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Ministro cubano alerta sobre dominación cultural capitalista.

Cuba/09 febrero 2017/Fuente: Insurgencia Magisterial

El ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, alertó este jueves sobre los efectos de la dominación cultural capitalista, principalmente a través del cine, en la formación de las nuevas generaciones.

Prieto aseguró que este medio para la dominación está ideado para que los jóvenes no piensen que su entorno puede ser transformado, y vean las desgracias del mundo, genocidios y crisis migratorias, como un fenómeno ajeno a su realidad.

Asimismo, expresó que hay que trabajar contra la maquinaria ‘educativa’ del sistema capitalista, pues en esencia, lo que hace es promover la superficialidad, con la idealización de los llamados famosos y celebridades.

En este sentido, señaló que esta fama no está asociada a la virtud, sino a concepciones superfluas, fenómeno que da paso a lo que denominó como culto a la tontería.

Uno quisiera que los jóvenes y adolescentes tuvieran entre sus paradigmas a los grandes emancipadores de este continente, acotó.

El también escritor afirmó que Cuba cuenta con mejores condiciones que cualquier otra nación para enfrentar este desafío, aunque opinó que ni las instituciones educativas ni maestros del país pueden confiarse.

Esa intervención de Abel Prieto formó parte del panel especial La historia a través del audiovisual de la Red de intelectuales en Defensa de la Humanidad, celebrado en el marco del Congreso Internacional Pedagogía 2017.

En este encuentro también participaron la ministra cubana de Educación, Ena Elsa Velázquez, y el periodista y crítico de cine Rolando Pérez.

Fuente:http://insurgenciamagisterial.com/ministro-cubano-alerta-sobre-dominacion-cultural-capitalista/

 

 

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La niñez en el sistema capitalista-salvaje.

Por: Vicente Berenguer

Es preocupante hacia dónde se encaminan las sociedades que se autodenominan “desarrolladas”, sociedades en la que ser niño ya no es posible, sociedades que apuntan a la aniquilación de los niños, a la eliminación de la inocencia, a la desaparición del reino de la fantasía y de la imaginación. Les narro una anécdota que me ocurrió el día en que se celebraron los Reyes Magos:

Me encuentro con un niño por una calle paralela a la calle de la cabalgata y le pregunto si no quiere ir a ver a los reyes, a lo cual me contesta que los reyes magos no existen, y sacando su celular me dice que si quiero pruebas las podemos tener en el acto. La respuesta del niño me deja perplejo por ser este un verdadero niño (desconozco la edad que tendría pero sin duda era lo que todos podemos entender por un niño). Me deja perplejo su respuesta y el que pequeños de su edad tengan acceso a internet. Quizás esto ya sería otro debate, o tal vez no. Me dejó perplejo la forma de ser del niño, un ser sin las típicas emociones de los niños, sin apenas emociones y en cambio se mostraba tremendamente intelectual para la edad que debía tener.

Pero sus padres andaban cerca aunque yo no lo había advertido y se suman a la conversación y me dan su punto de vista, y en resumidas cuentas es este (aunque con mis propias palabras): hay que despertar a los niños de la ficción y prepararlos desde bien pronto para la vida laboral. Los juegos son una pérdida de tiempo, la inocencia es perjudicial, la fantasía y la ilusión típica de la niñez es contraproducente. Hay que despertar a los niños del sueño de ser niños cuanto antes e instruirlos en el estudio, y cuanto antes ocurra eso mejor…en definitiva: se trata de que la feliz etapa de la niñez es perjudicial y casi que una enfermedad y que cuanto antes se erradique dicha enfermedad antes se podrá preparar al niño (que ya no será niño sino una especie de computadora) para la vida competitiva del sistema en que vivimos.

Si con el niño ya me había quedado perplejo con los padres ya me quedé sin palabras.

Qué duda cabe que en las sociedades en las que reina el capitalismo salvaje hay que preparar al niño para la dura vida que tendrá que vivir pero esto debería ser un proceso gradual y compaginándolo siempre con el fomento de la parte emocional (algo que desde luego no ocurre). Me parece que arrebatarle al ser humano una de las mejores etapas de su vida si no la mejor –la niñez– es provocar mismamente una vida más dura a dicho ser humano, una vida que no habrá tenido la oportunidad de conocer qué se siente siendo un niño, sin duda una de las sensaciones que nadie se debería perder.

