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El descenso de la educación artística produce alumnos analfabetos visuales

Europa/España/17 Diciembre 2016/Autora: Ana Lumbreras/Fuente: Portal DEIA

El descenso de las horas dedicadas a la asignatura de educación artística, que ha pasado en la Lomce de ser obligatoria a ser optativa en Primaria, puede producir «analfabetos visuales» e influir, desde un punto de vista negativo, en la creatividad de los alumnos.

Así lo ha explicado en una entrevista a Efe Alfonso da Silva, licenciado en Bellas Artes y profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), y autor, junto a otros siete compañeros, de un manual sobre «Didáctica de las artes plásticas y visuales».

Los «analfabetos visuales» son personas que no son capaces de diferenciar entre una imagen con contenido, que puede ser positivo o negativo para su formación, y ello puede provocar que no tengan una visión crítica de las imágenes que perciben y les «bombardean», como las audiovisuales y las procedentes del cine, la televisión y las redes sociales.

La educación artística es importante en el desarrollo de la creatividad, ya que los alumnos generan imágenes y propuestas artísticas; y fomenta la alfabetización visual porque ayuda a que los escolares conozcan qué tipo de imágenes de todas las que reciben son las positivas o las negativas.

Da Silva se ha referido a «la costumbre que existe, en ocasiones, de consumir imágenes sin pararnos a pensar qué nos cuentan» y hay que aprender a leer e interpretar esas imágenes que se reciben en el día a día, pero a ello no ayuda que los alumnos no reciban el número adecuado de horas de educación artística.

La educación artística, junto a la creatividad, «aporta alfabetización visual, que nuestros alumnos sean capaces de leer esas imágenes, que no siempre crean que vienen dadas, además de que es inevitable que estén recibiendo esa información constantemente».

«Lo visual es un lenguaje y tenemos que aprender a leerlo», según este profesor, dado que «eso es parte de la creación de una sociedad crítica, que sepa interpretar ese lenguaje de forma correcta».

Para él, uno de los cambios «más preocupantes» que se derivan de la aplicación de la Lomce es que, en Educación Primaria, esta asignatura pasa de ser obligatoria a optativa, con «lo que se abre la puerta, en función de la aplicación que haga cada comunidad autónoma, a que un alumno pueda pasar por todo ese nivel educativo de forma que no tenga ni una sola hora de educación artística».

«Esto es muy grave porque no se trabaja con la creatividad, no se desarrolla un concepto tan importante como este, que, hoy en día, incluso, a nivel empresarial, es fundamental porque, por ejemplo, las empresas punteras piden personas creativas que desarrollen este valor», ha subrayado.

Ello implica que «el nivel de alfabetización visual no se trabaja con los alumnos» y es «fundamental saber leer los valores que transmiten las imágenes que constantemente llegan y bombardean a todas las personas a través de las redes sociales, la televisión, los videojuegos y la publicidad, entre otros».

«Eso se educa a través de la formación artística y si no se trabaja desde la lectura de imágenes, no se forma a las personas», según Da Silva, para quien, «sin la lectura de esas imágenes, no van a poder discernir qué les están transmitiendo ni poder elegir, desde un punto de vista crítico, qué es lo que a ellos les aporta algo positivo».

Ha insistido en que la educación artística ayuda a que los alumnos sean capaces de expresar sus ideas, sus sentimientos y transmitir reflexiones a través de la imagen y, mediante una metodología eficaz, se puede contribuir a que la personalidad de los escolares madure en el aula desde un aprendizaje cognitivo, pragmático y significativo.

Da Silva considera que el niño, antes de aprender a leer y escribir, se comunica de una manera natural y espontánea por el dibujo, por lo que se puede utilizar este canal de comunicación para desarrollar sus capacidades y potenciar su conocimiento del entorno.

