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UNICEF: Al comenzar un nuevo año escolar en Afganistán, casi 400.000 niñas más se ven privadas de su derecho a la educación, lo que eleva el total a 2,2 millones.

Al comenzar un nuevo año escolar en Afganistán, casi 400.000 niñas más se ven privadas de su derecho a la educación, lo que eleva el total a 2,2 millones.

NUEVA YORK, 22 de marzo de 2025 – El inicio del nuevo año escolar en Afganistán marca el tercer aniversario de la prohibición de la educación secundaria para niñas. Esta decisión continúa perjudicando el futuro de millones de niñas afganas. Si esta prohibición persiste hasta 2030, más de cuatro millones de niñas se verán privadas de su derecho a la educación más allá de la primaria.

“Las consecuencias para estas niñas –y para Afganistán– son catastróficas.

La prohibición impacta negativamente el sistema de salud, la economía y el futuro del país. Al reducirse el número de niñas que reciben educación, estas enfrentan un mayor riesgo de matrimonio infantil, con repercusiones negativas en su bienestar y salud.

Además, el país experimentará una escasez de personal sanitario femenino cualificado. Esto pondrá en peligro vidas.

Con menos médicas y parteras, las niñas y las mujeres no recibirán el tratamiento médico ni el apoyo que necesitan. Estimamos 1.600 muertes maternas adicionales y más de 3.500 muertes infantiles. Estas no son solo cifras, sino vidas perdidas y familias destrozadas.

Durante más de tres años, se han violado los derechos de las niñas en Afganistán. Todas las niñas deben poder regresar a la escuela ya. Si a estas jóvenes capaces e inteligentes se les sigue negando la educación, las repercusiones durarán generaciones. Afganistán no puede dejar atrás a la mitad de su población.

En UNICEF, mantenemos nuestro compromiso inquebrantable con la infancia afgana, tanto niñas como niños. A pesar de la prohibición, hemos brindado acceso a la educación a 445.000 niños mediante el aprendizaje comunitario, de los cuales el 64% son niñas. También estamos empoderando a las maestras para garantizar que las niñas tengan modelos positivos a seguir.

Seguiremos defendiendo el derecho de todas las niñas afganas a recibir educación e instamos a las autoridades de facto a que levanten esta prohibición de inmediato. La educación no es solo un derecho fundamental; es el camino hacia una sociedad más sana, estable y próspera.

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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/new-school-year-starts-afghanistan-almost-400000-more-girls-deprived-their-right

 

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Educación en Afganistán: Más de 2.2 millones de niñas sin clases

Por: Wanda Pacheco

Suman 400 mil niñas sin acceso a la educación en Afganistán durante el nuevo ciclo escolar.

A tres años de la prohibición del acceso a la educación secundaria para niñas afganas, más de 400 mil niñas no podrán acceder a su derecho a la educación durante el inicio del nuevo ciclo escolar, esta cifra se suma a las más de 2.2 millones de niñas que no asisten a clases desde que la prohibición fue anunciada por gobierno talibán en 2022, según informó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de Unicef.

Con esos datos, se estima que para el año 2030 más de cuatro millones de niñas afganas no habrán podido ejercer su derecho a la educación. Afganistán es el único país en el mundo en el que se le prohíbe a las mujeres estudiar y formarse como profesionistas, lo que tendrá consecuencias en el futuro del país, según advierte el organismo.

Los rubros más afectados por esta prohibición son el sector de salud y el económico, y  es que eventualmente Afganistán se enfrentará a una escasez de trabajadoras sanitarias, lo que pondrá en riesgo la vida de las mujeres embarazadas, provocando más de mil quinientas muertes maternas y más de tres mil quinientas muertes infantiles, de acuerdo con el comunicado.

La prohibición del acceso a la educación de las niñas afganas las hará vulnerables ante el matrimonio precoz, cifra que ha aumentado desde el ascenso de los talibanes al gobierno.

Apenas en diciembre del año pasado, el régimen talibán prohibió a las mujeres estudiar en instituciones especializadas en educación médica, una profesión que está asociada a los hombres.De igual forma en algunas provincias del país se prohibió que las mujeres reciban atención médica por parte de médicos hombres, lo que incrementa la tasa de mortalidad de las mujeres más vulnerables al no existir asistencia médica femenina.

Otras de las restricciones van desde la prohibición de la práctica de algún deporte, no poder salir de casa sin algún familiar o persona con parentesco, poco o nulo acceso al trabajo fuera del hogar, y ser vistas por otras personas a través de ventanas o balcones.

