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Educar en libertad: nadie se atreve con el cheque escolar. Lecturas recomendadas

Redacción:  Humberto Pérez-Tomé/Hispanidad

La perpetración social más dañina está en la educación, en especial, en materia religiosa, sexual e ideologías de imposición.

Nuestro sistema político y social es un sistema garantista. Una forma de hacer entrar al ciudadano por el ojo de la aguja de la masa uniformada al grito de igualdad, sacrificando la libertad personal de elegir, para bien o para mal, lo que es bueno o malo para nosotros mismos.

Hemos visto la forma en que determinados gobiernos nos convencen a golpe de multas a no fumar en ciertos espacios, a poner en duda alguna alimentación, a vigilar las carreteras para no correr, etc… por nuestro bien, «Por su seguridad» se apresuran a rubricar con ese eslogan filántropo, como si el Estado fuese una madre buena, y la verdad es que es un padrastro tirano, porque no lo hace por nada, lo hace sobre todo por él mismo, porque de cada obligación o de cada prohibición conlleva un palo económico.

La perpetración social más dañina está en la educación de nuestros hijos, aquellos que dependen al 100% de nuestros condicionantes de vida y cuya responsabilidad civil también nos atañe en la misma proporción. Sin embargo, los políticos, legisladores y jueces consideran que no estamos preparados para decidir qué es lo mejor para nuestros hijos en materia de estudiosNo hablo de las materias directas donde se aplican los conocimientos básicos que nos ayudarán a ser más eficaces el día de mañana, si no en aquello que llaman transversal como es materia religiosa, sexual e ideologías de imposición, que en la mayoría de las ocasiones chocan con las preferencias de los padres.

No cuentan con los padres a la hora de legislar sobre el sistema idóneo de cursar la educación escolar

Los padres hemos sido una y otra vez usurpados de nuestro primer derecho: educar en libertad a nuestros hijos según nuestro credo o condición sociopolítica. En cuarenta y tantos años de democracia, seguimos sin un pacto de estado por la enseñanza y los padres que consideramos que la educación diferenciada es la mejor para nuestros hijos, seguimos siendo amenazados con cerrar los centros escolares que nos dan ese servicio; unos y otros siguen exigiendo la clausura del famoso concordato que nos asegura la enseñanza de la religión católica; no podemos oponernos a que cualquiera que llegue del que no conocemos ni su nombre, enseñe a nuestros hijos sexualidad a su modo y manera; siguen enfrentando políticos y sindicatos a la enseñanza pública, la concertada y la privada; continúan sin contar con los padres a la hora de legislar sobre el sistema idóneo de cursar la educación escolar, deciden sobre ello políticos, plataformas y sindicatos, dejando de lado a los que más saben: los profesores, y a los que debemos decidir, los padres.

¿Hasta cuándo debemos ser una parte pasiva del sistema? ¿Quién protege los intereses de la educación de nuestros hijos? ¿Por qué tanta reticencia al cheque escolar? ¿Por qué tanto odio a que los padres elijan en libertad? ¿Por qué se niegan los políticos a que nuestros hijos puedan estudiar en casa sin asistir a centro educativo? Quizá la respuesta esté en el poder de la globalización universal, la masificación del individuo…

Elegir colegio, educar en libertad (Sekotia) Pablo Sagarra. Este libro se publicó hace un par de años, pero su vigencia sigue inmaculada. Un ensayo breve pero contundente sobre los derechos que les tratan de robar a los padres respecto a sus hijos. También hace un repaso de los modos de cursar la enseñanza obligatoria y de los que podrían implantarse, y que se echan en falta en muchas ocasiones. Un libro ideal para abrir boca al principio de un curso escolar que promete sorpresas…

La religión en el espacio publico (Digital Reasons) Rafael Palomino. Y si de espacio público hablamos precisamente la escuela, tanto la pública como la privada, me da igual… es el espacio público más caliente. Y es ahí donde podemos ejercer nuestros derechos que los presuntos laicistas pretenden usurar porque sí. ¿Tenemos derecho los padres cristianos a que las cruces sigan en las aulas? ¿Puede haber en el patio una imagen de la Virgen aunque el no creyente se sienta incómodo? ¿Se puede tener capilla y usarla a diario sin que un padre exija lo contrario porque dice que le imponen determinadas manifestaciones religiosas? Pues si tienes dudas como estas u otras, hazte con un ejemplar de estos y que no te engañen.

La tarima vacía (Alegoría) Javier Orrico. El autor, que no es la primera obra que escribe, lleva al terreno de la observación del lector sobre por qué y cómo han conseguido que la educación pública haya sido destruida desde lo que fue al principio, es decir, un espacio para todos donde las clases populares, rurales y más alejadas de la urbe recibían una instrucción académica, valiosa y sacrificada. En su opinión las leyes de los últimos treinta años han destruido el significado de la enseñanza popular. Interesantísimo ensayo.

Fuente: https://www.hispanidad.com/libros-recomendados/educar-en-libertad-el-derecho-usurpado-por-el-gobierno-sanchez_12003621_102.html

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La economía política de la nueva «ley de esclavitud» de Hungría

Por:  Ágnes Gagyi, Tamás Gerócs/La Haíne

Las manifestaciones explotaron en las calles de Budapest

Fue después de que el parlamento húngaro –controlado por el cuarto gobierno consecutivo con gran mayoría de Fidesz– acabara de aprobar tres leyes cruciales en una rápida votación parlamentaria el 12 de diciembre que los partidos opositores calificaron de ilegales. Los tres elementos principales en el paquete de gobierno fueron la Ley de horas extra, que rápidamente vino a conocerse mejor como la «Ley de Esclavitud», la centralización del procedimiento de nominación de los tribunales y las enmiendas educativas que permiten la privatización de las universidades públicas. La oposición parlamentaria estalló en una fuerte protesta en la sede e hizo un video grabando el proceso electoral, que más tarde se volvió viral. Tras la llamada de uno de los parlamentarios a una marcha pública pacífica en las calles de Budapest para protestar contra el procedimiento legislativo ilegal, gran cantidad de gente se reunió y desencadenó una manifestación masiva. Los manifestantes eran mayormente estudiantes, sindicados y varios grupos activistas.