Disponible en la url: http://www.deia.com/2016/12/08/sociedad/estado/el-descenso-de-la-educacion-artistica-produce-alumnos-analfabetos-visuales-

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La pobreza infantil es otra forma de violencia

Por: Pedro Badía

Las ONG se han convertido en las protagonistas antes la actuación de un Estado ausente

La violencia escolar es como una gota de alcohol en una jarra de agua si la comparamos con la violencia social y económica que se ejerce diariamente contra millones de niños y de niñas. En España la pobreza se nutre con la sangre de más de 2.700.000 niños y niñas. Son el producto de la política económica y social que se ha ejercido contra los colectivos más débiles y necesitados de educación y de protección social. Pero el terrorismo económico contra los que menos tienen y nada esperan no es noticia para los medios de comunicación. Son culpables de ser pobres.

La violencia escolar, aunque minoritaria, es intolerable y debe erradicarse con el esfuerzo de toda la comunidad educativa. La prevención es más conveniente que la represión. Y el trabajo cooperativo y solidario de familias, docentes y alumnado más importante que cualquier decreto o norma que estigmatiza y pierde para la sociedad a niños, niñas y jóvenes.

La pobreza es el acto de violencia más cruel y dolorosa. ¿Acaso los tiempos duros nos han hecho ser deshonestos e insolidarios? La crisis se ha tragado la dignidad cívica y ha sustituido la ética de la responsabilidad por la inmoralidad como referente ético. Mientras el movimiento 15M tomaba las calles y las plazas de España al grito “que no nos representan”, el PP ganaba las elecciones con mayoría absoluta. Los resultados han sido cuatro años de recortes, y otros cuatro de movilizaciones. La quiebra de la cohesión social y un sistema educativo más desigual. Los derechos no se heredan.

En España la pobreza infantil es insoportable. Según UNICEF los niños y las niñas son ya el grupo de edad más pobre, 2,7 millones, el 30% de la infancia española. No por conocidos son menos ilustrativos otros datos: España es el segundo país de la Unión Europea (UE) con más pobreza infantil, el 12,8% de los niños y niñas pobres de la UE son españoles; 1 de cada 4 niños y niñas no tienen cubiertas sus necesidades básicas; el 24% de la infancia no tiene cubierto el consumo de verduras, frutas y otros alimentos importantes para un desarrollo saludable; 3 de cada 10 niños y niñas no hacen tres comidas al día y sufren pobreza energética, y otras carencias como mala calidad de los vestidos, ninguna posibilidad de acceso a la cultura y un derecho a la educación muy limitado. Las ONG son el principal medio de atención a la pobreza ante el Estado ausente.

La bolsa de pobreza escondida en los centros, para los medios de comunicación y para la sociedad, es una dolorosa carga en el día a día para los profesionales de le educación. Los recortes en becas y ayudas, las raquíticas políticas sociales del Gobierno han provocado y agravado una situación de pobreza que se extiende como una mancha de aceite.

Sufrimos la ley de la jungla en las relaciones sociales y económicas, con un retroceso visible de los valores de solidaridad y de bien común. Estamos en un mundo donde la desigualdad es asumida como una forma de modernidad, sin darnos cuenta que la desigualdad material destruye la cohesión social y aumenta la desigualdad ante la educación.

Cuando la pobreza aumenta lo hace también la falta de equidad en el sistema educativo. Los niños y las niñas pobres tienen menos posibilidades de asistir con regularidad a la escuela, o de hacerlo en condiciones de precariedad y en clara desventaja social. Cada día aumenta la exclusión del disfrute de la educación. La pobreza educativa deja sin futuro a millones de niños, niñas y  jóvenes.

Según la organización Save the Children, la pobreza educativa hace referencia a la ausencia de la posibilidad de aprender o experimentar de los niños y de las niñas de todas las edades; así como en las limitaciones en el desarrollo de todas sus capacidades, habilidades, talentos y aspiraciones, motivada por el contexto socioeconómico familiar y, añadiría, por las políticas económicas y sociales del gobierno. Las cuentas no salen si al multiplicarse la pobreza se resta la inversión: menos gasto público en educación; más niños y niñas con necesidades; menos becas y ayudas; más gasto medio de las familias en educación. ¿De qué sirve que un niño y una niña dispongan de un aula y un profesor si no cuenta con libros, material escolar, una vida cultura digna o una alimentación adecuada?