Niñas afganas sin educación

En 2001 la presencia de las niñas dentro de las aulas escolares era casi nula, con cero de cada 10 niñas dentro de las aulas escolares. En 2018 la cifra alcanzó su punto más alto con cuatro de cada 10 estudiantes siendo niñas. Entre 2011 y 2018 la tasa de alfabetización femenina estuvo a pocos puntos de duplicarse, pasando del 17% al 30%, según se informó en el reporte The right to education:What’s at stake in Afghanistan?A 20-year review,  de la Unesco.

El mismo estudio señaló que este significativo incremento de escolarización femenina fue posible gracias al financiamiento educativo externo, en ese entonces, el gobierno de Afganistán sólo gastaba un 12% del total de ingresos destinados a la educación.

Sin embargo, en 2021 tras la llegada de los talibanes al poder, estos avances se han revertido y las mujeres afganas ahora enfrentan una crisis humanitaria que no sólo les prohíbe acceder a la educación, sino que pone en riesgo el futuro del país por completo.

“Las consecuencias son devastadoras tanto para las niñas como para Afganistán”, se lee en el comunicado de la ONU.

La falta de escolarización tendrá consecuencias a futuro que sólo serán reversibles después de varias generaciones de mujeres. En diciembre de 2022, se prohibió la educación universitaria para las mujeres, lo que dejó a más de 100 mil estudiantes sin acceso a la educación superior.

Cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalan que la mitad de la población adulta afgana no puede leer ni escribir, esta cifra se agudiza por las desigualdades de género y es que sólo el 30% de las mujeres afganas pueden leer y escribir, en comparación de un 55% de hombres.

https://lacaderadeeva.com/actualidad/prohibicion-de-la-educacion-en-afganistan-para-mujeres/13233

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Un alto funcionario talibán denunció las restricciones a la educación femenina en Afganistán

“Estamos cometiendo una injusticia contra 20 millones de personas. Esto no está en la ley islámica, sino que en nuestra elección personal”, afirmó Sher Abbas Stanikzai

Niñas afganas asisten a una escuela religiosa en Kabul, Afganistán, jueves 11 de agosto de 2022. Para la mayoría de las adolescentes afganas, hace un año que no pisan un aula. Sin señales de que los talibanes en el poder les permitan volver a la escuela, algunas niñas y padres intentan encontrar formas de evitar que la educación se estanque para una generación de mujeres jóvenes (AP Photo/Ebrahim Noroozi)

Sher Abbas Stanikzai, alto funcionario talibán y viceministro interino del Ministerio de Relaciones Exteriores de Afganistán, instó al líder del grupo talibán a revocar las prohibiciones que impiden a mujeres y niñas afganas acceder a la educación, calificándolas de injustificadas y contrarias a la ley islámica. Las declaraciones, inusuales por su aspecto público, fueron realizadas el sábado pasado durante una ceremonia en una escuela religiosa en la provincia sudoriental de Khost.

No hay razón para negar la educación a las mujeres y las niñas, “así como no había justificación para ello en el pasado y no debería haber ninguna”, afirmó Stanikzai.

A través de un video publicado en su cuenta oficial en la red social X, señaló: “Hacemos un nuevo llamado a los líderes para que abran las puertas de la educación. Estamos cometiendo una injusticia contra 20 millones de personas de una población de 40 millones, privándolas de todos sus derechos. Esto no está en la ley islámica, sino que en nuestra elección personal o naturaleza”.

Sher Abbas Stanikzai, alto funcionario talibán y viceministro interino del Ministerio de Relaciones Exteriores de Afganistán (REUTERS/Ali Khara)

Desde su retorno al poder en agosto de 2021, el régimen talibán ha impuesto una serie de prohibiciones severas contra la educación femenina en Afganistán. En marzo de 2022, se cerraron las escuelas secundarias para niñas mayores de 12 años, y en diciembre del mismo año se extendió la prohibición a la educación universitaria, incluyendo la formación en profesiones como enfermería y obstetricia. Además, se restringió el acceso de las mujeres a la educación religiosa en mezquitas y seminarios.

Reacciones internacionales y contexto político

La ONU ha señalado que el reconocimiento formal del régimen talibán es prácticamente inviable mientras persistan las restricciones al acceso de mujeres y niñas a la educación y el empleo, así como las limitaciones a su libertad de movimiento sin un tutor masculino. La ONU ha mantenido esta postura como una de las condiciones clave para cualquier avance diplomático.