Preocupante hacia dónde nos encamina el capitalismo, preocupante que la sociedades que se dicen “desarrolladas” no protejan a los niños sino todo lo contrario, pretendan erradicar la niñez.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-ninez-en-el-sistema-capitalista-salvaje/

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El discurso del rey

Por: Lidia Falcón

El mensaje con que  Felipe VI nos  ha obsequiado por Navidad está siendo comentado por los políticos y medios de comunicación mayoritarios, siempre serviles a la monarquía, con el tono y los contenidos de adulación que les son habituales, mientras el pueblo llano parece bastante ajeno a los consejos y admoniciones del monarca, que tuvo la menor audiencia de todos los tiempos.

Únicamente la asociación de la Memoria Histórica ha presentado su queja al Defensor del Pueblo, ante la descarada postura que ha adoptado el rey apoyando la negativa a investigar los crímenes de la  dictadura, “en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas”. Una declaración que únicamente pueden aprobar los fascistas y  herederos de los vencedores de la Guerra Civil, aquellos que difícilmente pueden abrigar rencores ni mantener heridas cuando fueron los asesinos y perseguidores de toda libertad, y que contradice los veredictos de la ONU así como todas las recomendaciones de las organizaciones de DDHH y de Amnistía Internacional. Y aunque tal denuncia no tenga recorrido, dados los blindajes que protegen a tan regia figura, cierto es que no se merece menos.

Algunos medios de comunicación y periodistas le han recordado que no ha hecho mención alguna de la corrupción ni de los numerosos procesos que por tal causa se están instruyendo y juzgando, con lo que el retrato que de nuestro país dibuja el discurso real, queda distorsionado, difuminado como una pintura despintada, que parece la versión que realizó Cecilia Giménez Zueco del cuadro Ecce Homo de Elías García Martínez en el Santuario de Borja. Aunque hay que reconocer más buena intención en la pintora aficionada que en nuestro monarca.

Según las palabras de este,  no parecen existir en España más problemas que los planteamientos secesionistas de una parte de la clase política catalana, superada “esta compleja situación política” que nos ha tenido sin gobierno 10 meses. Por lo que ya no hay ni tensiones ni incertidumbres, obviando la evidencia de que son varios los partidos que están viviendo la convulsión de dimisiones, divisiones y enfrentamientos cuyo resultado sigue siendo incierto, y que sin duda están dificultando el gobierno del país.

Para añadir el sarcasmo al sermón que nos ha endilgado, Felipe VI ha tenido el atrevimiento de mencionar “el gran patrimonio común que compartimos. Un patrimonio que merece el cuidado de todos y que todos debemos ayudar a proteger como lo mejor que tenemos y somos”, cuando en los últimos años la Iglesia Católica ha tenido la desfachatez de apropiarse de una parte inconmensurable de ese patrimonio común, inmatriculando miles de terrenos, edificios, iglesias, basílicas, catedrales, capillas, ermitas y hasta la Mezquita de Córdoba, aplicando una ley franquista, sin que ni el Parlamento, ni los gobiernos, ni los Ayuntamientos implicados hayan actuado con la contundencia debida ante semejante expolio del “patrimonio común”. Ni en estas fechas el representante máximo de  nuestro patrimonio considere ni aún curioso mencionarlo.

En tal retrato disneyano de nuestro país, nos encontramos con la absoluta indiferencia con que el jefe del Estado olvida las terribles situaciones que están sufriendo miles de mujeres y niñas y niños, víctimas de  malos tratos y abusos sexuales, esclavizadas en la prostitución, alquiladas para la reproducción; de las denuncias que se multiplican sobre el calvario que se obliga a padecer a menores sometidos a la custodia compartida;  las sospechas, cada vez más evidentes, de que se sigue ejerciendo tráfico de menores por parte de las instituciones que deberían protegerlos, entre otros horrores que sufre parte del 52% de la población, que son también ciudadanas del país que lidera Felipe VI. Y frente a tal desprecio,  ¿qué tenemos que decir o ante quien podemos denunciar las mujeres?

