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Declaración del Foro de Soberanía Alimentaria: Territorios de Paz para la Vida Digna – Cumbre de los Pueblos frente a la OMC

Por: Ecoportal

Por la construcción de “Territorios de paz para la soberanía alimentaria y la política y la vida digna. Fuera OMC, fuera libre comercio de nuestra tierras, de nuestra agricultura, de nuestros platos y de nuestro planeta”

12 y 13 de diciembre de 2017

Las y los participantes del Foro de Soberanía Alimentaria realizado en la ciudad de Buenos Aires los días 12 y 13 de diciembre del año 2017 queremos expresar nuestros acuerdos para la construcción de Territorios de Paz para los pueblos; las y los campesinas y campesinos del mundo y todos los pueblos que luchamos por permanecer en nuestros territorios ancestrales y por seguir alimentando a la humanidad como lo hemos hecho los últimos diez mil años; al mismo tiempo que posibilitar una vida digna en las ciudades con alimentos sanos producidos localmente.

Los mas de 300 participantes de este Foro de Soberanía Alimentaria, campesinas y campesinos, pueblos originarios, pescadores y productores de alimentos, provenientes de más de 30 países de 4 continentes denunciamos en primer lugar la violencia del Libre Comercio que en esta Cumbre Ministerial se ha expresado con claridad en la censura que el Gobierno Argentino ejerce, con la aceptación y connivencia de la OMC, impidiendo la participación de los muchos representantes de organizaciones sociales que querían llegar a la Argentina a expresar sus opiniones y posiciones sobre esta Cumbre. Así se demuestra que la “libertad” que proclaman desde esa Cumbre Ministerial es la libertad para imponer las voces de los poderosos mientras el 99 % de la humanidad queda fuera de ese espacio cerrado, secreto y amurallado en el que pretenden tomar las decisiones que afectarán a todos los pueblos del mundo, decisiones signadas por la violencia.

Y es Violencia la que se ejerce todos los días a través de los manejos del agronegocio y los intereses corporativos en nuestros territorios donde se nos expulsa, persigue, criminaliza y asesina, mientras incrementan en forma desmesurada sus ganancias y defienden sus intereses

Violencia es la que el 3 de marzo del 2016 asesinó a Berta Cáceres en Honduras y que hoy impide que el pueblo hondureño ejerza su derecho a elegir quién lo gobernará.

Violencia es la que en los 3 últimos meses se cobró la vida de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel en la Patagonia argentina; jóvenes que fueron asesinados por solidarizarse con la lucha por el derecho a la tierra del pueblo Mapuche.

Violencia que en todo el mundo tiene acorralados a campesinas y campesinos y pueblos originarios en apenas un cuarto de la tierra disponible mientras nosotras y nosotros seguimos siendo quienes proveemos la mayor parte de los alimentos para toda la humanidad.

Violencia es la que ejerce el agronegocio destruyendo las tres cuartas partes de la totalidad de las semillas agrícolas que nuestros ancestros nos han legado mientras busca apropiarse del resto a través de las Leyes de Semillas y las patentes.

Violencia con que las corporaciones buscan convertir a nuestros alimentos en mercancías produciendo la mayor crisis alimentaria que haya sufrido la humanidad con más de la mitad de la población malnutrida o malcomida sufriendo de hambrunas, múltiples carencias y enfermedades crónicas por sobrepeso y obesidad; sufrimiento que es mayor en los más vulnerables.

Violencia con la que se están imponiendo nuevas y cada vez más peligrosas tecnologías sin debate, consulta ni participación de los pueblos. Tecnologías como los transgénicos, los nuevos desarrollos biotecnológicos, la geoingeniería o las nuevas técnicas de edición genética que amenazan todos los sistemas de vida a nivel global.

Violencia con que se imponen falsas soluciones para las diversas crisis, climática, energética, alimentaria, que solo buscan continuar con la apropiación y acaparamiento de nuestros bienes comunes.

Violencia con que el capitalismo está destruyendo a la Madre Tierra, nuestra Pachamama, destruyendo el clima, nuestros bosques, nuestros suelos, nuestras plantas, nuestros animales, nuestros bienes comunes; contaminando nuestros ríos y mares y convirtiendo al planeta en un desierto en el que la misma posibilidad de vida futura se ve amenazada.