Previamente, otras olas de manifestaciones han sido motivadas por legislaciones importantes que fueron preparadas de manera parecida, sin ningún diálogo social o consulta a los grupos representativos. Recientemente ha sido el caso con la «Lex CEU», forzando a la Universidad Centroeuropea (CEU) a salir del país, un proceso que en 2018 ha sido complementado con la decisión de cortar a la Academia Húngara de Ciencias y a varias universidades públicas los fondos. Antes del 12 de diciembre, los estudiantes se habían manifestado en frente del Parlamento antes de la votación, para expresar simpatía al CEU y pedir educación gratuita. Levantaron tiendas en la plaza donde estaban, a lo que llamaron universidad libre: un espacio público para lecciones y charlas auto-organizadas. Esta tradición de «universidad libre» llega hasta manifestaciones estudiantiles pasadas y a la ocupación universitaria en los últimos años. Luego de la reciente legislación, los estudiantes simpatizaron con los trabajadores y empezaron a organizar la manifestación con el apoyo de los sindicatos.

Después del 12 de diciembre, el principal foco de la nueva ola de protesta fue la Ley de Esclavitud, la cual permite a las empresas solicitar 400 horas de trabajo extra (anteriormente limitado a 250 horas al año) y retrasar los pagos hasta 3 años. Los sindicatos expresaron su oposición en tanto que la ley permite a las empresas negociar horas extra con trabajadores individualmente, sin los sindicatos.

El primer ministro ha defendido públicamente las reformas, diciendo que los trabajadores que solían buscar oportunidades laborales en el extranjero para trabajo extra, ahora se benefician de la ley y trabajan en Hungría. Sobre la base de que rompen la paz de vísperas de Navidad, los medios estatales y los altos oficiales del gobierno condenaron las manifestaciones «poco cristianas» y hostiles al cristianismo. Un estudio reciente de la Agenda Pública mostró que el 85% de la población en edad de trabajar rechaza la Ley de horas extra.

La reciente enmienda del código laboral ha sido parte de una serie de reformas laborales desde que el gobierno consiguió el poder en 2010. La flexibilización de las relaciones laborales ha sido una tendencia en Hungría casi independientemente del tipo de gobierno en el poder, desde 1990. Lo que ha sido común en los gobiernos liberales, socialistas y ultraconservadores es su afán de agradar a las empresas multinacionales, muy notablemente a las fabricantes de coches alemanas, para invertir en el país. La implementación de varias reformas laborales neoliberales desde los años noventa solía, relativamente, no tener respuesta en una situación de gran desempleo y abundancia masiva de trabajadores, que fueron los legados históricos de la terapia de shock económico en los noventa.

El nuevo contexto de integración económica mundial: reindustrialización

La crisis económica en 2008 atizó Hungría de forma particularmente severa en comparación con países de nivel de desarrollo relativamente similar. La crisis económica y el subsiguiente colapso del gobierno social-liberal previo llevó a una holgada victoria del partido conservador Fidesz, haciendo campaña con la promesa de descolonización económica y renacimiento nacional. Tras ganar la mayoría en 2010, Fidesz se embarcó en un programa de «reindustrialización». En realidad, reindustrialización es un eufemismo en comunicación política para una consecuencia más amplia de la reestructuración industrial de Europa occidental: la deslocalización de segmentos estandarizados de producción con perspectivas de poco beneficio hacia economías de mano de obra barata en lugares geográficos cercanos. En el caso de países europeos del centro y del este, particularmente el grupo de Visegrado, este proceso es dominado por la industria automotriz alemana, que se ha visto bajo una inmensa presión después de la crisis de 2008 para adaptarse a la nueva tendencia económica mundial. Hungría no es el único país ni el más expuesto a la deslocalización de fabricantes alemanes en la región, pero ha sido el que ha provisto la mayor parte de ingresos nacionales como subvenciones para fomentar la deslocalización. Tres de las principales compañías, Audi del Grupo Volkswagen en Győr, Mercedes-Benz en Kecskemét y las más recientes instalaciones de BMW en Debrecen empezaron a operar. Se estima que un tercio de la producción industrial y exportación del país está representado por muchos grandes y pequeños proveedores. La dependencia de exportar a Alemania, un factor clave de las economías locales, ha crecido a cuotas históricas por toda la región. Aproximadamente 120 000 personas están directamente empleadas por fábricas de automóviles en Hungría y un número similar está empleado por proveedores asociados.

Para el régimen de Orbán, las remesas de inversión extranjera directa en industrias que producen para la exportación son de importancia crucial y constituyen una parte orgánica de lo que los analistas liberales llaman su régimen «iliberal». Fidesz ganó las elecciones de 2010 con el mensaje de una descolonización económica, una contra-narrativa a la hegemonía neoliberal de las décadas post-socialistas. Lo que en comunicación política fue referido como interés económico húngaro, en política económica significa un fuerte programa de apoyo estatal al crecimiento del capital nacional. Sin embargo, el régimen puede estribar solo en aumentar el espacio de maniobra del capital nacional dentro de las condiciones objetivas de la integración del mercado mundial. Las subvenciones por inversión directa extranjera en industrias exportadoras ayudan a mantener el balance de pagos en orden, mientras los sectores no comercializables donde las condiciones pueden ser moldeadas por políticas estatales (como la banca, telecomunicaciones o transporte) ven duras reorganizaciones de la propiedad a favor de los nuevos capitales nacionales oligopólicos. Mientras tanto, en comunicación política, la creación de trabajo por la industrialización ha sido mantenida en el frente de las campañas del gobierno como una herramienta para legitimar políticas contra el bienestar, la transición del estado del bienestar a la sociedad del trabajo abrazada por Orbán.

La industria mercantil alemana

Como parte de su agenda de reindustrialización, el gobierno de Fidesz dio ventajas a la industria alemana en la redacción de importantes marcos políticos de trabajo para beneficiar la deslocalización en el país. Esto fue más allá de directamente subvencionar a las empresas multinacionales con bajadas fiscales y concesiones de propiedad. Los lobbies industriales, apoyados por la Cámara Húngara de Industria y Comercio, han estado directamente envueltos en política y ayudaron a escribir muchos borradores legislativos, lo que significa reformar terrenos políticos clave, tales como la educación, el fisco y el trabajo. Esto es, las modificaciones del código laboral, desde 2010, han sido escritas con la ayuda de actores industriales alemanes. El resultado de la agenda de reindustrialización ha sido altamente nocivo para mucha gente. El gobierno húngaro ha abandonado explícita e implícitamente los intereses de los trabajadores en las relaciones industriales y, en cambio, solamente representa los intereses de la industria, incluyendo su sector más influyente, las multinacionales alemanas.

