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Medio Oriente. Mikel Ayestaran: “La única arma de construcción masiva que conozco es la educación”

Medio Oriente/13 de junio de 2017/Autor. Juan Caros Gonzáez/Fuente: http://www.bez.es

 

Mikel Ayestaran (Beasain, 1975) cuenta las horas para volverse a Jerusalén. Ahí le espera su familia y un buen puñado de historias que contar. Tras más de 10 años de trayectoria internacional, la mente de este periodista donostiarra se aleja de la de un cronista de oficina. “Tenía una de las mejores ciudades de España para vivir que es San Sebastián, un puesto de trabajo en un periódico que sigue funcionando bien, pero no me podía dar lo que yo quería».

Viajes de ida y vuelta por Oriente Medio, por países que se convierten en catorce capítulos. Así fue construyendo lo que hoy es su «crónica de crónicas». Un reto llamado Oriente Medio, Oriente roto. Tras las huellas de una herida abierta (Editorial Península) en el que los protagonistas son los lugares y las personas. “No es un libro sobre Mikel Ayestaran, es un libro sobre Oriente Medio”, cuenta a bez.es

Deja bien claro que no quiere contar batallitas y se confiesa “nada peliculero”, su único objetivo es sorprender al lector “rompiendo las normas de estilo” que usa día a día utilizando la primera persona y el presente.

El foco en las personas que sufren la guerra

Un relato impresionante hecho de forma casera y muy personal. “La foto de portada es de mi Palmira, del primer viaje que hice”. Una antigua ciudad histórica siria, ahora destruida por el Estado Islámico. “Nos fijamos siempre en Alepo, Palmira, las grandes fotografías son siempre esas, pero la auténtica destrucción que se está produciendo en la región es el fraccionamiento total y el final de la convivencia entre confesiones y entre etnias”. Ayestaran quiere que los paisajes se recuerden como se conocieron desde un inicio, pero sobre todo que se ponga el foco en las personas que en ellos habitan.

Donald Trump va a mandar miles de soldados a Afganistán. Pero, ¿acaso les ha preguntado a los afganos lo que necesitan?

Mikel Ayestaran

La herida que protagoniza estos relatos y que indigna al mundo puede acabar, no es ninguna utopía, solo hace falta voluntad. Ayestaran levanta la voz, con rabia y recuerda cuál debe ser la solución más inmediata.

 ¿Qué pasos podría dar la comunidad internacional para mejorar la situación en la zona?

El primer paso es el más fácil de todos, dejar de exportar armas y soldados a una región donde lo que sobran son armas y soldados. El resultado de las invasiones que se han llevado a cabo desde 2001 es patético. Hay que apostar por un tipo de cooperación y ayuda a largo plazo insistiendo en la base de lo que tiene ser la única arma de construcción masiva que conozco, que es la educación. Donald Trump, por ejemplo, va a mandar miles de soldados a Afganistán. Pero, ¿acaso les ha preguntado a los afganos lo que necesitan?

Grabar lo que pasa o vivir el momento

El periodista de Vocento y la televisión autonómica vasca (EITB) es multimedia pero admite que hay veces que las nuevas tecnologías le agobian. “Trabajar en multiformato muchas veces te martiriza”. Tras años y años escuchando consejos para transformarse ante un futuro irremediablemente digital, Ayestarán reconoce que esto es ya el presente.

Tiene Twitter y graba vídeo, pero hay cosas del día a día de este reportero que no vemos ni leemos. «He vivido momentos en los que digo, joder esto lo quiero para mí y ni foto, ni Facebook Live, ni nada. Apago lo que tengo y disfruto. El que quiera vivir esto que venga». Entre sentimientos recuerda la caída de Mubarak. Estaba en una cafetería junto a la plaza Tahrir de El Cairo y al enterarse lo primero que hizo fue abrazar a su intérprete, un momento que solo está en el recuerdo de Ayestaran.

Extracto de Oriente Medio, Oriente roto. Tras las huellas de una herida abierta.

Mikel Ayestaran

«El doctor Flayeh al Mayali es “mi padre” en Irak. Las palabras “traductor”, “intérprete” o fixer se quedan cortas para definir a uno de los personajes más entrañables que me he encontrado desde que trabajo en zonas de conflicto” […] Durante la época de Sadam Husein ya acompañaba a periodistas y colaboraba con la embajada española, pero tras la guerra se convirtió en los ojos de enviados especiales de diferentes medios, y también colaboró con las tropas españolas hasta que a finales de 2003 fue detenido y acusado de “colaborador necesario”

 ¿Por qué son tan importantes los intérpretes para un corresponsal de guerra?

En primer lugar, por el lenguaje. No solamente te traducen, también te interpretan la realidad de su país y sobre todo te tienen que dejar muy claro a donde no puedes ir. Siempre que voy a un lugar de estos tengo tres reglas: seguridad, seguridad y seguridad. Después trabajamos. 

 El mayor reto informativo de Ayestaran es y seguirá siendo Siria, “tanto por la opacidad del país, como por el poco conocimiento que hay de la zona o la exagerada publicidad y propaganda que hay desde uno y otro lado”

De él dice Ramón Lobo, otro gran cronista internacional, que elige sitios «a los que no va casi nadie». Afganistán, Libia, Irak, Egipto, Líbano, Yemen… pero su mayor reto informativo es y seguirá siendo Siria, “tanto por la opacidad del país, como por el poco conocimiento que hay de la zona, por lo difícil que ha sido trabajar durante todo el conflicto y por la exagerada publicidad y propaganda que hay desde uno y otro lado”.

En su mente tiene otro gran reto personal que le hace sonreír entre tanta crudeza. La revista 5W junto a buenos periodistas, pero sobre todo “buenas personas” como Xavier Aldekoa. “Al principio nos decían: estáis pirados, la información internacional no interesa, pero somos ahora nosotros y miles de pirados que han comprado la revista, que están suscritos, que están siguiendo en Twitter…. Y el arco se va ampliando”. Esperanza ante el periodismo que vivimos. “Al final es importante que nos juntemos para este tipo de cosas y no solo para tomar cañas”, dice entre risas.

Tras años de recorrido, este periodista de raza tiene “más preguntas que respuestas”. Quizá esas mismas dudas las resuelva viviendo nuevas experiencias. Que así sea Mikel, por el bien del periodismo, pero, sobre todo, por el bien de la gente de Oriente Medio.

