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Mariano Jabonero (OEI): 72 millones de alumnos, sin educación digital

Redacción: Prensa

El secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), Mariano Jabonero, compartió con La Prensa temas de interés nacional, como la forma en que la crisis sanitaria por la Covid-19 afectó los sistemas educativos de los países de la región.

Asimismo, habló sobre la necesidad de reestructurar la forma en que hasta ahora se desarrolló el proceso de enseñanza-aprendizaje; el futuro de la Educación y el desafió que tiene la región para lograr que los cambios que la pandemia está generando no aumenten la brecha de desigualdad e inequidad que ya existía.

Lo que ha ocurrido en la región es que en forma rápida y abrupta se interrumpió la vida escolar de muchos. En pocos días, unos 180 millones de niños y jóvenes pasaron de estar en sus escuelas a estar en sus domicilios.

Esto puso de manifiesto, primero, algo que todos sabíamos e incluso era alto teórico: que el sistema educativo de nuestras regiones era muy desigual.

Durante muchísimo años se viene hablando de tecnología y educación. Se hablaba del futuro de la tecnología, la era digital y la conectividad, todos estos temas que eran importantes, pero ahora nos damos cuenta que apenas se había hecho algo en la práctica o, mejor dicho, se había hecho con grandes desigualdades.

¿ De qué manera se manifiesta esta desigualdad?

De los 180 millones de niños y jóvenes que están en la casa, el 40% como mínimo (unos 72 millones) no tiene ningún acceso a las herramientas digitales de educación, lo que agudiza un problema identificado como un tema desafiante, que es la gran desigualdad de la educación en la región.

Este 40%, además, coincide en que son los niños y jóvenes de las poblaciones más humildes, quienes no tienen ni conectividad ni otro tipo de recursos culturales y sus padres suelen ser personas dignas, pero con bajo nivel de preparación escolar.

El otro 60% tiene acceso a redes digitales que los ayuda a compensar el no estar en el colegio, porque pueden acceder a la información y contenido educativo por una pantalla digital .

¿Qué cambios dejará la Covid-19 en los sistemas educativos de la región?

El problema que puso de manifiesto, y es algo que debemos superar, es que el sistema educativo del futuro va a ser presencial y a distancia, por lo que todos los niños, niñas y adolescentes deben tener acceso a esta modalidad de formación. Algunos plantean que al regresar [a la nueva normalidad] unos irán a clases en un horario y otros lo harán en jornadas distintas. Habría que estudiar con mucha seriedad ¿por qué tenemos tantos salones de clases disponibles?, ¿tenemos dinero para eso?. Habrá que fraccionar el sistema educativo, lo que supone crear un sistema de doble atención, que a corto plazo no es tan fácil de echar a andar.

Lo que sí es cierto es que dentro de dos o tres años los sistemas educativos van a tener que combinar la parte presencial con [los esquemas] a distancia, lo que supone un esfuerzo económico importante de salones y más maestros.

¿Esta situación sanitaria puede aumentar la deserción escolar?

No quiero ser pesimista, pero si no se buscan soluciones yo creo que habrá un abandono escolar creciente, lo cual surgirá como una contingencia coyuntural por motivo de la pandemia. Los chicos de la ultima etapa del periodo escolar, en la cual ya había mucho abandonó, están en las casas. Al estar muchos meses en casa, en ocasiones en familias humildes, van a tener que ayudar con la economía del hogar y se pueden enganchar en el trabajo infantil, que afecta a 10.7 millones de jóvenes, quienes no deberían trabajar . Otros son los jóvenes que acaban de entrar a las universidades con un gran esfuerzo económico de sus padres y ahora están en sus casas.

Para finalizar, el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura confirmó que ese organismo está apoyando a los países de la región, compartiendo información sobre las mejores maneras de atender a los estudiantes, suministrando contenidos educativos digitales, trabajo en el que, afirmó, cuentan con el apoyo de muchos expertos.

Fuente: https://www.prensa.com/impresa/panorama/72-millones-de-alumnos-sin-educacion-digital/

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Fernando Reimers, profesor de Harvard: “La pandemia desnudó las formas autoritarias de los sistemas educativos”

Por: .

 

Desde que las escuelas se cerraron en casi todo el mundo, ante el avance apremiante del coronavirus, en Harvard comenzó un análisis minucioso de las políticas educativas que llevan adelante los gobiernos, forzados a improvisar reacciones para sostener la enseñanza a distancia. A cargo de ese equipo está Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación Educativa en la universidad.

A lo largo de su trayectoria, el académico venezolano escribió y editó más de 30 libros. Sus últimas publicaciones se centraron en los cambios que se deben emprender para educar a los jóvenes en el siglo XXI. Pero desde que se desató la pandemia, está abocado al estudio de las respuestas que los gobiernos están dando en materia educativa, con foco especial en América Latina, para luego hacer recomendaciones. Sobre ese tema giró la conferencia que dio el viernes pasado, organizada por la ONG Educar 2050.

Antes, en una entrevista con Infobae, señaló: “La pandemia puso al desnudo las enormes limitaciones de las formas autoritarias y atrasadas de gestión de los sistemas educativos. Este momento evidenció las ventajas que significan gestionar de un modo que permita desarrollar inteligencia colectiva, con capacidad para innovar y para actuar con eficacia”.

-¿Cuán dramáticos cree que serán los efectos educativos?

-Los efectos de la pandemia van más allá de la salud pública. Las consecuencias en educación van a directas e indirectas, inmediatas y de largo plazo. Vivir en un hogar donde un miembro de la familia se enferma o donde cae el nivel de ingreso, donde aumenta el estrés y la violencia como resultado del hacinamiento, crean un ambiente difícil para que los estudiantes dediquen tiempo al aprendizaje.

A largo plazo, más allá de la pérdida previsible de capacidades que resulte del tiempo que dure el confinamiento o de la disminución del financiamiento educativo que resulte de atender la emergencia sanitaria o la recesión económica, habrá cambios en las posibilidades de las familias de apoyar de la misma manera a los jóvenes que continúen estudiando. Va a ser el resultado de las nuevas presiones y necesidades.

-¿Qué consideraciones tiene respecto de las medidas que adoptaron los sistemas educativos de América Latina ante la suspensión de clases?

-La pandemia hizo visibles las enormes diferencias en las condiciones en que viven y aprenden niños de distinta condición social. Si alguna vez tuvimos curiosidad de cómo funcionaría una sociedad en donde no hubiese escuelas, esta situación se acerca bastante.

En base a los resultados de la primera encuesta que llevé a cabo hace ya cinco semanas, la primera observación es que hay una gran diversidad en la forma en que las escuelas en América Latina están dando condiciones de continuidad educativa.

