Medio Oriente/13 de junio de 2017/Autor. Juan Caros Gonzáez/Fuente: http://www.bez.es
Mikel Ayestaran (Beasain, 1975) cuenta las horas para volverse a Jerusalén. Ahí le espera su familia y un buen puñado de historias que contar. Tras más de 10 años de trayectoria internacional, la mente de este periodista donostiarra se aleja de la de un cronista de oficina. “Tenía una de las mejores ciudades de España para vivir que es San Sebastián, un puesto de trabajo en un periódico que sigue funcionando bien, pero no me podía dar lo que yo quería».
Viajes de ida y vuelta por Oriente Medio, por países que se convierten en catorce capítulos. Así fue construyendo lo que hoy es su «crónica de crónicas». Un reto llamado Oriente Medio, Oriente roto. Tras las huellas de una herida abierta (Editorial Península) en el que los protagonistas son los lugares y las personas. “No es un libro sobre Mikel Ayestaran, es un libro sobre Oriente Medio”, cuenta a bez.es
Deja bien claro que no quiere contar batallitas y se confiesa “nada peliculero”, su único objetivo es sorprender al lector “rompiendo las normas de estilo” que usa día a día utilizando la primera persona y el presente.
El foco en las personas que sufren la guerra
Un relato impresionante hecho de forma casera y muy personal. “La foto de portada es de mi Palmira, del primer viaje que hice”. Una antigua ciudad histórica siria, ahora destruida por el Estado Islámico. “Nos fijamos siempre en Alepo, Palmira, las grandes fotografías son siempre esas, pero la auténtica destrucción que se está produciendo en la región es el fraccionamiento total y el final de la convivencia entre confesiones y entre etnias”. Ayestaran quiere que los paisajes se recuerden como se conocieron desde un inicio, pero sobre todo que se ponga el foco en las personas que en ellos habitan.
Mikel Ayestaran
La herida que protagoniza estos relatos y que indigna al mundo puede acabar, no es ninguna utopía, solo hace falta voluntad. Ayestaran levanta la voz, con rabia y recuerda cuál debe ser la solución más inmediata.
¿Qué pasos podría dar la comunidad internacional para mejorar la situación en la zona?
El primer paso es el más fácil de todos, dejar de exportar armas y soldados a una región donde lo que sobran son armas y soldados. El resultado de las invasiones que se han llevado a cabo desde 2001 es patético. Hay que apostar por un tipo de cooperación y ayuda a largo plazo insistiendo en la base de lo que tiene ser la única arma de construcción masiva que conozco, que es la educación. Donald Trump, por ejemplo, va a mandar miles de soldados a Afganistán. Pero, ¿acaso les ha preguntado a los afganos lo que necesitan?
Grabar lo que pasa o vivir el momento
El periodista de Vocento y la televisión autonómica vasca (EITB) es multimedia pero admite que hay veces que las nuevas tecnologías le agobian. “Trabajar en multiformato muchas veces te martiriza”. Tras años y años escuchando consejos para transformarse ante un futuro irremediablemente digital, Ayestarán reconoce que esto es ya el presente.
Tiene Twitter y graba vídeo, pero hay cosas del día a día de este reportero que no vemos ni leemos. «He vivido momentos en los que digo, joder esto lo quiero para mí y ni foto, ni Facebook Live, ni nada. Apago lo que tengo y disfruto. El que quiera vivir esto que venga». Entre sentimientos recuerda la caída de Mubarak. Estaba en una cafetería junto a la plaza Tahrir de El Cairo y al enterarse lo primero que hizo fue abrazar a su intérprete, un momento que solo está en el recuerdo de Ayestaran.
Extracto de Oriente Medio, Oriente roto. Tras las huellas de una herida abierta.
Mikel Ayestaran
«El doctor Flayeh al Mayali es “mi padre” en Irak. Las palabras “traductor”, “intérprete” o fixer se quedan cortas para definir a uno de los personajes más entrañables que me he encontrado desde que trabajo en zonas de conflicto” […] Durante la época de Sadam Husein ya acompañaba a periodistas y colaboraba con la embajada española, pero tras la guerra se convirtió en los ojos de enviados especiales de diferentes medios, y también colaboró con las tropas españolas hasta que a finales de 2003 fue detenido y acusado de “colaborador necesario”
¿Por qué son tan importantes los intérpretes para un corresponsal de guerra?
En primer lugar, por el lenguaje. No solamente te traducen, también te interpretan la realidad de su país y sobre todo te tienen que dejar muy claro a donde no puedes ir. Siempre que voy a un lugar de estos tengo tres reglas: seguridad, seguridad y seguridad. Después trabajamos.
De él dice Ramón Lobo, otro gran cronista internacional, que elige sitios «a los que no va casi nadie». Afganistán, Libia, Irak, Egipto, Líbano, Yemen… pero su mayor reto informativo es y seguirá siendo Siria, “tanto por la opacidad del país, como por el poco conocimiento que hay de la zona, por lo difícil que ha sido trabajar durante todo el conflicto y por la exagerada publicidad y propaganda que hay desde uno y otro lado”.
En su mente tiene otro gran reto personal que le hace sonreír entre tanta crudeza. La revista 5W junto a buenos periodistas, pero sobre todo “buenas personas” como Xavier Aldekoa. “Al principio nos decían: estáis pirados, la información internacional no interesa, pero somos ahora nosotros y miles de pirados que han comprado la revista, que están suscritos, que están siguiendo en Twitter…. Y el arco se va ampliando”. Esperanza ante el periodismo que vivimos. “Al final es importante que nos juntemos para este tipo de cosas y no solo para tomar cañas”, dice entre risas.
Tras años de recorrido, este periodista de raza tiene “más preguntas que respuestas”. Quizá esas mismas dudas las resuelva viviendo nuevas experiencias. Que así sea Mikel, por el bien del periodismo, pero, sobre todo, por el bien de la gente de Oriente Medio.
Fuente de la Noticia:
http://www.bez.es/625795493/Mikel-Ayestaran-La-unica-arma-de-construccion-masiva-que-conozco-es-la-educacion-.html