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8 pasos INFALIBLES para que le enseñes a tus hijos a manejar la FRUSTRACIÓN

Por Emma E Sánchez

Todo va bien, la familia se encuentra muy contenta en el parque, los niños juegan tranquilos cuando de pronto tu hijo explota, llora y se enoja. Todos se quedan sorprendidos, los menores dejan de jugar y algunos otros padres deciden retirar del juego a sus hijos.

¿Qué sucedió? ¡Casi nada! Tu pequeño se enojó porque alguien más ganó en el juego y no tolera perder. Le gusta ganar y cuando no lo logra, se pone rojo, avienta las cosas, grita y ha llegado a pegarle o aventar al que se ríe de él. Estas consciente de que este tipo de conductas no son sanas y que en la vida en general solo le traerán consecuencias negativas, por lo que es necesario comenzar a trabajar en la mejora de este tipo de reacciones.

Déjame decirte que lo primero que debes evitar es angustiarte, ya que muchos niños tienen problemas para manejar la frustración, la diferencia está en lo que hacen sus padres para ayudar a sus hijos a progresar. Segundo, para manejar la frustración se necesita mucha paciencia y todavía más, constancia. Así que no te desesperes, sé ejemplo de tolerancia y entereza. Aquí, algunoas ideas que pueden servir:

1. Diálogo apacible

Junto con tu hijo y mediante una charla tranquila, sin discutir, juzgar o regañar, encuentren qué es lo que le hace estallar, así como sus motivos. Generalmente hay situaciones o emociones que hacen que los pequeños se sientan sensibles o vulnerables, tal vez puedas encontrar algunas de ellas en tu hijo. Las más frecuentes suelen ser las siguientes:

2. Cansancio

A cualquiera de nosotros le puede pasar que al sentirnos cansados solemos reaccionar mal. Ahora, imagina la misma situación en un niño. Las madres y padres debemos vigilar que nuestros hijos descansen durante el tiempo y las condiciones apropiadas. Hoy en día, creemos falsamente que mandar al niño a la cama quiere decir que se va a ir a dormir, lo cual no necesariamente es cierto. Actualmente, el Internet y los juegos de video están provocando que muchos niños y jóvenes no se duerman temprano, duerman poco o simplemente no descansen. Cerciórate de que al irse a la cama, tus hijos no lleven consigo aparatos electrónicos que les dificulten conciliar el sueño y alcanzar un descanso apropiado.

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3. Sentirse acosado

Para algunos niños, a veces es demasiado lo que se les requiere en cuanto a relacionarse con quienes no les agradan, hacer cosas que no le simpatizan o que se les exija lo que no están en condiciones de dar. El diálogo de los padres con sus profesores es fundamental para revisar que las cargas de trabajo o el proceso de socialización no le estén rebasando y se siente agredido por ello.

4. Búsqueda de la perfección

Es posible que a tu hijo le guste tomarse más tiempo del regular para hacer las cosas y cuando se le pide que lo haga más rápido o de otra manera, entra en una confrontación o explota en enojo. Intenta darle su espacio y tiempo para realizar sus propias cosas y pídele que haga otras conforme se le pide. Esto puede dar equilibrio a lo que se exige a sí mismo y el cumplir con lo que otros le requieren. En este aspecto, revísate a ti misma en cuanto a las expectativas que depositas sobre tu hijo, porque tal vez tú misma estás generando su intolerancia y frustración.

5. Se le exige mucho

Revisa las cargas de trabajo y deberes de tu hijo. Escucha y hazle caso si te dice que es demasiado, que está cansado o que algo no le gusta hacer. Los cambios y adaptaciones son necesarias y posibles, considera sus gustos y opinión para que su desarrollo sea el óptimo y juntos disfruten de cada etapa de éste.

  • 6. Relajarse y respirar

    Cuando platiques con tu hijo, anímalo a identificar cómo se siente su cuerpo cuando comienza a enojarse y a perder el control. Muéstrale cómo sentir su corazón y comenzar a respirar profundo y pausado. Contar hasta 10 o caminar un poco puede ayudarle a tomar el control de sus emociones y sentimientos.

  • 7. Pedir ayuda

    Si esa sensación de estallar comienza a ganar terreno, se vale pedir ayuda, a un maestro o alguien más. Dale las palabras que necesita para comunicar su necesidad y recibir apoyo, o hasta un permiso para salir a respirar y caminar un poco.