Las clases presenciales siguen suspendidas en casi toda la región

Las clases presenciales siguen suspendidas en casi toda la región

-¿Hay buenos ejemplos a replicar?

-Sí, un caso ejemplar es el de la secretaria de educación del estado de San Pablo, que en un plazo relativamente corto logró asegurar la continuidad de los programas de alimentación, así como establecer alianzas público-privadas que permitieron organizar una infraestructura de enseñanza, utilizando televisión, radio y plataformas en línea. El caso ilustra lo mejor que uno puede esperar en una situación tan compleja como esta: transparencia, uso de información para guiar decisiones, creación de alianzas, toma de riesgos, mucha comunicación.

Otro buen ejemplo es el esfuerzo de la red ‘Enseña por Chile’, una organización que coloca a universitarios recién graduados en escuelas públicas de alta vulnerabilidad, con el fin de apoyar a estos estudiantes. Hay dos características de esta organización especialmente importantes en una circunstancia como esta. El primero es el compromiso de los participantes. El segundo es que permite a los participantes aprender rápidamente de la experiencia de sus pares en los otros países. Dos de los universitarios conocieron que sus pares en Nigeria habían desarrollado formas de enseñar utilizando la radio y crearon programas de 30 minutos de cinco materias. En una semana, esos programas se expandieron a todo el distrito. Pocas días después, los programas se empezaron a transmitir por 218 frecuencias de radio.

-¿Se tratan más bien de excepciones?

Lamentablemente este tipo de liderazgo y de esfuerzos no es la norma. Hay otros líderes educativos en la región que construyen su rol como ‘autoridad’ educativa de una forma un tanto autoritaria, poco humilde. Les cuesta más escuchar a otros actores, o incluso reconocerlos, y crear condiciones que permitan la colaboración.

-¿Estados Unidos pudo reaccionar y brindar un servicio educativo de calidad durante el aislamiento?

-En Estados Unidos las respuestas han sido también heterogéneas. Se trata de un sistema con enormes diferencias de capacidad y de niveles de financiamiento. Terminé dos estudios de casos de redes que trabajan con niños vulnerables: uno en el distrito de Central Falls en Rhode Island, y el otro una red de escuelas charter de la Phalen Leadership Academies. En ambos casos mostraron mucha eficacia para asegurar los servicios de alimentación y sostener el proceso educativo a través de paquetes didácticos y plataformas tecnológicas. Otra vez allí el liderazgo fue compartido, con buenas asociaciones público-privadas. En contraste, en otros distritos escolares la respuesta fue lenta, sin una verdadera estrategia.

A esto me refiero al decir que la pandemia ampliará las brechas de oportunidad. Los estudiantes que puedan seguir estudiando como resultado de haber tenido la suerte de estar en una red donde hubo liderazgo efectivo sobrellevarán los efectos educativos de la mucho mejor que aquellos cuyos sistemas y líderes educativos no tuvieron la misma capacidad.

Reimers advirtió sobre los posibles efectos de la pandemia en la educación

Reimers advirtió sobre los posibles efectos de la pandemia en la educación

-Por más efectiva e inteligente que sea la estrategia, ¿es posible llegar a todos los estudiantes?

-Hay muy buenos ejemplos de educación a distancia que están funcionando en el mundo, pero ninguno de ellos llega a todos los estudiantes. Algunos alumnosestaban mucho mejor preparados que otros para aprender de forma autónoma, sin supervisión de sus profesores.

Hay diferencias entre países, pero no conozco ninguno en donde una estrategia de enseñanza en línea esté alcanzando de forma eficaz a la mayoría de los estudiantes. Las mejores estrategias de continuidad educativa incluyen una combinación de modalidades, con programas televisivos, radiales y materiales impresos.

-¿Qué se debería priorizar pedagógicamente en estos meses de aislamiento?

-Este es un momento en el cual es esencial preguntarse qué es lo verdaderamente importante. Lo primero es asegurar el bienestar emocional de los estudiantes, y en lo posible de sus familias. Dar a sus vidas un sentido de tranquilidad y de cierta normalidad. En este sentido las rutinas de aprender que pueda establecer una estrategia educativa son valiosas. Pero lo primero debería ser asegurar que cada estudiante sepa que hay alguien en su escuela, su maestra, sus compañeros, que se interesa en ellos, que se preocupa por su bienestar.

El énfasis tiene que estar en promover aprendizajes significativos, no en cubrir contenidos. Animar a los estudiantes a leer, y a discutir lo que leen, a llevar un diario sobre la vida que están experimentando, a estudiar la pandemia misma. Este puede ser un gran momento para permitir a los estudiantes desarrollar aprendizajes significativos a partir de su curiosidad por el momento, por el virus, por los efectos que está teniendo. De manera que promover proyectos de investigación, donde colaboren con sus pares, puede ser muy útil. Es improbable que se puedan lograr todas las metas establecidas en un año con condiciones ordinarias. Un ejercicio de repriorización del currículo sería útil.

-Y una vez que se retome la actividad escolar presencial, ¿cuál tendría que ser el foco?

-Por supuesto que hay una tarea importante de recuperación académica que deberá ocurrir cuando sea posible regresar a las escuelas. Pero también será un buen momento para pensar con claridad cuáles son las competencias que necesitan los estudiantes para vivir en un mundo cambiante y para construir un futuro mejor. A partir de ahí, organizar y repriorizar el currículo.

-Se habla mucho de los posibles cambios pospandemia, tanto económicos como sociales. ¿Piensa que habrá un quiebre también en la educación?

-En aquellos contextos donde las limitaciones de liderazgo dejen a los estudiantes desasistidos, habrá una pérdida de confianza en las instituciones educativas y en el Estado. Por el contrario, aquellos liderazgos que emerjan durante la pandemia, permitirán a las personas descubrir nuevos aliados, nuevas formas de gestión. Es muy probable que estos liderazgos sean aun más reconocidos como las fuerza de renovación de la educación en el mundo que habrá que construir después de la pandemia.

Fuente de la entrevista: https://www.infobae.com/educacion/2020/05/10/fernando-reimers-profesor-de-harvard-la-pandemia-desnudo-las-formas-autoritarias-de-los-sistemas-educativos/

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La Educación Pública en “la nube”

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual

En la actual etapa del capitalismo industrial global, neoliberal, (menos proteccionismo y mayor liberación de mercados internacionales; menos Estado de bienestar y mayor participación privada o “privatización” de los servicios públicos), que, entre otras cosas, se ha caracterizado por su alta intensidad tecnológica, los espacios centrales o periféricos del poder científico y tecnológico mundial se encuentran ocupados por empresas trasnacionales, dicho esto en términos esquemáticos.