Fuente de la Noticia:

http://www.bez.es/625795493/Mikel-Ayestaran-La-unica-arma-de-construccion-masiva-que-conozco-es-la-educacion-.html

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Trump Versus Comey: The Politics of Lawlessness, Lying and Fake News

by Henry A. Giroux
Contributing editor

Donald Trump’s firing of James Comey as the director of the FBI has caused a firestorm around the country, but for the wrong reasons. Rather than see Trump’s actions as another example of the unraveling of a lawless and crooked government, the mainstream press largely focused on the question of whether Trump or Comey are lying. Even worse, the debate in some quarters has degenerated into the personal issue and question of whose side one is on regarding the testimony.  Testifying before a Senate Intelligence Committee, Comey claimed that in meetings with the president, Trump had not only asked him if he wanted to keep his job, but also demanded what amounted to a loyalty pledge from him. Comey saw these interventions as an attempt to develop a patronage relationship with him and viewed them as part of a larger attempt to derail an FBI investigation into National Security Adviser Michael Flynn’s links to Russia. What Comey implies but does not state directly is that Trump wanted to turn the FBI into the loyal arm and accomplished agent of corrupt political power.

Comey also stated that he did not want to be alone with the president, going so far as to ask Jeff Sessions, the Attorney General to make sure in the future that such meetings would not take place because he did not trust Trump.  Comey also accused Trump of lying about the FBI being in disarray, slandering him, and misrepresenting the reasons for his firing.  And most importantly, Trump had possibly engaged in an obstruction of justice. In fact, Comey was so distrustful of Trump that he took notes of his exchanges with him and leaked the content of some of the memos to a friend at Columbia University who passed on the contents to a reporter at The New York Times. Comey stated outright he leaked the information because he thought Trump would lie about their conversations and that he wanted to prompt the appointment of a special counsel.

Suffering from what appears to be malignant narcissism and a pathological contempt for the truth, Trump has tweeted that Comey’s testimony had vindicated him and that Comey was a liar and a leaker. Of course, Trump made no mention of the fact that Comey leaked non-classified information because he did not trust anyone at the Department of Justice, especially since it was  led by Trump’s crony, Jeff Sessions. Since it goes without question that Trump is a serial liar, there is a certain irony in Trump accusing Comey, a lifelong Republican and highly respected director of the FBI, of lying. As Mehdi Hasan, appearing on Democracy Now, observes:

            From a political point of view, we know that one of the biggest flaws in Donald Trump’s presidency, his candidacy, his ability to be president, is that he’s a serial fabricator. Now you have the former top law enforcement officer of this country going in front of the Senate, under oath, saying he—that, you know, “Those are lies, plain and simple,” he said, referring to Trump’s description of his firing. He said, “I was worried he would lie.” He says, “I was worried about the nature of the man.” …And there was a quite funny tweet that went viral last night, which said, you know, “Trump is saying he’s a liar. Comey is saying Trump’s a liar. Well, who do you believe? Do you believe an FBI director who served under two—who served under three presidents from two parties? Or do you believe the guy who said Obama was born in Kenya? And, you know, that’s what faces us today.” [1]

Let’s be clear. Trump is a salesman and a bully. He constantly assumes the macho swagger of a loud TV used car salesman in an annoying commercial while at the same time, as Rebecca Solnit observes, he bullies facts and truths as well as friends and acquaintances. He is obsessed with power and prides himself on the language of command, loyalty, and humiliation. His biggest fear is that the United States still retains the memory of a real democracy.

Trump cannot be trusted because he not only infects political discourse with a discourse of hate, bigotry, and lies, but also because he has allowed an ideology to take over the White House built on the use of a species of fake news in which the truth is distorted for ideological, political, or commercial reasons. Under the Trump administration, lying and fake news have become an industry and tool of power. All administrations and governments lie, but under Trump lying has become normalized, a calling card for corruption and lawlessness, one that provides the foundation for authoritarianism.

A democracy cannot exist without informed citizens and public spheres and educational apparatuses that uphold standards of truth, honesty, evidence, facts, and justice. Under Trump, fake news has become a weaponized policy for legitimating ignorance and civic illiteracy. Not only has Trump lied repeatedly, he has attacked the critical media, claimed journalists are enemies of the American people, and argued that the media is the opposition party. There is more at stake here than the threat of censorship or the normalization of lying, there is also an attack on traditional sources of information and the public spheres that produce them. Trump’s government has become a powerful disimagination machine in which the distinction between fact and fiction, reality and fantasy are erased. Trump has democratized the flow of disinformation and in doing so has aligned himself with a culture of immediacy, sensationalism, and theater where thoughtful reading, informed judgments, and a respect for the facts disappear. Trump’s propagation of fake news as a way to discredit facts, if not thinking itself, operates in the service of violence because it infantilizes and depoliticizes the wider public creating what Viktor Frankl has called in a different context, “the mask of nihilism.”[2]  Trump capitalizes on a digital culture of immediacy and short attention spans in which complexity collapses in a barrage of tweets and the need for a narrative that offers a sense of consistency, a respite from fear, and a vision of the future in which people no longer experience a sense of invisibility.

Trump’s attack on Comey goes beyond a personal insult and act of egregious lying if not an obstruction of justice, it is also a register of his attempt to discredit criticism and the shared public reality among institutions that is central to a democracy. In an age in which the dissolution of public goods and the public sphere have been underway since the late 1970s, Trump attempts to both depoliticize and bind the American people through a kind of dystopian legitimacy in which words no longer matter and anything can be said functions largely to undermine the capacity for truth telling and political speech itself.  Under the Trump regime, consistent narratives rooted in forms of civic illiteracy and a deep distrust of the truth and the ethical imagination have become the glue of authoritarian power. All of which is reinforced by a disdain for measured arguments, an embrace of the spectacle, and an alignment with a banal theater of celebrity culture. In this context, rumors are more important than truth telling and in this theater of the absurd society loses its auto-immune system as a safeguard against lies, corruption, and authoritarianism. In a culture of short attention spans, Trump provides the lies and theater that offer up a tsunami of misrepresentations and values in which thinking is done by others, power is exercised by a ruling elite, and people are urged to dispense narrating their  own experiences and give up their ability to govern rather than be governed. Trump offers his followers a world in which nothing is connected, diversion functions as theater, destabilized perceptions reinforce a politics that turns into a pathology and community becomes dystopian, unconnected to any viable democratic reality.

