las calles y propuesta educativa en las escuelas!

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=RW8hReV3YCo&t=322s

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Argentina: Los más ricos del mundo y el cierre de escuelas públicas

Redacción: Nueva Ciudad/30-01-2019

Si 26 personas en el mundo, tienen más riqueza que 3.800 millones, resulta necesario revisar las concepciones sobre el éxito y el fracaso. La escuela pública, sus docentes y estudiantes, se encuentran en la travesía de cuestionarlas.

A partir de un informe elaborado por la ONG Oxfam Internacional, y publicado hace unos días, nos enteramos que 26 multimillonarios reúnen una riqueza superior al de las 3.800 millones de personas más pobres del mundo.

En la Argentina, según la revista Forbes, los diez multimillonarios nacionales de mayor envergadura económica concentran una fortuna de 35.000 millones de dólares.

En la lista aparecen nombres como los de Paolo Rocca de Techint, Gregorio Perez CompancEduardo Eurnekian, Franco Macri y Nicolas Caputo, estos últimos dos, con vínculos directos en la administración del estado nacional.

Cabe resaltar que el sistema de acumulación económica en grupos cada vez más restringidos, va acompañado de un aumento considerable de los índices de pobreza en nuestro país.

Todos los informes, de organismos oficiales y de entidades que trabajan en el estudio de esta problemática, coinciden en afirmar que la pobreza y la indigencia han aumentado desde la llegada a la administración nacional de la alianza “Cambiemos”.

Las decisiones en política económica por parte del presidente y su gabinete, han incrementado los niveles de deterioro en la vida de los/as argentinos/as, sobre todo en las que se materializan en variables como inseguridad alimentaria, ingresos insuficientes, caída del consumo y nula capacidad de ahorro.

Además de estas dimensiones de la vida económica de la población, se agregan decisiones perjudiciales en torno a un elemento constitutivo de nuestra nación, que es, la concepción de la educación como factor de la movilidad social.

En el último coloquio de IDEA, el titular de Techint, que encabeza la lista de los más ricos de la Argentina, se metió de lleno en la discusión sobre el sistema de educación público y señaló que, “La reforma educativa es fundamental. Los docentes tienen que hacerse responsables y ser evaluados en función de los resultados que logran”.

Resulta interesante considerar que ésta intervención, de la persona más rica de nuestro país, responsabiliza directamente a la docencia argentina, sobre el éxito o fracaso de los propósitos que la sociedad espera, y objeta cualquier crítica al gobierno, que aún no ha cumplido con ninguna de sus promesas de campaña en lo relativo a mejorar el sistema educativo.

El mismo presidente Mauricio Macri, en conjunto con la gobernadora Vidal Horacio Rodríguez Larreta, parecen tomar los dichos de Rocca, como si fueran parte de una receta común,  pregonando en diferentes oportunidades contra la organización de los maestros y maestras argentinas, incluso negando derechos básicos, como la paritaria nacional, lugar institucional donde se discuten, además de las pautas salariales, las condiciones de trabajo y los proyectos educativos.

La complejidad del asunto es que, además de avanzar contra los derechos de los docentes, han intensificado la embestida contra los alumnos/as y estudiantes de la escuela pública. 

La enumeración de atentados contra los/as estudiantes y docentes del sistema es inagotable: la desatención estructural de las escuelas provinciales, que ha costado la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez por la explosión de una escuela en Moreno; la falta de miles de vacantes en educación inicial en la Ciudad de Buenos Aires; el incumplimiento de promesas de campaña, que establecía la construcción de escuelas en todo el país; y recientemente la decisión de Rodríguez Larreta de cerrar las escuelas nocturnas secundarias, destinadas para población joven y adulta que se por lo general se encuentra económicamente activa, pero en situación de vulneración de derechos; son algunos puntos de una innumerable lista de decisiones políticas que deterioran el presente y el futuro de las generaciones.

La escuela pública, desde su nacimiento en Argentina, ha contribuido a la movilidad social con una vocación de integración cultural y solidaridad colectiva.

