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Separados ¿pero iguales? La segregación educativa en Uruguay: un fenómeno fuera de agenda

Por: Soledad Roselli y Nicolás Machado

Revista Hemisferio Izquierdo/ Nro 4

Segregación urbana y segregación educativa

La segregación educativa, inicialmente de menor magnitud, se ha convertido en un problema central de nuestro sistema educativo, siendo particularmente importante en la ciudad de Montevideo.

Comencemos por definir segregación educativa como: “separación y concentración de los alumnos según su nivel socioeconómico en circuitos educativos, que brindan condiciones de aprendizajes, expectativas de socialización y saberes asimétricamente diferentes” (Veleda, 2012 pp.24 -25). Ocurre que está ampliamente aceptada la existencia de centros educativos que nuclean exclusivamente a los estudiantes más pobres del país.

¿Qué factores contribuyen a la concentración de estudiantes según su nivel socioeconómico en la capital? En forma esquemática podríamos mencionar: 1) La segregación inherente en la existencia de una oferta educativa privada (cada vez más diversa). 2) Los criterios para la distribución de estudiantes y la segregación dentro de la educación pública (circuitos públicos diferenciales). 3) Las familias de la capital que, dada la combinación de los factores mencionados, se encuentran fuertemente condicionadas a convertirse en un tercer agente de segregación.

La segregación dentro de la educación pública.
“Los que ninguna vez han de encontrarse juntos en los bancos de una escuela”

A los liceos de Montevideo asiste casi un tercio de la matrícula de secundaria pública del país. En esta ciudad, como en muchos centros urbanos, se viene observando el desarrollo de procesos de segregación urbana, o sea, una separación territorial creciente entre ricos y pobres.

En este panorama, el hecho de que en el sistema público sea el lugar de residencia el factor que determine el centro educativo al que debe asistir un estudiante, lleva a la división social del sistema educativo. Esta división “(…) transforma a las escuelas en guetos en los que sólo se encuentran los miembros de sectores sociales semejantes” (Ibíd., p 17).

En estos guetos educativos, que concentran a la población estudiantil con condiciones socioeconómicas adversas, se constata que el porcentaje de estudiantes que alcanza niveles académicos aceptables es sensiblemente menor a los registrados entre estudiantes socioeconómicamente más favorecidos.

Distribución de los estudiantes en Secundaria

La oficina reguladora de la inscripción liceal es la encargada de asignar los estudiantes de una escuela primaria a un determinado liceo. El criterio utilizado para distribuir la matrícula es el lugar de residencia, a los estudiantes de una determinada escuela, reguladora los asigna a un determinado liceo, utilizando como criterio principal la cercanía. Es decir que los liceos reciben cada año, estudiantes procedentes de las mismas escuelas de los mismos barrios (los compañeros de clase son asignados en conjunto al mismo liceo). Es por lo tanto posible establecer una relación directa entre el contexto de las escuelas y el contexto que tendrán a su vez, los liceos.

En el mundo se pueden observar dos grandes modelos para la asignación de estudiantes a los centros educativos: uno es el de la regulación estatal, el otro es el de “cuasi mercado”. Históricamente los Estados oscilan entre gradientes de uno y otro modelo (Maroy, 2008).
El de regulación estatal implica que el Estado asume para sí la mayor cantidad de intervenciones reguladoras de la población estudiantil.

El modelo de cuasi mercado, otorga un nivel alto de decisión a las familias promoviendo la competencia entre centros educativos, lo que se ha observado que lejos de revertir la segregación, la agudiza. Siendo Chile un claro ejemplo de ese modelo, cuyo índice de Duncan (de segregación educativa) es de los más altos del mundo.

La regulación en Uruguay tiene, evidentemente, como matriz el modelo de regulación estatal. Sobre ello cabe realizar algunas precisiones.

Las familias de mayores recursos pese a la regulación estatal, tienen una libertad de elección muy similar a la que otorga el modelo de cuasi mercado. Ello se debe a que pueden desplegar dos tipos de acciones: 1) integrarse en los circuitos públicos más favorecidos (ya que cuentan con el capital social y las redes necesarias); 2) acceder a centros educativos privados (ya que cuentan con los recursos económicos).

La regulación estatal en definitiva, regula especialmente a los más pobres debido a que no cuentan con los recursos necesarios para desmarcarse de la regulación que se le impone.
Lejos de ser absurdo, este arreglo de la población estudiantil tiene una lógica que, analizada desde una óptica foucaultiana, entiende imprescindible concentrar a la población estudiantil en un medio (un liceo) homogeneizando, generando regularidades sobre las que actuarán formas de poder tales como la gubernamentalidad. Para construir y delimitar el medio, la población debe estar circunscripta a él, inhibiendo su espontánea circulación pues ello tendría como consecuencia una pérdida de control. Se trata de un orden que responde a un cálculo de economía de poder que posibilita que sobre estas poblaciones se desplieguen (como instrumento técnico esencial) los dispositivos de seguridad.

La lógica de esta gubernamentalidad (Foucault, 2009) naturalizó la segregación educativa como una realidad inalterable invisibilizando el fenómeno, normalizándolo.

La segregación educativa, un fenómeno más agudo que la segregación urbana

Señala Dubet (2012) que cuanto más separados estén en las ciudad los pobres de los ricos, más amplifican los establecimientos escolares esta segregación espacial, dado que los afectados tratan de escapar de esta realidad poniendo en juego una serie de acciones que apuntan a procurarse una salida individual.

“(…) las familias menos pobres de los barrios populares saben que les conviene escolarizar a sus hijos en otro lado que en las escuelas del barrio y acercarse a los establecimientos donde los alumnos son más favorecidos. (…), le conviene apuntar a lo más alto posible, y las desigualdades escolares acaban por profundizarse (…)
Las clases medias escapan de los establecimientos populares, y se esfuerzan por subir en la jerarquía de los establecimientos escolares, mientras los más pobres no tienen opción y terminan agrupados en los establecimientos más desfavorecidos. Al cabo de estos procesos, las desigualdades sociales se acentúan por la segregación escolar» (Dubet, 2012, p.10).

En las últimas décadas en Montevideo (especialmente en las zonas periféricas), estos mecanismos de fuga se han disparado por la forma en que se dio el ingreso de sectores de la población tradicionalmente excluidos de la enseñanza secundaria (1).

Incluidos pero lejos

La forma como se llevó adelante la inclusión en la capital, esto es, sobre la base de un proceso avanzado de segregación urbana, profundizó aún más la segregación educativa.