1. Fiscalidad

Una de las consecuencias de la interferencia política demostrada por los periodistas de investigación es que entre los impuestos a las empresas de todos los estados miembros de la Unión Europea, los más bajos son los de Hungría. La tasa plana impositiva de las empresas es del 9%, pero la tasa efectiva que las compañías pagan tras varias concesiones es de solo 7’2%, mientras las 30 multinacionales más grandes dominadas por manufactureras alemanas pagan una tasa efectiva del 3’6%. El contra-efecto de tales impuestos corporativos bajos con el gran subsidio a las empresas –muchas de esas provisiones son desconocidas– es el IVA (VAT) del 27%, el más alto de la Unión Europea, cuyo peso cae en los asalariados que están compelidos a gastar gran parte de sus ingresos en bienes de subsistencia. No es una sorpresa que el sistema tributario de ingresos personales húngaro sea casi regresivo, con una tasa plana universal del 15%.

2. Educación

Entre los regalos a la industria, como créditos fiscales y subvenciones a empresas, la Cámara Alemana fue también invitada a ayudar redactando secciones clave de la reforma educativa. Con su ayuda, los políticos húngaros introdujeron el proyecto del sistema de formación profesional alemán, combinado con la bajada de la edad mínima legal de escolarización obligatoria de 18 a los 16 años. Como resultado, los jóvenes de familias pobres eran obligados a pasar sus años de escuela en el sistema profesional y a empezar a trabajar para la industria a una edad temprana. Esos jóvenes son preparados por las compañías asociadas al sistema de formación profesional, el cual ayuda a la compañía a imponer las destrezas necesarias en la producción. Como mucha gente recolocada de Alemania está altamente estandarizada, las empresas necesitan trabajadores de baja o media cualificación. Entonces, los estudiantes no necesitan pasar demasiado tiempo en la escuela con educación general. Después de unas semanas o meses, pueden obtener las aptitudes necesarias que supone la fábrica. Sociólogos de la educación alertan de que los cortos programas educativos asociados con el sistema de formación profesional pueden atrapar a gente joven en el mismo puesto en la fábrica durante toda su vida sin expectativas de mejora.

Al margen del bajo nivel de cualificación, los estudiantes son formalmente supervisados por la escuela durante la formación y no directamente empleados por las empresas, por lo que estas no están obligadas a pagarles salarios equivalentes ni a ofrecerles contratos seguros. En resumen, el sistema de formación profesional ha sido diseñado por el lobby industrial alemán y sus socios húngaros para garantizar la actual ola de reindustrialización en la periferia de Europa con trabajo flexible, barato y especializado, tan joven como legalmente sea posible. El otro aspecto de la reforma educativa fue la centralización de la educación pública y una desinversión de la educación superior y de la Academia Húngara de Ciencias.

La expulsión de Hungría de la Universidad Centroeuropea (CEU), una de las universidades más reconocidas internacionalmente, estaba cargada de rencillas ideológicas, pero constituyó solo la punta del iceberg en este proceso. Las universidades públicas húngaras han sido forzadas a reducir su capacidad, desintegrar facultades y eventualmente ser privatizadas. La frustración de los estudiantes en las grandes ciudades ha sido de lejos la marca de contestación a lo que la agenda de reindustrialización del gobierno entiende por educación. En términos de protestas y organización de los estudiantes, las más memorables acciones tuvieron lugar entre 2013 y 2015, cuando crecientes organizaciones estudiantiles en diferentes universidades ocuparon campus, incluyendo uno de los más grandes campus de Budapest, en la Universidad Eötvös Loránd (ELTE). También bloquearon puentes y unidos a compañeros de secundaria convirtieron momentos clave de Budapest en festivales nocturnos espontáneos con vibrantes mensajes políticos. Los estudiantes bien organizados consiguieron algunas de sus primeras pretensiones, tales como la renuncia del controvertido secretario de educación del Partido Democristiano o la suspensión del sistema de cuotas universitarias planeado.

Las manifestaciones estudiantiles estallaron otra vez tras los ataques lanzados en la CEU. En este momento, a causa de la mayor complejidad del contexto geopolítico en la región, incluyendo las aspiraciones del primer ministro Orbán como nuevo líder de extrema derecha anti-Soros, la apuesta fue demasiado alta. En última instancia, los estudiantes no pudieron descarrilar la hostilidad del gobierno contra la universidad a pesar de –o quizá incluso debido a– la solidaridad internacional con la CEU y los debates desencadenados en el Parlamento Europeo y entre los socios de coalición de Fidesz en el Partido Popular Europeo.

3. Reformas laborales

La regulación laboral es el otro gran importante terreno político doméstico para la reindustrialización de Hungría donde el mercantilismo industrial alemán coincide con la capacidad estatal húngara. La primera enmienda principal del código laboral vino no mucho después de que Fidesz llegara al poder. Como lo mencionado anteriormente, la reforma laboral fue la continuación de prácticas previas dirigidas a atraer capital industrial alemán garantizando las condiciones laborales más flexibles posibles. Como importantes estudios han mostrado (Laki et al., 2013; Berki and Neumann, 2015), el código laboral de 2012 debilitó significativamente a los sindicatos e incrementó el poder directivo. Los cambios más recientes bajo la etiqueta de la «Ley de Esclavitud» se ajustan perfectamente a esta larga tendencia de flexibilización y desregulación. No obstante, la reforma general del código laboral del 2012 fue realmente el punto de inflexión en flexibilización: fue introducida una regulación del tiempo de trabajo acumulado asignado más descentralizado, lo que significa ayudar a las empresas a reajustar los ciclos comerciales muy agitados. La reforma hizo posible forzar a horas extra de trabajo cuando la demanda es alta, pero deja un mal salario o tiempo vacío sin pagar cuando la demanda es baja. Como consecuencia, los marcos de tiempo de trabajo bajaron los ingresos. A día de hoy, la extensión del tiempo de trabajo unas 400 horas por año es una forma de preparación para un ciclo descendente, en cuanto que no solo fuerza horas extra de trabajo en la reciente tendencia ascendente, sino que también permite a las empresas despedir trabajadores o dejarlos sin actividad cuando el ciclo cambie. De acuerdo con la nueva legislación, las empresas pueden elegir pagar las horas extra solo en el extenso periodo de inactividad, que en el caso de empresas de propiedad extranjera puede también ser beneficioso por optimizar la exposición de cambio de divisas.