  • 8. Apoyo y elogio

    Cuando hablas con tu hijo, influyes en su corazón y su mente. Tu hijo sinceramente buscará mejorar pero no lo va a lograr pronto, ni de manera fácil. Anímalo, aliéntalo y reconoce sus esfuerzos cada vez que lo intente.

    Sé un ejemplo de lo que predicas controlando tus impulsos y mal genio, él te observa y aprende la lección. No lo olvides.

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19 Junio: Día del Padre

19 Junio 2016/Fuente y Autor:Diapadre.com

El verdadero origen del ‘Día del Padre’ surge el 19 de junio de 1909 en Estados Unidos cuando una mujer llamada  Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre, Henry Jackson Smart. Este veterano de la guerra civil se convirtió en viudo cuando su esposa (la madre de Sonora Smart Dodd) murío en el parto de su sexto hijo. Fue en una granja rural en el estado de Washington donde Henry Jackson se hizo cargo de la educación de seis niños. Sonora Smart se dio cuenta de que su padre había sido todo un ejemplo a seguir y propuso la fecha del nacimiento de su padre, el 19 de junio, para celebrar el Día del Padre.

La idea de instituir un Día del Padre fue acogida con entusiasmo por muchas personas en diversos condados y ciudades, pero no fue hasta 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre.  En 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre en Estados Unidos.

Esta festividad se celebra en la mayoría del continente americano el tercer domingo de junio. La fecha cambia en los países de orígen católico, como el caso de España, que se relaciona el Día del Padre con la Festividad de San José, padre de Jesús de Nazaret, que se celebra el 19 de marzo. En esa fecha, la familia se une para celebrar con regalos la labor de los padres y el amor que se les profesa.

Fuente de la noticia: http://www.diapadre.com/historia/

Fuente de la imagen: http://imagenesyfrasesparacompartir.com/wp-content/uploads/2015/06/tarjetas-del-dia-del-padre-4.jpg

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Entrevista a Carmen Pérez Saussol: “Es posible educar sin gritar”

12 Junio 2016/Fuente y Autor: Educaciontrespuntocero

Una filosofía de la educación basada en el sentido común, aportando la fuerza y energía necesarias para educar a nuestros hijos sin perder la sonrisa. Este es el mensaje que la psicóloga Carmen Pérez Saussol, con formación en psicología clínica y educativa, propone en su obra ‘Educar con una sonrisa’.

Según su experiencia, ¿la manera en la que educamos a nuestros hijos ha cambiado respecto a cómo lo hacían nuestros padres y abuelos?

La forma de educar a nuestros hijos claro que ha cambiado, la sociedad es distinta y con ella la manera en la que nos relacionamos con ellos. Han variado en gran medida los valores, los principios que nos rodean y la forma en la que imponemos los límites. Actualmente la mayoría de las familias nos organizamos de manera diferente a como lo hacían nuestros padres o abuelos, existe otra forma de relacionarnos, realizamos otro tipo de actividades y aprendemos de forma distinta, pero esto no significa que sea ni mejor ni peor, simplemente es diferente. Muchos padres echan de menos que los niños de hoy en día tengan un mayor respeto por los mayores, sean más solidarios, trabajadores o estén más motivados por el aprendizaje, pero esa falta de valores no está en todos los hogares así que no podemos generalizar. Los educadores deberíamos contar con una filosofía de la educación incluso antes de ser padres, pues así nos aseguraríamos haber reflexionado sobre el tipo de enseñanzas, valores, principios y límites que queremos trasmitir a nuestros futuros hijos.

¿Cuáles son las principales dudas y miedos que manifiestan los padres a la hora educar a sus hijos?

Estas dudas están relacionadas con las redes sociales, el fracaso escolar, el consumo de drogas y el bullying. En el caso de las redes sociales existe una parte de información reservada a su intimidad que debemos respetar, pero la supervisión y el seguimiento son necesarios, conocer claves, poner horarios y limitar accesos. Mientras, en relación al fracaso escolar, hay saber que detrás de un bajo rendimiento intelectual se esconde la causa que lo está provocando y su detección es necesaria para resolver el problema. Un buen psicodiagnóstico revelará si la dificultad es provocada por un déficit de atención, falta de base, baja motivación, problemas en la lectoescritura, dificultades personales o una baja capacidad intelectual, y así poder intervenir lo más rápido posible. En el tema drogas, es importante actuar desde la primera sospecha y si se intuye algún problema acudir a un especialista.