Nadie más que las compañeras del Partido Feminista han alzado la voz por el inaceptable olvido en el discurso del rey  de lo que han significado las 102 asesinadas por violencia machista del infame año de 2016. En este 12 aniversario de la aprobación de la Ley Orgánica de Violencia de Género, contamos 1.400  víctimas, en un cálculo muy prudente. ¿Y qué significa que miles de maltratadas no accedan a la protección que se pretende con dicha legislación? ¿Y de qué modo se pretende remediar esta masacre continuada?

Según el anestesiante mensaje, hoy, liberado el país de la presión política, con “la serenidad” y la “tranquilidad” recuperadas, el monarca  nos explicó que los ciudadanos pueden centrarse en sus proyectos de vida. Pero las ciudadanas difícilmente podrán centrarse en proyecto alguno cuando su situación económica es tan deplorable como que el 82% de la renta nacional la perciben los hombres y solo el 18% les corresponde a las mujeres. Cuando el trabajo a tiempo parcial, los empleos de más baja cualificación y los salarios miserables hacen que las pensiones de jubilación de las mujeres sean el 38% menores que las de los hombres. Cuando, en fin, todas estas, y más, desgracias femeninas no parecen importar ni conmover a nuestro Jefe del Estado, ¿a quién tendremos que recurrir?

En este panglosiano sermón se insta a que los españoles desarrollen al máximo sus habilidades en la ciencia y en la cultura, “considerando la educación la clave esencial que prepare a nuestros jóvenes para ser ciudadanos de este nuevo mundo, más libres y capaces”, en un año en que el informe PISA ha vuelto a situarnos en la mediocridad derivada de un sistema educativo decimonónico, sometido a la normativa de un gobierno beato y reaccionario,  que ocasiona que el 50% de los jóvenes, los más preparados de todas las generaciones anteriores, esté en paro y deba exiliarse para ganarse la vida.

Ciertamente en poco se parece este discurso de aquel que Jorge VI, del Reino Unido, a pesar de sus dificultades fonéticas, dirigió en 1939 a sus súbditos para hacer frente “a los tiempos oscuros que se avecinaban”. Y bueno hubiera sido que, con un poco de sinceridad, este rey que nos han impuesto  reconociera que ni los tiempos de hoy son tan esplendorosos ni la vida de las ciudadanas y ciudadanos españoles es tan agradable y tranquila como nos la ha descrito.

Aunque cierto es también que estos son los tiempos de la posverdad.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2016/12/31/el-discurso-del-rey/

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La descolonización de la mirada universitaria

Por: Martín Almada

¿Que educación podemos ofrecer a nuestros jóvenes en un mundo cada vez más violento?”

Cualquier reflexión sobre la Universidad ha de partir de su sentido cultural y también de su sentido social. En lo concerniente al sentido cultural hay que recordar que las Universidades son herederas de la tradición de las escuelas catedralicias y de las viejas academias, con un universo ritual y mítico que se ha mantenido a través del tiempo a la vez que han ido ofreciendo un saber que después se administra, de alguna manera, mediante una profesión, el arte o la ciencia. En este sentido su función cultural se ha mantenido en el transcurso del tiempo como una fuente de conocimiento notable, aunque siempre al servicio de las clases dominantes.

Pero hoy las universidades, además de este sentido cultural, han de caracterizarse por un sentido social. Y ello sin dejar de generar conocimientos y de formar investigadores en todos los ámbitos, especialmente en el ámbito de lo social con el objetivo de analizar la realidad y abordar acciones que la transformen. En países como los nuestros, en donde muchas veces no somos dueños de nuestros destinos, es absolutamente clave que tengamos conciencia de nuestra propia historia, de nuestra cultura, de nuestro mundo natural. Esto es fundamental para América Latina.

Pero muchas veces la posibilidad de realizar investigación social en nuestras universidades está condicionada por circunstancias externas, por ejemplo ligadas a intereses de agencias financieras internacionales, a las líneas o programas de investigación que se propongan desde empresas multinacionales, etc. En este sentido, la educación capitalista, aún dominante en los centros universitarios, constituye un obstáculo que apaga la curiosidad y la creatividad, y prepara a los estudiantes para que consideren el mundo injusto como un hecho normal, y la pobreza como una simple fatalidad, cuando sabemos científicamente que todo ello es consecuencia de la injusta distribución de la riqueza y de una desigual adquisición de conocimientos.