Así, en este ambiente capitalista “posmoderno”, la ciudadanía elige con “libertad” y si su condición estructural social y económica lo permiten, una marca o un modelo de automóvil a su gusto; o puede concretar la elección de una computadora personal con determinada capacidad operativa; y es libre para adquirir una televisión o un móvil o teléfono celular inteligente con esquema de “tiempo aire” o tarifario a la medida. Por eso vivimos en una sociedad de libertades ¿o no?

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual, dentro de esta sociedad capitalista de la tercera o cuarta generación tecnoproductiva, de seleccionar precio, modelo, funcionalidad, cobertura, etc., de los equipos de telecomunicaciones y sus respectivas aplicaciones o programas. Sin embargo, esa elección se convierte en un problema cuando la preferencia es colectiva, social o de un gobierno, como parte del Estado y como conjunto de instituciones que representan a la sociedad, pues se inclina, en algunos casos, por una compañía de automóviles en particular sin una clara explicación y sin apego puntual de la normatividad; o cuando adquiere un tipo de televisores determinados al margen de la ley; o se mete en un conflicto de interés cuando compra teléfonos celulares específicos de una compañía en especial; o contrata cierta paquetería informática o induce a sus empleados o a la ciudadanía a adquirir o inscribirse en ciertas aplicaciones electrónicas para fines educativos.

Las benditas redes sociales digitales

La SEP (22 de abril, 2020) acaba de anunciar (y lo mismo se observa en algunas instituciones de educación superior públicas), que está de acuerdo con que niñas, niños, jóvenes se inscriban a las plataformas que la poderosa trasnacional Google pone al servicio de la educación pública. Que toda la gente se suba a la «nube», parece decir la Secretaría de Educación Pública; que la ciudadanía alimente “libremente” las bases de datos mundiales… Si esto se cumple, gracias a la SEP de Esteban Moctezuma (2018-2020), se logrará el proyecto de «modernización» que soñó Carlos Salinas (desde 1992) para la educación pública en México.

Según el Boletín 101 de la SEP, publicado el 22 de abril 2020, se indica que “Como parte de las acciones que realiza el Gobierno de México frente a la emergencia sanitaria provocada por el virus COVID-19, el Titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, participó en la capacitación inicial, de manera virtual, para más de 500 mil docentes y padres de familia que ofreció Google para Educación, en el uso de la plataforma GSuite… La plataforma digital, es una estrategia auxiliar de educación a distancia, con contenido gratuito y herramientas para el aprendizaje, la cual se estima que llegue a más de un millón de docentes en el país.” (1)

Pregunto: ¿Por qué con esa empresa trasnacional y no con las herramientas digitales que ofrecen otras instituciones públicas o no lucrativas como el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE)? Que es un organismo internacional con capacidad, experiencia y solvencia técnica para dotar de servicios, asesorías y asistencia técnica pertinente en materia de educación mediada por tecnologías. (2)

Google para Educación es utilizada por más de 120 millones de estudiantes y maestros a nivel mundial; permite a los docentes gestionar las clases y comunicarse con los estudiantes. Además, por los próximos seis meses, la SEP en colaboración con Google, dará soporte a los docentes en el uso de la plataforma a través de cursos y talleres de apoyo.”

“Moctezuma Barragán reiteró que todos los materiales que se construyen para el programa Aprende en Casa, tanto para la televisión, radio e internet, son auxiliares educativos emergentes que están relacionados con los planes y programas de estudio, y con los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos.”… “Al participar en el seminario web de introducción para el uso de estas herramientas La Nueva Escuela Mexicana en línea: Desaprendiendo para reaprender denominado, el Secretario de Educación destacó que “particularmente en este momento de emergencia sanitaria, es muy importante estar unidos y que este aprendizaje a distancia se convierta, para las maestras y maestros, para los padres de familia, en una herramienta alternativa para continuar con el aprendizaje de las niñas, niños, jóvenes y adolescentes”.

“Detalló que el programa, resultado de una colaboración público-privada permite continuar las actividades educativas del país y forma parte de la estrategia de educación a distancia del Gobierno de México, en la Nueva Escuela Mexicana que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.”… “Los datos personales recabados por las secretarías de educación locales serán utilizados y resguardados bajo sus rigurosos estándares de privacidad y Google garantizará la seguridad para el adecuado uso y acceso a sus plataformas… Indicó que los servicios de Google para Educación no contienen publicidad ya que los perfiles se crean únicamente con fines educativos. El uso de la plataforma no implica el ejercicio de recursos públicos.”

“Como anillo al dedo” para Google

Según WP: “Google LLC es una compañía principal subsidiaria de la multinacional estadounidense Alphabet Inc., cuya especialización son los productos y servicios relacionados con Internet, software, dispositivos electrónicos y otras tecnologías. El principal producto de Google es el motor de búsqueda de contenido en Internet, del mismo nombre, aunque ofrece también otros productos y servicios como la suite ofimática Google Drive, el correo electrónico llamado Gmail, sus servicios de mapas Google Maps, Google Street View y Google Earth, el sitio web de vídeos YouTube y otras utilidades web como Google Libros o Google Noticias, Google Chrome y la red social Google+ este último sacado fuera de línea en el primer cuatrimestre de 2019. Por otra parte, lidera el desarrollo del sistema operativo basado en Linux, Android, orientado a teléfonos inteligentes, tabletas, televisores y automóviles y en gafas de realidad aumentada, las Google Glass. Su eslogan es «Do the Right Thing» («Haz lo correcto»). Con miles de servidores y centros de datos presentes en todo el mundo, Google es capaz de procesar más de 1000 millones de peticiones de búsqueda diarias y su motor de búsqueda es el sitio web más visitado a nivel mundial tal como muestra el ranking web internacional… La empresa ha sido criticada por colaborar con determinados países en la censura de Internet con el afán de expandirse comercialmente en ellos y por la infracción reiterada de derechos de autor. También es objeto de críticas por presunta ingeniería fiscal en diferentes países, y por ser una de las empresas que colaboran con las agencias de inteligencia en la red de vigilancia mundial, sacada a la luz en 2013.”

Google reporta, según la misma fuente (3): Ingresos por: 66 001 000 000 USD; con beneficio neto de: 14 444 000 000 USD; y activos por: 131 133 000 000 USD. Por otra parte, se informa que Google es miembro de: American Legislative Exchange Council, Alliance for Open Media, Fundación Linux, OpenAPI Initiative, Internet Association, World Wide Web Consortium, Wi-Fi Alliance, CVE Numbering Authorities, Zigbee Alliance, Node.js Foundation, OpenJS Foundation y FIDO Alliance.