Ante el bullying, lo primero es observar a nuestros hijos frecuentemente para detectar si están contentos. Tanto los niños como los adolescentes deben ir tranquilos al colegio.

En el momento en que muestran reticencia a ir a clase o salir a la calle, describen continuos dolores de cabeza o de barriga, vomitan de forma continuada o se observan cambios de comportamiento, debemos estar alerta. Cuando un menor recibe malos tratos por parte de sus iguales, estos provocan importantes problemas en su estructura de personalidad (miedos, inseguridades, baja autoestima, problemas de relación… ).

¿Son necesarios los límites en la educación?, ¿cuáles son y cómo se pueden aplicar de forma adecuada?

Los límites son necesarios e imprescindibles. Cuando un niño actúa de una manera que no beneficia su estado de salud -y que por tanto conlleva peligro-los adultos debemos enseñarle la forma adecuada de actuar, ya que nuestras orientaciones harán que consiga sus objetivos sin dañar su persona. Enseñar  a nuestros hijos lo que es adecuado y lo que no lo es forma parte de nuestra labor como educadores, y enseñarles también a ‘limitarse’ es algo que les beneficiará de por vida. Considero que los conflictos que surgen en torno a este tema se encuentran en la palabra límite, pues está vinculada a castigo, represión o autoritarismo, y esto ha hecho mucho daño. Cuando marcamos un límite a un niño le estamos enseñando a dosificar sus fuerzas, sus descansos, a planificarse, a organizar sus recursos, a conocerse…  Los padres guiamos las conductas de nuestros hijos para favorecer su crecimiento, no para molestar. Pero para limitar de una forma adecuada es fundamental tener despierto el sentido común. La fuerza física no es aceptable en una educación adecuada.

En su libro habla sobre aquellas herramientas que ayudan a resolver dificultades relacionadas con problemas de comportamiento, adolescencia, alimentación… ¿En qué consisten estas herramientas?

Partimos de la base de que cada niño es único. Nacemos con una carga genética particular, vivimos experiencias afectivas y relacionales que nada tienen que ver con aquellas que experimentan otras personas, por tanto es ridículo pesar que hay recetas únicas para cada problema. Si aplicamos el sentido común, al que tanto hago referencia, y tenemos en cuenta que cada niño, cada padre y cada madre y cada contexto son diferentes, tendremos la respuesta a porqué hay casos en los que una intervención determinada funciona y otros en los que no. Herramientas son estrategias, soluciones que proponemos, alternativas de comportamiento, trucos, cambios de perspectiva o de pensamiento que proponemos para resolver posibles dificultades que podemos encontrarnos en nuestra labor como padres.

¿Es posible educar con una sonrisa permanente?

Estar con una sonrisa permanentemente por supuesto que no, pero una filosofía de la educación donde el buen humor y el optimismo estén presentes claro que puede acompañar nuestras actuaciones. Ojala fuésemos conscientes de la importancia que tiene contar con un modelo educativo ’sonriente’ que guíe la forma de intervención con nuestros hijos y nos ayude a marcar los límites. Tener presente qué versión de padre o de madre quiero ser, como ya indiqué anteriormente, nos ayudará a retomarnos en los momentos de tensión e incertidumbre. Pero si su pregunta es si se puede educar sin gritar o sin gruñir, yo digo que sí es posible.

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/carmen-perez-saussol-educar-sin-gritar/32824.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/02/carmen-p%C3%A9rez-saussol-500×333.jpg

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Botswana: Parents, teachers partnership essential for learning

África/Botswana/03 Junio 2016/Fuente: Dailynews/Autor: Booster Mogapi

Resumen:El Viceministro de Educación y Desarrollo de Habilidades Sr. Fidelis Molao ha implorado a los padres a participar en la educación de sus hijos. Durante una reunión en Mochudi, el Sr. Molao dijo que la educación era una olla de tres patas que requieren esfuerzos concertados de todas las partes interesadas, incluyendo al niño, los padres y maestros para obtener mejores resultados en el rendimiento académico.

Mochudi — The Assistant Minister of Education and Skills Development Mr Fidelis Molao has implored parents to take part in their children’s education.

Speaking during a kgotla meeting in Mochudi on Wednesday, Mr Molao said education was a three legged pot that needed concerted efforts from all stakeholders including the child, parent and teacher for better results in academic performance.