Esta cuestión sobre el papel del sistema educativo ante la injusticia del mundo actual ha generado un gran debate intelectual enfrentando las tradicionales concepciones socialistas con las ideas del neoliberalismo dominante en la actualidad, que sostiene la teoría de que todos los problemas económicos y sociales pueden resolverse a través del funcionamiento de los mercados sin la actuación del Estado y sin ningún tipo de análisis social de la realidad, dejando a la iniciativa privada toda actividad económica, aun las ligadas al sistema educativo( la idolatría del mercado)

Grandes impulsores de esta teoría neoliberal son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Estas instituciones financieras internacionales quieren controlar, conscientes de su importancia estratégica, todo el sistema educativo de la Región, y pregonan el tópico que la educación es el motor del desarrollo de los pueblos. Frente a esta concepción, Paulo Freire, el gran pedagogo brasileño, afirma que “la educación no es la palanca de la transformación, pero la transformación social necesita de la educación”. Como es habitual, la educación simplemente reproduce el sistema capitalista para conservar la actual cadena de la servidumbre. Para romper esta cadena es necesario el cambio en las condiciones sociales. Por ejemplo, no habrá educación liberadora si esta no va acompañada de una auténtica reforma agraria en América Latina.

La producción, reproducción y consumo de conocimientos en las Universidades tienen que estar fundamentalmente orientados a la construcción de la vida cotidiana del país. En este ámbito tenemos que aprender a mirarnos, no simplemente como profesionales, sino como sujetos políticos que intervenimos normalmente desequilibrando la balanza a beneficio de la clase dominante. Hay que reconocer que la Universidad, hasta hoy, sigue generando un modelo de egresado ajeno a temas como este, de la misma manera que permanece ajena a debates esenciales de nuestro tiempo como el deterioro ambiental y moral.

En las cárceles del dictador Alfredo Stroessner mis inquietudes sobre estos y otros temas se convirtieron en acción política, y fui llegando al entendimiento de las grandes cuestiones en Paraguay, en el Caribe y en toda América Latina. Entre ellas, la urgente necesidad de globalizar las luchas políticas y sociales tanto como se globaliza el capital. Tenemos que exigir, por ejemplo, la representación popular en el consejo de administración de las grandes empresas multinacionales, y también en el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano, etc. siendo conscientes que estos centros financieros internacionales jamás desarrollaran una política favorable a la mayoría de la población. Tenemos que inventar nuevas formas de representación y de presencia del poder popular en las grandes corporaciones, que actúan en la actualidad como auténticas dictaduras.

A propósito de la clase dominante, cabe destacar la existencia del Club Bildelberg, donde se reúnen los que realmente gobiernan el mundo al margen de la democracia. Se trata de un gobierno mundial en la sombra, y lejos de cualquier control popular. Son un ojo global que todo lo ve, integrado por unas 130 personas de Europa y de los Estados Unidos de Norte América, y que toma las decisiones que rigen nuestras vidas por encima de las pretendidas soberanías nacionales. Las Universidades tienen la obligación de investigar y denunciar este modelo que apunta hacia una esclavitud global en una época contradictoria donde podemos contemplar el mayor número de declaraciones de Derechos Humanos de la historia y a la vez el mayor número de violaciones de estos mismos derechos. Hay que respaldar como Universidad a los que se enfrentan a este sistema nadando contra corriente a favor de la justicia, y corriendo por ello indudables riesgos personales.

La tarea de transformar la educación latinoamericana es inmensa, y caminar a solas es posible, pero bien sabemos que el camino es largo y se hace más liviano en compañía de otro caminante. Entre todos hay que conseguir urgentemente una educación alternativa para despertar la conciencia, una educación que sepa menos de cosas y más de valores éticos. Y para ello es imprescindible que la ética no sea una condición ocasional, sino que acompañe siempre a los educadores como el zumbido de una abeja. Y esta transformación ha de hacerse a partir de la creatividad, el reconocimiento de la potencialidad del entorno, la autoestima para superar la colonización de la mirada y el redescubrimiento de elementos tan básicos como el viento y el sol, recuperando los saberes y creencias ancestrales para conseguir que el DIOS SOL ESTE RESUCITANDO.

Cuando se haya agotado el diluvio neoliberal, deberemos enfrentar la inmensa tarea de la reconstrucción del Estado para la producción de conocimientos y de herramientas necesarias para fortalecer una cultura de la paz.