Líderes internacionales también han alzado la voz en favor de los derechos educativos de las mujeres afganas. En Islamabad, durante una conferencia organizada por la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y la Liga Musulmana Mundial, la Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai instó a los líderes musulmanes a presionar al régimen talibán para permitir el acceso a la educación femenina.

ARCHIVO -Un combatiente talibán monta guardia mientras varias mujeres esperan a recibir raciones de comida distribuidas por un grupo humanitario en Kabul, Afganistán (AP Foto/Ebrahim Noroozi)

A pesar del aislamiento diplomático, algunos países, como Rusia e India, han intensificado sus relaciones con las autoridades afganas. A principios de enero, el ministro de Asuntos Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, se reunió en Dubái con el principal diplomático indio, Vikram Mistri, en un encuentro que subraya la creciente cooperación entre ambos gobiernos.

Las palabras de Stanikzai, un líder clave en las negociaciones que condujeron a la retirada de tropas extranjeras en 2021, podrían ejercer presión dentro del régimen, donde las tensiones internas sobre estas políticas son evidentes. Sin embargo, el gobierno talibán hasta ahora no ha mostrado señales de flexibilizar sus restricciones.

Stanikzai intensifica su postura

Ibraheem Bahiss, analista del programa del Sur de Asia de Crisis Group, afirmó que Stanikzai ha expresado en varias ocasiones que la educación de las niñas es un derecho para todas las mujeres afganas. Sin embargo, según Bahiss, “esta última declaración parece ir más allá en el sentido de que está pidiendo públicamente un cambio de política y cuestiona la legitimidad del enfoque actual”.

Por primera vez, Stanikzai ha realizado un llamado directo al líder talibán, Hibatullah Akhundzada, pidiendo una modificación en las políticas relacionadas con la educación de las mujeres. Después del cierre de las escuelas para las niñas, y meses antes de la prohibición del acceso de las mujeres a las universidades, el alto funcionario ya había manifestado que las mujeres y las niñas merecen tener acceso a la educación.

del equipo talibán en las negociaciones que llevaron a la retirada total de las tropas extranjeras de Afganistán, ha reiterado su postura sobre el derecho de las niñas a recibir educación, marcando con estas declaraciones una posición más firme y directa hacia un cambio en las políticas actuales.

https://www.infobae.com/america/mundo/2025/01/21/un-alto-funcionario-taliban-denuncio-las-restricciones-a-la-educacion-femenina-en-afganistan/

 

 

 

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Los talibanes prohíben el sonido de la voz de las mujeres en los espacios públicos de Afganistán

El Gobierno fundamentalista ratifica una norma que endurece la represión social a los pocos días de cumplir tres años de vuelta en el poder.

Los talibanes, en el Gobierno de Afganistán, han ratificado una ley de moralidad que endurece la represión contra las mujeres. Esta norma incluye medidas como la prohibición de que se escuchen sus voces en espacios públicos y de que sus rostros se vean en la calle, los cuales tendrán que estar cubiertos bajo el velo integral, de uso obligatorio. Se trata de la primera declaración formal de leyes “sobre el vicio y la virtud” desde que el grupo fundamentalista tomase el poder por la fuerza en agosto de 2021.

El documento, que consta de más de 100 páginas con 35 artículos, fue promulgado y publicado oficialmente este miércoles tras ser ratificado por el líder espiritual supremo, Haibatulá Ajundzadá. Las medidas afectan, en su gran mayoría, a las mujeres: se establece como necesario que se cubran el rostro y el cuerpo para evitar “causar tentación”, por lo que “no deben llevar ropa atractiva, ajustada o que revele la forma de su cuerpo”. También se prohíbe que usen cosméticos o perfume, con el fin último de evitar que imiten “los estilos de vestir de las mujeres no musulmanas”.

 

Una de las medidas más severas es evitar el sonido en público de la voz de las mujeres, lo cual incluye actividades como cantar, recitar o hablar frente a un micrófono. Se les prohíbe, incluso, mirar a hombres que no sean sus parientes. “La implementación de la sharía [ley islámica] y el hiyab es nuestra línea roja. No podemos negociar con nadie sobre estos asuntos”, señaló el ministro de la Virtud y el Vicio, Mohammad Khalid Hanafi, según el canal afgano Tolo News.