En el marco de un modelo económico social y más redistributivo, el derecho a la educación debe garantizarse a través de las políticas públicas. Es el primer paso para combatir la pobreza educativa. El segundo paso es convertir la educación en un espacio de justicia, cooperación, solidaridad. Pasos necesarios para trabajar a favor del respeto y de la dignidad humana, y el progreso social.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/12/14/la-pobreza-infantil-es-otra-forma-de-violencia/

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Persiste rezago escolar entre alumnos mexicanos

América del Norte/México/17 Diciembre 2016/Fuente: Prensa Latina

Al menos 7,3 por ciento de los alumnos mexicanos de bachillerato enfrenta rezago escolar grave, según un reporte del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) divulgado hoy.
El mismo problema afecta a 4,1 por ciento de los estudiantes de secundaria, dijo el INEE.

Oaxaca, Guerrero y Chiapas, entre los estados más pobres del país, tienen el mayor porcentaje de alumnos en rezago grave, es decir, que no están inscritos en el grado que les corresponde por la edad.

A escala nacional de cada mil niños que ingresan a la primaria, 219 tardan más de seis ciclos en concluirla, y casi el 20 por ciento de quienes cursan la secundaria no egresan en tres años.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=50654&SEO=persiste-rezago-escolar-entre-alumnos-mexicanos
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«En Singapur, los padres quieren hijos fuera de serie»

Asia/Singapur/17 Diciembre 2016/Autora: Gemma Tramullas/Fuente: El periódico

Este singapurense de adopción da su visión sobre el sistema educativo más exitoso del mundo.

Los estudiantes de una ciudad-estado del sureste asiático con un tamaño similar al área metropolitana de Barcelona y cinco millones de habitantes arrasan en el ranking del último informe PISA. ¿Son un modelo a seguir? Antonio Codinach (Barcelona, 1973), uno de los pioneros de la colonia catalana en Singapur, comparte vía Skype su conocimiento directo de este sistema educativo.

-¿Por qué eligió vivir en un país que poca gente de aquí sabría situar en el mapa?

-En el 2003 me casé y por unos contactos de la que hoy es mi exmujer aterrizamos en Singapur sin casa ni trabajo, a la aventura. En el 2005 abrimos la que fue (y sigue siendo, aunque ya no tenemos nada que ver), la primera escuela de español en Singapur. Sigo vinculado al sector educativo, ahora en el ámbito de la formación corporativa en Cegos.

-¿Qué tiene este sistema educativo para imponerse al de las grandes potencias?

-En la escuela singapurense se enseña disciplina y respeto. Las clases empiezan a las siete de la mañana y los alumnos se ponen en pie cuando entra el profesor. No es que esto último me agrade especialmente, pero ni esto ni el cachondeo que reina en las aulas catalanas y españolas.

-Disciplina y respeto. No suena precisamente a pedagogía revolucionaria.

-He empezado por ahí porque para mí es un tema muy importante, pero obviamente son punteros en tecnología, robótica, programación… Hay otras muchas razones, como la estabilidad política, que permite planificar las políticas educativas, aplicarlas y darles continuidad.

-Pero si en algo no es número uno Singapur es en calidad democrática. Gobierna el mismo partido… ¡desde 1959!

-Esto no es la panacea, es una dictadura democrática y si somos capaces de entender este concepto entenderemos lo que pasa. Por ejemplo, si en el país hay un 70% de chinos, un 12% malayos, un 7% indios y el resto de otras nacionalidades, el gobierno obliga a las escuelas públicas (menos a las musulmanas) a replicar estos porcentajes en el aula. Y otra cosa, que a lo mejor gustará menos…

-Diga.

-En mi clase de los jesuitas de Sarrià había un grupito de superlistos, una mayoría que iba tirando y unos cuantos que tenían dificultades. En Singapur esto es oficial. A medida que los alumnos avanzan cursos, se los agrupa según sus capacidades y se les asignan profesores adecuados a su nivel. Se llama meritocracia.