He said his ministry was worried about the low performance results in schools and they had found out that it was mainly due to lack of participation by parents in their children’s education.

The Assistant Minister said drugs and substance abuse continue to have a major impact on students’ performance.

He advised parents to always check their children’s bags to find out what they have inside because some of them do drugs.

Mr Molao further said children usually took advantage of parents who neglected their studies.

Mr Molao also urged parents to check their children’s school work so that the child got used to being checked on hence they get serious with their school work.

He said parents should visit schools and meet with teachers to see how they could help and address the needs of their children.

The Assistant Minister further said his ministry was challenged with shortage of resources which had to be distributed among the departments in the ministry.

Mr Molao said they are taking care of 626 000 students in government schools with the highest number at primary school level standing at 418 000 with each student costing around P3970 per year, junior school level 119512 with each student costing P17 342 per year and senior school level at 53000, each student costing P17 278 per year.

He added that a university or college student costs government P64 000 per year and those doing medicine cost P80 000 per student per year.

The Assistant Minister said the money went into the school materials, food and others that were needed for school administration.

He said «this shows how much government spends on students and how expensive it is hence they must take their education very seriously.»

Mr Molao emphasised how important it was for parents to take part in their child’s education because if students failed they would have wasted government money and parents would now be forced to pay for them to progress in their education.

Fuente de la noticia:http://www.dailynews.gov.bw/news-details.php?nid=28799

Fuente de la imagen:http://www.edutopia.org/sites/default/files/styles/latest_recommended_image/public/cover_media/heick-19quesaskchildstchr-redux.jpg?itok=dWFgcmw4

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Educar sin varita mágica: entrevista a Marta Rubio y Héctor Martínez

,  / El Blog Alternativo

Hemos tenido el placer de entrevistar a Marta Rubio y Héctor Martínez, autores del libro “Educar sin varita mágica” y apasionados especialistas en educación. El proyecto “Educar sin varita mágica” (libro, página web y redes sociales) surge de la necesidad de ofrecer respuestas a padres y alumnos que, en muchas ocasiones, estamos un tanto perdidos en la labor tan importante y enriquecedora que supone la educación. A continuación os dejamos que sus más que interesantes consejos.

¿Podemos educar a nuestros hijos sin “educarnos” a nosotros mismos?

Con la misma facilidad que hacer una tarta cuando te faltan ingredientes, puedes hacer algo que se parezca a la tarta pero sin conseguir el mismo resultado . Solemos mencionar una frase que creemos resume gran parte de nuestra filosofía y que responde a tú pregunta “Como si de un espejo se tratase, la educación que damos es un reflejo de lo que somos”. ¿Existe alguna forma mejor de enseñar a mi hijo a ser generoso que serlo yo mismo?, ¿o de practicar una vida sana mientras yo mismo como padre la práctico en mi día a día? Parece que no. Eso no significa que el modelo positivo siempre funcione ni que debamos ser modelos perfectos. Lo que planteamos es tratar de sentirnos bien con nosotros mismos, que no nos importe equivocarnos porque somos humanos e imperfectos y que, cuando miremos a nuestro hijo o alumno, tal y como ocurriría con nuestra pareja, familiar, compañero o amigo, seamos capaces de mirar sin temor. Eso solo se consigue desde la educación propia. Aceptando que todos podemos mejorar, aprender y continuar modelando dificultades o nuestro funcionamiento del día a día. Aceptar que erramos y que no somos perfectos es un comienzo sano.

En nuestras charlas siempre hablamos de la Fórmula de la felicidad. La felicidad se asienta en un taburete cuyas patas son el control, el esfuerzo y la actitud. Solo cuando esas tres patas son firmes podemos encontrar el bienestar y, con ello, poder ofrecerlo. Si una de esas patas se tambalea la felicidad se cae. Cuando nos sintamos bien, fuertes, con recursos y actitud suficientes podremos educar como merecen a otras personas.

¿Qué es “Educar sin varita mágica”?

Educar sin varita mágica es un proyecto más allá de Marta y Héctor. El libro surge como una sugerencia de la Consejería de Educación de La Rioja y apoyado por Edebé y Guzmán Martín. A partir de ahí, a Marta y Héctor se unen compañeros, amigos, padres, catedráticos de psicología, pediatras, pedagogos, maestros, profesores, psiquiatras y un largo etcétera. Nuestro propósito siempre ha sido ofrecer un manual de trabajo a todo aquel que quiera educar desde la honestidad, el esfuerzo y el cariño.