 

La ONU considera que ya desde 2021, cuando los talibanes subieron al poder tras la retirada de tropas occidentales y suspendieron la Constitución, la situación de las mujeres en Afganistán podía considerarse como un “apartheid de género”, en palabras del relator especial para ese país, Richard Bennett. El experto afirmó entonces que la situación para las afganas es “la peor” de las mujeres en todo el mundo.

 

Muchas de las prohibiciones relacionadas con la vestimenta se han puesto en marcha durante los últimos tres años, pero esta ley supone la primera base legal para imponer su cumplimiento. La normativa incluye también restricciones para los hombres: no pueden usar corbata, ni tampoco recortarse la barba por debajo de la longitud de un puño. Tampoco pueden peinarse. En lo que corresponde a su papel en los espacios públicos, los hombres no pueden ver y mucho menos dirigirse a mujeres con las que no tengan un parentesco. Los conductores de autobuses deben negar el transporte a viajeras que no vayan acompañadas de un hombre. Además, la nueva ley exige a los medios de comunicación que se atengan a la sharía, por lo que prohíben la publicación de imágenes que contengan seres vivos.

 

Las sanciones por alguna de estas infracciones incluyen “consejos, advertencias de castigo divino, amenazas verbales, confiscación de bienes, detención de una hora a tres días en cárceles públicas y cualquier otro castigo que se considere apropiado”, señala el Ministerio de Justicia. En caso de que estas medidas no corrigiesen el comportamiento de un individuo, se le remitiría a los tribunales para que se adopten nuevas medidas.

 

De acuerdo con los talibanes, la norma está hecha en concordancia con la sharía islámica. Las autoridades de facto informaron la semana pasada que el último año fueron detenidas más de 13.000 personas por incumplir las leyes de moralidad, aunque no desglosaron los presuntos delitos ni el sexo de los detenidos. La mitad de esas reclusiones duraron menos de 24 horas. Esta norma es la séptima que ha sido ratificada por el Emirato Islámico, según el Ministerio de Justicia, con otras relativas a la propiedad, los servicios financieros y la prevención de la mendicidad.

https://elpais.com/internacional/2024-08-23/los-talibanes-prohiben-el-sonido-de-la-voz-de-las-mujeres-en-los-espacios-publicos-de-afganistan.html

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El porcentaje de niñas privadas de educación ha subido al 80 % con los talibanes

Por: Newsroom Infobae

Desde la toma del poder por parte de los talibanes hace tres años, unos 1,4 millones de afganas han quedado excluidas del sistema educativo, que sumadas a los 1,1 millones que ya no estaban escolarizadas antes de la caída de Kabul, representan en conjunto el 80 % de las que están en edad de escolar.

Esos datos aparecen en estudios realizados por la Unesco que, en un comunicado publicado este jueves alerta de la gravedad del panorama educativo en Afganistán y del rápido aumento del número de niñas y mujeres que no pueden acceder a una formación.

Aunque las prohibiciones impuestas por los talibanes se refieren sobre todo a la educación secundaria y superior, la agencia de la ONU advierte de que «el acceso a la educación primaria también ha disminuido drásticamente, con 1,1 millones menos de niñas y niños escolarizados» desde el 15 de agosto de 2021.

«En la actualidad, Afganistán es el único país del mundo que prohíbe el acceso a la educación a las niñas mayores de 12 años y a las mujeres. Una situación que nos debería preocupar a todos», señala Audrey Azoulay, directora General de la Unesco, con motivo del tercer aniversario del cambio de régimen.

«El derecho a la educación no puede verse afectado por ninguna negociación o compromiso. La comunidad internacional ha de movilizarse firmemente para la reapertura incondicional de las escuelas y universidades para las niñas y mujeres afganas”, indica la máxima responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que tiene su sede en París.

Para la Unesco, las autoridades de facto prácticamente han anulado en tres años dos décadas de progresos continuos en la educación en Afganistán, lo que pone en peligro el futuro de toda una generación.

Los 1,4 millones de niñas que han sido deliberadamente privadas de acceso a la enseñanza secundaria hasta la fecha representan 300.000 más respecto al recuento realizado por la Unesco en abril de 2023.

Además, aunque la educación para las niñas menores de 12 años sigue estando permitida, el número de las estudiantes en la educación primaria también «ha caído drásticamente desde 2021».

De acuerdo con los últimos datos recopilados por esta agencia de la ONU, en 2022 Afganistán registró solo 5,7 millones de niñas y niños matriculados en primaria, en comparación con los 6,8 millones que se contabilizaban en 2019.