Roger Berkowitz in a brilliant analysis of Trump and his followers that draws upon the work of Hannah Arendt argues that his supporters don’t care about his lies or immunity to facts. What they prefer is a consistent narrative of a reality in which they are a part. Berkowitz is worth citing at length. He writes:

The reason fact-checking is ineffective today — at least in convincing those who are members of movements — is that the mobilized members of a movement are confounded by a world resistant to their wishes and prefer the promise of a consistent alternate world to reality. When Donald Trump says he’s going to build a wall to protect our borders, he is not making a factual statement that an actual wall will actually protect our borders; he is signaling a politically incorrect willingness to put America first. When he says that there was massive voter fraud or boasts about the size of his inauguration crowd, he is not speaking about actual facts, but is insisting that his election was legitimate. ‘What convinces masses are not facts, and not even invented facts, but only the consistency of the system of which they are presumably part.’ Leaders of these mass totalitarian movements do not need to believe in the truth of their lies and ideological clichés. The point of their fabrications is not to establish facts, but to create a coherent fictional reality. What a movement demands of its leaders is the articulation of a consistent narrative combined with the ability to abolish the capacity for distinguishing between   truth and falsehood, between reality and fiction.[3]

As important as the Trump-Comey affair is, it runs the risk of both turning politics into theater and reinforcing what Todd Gitlin refers to as Trump’s support for an “apocalyptic nationalism, the point of which is to belong, not to believe. You belong by affirming. To win, you don’t need reasons anymore, only power.”[4] Trump values loyalty over integrity and he lies in part to test the loyalty of those who both follow him and align themselves with his power. The Trump-Comey affair must be understood within a broader attack on the fundamentals of education, critical modes of agency, and democracy itself.  This is especially important at a time when the United States is no longer a functioning democracy and is in the presence of what Zygmunt Bauman and Leonidas Donskis refer to as “the emergence of modern barbarity.”[5]  Trump’s discourse of lies, misrepresentations, and fakery give new meaning to what it means to acknowledge that education is at the center of politics because it is crucial in the struggle over consciousness, values, identity, and agency. Ignorance in the service of education targets the darkness and reinforces and thrives on civic illiteracy. Trump’s fake news machine is about more than lying, it is about using all of the tools and resources for education to create a dystopia in which authoritarianism exercises the raw power of ignorance and control.

Artists, educators, young people, and others need to make the virtue of truth-telling visible again. We need to connect democracy with a notion of truth-telling and consciousness that is on the side of economic and political justice, and democracy itself. If we are going to fight for and with the powerless, we have to understand their needs, speak to and with them in a language mutually understandable, and create narratives in which they can both identify themselves and the conditions through which power and oppression bear down on their lives. This is not an easy task, but nothing less than justice, democracy, and the planet itself are at risk.

 


 

[1] Amy Goodman, “Is the President a “Serial Fabricator”? Fired FBI Director Comey Says Trump Repeatedly Lies,” Democracy Now (June 9, 2017). Online: https://www.democracynow.org/2017/6/9/is_the_president_a_serial_fabricator

[2] Tom McWilliam, “Death of the Word?,” Arena Magazine, Issue No. 134, (April/May 2015), 41.

[3] Roger Berkowitz, “Why Arendt Matters: Revisiting “the Origins of Totalitarianism”,” Los Angeles Review of Books, [March 18, 2017].Online: https://lareviewofbooks.org/article/arendt-matters-revisiting-origins-totalitarianism/

[4] Todd Gitlin, “The Management of Unleashed Insanity,” CommonDreams (March 17, 2017). Online: http://www.commondreams.org/views/2017/03/17/management-unleashed-insanity

[5] Zygmunt Bauman and Leonidas Donskis, Liquid Evil (London: Polity, 2016), p. 79.

Source:

http://ragazine.cc/2017/06/henry-giroux-trump-vs-comey/

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Costa Rica: Estudiantes de la UCR protestan por inseguridad en campus Rodrigo Facio.

Centro America/Costa Rica/30.05.2017/Autor y Fuente:http://semanariouniversidad.ucr.cr/

Con carteles y pancartas, alrededor de 70 personas protestaron el pasado lunes por la mañana frente a la Rectoría de la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica (UCR) con el fin de mostrar su descontento por la inseguridad en el campus universitario.

La marcha estudiantil se organizó luego de que, desde el 19 de abril pasado, se reportaran cinco asaltos a mujeres dentro del campus estudiantil Rodrigo Facio y que tres de esos ataques tuvieran, además, denuncia por abuso sexual.

El jueves de la semana pasada, las autoridades de seguridad de la UCR lograron capturar a dos hombres sospechosos de cometer los asaltos y abusos dentro del campus. Los sujetos se encuentran bajo las órdenes del Ministerio Público.

A ellos se los detuvo en un operativo en el que participaron doce agentes de seguridad universitaria encubiertos, y que se inició tras recibir la primera denuncia en el mes de abril.

Además de marchar, los estudiantes presentaron algunas peticiones a las autoridades universitarias para que se mejore la seguridad en la institución.

Los manifestantes pidieron mayor presencia de seguridad interna en zonas poco transitadas, mayor iluminación en todo el campus, atención psicológica de las víctimas en este tipo de situaciones e información a tiempo real de eventos que pongan en riesgo la integridad de la comunidad universitaria.

La organizadora de la marcha y miembro del Movimiento “Ni Una Más”, Madeline Soto, mostró su indignación ante la oleada de hechos delictivos que aquejan a la población estudiantil.

“Yo todos los días salgo a la calle con miedo, me subo a un taxi y me da miedo que me violen o que me pase algo. Me acosan por cada esquina por la que paso y ahora todo ese miedo llega hasta la Universidad. Yo necesito caminar segura, sentirme segura dentro de la U, y además saber que no me van a hacer daño a mí o a otra compañera”, señaló Soto.

A ella se sumó la joven estudiante Daniela Miranda, quien pese a estar consternada por los actos de violencia que se han dado durante los últimos días, ve en estos hechos una oportunidad para provocar una transformación social.

“Yo me he sentido bastante impactada porque siempre consideré que la Universidad era una zona segura. A pesar del dolor y la indignación que generan estos actos, creo que es una oportunidad para que las mujeres nos empoderemos, nos solidaricemos y exijamos una transformación real que nos asegure tener una vida libre y sin miedo”, adujo Daniela Miranda.

Falta de iluminación

Para los estudiantes, la inseguridad en la UCR se incrementó debido a la poca iluminación que tienen ahora algunas zonas donde se están realizando construcciones.

El director de la Oficina de Servicios Generales, Jeffrey Dimarco, apoyó esta hipótesis y señaló que ya se encuentran tomando medidas para disminuir el problema y mejorar la iluminación.

“En este momento la Universidad se encuentra realizando una serie de construcciones por todo el campus, por lo cual algunas zonas resultan más inseguras y oscuras. Ya instalamos luminarias móviles alrededor del Centro de Informática, y también por Educación e Ingeniería hace algún tiempo”, explicó Dimarco.

Dimarco también fue enfático al señalar que los eventos ocurridos no son un común denominador dentro de la institución, y que ahora lo que se debe hacer es tomar acciones para mermar la inseguridad.

“El campus no es inseguro. Sin minimizar lo que ha ocurrido, lo que pasó son eventos reprochables pero aislados de la cotidianidad de la Universidad. No por ser aislados se les debe restar importancia. Lo que sigue es hacer un análisis de lo que pasó y de las vulnerabilidades. Debemos ser proactivos en el fortalecimiento de la seguridad de la institución”, dijo el jerarca de la Oficina de Servicios Generales.