Considero importante, para finalizar, recordar aquí al gran poeta chileno, víctima de la Operación Cóndor, Pablo Neruda, que nos dejó este mensaje de esperanza: “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”. Efectivamente, ya no es tiempo de banqueros ni multinacionales, es tiempo de pueblos y dignidad previa descolonización de la mirada.

Fuente: http://www.tercerainformacion.es/opinion/opinion/2016/08/01/la-descolonizacion-de-la-mirada-universitaria

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El examen más duro del mundo: el ‘gaokao’ o selectividad china

Por: Hector G. Barnés

Todos los 7 y 8 de junio, China disfruta de dos días de vacaciones. Aunque “disfrutar” quizá no sea el verbo que mejor describe lo que sienten los miles de estudiantes que en esas dos jornadas se examinan del ‘gaokao’, la prueba que decidirá si pueden pasar a la universidad o por el contrario deberán buscarse su futuro de otra manera. Se trata de un examen que ha sido criticado por la presión a la que somete a los estudiantes, el exagerado control de los mismos durante la prueba y un diseño que favorece a los alumnos de los entornos privilegiados y perjudica a los nacidos en el campo.

¿En qué consiste exactamente? Se trata de cuatro pruebas de tres horas de duración, que ponen a prueba los conocimientos de Chino, Inglés, Matemáticas de los estudiantes, además de una optativa de ciencias (Biología, Química, Física) o Humanidades (Geografía, Historia, Política). La mayoría de estas pruebas son tipo test, excepto la de Chino, en la cual los alumnos deben desarrollar un tema a su elección. El año pasado, como recuerda un reciente y muy completo reportaje publicado en ‘The Guardian’, las preguntas fueron “¿Tienen color las alas de la mariposa?” o “¿A quién admiras más, a un investigador de biotecnología, a un ingeniero técnico o a un fotógrafo?” A partir de los resultados de dichas pruebas se obtiene una nota de un máximo de 750 que decidirá quién aparecerá en los medios de toda China como el mejor estudiante del mundo o tendrá que buscarse la vida de otra manera.

La historia de este examen se remonta a 1952, cuando fue establecido por el gobierno comunista, aunque fue suspendido durante la revolución cultural de Mao. El diseño actual proviene de 1977, en la China postmaoísta y desde el primer año se convirtió en una dura competición para ocupar una de las contadas plazas universitarias que se ofertan en China. Este mismo año, como recuerda ‘NBC’, 9,4 millones de estudiantes chinos se han presentado a la prueba, un amplio porcentaje de los cuales (varía dependiendo de la región) no podrán acceder a la universidad.

Tal es la histeria que rodea a esta prueba que las autoridades se han visto obligadas a tomar cartas en el asunto. La policía se aposta en la entrada de los colegios, el tráfico se desvía, las ambulancias aguardan en la puerta por si algún estudiante se siente indispuesto y los exámenes se custodian con rigores casi militares. Muchos colegios vigilan que sus alumnos no copien con cámaras de circuito cerrado. Este año, muchos medios de comunicación anunciaron que los estudiantes chinos pueden enfrentarse hasta con siete años de cárcel si se les pilla copiando, y aunque probablemente sea una medida más preventiva que otra cosa, en Mongolia Interior 1.465 estudiantes fueron descalificados al descubrir que su identidad era falsa.

¿Por qué es tan importante?

En España, si un adolescente no aprueba la antiguamente conocida como Selectividad, siempre tiene más posibilidades. En China tan solo tienen otra oportunidad, de ahí que se dedique tanto tiempo y esfuerzo a que los alumnos consigan las mejores notas. Como recuerda ‘The Guardian’, no solo hay una gran diferencia en las posibilidades de acceso al empleo entre aquellos que han pasado por la universidad y los que no, sino también depende del centro en el que se haya estudiado. “Mientras que la entrada en la universidad es competitiva en todos los países, en China las mejores pueden llegar a seleccionar uno solo de cada 50.000 candidatos”, explica el reportaje. “La competencia es muy fuerte en los empleos de cuello blanco, con una tasa de desempleo entre licenciados de un 16%, y a qué centro acude un estudiante tiene un impacto inmediato en su carrera e incluso en sus posibilidades de casarse”.