«Esta disminución en la tasa de escolarización en la educación primaria -subraya- se produjo tras la decisión de las autoridades de facto de prohibir a las maestras impartir clases a los niños, lo que ha agravado la escasez de docentes».

Igualmente alerta de la falta de incentivos para que los padres inscriban a sus hijos en la escuela, en un contexto socioeconómico cada vez más difícil.

Es un cóctel que favorece la desescolarización y que podría traducirse «en un aumento del trabajo infantil y los matrimonios precoces».

«Las cifras en la educación superior son igualmente preocupantes, con una disminución del 53 % en el número de estudiantes matriculados en las universidades desde 2021», avisa también la Unesco.

Eso llevará pronto a afrontar una «escasez de graduados capacitados para desempeñar los empleos más cualificados», agrega, y eso no hará más que «agravar los problemas de desarrollo» del país.

Para paliar esta situación, además de abogar a nivel internacional por el retorno de las afganas a las escuelas, la Unesco ha trabajado en desarrollar alternativas de aprendizaje, como capacitar colaboradores para impartir clases de alfabetización en aldeas, dar apoyo a los refugiados afganos en los países vecinos y fomentar la educación a distancia por radio y televisión. EFE

ngp/ac/vh

https://www.infobae.com/america/agencias/2024/08/14/el-porcentaje-de-ninas-privadas-de-educacion-ha-subido-al-80-con-los-talibanes/

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El último velocista usa el escenario olímpico como el «La voz de las niñas afganas»

Por:  Antonio Rosique

Para tener una thought de la carrera actual la única mujer de Afganistán En los Juegos Olímpicos de Atletismo, sólo había que mirar la parte trasera de su dorsal.

En él, escrito a mano, estaban las palabras escritas así: “Educción” y “Nuestros Derechos”.

Mujeres y niñas en Afganistán han sufrido enormemente desde que el país natal de Kimia Yousofi fue tomado por el Talibán en agosto de 2021. Un informe de las Naciones Unidas del año pasado dijo que el país se ha convertido en el más represivo del mundo para las mujeres y las niñas, quienes se ven privadas de prácticamente todos sus derechos básicos.

Atletismo en los Juegos Olímpicos de París
Kimia Yousofi, de Afganistán, hace una declaración política después de una eliminatoria en la carrera femenina de 100 metros en los Juegos Olímpicos de Verano de 2024, el viernes 2 de agosto de 2024, en Saint-Denis, Francia. Martin Meissner / AP

“Creo que siento una responsabilidad por las chicas afganas porque no pueden hablar”, dijo Yousofi el viernes después de terminar última en su serie preliminar de 100 metros.

Su dash de 13,42 segundos por la pista no fue el objetivo principal de este viaje. La historia de Yousofi es una ilustración vigorizante de cómo estos viajes a la Juegos Olímpicos No siempre se trata de ganar o perder.

“No soy una persona política, sólo hago lo que creo que es verdad”, dijo Yousofi. “Puedo hablar con los medios de comunicación. Puedo ser la voz de las niñas afganas. Puedo decirle a la gente lo que quiere: derechos básicos, educación y deportes”.

Antes de que ella naciera, los padres de Yousofi huyeron de Afganistán durante el anterior régimen talibán. Ella y sus tres hermanos nacieron y crecieron en el vecino Irán.

En 2012, cuando tenía 16 años, Yousofi participó en una búsqueda de talentos para niñas inmigrantes afganas que vivían en Irán. Más tarde regresó a Afganistán para entrenarse con el objetivo de tener la oportunidad de representar al país en los Juegos Olímpicos de 2016. Estos son sus terceros Juegos.

Pero después de los talibanes tomó posesión de su país nuevamente en la época en que comenzaron los Juegos de Tokio, se mudó a Australia con la ayuda de las autoridades de ese país y del Comité Olímpico Internacional. Ha estado viviendo en Sydney, tratando de mejorar su inglés. Cuando regrese, comenzará a buscar trabajo.

Si hubiera buscado uno, casi con certeza se habría ganado un lugar en el Equipo olímpico de refugiados que está diseñado para deportistas desplazados como ella.

Pero ella quería representar a su país, con sus defectos y todo, con la esperanza de que este viaje a los Juegos Olímpicos ayudara a arrojar luz sobre el modo en que se trata a las mujeres allí.

“Esta es mi bandera, este es mi país”, dijo. “Esta es mi tierra”.