Violencia que se expresa en el sistema patriarcal y racista que mata y se expresa cotidianamente en todos los niveles de nuestras vidas.

paz, soberanía, violencia, pueblos, alimentos, transgénicos, TLC

Nosotras y nosotros decimos una vez más ¡BASTA de Violencia! Y seguiremos construyendo otro mundo posible, cuidando a nuestra Madre Tierra y alimentando a los pueblos del mundo a través de:

– Nuestro compromiso a seguir impulsando la Soberanía Alimentaria como plataforma, principio y base política de nuestro accionar para garantizar un mundo sin hambre y una tierra con campesinas y campesinos cuidándola, nutriéndola de manera consciente y amorosa.

– Nuestro compromiso a defender nuestro territorios como Territorios de Paz donde la tierra, el agua y la diversidad sean parte integral de una vida plena en armonía con todos los seres vivientes.

– Nuestro compromiso a seguir defendiendo esos territorios contra la violencia del capital, la mercantilización de la vida y la destrucción que provocan los megaproyectos en nombre del supuesto “progreso”.

– Nuestro compromiso a mantener vivos los conocimientos y saberes que nuestros ancestros nos legaron y que representan hoy en manos de las comunidades la principal esperanza para enfrentar la crisis a la que este capitalismo demencial nos está llevando.

– Nuestro compromiso a luchar contra el “Libre Comercio” en todos los ámbitos donde se quiera imponer, ya sea en la OMC, como a través de los Tratados de Libre Comercio bilaterales o multilaterales o en los espacios multilaterales como el FMI o el Banco Mundial; denunciando sus mentiras y mostrando el verdadero rostro de este saqueo planificado al que pretenden someternos.

-Nuestro compromiso a seguir produciendo alimentos sanos, libres y soberanos a través de la producción agroecológica campesina diversa y rica como lo son cada uno de nuestros pueblos.

– Nuestro compromiso a seguir trabajando en lo local fortaleciendo huertas comunitarias, rescate de saberes alimentarios locales y el uso de plantas medicinales y todas aquellas experiencias que desde la organización local y comunitaria fortalecen y son la base nuestro accionar colectivo.

– Nuestro compromiso para que todos los pueblos tengan el derecho a una alimentación digna, saludable y nutritiva y mucho más cuando la misma forme parte de cualquier tipo de ayuda alimentaria.

– Nuestro compromiso a seguir multiplicando, compartiendo y defendiendo nuestras semillas criollas y nativas como Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad, libres de transgénicos, agrotóxicos y derechos de propiedad intelectual.

– Nuestro compromiso a multiplicar nuestros principios, nuestra experiencia y nuestros saberes a través de todos los espacios educativos que venimos construyendo desde nuestros movimientos llamando a todas y todos aquellos que se sientan comprometidos desde sus propios ámbitos de acción a sumarse a esta cruzada por formación agroecológica campesina.

– Nuestro compromiso a avanzar en el fortalecimientos y la construcción de medios de comunicación para la libertad que logren superar el cerco mediático que los medios hegemónicos han creado y que ha logrado poner a buena parte de la humanidad en un estado de hipnosis colectiva.

– Nuestro compromiso a continuar construyendo con investigadoras e investigadores del todo el mundo otro modelo de ciencia basado en los nuevos paradigmas que asoman de la mano de la Ciencia Digna, la construcción colectiva y el diálogo de saberes y una visión integral y no fragmentada del mundo. Esta ciencia digna debe sostenerse en un sistema educativo que en todos sus niveles sea coherente con ese sentido de dignidad y debe tener a la Soberanía Alimentaria como eje central.

– Nuestro compromiso a luchar contra la violencia del neoliberalismo que una vez más busca imponerse como pensamiento único y fin de la historia. Sabemos que nuestra diversidad, nuestra historia y nuestras luchas anuncian el comienzo de un tiempo mejor.