La asignación masiva de poblaciones estudiantiles de contextos desfavorecidos a los liceos periféricos (2), llevó a una fuga de los menos desfavorecidos del barrio hacia otro circuito educativo ya sea público (3) o privado. Esto derivó en una sobrerrepresentación (en los centros educativos periféricos) de una población estudiantil socioeconómicamente desfavorecida, y a su vez una sub-representación de los sectores más favorecidos del barrio. En este sentido son muy gráficos los datos presentados por Alonso y Fernández (2011:12), en el que hacen mención a que la elección de un liceo periférico con contexto muy desfavorable prácticamente desaparece de las preferencias de las familias menos sumergidas de la misma zona de Montevideo.

Al final de este proceso, la segregación educativa se hizo de mayor magnitud que la residencial. Esto significa que la composición del centro educativo no representa la composición social del barrio, lo que aumenta aún más la brecha entre los diferentes circuitos educativos (4).

La regulación estatal da inicio a un complejo proceso que permite que se consolide la guetificación del sistema educativo. La existencia de guetos es a su vez terreno propicio para justificar la implementación de currículos diferenciados, atendiendo a las características particulares del estudiantado.

Cuando la población estudiantil pobre se encuentra territorialmente concentrada, la idea de adaptar el currículo al medio halla su justificación en procurar conocimientos “accesibles y significativos” para esas poblaciones.

En liceos públicos de zonas periféricas y pauperizadas de Montevideo, han comenzado a intercambiarse horas de clases por talleres (financiados por empresas) con una clara impronta en la formación de recursos humanos (5). Recientemente surgen también planes de estudio (Plan 2016) que proponen como forma de invisibilizar las inequidades advertidas entre los niveles de promoción de estudiantes de diferentes quintiles, la promoción total para centros que concentran “estudiantes del primer quintil” (6).

Es en estas zonas donde surgen las Escuelas Charter (como los liceos Jubilar e Impulso) que acentúan la segregación por sus técnicas de selección. Como señala Giroux (2012) los empresarios reciben exoneraciones por su aporte lo que implica que se pierden ingresos fiscales mientras se cede control de estas escuelas (financiadas con dineros públicos) a los empresarios que evidentemente, financiarán aquellas propuestas que le resulten convenientes.

Un sistema educativo segregacionista sobrecondiciona negativamente los logros educativos de los más vulnerables.

Una vez verificada la existencia de segregación educativa cabe detenerse a reflexionar sobre sus consecuencias:

“Si los resultados educativos fueran determinados únicamente por las condiciones socioeconómicas de origen limitándose la escuela a traducir las desigualdades “de entrada” en desigualdades “de salida”, la segmentación podría considerarse un problema menor. (…) el sistema educativo no podría ser responsabilizado por la inequidad (…) Sin embargo, se ha acumulado evidencia empírica suficiente como para asegurar que los factores endógenos al sistema educativo tienen un impacto significativo en los resultados. Tanto los recursos institucionales (….) como la composición social de la escuela (a través del conocido “efecto de pares”) repercuten en el rendimiento. Así, la segmentación presente en nuestro sistema educativo resulta un fenómeno de gravedad, ya que estaría contribuyendo no sólo a reproducir sino también a ampliar las desigualdades de origen”. (Krüger, 2012, p.p. 141-142) (7).

En lo concerniente al grupo de pares, es ampliamente reconocido que un mismo estudiante en situaciones educativas diferentes, tendrá resultados académicos diferentes, ya que no sólo interviene su condición socioeconómica, sino la de sus compañeros.

Las políticas educativas focalizadas no atienden el riesgo que implica la propia composición social de la escuela. Katzman y Retamoso (2006) señalan:

“La composición social de las escuelas define el perfil del grupo de pares con que el niño tendrá oportunidades de contacto cotidiano. De los estudios de desempeño en el aprendizaje surge evidencia suficiente como para otorgar relevancia a la influencia del grupo de pares en al menos cuatro aspectos fundamentales (…) Primero, los compañeros de escuela moldean las expectativas de logro educativo” (Kaztman y Retamoso, 2006, p.24)

El segundo de los aspectos mencionados por Kaztman y Retamoso relaciona la heterogeneidad del grupo de compañeros con el mayor desarrollo de habilidades cognitivas y destrezas sociales claves. El tercero, señala las consecuencias igualmente positivas sobre desempeños académicos ligados al capital social acumulado en redes de pares socialmente heterogéneas.

¿Qué distancia hay de Montevideo a Colonia?

No sólo abunda la bibliografía sobre los efectos negativos de la segregación educativa sino que la monitorización oficial de nuestro país, parece sugerir un alto impacto de este fenómeno en los resultados educativos.

Los niveles de promoción de Ciclo Básico en Montevideo no sólo son los más bajos del país, sino que en el año 2014 el porcentaje de promoción del conjunto de los estudiantes de la capital estuvo por debajo del correspondiente a los estudiantes del primer quintil de todo el país (obviamente incluido Montevideo).

Es decir que los estudiantes del primer quintil obtienen resultados tanto mejores en el interior del país, que aún promediados con los de ese mismo quintil de Montevideo, igualan o superan el porcentaje de promoción del total de estudiantes la capital (8).

Para observar las diferencias entre los niveles de promoción de la Capital y departamentos con escasa o nula segregación educativa es útil recurrir a la comparación con datos del departamento de Colonia, ya que la particular distribución de la población de este departamento hace que abunden las ciudades donde todos los estudiantes asisten a un mismo centro educativo público (9). Bien, Colonia tiene los porcentajes de promoción más altos del país.

Por ejemplo, según los resultados del Monitor Liceal, en el 2012 la promoción de estudiantes de Ciclo Básico en Montevideo fue del 59,19% mientras que la del departamento de Colonia fue del 83,18%. En el 2014 los resultados de estos departamentos son de 64,3% para Montevideo y 85.9% para Colonia.

Según los últimos datos presentados por el Monitor educativo:

Parecería que al hablar de “crisis del sistema educativo” sería prioritario elaborar hipótesis plausibles tanto sobre las diferencias de resultados entre estos departamentos como del hecho de que el porcentaje de promoción de Montevideo sea inferior al del primer quintil del país. Sin embargo estos análisis se encuentran ausentes de un sistema segregacionista que agrupa, muchas veces en contra de su voluntad y siempre en contra de sus intereses, a la población más pobre en aulas separadas del resto de los estudiantes.

Aunque no existe una ley natural que obligue a que el principio rector que nuclee a estudiantes (ya adolescentes) sea su lugar de residencia y no, por ejemplo, su inclinación a determinadas áreas de la cultura y el conocimiento; este criterio de asignación parece ser un tema indiscutible para la mayoría de los actores de la comunidad educativa.

Lo más naturalizado, es sin duda lo que más nos debe preocupar. Se habla de los resultados de liceos de la periferia montevideana. Se hace un ranking de centros y se estigmatiza (inclusive sin intencionalidad). Se habla de “bajas expectativas”, “bajo capital cultural”, “vulnerabilidad”, ingreso temprano al mercado laboral y embarazo adolescente. Entonces, siendo así: ¿por qué están todos juntos en el mismo centro educativo? La respuesta única, suficiente y categórica es su lugar de residencia. Así entonces la segregación urbana sirve de justificación a la segregación educativa, brinda una explicación y consolida el paisaje social de lo normalizado.

