Articularse, organizarse, solidarizarse

Por:  Roberto Patiño

En el actual contexto adverso, en el que la deriva autoritaria viola los canales democráticos, es prioritario que los ciudadanos nos organicemos para la articulación de las diversas fuerzas sociales. Y este encuentro puede producirse alrededor de nuestros problemas y emergencias comunes.

Actualmente, los venezolanos vivimos la emergencia de la crisis y las consecuencias de la pandemia de COVID-19 sin el apoyo de las instituciones del Estado. Por el contrario, el régimen de Nicolás Maduro instrumentaliza la emergencia y recrudece políticas de represión, sistemas de control y propaganda, en contra del bienestar de los venezolanos.

El Estado no ejecuta medidas profilácticas efectivas ni se coordina con el resto de la sociedad para enfrentar la pandemia. El régimen ataca a los trabajadores sanitarios y médicos, criminaliza a los contagiados. El rechazo y la desconfianza popular al gobierno dificulta también la implementación efectiva de protocolos de distanciamiento social y descontaminación, en una situación que se agrava en momentos en el que aumenta el número de afectados por la enfermedad.

Ante esta falta de Estado, en el que además se han bloqueado vías democráticas y pacíficas para el cambio, resulta prioritaria la labor de los distintos grupos, redes y organizaciones civiles que en nuestro país abordan nuestras emergencias más urgentes, funcionando como bastiones de convivencia e inclusión. En estas agrupaciones se monitorea y visibilizan los problemas, y se generan acciones concretas para enfrentarlos a través de programas y emprendimientos. Emprendimientos que resultan fundamentales porque en muchos casos representan la primera -o única- ayuda que reciben los grupos más vulnerables a la emergencia.

En nuestro caso, por ejemplo, Alimenta la Solidaridad ha mantenido el funcionamiento de su red de comedores a nivel nacional, sorteando los graves problemas de hiperinflación, colapso de servicios básicos y crisis de combustibles. Situaciones que han sido enfrentadas gracias al involucramiento de madres, líderes locales, comunidades, voluntariado y aliados.

El alcance de este emprendimiento llega a más de 15.000 niños en todo el país. Durante la cuarentena, con algunos comedores funcionando con leña y comidas entregadas en bicicleta ante la falta de gasolina, se han abierto nuevos comedores en estados como Táchira y se ha continuado trabajando manteniendo los protocolos contra el COVID-19.

Un factor determinante para sostener este esfuerzo es el involucramiento directo de las comunidades en el mantenimiento de comedores. Un trabajo logrado gracias al establecimiento de relaciones de confianza con las personas de la comunidad, así como líderes locales. De igual forma, también es significativa las distintas alianzas con otras redes y organizaciones civiles, en esfuerzos que además posibilitan la reconstrucción del tejido social fragmentado por la crisis y el modelo dictatorial.

Por ello insistimos en la necesidad de enfrentar el actual estado de orfandad institucional y emergencia continuada desde la base del encuentro activo de la sociedad. Un encuentro alrededor de la solución concertada de nuestros problemas más importantes, desde la articulación, la organización y la solidaridad de los ciudadanos.

Creemos que este encuentro es vital en la generación de nuevas estrategias que deben implementarse para los escenarios que estamos viviendo de continuación de la pandemia y radicalización del modelo dictatorial del actual régimen.

robertopatino.com

Fuente: https://www.elnacional.com/opinion/articularse-organizarse-solidarizarse/

Imagen: https://www.flickr.com/photos/_gdm_/8096036127

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No a la estigmatización de los migrantes retornados

Por: Roberto Patiño

Desde el principio de la crisis del covid-19 en nuestro país, el régimen ha instrumentalizado la pandemia para extremar sistemas de control y políticas de exclusión y hostigamiento. El régimen incluso utiliza el fenómeno de la pandemia para enfrentar a las personas dentro de las mismas comunidades, estigmatizando a quienes puedan estar contagiados como amenaza para el resto, y no como objeto de atención o solidaridad.

En este sentido, uno de los grupos más afectados es sin duda el de los migrantes retornados. Los connacionales que vuelven a Venezuela, luego del intento fallido de mantenerse en otros países del continente por las restricciones derivadas de la cuarentena, se encuentran con enormes dificultades para cruzar la frontera, lo que se suma a la ya dolorosa experiencia de padecimientos y maltratos en su arduo periplo de vuelta.

Los migrantes son recluidos en centros de cuarentena en situación de hacinamiento y agravio y ya son varias las denuncias al respecto que hablan de alimentación deficiente, instalaciones inapropiadas, y el maltrato de las autoridades, condiciones que en vez de frenar el contagio, aumentan las posibilidades de que ocurra

Pero tal vez uno de los aspectos más graves de esto sea la imposición de un discurso oficial que tergiversa términos médicos para hablar de “contagios importados”, por ejemplo, y que criminaliza a las personas al identificarlas como agentes de contagio e incluso “armas biológicas”. Se crea así una nueva forma de exclusión que afecta a grupos vulnerables y en la que vuelven a potenciarse las características dictatoriales y represivas del actual modelo.