Peticiones acogidas

Luego de la marcha del pasado lunes, el rector de la UCR, Henning Jensen Pennington, sostuvo una reunión con autoridades universitarias y miembros del Movimiento “Ni Una Más”, quienes le presentaron algunas peticiones para así reforzar la seguridad a las mujeres en la institución, y mejorar el acompañamiento a las víctimas de hostigamiento sexual en el campus.

Durante la reunión, Jensen mostró total anuencia y apoyo a la comunidad universitaria. Para él, este pedido es completamente razonable y oportuno.

“Ya hemos tomado medidas que consideramos necesarias para contrarrestar la violencia física y simbólica en el campus, incluyendo rondas de seguridad con oficiales, con cámaras de video, con iluminación en áreas oscuras e incluso alarmas. Sin embargo, acogemos las solicitudes de este grupo de jóvenes y nos comprometemos a seguir construyendo una cultura de paz que nazca desde la Universidad y que se extienda hacia las comunidades que la rodean”, aseveró Jensen.

El máximo jerarca de la UCR expresó también su dolor y apoyo rotundo a las mujeres que fueron víctimas de los actos violentos sucedidos en los últimos días.

“Siento una inmensa empatía por las víctimas. Celebro la manifestación de las estudiantes y haré todo lo posible por lograr mayor seguridad en nuestros campus, pero siempre consciente de que somos una universidad que no debe responder a una lógica represiva ni autoritaria, sino hacer aún mayor énfasis en valores y acciones que favorezcan la paz y la vida”, exteriorizó el rector.

Problema mundial

La inseguridad universitaria es un fenómeno que no solo aqueja a Costa Rica, sino que también es una preocupación presente en otras latitudes alrededor del mundo.

Al caso de la UCR se suman otros similares en la Universidad Autónoma de México (UNAM), donde el pasado miércoles 3 de mayo, fue hallado sin vida el cuerpo de Lesvy Osorio. La víctima, quien era estudiante, fue estrangulada con un cable de teléfono público.

Como resultado de este violento hecho, alrededor de dos mil personas marcharon en la UNAM para “exigir justicia y una universidad segura”.

Por otra parte, la Universidad de Stanford en California, estuvo sumida en la polémica el año pasado, luego de que la exestrella de natación del centro educativo, Brock Turner, violara a una estudiante cerca de las residencias estudiantiles.

El hombre fue hallado culpable en junio del 2016 y tres meses después salió de prisión bajo libertad condicional.

Como parte del ejercicio de la autonomía universitaria, la UCR no permite el ingreso de cuerpos de seguridad ajenos al centro educativo. Usualmente, cuando es necesario la entrada de policías o agentes del OIJ, estos deben coordinar con las autoridades universitarias antes de atravesar el campus.

Fuente:http://semanariouniversidad.ucr.cr/universitarias/estudiantes-la-ucr-protestan-inseguridad-campus-rodrigo-facio/

Imagen:http://semanario-universidad.pvnhn103jhiwdsgd0rcgye7.netdna-cdn.com/wp-content/uploads/U-81-Marcha-1-750×478.jpg


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Escuelas chinas reforzarán manejo de riesgos de seguridad

China/08 mayo 2017/Fuente: spanish.china

Las autoridades chinas incluirán al manejo de riesgos de seguridad como una medida para evaluar las escuelas primarias y secundarias y jardines de niños, dijo hoy un funcionario del Ministerio de Educación.

Las escuelas y jardines de niños deberán colocar instalaciones antichoques en las entradas de las escuelas si las condiciones lo permiten, dijo el funcionario Wang Daquan en conferencia de prensa. Los directores de escuelas y jardines de niños deben ser responsables de la seguridad de la escuela.

Los departamentos educativos deben coordinarse con los departamentos correspondientes para preparar libros guía para prevenir y controlar el acoso y violencia, indicó Wang, quien hizo referencia a una directriz publicada recientemente por el Consejo de Estado.

Las escuelas deben adquirir un seguro de responsabilidades y las organizaciones sociales son alentadas a establecer fondos de riesgo sobre seguridad en las escuelas o fundos de ayuda para los estudiantes.

Fuente noticia: http://spanish.china.org.cn/science/txt/2017-05/04/content_40748906.htm

Fuente imagen: http://i158.photobucket.com/albums/t101/xgu/364wushisizhongxue.jpg

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“El Imperio de la Vigilancia”: La batalla por los derechos cívicos en la era digital

Ignacio Ramonet

“Hoy todos los estadounidenses están bajo escucha”.
Edward Snowden

A nuestro alrededor merodea permanentemente un Big Brother que quiere saberlo todo de cada uno de nosotros, y clasificarnos en función de los “riesgos potenciales” que podríamos presentar. Esta vigilancia masiva ha sido siempre la gran tentación de los poderes autoritarios. En este sentido, algunos regímenes del pasado permanecen definitivamente asociados a prácticas secretas de intromisión en la vida de las personas. Pensamos sobre todo en el III Reich hitleriano y en el Estado estalinista. En su novela 1984, George Orwell se burló especialmente de este último. Más próxima a nosotros, la película La vida de los otros[1] ha estigmatizado el sistema de vigilancia generalizada en la antigua República Democrática Alemana (RDA), implantado por el Ministerio para la Seguridad del Estado, más conocido como Stasi.

Estos regímenes eran dictaduras. Pero, en nuestros días, son democracias las que han levantado sofisticadas redes de vigilancia clandestina, a veces en contradicción con sus propias tradiciones. En este sentido, hay que recordar que el acto fundador de los Estados Unidos fue la revuelta de los colonos norteamericanos contra una ley inglesa que autorizaba la violación de la vida privada. La explosión de cólera desembocó en la revolución norteamericana de 1776. La cuarta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos protege siempre a los ciudadanos estadounidenses contra cualquier abuso de una administración que quisiera someterlos a una violación ilegal de su intimidad: “No será violado el derecho de los ciudadanos a la seguridad de sus personas, domicilios, documentos y bienes; contra cualquier registro o detención arbitrarios …”.

El auge de Internet y de las nuevas redes electrónicas ofrece actualmente a los principales servicios estatales de escucha de las comunicaciones –la NSA, en los Estados Unidos; el GHCQ, en el Reino Unido; la DGSE, en Francia; el CNI en España-, una inesperada ocasión para instaurar fácilmente una vigilancia sistemática y generalizada de todas las protestas políticas y sociales. Precisamente porque Internet ya no es ese espacio de libertad descentralizado que permitiría escapar a la dependencia de los grandes medios de comunicación dominantes. Sin que la mayoría de los internautas se haya dado cuenta, Internet se ha centralizado en torno a algunas empresas gigantes que lo monopolizan y de las que ya casi no se puede prescindir.