Más aún, la flexibilidad lleva al sistema salarial a un estado donde el salario base es bajo y la proporción de varios elementos basados en logros es alta (p. ej. horas extra). Como resultado, varias formas de empleo precario, por ejemplo, agencias de trabajo temporal o contratos de duración determinada, han incrementado dramáticamente. Las agencias de trabajo temporal, por ejemplo, se duplicaron entre 2012 y 2014. Dentro de esta tendencia general, esto no es una sorpresa: a medida que las unidades de producción se reducen en la cadena de suministros –ahora rápidamente relocalizadas en Europa del Este– la calidad de los contratos también se debilita. Las empresas duplican sus beneficios de ello: pueden usar las condiciones laborales más favorables en las fábricas de Europa del Este mientras tienen también herramientas altamente disciplinadas cuando las necesitan para forzar concesiones de los fuertes sindicatos alemanes, donde los efectos de la deslocalización han sido también devastadores para los trabajadores de cuello azul (obreros manuales).

Régimen de workfare

Otro importante legado histórico reforzado por la serie de reformas laborales es que el mercado de trabajo húngaro se ha fragmentado altamente durante la transición. Por una parte, la demanda de fuerza de trabajo industrial está ahora en rápido crecimiento debido a la tendencia alcista del ciclo de negocio y de las masivas relocalizaciones industriales del país. Por otra parte, el desempleo estructural que tuvo como raíz la crisis económica mundial es todavía demasiado alto y concentrado demográficamente en las regiones más pobres del este del país. Para este segmento de la fuerza de trabajo, el gobierno de Fidesz introdujo otra medida de autocontrol, bautizada como la iniciativa de la fuerza de trabajo pública.

El programa de empleo público de Fidesz sustituyó anteriores subsidios por desempleo con una infraestructura que proporcionaba prestaciones por desempleo a cambio de trabajo público obligatorio (recanalizando fondos dedicados previamente a programas de transferencias sociales en esta dirección). La gente desempleada no es automáticamente escogida para participar en el programa: es labor de los gobiernos locales (dominados por Fidesz a lo largo del país) «invitarlos» al programa. Puesto bajo el control del Ministerio de Interior, este programa encarnaba los acuerdos de tendencias largoplacistas de las políticas postsocialistas, ampliamente criticadas por expertos por poner creciente poder discrecional en manos de las autoridades. El programa de subsidios por sí mismo, completado en su presente forma por Fidesz, fue iniciado por el gobierno socialista-liberal previo a 2010.

Durante el pico de desempleo después de la crisis de 2008, aproximadamente el 5% de la fuerza de trabajo húngara activa fue empleada por el programa de empleo público. Si bien, en este punto, el programa fue altamente criticado por las élites liberales como un malgasto de dinero, ganó popularidad entre la gente afectada, especialmente en regiones donde generaciones enteras habían estado condenadas a permanecer fuera del mercado de trabajo formal. El programa también fue popular en las clases medias rurales, quienes se habían visto frustradas por previas políticas de redistribución a los más pobres, una frustración que fue la base del triunfo de partido radical de derecha de Jobbik en la campaña anti-Roma de 2008-2010.

Este nuevo régimen de subsidios produjo efectos altamente controvertidos en las relaciones sociales locales. En muchas áreas, la mayoría de la población local optó por una nueva forma de sistema de clientelismo entre los municipios locales, representando las élites locales a los empleadores, y la gente de los programas de subsidios.

Dentro de estos sistemas, los alcaldes mismos se volvieron más dependientes de los fondos centrales para el programa público de empleo, ya que acceder a ellos también está basado en derechos personales y políticos. En pueblos pequeños esto creó una forma muy abierta y personalista de relaciones entre patrón y cliente al viejo estilo, que los medios liberales denominaron feudal. Este nuevo patrocinio piramidal está basado en una alta relocalización de los fondos centrales a través de finas conexiones políticas y de lealtad (similar a la manera en la que las compañías estatales tenían que negociar con el gobierno durante el estado socialista) pero también proporciona unas clases dominantes con las herramientas esenciales para disciplinar y regular la fuerza de trabajo local insatisfecha en áreas donde otras expectativas de empleo no existen.

Escasez de trabajo inesperada

En 2016, el ciclo de negocios pasó de dos décadas de abundancia de trabajo a una repentina escasez del mismo. Aunque el rápido desplazamiento fue una sorpresa para los legisladores, las tendencias estructurales detrás del proceso no eran nuevas en absoluto. Por una parte, la intensificación de la reindustrialización creó condiciones de incremento de la demanda para trabajadores de baja y media cualificación. Por otra parte, el libre movimiento de personas en la Unión Europea movilizó a los trabajadores húngaros con presiones económicas crecientes en su hogar a buscar mejores oportunidades en el extranjero. Debido al duro tratamiento de los trabajadores desde al menos 2012, algunos salieron en busca de mejores oportunidades no solo en Europa occidental sino incluso en países vecinos, como Eslovaquia o República Checa. Se estima que 600 000 personas han tenido que dejar el país en los últimos años. La mayoría de ellos no son solo los cualificados, para los que siempre ha habido alta demanda en Europa occidental, sino que también grandes segmentos de media o baja cualificación decidieron marcharse.

La escasez de trabajo ha supuesto tal problema para la industria, incluyendo los productores de coches alemanes, que incrementaron la presión en el gobierno de Fidesz para intervenir. Intentos anteriores se enfocaron en los trabajadores públicos, por ejemplo algunas enmiendas fueron agregadas a la iniciativa de prestación por desempleo pública, que permitieron a gente coger trabajos en la industria si el gobierno municipal aceptaba. Además, el gobierno anunció una reducción masiva de funcionarios públicos en la administración, con el propósito de empujar a la gente al mercado laboral. Estas medidas se mostraron insuficientes, ya que para muchos funcionarios públicos no era preferible dejar su relativamente fiable workfare (trabajo para cobrar una ayuda estatal) público donde podrían negociar con el alcalde, y pasar a un altamente explotador y convulso workfare industrial por algunos euros más. Para mayores y funcionarios públicos con experiencia que han servido a varias administraciones, los lugares de trabajo industriales no han sido una opción viable.

Este es el contexto en el que el gobierno decidió intervenir más radicalmente en las relaciones laborales en interés de la industria. Como los desafíos de la escasez de mano de obra se originan, en el contexto de una economía global, en una posición estructural de la economía húngara y la industria automotriz alemana más profunda, la solución no parece ser fácilmente lograble y la crisis política continúa en Hungría. Como última instancia, un grupo de diputados de todos los partidos parlamentarios opositores, incluidos liberales, socialdemócratas, verdes y miembros de la extrema derecha, entraron dentro de la televisión pública estatal a transmitir públicamente cinco demandas elaboradas con protestas civiles. Estas son: la cancelación de la ley de horas extra, menos horas de trabajo extra para agentes de policía, independencia judicial, unirse a la Fiscalía Europea y medios de comunicación públicos independientes. Los diputados pasaron una noche en el edificio de la oficina de la sede de la televisión pública, pero no pudieron expresar bien la demanda ya que fueron obligados a abandonar el edificio a la fuerza por una compañía de seguridad privada de la televisión. La empresa de seguridad solía ser parte de la red de negocios del ministro del interior antes de su inauguración ministerial. Después de que el presidente Áder firmara la enmienda del código laboral el 20 de diciembre, la Confederación Húngara de Sindicatos llamó al boicot y a la huelga general.