Toda esa experiencia de tanta gente, toda nuestra pasión por lo que más nos gusta hacer, se recoge en un libro que aborda la educación desde una punto de vista que creemos que es novedoso. Hemos intentado no teorizar demasiado e ir directamente a lo que, creemos, interesa a los educadores, la parte práctica. Educar no solo es conocer legislación, pautas de conducta o teorías del aprendizaje. Educar es acompañar, ofrecer posibilidades, proporcionar estrategias, en definitiva, preparar de la mejor forma posible a personas autónomas, versátiles, adaptativas y, sobretodo, felices. Todo eso no se consigue solo con palabras, necesitamos ponerlo en práctica. Necesitamos saber qué hacer y cómo hacerlo. Es ahí donde educar sin varita mágica he puesto su objetivo. Queremos ofrecer cuanto hemos aprendido en años de equivocarnos, rectificar y aprender con los niños.

Hace tiempo nos paró una madre. Como la mayoría de los padres que conocemos es una persona que no solo adora a su hijo sino que, además, se implica cuanto puede. Ella nos decía que, de tanto leer manuales de educación y psicología creía que ya merecía la convalidación de varios títulos, pero que cada vez que finalizaba uno de esos libros lo cerraba, miraba a su hijo y se planteaba la misma pregunta “¿Y ahora qué hago?”. No sabemos si hemos sabido contestar esa pregunta a todos nuestros lectores pero si sabemos que los ojos y la sonrisa de ella y de muchas otras personas dicen que, al menos, con muchos sí lo hemos conseguido. Era nuestro objetivo y somos inmensamente felices de haberlo alcanzado con tanta gente.

El libro se subtitula “25 estrategias para mejorar tu vida” ¿Es un manual de desarrollo personal o de crianza?

Creemos que, como nos preguntabais antes, las dos cosas deben estar relacionadas. Solo desde el desarrollo personal, desde el crecimiento, la motivación y las ganas de aprender y mejorar podemos criar y educar. No lo entendemos de otra forma. Es difícil dar lo mejor a mi hijo, mi nieto o mi alumno si no me siento bien conmigo mismo o con la seguridad que tiene quien sabe que hace cuanto puede y lo hace con pasión.

Hablamos de 25 estrategias puesto que hemos analizado la realidad que nos rodea y la hemos concentrado en diez dificultades para adultos y quince para menores. En cada una tratamos de ofrecer herramientas que permitan aprender y mejorarse a si mismo.

A diario todos nos enfrentamos a dificultades y situaciones que no siempre sabemos abordar. Tendemos a creer que son algo “que toca sufrir” o “que es así” pero, al menos en la mayoría de casos, no es cierto que se trate de un destino ya marcado. Siempre tenemos opciones, solo hay que buscarlas, practicarlas y encontrar la  “nuestra”, la que funciona para mí. Por ejemplo, mucha gente asume que darle vueltas a la cabeza es inevitable y que, “cuando toca” no queda otro remedio que sufrirlo y esperar a que pase, o ni siquiera llegamos a ser conscientes de que una preocupación está. A veces somos como toros que, valientes, se enfrentan a todo lo que nos pongan por delante. Esa postura demuestra tenacidad pero no es eficaz ni inteligente. Antes de enfrentarnos a las dificultades es conveniente levantar la cabeza para analizar a que nos enfrentamos y así poder tomar el mejor camino.

Nosotros proponemos soluciones que permitan aprender o intentar mejorar la situación que nos preocupa, sin alcanzar el punto en que nos hagan daño de forma innecesaria o nos impidan desarrollar nuestro día a día. Perdemos mucho tiempo en cosas que no nos aportan nada y que incluso nos perjudican cuando, a veces, entender lo que nos pasa y poner soluciones reales está en nuestra mano. El libro propone seguir este camino: entender, plantearnos que queremos y, sobretodo, definir caminos para alcanzar esos objetivos.

¿Quiénes son Marta Rubio y Héctor Martínez y cómo han llegado a escribir este libro?

Son dos personas que viven la educación como su pasión. Nos consideramos dos trabajadores incansables que a base de equivocarse mil veces son capaces de esquivar ciertas piedras de tanto que han tropezado con ellas.