No se vio venir la centralización de Internet –confirma Laurent Chemla, uno de los pioneros de la Internet militante en Francia. No entendimos que el modelo económico de publicidad-contra-gratuidad crearía un peligroso fenómeno de centralización, porque los anunciantes tienen interés en trabajar con los más grandes, aquellos que tienen más audiencia. En la actualidad, hay que conseguir ir en contra de esta lógica, para descentralizar de nuevo Internet. La opinión pública debe comprender que la gratuidad conlleva una centralización tal de Internet que, poco a poco, el control se vuelve más fuerte y la vigilancia se generaliza[2].

Otro cambio: hoy la vigilancia se basa esencialmente en la información tecnológica, que es automática, más que en la información humana. Como en Minority Report, es el “predelito” lo que a partir de ahora se persigue. Para “anticiparse a la amenaza”, las autoridades tratan de “diagnosticar la peligrosidad” de un individuo a partir de elementos de sospecha, más o menos comprobados. Con la paradójica idea de que, para garantizar las libertades, hay que empezar por limitarlas.

Retorno del determinismo genético

En el nuevo Estado de vigilancia, toda persona es considerada sospechosa a priori. Sobre todo, si las “cajas negras algorítmicas” la clasifican mecánicamente como “amenazante” después de analizar sus contactos y sus comunicaciones.

Esta nueva teoría de la seguridad, que es una variante del funesto determinismo genético, considera que el ser humano está desprovisto de verdadero libre arbitrio o de pensamiento autónomo. El hombre no sería sino una mera máquina sometida a la influencia de pulsiones de nacimiento y a fatalidades biológicas. Es inútil, por lo tanto, que, para prevenir eventuales derivas, se busque intervenir retroactivamente en el entorno familiar o en las causas sociales. Lo único que ahora quiere el Estado, con la fe puesta en los informes de vigilancia, es reprimir lo antes posible, antes de que se cometa el delito. Esta concepción determinista de la sociedad, imaginada hace más de sesenta años por el excelente escritor estadounidense de ciencia ficción Philip K. Dick, se impone poco a poco en numerosos países, a medida que son golpeados por la tragedia del terrorismo[3].

Metamorfosis de la Justicia

El gran cambio arrancó en los Estados Unidos. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la ley Patriot Act modificó, por primera vez en el seno de una democracia, la relación seguridad/vida privada.

Más que un cambio, explica la jurista francesa Mireille Delmas-Marty, es una auténtica metamorfosis de la justicia penal, y, por extensión, del control social […] La Patriot Act ha hecho posible que, por orden del presidente, emerjan una vigilancia masiva y un régimen penal derogatorio, y que se llegue a amparar el uso de la tortura e incluso la organización de asesinatos selectivos […] Se ha pasado muy rápidamente a una “guerra contra el terrorismo” desplegada sobre el conjunto del planeta; primero, con la apertura del campo de concentración de Guantánamo fuera del territorio de los Estados Unidos; y, más tarde, con la “tela de araña” estadounidense, denunciada en 2006 por el Consejo de Europa: el mapa de centros secretos de detención en todo el mundo y las transferencias ilegales de detenidos[4].

Otras democracias han imitado a los Estados Unidos. De la Terrorism Act[5], en el Reino Unido, a la ley Renseignement, en Francia, pasando por la Ley de Seguridad Ciudadana[6], en España, se ha multiplicado la legalización de la vigilancia clandestina de masas. Expresar en Internet una simple intención de cometer un acto “irregular” puede llevar hoy, en algunos países democráticos, a la detención del internauta[7]. Lo cual es contrario a uno de los principios fundadores de la Justicia penal moderna. El jurista Beccaria[8] estableció, en el Siglo de las Luces, que para declarar “criminal” a una persona, primero tiene que haberse cometido realmente el crimen, o al menos haberse iniciado su ejecución.

La cuestión de la libertad

Nada que hacer: nuestro uso de Internet nos delata. Lo cual ha llevado a Julian Assange a decir: “Internet ha sido transformado para convertirse en el más peligroso vehículo del totalitarismo que jamás hayamos conocido”. La red es “de ahora en adelante una amenaza para la civilización humana[9]”.

Porque, hay que admitir finalmente que, con la centralización de Internet, la “democracia digital”, en la que se pudo creer en los albores, se ha revelado como una impostura y un engañabobos.

La “República digital” –explica François de Bernard—no es el gobierno del interés público por medio de las leyes -lo cual, según Rousseau, constituye la condición, si no la esencia, de toda República-, sino solamente el gobierno de los números, por los números y para los números; el gobierno de las cifras, de lo cifrado y destinado a la cifra, con el fin de que, con un simple clic del ratón, la República pueda ser gobernada con el menor número de obstáculos que pudieran dificultar el despliegue del proyecto de sus dirigentes[10].

Succionados por la dinámica centralizadora, los gobiernos, los servicios de seguridad y las empresas gigantes de la Red se fusionan ante nuestros ojos en un complejo securitario-digital que tiene un objetivo preciso: controlar Internet para controlarnos mejor. En Internet, cada internauta está interconectado y proporciona, en tiempo real, una cantidad incalculable de informaciones personales que ningún Estado ni empresa privada habría soñado nunca en poder recopilar.

Como “un ejército de ocupación” que controla los puntos de paso […], los Estados impiden la independencia de la Red. Llevados al extremo, pueden alimentarse, como sanguijuelas, en las venas y las arterias de nuestras nuevas sociedades, atiborrándose con cada intercambio expresado o comunicado, con cada mensaje enviado y con cada pensamiento “googleado”, y almacenar luego todo este saber –miles de millones de interceptaciones diarias, un poder inimaginable- en centros de procesamiento de datos. Y para siempre.

Frente a este rodillo compresor, muchos ciudadanos tiran la toalla y se resignan a ver amenazada su libertad de expresión y violados sus derechos fundamentales. Están equivocados. Porque la auténtica cuestión no es la vigilancia, sino la libertad, como explica Edward Snowden:

Cuando alguien dice: “No tengo nada que ocultar”, en realidad está diciendo: “Me río de mis derechos”. [..] Si dejáis de defender vuestros derechos pensando: “No necesito mis derechos en este contexto”, ya no se trata de derechos. Los habéis convertido en algo de lo que disfrutáis como de un privilegio revocable por el gobierno […] Y ello reduce el perímetro de la libertad en el seno de una sociedad[11].

Resistir, encriptar

¿Cómo defenderse? En primer lugar, informándose y consultando las numerosas páginas web especializadas en seguridad informática[12]. También uniéndose a las diferentes organizaciones que luchan contra la vigilancia masiva, especialmente WikiLeaks[13] y, en Francia, La Quadrature du Net[14]. Y sobre todo optando, en primer lugar, por la autodefensa mediante la encriptación, o codificación, como nos aconseja Edward Snowden: “La encriptación es una responsabilidad cívica, un deber cívico”.