Trabajo y política: agencia en las demostraciones

Mientras la indignación ante la Ley de Esclavitud es compartida por la gran mayoría de la población, las estructuras que pueden dar voz y posibilidades concretas a tal indignación son relativamente débiles. La oposición parlamentaria, aglutinada en el terreno de la política simbólica, debido al arrollador poder político y de infraestructura de Fidesz, usaba activamente su poder organizativo residual para fomentar la visibilidad de las manifestaciones. Sus acciones dejaron claro, de nuevo, cómo de lejos se han desplazado las políticas húngaras hacia el autoritarismo. Sin embargo, también focalizaron la atención pública en políticos de la oposición y en llamadas a la acción que repitieron proyectos sin éxito para la unidad de partidos opositores, que han constituido el fin de cada ciclo de manifestaciones incluso desde 2010. Esto ayudó a desviar la atención fuera de la Ley de Esclavitud, de los trabajadores a los que afecta y de los pactos de comercio que tomaron un rol activo en las extensas y estructurales dimensiones del conflicto.

En la política del post-socialismo húngaro, los partidos de la oposición suelen apoyar las exigencias de los trabajadores y continuar con la tendencia flexibilizadora cuando llegan al poder. Antes de las elecciones parlamentarias en abril de 2018, el partido de la oposición más efectivo en unir sus filas para movilizar a los trabajadores de los collares blancos (oficinistas y administradores), quienes se decepcionaron con las severas condiciones de trabajo, fue el de extrema derecha Movimiento por una Hungría Mejor (Jobbik). La novedad de la situación hoy es que todos los partidos de la oposición buscan encontrar nuevas conexiones con los acuerdos de comercio, especialmente después de que Jobbik sufriera una importante derrota en las elecciones parlamentarias de abril. En la situación actual, los políticos del partido socialista, particularmente importantes en este compromiso, Jobbik, o la nueva formación de la oposición Momentum, haciendo campaña con una agenda liberal proeuropea, pueden difícilmente ganarse la confianza como aliados a largo plazo de los trabajadores.

Estudiantes y trabajadores

Lo novedoso de estas manifestaciones hoy día es que es la primera vez para estudiantes y trabajadores para organizarse explícitamente en solidaridad entre ambos colectivos. Los estudiantes que se sumaron a la manifestación clamaban su propia causa expresando solidaridad con los trabajadores. Un nuevo medio de izquierdas, Merce.hu, cubrió las manifestaciones nuevas desde una perspectiva de trabajo y de sindicato.

El sindicato del sector del metal (Vasas) también expresó simpatía recíproca con los estudiantes. Vasas suele reunir sindicatos de grandes empresas, especialmente de aquellas con gran demanda de fuerza de trabajo. Se ha llamado a una huelga general, pero el panorama no carece de interrogantes. Los mismos sindicatos fueron descentralizados durante el periodo de transición y muchas de las negociaciones industriales tuvieron lugar a nivel de fábrica. En el lado de los trabajadores, las organizaciones han sido débiles ya desde el cambio de régimen. Debido a la descentralización de las negociaciones colectivas del sector a la fábrica, los sindicatos tendieron a operar bajo una política no conflictiva, lo cual también refleja su dependencia de la buena voluntad del poder central. Algunas huelgas decisivas en la industria del automotor en los últimos años señalaron la decadente significancia del trabajo en este sector. Hoy, muchos sindicatos reaccionaron contra la Ley de Esclavitud con un abierto y explícito rechazo y con amenazas de huelgas, lo cual es nuevo elemento. En su dureza, la Ley de Esclavitud podría dar una oportunidad para un cambio de paradigma en la organización sindical –hacia a un modelo menos dependiente que está más integrado con la participación obrera. Además, tales colaboraciones entre trabajadores y estudiantes podrían construir conexiones que puedan ser significativas en el futuro; al actual nivel de dependencia de los trabajadores de las diversas funciones del régimen, y la falta de un poder organizativo de masas de los sindicatos que precediera la Ley de Esclavitud, la capacidad sindical de organizar una base de masas para la resistencia debe ser limitada.

Conclusión

Vemos el conflicto político que estalló alrededor de la Ley de Esclavitud como un choque reflejando la velocidad con que el nuevo régimen local autoritario ha estado reprimiendo las capacidades de reproducción social en servicio del capital internacional. Mientras los debates políticos en el mundo occidental tendían a describir Hungría como un caso exótico de extremo iliberalismo doméstico, vemos este régimen como un caso de cómo funciones destructivas y disciplinantes de la crisis capitalista presente son incorporadas en la sociedad local en regiones que tienen menos capacidad de exportar sus crisis a otro lugar. A medida que la crisis económica fuerza a la industria alemana a reorganizar y privar de derechos a las regiones del sur de Europa, los nuevos regímenes autoritarios en Europa del Este parecer entrar en alianza económico-política con ella, tratando de conformar políticas europeas para su propio beneficio.

Atrapado entre sus propias aspiraciones y las necesidades de la industria alemana, frente a la actual mejora económica y el contexto de escasez severa del trabajo, la no muy innovadora solución de Fidesz fue usar su autoridad al máximo para promover una mayor flexibilización y formas explotadoras de control laboral. Este movimiento acrecienta el conflicto de clase en el que el régimen es construido, y transforma lo parcialmente en un conflicto político. La indignación por la Ley de Esclavitud marca un momento clave cuando el asunto del trabajo fue encarado en el discurso político público en un nivel sin precedentes desde el cambio de régimen. Las luchas en su contra están configurando coaliciones y capacidades organizativas que podrían ser significativas en el futuro. No obstante, la agencia que ha está naciendo en la resistencia a la ley está encarando el peso y la inercia de un sistema global en colapso.

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/la-economia-politica-de-la

 

 

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La educación ante el auge del fascismo

Por: Enique Díez Gutiérrez

En Finlandia, Alemania, Dinamarca, Francia, Suecia, Grecia, Hungría, Croacia, Letonia, Lituania, Polonia, Ucrania, Italia y desde el 2 de diciembre de 2018 España, se ha asentado la presencia del fascismo en los parlamentos europeos.