Hace poco explicábamos cómo Singapur, el país líder en la enseñanza de las matemáticas, estaba replanteando su sistema de evaluación ante la gran ansiedad que causaba en los alumnos. Aún peor es el ‘gaokao’, que ha conducido al suicidio a un gran número de estudiantes. Según el Libro Azul de Educación que se publica anualmente en China, el 93% de los suicidios de estudiantes tenía que ver con la ansiedad que el examen genera. Una triste realidad que llevó a que el año pasado los colegios instalasen barreras “antisuicidio” en sus centros, como informaba ‘The Telegraph’.

Durante los últimos años se han producido pequeñas reformas que han intentado aliviar la dureza del examen. Desde 2000, cada región puede decidir el contenido de sus exámenes. Sin embargo, la propuesta realizada en este mismo año de que 80.000 de las plazas de las regiones de Jiangsu y Hubei se reservasen para estudiantes de regiones más pobres fue recibida con protestas que terminaron paralizándola. Un síntoma que pone de manifiesto un problema aún mayor: el ‘gaokao’ puede parecer el colmo de la meritocracia, pero en realidad, tal y como está planeado, es un examen que favorece a los sectores más pudientes de la sociedad.

Entrenando para ser el mejor

En apariencia, que el futuro de cada estudiante se decida a través de un examen parece lo más justo. Sin embargo, muchos han planteado que realmente no es así. “Las puntuaciones tienen mucho que ver con el estatus socioeconómico”, explica Trey Menefee, un investigador del Instituto de Educación de Hong Kong en ‘The Guardian’. “Lo único meritocrático es que es igual de malo para todo el mundo”. No se refiere únicamente a que regiones más ricas como Pekín o Shanghái dispongan de más plazas para las mejores universidades sino que debido a la dificultad de las pruebas, el que tiene acceso a los mejores profesores, gana.

“Los niños de los entornos más pobres que llegan al ‘gaokao’ tienen que enfrentarse con una dificultad: la competición con candidatos mejor preparados de las alrededor de 700 escuelas clave”, explicaba un reportaje publicado en ‘The Economist’. “Estas reciben una mayor financiación por estudiante que los colegios medios, tienen mejores profesores y unas instalaciones más lujosas”. De ahí que hayan surgido emigrantes del ‘gaokao’, que han provocado que muchas familias se muden a las regiones más deshabitadas, donde la menor competencia provoca que sea más fácil entrar en la universidad.

Otra consecuencia es que desde que en 2008 el número de estudiantes que intentó pasar el ‘gaokao’ fuese de 10,5 millones, su máximo histórico, el número ha descendido imparablemente. Como recuerda ‘ICEF Monitor’, ahora tan solo 9,4 millones se presentan al examen. Un dato que se explica tanto por el declive demográfico de China como por el hecho de que muchas familias hayan emigrado a otros países occidentales para que sus hijos estudien: hay 300.000 chinos en las universidades americanas y 90.000 en las ingleses, según los datos de ‘The Guardian’. Además, muchos han descartado la educación universitaria en favor de la Formación Profesional, que ha mejorado su reputación durante los últimos años.

El nuevo contexto, sugiere la página, es que pronto las universidades tendrán que competir por los estudiantes y no al revés. Las tasas de admisión han aumentado desde el 25% a principios de los años 90 al 76% de 2014, algo a lo que también ha contribuido el crecimiento de centros de estudio en China, de 1.400 en el año 2000 a 2.553 el pasado año. Sin embargo, es poco probable que ello contribuya a aliviar la carga psicológica de unos exámenes a los que ya rodea la leyenda. Para millones de adolescentes chinos, la palabra ‘gaokao’ seguirá provocando un escalofrío cada vez que la oigan.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-10-18/gaokao-examen-mas-difici_1275940/

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Foreign Students Bring $20 Billion to Australia

Australia/Noviembre de 2016/Autores: John Ross y Julie Hare/Fuente: Inside Higher Ed

RESUMEN: El valor de la educación internacional para Australia ha superado los 20.000 millones de dólares australianos (14.800 millones de dólares EE.UU.), lo que confirma la posición de la industria como la tercera fuente de ingresos del país y la mayor exportación de servicios. Nuevas cifras de la Oficina Australiana de Estadísticas muestran que la educación internacional ha eliminado un cóctel de problemas -incluyendo un alto dólar australiano, administración de visas oficiosas y ataques contra estudiantes extranjeros- para publicar un nuevo récord de ingresos.Los expertos dicen que el resurgimiento podría acelerar, si la exitosa campaña presidencial de Brexit y Donald Trump llega a los dos mayores competidores de Australia. Las cifras publicadas la semana pasada mostraron que el crecimiento en el número de estudiantes chinos matriculados en instituciones de Estados Unidos el año pasado fue el más bajo en una década.