El sistema educativo uruguayo se encuentra afectado por un proceso de
fabricación de la demanda.

Se ha utilizado el término demanda manufacturada para hacer mención a una estrategia por la cual el capital, en su búsqueda de nuevos mercados, transforma en mercancía algo que en un principio no lo era.

Entendemos que la educación se encuentra atravesando un proceso análogo que podría denominarse de fabricación de la demanda. Esta implica una serie de estrategias tendientes a fabricar demanda de educación privada, o sea a crear en todas las personas la disposición a pagar un precio por este derecho, convirtiéndoselo así en mercancía.

El término fabricar procura dar cuenta de una serie de operaciones que utilizando los medios de comunicación masiva crean inseguridad entorno al servicio educativo público.

Así, se multiplican en los medios de comunicación la difusión de investigaciones, consideraciones en torno a la “inseguridad” en los centros educativos públicos, discursos desacreditadores del profesorado, análisis sobre “malos resultados” educativos y artículos alarmistas de diversa índole.

Estos mecanismos terminan por fabricar una necesidad social. La consecuencia es que un servicio público en el que amplios sectores de la población históricamente habían depositado su confianza, pierde credibilidad profundizándose un proceso de emigración de los estudiantes socioeconómicamente más favorecidos a instituciones privadas.

La matrícula en educación privada se disparó en la década del ochenta. El papel del Estado en este incremento fue señalado por Kaztman y Retamoso (2006) subrayando la vinculación entre el fuerte desarrollo de la educación privada y el bajo porcentaje del PBI invertido por Uruguay en educación en esta década, significativamente menor incluso al de países de la región.

“A partir de mediados del ochenta se registró un aumento sustancial de la cantidad de niños en las escuelas privadas en Montevideo. Entre 1984 y 1994, dicho aumento fue de cerca del 50%. Al inicio del período, uno de cada dos niños en edad escolar de los estratos altos de ingreso, y uno de cada cinco de los estratos medios, asistían a establecimientos privados.
Diez años después, las relaciones eran de 3 de cada cuatro en los estratos altos y de más de 2 de cada 5 en los estratos medios (…)
Los cambios en la segmentación educativa no fueron determinados solamente por la privatización de la enseñanza. Dada la estrecha asociación entre la composición social de los barrios y la composición social de las escuelas públicas, la tradicional función integradora de éstas se fue desvaneciendo a medida que avanzaba la segregación espacial en la ciudad.” (Kaztman y Retamoso, 2006, pp.10-11)

El abandono presupuestal por parte del Estado neoliberal inició una fuga de sectores que contaron con los recursos para hacerlo (10).

Por otra parte, el concepto de fabricación de la demanda procura deconstruir una forma de análisis del sistema educativo que trata a la educación pública y a la privada como sistemas aislados. No existe un sistema educativo público y uno privado aislados e independientes el uno del otro, ambos forman un único sistema sometido a intereses entre los cuales algunos procuran la privatización de la totalidad o gran parte de este servicio ya que es visto como negocio rentable debido a varios factores, entre los que se destacan: las exoneraciones fiscales, los bajos niveles de riesgo y la posibilidad de subvenciones estatales.

La fabricación de la demanda se nutre de la segregación educativa y la agudiza.

La existencia de segregación educativa es clave para el proceso de fabricación de la demanda ya que la educación privada procurará captar a las familias menos desfavorecidas de los barrios más populares. Éstas estarían en condiciones y dispuestas a movilizar sus recursos para evitar que sus hijos asistan al liceo del barrio, del cual conocen su entorno socioeconómico e incluso sus resultados académicos.

Especialmente en las zonas periféricas la “inclusión” con segregación favoreció aún más el proceso de fabricación de la demanda que se esforzó por ofertar un entorno social más favorable, cosa que también procuran las escuelas charters al contar con diversos mecanismos de selección del estudiantado.

Así, las inversiones en educación pública, son percibidas cada vez por más sectores de la población como un sobrepeso, pues ya han pagado un alto costo por la educación de sus hijos, generando un escenario propicio para la imposición de un discurso que promueva que tal peso sea quitado del Estado.

A modo de cierre

Los actuales problemas del sistema educativo tienen como una de sus bases fundamentales la profundización del fenómeno de la segregación educativa.

El sistema educativo uruguayo no se ha propuesto atacar su contribución a la segmentación y segregación social, no existe ninguna estrategia institucional que apunte a transformar esta situación. La segregación es convertida en un modo aceptado de funcionamiento del sistema y su falta de problematización contribuye a que los agentes de segregación se multipliquen.

En perspectiva foucaultiana (Foucault, 2012), se puede señalar que no existe un espacio libre donde el mercado actúa y otro donde el Estado interviene para frenar sus “efectos negativos”. El mercado para convertir a la educación en una mercancía necesita una gubernamentalidad activa, requiere al Estado gobernando para el mercado. En su interés se ponen en marcha una serie de acciones: escasa inversión pública, una regulación que segrega, exoneraciones y renuncias fiscales para instituciones privadas y diversas propuestas para que fondos públicos las financien directamente. Todo lo cual termina por ajustar la política gubernamental a los mecanismos que requiere el mercado para su expansión.

Como actores de la educación hemos denunciado la falacia que propone a la educación como principal nivelador social, como si esta pudiera lograr por sí misma que los miembros de los sectores socioeconómicos más desfavorecidos superen (todos, como clase) su situación económica, o dicho de otra forma como si a la educación le fuera posible conseguir que funcione un capitalismo sin pobres. Eso sí, seguimos omisos en lo que a la educación sí le compete. Es responsabilidad de un gobierno autónomo de la educación actuar en pos de los intereses académicos de los estudiantes, en especial de los que históricamente han sido relegados y perjudicados. Llama la atención que dado el volumen de discursos sobre equidad e inclusión no sea motivo de análisis y problematización un fenómeno que ha llegado a ser central.

La educación media debe trascender la segregación urbana y comenzar a considerar propuestas educativas que nucleen a los estudiantes según sus intereses académicos y culturales en diferentes zonas de la ciudad. Debe procurar un modelo de regulación estatal que busque minimizar la segregación dentro de la educación pública.

Como señala Veleda (2012) un “sordo cinismo” parece atravesar tanto al Estado como al conjunto mismo de la sociedad y en este contexto de sedimentación de las desigualdades sociales, es de esperar que cualquier política de regulación orientada a lograr una mayor diversidad en las aulas, se tope con una cruda resistencia. Resistencia que nos lleva a recordar las dificultades que sufrieron los afrodescendientes en Estados Unidos para terminar con la segregación racial en el sistema educativo. No creemos que el sistema educativo uruguayo se deba erigir sobre el principio: “separados pero iguales”.