El fascismo radicaliza los valores conservadores, para atraer y canalizar el enfado de clases medias, trabajadoras y populares que se sienten abandonadas e indefensas ante las políticas europeas de austeridad. Políticas de austeridad aplicadas a “los de abajo”, como medidas únicas e inmutables, ante la crisis económica y social. Una crisis que se percibe ya como un “saqueo sin fronteras” de las élites financieras, que han conseguido, sin embargo, salir reforzadas y más enriquecidas aún, si cabe, de esa “crisis” provocada por su propia voracidad sin límites.

El fascismo que vuelve a asentarse en Europa y que se extiende de forma imparable por buena parte del mundo (Estados Unidos con Donald Trump, Brasil con Jair Bolsonaro, Filipinas con Rodrigo Duterte, etc.) no tiene nada de antisistema, sino que constituye el plan B autoritario del sistema a través del discurso antiélites. Un discurso, profundamente neoliberal, pero teñido de aspectos y elementos simbólico-emocionales conservadores (banderas, himnos, símbolos, etc.), que rechaza toda forma de organización colectiva (organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos, etc.) que demanda derechos sociales y justicia, alentando el mesianismo y los “líderes autoritarios” como salvadores en quienes confiar ciegamente.

En el tablero diseñado por el neoliberalismo, el fascismo cumple una función clave: la de ocultar las raíces reales de la injusticia social y la crisis para, de esta forma, neutralizar la posibilidad de que se cuestione la responsabilidad en aquellas de las élites económicas y financieras.

Lo que hace la extrema derecha es sembrar la discordia entre los perdedores del modelo neoliberal, fomentando, por una parte, el orgullo de sentirse superior y, por otra, canalizando la ira popular hacia los colectivos más vulnerables. Así, mientras se alimenta la guerra entre pobres, los cenáculos neoliberales siguen repartiéndose el pastel y la fractura social se acrecienta.

Con dos efectos colaterales terribles: el primero, que vemos como gran parte de los postulados de la extrema derecha están siendo asumidos por la derecha y los liberales, especialmente las políticas migratorias, claramente discriminatorias y punitivas, y las políticas represivas en materia de derechos y libertades. El segundo, que reconstruyen el imaginario colectivo, amplificado por los medios de comunicación, situando a todo movimiento progresista de “izquierdas” (Unidos Podemos) como si fuera el otro extremo de la ecuación, en la “extrema izquierda”. De tal forma que el centro del tablero político queda redefinido por el conservadurismo (PP) y el neoliberalismo (C’s) que se convierten automáticamente en opciones de centro, “moderadas” y “responsables”.

Se está así redefiniendo el campo de disputa, tildando de forma similar de populistas tanto a las opciones fascistas (totalitarias y antidemocráticas) como a las opciones comunitarias de defensa del bien común, el reparto de los recursos y la justicia social. Ocultando la gravedad de esta equiparación, mediante el epíteto vacío de “populismo” que oculta e invisibiliza el fascismo. Como se ha usado también en algunos análisis históricos del golpe de estado del 36 y la dictadura franquista, pretendiendo mantener una “equidistancia” entre víctimas y verdugos, entre fascistas alzados y un gobierno republicano elegido democráticamente.

Una segunda causa del auge del fascismo es la tragedia que ha supuesto la gestión de la crisis por parte de la socialdemocracia en toda Europa. Los partidos socialdemócratas han aplicado los mismos principios del neoliberalismo y las políticas de austeridad. Ante lo cual, buena parte de la población se ha sentido engañada por quienes en otras épocas fueron los defensores del Estado Social y de Bienestar. Esto ha sido crucial para provocar una sensación generalizada de hundimiento de los principios de democracia, justicia social y solidaridad, que podemos situar como tercera causa del auge del fascismo. Y una cuarta causa: el desarrollo del precariado como condición de vida de buena parte de la población joven, base del descontento social de generaciones hipotecadas, ante la perspectiva de futuro de “vivir pagando para morir debiendo”.

Pero la causa fundamental del auge del fascismo se debe a que el modelo neoliberal ha ganado actualmente la guerra ideológica. Hemos asistido a una guerra ideológica, irregular y asimétrica, en la que la batalla por la narrativa ha sido clave en la fabricación de una determinada percepción de la población y las audiencias mundiales de cara a imponer imaginarios colectivos impregnados de contenidos y sentidos afines al pensamiento dominante, que cada vez une más y “simbiotiza” capitalismo, neoliberalismo y fascismo. Las élites económicas y financieras sí que han tenido claro que hay una permanente lucha de clases, y que, esta batalla, ellos la están ganando por goleada. Y, justamente, porque están ganando esta guerra ideológica, es por lo que también ganan la guerra económica y el poder, a pesar de (o, precisamente por) la corrupción, la memoria del fascismo, la represión, etc., etc.

Sus proclamas han colonizado el pensamiento, los deseos e, incluso, las esperanzas de gran parte de la población. Aplicaron el análisis de Gramsci: si controlan la mente de la gente, su corazón y sus manos también serán suyos. Pasado el tiempo de la conquista por la fuerza, llega la hora del control de las mentes y las esperanzas a través de la persuasión. La ‘McDonalización’ es más profunda y duradera en la medida en que el dominado es inconsciente de serlo. Razón por la cual, a largo plazo, para todo imperio que quiera perdurar, el gran desafío consiste en domesticar las almas. De tal forma que el discurso neoliberal ha acabado siendo visto como condición natural y normal.

Lo privado frente a lo público. La libertad individual frente al bien común y la justicia social. El rechazo a los impuestos frente a la aportación colectiva para la protección social y solidaria. La ideología del esfuerzo que externaliza las causas de las dificultades y convierte a la víctima en culpable, revictimizándola. La ideología del emprendimiento que responsabiliza a las víctimas de su suerte y su futuro. La cultura de la autoridad, la sumisión y la obediencia debida. La ideología del pensamiento positivo, complemento necesario para ayudar a autorregular la conciencia opresiva de la explotación y sentirse incluso un colaborador libre y proactivo en la propia explotación, mediante técnicas de management y coachingemocional.

Se ha instaurado así una constante, permanente y sólida pedagogía del egoísmo, base esencial de la ideología neoliberal, que hunde sus raíces en el interés propio como impulso vital y trascendental. Una pedagogía que está reconstruyendo, a través de los medios, las prácticas y los discursos sociales y educativos, un nuevo sujeto neoliberal que ve en el egoísmo y las relaciones de competencia y de mercado la forma natural y normal de estar y ser en el mundo. Un sujeto cuyo primer mandamiento es “ayúdate a ti mismo”. Que desprecia cualquier obligación moral vinculada a la solidaridad colectiva. Una persona formada en la lógica de la competición, cuyas relaciones y prácticas sociales se transforman en cálculos e intercambios regidos por el cálculo del máximo interés individual.