Las filiales de Google son: AdMob, Blogger, dMarc Broadcasting, Endoxon, FeedBurner, G Suite, Google.org, Google Ads, Google Cloud Platform, Google Energy, Google Stadia, Google Store, ImageAmerica, ITA Software, Kaltix, Nest Labs, Urchin Software Corporation, Waze, y YouTube. Google.org es la rama caritativa de Google, una compañía de motor de búsqueda en Internet que fue fundada en octubre de 2005.1 A la fecha de mayo de 2010, la organización ha entregado alrededor de 100 millones de dólares en donaciones e inversiones… Para fundar la organización, Google donó 3 millones de acciones durante su oferta pública inicial (IPO). A la fecha de marzo de 2012, los 3 millones de acciones de Google.org estaban valuadas en aproximadamente 1840 millones de dólares. En 2013, la corporación afirmó en su sitio web que había entregado «100 millones en donaciones, 60 000 horas y 1 000 millones de dólares en productos»

Así continúa el boletín 101 de la SEP: “La plataforma de Google para Educación es la misma que se usa actualmente en Italia, Suecia, Chile, El Salvador, Malasia e Indonesia a nivel nacional, y en grandes ciudades como Río de Janeiro y Nueva York, además de importantes universidades nacionales como UNAM y Universidad de Guadalajara.”

Pienso que las trasnacionales no dan paso sin huarache… ¿Por qué la SEP le da «todo el poder» a una empresa hegemónica de las telecomunicaciones y la informática a nivel mundial? ¿Cuánto obtendrá en ganancias Google como empresa con este respaldo del gobierno mexicano? Debo aclarar que no se trata de dar la espalda a las nuevas tecnologías de la información, la comunicación y el conocimiento, pero me parece contradictorio que un gobierno que se dice «impulsor de la transformación de la vida pública», le entregue la educación pública, sobre todo en esta coyuntura de la emergencia sanitaria, a ese tipo de empresas. Se abre un gran debate.

Fuentes consultadas:

(1) SEP. Boletín 101 del 22 de abril, 2020. https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-101-inicia-sep-en-colaboracion-con-google-capacitacion-virtual-de-mas-de-500-mil-maestros-y-padres-de-familia?idiom=es

(2) Ver https://www.ilce.edu.mx/

(3) Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Google

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23

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Andy Hargreaves: Los docentes deben liderar la respuesta de las escuelas durante la pandemia de covid-19

Redacción: La Diaria

El referente en educación inglés Andy Hargreaves, fundador de Atlantic Rim Collaboratory (ARC), una red colaborativa internacional sobre educación que Uruguay integra, resume 17 puntos que pueden haber sido olvidados por los líderes de los sistemas educativos en la prisa por responder al coronavirus.

Las escuelas están haciendo cosas extraordinarias en todo el mundo para enfrentar al coronavirus. Las escuelas son nuestras heroínas invisibles, que apoyan a los servicios de salud y reinventan la manera de ofrecer educación. Están haciendo milagros en las circunstancias más desafiantes.

Trabajo con ministros de educación y líderes docentes en todo el mundo (como presidente del Atlantic Rim Collaboratory), y en las aguas turbulentas que estamos navegando hoy no es posible ver el todo a la vez, especialmente no podemos ver lo que está adelante. Aquí, entonces, van algunas consideraciones adicionales (17 para ser preciso) que quizás hayan sido pasadas por alto por los sistemas educativos y por los políticos en la prisa por hacer lo correcto para los estudiantes y los docentes. Algunas deberán ser revisadas a medida que la crisis se desarrolle, y la lista no cubre todos los aspectos. Yo también estoy viviendo en aguas turbulentas, así que tengan paciencia.

1) No envíen a los padres cantidad enorme de deberes

En vez de eso, aliéntenlos a que aprendan de lo que tienen disponible en casa: cocinas, jardines, papel, etcétera. Es mejor dar ideas de cómo trabajar con estos elementos. Lo más importante en los próximos dos meses es no sentir la obligación de cumplir con un currículum o un programa, sino mantener a los jóvenes enganchados con el aprendizaje y con la idea de aprender. Mis nietos de entre cinco y siete años acaban de mandar un video con títeres que crearon usando papel de colores y palitos chinos para armarlos. Para los estudiantes de enseñanza media hay que considerar preguntas de investigación y cómo pueden acceder a recursos que están disponibles (Ted Talks, recorridos en museos interactivos, Kahn academy, aplicaciones y plataformas gratis, familiares o conocidos de la comunidad con quienes se pueden conectar por teléfono u online).

2) Atesoren la idea de que los estudiantes están escapando de horas de preparación de evaluaciones y exámenes que se acumulan cada día

Esta podría ser la oportunidad de engancharse en un aprendizaje más amplio, en crear historias, memorizar poemas épicos, cantar con un karaoke con Youtube, armar cosas, jugar afuera, escribir cartas (en papel) a amigos con quienes no podemos jugar presencialmente o a quienes no podemos ver, etcétera. Pueden aprovechar y aprender una nueva habilidad: hacer malabares, tocar un instrumento, comenzar con una lengua moderna o clásica, tejer, saltar, cocinar, el jardín (incluso las plantas de interior), ayudar a los padres a colgar pinturas y arreglar cosas en casa. Estoy llegando al final de dos semanas de aislamiento social y acabo de comprar un juego de palos para hacer malabares. La semana que viene, mi esposa nos enseñará a nuestros nietos y a mí a tejer. Llegar a un nuevo nivel en un videojuego no es la mejor manera en que los adolescentes pueden usar su tiempo. Comenzar un nuevo interés, mientras tienen tiempo ahora, va a resultar atractivo para sus amigos luego.

3) Hacer de covid-19 una oportunidad para aprender y no simplemente la interrupción del aprendizaje

Alentar a los padres a realizar experimentos científicos con jabón para que los niños aprendan cómo matar al coronavirus. Cuando uno lo transforma en una oportunidad de aprendizaje y no simplemente una obstrucción para aprender, una cantidad enorme de trabajo se puede hacer en matemáticas con uso de gráficas, probabilidades, ecuaciones de cómo se extiende el virus bajo determinadas condiciones. Los jóvenes pueden estudiar la historia y los efectos de la gripe española. La geografía puede mirar los patrones del covid-19 y cómo se extiende, y crear hipótesis que los expliquen. La política puede estudiar los patrones entre los gobiernos y sus medidas para combatir la covid-19, así como la protección de los principios de la democracia. Los programas de ética y religión pueden considerar qué principios deberían guiar las decisiones sobre quiénes deben morir y quiénes vivir cuando los recursos son escasos.