Solamente la encriptación permite enviar y recibir mensajes de correo electrónico codificados. Impide que una herramienta automática de vigilancia pueda leerlos si los intercepta. Aunque no se tenga nada que ocultar, la encriptación nos ayuda a proteger nuestra vida privada y la de las personas con quienes nos comunicamos. Lo cual hará más difícil el trabajo de los espías del nuevo Complejo securitario-digital.

Aunque muchos gobiernos, sobre todo después de los odiosos atentados del 13 de noviembre en París, están planteándose la prohibición de todo sistema de encriptación de mensajes, las revelaciones de Edward Snowden han permitido la emergencia y la democratización de varias herramientas de encriptación de mensajes SMS y de comunicaciones telefónicas. Por ejemplo: Signal, Telegram, Wickr, TrueCrypt, ProtonMail, Threema, etc.

Oponerse a la vigilancia del Estado, cuando se es inocente, es una lucha política. Y aprender a protegerse es la primera etapa de esta lucha. Después, hay que pasar a la guerrilla digital: engañar a los espías, cegarlos, disimular nuestras conexiones a Internet, cifrar nuestros correos electrónicos, proteger nuestros mensajes. El objetivo es hacer que los algoritmos enloquezcan, crear zonas de opacidad, y escapar a la inspección y al cacheo de los chivatos digitales secretos.

El derecho está de nuestra parte. Una importante sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), dictada el 6 de octubre de 2015, constituye efectivamente una gran victoria jurídica, y alienta la rebelión de los ciudadanos contra la vigilancia masiva. En respuesta a la demanda contra Facebook interpuesta por un joven austriaco, Maximilian Schrems, que, a raíz de las revelaciones de Edward Snowden, acusó a la empresa gigante de haber colaborado con la NSA, el TJUE decidió ese día invalidar el acuerdo entre la Unión Europea y los Estados Unidos, firmado en el año 2000, llamado comúnmente Safe Harbor (“Esfera de Seguridad”), que autorizaba a las empresas estadounidenses, y especialmente a las GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft) a exportar a los Estados Unidos los datos personales de los europeos, y a almacenarlos allí [15].

La sentencia “Schrems” debería obligar a Facebook a suspender la transferencia de datos a los servidores estadounidenses. También debería obligar a la Comisión Europea a ser más severa en la renegociación del acuerdo con Washington[16]. Y forzar a las GAFAM, que obtienen la mayor parte de sus ingresos de la explotación a gran escala de nuestros datos personales, a revisar sus prácticas.

Finalmente, el Consejo de Europa[17], ha estimado en un informe reciente que “mientras los Estados no acepten fijar límites a los programas de vigilancia masiva que llevan a cabo sus agencias de información, la codificación generalizada, y orientada a proteger la vida privada, es la solución de repliegue más eficaz para permitir a la gente proteger sus datos”[18].

Más aún. Con ánimo de resistencia, algunos sitios web asociativos permiten iniciarse fácilmente en el cifrado de las comunicaciones digitales[19]. Hay también otras armas: la red de anonimato TOR[20], sobre todo; las empresas ProtonMail (Alemania) y Tutanota (Suiza), que ofrecen servicios para proteger mejor los correos; el sistema de explotación Tails[21]; la solución de ciframiento Trucrypt, que permite ante todo cifrar archivos; o proyectos de mensajería como Caliopen, un software libre destinado a proteger la confidencialidad de los intercambios de sus usuarios, lanzado en septiembre de 2013 por Laurent Chemla[22]. Al parecer, las revelaciones de Edward Snowden han generado una toma de conciencia de la importancia de la encriptación[23], incluso en el seno de algunos organismos más oficiales, como el Internet Engineering Task Force (IETF), encargado de la estandarización de los protocolos de Internet a escala global.

Los lanzadores de alertas

Desde hace varios años, hackers, militantes contra el espionaje y lanzadores de alertas colaboran y se relevan para denunciar los abusos. Resisten al Imperio de la vigilancia y son los héroes de la era Internet. Conocemos, desde luego, a los tres más célebres: Julian Assange, Chelsea Manning y Edward Snowden, pero recordemos que otros iniciaron la resistencia antes que ellos. Por ejemplo, Mark Klein, un exejecutivo de la empresa AT&T, y el jurista Thomas Tamm, en los Estados Unidos. También algunos exagentes de la NSA, inspirados probablemente en el ejemplo de Daniel Ellsberg, un analista de la Rand Corporation que, en 1971, se atrevió a publicar los célebres Pentagon Papers[24], que sacaron a la luz las razones ocultas de la intervención militar de los Estados Unidos en Vietnam (55 mil muertos del lado estadounidense, más de un millón del vietnamita), un conflicto que jamás fue autorizado por el Congreso.

Entre los lanzadores de alertas anteriores a Snowden, y exagentes de la NSA, se puede citar también a Perry Fellwock, o a Russell D. Tice. Y, más recientemente, a William Binney, Thomas Drake, Edward Loomis y J. Kirk Wiebe, quienes, junto a Diane Roark, del Comité para la Información de la Cámara de Representantes, llegaron a difundir públicamente un manifiesto contra la vigilancia masiva, el 17 de enero de 2014[25].

En muchos países se han lanzado campañas para incitar a los agentes de información a que dimitan. Por ejemplo, en septiembre de 2015, y a iniciativa del colectivo berlinés Peng, grupos de artistas y activistas defensores de las libertades públicas pegaron, delante de las agencias de información estadounidenses y alemanas, banderolas animando a los espías con remordimientos a que abandonasen su trabajo. “¿Queríais servir a vuestros conciudadanos? Habéis terminado por espiarlos. ¡Dimitid!“[26].

De igual modo, ante la entrada de la base militar estadounidense de Dager, en Alemania, donde hay una importante estación de escucha de la NSA, unos activistas instalaron un panel estratégico en el que se podía leer: “Escuchad vuestro corazón, no nuestras conversaciones”. Por otra parte, el sitio web IntelExit ofrece muchos consejos y argumentos para convencer a los agentes de que dejen sus funciones, y les ayuda también a redactar automáticamente una carta de dimisión[27].