Desde esta columna nos preguntamos, ¿no es la escuela pública el lugar por excelencia para debatir la concentración exagerada de las riquezas? ¿La educación, no es acaso, la herramienta transformadora de las sociedades para que todos/as puedan vivir en un marco de mayor justicia social?

Los consejos de los multimillonarios, a la hora de establecer líneas de acción sobre la educación pública, condensan los intereses de su clase, pero al mismo tiempo generan opinión pública desde su propia perspectiva del éxito, que eclosionan directamente con los intereses de una educación democrática, justa y de calidad.

Si 26 personas en el mundo, tienen más riqueza que 3.800 millones, resulta necesario revisar las concepciones sobre el éxito y el fracaso.

La escuela pública, sus docentes y estudiantes, se encuentran en la travesía de cuestionarlas, de pensar nuevos lazos de solidaridad, de encontrar rumbos de transformación social que nos permitan vivir dignamente a todos, sin el horizonte de la exclusión y la explotación de unos pocos sobre el resto.

El cierre de escuelas nocturnas, y las decisiones políticas del macrismo, en torno a la educación, contribuyen a una sociedad cada vez más fragmentada y desigual, donde la pobreza no tiene rostro, y los multimillonarios sin escrúpulos, son el modelo a imitar.

La garantía de una sociedad más justa no se encuentra en las declaraciones, ni en las obscenas fortunas de estos hombres “conocidos”, sino en la perseverancia de los cientos de miles de maestros, maestras y estudiantes, que todos los días construyen la patria.

Fuente: https://www.nueva-ciudad.com.ar/notas/201901/39730-los-mas-ricos-del-mundo-y-el-cierre-de-escuelas-publicas.html
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Los multimillonarios cada vez más ricos. Como nunca en la historia de la humanidad

Redacción: Portal Rebelión/Rupert Neat

Los multimillonarios ganaron más dinero en 2017 que en cualquier otro año documentado en la historia. Los más ricos de la Tierra incrementaron su riqueza un quinto, hasta los 8,9 billones de dólares (6,9 billones de libras), según un informe del banco suizo UBS.

Las fortunas de los superricos de hoy han aumentado a un ritmo mucho más alto desde comienzos del siglo XX, cuando familias como los Rothschild, Rockefeller y Vanderbilt controlaban inmensas riquezas. El informe, de UBS y contables de PwC, ha dicho que hay tanto dinero en manos de los ultrarricos que se está creando una nueva oleada de ricos y poderosas familias de varias generaciones.

«Los últimos 30 años han visto mucha más creación de riqueza que la Gilded Age «, ha dicho el informe UBS de millonarios de 2018. «Ese periodo crió a generaciones de familias en los Estados Unidos y Europa que influyeron en los negocios, la banca, la política, la filantropía y las artes durante más de 100 años. Con la riqueza preparada para ser transferida por los emprendedores a sus herederos en los próximos años se están creando las familias de varias generaciones del siglo XXI».

Los 2.158 multimillonarios del mundo hicieron crecer su riqueza combinada en 1,4 billones de dólares el último año, más que el PIB de España o Australia, mientras los mercados financieros al alza han ayudado a los ya de por sí muy ricos a conseguir el «mayor crecimiento absoluto de todos los tiempos».

Más de 40 de los 179 nuevos multimillonarios creados el año pasado heredaron su riqueza, y dado el número de multimillonarios por encima de los 70 años, los autores del informe esperan que otros 3,4 billones sean legados durante los siguientes 20 años.

«Ha comenzado una gran transición de riqueza», ha dicho el informe. «Durante los últimos cinco años, la cantidad traspasada por los multimillonarios fallecidos a los beneficiarios ha crecido una media del 17% cada año, alcanzando los 117 mil millones de dólares en 2017. Solo en ese año, 44 herederos recibieron más de mil millones de dólares cada uno»

«El cálculo es simple. Hay 701 multimillonarios por encima de los 70, cuya riqueza será traspasada a sus herederos y a filantropía durante los próximos 20 años, dada la probabilidad estadística de esperanza de vida media». Los 30 septuagenarios o más mayores más ricos tienen un valor neto combinado de más de 1 billón de dólares.