En nuestra experiencia en clínica, en aula o en terapia hemos convivido con muchas situaciones y personas que nos han enseñado que en la educación, como en todo en la vida, los trucos, la magia, no existe y que los ingredientes pasan por conocer, intentar, tropezar y volver a levantarse.

El libro surge, como decíamos antes, a petición y sugerencia de un montón de personas, pero sobretodo porque sentíamos que podíamos ayudar a mucha gente que quería ser ayudada. A diario recibimos alumnos que piden ayuda, padres tan apasionados como nosotros que no encuentran opciones, muchos correos, llamadas… Pensábamos que, además de intentar ayudar a toda esa gente podíamos ofrecer lo que hacemos a muchos otros e intentar poner nuestro granito de arena. Queríamos proponer un método que se basa en algo que tienen la mayoría de educadores: actitud y ganas de intentarlo. Por eso Educar sin varita mágica.

¿Cómo definiríais el panorama educativo en España en la actualidad?

Parece que la respuesta fácil es “desolador” pero no es verdad. Es verdad que muchas veces percibimos falta de implicación y motivación en todos los niveles, nos parece inconcebible que no tengamos la madurez política suficiente para alcanzar acuerdos educativos estables liderados por los vilipendiados “Tecnócratas”. Es cierto que muchas cosas no funcionan como nos gustaría, por ejemplo, nos cuesta entender porque la inteligencia emocional no entra en las aulas o que la creatividad no encuentre un nicho.

Pero esa no es la única realidad que vemos. Creemos que mucha gente se está despertando de una especie de letargo. Cada vez hay más voces, más profesionales ávidos de mejorar y aprender, los propios padres reclaman más opciones, más criterio y más aprendizaje para ellos mismos. Eso genera una ilusión que vivimos en muchas charlas o talleres en los centros que visitamos o en las AMPAS. La gente quiere mejorar y ese es el germen que necesitamos. Somos muy optimistas y creemos que la tendencia es positiva y los actores son formidables. Quizá sea poco a poco, o a un ritmo que muchos no asumen, pero es el camino. Nosotros mismos, en nuestro trabajo, estamos rodeados de gente que derrocha ganas e ilusión. Gente muy humana que busca lo mejor para sus alumnos. Se preocupan por ellos y se interesan por su desarrollo curricular pero, fundamentalmente, por su madurez y felicidad. Y nos consta que no son una pequeña Galia aislada, en cada lugar donde explicamos lo que hacemos y la pasión que sentimos por la educación vemos ojos que sienten, creen y persiguen lo mismo que nosotros.

Respecto al debate de los deberes escolares y los horarios infantiles, ¿cuál es vuestra postura al respecto?

Nos somos muy partidarios de decantarnos entre blancos y negros, entendemos que hay una enorme variedad de casos e igual cantidad de gamas grises para adaptarnos a ellos. Si generalizamos creemos que los “deberes” ofrecen aspectos positivos para los chicos. Por ejemplo, permiten establecer rutinas muy valiosas para ellos, fomentan su autonomía y responsabilidad, les dan seguridad puesto que ayudan a asimilar y comprender ciertos conceptos que quizá no han quedado asentados en el aula. Todos estos aspectos no los proporcionan únicamente los deberes pero, indudablemente ayudan.

Hemos debatido con muchos padres, maestros, profesores y pedagogos sobre este tema y hay tantas posturas como personas. Os podemos resumir varios puntos importantes de la visión global de todos los actores. El primero es la visión de muchos profesores y maestros que se encuentran ante padres que reclaman cantidades ingentes de deberes mientras que otros se niegan a asumir ninguno. Como docentes debemos buscar adaptarnos individualmente a cada alumno pero es difícil con más de 30 alumnos por aula, varias asignaturas, corregir personalizadamente lo del día anterior, etc. Es por eso que, siempre dentro de unas exigencias normalizadas que permitan ocio y descanso en el menor, es necesario que dejemos esa responsabilidad al docente para que regule a su criterio esas tareas puesto que nadie mejor que él valora las necesidades de su alumnado. Sería conveniente que los padres debatan dicha cantidad, en caso de creerlo justificado, solo con el propio docente y que, ante sus hijos, busquen apoyarles y ayudarles en la medida de lo posible, evitando enfrentamientos entre todas las partes.