Por una Carta de Internet

Pero hay que hacer más, y contraatacar. Muchos militantes anti-cibervigilancia proponen el lanzamiento de una Carta de Internet, semejante a la Carta de la ONU:

Es necesario –afirma Snowden—que nuestra generación cree lo que Tim Berners-Lee, el inventor de la Red, llama la Gran Carta de Internet. Queremos definir lo que deben ser los “derechos digitales”. ¿Qué valores debemos esforzarnos en proteger? ¿Cómo vamos a garantizarlos[28]?
En una entrevista en The Guardian[29], Tim Berners-Lee deseó, efectivamente, que esta Gran Carta[30] mundial que él exige consagre la vida privada, la libertad de expresión y el anonimato:

Sin un Internet libre y neutral, sobre el que podamos apoyarnos sin tener que preocuparnos por lo que pasa entre bastidores –declaró—, no podemos tener un gobierno abierto, ni una buena democracia, ni un buen sistema de salud, ni comunidades conectadas entre sí, ni diversidad cultural. […] Nuestros derechos son pisoteados cada vez más en todas partes. Y el peligro es que nos acostumbremos a ello. Quiero, por tanto, aprovechar el 25 aniversario del nacimiento de la Web para invitarnos a todos a ponernos manos a la obra con el fin de retomar las riendas y definir la Web que queremos para los próximos 25 años[31].

Con la cooperación de ONG internacionales y de juristas de todo el mundo, WikiLeaks ha creado también su propia Carta. Consta de trece principios[32], denuncia la vigilancia del Estado como “un atentado a las leyes internacionales sobre los derechos humanos”, y rechaza que lo gobiernos utilicen su poder para controlarnos. Otros pensadores, como el filósofo François de Bernard, reclaman el derecho a “una objeción de conciencia digital[33]”.

¿Cómo resistir? La solución está en buscar una multitud de microrresistencias, que pasan por la educación popular, la formación en herramientas informáticas de cifrado, la búsqueda de soluciones alternativas para volver caducas las actuales normas dominadas por las GAFAM.

La batalla por los nuevos derechos cívicos en la era digital no ha hecho más que comenzar. Los Estados de vigilancia se apoyan en su carácter democrático para manifestarse especialmente implacables contra los nuevos disidentes. No es casualidad que Snowden decidiera difundir sus espectaculares revelaciones sobre el programa PRISM justo el día en el que comenzaba en los Estados Unidos el proceso contra Chelsea Manning (antes Bradley Manning), acusada de transmitir archivos secretos a WikiLeaks; la misma fecha en la que se cumplía también el primer aniversario de la reclusión de Julian Assange en los locales de la embajada de Ecuador en Londres, donde hubo de encontrar refugio para evitar ser extraditado a los Estados Unidos vía Suecia…

Snowden, Manning, Assange, tres héroes de nuestro tiempo, acosados y perseguidos por el Imperio de la vigilancia. Edward Snowden se arriesga a una pena de treinta años de prisión[34], tras haber sido acusado por los Estados Unidos de “espionaje”, “robo” y “utilización ilegal de bienes gubernamentales”. El 21 de agosto de 2013, Chelsea Manning fue ya condenada a treinta cinco años de prisión. Y Julian Assange está amenazado con la pena de muerte[35].

A aquellos que se preguntan por qué estos tres paladines de la libertad asumen tantos riesgos, Snowden les responde:

Cuando te das cuenta de que el mundo que has ayudado a crear será peor para la nueva generación y para las siguientes, y de que no deja de reforzarse la capacidad de esta arquitectura de la opresión, comprendes que hay que denunciarla y que, por eso, debes aceptar todos los riesgos. Cualesquiera que sean las consecuencias.

A todos los ciudadanos libres de actuar de la misma forma, una sola consigna: “¡Contra la vigilancia masiva, resistencia masiva!”.

Fuente del articulo: http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/03/19/el-imperio-de-la-vigilancia-la-batalla-por-los-derechos-civicos-en-la-era-digital/#.WM6pwDs1_IU

Fuente de la imagen:http://media.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2017/03/el-gran-hermano-580×345.jpg

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Venezuela: Por primera vez en Venezuela se crea la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad

Venezuela/13 febrero 2017/Fuente: Mppeuct

La Unes forma a los responsables de la seguridad ciudadana como seres humanos y profesionales calificados para proteger a las personas y sus derechos, preservar el ambiente y promover la convivencia.

Por Decreto Presidencial número 6.616 del 10 de febrero de 2009, el Comandante Hugo Chávez crea, por vez primera en Venezuela, la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes) con el propósito la formación continua, la creación intelectual y la vinculación social al servicio del pueblo venezolano, con miras a la profesionalización y el desarrollo integral del personal que conforme los cuerpos de seguridad ciudadana.

Publicado en la Gaceta Oficial número 39.120 del 13 de febrero de ese mismo año, la normativa establecía a la Unes cinco grandes objetivos:

  • Formar a las y los responsables de la seguridad ciudadana como seres humanos y profesionales calificados para proteger a las personas y sus derechos, preservar el ambiente, promover la convivencia y velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico;
  • Garantizar la formación inicial y permanente bajo criterios comunes y conforme a los principios constitucionales y los definidos en los instrumentos jurídicos reguladores de la seguridad ciudadana, con diversificación según las disciplinas y áreas del servicio, contextualizada en función de las realidades locales, regionales y nacional;
  • Promover y generar conocimiento en el área de la seguridad, por medio de la investigación, la sistematización y el análisis crítico de situaciones, casos y practicas profesionales, la consulta pública y el dialogo de saberes con las comunidades;
  • Contribuir a crear una cultura de la seguridad ciudadana dirigida al pleno ejercicio de los derechos humanos de todas y todos, fundamentada en la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad;
  • Incentivar la participación protagónica del pueblo venezolano en la formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas en materia de seguridad.

Antecedentes:

De acuerdo a su página web, la Unes nace como resultado de incansables luchas de activistas de derechos humanos, investigadores, docentes, funcionarias y funcionarios policiales que apoyaron los procesos generados desde la Comisión Nacional para la Reforma Policial (Conarepol).

La Conarepol fue creada por el Gobierno Bolivariano con el objeto de construir un nuevo modelo policial fundamentado en la voluntad popular que logró expresarse de manera plural y democrática por medio de una amplia consulta que recolectó y sistematizó las opiniones y proposiciones de miles de personas a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional.

Este ejercicio, abierto e incluyente, involucró a las propias instituciones policiales, a representaciones sociales diversas y a expertos en el tema de la seguridad (en el ámbito nacional e internacional).

La consulta popular se sustentó en los principios de participación, transparencia, imparcialidad y corresponsabilidad y hoy en día se puede afirmar que fue un proceso que sirve como claro ejemplo de lo que el pueblo venezolano puede conquistar por medio de su participación activa en la elaboración de políticas públicas, planes y programas referidos a la seguridad ciudadana.

El Nuevo Modelo Policial propuesto como resultado de la voluntad popular fue refrendado a través de Ley Habilitante por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, recogido en el Decreto con Rango Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional (2008), establece (en su artículo 58°) que Órgano Rector en conjunto con el Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de Educación Superior determinará el diseño curricular y las políticas y acciones que garanticen la unidad del proceso de formación y el desarrollo profesional permanente que deberá aplicar la institución académica nacional responsable del sistema único de formación de las funcionarias y funcionarios policiales.