-¿Usted a qué grupo pertenecía?

-Nunca fui un buen estudiante. ¿Pero usted recuerda algo de la clase de geografía?

-No.

-Nuestras cualidades sociales son principalmente las que hemos absorbido con la familia y con los amigos. Está muy bien que en la escuela enseñen matemáticas, ciencias y lengua, pero es muy importante que enseñen a pensar, a solucionar problemas, a comunicarse, a tener inteligencia emocional y cultural, porque son estas cualidades, y no los másteres que tengas, lo que te permitirá tener un futuro mejor.

-¿Los residentes extranjeros como usted llevan a sus hijos a la escuela pública?

-La mayoría no. Hay un debate entre llevarlos a la pública o a la privada internacional, donde todo es mucho más flexible, holístico, bohemio y carísimo. Yo soy un defensor de la pública, pero también tiene cosas negativas. Lo ideal sería una mezcla de lo mejor de ambos sistemas.

-¿Qué tiene de negativo la pública?

-En Singapur los padres quieren hijos fuera de serie; no se contentan con un 9,5, les presionan para que saquen un 10 y los suicidios de estudiantes están en boca de todo el mundo. El Gobierno está hablando con las familias y suavizando el sistema para no centrarlo tanto en los exámenes.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/entrevista-antoni-codinach-modelo-educativo-singapur-informe-pisa-5688698

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Miles de peruanos marcharon en defensa de educación de calidad

América del  Sur/ Perú/ 17 Diciembre 2016/Autor: Airon Nelson Lopez/Fuente: la republica.pe

Delegaciones de estudiantes universitarios y ciudadanos en general protestaron por calles de Lima ante intención de la mayoría en el Congreso de poner en riesgo avances en reformas educativas. Además, cuestionaron que el fujimorismo no acepte derrota electoral y exigieron al presidente Kuczynski que se mantenga firme ante Fuerza Popular.

los carteles hablaron. Hablaron y le dijeron al Congreso de la República que la educación se respeta. Algunos le recordaron a la bancada de Fuerza Popular que el pueblo no los eligió para gobernar, y otros más osados le gritaron al presidente Pedro Pablo Kuczynski que si hoy el fujimorismo quiere censurar a uno de sus ministros, el próximo puede ser él.

PUEDES VER: Mensajes revelan que Keiko Fujimori estuvo detrás de interpelación a Jaime Saavedra

Pero si los carteles hablaron fue gracias a los miles de estudiantes universitarios que organizaron esta movilización. Sin ellos, los carteles no hubiesen podido gritar ni mucho menos caminar.

Durante el recorrido, dijeron que esta marcha era la primera de muchas que se realizarían para evitar el copamiento de instituciones por parte del fujimorismo, pero si la memoria no falla –para lamento de algunos– la sociedad civil ya salió en otras ocasiones, logrando triunfos importantes.

La concentración se inició en la Plaza San Martín. La hora pactada fue las seis de la tarde. Sin embargo, desde las cinco –algunos desde antes– ya habían empezado a reunirse para formar un solo puño en ese Centro histórico de Lima.

La avenida Nicolás de Piérola, Wilson, Paseo Colón, Grau y Abancay fueron testigo del desfile de banderas, tarolas, chicharras y otros utensilios que sirvieron para contagiar a los menos entusiastas.

Los universitarios de pie

Los encargados de que esta actividad resultara siendo pacífica –salvo por un incidente al final de la misma– fueron la Junta Directiva de la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM), la Mesa Directiva de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (FEPUCP), el Comité Directivo COES de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) y el Colectivo La Ruiz.

La sociedad civil también estuvo en la cabeza de marcha con la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), el Instituto de Defensa Legal (IDL), el Colectivo No A Keiko, la Coordinadora Keiko No Va, el Colectivo No A Keiko–Red NAK, el Foro Juvenil de Izquierda, entre otros.

Gabriel Salazar, dirigente del colectivo Keiko No Va, comentó que los universitarios y maestros salieron a las calles porque «están preocupados por el atentado fujimorista de querer copar las instituciones a pesar de que ellos no ganaron las elecciones».