El pasado 8 de junio se cumplieron 1.000 días desde que los talibanes prohibieron a las niñas mayores de 12 años asistir a todas las escuelas de Afganistán. Sin embargo, a pesar de los riesgos, muchas niñas afganas han se negó a perder la esperanza y han recurrido a escuelas no oficiales, ocultas a los ojos de los talibanes, para seguir recibiendo educación.

Pero aunque algunas mujeres jóvenes están encontrando formas de evadir la represión talibán, se espera ampliamente que Afganistán siga viendo a muchas de sus mujeres educadas y profesionales huir a países con más oportunidades.

“Afganistán nunca se recuperará del todo de estos 1.000 días”, afirmó en un comunicado en junio la directora adjunta de derechos de la mujer de Human Rights Watch, Heather Barr. “El potencial perdido en este tiempo –los artistas, médicos, poetas e ingenieros que nunca podrán prestar sus habilidades a su país– no se puede reemplazar. Cada día adicional, mueren más sueños”.

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UNICEF: Las niñas afganas llevan 1.000 días de educación perdidos, equivalentes a 3.000 millones de horas de aprendizaje

Las niñas afganas llevan 1.000 días de educación perdidos, equivalentes a 3.000 millones de horas de aprendizaje

Declaración de la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell

NUEVA YORK, 13 DE JUNIO DE 2024 – “Hoy se cumple un hito triste que debería hacernos reflexionar: hace 1.000 días que se prohibió oficialmente a las niñas afganas asistir a la escuela secundaria.

1.000 días sin ir a la escuela equivalen a 3.000 millones de horas de aprendizaje perdidas.

Para 1,5 millones de niñas, esta exclusión sistemática no es solo una violación manifiesta de su derecho a la educación, sino que también conlleva oportunidades perdidas y un deterioro de su salud mental.

Los derechos de la infancia –especialmente los de las niñas– no pueden ser rehenes de la política. Están en juego sus vidas, su futuro, sus esperanzas y sus sueños.

Las consecuencias de la prohibición no solo afectan a las niñas: también agravan la crisis humanitaria actual y tienen graves repercusiones para la economía y la trayectoria de desarrollo de Afganistán.

La educación no solo ofrece oportunidades. También protege a las niñas del matrimonio precoz, la desnutrición y otros problemas de salud, y las hace más resilientes frente a desastres como las inundaciones, las sequías y los terremotos que a menudo azotan el país[1].

Mis compañeros de UNICEF están trabajando sin descanso para apoyar a todos los niños y niñas de Afganistán. En colaboración con nuestros aliados, estamos facilitando el acceso a la educación primaria a 2,7 millones de niños y niñas, dirigiendo programas de educación comunitaria para otros 600.000 –de los que dos terceras partes son niñas–, formando a maestros y haciendo todo lo que podemos para mantener en funcionamiento la infraestructura educativa.

Coincidiendo con este trágico aniversario, insto a las autoridades de facto a que permitan que todos los niños y niñas vuelvan de inmediato a la escuela. Asimismo, hago un llamamiento a la comunidad internacional para que mantenga su compromiso y siga apoyando a estas niñas que nos necesitan más que nunca. Ningún país puede progresar cuando la mitad de la población se está quedando atrás”.

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Notas para los editores:

[1] Los nuevos datos sobre hogares de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) de UNICEF demuestran que, cuanto mejor educada esté una niña, más probabilidades tendrán ella y sus hijos e hijas de sobrevivir y prosperar, especialmente si termina la educación secundaria. Consulte diversos recursos multimedia aquí.

Gracias a la labor de UNICEF en Afganistán en 2023 se consiguieron los siguientes resultados:

  • Más de 20 millones de personas se beneficiaron de servicios de atención primaria de salud, un millón de ellas en zonas de difícil acceso, gracias a los equipos móviles;
  • 2,1 millones de personas tuvieron acceso a agua potable y 1,1 millones, a servicios de saneamiento;
  • 1,4 millones de niños y niñas fueron vacunados contra el sarampión;
  • 715.000 niños y niñas gravemente desnutridos recibieron tratamiento hospitalario;
  • 686.000 niños (el 60% de ellos, niñas) tuvieron acceso a la educación a través de 21.355 clases en sus comunidades;
  • 170.000 familias vulnerables recibieron asistencia social, y a 86.000 recibieron dinero en efectivo para cubrir sus necesidades durante el invierno;
  • 70.000 niños y niñas, incluidos los niños no acompañados y separados de sus familias, recibieron apoyo a través de servicios de gestión de casos.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/ninas-afganas-llevan-1000-dias-educacion-perdidos

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