4) Distinguir entre aprendizaje en línea y aprendizaje en pantalla

En línea puede muchas veces considerarse interacción continua con la pantalla –un juego de matemáticas, por ejemplo–, pero también puede integrar la organización de una actividad que implique hacer collage con pasta, o modelos con barro, o hacer origami, o construir un robot con Lego.

5) Entregar materiales a los padres que no los tienen

Para algunos, esto significa dispositivos digitales. Pero para muchos otros con pocos recursos, esto también quiere decir lápices, colores, plasticina, goma de pegar, papel, cinta adhesiva, libros, revistas, etcétera.

6) Desarrollar estrategias para aquellos estudiantes que están justo por encima de la línea

Estos son jóvenes que no son suficientemente vulnerables para mirarlos con mayor atención, pero que están justo en el grupo por encima de esa línea. Están muchas veces en peligro, porque en general no están en el foco de atención. Esos jóvenes pueden tener padres que no leen, padres separados en conflicto, o pueden ser parte de familias que viven en espacios muy reducidos sin posibilidad de jugar afuera, etcétera.

7) Concentrar los recursos docentes y de tiempo en los jóvenes que más lo necesitan

Los profesionales de clase media y padres con cargos de gestión podrán autoorganizarse, haciendo la escuela en casa con un poco de ayuda en línea. Entonces, en vez de hacer siempre las clases en línea, es mejor concentrar tiempo y apoyo a un menor número de personas, de hogares con hay niños de alto riesgo que tienen dificultades para aprender.

8) Enfocar apoyo a estudiantes con dificultades de aprendizaje y emocionales

Esto puede suceder si docentes y personal de apoyo comunitario llaman a los padres y a los estudiantes en un formato uno a uno, por medio de correos electrónicos, construyendo planes educativos individuales, manteniendo relaciones personales mediante Skype siempre que sea posible (con niños en situación de vulnerabilidad), dando feedback estructurado el trabajo hecho en línea (puede ser escrito a mano, coloreado o construido, luego se le saca foto y se sube el trabajo desde un celular inteligente), u a otras plataformas en línea para asegurar que estos estudiantes no tengan más dificultades que las necesarias y no queden atrás.

9) Pensar en que las comunicaciones sean inclusivas para todo tipo de estudiantes y sus familias

La televisión canadiense tiene un programa en el que los padres pueden expresar cómo se sienten con la escuela en casa –la familia elegida estaba conformada por una pareja interracial y de lesbianas con un hijo/a único/a–. Se debe incluir a estudiantes y a la voz de los estudiantes en comunicaciones en televisión nacional –Noruega, Canadá y Nueva Zelanda han hecho esto especialmente bien–. La comunicación no sólo debe dirigirse a la clase media de estudiantes blancos. Este es un tiempo en que nuestros valores se hacen vivos. Ser inclusivo en nuestras comunicaciones no es sólo algo que debemos hacer cuando las cosas van bien y cuando tenemos tiempo, sino que también debe definir cómo y con quién nos comunicamos, todo el tiempo, a menos que esto cree una distracción y un atraso en las comunicaciones urgentes.

10) Hay que considerar un comienzo en etapas y temprano en el año lectivo (en el hemisferio norte) o para el semestre escolar (en el hemisferio sur)

Los jóvenes van a haber tenido un largo tiempo fuera de la escuela y las rutinas escolares. Muchos van a haber pasado muchos meses con sus padres sumergidos en la pobreza, dificultades y estrés. Van a haber tenido menos apoyo para el aprendizaje que la familia modelo de clase media. Entonces, la escuela en el hemisferio norte por lo menos quizás tenga que empezar antes en el calendario. Algunos días de desarrollo profesional deberán ser sacrificados y el resto deberá ser redireccionado para ocuparse de cuestiones prácticas de cómo apoyar a los más vulnerables y a los que quedaron atrás. Aquellos estudiantes que, por medio de comunicaciones personales entre docentes y sus familias, ya se tenga información de que están en situaciones vulnerables, quizás deban empezar antes que el resto. Esto será difícil para los docentes, pero por algunos meses deberán tener una carga de energía similar a la que han tenido nuestros trabajadores de la salud durante la crisis sanitaria.

11) Promover relaciones positivas entre las familias y amigos

Parte de la experiencia de la escuela es sentirse seguro y cuidado. Lo más importante en una familia que está pasando momentos de estrés, en este momento, más que apurarse en cumplir con planes de clase, es hacer que los jóvenes se sientan amados, seguros y reconfortados. Entonces, se debe comunicar la importancia de estar con los jóvenes parte del día, abrazarlos, escucharlos, hablarles, disfrutar de momentos de hacer tonterías y reír, y hacer cosas juntos como cocinar o leer. Debemos recordar esto a los padres y cuidadores en forma regular. Ayudar a los jóvenes a comunicarse con sus amigos a través de cartas, postales, usando Skype con los abuelos para mostrarles lo que han hecho, etcétera. Ahora los jóvenes, especialmente los más chicos, en situaciones vulnerables con dificultades emocionales o de aprendizaje y que viven en familias en situación de estrés, necesitan escuchar y ver a sus docentes como parte de sus experiencias por Skype o por teléfonos inteligentes o comunes, y ver sus fotos y compartir correos electrónicos. Debemos ser empáticos siempre y apoyar los sentimientos de los padres con respecto a lo que tienen que enfrentar ahora. Hay que entender que puede haber enfermedades en las familias, las propias responsabilidades laborales, pérdida de ingresos y otros problemas. Recordar a las familias que se pueden aflojar un poco los estándares de los jóvenes en cuanto a prolijidad y otros aspectos.

12) Valorar el juego

El juego, especialmente en los jardines o en los estacionamientos al aire libre (si las familias los tienen), es siempre una parte vital del aprendizaje, una manera de desarrollar la imaginación, engancharse en conversaciones, construir relaciones con otros o trabajar las ansiedades. Muchos sistemas educativos en el pasado tendieron a darle poca importancia al juego y a darle más importancia al trabajo, la preparación de evaluaciones, y comenzar el estudio serio con niños más y más jóvenes. Los niños más grandes también pasan más tiempo dentro de casa con sus teléfonos inteligentes, en un mundo donde incluso antes de la crisis ya era demasiado tiempo. Esta es en realidad una buena oportunidad de revertir el ciclo, para al menos a algunos niños y jóvenes dejarlos inventar sus propios juegos con algunos materiales como lana, piedras, cajas de cartón, para que empiecen. El juego es una manera de aprender juntos, creando cosas ridículas, armando cosas con deshechos que haya en la casa, y así sucesivamente. Más juego y menos trabajo puede transformarse en una buena dirección en estas circunstancias únicas.