En tanto, Renzo Fernández –presidente de FEPUCP– hizo hincapié en que esta movilización no fue por el todavía ministro de Educación, Jaime Saavedra, sino fue por defender la reforma universitaria.

«Estamos aquí para hacerle un alto a las actitudes del fujimorismo hacía nuestro Estado. Están ‘palanqueando’ nuestra democracia con la justificación de defender la educación y eso no es verdad. Ellos están velando por sus propios intereses económicos», agregó Fernández.

Por otro lado, Kevin Huamaní, de la UARM, recordó que en menos de dos meses la sociedad civil y los universitarios han realizado dos movilizaciones: la primera en contra de la repartija fujimorista en el BCR y ayer por defender la educación en el país.

«Esa mayoría en el Congreso se va caer, porque esa mayoría se decide aquí, en la calle, y no en esa bancada corrupta y ratera», añadió.

Pasadas las nueve de la noche, los miles de manifestantes regresaron hasta la Plaza San Martín, donde siguieron gritando que no dejarán que el fujimorismo «haga del Perú su chacra».

Por último, han anunciado que, de darse la censura al ministro de Educación, Jaime Saavedra, volverán a salir a las calles.

Dicen estar más unidos que nunca. Más firmes para evitar que los años noventa regresen. Y más juntos para permitir que reine la democracia. «Ahora ya saben con quiénes se meten», apuntaron.

Costa: “Vamos a tener que marchar en las próximas semanas y meses”

Los congresistas de Peruanos Por el Kambio, Ana María Choquehuanca, Vicente Zeballos y Gino Costa asistieron a la movilización que convocaron los universitarios.

Costa señaló que decidieron participar de este evento «para respaldar a los dirigentes universitarios frente a la arbitrariedad del Congreso contra el ministro Saavedra».

«La educación y la reforma educativa que están en marcha, no se pueden detener», acotó el parlamentario.

Por otro lado, agregó que hacerse presente en esta actividad fue una decisión de ellos mismos.

«El apetito que tiene el fujimorismo por copar posiciones de poder y por manejar el país desde el Congreso es evidente. (…) Parece que vamos a tener que marchar en los próximos días, semanas y meses», finalizó Costa.

Claves

  • Al final. Tras finalizar la movilización, hubo un enfrentamiento entre la policía y algunos ciudadanos que fueron a marchar. Producto de ello, tres personas quedaron detenidas.
  • Alerta a PPK. La periodista Rosa María Palacios también se hizo presente en la marcha de ayer. Ella señaló que el presidente Pedro Pablo Kuczynski debe escuchar a la población

Fuente:http://larepublica.pe/impresa/politica/830109-miles-de-peruanos-marcharon-en-defensa-de-educacion-de-calidad

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¿Será que no soy lo bastante innovador?

Por: Víctor Manuel Rodríguez

Es importante plantearnos de forma colectiva qué entendemos por innovación, qué prácticas lo son realmente y hasta qué punto pueden transformar 

Comparto la idea de que en los últimos tiempos estamos asistiendo a una emergencia de prácticas educativas innovadoras y, también, al incremento de debates centrados en cómo debe ser la educación que queremos y qué cambios o qué procesos de transformación nos parecen necesarios.

Durante algunos años, los drásticos recortes en recursos, las agresiones a la escuela y sus profesionales, y el abandono a su suerte o la condena a la exclusión de miles de niños y niñas y sus familias han conducido el debate educativo, en un marco legislativo y administrativo claramente hostil,  hacia reivindicaciones más ligadas a la propia supervivencia o al mantenimiento de algunas conquistas y avances en equidad a finalZes del siglo XX. Hoy día, además de continuar esa necesaria “resistencia”, son muchos los educadores y educadoras que, de forma individual o colectiva, vuelven -en realidad no creo que hayan dejado  de hacerlo- a pensar en cómo transformar sus propias prácticas o las de sus centros para mejorarlos y adecuarlos a nuevos tiempos, necesidades y demandas sociales.