Notas

1) Según Mancebo (1999) el ciclo básico de educación pública (secundaria y técnica) contaba en 1980 con 60.067 estudiantes, en el 2016 la matrícula de secundaria pública por sí sola es de 122.489 estudiantes para este ciclo, lo que supone un incremento del 104% respecto al total de la educación media básica en 1980. En Montevideo la cobertura de ciclo básico para el primer quintil (el 20% de menores ingresos) en 1993 era del 55,8% (Mancebo, 1999); según datos del Ministerio de Educación y Cultura en el 2013 la cobertura a los 13 años de edad de este mismo quintil es del 92 % en todo el país.

2) El proceso de segregación también se ha visto favorecido por la construcción de liceos en zonas periféricas, un claro ejemplo es la construcción del liceo N° 73 en el barrio Borro.

3) Cabe destacar que una de las estrategias más frecuentes para escapar a de la regulación estatal consiste en mentir la residencia, consiguiendo una factura en la que figure un domicilio cercano a la institución educativa a la que se aspira.

4) Se entiende por circuito educativo el trayecto construido por las familias y/o por el Estado que genera un tránsito por diferentes instituciones de Primaria, Ciclo Básico y Bachillerato. Por ejemplo es frecuente que a Bachilleratos públicos ingresen estudiantes que han cursado Primaria y Ciclo básico en instituciones privadas.

5) Por ejemplo en el liceo 65 de bachillerato del barrio Ituzaingó se ceden horas de clases para llevar adelante el programa “Educación para el desarrollo” de Pepsico, no parece probable que esta misma situación pudiera permitirse en el IAVA.

6) El primer quintil es el 20% de menores ingresos de la población e históricamente es el quintil que registra la promoción más baja

7) Haciendo la salvedad que el concepto de segmentación educativa tiene diferencias con el de segregación, el primero pone énfasis en la partición horizontal del sistema, en la conformación de circuitos diferenciales (social y académicamente desiguales) en la estructura del sistema; mientras que, por otra parte, el concepto de segregación educativa le otorga mayor importancia a las decisiones que toman los actores.

8) Efectivamente, la promoción del 2014 en Montevideo es del 61,2%; 67,7%; 64,9% para primer, segundo y tercer año, mientras que la promoción correspondiente a estos mismos niveles de los estudiantes del primer quintil es de 61,9% 69,7% y 64,2%. en todo el país.

9) No existen centros educativos privados

10) El aumento presupuestal de la última década no apuntó a revertir este proceso, sino que lo consolidó a través de políticas focalizadas, planes diferenciales para liceos de contexto crítico, etc.


Referencias bibliográficas

Alonso, L., Fernández, T. (2011). El tránsito de primaria al ciclo básico en Maroñas. Montevideo: UDELAR-FCS-DS.

Dubet, F. (2012). Prólogo. En C. Veleda. La segregación Educativa. (pp. 7-15). Buenos Aires: La Crujía.

Foucault, M. (2009). Seguridad, territorio, población. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Foucault, M. (2012). Nacimiento de la biopolítica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Giroux, H. (2012). La educación y la crisis del valor de lo público, Montevideo: Criatura editora & Sello Editorial de Extensión Universitaria.

Kaztman, R. (2001). Seducidos y Abandonados: El aislamiento social de los pobres urbanos. Revista de la CEPAL, 75, pp.171-189. Recuperado de:
http://www.cepal.org/publicaciones/xml/6/19326/katzman.pdf

Kaztman, R., Retamoso, A. (2006, Noviembre). Segregación Residencial en Montevideo: Desafíos para la Equidad Educativa. Ponencia presentada en “Reunión de Expertos sobre Población y Pobreza en América Latina y el Caribe”, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Santiago de Chile.

Krüger, N. (2012) La Segmentación Educativa Argentina: Reflexiones Desde Una Perspectiva Micro Y Macro Social. Páginas de Educación, volumen 5 (número 1), pp.137 -156. Recuperado de:
http://paginasdeeducacion.ucu.edu.uy/inicio/item/download/21.html

Mancebo, M.E. (2001). Los procesos contemporáneos de cambio en la educación secundaria en Uruguay. En C. Braslavsky (Ed.), La Educación Secundaria. ¿Cambio o inmutabilidad? Análisis y debate de procesos europeos y latinoamericanos contemporáneos (pp. 373-406). Buenos Aires: Santillana.

Maroy, C. (2008). ¿Por qué y cómo regular el mercado educativo?. Profesorado, Volumen 12 (N°2). Recuperado de http://www.ugr.es/~recfpro/rev122ART1.pdf

Veleda, C. (2009). Regulación estatal y segregación educativa en la Provincia de Buenos Aires. Revista de Política Educativa, (numero 1), pp. 37-65. Buenos Aires: Prometeo Libros.

Veleda, C. (2012). La segregación Educativa, Buenos Aires: La Crujía.

Fuentes Consultadas

Consejo de Enseñanza Secundaria, (2014), Monitor Educativo, Recuperado de: https://www.ces.edu.uy/ces/index.php?option=com_content&view=article&id=1676

Consejo de Enseñanza Secundaria, (2015a), Principales resultados educativos 2014. Recuperado de: http://www.ces.edu.uy/ces/images/stories/2015/EFIMEROS/monitor_educativo/Presentacion_Resultados_Monitor_CES_2014.pdf

Consejo de Enseñanza Secundaria, (2015b), Resultados finales ciclo básico por liceo – Año 2014, Recuperado de:
http://www.ces.edu.uy/ces/images/stories/2015/INSTITUCIONAL/Transparencia_Activa/RESULTADOS_2014_ESTADISTICA.pdf

Consejo de Enseñanza Secundaria, (2016), Monitor Liceal, Recuperado de: http://www.anep.edu.uy/monitorces/servlet/portada

Dirección de Educación Ministerio de Educación y Cultura, (s.f.), Logro y nivel educativo alcanzado por la población 2013 Área de Investigación y Estadística (AIE) http://educacion.mec.gub.uy/innovaportal/file/53773/1/presentacion_logro-2013.pdf

INEEd (2014), Informe sobre el estado de la educación en Uruguay 2014. Resumen ejecutivo,
INEEd, Montevideo. Recuperado de: http://ineed.edu.uy/sites/default/files/Resumen%20ejecutivo%20INEEd%20para%20Web.pdf

Fuente: http://www.hemisferioizquierdo.uy/#!Separados-%C2%BFpero-iguales-La-segregaci%C3%B3n-educativa-en-Uruguay-un-fen%C3%B3meno-fuera-de-agenda/nnsaa/5797784a0cf24688e198ab28

Imagen:  «La piñata», Diego Rivera (1953)

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La educación de los estudiantes musulmanes en tiempos turbulentos.