La visión doméstica nos enseña que desde casa los padres son meros puentes. Es decir, los padres no deben hacer los deberes de los hijos ni con los hijos sino mostrar interés y atención ante ellos y ayudas puntuales. Las agendas adultas no nos permiten, ni debe ser así, tener que estudiar cuarto de primaria o tercero de la ESO. Eso es cosa del menor. Es por eso que, en la medida de lo posible, el trabajo que los docentes encomendamos como deberes debe intentar ser entretenido y realizable por el alumno puesto que solo así se obtendrán todos los objetivos que antes nos marcábamos.

Si ambos fueseis co-Ministros de Educación ¿qué medidas tomaríais?

Intentaríamos ser ambiciosos y reunir a la gente que realmente sabe de educación. Buscaríamos un consenso educativo y un gobierno que respete algo que, fuera de la política parece tan obvio, como es el bien de nuestros menores y de su educación, tanto académica como personal, por encima de cualquier tipo de interés. Los múltiples intentos hechos hasta ahora parecen demostrar que esto no debe ser fácil. Dedicaríamos tiempo a analizar lo que funciona y lo que no, estudiaríamos modelos que han demostrado buenos resultados en otros lugares (véase los modelos nórdicos, asiáticos, o centroeuropeos) e intentaríamos aunarlos y adaptarlos a nuestra realidad.

Pero creemos que la política no es el único escollo a salvar. Sabemos que no es muy popular decir esto pero creo que la población, nosotros los primeros, debemos dar un paso adelante. Debemos valorar la educación como merece y, como contribuyentes, asumir que la educación es costosa y que para que nuestros alumnos dejen de hacinarse en aulas hay que pagar impuestos que lo sustenten. Debemos valorar a los docentes como algo esencial para nuestra prosperidad y bienestar. Los propios docentes deben asumir la inmensa responsabilidad que atesoran. Los resultados de países con grandes éxitos educativos están directamente relacionados con la importancia que se da al área educativa, tanto en derechos cómo obligaciones. La educación se construye desde múltiples aristas y todos debemos arrimar el hombro, como podamos.

Nos atrevemos a plantear alguna medida más concreta. Podría tener forma de asignatura propia o de contenido trasversal y sería la Inteligencia Emocional. Esta misma mañana, hablábamos con los alumnos de ciertos aspectos de la misma en el aula. Debatíamos sobre lo importante que es en el desarrollo personal y en como afecta de forma decisiva a nuestro éxito vital, entendiendo este como la forma de alcanzar la felicidad plena. Uno de ellos, Cristián, nos decía “¿Cómo es posible que nunca hallamos dado Inteligencia Emocional antes? Alguien de los que manda no se tiene que estar enterando de nada”. Tienen 10 años y ya lo ven tan claro como nosotros. Tal y como piensa Cristián, creemos que formar personas con mayúsculas es el principal objetivo del colegio. Por supuesto no es lo único, pero una persona versátil, adaptativa, curiosa, madura o motivada podrá aprender cuanto quiera y le interese en la vida. No parece estar tan claro que el orden inverso sea igual de positivo.

¿Cómo os gustaría que fuera la educación en unos 10 años?

Suponemos que caben muchos tipos de educación que nos gustarían pero tendemos a imaginarla como una educación pequeñita, de personas no tanto de estudiantes, en las que se lleva a cabo una libertad ordenada, donde se valore la creatividad, el compañerismo o la empatía. Conseguir algo así suena casi a magia pero no lo es para nada. Algo muy cercano a esta idea la vemos en muchos C.R.A (Colegios Rurales Agrupados) donde los grupos pequeños, la imaginación de los docentes y el acercarse a la realidad de los menores ofrece resultados increíbles.

También nos gustaría que Magisterio se llenase de gente cargada de ilusión y ganas de dar lo mejor de sí, algo que ya vemos en los ojos de muchos estudiantes.  Y que se valorase tal y como merece, son personas que educan a personas, por lo tanto desde nuestro punto de vista requieren de una formación, exigencia y prestigio superior al considerado actualmente (Por cierto, aprovechamos para mandar muchos ánimos a todos los maestros opositores que están en su recta final).

Nos encantaría ver como los padres y profesores forman un equipo que beneficie al menor. Sería fabuloso encontrarnos con una sociedad en la que pagar impuestos para que los hijos trabajen en aulas de 10-15 alumnos y no de 35 sea motivo de orgullo.

Imaginamos una educación en la que cada alumno sea escuchado y se sienta participe de lo que hace, donde sea posible atender a cada persona de forma individual atendiendo a sus necesidades específicas y se le acompañe en su desarrollo personal y académico.