La noción de “innovación educativa” aglutina en gran medida ese impulso renovador, pero lo hace convirtiéndolo en una especie de mantra que no deja claro a qué se refiere en realidad.  Por eso es importante, desde mi punto de vista, plantearnos de forma colectiva qué entendemos por innovación educativa, qué prácticas son realmente innovadoras y hasta qué punto pueden transformar de manera positiva los entornos educativos. Para centrar un poco ese debate, señalo algunos peros o algunas alertas encadenadas que cuestionan determinadas concepciones de la innovación o la manera en la que llegan a los centros educativos.

La primera tiene que ver con la gran dispersión de propuestas de carácter innovador que a veces se presentan nada menos que como la solución definitiva a todos los males de la escuela o, en palabras de Juan Carlos Tedesco en este medio, el milagro que todas y todos estamos esperando. Ninguna escuela podría dar abasto si pretende encaminar sus pasos en las múltiples direcciones que le indican los adalides de cada una de las supuestas soluciones -incluso con Copyright- y sin las cuales, según sus impulsores, no cabe que un entorno educativo pueda llamarse a sí mismo innovador. El catálogo de “buenas prácticas” que se ofrece a los educadores es hoy más abrumador que inspirador y, lejos de clarificar el horizonte, creo que lo enturbia hasta casi difuminarlo.

La segunda nos remite a quienes están detrás de muchas de estas iniciativas. El mundo educativo es, para algunos, un poderoso mercado que debe mantenerse con la maquinaria de compra y venta engrasada. De ahí que, casi de repente, una buena cantidad de empresas financieras, de seguros, constructoras, editoriales y, sobre todo, tecnológicas, hayan decidido infiltrarse sin más tapujos que utilizando el mecanismo de sus propias “fundaciones” para explicarnos qué debemos hacer, quiénes son los verdaderos innovadores y cómo los que no lo son quedan más o menos excluidos de la modernidad pedagógica. Cada día nos ilustran con una ineludible charla TED; nos ofrecen el top 10 o 100 de los innovadores o emprendedores sociales o educativos e, incluso, se permiten otorgar, desde una sociedad “filantrópica” radicada en Dubai y apoyada en la mayor y más elitista red de escuelas privadas del mundo, un premio al que la prensa y muchos incautos han dado en llamar el “Nobel de la educación”.

El tercer pero o alerta tiene que ver con el hecho de que la inmensa mayoría de las propuestas innovadoras se refiere a aspectos ligados a la metodología o, en alguna medida, a la organización y gestión de los centros y casi nunca o pocas veces al núcleo fundamental de nuestro quehacer educativo, que tiene más que ver con qué estamos enseñando o qué está aprendiendo de verdad nuestro alumnado. Con seguridad, la escuela no es el único entorno en el que debamos trabajar por la emancipación y la transformación de un modelo social, económico y político injusto y depredador -con la naturaleza, con las personas y con las relaciones entre ellas- pero sí es, a buen seguro, uno de los más importantes. Creo que tan innovador o más que el cambio metodológico ha de ser ese cuestionamiento y transformación radical del currículo que muchas y muchos demandamos. Cuando alguien me pregunta si nos estamos planteando que cada alumna o alumno disponga de una tableta o incorpore el móvil como herramienta de trabajo , a mí se me ocurre repreguntarle si están trabajando en sus aulas la estafa financiera, el cambio climático, las migraciones y las guerras o las vallas que rodean a su alumnado y a sus semejantes.

Confío en que de los párrafos precedentes nadie deduzca que no asumo la necesidad de transformar nuestras prácticas, nuestras metodologías, nuestros espacios o la manera de organizar mejor los procesos de enseñanza y aprendizaje. Me gusta cambiar y conocer nuevas formas de hacer. Sé que -aunque no siempre- el medio puede ser el mensaje y, por tanto, entiendo que una metodología más participativa enseña también participación y democracia o que el aprendizaje cooperativo enseña a cooperar y a confiar en el otro también fuera de la escuela. Sé también que las tecnologías pueden ayudar en los procesos de personalización de la enseñanza y que pueden abrir la puerta a nuevos saberes, nuevas formas de investigar o de entender el mundo que nos rodea.