International education’s value to Australia has surged past 20 billion Australian dollars ($14.8 billion U.S.), confirming the industry’s status as the country’s third-biggest earner and easily the largest export of services.

New figures from the Australian Bureau of Statistics show that international education has shrugged off a cocktail of problems — including a high Australian dollar, officious visa administration and attacks against foreign students — to post a new revenue record.

Experts say the resurgence could accelerate, if Brexit and Donald Trump’s successful presidential campaign stem student flows to Australia’s two biggest competitors. Figures released last week showed that the growth in the number of Chinese students enrolling at U.S. institutions last year was the lowest in a decade.

Australia’s international education exports totaled 20.3 billion Australian dollars ($15 billion) last financial year, an 8 percent rise compared with 2014-15.

The figure includes fees and onshore spending on goods and services such as food and accommodation, as well as royalties, consultancies and other related services.

Most of the income came from foreigners studying at universities, with the higher education sector attracting about 14 billion Australian dollars ($10.4 billion).

Vocational training institutions earned about 3 billion Australian, English language colleges 1 billion and schools 800 million ($2.2 billion, $740 million and $592 million, respectively).

Universities Australia, which represents institutions, said international education helped sustain Australian living standards, supporting more than 130,700 jobs.

It said more than 320,000 students from 130 countries were currently studying in Australia’s universities.

“Through the exchange of students on a grand scale, we’re forging relationships that underpin our future diplomacy, trade, business links, cultural insight and personal connections,” said Universities Australia’s chief executive, Belinda Robinson.

Meanwhile, newly released government data reveal that Australia’s most prestigious universities are continuing to increase dramatically the number of international students they enroll, largely to help cover the costs of research.

While the national average was just shy of 20 percent international student enrollments, last year Melbourne University enrolled 18,384 overseas students — or 31.2 percent of its total enrollment, up from 16,140 the previous year.

Melbourne was followed by the Australian National University, with 28 percent international students.

The University of Sydney, University of New South Wales, Monash University, University of Technology Sydney and RMIT University all had more than one in four students from overseas.

Previous research has demonstrated that international students not only subsidize the teaching of domestic students but also keep afloat the multimillion-dollar research efforts of major universities.

However, Melbourne’s overseas student enrollments pale in comparison with Federation University in Ballarat, where 42.5 percent of students come from overseas, and Gold Coast-based Bond University, with 41.3 percent.

Local undergraduate students contribute 10,440 Australian dollars ($7,729) a year to study business. For international students, fees to study for a business degree next year range from 19,920 Australian dollars ($14,746) at the University of New England to 39,264 Australian dollars ($29,065) at research-intensive Melbourne University.

Phil Honeywood, chief executive of the International Education Association of Australia, warned that any increase in students deciding against the U.S. or Britain could be tempered by increased competition from Canada, China and New Zealand.

Fuente: https://www.insidehighered.com/news/2016/11/23/international-education-20-billion-industry-australia

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Libro: Educación, conocimientos indígenas y desarrollo en el sur global

Educación, conocimientos indígenas y desarrollo en el sur global
Cuestionando los conocimientos para un futuro sostenible

Anders Breidlid. [Autor]

Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-987-722-212-8
CLACSO.
Buenos Aires.
Noviembre de 2016

El enfoque de este libro es el rol hegemónico de la llamada epistemología modernista Occidental que se extendió en los albores del colonialismo y del sistema capitalista económico, y su exclusión y rechazo de otras epistemologías. La preocupación de este libro es cómo la dominación de la epistemología Occidental ha tenido un gran impacto en la construcción de la identidad del Otro, y cómo los pueblos del Sur han sido marginados y subordinados a través de la epistemología Occidental.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1193&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1131

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