Europa/Reino Unido/Fuente:http://schoolsweek.co.uk/

Por: Shah Saeeda.

¿Qué has estado investigando?

Estoy buscando en la educación de los estudiantes musulmanes y, en particular, las expectativas de los musulmanes de la educación y líderes de la educación en las sociedades contemporáneas, y las escuelas religiosas islámicas.

¿Cuáles son los principales problemas?

A raíz del 9/11 y la reacción de George Bush, muchos jóvenes fueron repentinamente conscientes de que ser musulmán era un aspecto que define su identidad.

Cuando usted está viviendo en un país musulmán, usted no piensa acerca de si usted es musulmán o no. Y los inmigrantes usan para verse a sí mismos principalmente como diferentes grupos culturales, pero después de identidad carrera 9/11 se transformaron en una ideología fe. Incluso los niños muy pequeños se encontraron de repente empujado en una identidad fe que no era su elección consciente. Cuando usted comienza a vivir con una identidad, se toma en ese conflicto, que forma entonces su mente y puntos de vista. No creo que ninguno de los legisladores se dieron cuenta de la forma en que se va a afectar a toda una generación.

¿Cómo ve esta mentalidad que afecta a niños en edad escolar en el Reino Unido?

Yo no diría que es claramente un desarrollo educativo; es más bien un desarrollo socio-política. Pero las escuelas tienen miedo de hacer frente a estas cosas de frente.

Un muchacho joven que hablé preguntó a su maestro, «¿Por qué los otros niños me llama Paki y Bin Laden?» Y el maestro respondió: «Es sólo un poco de burla». Esto no está tomando el pelo. Estos necesitan ser tomadas de forma explícita como comentarios racistas. Yo lo llamo el racismo religioso, aunque no es un término oficial.

Es necesario que existan programas adecuados para los profesores y directores de centros, para proporcionar una comprensión más profunda de cómo podemos comprender mejor y respetar a los demás seres humanos.

Es no sólo los líderes religiosos del gobierno debe ser la consulta sobre la política; que han recibido una educación religiosa a menudo, no pueden entender las necesidades y retos en las escuelas multiculturales multirreligiosos de hoy en día. Hay un montón de académicos musulmanes que tienen una comprensión más profunda del contexto educativo y social más amplio.

¿Qué opinas de la estrategia Prevenir?

Impide realmente prevenir? Informar a los niños en la más mínima sospecha es peligroso para los niños y para la sociedad, ya que entonces se sienten alienados. De cada 100 alumnos informaron, hay probablemente 99 que no tiene por qué ser, pero que todavía se aíslan y se aleja del grupo.

Los maestros necesitan que se les enseñe cómo hacer frente a estos problemas de una manera más profunda. Pero también están sobrecargados de trabajo, y las políticas del gobierno ponen mucha presión sobre ellos. ¿Es esto realmente va a ser para el bien de la sociedad en el largo plazo? No creo que es – los maestros y los líderes necesitan que se les diga, «Nosotros no estamos policial con objeto de ver si usted está reportando los alumnos o no, que está dejando a su buen juicio.»

¿Qué ha aprendido de visitar las escuelas islámicas en el Reino Unido?

Sentí una falta de comunicación estrecha entre las escuelas religiosas islámicas y los centros ordinarios. Lo mismo se aplica a las escuelas judías, que son a menudo también se aíslan de la corriente principal.

La segregación significará una ausencia de diálogo y comunicación – a continuación, cada vez menos comprensión. En la actualidad, las escuelas estatales pueden visitar mezquitas y gurdwaras y templos, que es la educación cultural. Pero debería haber más intercambio de información sobre temas educativos.

Si las escuelas de fe tienen un alto rendimiento, ¿qué estrategias están utilizando?¿Cómo pueden ser compartidos con otras escuelas? Si las escuelas ordinarias se enfrentan a desafíos, ¿por qué no pedir consejo a los que tienen un alto número de estudiantes islámicos? Hay muchos estudiantes más musulmanes en las escuelas ordinarias que en las escuelas islámicas; es importante que se unen, y es necesario que haya un intercambio más amplio de la práctica.

Fuente: http://schoolsweek.co.uk/education-of-muslim-students-in-turbulent-times/

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-zm14ZSWyGNk/TcXqxV0fKlI/AAAAAAAAEGA/df7IoTqzVhc/s1600/Londress4.jpg

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Perú: Composición del aula y su asociación con el aprendizaje de los escolares y sus características socioemocionales

 

Composición-del-aula-v2

 

Lima, Perú/ 24 de mayo de 2016/ Santiago Cueto, Juan León y  Alejandra Miranda/Fuente: Niños del Milenio

 

Santiago Cueto, Juan León y  Alejandra Miranda

La composición de la escuela es un asunto que ha ganado reciente atención de los investigadores en los años pasados, sobre la base de que las características socioeconómicas de los estudiantes están asociadas con sus logros académicos. Empero, la mayoría de la investigación ha sido de tipo vertical –en un solo punto de tiempo–  además de haberse realizado en los países industrializados.

En contraposición, este trabajo emplea datos longitudinales del estudio Niños del Milenio / Young Lives  –obtenidos de una misma muestra de niños a diferentes edades –  además de que se lleva a cabo en países de medianos y bajos ingresos.  Esta investigación emplea la educación de los padres como una medida de la composición del aula en las escuelas en el Perú, hallando que existen altos niveles de segregación, principalmente desfavorable para los niños más vulnerables, que suelen ser los de extrema pobreza, rurales e indígenas, y peor si tiene las tres características.

Con los datos de Niños del Milenio, esta investigación encontró que la composición de las aulas tienen altos niveles de segregación, rangos que son mayores que los existentes en los países de la OECD (identificado en estudio previo de Jenkins y otros, 2006). Este fenómeno ocurre incluso pese a que la muestra de Niños del Milenio excluye al 5% de los distritos más ricos del Perú. Así, la calidad de la educación también está ligada a la segregación, de modo que los niños más pobres, rurales y de madres indígenas suelen estudiar juntos en las mismas escuelas, lo que refuerza la inequidad educativa en nuestro país. Adicionalmente, la segregación sucede mayoritariamente en los extremos, de manera que existen las escuelas peruanas que tienen muy pocos padres de familia con educación secundaria o mayor educación, en comparación con los colegios en que la mayoría de los padres de familias terminaron secundaria o poseen más formación académica.

Los autores creen que los funcionarios del Gobierno deberían realizar dos acciones: La primera, reconocer las áreas donde están las escuelas más segregadas  y tratar de reducir ese problema en el tiempo, acción que debería reportarse públicamente para que reciba la vigilancia de la sociedad civil. Para ello, se debería tomar medidas para promover oportunidades educativas equitativas para todos los niños peruanos, según sus necesidades específicas, y de acuerdo a sus diversos contextos socioculturales. La segunda sería planificar acciones para que mejoren los aprendizajes de los niños segregados, quienes suelen vivir en las regiones y áreas más pobres; todo esto debe buscar disminuir de forma significativa la inequidad en oportunidades y resultados educativos de niñas y niños peruanos.