Lo que no comparto en absoluto es que algunos de los “retos” que a veces se le plantean a la escuela deban ser asumidos de forma acrítica como propios, sin tener en cuenta sus implicaciones y costes en el alumnado -por ejemplo en el más vulnerable-, en el propio centro o en su entorno cercano o lejano; malentendiendo que son en verdad los retos que plantea la sociedad del siglo XXI, cuando quizá sean sólo retos derivados de la necesidad de reproducción social desde una óptica puramente capitalista, alejada de las necesidades reales y profundas ligadas a nuestra condición de seres humanos.

Aun suponiendo que la innovación que viene no sea la que responde a una lógica mercantilista sin más y al objetivo de hacer de la educación un negocio sustancioso, considero útil trasladar la distinción que realiza S. Riutort (1) entre la innovación que pretende crear valor social en los confines de la economía de mercado y aquella que se concibe como “un vehículo de creatividad y experimentación ciudadana para iniciar procesos de cambio institucional a favor de la democratización de la sociedad”. La primera nos remite a los emprendedores o innovadores como los nuevos héroes de unas sociedades que necesitan regenerarse sin renunciar en lo esencial al orden social instituido. La segunda nos obliga a emprender con otros y otras, a recuperar nuestra condición de agentes transformadores, a cambiar a partir de las necesidades colectivas como ciudadanos, como educadores y como personas, para llegar a construir sociedades más justas, más igualitarias, menos excluyentes y más libres. Sin duda, me gusta más esta segunda.

Nota: (1) Riutort, S. (2016): Energía para la democracia. Madrid: FUHEM Ecosocial/Catarata (p.47)

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/12/09/sera-que-no-soy-lo-bastante-innovador/

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«Falta voluntad política» para reformar la educación

América del Sur/ Uruguay/17 Diciembre 2016/Fuente: el pais.com

Líderes políticos coincidieron en criticar los corporativismos.

No importa cuántas ideas se planteen para reformar la educación, según los líderes de los partidos de oposición existe una «falta de voluntad política» para concretar cambios que traba todo intento de mejora.

¿Qué debe hacer el país con los resultados de PISA? fue la consigna que reunió al líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, al de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, y al del Partido Independiente, Pablo Mieres, ayer en una evento organizado por la Fundación Wilson Ferreira Aldunate y la Konrad Adenauer.

«Para que exista un cambio educativo hay que cambiar al gobierno. No hay cambio educativo si no se cambia el gobierno. Ni la ministra va a querer hacer nada ni el Codicen va a querer hacer. Van a seguir flotando como un corcho mientras siguen hipotecando la educación», lanzó Larrañaga al iniciar el encuentro. «Lo de las pruebas PISA no tiene nombre, al gobierno lo ganó la autocomplacencia, la lucha era decir que estamos mal en vez de muy mal», agregó.

Según Larrañaga los partidos deben «ponerse de acuerdo» en una reforma educativa porque «no es creíble que faltando cinco meses para el proceso lectivo levantemos una bandera».

Bordaberry se unió a las críticas sobre el estado actual de la educación y planteó que la falta de voluntad política quedó reflejada en la votación de un proyecto de ley para crear la Universidad de la Educación. «No pude encontrar en el Parlamento los votos para poder aprobar la Universidad de la Educación», proyecto que presentó en 2012. «No nos pusimos de acuerdo en un artículo que es, precisamente, el de la gobernanza», acotó.

Bordaberry recordó otros proyectos de ley que presentó como el de fijar 200 días mínimos de clase que no ha prosperado por falta de apoyo dentro del Frente Amplio. Otra medida propuesta por el colorado es que todas las instituciones se sometan a pruebas «porque los padres tienen derecho a conocer si las instituciones a las que mandan a sus hijos tienen buenos desempeños» y además porque serviría para conocer dónde se debe invertir y a dónde deben ir los mejores docentes con mayor remuneración.