13) Proteger el bienestar de los docentes

Los docentes están estresados también. Están preocupados en cómo preparar y dar clases a distancia. Están ansiosos por aquellos jóvenes cuyos hogares no son un lugar seguro. Estarán inseguros por momentos sobre cuánta iniciativa pueden tomar cuando se comunican con los hogares, sin la guía de directores o inspectores, gobiernos y sindicatos –y estas guías pueden no ser claras o consistentes–. Están trabajando mucho, pero sin mucha certeza del impacto de lo que están haciendo. Están extrañando a sus colegas y a sus estudiantes. Y muchos están atendiendo a sus propios hijos en casa. A diferencia de los trabajadores de la salud, cuyos esfuerzos heroicos son públicamente visibles, lo que los docentes están haciendo es menos visible, y el público va a empezar a preguntarse y a criticar lo que se está haciendo. Entonces, dar apoyo a los docentes es ahora crítico –ofreciendo tratamiento profesional para los que estén más estresados, ansiosos o deprimidos; asegurando que haya foros virtuales para que los docentes puedan colaborar– no sólo para preparar y planificar sino también para ofrecer apoyo moral; y asegurando que haya una comunicación fuerte que muestre apoyo a los docentes igual que a otros sectores de trabajadores públicos.

14) Subrayar el valor de la experticia

La crisis ha elevado la importancia de la experticia en la imaginación pública. Luego de años en los cuales los gobiernos han preferido la opinión popular y el sentido común a la experticia, todo tipo de líderes eligen profesionales de la salud para que se paren con ellos y expliquen y legitimen con experticia científica la base de las decisiones que se toman. Debemos asegurar que lo mismo suceda en la enseñanza y el aprendizaje. Muchos padres y personas a cargo de jóvenes harán un trabajo heroico con la escuela en casa en las próximas semanas y meses. El trabajo de los docentes y de líderes para guiar a los padres en lo que los padres están haciendo basado en la experticia y la ciencia del aprendizaje efectivo, y comunicarlo cuando se les pregunta, de forma clara y sin condescendencia, son tareas fundamentales. Los docentes deben sentirse confiados en su experticia profesional, deben compartirla en forma colaborativa con otros docentes para reforzar la confianza, y la clara comunicación con los demás.

15) Mantener el profesionalismo colaborativo

Trabajar colaborativamente siempre ha sido importante, pero ahora más que nunca. Hay que tratar de asegurar que hay tiempo destinado a construir colaboración profesional, planificación por comunidades educativas, equipos de aprendizaje, etcétera, en las escuelas. También buscar intercambios en redes con ideas para apoyar a las escuelas en estos momentos, sobre todo en las redes que ya existen. Habrá una tentación de creer que no habrá tiempo para colaborar con adultos o engancharse con redes ya existentes, porque todos están muy ocupados elaborando actividades para los estudiantes. El rol de los líderes en estos momentos no es abandonar las redes y las reuniones, sino asegurar que estas se usen para ofrecer la mejor enseñanza posible y el mejor cuidado a distancia de los estudiantes en estas circunstancias sin precedentes.

16) Promover liderazgo profesional público

Muchos padres sienten incertidumbre sobre tantas cosas en lo que respecta a sus hijos. ¿Habrá apoyo de calidad, ideas y actividades para acompañar a sus hijos? ¿Cuánto tiempo vamos a estar en esta situación? ¿Podrán los adolescentes graduarse y entrar en la universidad? ¿Se atrasarán sus hijos en los estudios, en lectura, matemáticas, o en otras áreas? Muchos gobiernos han ofrecido comunicaciones públicas excelentes sobre salud y economía, con expertos en esas materias. Lo mismo debe suceder con la educación: anuncios regulares y públicos sobre educación, aprendizaje y escuela en casa, y sobre lo que los docentes están y estarán haciendo, comunicados por los líderes políticos que trabajan con ellos y se presentan al lado de los profesionales en educación, tanto de los sindicatos docentes como de directores de organizaciones, etcétera.

17) Permitan que los docentes tomen el liderazgo

En los primeros días de la crisis hubo confusiones ineludibles sobre qué tipo de plataformas y recursos podían ponerse en funcionamiento para que los docentes puedan usar en sus comunidades o en los sistemas educativos en su totalidad. Esto puede ser frustrante para algunos docentes, así como para los padres y los jóvenes. No mostremos lo peor de nuestras burocracias. No permitamos que los docentes tengan que esperar a que las direcciones, las inspecciones o los ministerios decidan, antes de poder hacer cosas. Los docentes deben estar autorizados a ser los héroes del aprendizaje, igual que nuestros trabajadores de la salud son los héroes en el combate de esta enfermedad infecciosa. Los docentes son profesionales. Saben dónde están en la currícula. Conocen a sus estudiantes, en qué lugar está cada uno de ellos, quiénes tienen más necesidades que otros. Entonces, sólo con algunos lineamientos generales, mantener a los jóvenes aprendiendo e interesados en aprender, cuidando activamente y apoyándolos, comunicándose con ellos personal, individual y colectivamente, tantas veces como se pueda. Hay que liberar de las cadenas a los docentes y autorizarlos a que usen las plataformas que puedan para empezar y lograr conectarse lo antes posible. Y luego, sí, darles plataformas en las que puedan conectarse entre ellos como colegas y moverse juntos hacia adelante.

No hagan esperar a los docentes. Permitan a los docentes actuar.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2020/4/los-docentes-deben-liderar-la-respuesta-de-las-escuelas-durante-la-pandemia-de-covid-19/

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El Webinar «Coronavirus y Crisis de los sistemas educativos en América: Alternativas desde los y las trabajadores de la educación»

Mundo/14-04-2020/Autor y Fuente: Grupo de Contacto Internacional

El *Grupo de Contacto Internacional* conformado por dirigentes gremiales del sector Educación de América y Europa te invita al Webinar  *Coronavirus y Crisis de los sistemas educativos en América: Alternativas desde los y las trabajadores de la educación*

Fecha: viernes, 17 abril 2020

Hora:

*2 pm hora de Costa Rica

3 pm hora de Bogotá /Panamá / Ciudad de México / Ecuador

4 pm Caracas

5 pm Buenos Aires / São Paulo

5 pm Nueva York/ Puerto Rico

Expositores y Expositoras:

Dennis Solís de APSE Costa Rica

Monique Dols magisterio de Nueva York

Yesid González de ADE Bogotá/Colombia

Andrea Lanzette de SUTEBA Multicolor Buenos Aires

Edgar Isch Profesor universitario y gremialista de Ecuador

Moderador: Luis Bonilla-Molina del Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes

Relatoria: Mercedes Martínez Padilla, Federación de Maestros de Puerto Rico

17 abril 2020
* Hora de referencia mundial para la conexión 02:00 PM hora de Panamá*

Entrará al webinar a través del siguiente enlace:
https://us02web.zoom.us/j/89232283548?pwd=VjhKN2FKZlRWdEc2NDB2TFZmNU1JQT09
Contraseña: 291635

Transmitiremos en vivo a su vez en la página de facebook de la Federación de Maestros de Puerto Rico en la siguiente dirección: https://www.facebook.com/federaciondemaestrosdepuertorico/

Imagen: https://optinmonster.com/webinar-marketing-101-how-to-sell-anything-with-webinars/

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La medicina no basta: por qué necesitamos ciencias sociales para frenar esta pandemia

Redacción: SINC

Junto a epidemiólogos, matemáticos o informáticos que analizan sin descanso el movimiento del coronavirus, otros expertos empujan para evitar que se expanda. Son los antropólogos, psicólogos o sociólogos, cuyo trabajo no ocupa titulares pero ha sido clave para frenar epidemias tan devastadoras como la del ébola.

Las medidas de distancia social y confinamiento afectan más a sectores vulnerables y las políticas deben tratar de compensar esas desigualdades para evitar repercusiones duraderas, advierten los científicos sociales. / Adobe Stock

Por muy duras que sean, las medidas de confinamiento para evitar el contagio funcionan. Así se desprende de una investigación publicada en The Lancet Infectious Diseases en la que los autores concluyen que la cuarentena de personas con COVID-19, junto al cierre de centros educativos y el distanciamiento en el lugar de trabajo son medidas efectivas para reducir el número de casos de la enfermedad.

El estudio evalúa el efecto potencial de estas acciones en Singapur, uno de los primeros lugares que informó de casos importados. En un análisis publicado en la misma revista, los investigadores Joseph A. Lewnard y Nathan C. Lo de la Universidad de California (EEUU) ponen el foco en la dimensión ética de este confinamiento.

“Para superar este virus necesitaremos la experiencia de una amplia gama de disciplinas, desde las ciencias sociales y las humanidades hasta la medicina, la biología y la ingeniería”, dice Shah

“Es importante destacar que los líderes políticos deben promulgar políticas de cuarentena y distanciamiento social que no supongan sesgos contra ningún grupo de población. Los legados de las injusticias sociales y económicas perpetradas en nombre de la salud pública tienen repercusiones duraderas”, advierten.

Los científicos hacen referencia a las posibles reducciones de ingresos y pérdidas de empleo que afectan de forma desproporcionada a las poblaciones más desfavorecidas y piden políticas para reducir estos daños. Entre estos colectivos más vulnerables destacan las personas sin hogar, los reclusos, los mayores, las personas con discapacidad o los migrantes en situación irregular.

En emergencias sanitarias como la que estamos viviendo, los expertos en ciencias sociales se esfuerzan para que este tipo de medidas no dejen a nadie atrás. “Si queremos superar este virus necesitaremos la experiencia y los conocimientos de una amplia gama de disciplinas, desde las ciencias sociales y las humanidades hasta la medicina, la biología y la ingeniería”, indica a SINC Hetan Shah, director ejecutivo de la Academia Británica.

Medidas más humanas

En un artículo publicado en Nature a mediados de enero, cuando el coronavirus SARS-CoV-2 aún no había llegado al rango de pandemia, Shah recordaba que las epidemias son fenómenos biológicos, pero también sociales y destacaba el papel de la antropóloga Melissa Leach en su lucha contra el ébola. Para disminuir el riesgo de contagio y respetando todo lo posible las tradiciones de las comunidades, Leach propuso sustituir los rituales de entierro por otros más seguros, en lugar de eliminar las ceremonias por completo.

¿Cómo lo hizo? Ella y su equipo de la Plataforma de Antropología de Respuesta al Ébola reconocieron en Sierra Leona la importancia social de este ritual y hablaron con los líderes locales para sustituir las ceremonias físicas por otras no presenciales, logrando un acuerdo para retrasar algunas visitas tradicionales hasta después de la crisis.

Durante la crisis del ébola, el equipo de la antropóloga Melissa Leach fue crucial para reducir el riesgo de contagio: propuso sustituir los rituales de entierro por otros más seguros, en lugar de eliminar las ceremonias por completo

“Las medidas de salud pública se tambaleaban, a menudo, por razones sociales y culturales”, recordaba la antropóloga una vez superada la epidemia. “Fuimos capaces de nutrir las medidas de emergencia con las ciencias sociales ayudando a que fueran más efectivas”, resaltaba Leach, que dirige el Instituto de Estudios para el Desarrollo (Reino Unido).

En el caso de la pandemia actual, como recoge un editorial del LSE Impact Blog –un espacio de debate impulsado por la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres– las medidas de salud pública llevadas a cabo para prevenir la propagación del virus, desde el lavado de manos, al autoaislamiento o el cierre de ciudades, requieren de la investigación social para que sean efectivas.

“Las ciencias sociales tienen un papel fundamental para responder a este pandemia”, asegura Shah, y resalta los perfiles de dos profesionales de estas ciencias: los psicólogos y los economistas. Los primeros saben cómo fomentar comportamientos sociales que reduzcan la propagación del virus, mientras que los segundos pueden asesorar a la administración y a las empresas para encarar este bache económico.

Y no solo eso. En esta pandemia que lleva aparejada una oleada de bulos y desinformación, los psicólogos explican los mecanismos que están detrás de estas acciones y cómo nuestro cerebro está influido por los sesgos y por el miedo, lo que puede provocar que bajemos la guardia ante bulos o que procesemos mal los contenidos verídicos.

Imagen de archivo de agosto de 2014, durante la epidemia de ébola en Liberia. / EFE

Lecciones aprendidas de epidemias anteriores

Para afrontar la crisis actual, los científicos recomiendan analizar lo que se hizo en epidemias pasadas. Un documento publicado por la plataforma Ciencias Sociales en Acción Humanitaria –promovida por UNICEF y el Instituto de Estudios para el Desarrollo– recoge 15 lecciones aprendidas de epidemias de gripes y el SARS (una enfermedad respiratoria causada por otro coronavirus en 2003).

Muchas de ellas se pueden aplicar en estos momentos, como la transparencia informativa. Retener la información al público puede ser muy perjudicial puesto que si las personas no consiguen estos datos de las fuentes oficiales, confiarán en medios no fiables. En la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009 se cuestionó la neutralidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque el público pensó que se había exagerado el riesgo en beneficio de las compañías farmacéuticas, que se beneficiarían con la acumulación de las vacunas.