Sin duda, se trata de una nueva segregación. La carga de «culpables» que recae sobre los retornados desde la narrativa oficial no solo viola derechos humanos, sino que profundiza el trato discriminatorio contra cualquier venezolano, como ya ocurre con los connacionales de las regiones, a quienes se les trata como «de segunda».

Se repite así el uso natural del régimen de la estigmatización del otro para su «eliminación» y su naturaleza opuesta a la solidaridad y la convivencia. Una condición que ha convertido al Estado y sus instituciones en factores de destrucción, violencia y empobrecimiento de las personas, y que han sido significativos para la existencia de la realidad de crisis y colapso que estamos viviendo.

En nuestro trabajo en el movimiento Caracas Mi Convive enfrentamos esta situación desde la promoción y el ejercicio de los valores convivenciales. Debemos responder desde la sociedad civil generando iniciativas de articulación y encuentro que contrarresten la imposición de sistemas de segregación y exclusión oficiales. De igual forma debemos visibilizar y difundir las situaciones de vulneración de derechos humanos que nos afectan tanto en lo individual como en lo colectivo.

Es fundamental que enfrentemos la nueva realidad del covid-19 en nuestro país desde la solidaridad y el trabajo mancomunado. Solo así podremos atravesar esta situación de manera exitosa, evitando las dinámicas de enfrentamiento, fragmentación y caos que han signado al actual régimen y que han traído tanta tragedia a nuestro país.

robertopatino.com

Fuente: https://www.elnacional.com/opinion/no-a-la-estigmatizacion-de-los-migrantes-retornados/

Imagen: https://www.flickr.com/photos/64484371@N03/47198063492/in/photostream/

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Levantar la voz ante el cerco de la violencia

Por: Roberto Patiño

El modelo tiránico del régimen asedia a los venezolanos con violencia, colapso, crisis hiperinflacionaria y escasez casi total de combustible. La coyuntura de la cuarentena preventiva mundial para frenar el contagio del covid-19 ha sido instrumentalizada por la dictadura para reforzar sus sistemas de control y censura mediática, así como para invisibilizar el descontento y la protesta.

La sociedad es desbordada por la situación. Ante la orfandad de instituciones públicas, coaptadas por el poder, la labor de ONG y redes de apoyo civiles representa la única opción de solidaridad y ayuda para la inmensa mayoría. Aunque estas organizaciones y redes tienen capacidades materiales y logísticas limitadas, de igual forma tienen un papel fundamental para la gente, ya que muchas veces son las únicas instituciones que visibilizan y reconocen a la persona y su situación.

Así lo expresa uno de nuestros líderes del Movimiento Caracas Mi Convive: “El saber que cuento con un equipo que me oye en un momento duro, el recibir un mensaje por parte de ustedes preguntando cómo estoy, cómo me siento… Eso tiene más significado para mí…”.

Esta labor toma un mayor sentido en el actual contexto de libertades cercenadas y violencia promovidas desde el Estado.  En días recientes la comunidad de Petare ha vivido enfrentamientos entre bandas armadas, derivados de las nefastas políticas de “zonas de paz” propiciadas por la dictadura. Muchos han tenido que huir de sus hogares, como si fueran refugiados de sus propios barrios. El silencio y la inacción oficial de los primeros días ha dado paso, el viernes 8 de mayo en la madrugada, a la intervención de grupos del Cicpc y las FAES, que nuevamente han actuado violando derechos humanos, en medio de denuncias de detenciones ilegales y ajusticiamientos.

En este sentido, desde Alimenta la Solidaridad, hemos alertado sobre estos hechos, en particular la detención ilegal de Junior Pantoja, un líder social de la comunidad de José Félix Ribas, con una reconocida labor de ayuda en el barrio, en el que participa en el funcionamiento y coordinación de los comedores de nuestro emprendimiento en esa zona.

La detención de Junior repite el patrón de persecución y criminalización de activistas de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, en una política análoga a los sistemas totalitarios.

Esta es otra expresión del cerco de violencia que, desde el régimen opresor, busca arropar a todos los ciudadanos para generar conflicto, rabia, impotencia, anomia. Desde Caracas Mi Convive reiteramos la necesidad de contrarrestar estas políticas inhumanas y crueles desde los valores convivenciales. Por ello utilizamos nuestra plataforma para visibilizar la situación de personas que, como Junior, son agredidos y violentados desde el poder.

Nuestro llamado es a tomar conciencia de la gravísima realidad de represión y violaciones de los derechos humanos que se ha agudizado bajo el manto de la cuarentena.  Debemos sumar voces de denuncia y demanda que deben elevarse por sobre la violencia que el régimen ha establecido como única vía para mantenerse en el poder.

Fuente: https://www.elnacional.com/opinion/levantar-la-voz-ante-el-cerco-de-la-violencia/

Imagen: www_slon_pics en Pixabay

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