A su turno el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, dijo que la falta de voluntad política de introducir cambios quedó demostrada en las modificaciones que se previeron para la elección de horas docentes. «En la pequeña medida que trataba de cambiar la elección perdieron» porque «el corporativismo es el límite que el Frente Amplio no está dispuesto a sobrepasar», dijo.

Por eso Mieres planteó que pretende interpelar al gobierno para «hacer una radiografía del estado de la educación». Sostuvo que «la ministra poco entiende» por lo que la interpelación va a ser para «decirle al presidente que tiene tres años para cambiar (…) Con este equipo no se puede dialogar porque está encerrado en la lógica de la continuidad; tiene que cambiar de equipo», agregó.

Según Mieres «el dato de las pruebas PISA decía que seguimos en el horno, pero hubo una convocatoria triunfalista» y no se quiso ver que «nuestros peores resultados son en matemáticas que es donde mayor impacto tiene el sistema educativo y menor la familia».

Mieres dijo que el gobierno «incumplió la promesa de campaña de no aumentar impuestos, pero hay una peor que es la promesa incumplida de la transformación de la educación».

«Yo me comí la pastilla porque creí que iba a haber cambios» después que en las giras oficiales «se recorrió el país de la mano de Fernando Filgueira», pero «se quedaron los que persisten en una inercia decadente», planteó Mieres. «El gran problema es que no hay voluntad política», concluyó.

Vázquez.

Ayer el presidente Tabaré Vázquez se refirió a los resultados de las pruebas PISA en el marco del Consejo de Ministros y dijo: «Hay que medirlas con mucho cuidado y sin ningún tipo de fanatismo. Desde mi modesto punto de vista, puedo estar equivocado, no las he leído no con intensidad. La pendiente, la caída, que tenía la aprobación de los tres niveles que se controlan en PISA; ciencia, lectura y matemáticas, se ha detenido y creo que por lo menos, si no es que ya comenzó a revertirse, y creo que esto es una buena señal que nos exige trabajar mas fuerte hacia el futuro».

En este sentido, el consejero del Codicen, Robert Silva, que también hizo comentarios en el foro dijo que hay que aprovechar las pruebas en su «real dimensión» para identificar cambios como «generar nuevas ofertas educativas».

Ocho medidas para el cambio.

La fundación Konrad Adenauer y la Fundación para la Democracia Wilson Ferreira Aldunate generaron un taller de reflexión y debate entre expertos y autoridades a propósito de los resultados de las pruebas PISA conocidos la semana pasada y coincidieron en que se debe aplicar una paquete de ocho medidas para conseguir mejoras en la educación de corto plazo. El investigador independiente Pedro Ravela fue el encargado de presentar ayer los resultados en el auditorio del Banco Central. La primera medida es generar «cambios en el enfoque de la enseñanza en las aulas» lo que implica «desarrollar una política específica y continua en educación en ciencias» y pasar de la enseñanza basada en lo «memorístico y declarativo» para un modelo que implique «pensar científicamente». Para esto se propone que docentes piensen las materias en función de situaciones concretas de la vida. El segundo punto es «cambios en el marco curricular (…) Desde 2013 seguimos sin tener un documento sobre qué pretendemos de los alumnos, el perfil de egreso». Plantearon que se debe modificar el sistema de clasificación para uno que determine competencias y que los contenidos no deben estar compartimentados en materias. El tercer punto es «mejoras en la educación primaria e inicial» porque «hay problemas que si no se resuelven tempranamente después es muy difícil», dijo Ravela. La cuarta medida pasa por la repetición y la necesidad de generar sistemas de apoyo y rever las evaluaciones. El quinto es habilitar diferentes formas de enseñar para llegar a un perfil y no método estandarizado. Sexto es una mayor sistematización, la séptima medida es la formación docente y generar tiempos para el apoyo de estudiantes. En último lugar se plantea la «necesidad de visión, modelo y voluntad política para impulsar y sostener los cambios» que, sostienen, «es posible lograr en cinco o seis años» si hay «voluntad política definida».

fuente:http://www.elpais.com.uy/informacion/falta-voluntad-politica-reformar-educacion.html

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