“En estos momentos debería haber científicos sociales que aconsejen a los gobiernos y a las agencias sobre sus estrategias, como está ocurriendo dentro de la OMS”, señala Annie Wilkinson

Para evitarlo, los expertos que han elaborado el documento recomiendan a las autoridades ser transparentes sobre lo que se sabe de la epidemia y, también, sobre las limitaciones de los datos. “Las instituciones, los gobiernos nacionales o la OMS deben ser transparentes sobre su compromiso con los expertos y la industria farmacéutica para explicar cómo manejan los conflictos de intereses”, plantean.

“En estos momentos hay o debería haber científicos sociales que aconsejen a los gobiernos y a las agencias sobre sus estrategias, como está ocurriendo dentro de la OMS, por ejemplo”, señala a SINC Annie Wilkinson, coautora del informe y antropóloga del Instituto de Estudios para el Desarrollo.

Otro aspecto es evitar estigmatizar a determinados colectivos, como ocurrió con los españoles en la gripe de 1918, denominada comúnmente como ‘gripe española’. En el caso de esta pandemia cuyo origen tuvo lugar en la provincia de Hubei (China), las autoridades y los medios de comunicación han conseguido no etiquetar a esa población, al utilizar los nombres promovidos por la comunidad científica: la COVID-19 para hablar de la enfermedad y el SARS-CoV-2 para referirse al virus.

La pobreza dificulta el confinamiento

Como hemos visto, y tal y como analizaba en un artículo de opinión Manuel Franco, profesor de Epidemiología de la Universidad de Alcalá en Madrid y de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins (EEUU), las diferentes medidas para contener la expansión del virus no afectan igual a toda la población y pueden aumentar las desigualdades.

En este sentido, a las autoridades sanitarias y a los antropólogos les preocupa la incidencia de esta pandemia en países en vías de desarrollo, especialmente en África, donde abundan países con sistemas sanitarios débiles y sin protección social.

A las autoridades sanitarias y a los antropólogos les preocupa la incidencia de esta pandemia en África, donde abundan países con sistemas sanitarios débiles y sin protección social

“Los desafíos de manejar esta pandemia son enormes en el continente africano, al incluir a algunos de los países de ingresos más bajos del planeta y donde las desigualdades globales de riqueza son más pronunciadas”, declara a SINC Tamara Giles-Vernick, jefa de la Unidad de Investigación de Antropología de la Emergencia de Enfermedades del Instituto Pasteur (Francia) y coordinadora de Sonar-Global.

A un posible aumento de los casos en los centros hospitalarios que ponga en peligro su funcionamiento, como está ocurriendo en algunos puntos de Europa, se suma la falta de agua en algunas regiones y núcleos rurales. Tampoco ayuda la carencia de sistemas de alcantarillado, de recogida de residuos o de limpieza urbana de la que adolecen determinadas zonas.

A pesar de estas limitaciones, Giles-Vernick recalca que es un error referirse a África como un único ente sin reconocer su diversidad, y pide evitar los prejuicios. “Veo algunos artículos en la prensa que apuntan a la ‘cultura africana’ como una barrera para el confinamiento efectivo, pero debemos ser extremadamente cuidadosos al atribuir a la ‘cultura’ lo que, sobre todo, puede ser un problema de pobreza y de sus consecuencias”, sostiene.

Las ciencias sociales muestran que no es la cultura, sino la pobreza, la principal barrera para lograr que se cumplan las medidas preventivas. Y eso es algo que aprovechan los virus.

Fuente: https://www.agenciasinc.es/Reportajes/La-medicina-no-basta-por-que-necesitamos-ciencias-sociales-para-frenar-esta-pandemia

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Cartas sobre la mesa: Aislamiento y crisis en el sistema educativo argentino

Redacción: FM La Tribu

 

El aislamiento social, preventivo y obligatoria también tuvo sus efectos sobre la educación. Les niñes deben aprender nuevos contenidos en un escenario netamente tecnológico que lleva a les docentes a trasladar los contenidos a nuevas plataformas. También se ve afectada por esta medida otra de las funciones que tiene la escuela sobre todo en aquellos sectores más vulnerables que es la de brindar apoyo alimentario.

A las falencias edilicias, al faltante de material educativo, al presupuesto atrasado, a los salarios bajos, a las viandas en mal estado; a todo esto hacen frente cada día, aún pandemia mediante, les trabajadores de la educación.

María Isabel Grau, Secretaria de prensa de la Asociación Docente Ademys, explicó que en la ciudad de Buenos Aires, estamos ante “un panorama muy difícil”.

“Desde el comienzo de la suspensión reclamamos la entrega de bolsones para las familias porque son familias que no empezaron a ahora a tener problemas alimenticios sino que acarrean una situación de mucha penuria, entonces esto que se está evidenciando con muchas fuerza y con toda la gravedad es algo que viene ocurriendo en la ciudad de Buenos Aires desde hace mucho sobre todo en la zona Sur donde están los sectores más pobres de la población”

Respecto de la entrega la referente de Ademys contó que “no se están entregando bolsones a toda la matrícula de la escuela sino solo a aquellas familias que pidieron la beca de comedor o que pidieron las viandas, hay una cantidad enorme de familias que no están recibiendo. Los bolsones se tienen que entregar a toda la matrícula escolar, no importa si pidieron o no la beca”.

El personal de los establecimientos educativos entre los reclamos que sostiene en estos tiempos de pandemia es la falta de condiciones sanitarias y las presiones que reciben por parte de las autoridades. Grau detalló que “desde Ademys reclaman que estas tareas no sean obligatorias y que tengan garantizados los elementos de higiene”.

Días atrás en una entrevista, el Presidente dijo que en el marco de la emergencia sanitaria “el inicio de clases puede esperar”, y agregó que “si hay algo que no urge es el inicio de las clases, ya veremos cómo compensamos esos días”. Por su parte, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, en la tarde del martes dijo que evalúan unificar los contenidos del ciclo lectivo de este año con el siguiente.

Respecto de estas declaraciones, Grau realizó un detallado análisis:

“Por un lado, se nos dice esto no son vacaciones, que tenemos que seguir trabajando, generando contenidos para que los estudiantes puedan continuar con su proceso de enseñanza y aprendizaje y, al mismo tiempo, se plantea esto de que el ciclo lectivo puede tener continuidad y que se pueden eliminar las vacaciones. Queremos decirles que nosotros no estamos de vacaciones como ellos mismos afirman”

Fuente: https://fmlatribu.com/noticias/2020/04/01/cartas-sobre-la-mesa-aislamiento-y-crisis-en-el-sistema-educativo/

 

 

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