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David Rockefeller, el último nieto vivo del fundador de Standard and Oil, John D. Rockefeller (quien se convirtió en el primer multimillonario del mundo en 1916), murió el año pasado a los 101 años con una fortuna de 3,3 mil millones. Una subasta del arte y las antigüedades que coleccionaba su mujer-incluidas piezas de Monet, Matisse y Picasso- recolectó más de 832 millones para organizaciones de caridad que ellos apoyaban.

UBS ha dicho que ya no es válido el proverbio según el cual la primera generación hace la fortuna, la segunda la preserva y la tercera la despilfarra. Algunas familias han conservado enormes fortunas durante cinco o seis generaciones, y algunos de sus herederos incluso han aumentado la fortuna total, según el informe.

«Trabajamos con nuestros clientes multimillonarios, muchos de la siguiente generación parecen muy motivados, comprometidos con sus carreras elegidas, el negocio familiar o haciendo el bien social», de acuerdo al informe.

Un multimillonario dijo a los investigadores: «La nueva generación, nacida en la era de internet, está más dispuesta a correr riesgos. Tienen más información y pueden ser más valientes al probar nuevas ideas y ser emprendedores».

Un heredero multimillonario de 30 años dijo: «Creo que mi generación quiere alcanzar una vida más holística y deshacerse de algunas de las hipocresías de las generaciones previas. Queremos tener una ganancia pero con impacto. Nuestras inversiones deberían reflejar quiénes somos y qué creemos».

Sin embargo, no toda la vasta riqueza poseída por ancianos multimillonarios será transferida a sus hijos, porque muchas de las personas más ricas del mundo se han inscrito en el Giving Pledge [Compromiso de donación] para dar al menos la mitad de su riqueza a la caridad.

Más de 180 personas se han registrado en el proyecto desde que fue lanzado por Bill Gates, de 62 años, la segunda persona más rica del mundo con una fortuna de 95 mil millones, y por Warren Buffet, de 88, el tercero más rico con 84 mil millones de dólares

La persona más rica del mundo, Jeff Bezos, que tiene un fortuna con valor neto estimado de 146 mil millones, más que cualquier otra persona en la historia, no se ha inscrito al compromiso. Creó el mes pasado el Bezos Day One Fund, un plan de 2 mil millones de dólares para ayudar a abordar la carencia de hogar y mejorar la educación de los hijos en familias de bajos ingresos.

La persona más rica en el Reino Unido es Sir Jim Ratcliffe, el fundador y presidente ejecutivo de la compañía petroquímica Ineos y un famoso brexiter, que tiene una fortuna estimada en 21 mil millones de libras. Ratcliffe se está preparando para abandonar Gran Bretaña por el Mónaco libre de impuestos, solo unos meses después de que fuera nombrado caballero por sus servicios a los negocios y la inversión.

Ratcliffe no se ha apuntado al Giving Pledge. Su contribución pública más grande ha sido una donación de 25 millones de libras a la London Business School, la cual rebautizó «Ratcliffe» a su edificio principal diseñado por John Nash.

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La mayoría de los multimillonarios del mundo están en Estados Unidos, pero el número de gente ultrarrica está creciendo rápidamente en China, donde dos nuevos multimillonarios son acuñados cada semana. «Hace doce años, el país más poblado del mundo era el hogar de 16 multimillonarios», ha dicho el informe. «Hoy, mientras progresa el ‘Siglo Chino’, el número es 373, casi un quinto del total global».

Un multimillonario chino dijo a los investigadores: «En ningún otro lugar del mundo puedes encontrar mejores condiciones de crecimiento que en China. El progreso continuado de creación de riqueza está apoyado por las políticas del gobierno que liberan la economía, mientras que la urbanización y un modelo de negocio disruptor ha creado poderosos nuevos emprendedores».

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=248818

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