Aunque suene a frase hecha, creemos que tenemos un potencial profesional increíble, mucha energía y actitud pero que se va quemando por el camino al encontrarse con un sinfín de obstáculos. Debemos dar cierto margen de maniobra al profesorado para que puedan dar lo mejor de sí mismos y, nos parece igual de necesario revisar el funcionamiento del sistema periódicamente. Si un profesor es negligente debemos sacarlo de las aulas, si otro no está ofreciendo lo mejor de sí pero quiere hacerlo debemos darle herramientas y, a quien encuentre el equilibrio debemos dejarle seguir sin trabas. Es ridículo simplificar la situación así que pongamos todos lo mejor de nosotros para dar a los menores lo que merecen, tanto políticos, como padres o profesores, cada uno en su papel.

¿Qué breves consejos nos daríais a los padres y madres del siglo XXI?

Que seamos conscientes de que querer a nuestro hijo no es suficiente para que seamos felices, ni él ni nosotros. Por supuesto es la base de todo pero hay que incorporar más cosas para que las cosas funcionen como deseamos.

Os proponemos algunas pautas que para nosotros son muy valiosas:

  • Es crucial empatizar con ellos. Tendemos a olvidar que son seres humanos y simplificamos cuanto les ocurre. No se trata de ser condescendientes ni sobreproteger sino de intentar entender sus pensamientos, emociones y reacciones con el fin de buscar las mejores soluciones.
  • Ser el modelo imperfecto que queramos ser. Educar es un gran reto en el que es muy fácil equivocarse. Nuestro libro insiste mucho en que debemos reconocer nuestras limitaciones para dar lo mejor de nosotros. Es necesario aceptar que no somos perfectos y que asumimos y aprendemos de nuestros errores.
  • Asumir nuestra realidad. Dedicamos un capítulo entero del libro a la organización vital porque entendemos que es una de las mayores dificultades a las que se enfrenta el padre de hoy. Si tengo una hora al día, como si tengo seis, debo asumir que ese es mi tiempo y hacer lo mejor que pueda con él y mi hijo. Si dispongo de un sola hora con él y la dedico a“mimarlo” tendremos una situación difícil y, además, un error. No es fácil revertir nuestra situación, especialmente si es laboral, pero el error si lo es. Si mi trabajo solo me permite una hora libre, no se trata de que quiera menos a mi hijo, así que sentirse culpables nos lleva a confundir al menor y convertirlo en un pequeño tirano. Si tengo una hora y busco hacer cosas con mi hijo, ayudarle, preguntarle por como ha ido su día o como se siente… le estaré ayudando y demostrándole que me importa de verdad. Él no sentirá que “intento comprarlo”. Simplemente asumiré una situación difícil de la forma más adaptativa posible.
  • Tratar de ser un equipo que persigue un mismo objetivo: intentar ofrecer al menor las herramientas y opciones que le permitan desarrollarse y ser feliz de la forma que quiera. Sea con tu pareja, con el maestro, su abuelo o la entrenadora necesitamos mostrar coherencia ante sus ojos. Muchas veces va a ser necesario ofrecer al menor alternativas, consecuencias o una perspectiva más coherente y tranquila, algo que, sin duda, necesitan. Siempre estaré a tiempo, y será bueno, hablar cuanto sea necesario con el resto de adultos y llegar a acuerdos pero es importante no utilizar al menor como punto de desencuentro y conflicto. Le confundirá y la hará sentir inseguro.
  • Permitir que se equivoquen y reforzar sus intentos. Mostrémosles como nosotros nos equivocamos, reflexionamos e intentamos hacerlo mejor la próxima vez. Aprender de los errores y no evitarlos es la clave del aprendizaje.
  • Cree en ti mismo porque nadie va a luchar más por tu hijo que tú. Busca estrategias, opciones y herramientas, escucha consejos, piensa que lo intentas y en las veces que lo has conseguido y sobretodo, recuerda constantemente que la meta es la más bonita de todas, ofrecer a tu hijo lo mejor de ti.

Estos y otros muchos consejos son fundamentales para proporcionar a nuestro hijo un ambiente y una base para que pueda construir el camino que desee perseguir, el camino que le lleve a la felicidad.

Para ampliar información y seguir aprendiendo:

Fuente: http://www.elblogalternativo.com/2016/05/13/educar-sin-varita-magica/

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