La Unes formará a los responsables de la seguridad ciudadana como seres humanos y profesionales calificados para proteger a las personas y sus derechos, preservar el ambiente, promover la convivencia y velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico; garantizar la formación inicial y permanente bajo criterios comunes y conforme a los principios constitucionales y los definidos en los instrumentos jurídicos reguladores de la seguridad ciudadana.

Récord de crecimiento:

  •  En sus inicios, la nueva Universidad contaba con dos mil 500 estudiantes que conformaron la matrícula de la sede central en Caracas.
  • En septiembre de 2011, se instalaron nueve sedes que ampliaron la matrícula de estudiantes de la Unes a 12 mil 500 alumnos,cuatro mil por ciento más, en los estados Anzoátegui, Aragua, Táchira, Zulia y Lara. La entonces rectora de la Unes, Soraya El Achkar, informó que se seleccionaron estas entidades pues entre ellas concentraban 74 por ciento de los crímenes en toda Venezuela.Foto archivo agencias.
  • Actualmente, los centros de formación están, además, en Apure, Barinas, Bolívar, Falcón, Lara, Monagas, Portuguesa y Trujillo. En el Distrito Capital, donde está su sede principal en el sector Catia de la parroquia Sucre. También se encuentra un centro en El Junquito y El Cafetal (estado Miranda).
  • Para febrero de 2016, el instituto educativo tituló a 119 mil 293 funcionarios de todo el país.

Formando a los profesionales de la seguridad:

Foto archivoEn esta casa de estudios los estudiantes forman parte de los Programas Nacionales de Formación (PNF) en Servicio Policial, Investigación Penal, Servicio Penitenciario, Bomberil en Ciencias del Fuego y Seguridad Contra Incendios.

Al formarse en la Unes los estudiantes pueden convertirse en funcionarios de órganos de seguridad ciudadana como la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el Cuerpo de Policía Estadales y Municipales, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Cuerpos de Bomberos y del Cuerpo Técnico de Vigilancia y Tránsito Terrestre.

En enero de 2017, el Ejecutivo Nacional anunció los detalles para reimpulsar la universidad y fortalecer la campaña de los Cuadrantes de Paz, así como la nueva etapa del Plan Patria Segura.Foto archivo agencias

El ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, en la primera sesión plenaria del Congreso General de Policía 2017, informó que esbozaron el proceso de captación y selección de los nuevos 10 mil aspirantes a formarse en esta casa de estudios, quienes serán incorporados a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), bajo las órdenes del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.

Otra de las medidas anunciadas fue la incorporación a la reserva activa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), dirigida a aquellos jóvenes que prestaron servicio militar obligatorio y que de aprobar los exámenes de admisión de esta Universidad puedan ser parte del organismo de seguridad.Foto archivo

En la fase inicial, se realizó el proceso de captación entre estudiantes jóvenes, profesionales, técnicos universitarios y de diversas carreras con un límite de 28 años de edad para optar a este procedimiento de asimilación a la PNB, a través de un curso impartido por esta Alma Mater.

Para el 27 de enero, el secretario general de la Unes, José Luis García Pinto, anunció que se logró superar la meta con la captación de 18 mil 139 jóvenes en el territorio nacional, como aspirantes a formar parte del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana.

La historia de la Unes aún se está escribiendo como muy bien señala la página web de la institución universitaria.

Fuente: http://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/por-primera-vez-en-venezuela-se-crea-la-universidad-nacional-experimental-de-la

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Desventajas del uso de la tecnología en el aula

01 de febrero de 2017 / Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com

Por: Claudia García

No hay lado correcto o incorrecto de este debate. La tecnología educativa tiene sus ventajas y desventajas. Todo depende de los maestros, administradores y personal del distrito para decidir si el bien supera el mal.

Estas son algunas de las desventajas del uso de la tecnología en el aula:

Sustitución de los maestros.

Muchos entusiastas de la tecnología ponen los ojos cuando las personas expresan su preocupación de que la tecnología educativa es una manera de reemplazar a los maestros en el futuro. ¿Pero sus preocupaciones carecen de validez? Usted no tiene que ir muy lejos en el pasado para encontrar ejemplos de la tecnología de sustitución de los trabajadores: la industria automotriz, la agricultura y las industrias manufactureras tienen todos muchas partes mecanizadas de su proceso, el despido de los trabajadores en el proceso. Mientras que algunas personas piensan que los maestros se quedan obsoletos, los últimos avances tecnológicos son lo suficientemente potente como para entregar el contenido, evaluar, y fijar los estudiantes un nuevo curso de aprendizaje, todo ello sin la intervención del maestro. ¿Qué significa eso para el futuro de la enseñanza?

Distracción.

Esta es probablemente la primer preocupación de los profesores que consideran la implementación de la tecnología del aula: la preocupación de que los estudiantes van a estar demasiado ocupados en redes sociales y no prestando atención a la lección. La curiosidad innata de los estudiantes, junto con su comprensión de la tecnología podría conducir a una mayor socialización en línea en entornos en los dispositivos son de fácil acceso.

Más fácil de acceder el trabajo de otros

El plagio ha sido siempre una preocupación de los profesores. Hoy, los estudiantes pueden acceder fácilmente a ensayos, informes, notas de clase, pruebas en línea, etc., lo que hace que sea mucho más difícil que los profesores sepan si el trabajo de la mano de los estudiantes es original. Aunque hay herramientas de alta tecnología para ayudar a los maestros a descubrir si el trabajo es un plagio, ningún sistema es perfecto.

Disparidad de acceso fuera de clase

No todos los estudiantes tienen acceso a las herramientas de tecnología fuera del aula. La biblioteca es una opción, pero a menudo hay una espera para los ordenadores conectados a Internet, e incluso entonces, no se puede descargar aplicaciones y software en ordenadores públicos.

La asignación de uso de la tecnología en el aula está bien si todos los estudiantes tengan acceso al dispositivo. Sin embargo, cuando se consideran determinados programas tecnológicos para hacer la tarea, en una intervención en casa, o de aprendizaje, el acceso de los estudiantes a Internet debe ser considerado.

Privacidad

La privacidad de la información del estudiante y datos es bastante de una cuestión a tener muchos maestros y escuelas lejos de implementar cualquier tipo de iniciativas de tecnología de amplio alcance. Aplicaciones y plataformas han recorrido un largo camino para mejorar sus medidas de privacidad, especialmente cuando éste afecte a los estudiantes, pero ¿es suficiente para convencer a las escuelas que vale la pena el riesgo potencial? Los datos de los estudiantes son muy importantes dentro de las paredes del aula, pero ¿los maestros pueden sentirse seguros de que ahí es donde la información se mantendrá cuando se utilizan aplicaciones tecnológicas?

Fuente artículo: https://revistaeducacionvirtual.com/archives/2869

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