Este artículo fue publicado en la revista especializada Assessment in Education: Principles, Policy & Practice 23.1: 126-148 (Tema especial: Logros educativos en América Latina), enero 2016

 

FUENTE DE LA NOTICIA:

http://www.ninosdelmilenio.org/novedades/composicion-del-aula-y-su-asociacion-con-el-aprendizaje-de-los-escolares-y-sus-caracteristicas-socioemocionales/

 

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Hans Mejía Guerrero

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Perú: Los COAR y algunas preguntas

Ttracking Educativo

 

Lima, Perú/ 24 de mayo de 2016/Ricardo Cuenca /Fuente: La Mula

 

Ricardo Cuenca[1]

 

Los colegios de alto rendimiento (COAR) son una propuesta que la literatura especializada reconoce como una estrategia de separación, segregación o selección de estudiantes por características específicas dentro del sistema educativo (tracking en inglés). Este agrupamiento puede darse por factores muy distintos tales como el sexo, la vocación, el rendimiento, las habilidades cognitivas, las características socioemocionales, etc. Además este tracking puede realizarse a nivel del sistema educativo, entre escuelas, dentro de las escuelas e, incluso, en el interior de las aulas.

Existen, al menos, dos entradas para discutir el tema del tracking. Desde la perspectiva de derechos, la discusión sobre los COAR se concentra en la pertinencia o no que tiene la separación/segregación/selección en el cumplimiento del principio de equidad como componente ineludible de la calidad educativa, en el rol de la escuela en el desarrollo de competencias democráticas basadas en el respeto a la diferencia, en el valor de la diversidad en la educación y en el rol garante del Estado en la provisión de una educación de calidad para todos. En el Perú, hay un debate desde esta perspectiva. Para comprenderlo es imprescindible revisar los artículos de Manuel Bello e Idel Vexler. También puede revisarse el intercambio que tuve con el ministro Jaime Saavedra.

La investigación educativa sobre el tema entrega evidencia mixta; es decir, ha encontrado aspectos positivos y negativos en la separación/segregación/selección educativa.

A favor, ha encontrado que el tracking reduce el fracaso escolar, hace más eficiente el uso de los recursos, permite una mejor planificación educativa y escolar, favorece una enseñanza más eficar y que es mejor cuando la estrategia es temporal. (Betts, 2011, 2005; Duflo, Dupas, y Kremer, 2008; Hanushek y Woessmann, 2005; Dobbelsteen et al., 2002; Ireson y Hallam, 2001; Argys et al., 1996; Slavin, 1990).

Los hallazgos en contra de la separación/segregación/selección educativa y escolar sustentan que la hipótesis inicial del tracking es falsa, pues las habilidades no son innatas e inamovible, así como tampoco que rendimiento sea sinónimo de talento. A partir de allí, la investigación sostiene que el tracking impacta negativamente en los estudiantes más desaventajados (en rendimiento, así como en condiciones socioeconómicas), en la autoestima y la motivación de los estudiantes y profesores. Así mismo, que los profesores menos calificados suelen atender a los estudiantes menos calificados y que la transición a la educación superior es desigual. (Treviño, Valenzuela y Villalobos, 2015; Krauss y Schuller, 2014; Holm et.al, 2012; Malamud y Pop-Eleches, 2011; Buchmann and Park 2009; Shavit y Müller, 2006; Lucas 2001, 1999; Jones, Vanfossen, & Ensminger, 1995; Kerckhoff 1993; Shavit 1984).

En el Perú, Santiago Cueto ha estudiado la composición de las clases y el impacto positivo del «efecto par» en los resultados educativos. Ha alertado también sobre las consideraciones que se deben tener en cuenta cuando se separa/segrega/selecciona estudiantes en sistemas educativos de países en desarrollo y el riesgo que supone producir inequidades.

Los COAR no son una innovación. Son una vieja práctica que, como hemos visto, ha producido mucha discusión y mucha investigación desde hace varias décadas. Por lo tanto, antes que pensar en sus logros (que de hecho serán buenos por las características del tracking) debemos preguntarnos por su impacto en nuestro sistema educativo.

La evidencia nos dice que la separación/segregación/selección corre el riesgo de basarse en hipótesis falsa y que tiene efectos positivos a la vez que impactos negativos. Entonces, sería bueno preguntarnos y preguntar (particularmente a quienes impulsan y defienden la existencia de los COAR):

¿Es verdad que las necesidades diferentes de los estudiantes es mejor atenderlas por separado? ¿En qué casos sí y cuáles no?

¿Cuáles son los riesgos que estamos dispuestos a tomar en el país, considerando la imperiosa necesidad de atender las desigualdades educativas? ¿Cuáles son, en todo caso, las estrategias para mitigar los impactos negativos?

Bonus track: ¿cuáles son los argumentos del ministerio de educación para decidir incluir en las escuelas regulares a los estudiantes con discapacidad y excluir a los estudiantes “talentosos” de ese sistema regular?

 

FUENTE DE LA NOTICIA:

https://ricardocuenca.lamula.pe/2016/05/22/los-coar-y-algunas-preguntas/palimpsesto/

 

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Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

[1] Investigador en el Instituto de Estudios Peruanos sobre el Estado y la educación.

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Perú: “Las escuelas privadas de bajo costo contribuyen a la generación y reproducción de un sistema educativo segregado y altamente estratificado”

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Lima, Perú/24 de mayo de 2016/Fuente: CLADE

En entrevista a #Contracorriente, la investigadora María Balarin comenta los impactos para el derecho humano a la educación que ha generado el crecimiento de la oferta y la demanda de la educación privada en el Perú en los últimos años, especialmente en la modalidad de escuelas privadas de bajos costos

Como parte del Especial “La Educación Privatizada”, que constituye una serie de entrevistas a investigadoras/es sobre el tema de la privatización de y en la educación en América Latina y el Caribe, #Contracorriente entrevistó la investigadora peruana María Balarin, quien realizó el estudio La privatización por defecto de la educación peruana y el crecimiento las escuelas privadas de bajo costo: ¿mejores o peores oportunidades para los pobres?, con el apoyo de la Iniciativa de Investigación sobre la Privatización de la Educación (PERI, por su acrónimo en inglés), de Open Society Foundations.

En la charla, la investigadora comenta los impactos para el derecho humano a la educación que ha generado el crecimiento de la oferta y la demanda de la educación privada en el Perú en los últimos años, especialmente en la modalidad de escuelas privadas de bajos costos. “En lo que refiere a la equidad y a la inclusión, las escuelas de bajo costo y sobre todo el proceso de privatización por defecto, que conduce a un sistema tan estratificado y segregado, nos muestran que se está reproduciendo activamente la desigualdad educativa y eso tiene implicancias muy serias para la equidad y la inclusión”, afirma. Lea la charla completa a continuación.