Debemos combatir esta pedagogía del egoísmo, no solo en la escuela sino a través de todos los medios de educación formal y no formal, si queremos superar de una vez por todas el fascismo. Es necesario, claro está, acabar con las políticas de austeridad, poner coto a los beneficios, los paraísos fiscales y el rescate de los bancos y fondos financieros y establecer medidas para conseguir un estado de bienestar social global, que contemple los límites del planeta. Es imprescindible que los partidos gobernantes sean más transparentes y menos oligárquicos y corruptos. Pero, sobre todo, debemos fortalecer la autonomía de pensamiento y de crítica para combatir la posverdad y la política de las emociones de la ideología neoliberal. Porque es más fácil evadirse de una prisión física que salir de esta “racionalidad” neoliberal elegida “libremente”, ya que esto supone liberarse de un sistema de normas instauradas mediante técnicas de interiorización y control del yo.

No podemos seguir siendo “indiferentes” ni “obedientes” ante la pobreza y el hambre, ante la guerra y la crueldad, ante la insolidaridad y el egoísmo brutal, ante el saqueo del bien común, ante la intolerancia y el fascismo. La verdadera munición del capitalismo no son las balas de goma o el gas lacrimógeno; es nuestro silencio. Ya lo decía Martin Luther King: “Tendremos que arrepentirnos en esta generación no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena” que miramos para otro lado ante el auge del fascismo.

Como diría Ernesto Sábato: “Estamos a tiempo de revertir esta masacre. Esta convicción ha de poseernos hasta el compromiso”. Nos jugamos el futuro de nuestros hijos e hijas, y el de la sociedad en su conjunto. Educación o barbarie, no hay neutralidad posible.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/12/04/la-educacion-ante-el-auge-del-fascismo/

 

 

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Francia: Estudiantes y profesores protestan contra la reforma educativa de Macron (+Video)

Francia / 18 de noviembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Sputnik News

Estudiantes y profesores marcharon por las calles de París contra la reforma educativa planificada por el Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron.

Los sindicatos se oponen a las medidas propuestas por el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, ya que las consideran un ataque al sistema de educación pública. Además, consideran que redundarán en un recorte de empleos y en la pérdida de calidad de los mismos.

 

https://www.facebook.com/sputnik.mundo/videos/335870297200459/

 

 

Se espera que el plan de reforma se presente en el Parlamento el próximo enero para que entre en vigor a partir de septiembre del 2019.

https://mundo.sputniknews.com/europa/201811121083363841-protestas-reforma-macron-paris/

ove/mahv

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Los sindicatos convocan un paro contra la supresión de profesores en Francia

Redacción: La Vanguardia

Los tres principales sindicatos del sector de la educación en Francia convocaron una huelga el 12 de noviembre para protestar contra la supresión en 2019, anunciada por el Gobierno, de 2.650 puestos de trabajo en los colegios e institutos.

Según las centrales FSU, Unsa-Education y SGEN-CFDT, la eliminación de esos puestos laborales prevista en el plan presupuestario de 2019 supone «una nueva degradación de las condiciones de estudio de los alumnos y del trabajo del personal».

De entre los 2.650 puestos que se suprimirán, que representan apenas el 0,2 % de la plantilla total en el sector de la educación, los más afectados serán los de profesores de instituto y de tareas administrativas.

No obstante, el proyecto presupuestario de 2019 contempla un aumento de las partidas en educación del 1,7 % respecto a 2018.

En 2017, Francia consagró el 6,7 % de su riqueza al sector educativo.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20180925/452037854679/los-sindicatos-convocan-un-paro-contra-la-supresion-de-profesores-en-francia.html

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Ministro paraguayo reconoce urgencia de elevar la calidad educativa

Paraguay / 29 de julio de 2018 / Autor: Agencia PL / Fuente: Radio La Primerísima

El ministro de Educación y Ciencias, Raúl Aguilera, reconoció este martes la urgencia de renovar muchos temas que permitan mejorar la calidad y un desarrollo superior de la educación paraguaya.

En conversaciones con la prensa, el titular afirmó que se trabaja en ese tema ‘que no puede parar’ y estimó que para inicios del 2021 se implementaría el nuevo modelo educativo.

Destacó que tras el periodo de consultas con los diferentes actores educativos, la reforma se encuentra en plena ejecución.

‘Existe un consenso general para transformar la educación, pero para ello necesitamos tener un diagnóstico, señaló.

En ese sentido dijo que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) tiene los recursos necesarios para iniciar el diagnóstico, pero esperan la definición de las nuevas autoridades, para encaminar los próximos pasos.

Mencionó que una tercera etapa consistente en construir el nuevo proyecto educativo y su implementación, la asumiría el nuevo gobierno de Mario Abdo Benítez, cuya investidura presidencial será el 15 de agosto.

Aseguró que el nuevo periodo de la educación paraguaya, será mucho más favorable de lo que fue la reforma, con recursos que aún no han sido utilizados y permitirán sostener dicha transformación.

Gremios nacionales de Educación coinciden en no estar de acuerdo con el financiamiento del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para la transformación de la enseñanza porque aseguran que los modelos educativos emanados de ese apoyo impusieron en Latinoamérica ciertas prácticas y metodologías que no fueron bien aplicadas.

Los sindicatos también pidieron que la conducción del proyecto sea nacional y no por parte de un organismo multilateral.

Fuente de la Noticia:

https://radiolaprimerisima.com/noticias/alba/246926/ministro-paraguayo-reconoce-urgencia-de-elevar-la-calidad-educativa/

Fuente de la Imagen:

raul-aguilera ministro de educación y ciencias

ove/mahv

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Argentina-Aten: recuperar los sindicatos ¿para qué?

Por: laizquierdadiario.com/Yazmín Muñoz Sad/04-07-2018

La semana pasada las centrales sindicales de la CGT y CTA llamaron a un paro general, como expresión extendida de la bronca que recorre los distintos lugares de trabajo y que ya no pueden contener con su estrategia de esperar al 2019 .

El nivel de ajuste y ataque a la clase trabajadora que lleva adelante Macri junto a los gobernadores con tarifazos, inflación creciente, devaluación, paritarias a la baja, despidos, la reforma laboral a medida de los empresarios y el desembarcó del FMI con su plan de ajuste, pone en la agenda nacional la necesidad de pensar que sindicatos necesitamos para enfrentar tamaño ataque y para que las crisis la paguen los empresarios y no las y los trabajadores. La discusión es ellos o nosotros.