 

¿Cuáles son las principales tendencias de privatización de y en la educación que se presentan actualmente en Perú, según el estudio que has realizado?

María Balarin – Conviene caracterizar los tipos de reformas privatizantes. En el Perú no encontramos reformas de introducción de mecanismos de mercado en la educación, como por ejemplo las que encontramos en Chile, donde sí se han introducido mecanismos de mercado en la educación, por ejemplo el establecimiento del sistema de vouchers. En Perú hubo un intento de plantear reformas en esa línea a comienzos de los noventa, pero la oposición suscitada, en un momento en que el gobierno no tenía la fuerza política para empujar esa reforma, determinó que la misma no prosperara.

En los últimos años se ha dado algunos pasos hacia la introducción de asociaciones público-privada, y si bien es un tema que está en la agenda y en el debate público, lo que se ha hecho son casos de asociación público-privada para temas de infraestructura, todavía no para acciones educativas. Lo que tenemos en el Perú y que surge del estudio realizado, es lo que la literatura internacional ha empezado a caracterizar como “privatización por defecto”. Es una forma de privatización que no es producida directamente, ni por políticas explícitas de privatización, sino que es una privatización que surge por demanda y por un proceso más de abajo hacia arriba, que es impulsado por una percepción negativa muy extendida respecto a la calidad de la educación pública.

 

¿Significa que el problema parte de la elección de las familias?

Balarin – Hay un mercado educativo que ha crecido, no fomentado por las políticas públicas, sino porque muchas familias comparten esa percepción negativa sobre la educación pública, y porque además, en el contexto del proceso de crecimiento económico sostenido que hemos tenido en los últimos diez o quince años, muchas familias empiezan a tener la capacidad de comprar servicios educativos. Lo que vemos a partir del 2004 es un crecimiento masivo de la oferta y la demanda de servicios de educación privada. En Lima, por ejemplo, la demanda ya bordea el 50% pero, en el estudio, mostramos evidencia de que este proceso también se está dando a nivel nacional en casi todas las principales ciudades del país. Son servicios de educación privada que dejan de estar orientados a la clase media alta y alta, y que cada vez más captan familias de clase media baja, media emergente, así como a familias con escasos recursos.

 

¿Hay algunos marcos políticos y legales que han favorecido o posibilitado este crecimiento de las escuelas privadas de bajo costo en el Perú? ¿En caso afirmativo, qué leyes o políticas fueron éstas?

Balarin – Sí, hay un hito que es el Decreto Legislativo Nro. 882 de 1996, adoptado en la segunda mitad del gobierno de Alberto Fujimori. Es un decreto de promoción de la inversión privada en la educación, que se diseñó pensando sobre todo en ampliar la cobertura de los servicios de educación superior, pero que ha tenido efectos importantes para el nivel de la educación básica. Concretamente, crea una serie de incentivos tributarios para la inversión privada en la educación y abre el mercado a la educación privada con fines de lucro. Con respecto a lo primero se establece que las instituciones de educación privada no tengan que pagar impuestos sobre sus rentas si se comprometen a invertir recursos en sus instituciones. Si uno mira las tendencias en número, a partir de la promulgación de este Decreto, primero hay un crecimiento muy claro y marcado de la oferta de educación privada, pero la demanda solo empieza a crecer, de manera equivalente a ese crecimiento de la oferta, alrededor del año 2004. Esto coincide con el proceso de crecimiento económico.

 

¿Cuáles son los impactos que este tipo de política ha generado para las y los estudiantes que en general acceden a este tipo de educación?

Balarin – Sabemos relativamente poco sobre lo que pasa con el mercado de la educación privada. Esto porque el crecimiento de ese mercado se ha dado, digamos, de espaldas al Estado, que no ha intervenido mucho en este proceso, más allá de facilitarlo con el Decreto antes mencionado. No tenemos cifras oficiales que nos permitan plantear con mayor fuerza ciertas ideas, pero tenemos una serie de hipótesis y los y las investigadores/as estamos, cada vez más, mirando y estudiando la actuación del sector privado en el campo educativo. Lo que sí hemos encontrado es que el mercado de la educación privada es extremadamente heterogéneo y está sumamente estratificado. Hay escuelas de muy alto costo para las familias más ricas y escuelas de muy bajo costo para las familias más pobres. No se puede hablar del mercado educativo como una sola cosa. Además el proceso de crecimiento de la oferta privada se ha dado un contexto de baja regulación efectiva. El Estado no recoge información de manera regular sobre las escuelas privadas y no hay procesos de supervisión. Eso tiene un impacto importantísimo porque hay una gran cantidad de niños y niñas que están accediendo a esos servicios de educación privada que están por debajo de estándares mínimos de calidad.

Hay otro tema que valdría la pena plantear aquí. Sabemos por la literatura internacional y por lo que vamos mirando para el caso peruano, que los mercados educativos tienden a generar segregación, y que los contextos educativos altamente segregados tienen un impacto particularmente negativo para aquellos/as niños y niñas que se quedan concentrados en escuelas con pares muy parecidos. En este caso la segregación se da no solo al interior del sector privado, sino que el tránsito masivo de estudiantes, en especial de clases medias, hacia la educación privada contribuye a la segregación de los estudiantes que asisten a la escuela pública.

 

¿Además de la segregación, te parece que las escuelas privadas de bajo costo pueden tener otros impactos negativos para la calidad educativa, la equidad y la inclusión?

Balarin – Sí. Para empezar, necesitamos saber mucho más sobre lo que ocurre en esas escuelas. Sabemos un poco sobre lo que nos dicen las familias en cuanto a qué cosas están pasando en el mercado educativo y sus experiencias son muy diversas. Hay desde familias que acceden al mercado educativo con mucha ilusión y mucho esfuerzo, pero que ante determinados problemas se dan cuenta de que están extremadamente desprotegidas, hay familias que apuestan por una educación de calidad pero no tienen idea de cómo analizar si las escuelas les están ofreciendo una educación de calidad, o no.

Por otro lado, en lo que refiere a la equidad y a la inclusión, las escuelas de bajo costo y sobre todo el proceso de privatización por defecto, que conduce a un sistema tan estratificado y segregado, nos muestran que se está reproduciendo activamente la desigualdad educativa y eso tiene implicancias muy serias para la equidad y la inclusión.

 

¿Tienes la información sobre qué grupos económicos son los que se benefician actualmente con los lucros generados por la oferta de este tipo de escuelas privadas de bajo costo?