En distintos lugares del país las y los trabajadores resisten. Los 350 trabajadores de TELAM están luchando contra los despidos. En la provincia de Chubut los estatales y docentes que están a la cabeza hace más de 70 días, pelean por aumento salarial enfrentando represiones y el amedrentamiento policial por parte del gobierno de Arcioni. La CTERA, que es la central que aglutina a los gremios docentes del país se dignó a llamar al paro nacional después de la represión, paro necesario pero que llega tarde.

En la provincia de Neuquén, los trabajadores de la maderera MAM a un año de lucha siguen peleando por la reincorporación, los trabajadores de la PIAP y los ceramistas, siguen resistiendo las condiciones precarias en las que se encuentran para sostener los puestos de trabajo. Las y los trabajadores de la educación llevamos adelante una dura huelga durante 3 meses en defensa de la escuela pública, por el salario y por las condiciones laborales, pero la lucha continúa porque las partidas de refrigerio siguen sin alcanzar, porque siguen habiendo falencias en la infraestructura porque sobre nuestras cabezas está en ciernes el avance de la reforma educativa en el nivel medio, que viene a naturalizar la situación de precarización laboral y pedagógica. Este reforma está impulsada por el gobierno del MPN junto a la conducción provincial de aten TEP-K.

Tanto la CTERA como la CGT y la CTA llevan adelante no solo la misma estrategia de garantizar la gobernabilidad al macrismo esperando el recambio peronista en el 2019, sino también aislar las luchas, dividir a los trabajadores evitando de todas las maneras posibles que la gran fuerza social que encarna la clase trabajadora se pueda expresar decididamente en la calles con un programa que dé salida a la crisis.

Sindicatos ¿a la altura de las circunstancias?

Claramente la respuesta a la pregunta es que no. Las centrales sindicales dirigidas por distintas facciones del peronismo como la CGT y la CTA están más preocupadas por reubicar a su corriente política como una alternativa viable al macrismo que en enfrentar los ataques a los trabajadores.

Por eso recuperar los sindicatos de las burocracias sindicales que nos «patean en contra» es una tarea de primer orden.

Dentro de los gremios docentes, que es uno de los más extendidos en el país, como los Sutebas- Buenos Aires, el SUTE-Mendoza y Aten-Neuquén existen seccionales recuperadas por los Frentes Multicolores de los que la agrupación Negra en ATEN, al igual que la corriente nacional 9 de abril, participa activamente para enfrentar a los gobiernos y las burocracias sindicales como la de CTERA. Pero al interior del Frente Multicolor no tenemos, todas las corrientes las mismas posiciones sobre cómo recuperar y poner en pie los sindicatos.

Desde nuestra perspectiva, el sindicato debería servir para que cada vez más trabajadoras y trabajadores tomen en sus manos la organización y participación desde las bases en todas las instancias, no solamente para levantar la mano en una asamblea o poner el cuerpo en las medidas. Sino para debatir qué tipo de coordinación necesitamos a nivel nacional para enfrentar el ajuste del gobierno y el FMI, qué programa es necesario levantar para terminar con el pago de la deuda y el ajuste, qué lazos tenemos que establecer con la comunidad y otros sectores como ceramistas, madereros, textiles, estatales, qué problemas pedagógicos y de práctica docente enfrentamos en la situación actual, cuál es tarea para extender la educación sexual integral a todas las escuelas, con el sindicato como promotor fundamental de esta actividad, cómo desarrollar el debate sobre la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito entre docentes, estudiantes y comunidad. Es decir unir las demandas económicas, políticas y democráticas como parte de un programa común. Construirlo colectivamente, donde cada trabajador/a sea sujeto activo de dicha construcción.

Pero en aten venimos debatiendo con los planteos de Angélica Lagunas (Izquierda Socialista) y la agrupación Fucsia-Púrpura- Tribuna docente, porque sostienen un modelo de acción político-sindical en el que la democracia de base se subordina a la conveniencia de los “secretarios generales”. Parten de una concepción en la cual la asamblea tiene un rol subordinado a espacios “calificados” de dirección como pueden ser las directivas o peor aún el plenario de secretarios generales, que cada vez que puede hace interpretaciones “políticas” de los mandatos en lugar de atenerse a lo que votó la base.

¿Porque decimos esto? Porque en varias oportunidades durante el conflicto la secretaria general de aten capital no defendió mandatos de la asambleas en el plenario de secretarios generales por ejemplo, en relación a la Audiencia en Defensa de la escuela Pública impulsada por la banca de Raúl Godoy del PTS-Frente de Izquierda o cuando se planteó la necesidad que una delegación viajase a Bs As a realizar una acción en CABA y que contó con los votos necesarios , la secretaria general de aten capital no defendió ese mandato y se sumó a la política de Guagliardo y la Celeste-Violeta nacional de ir a la Marcha Federal a exigir la reapertura de la paritaria nacional sabiendo que el conflicto de Neuquén quedaría diluido, o cuando en las última asamblea se votó llamar a asambleas a mediados de junio y en reuniones de directiva se posicionaron en contra (Fucsia-Púrpura-Marrón) de hacerlo no respetando ese mandato , o poniendo trabas en la realización del Foro por el derecho a decidir también votado en asambleas junto a la resolución de que una comisión organizadora lo llevara adelante .

En contra sentido a esta concepción de la mayoría del Frente Multicolor , encabezado por Angélica Lagunas , desde la Agrupación Negra convocamos al activismo del sindicato y a las bases que en cada lucha dan todo de sí para que triunfe enfrentando al MPN y sus punteros, a seguir participando y sosteniendo todos los espacios de discusión democrática y organización del sindicato, haciendo pie en la tradición democrática de ATEN para desarrollarla en un sentido verdaderamente clasista, militante y antiburocrático.

Por otro lado y no menos importante, a fin de año tendremos elecciones en Aten y creemos que el activismo y los sectores de base también tienen que participar activamente en la construcción de qué Frente se necesita. Para eso creemos que se tienen que llamar a plenarios abiertos de agrupaciones y activismo para la conformación de dicho Frente y su programa. Desde la Negra pelearemos por esa perspectiva para poner en pie un sindicato clasista que se plantee coordinar con otros trabajadores, que una sus demandas a las del pueblo trabajador en contra del saqueo del FMI, que tome como suyas las demandas del movimiento de mujeres, de los derechos humanos, de los pueblos originarios, en fin que construya una alianza para vencer para que la crisis la paguen los capitalistas.

*Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Aten-recuperar-los-sindicatos-para-que

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