Balarin – Por el grado de prosperidad del mercado educativo aquí, yo no hablaría de grupos económicos que se benefician de la educación privada de bajo costo. Creo que hay una serie de grupos económicos más vinculados a las escuelas orientadas a la clase económica media emergente, que en efecto se están beneficiando fuertemente de este marco tan desregulado de inversión en la educación privada. Es lo mismo que estamos viendo en el caso de la educación superior, donde se han hecho fortunas a partir de la inversión en servicios de educación superior privada. Hay grandes grupos, pero más orientados a la clase media emergente, que están vinculados a consorcios que invierten en educación.

En el caso de la educación privada de bajo costo es distinto, porque son pequeños emprendedores que ven más una oportunidad de negocio en este campo. No se trata de un mercado tan corporativo. Es, por ejemplo, el profesor que decide crear una escuela y lo hace casi como un emprendimiento familiar. Esa es la característica del mercado de educación de bajo costo en el país.

 

¿Hasta qué punto el modelo de educación privada de bajo costo puede amenazar la realización del derecho humano a la educación?

Balarin – En la medida que contribuye a la generación y reproducción de un sistema segregado y altamente estratificado, en que los y las niños y niñas más pobres están agrupados en estas escuelas de bajo costo, donde reciben una educación de mala calidad. Creo que esto tiene un impacto muy fuerte en el derecho a la educación. Por otro lado, un sistema educativo que tiene estas características limita la función de la escuela como espacio de construcción de ciudadanía, no solo a partir de la enseñanza formal, sino a partir de la convivencia con otros/as diferentes a uno/a.

A su vez, tiene un impacto sobre el derecho a la educación porque, a partir de la literatura internacional, sabemos que la composición social de la escuela, la característica del alumnado, y sobre todo la concentración de estudiantes pobres en determinado tipo de escuela generan una serie de dinámicas externas que impactan en la calidad educativa. Este fenómeno de la privatización por defecto tiene un impacto muy fuerte sobre el derecho a la educación.

 

¿Qué se puede hacer para revertir este proceso y para fortalecer una educación pública y gratuita para todas la personas en el Perú?

Balarin – Es un tema complejo, frente al cual pensar en políticas específicas para revertir ese proceso es algo complicado. Creo que se debería dar a conocer lo que está pasando con el mercado de la educación privada en el país, y esto pasa por un tema clave, que es la generación de información. Tenemos que poner en la agenda pública el debate sobre el mercado de educación privada, que no es responsabilidad exclusiva del Estado, pero sobre el cual el Estado tiene responsabilidad. Y esa responsabilidad se puede traducir, por un lado, en una regulación efectiva, pero se debería traducir también en el tema clave de la generación de información. Por otro lado hay que evitar los análisis simplistas del mercado de la educación privada.

Cuando hablamos de la educación privada, no podemos hablar que la educación privada es buena o mala en términos generales, como si fuera un solo fenómeno. Eso hace que, con frecuencia, el debate sobre la educación privada sea fuertemente polarizado e ideologizado. Creo que hay que complejizar ese debate y empezar a llamar la atención sobre las consecuencias que se derivan de la segregación para la calidad y la formación de ciudadanía en las escuelas. Es necesario que las personas empiecen a cuestionar ese imaginario común de que “lo privado es mejor” y que empiecen a problematizar este tema.

En términos de políticas, creo que a partir de la generación de información e investigaciones, se pueden generar procesos de valoración de la escuela pública que permitan atraer a las clases medias de nuevo al sistema público. Hoy en día, además del crecimiento de la oferta de escuelas de bajo costo para familias con menos recursos, se observa que las clases medias están migrando de manera masiva al sector privado. Eso pone en riesgo a la escuela pública. En este momento, hay algunas cosas que se están poniendo en marcha desde el Ministerio de Educación y apuntan en ese sentido. Hay un proceso de reforma de la educación secundaria, con ampliación de jornada y elementos que están apuntando mucho a las demandas de las familias sobre la educación privada. Hay algunos procesos en relación a la escuela primaria que también van en ese sentido, todavía de manera incipiente. Hay evidencia, aún anecdótica, que pareciera indicar que a partir de estos procesos algunas familias están empezando a regresar a la escuela pública, aunque esto es algo que habría que mirar de forma más rigurosa y promover de forma más explícita.

 

¿Sobre las políticas educativas que, bajo demanda de las familias, han impulsado cambios en lo público para contrarrestar el crecimiento de la educación privada, cuál es el riesgo de que ese tipo de política acerque la escuela pública al modelo de la escuela privada, en cuanto a los contenidos, las relaciones entre las personas, los ranking, la competencia y los modelos empresariales de educación?

Balarin – Puede ser un riesgo, sí y no. Las iniciativas de revalorización de la escuela pública no necesariamente pasan por esos elementos, pueden ir por el lado de cosas tan básicas como la infraestructura de la escuela. En el marco del estudio que realicé, he trabajado con un grupo de familias, e identifiqué que lo que piden las familias son cosas muy básicas, como escuelas primarias con un número menor de alumnos por docente, una educación más centrada en los y las estudiantes y su bienestar, docentes preparadas/os para responder a problemas como el bullying, y la seguridad de sus hijos/as. Estas demandas no necesariamente pasan por la discusión de un modelo empresarial de educación. Lo que las familias empiezan a valorar apunta hacia otra dirección, que no necesariamente es el modelo de calidad que impone la educación empresarial.

 

¿En cuanto a la ideología dominante de que la educación privada tiene mejor calidad que la pública, piensas que los medios de comunicación han contribuido en ello? ¿El estudio llegó a analizar o cuestionar el papel de los medios en este imaginario?

Balarin – Creo que el papel de los medios de comunicación ha sido clave. En algunos medios, es muy clara la posición ideológica en cuanto a la necesidad de fortalecer los mercados educativos e introducir mecanismos de mercado en la educación. En Perú, hay un espacio que se llama Conferencia Anual de Empresarios por la Educación, que tiene mucha visibilidad pública y está dominado por empresarios del campo educativo, cuyo discurso está articulado a la defensa de la promoción de la educación privada.

La voz crítica es una voz con menos fuerza en la argumentación concreta y te diría, más moralista. Es la voz que se escandaliza de lo privado pero que no necesariamente muestra claramente, con argumentos, por qué los mercados educativos son problemáticos. Creo que en los medios, efectivamente, la voz predominante es la voz a favor del mercado en la educación. Incluso en aquellos medios donde aparecen voces más críticas, esas voces tienden a ser menos articuladas que las primeras. Hay que impulsar la mejora del debate público sobre estos temas.

 

FUENTE DEL ARTÍCULO:

http://privatizacion.campanaderechoeducacion.org/las-escuelas-privadas-de-bajo-costo-contribuyen-a-la-generacion-y-reproduccion-de-un-sistema-educativo-segregado-y-altamente-estratificado/

FUENTE DE LA IMAGEN:

https://hansmejiaguerrero.files.wordpress.com/2016/05/screen-shot-2016-05-05-at-11-34-48-pm-720×912.png?w=665

 

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Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

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