– Nuestro compromiso a seguir honrando a quienes nos han precedido en este camino sembrando esperanzas, ideas y sueños de un mundo mejor continuando la construcción de un mundo solidario, libre y unido en la diversidad en el que la vida valga más que las leyes del mercado, la propiedad privada y la acumulación de capital.

– Nuestro compromiso en transformar nuestras relaciones dejando de lado y combatiendo todas las formas de dominación y opresión contra las mujeres, pueblos originarios, jóvenes y todos los que en esta sociedad son marginados y perseguidos.

– Nuestro compromiso a avanzar en la construcción de alianzas con todos los sectores sociales que han confluido en esta Cumbre de los Pueblos para decir bien fuerte:

– Somos una sola fuerza hermanada con los trabajadores urbanos, consumidores, desocupados, movimientos feministas, movimientos por la diversidad sexual, ecologistas, organizaciones de jóvenes, académicos y todas y todos los que llegamos aquí comprometidos en la construcción de otra sociedad.

Nos reconocemos en los principios anticapitalistas, antipatriarcales, internacionalistas y anticolonialistas y asumimos el compromiso con los mismos como desafío para nuestra vida cotidiana, al interior de nuestras organizaciones y en la búsqueda de construcción de una nueva sociedad que hemos asumido que es posible y necesaria.

Nos solidarizamos con todos los pueblos del mundo en resistencia y nos inspiramos en el ejemplo del valiente campesinado colombiano que hoy asume el desafío de la construcción de territorios de paz en un país que ha atravesado por décadas de violencia, nos declaramos comprometidos a hacer de todos nuestros territorios.

TERRITORIOS DE PAZ PARA LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y POLÍTICA Y LA VIDA DIGNA

FUERA OMC, FUERA LIBRE COMERCIO DE NUESTRAS TIERRAS, DE NUESTRA AGRICULTURA, DE NUESTROS PLATOS Y DE NUESTRO PLANETA

*Fuente: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/declaracion-del-foro-soberania-alimentaria/

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Ecologismo a ambos lados de África: “El acaparamiento de tierras es seguir colonizando pero de otra manera»

Africa y Europa, 20 de mayo de 2017. Fuente: EL PAÍS

“El acaparamiento de tierras es seguir colonizando pero de otra manera”. Así de tajante se mostró Mariam Sow en su intervención en el I Foro internacional de activismo, derechos humanos y justicia social de la XXVII edición del Encuentro de Solidaridad con los Pueblos de África y Latinoamérica (ESPAL), celebrado a principios de abril en Gran Canaria. La presidenta del consejo de la Red Internacional Enda Tercer Mundo, que tiene por misión “decir no a la injusticia social, proponer alternativas y pedir a la sociedad civil que tome partido”, habló, sin pelos en la lengua, de que los inversores que acuden a África en busca de terreno “en vez de negociar, más bien roban”. También insistió en que el rechazo a estos métodos tiene que venir desde abajo. “La población local debe estar al frente. Si resiste, no importa qué medios use el Estado, ¡venceremos!”, aseguró.

Wangari Maathai también era muy valiente. Nunca tuvo miedo a decir lo que pensaba y no toleró ninguna opresión. De este modo la recuerda la también keniana Marion Kamau quien, en calidad de representante de la Fundación Wangari Maathai, viajó a Las Palmas para impartir una conferencia sobre su amiga ya fallecida. En 1977, Maathai fundó el Movimiento del Cinturón Verde para buscar formas de mitigar el cambio climático, conservar el medio ambiente y promover el desarrollo comunitario. Con el tiempo, el Green Belt Movement se ha convertido en un enorme proyecto de reforestación en África: solo en Kenia se han plantado más de 10 millones de árboles y más de 47 millones en todo el planeta.

Reivindicación feminista

Pero la de Maathai no era una iniciativa meramente ecologista, sino también uno de los movimientos feministas más eficientes del continente. Toda mujer que se une al programa recibe clases sobre el mundo natural y su preservación. Además, ellas asumen papeles de liderazgo, dirigen viveros y trabajan con silvicultores, planeando e implementando proyectos para la recolección de agua y la seguridad de los alimentos.

Mariam Sow también tiene clara su responsabilidad hacia las mujeres: hay que reforzar sus capacidades para que puedan contribuir por igual. “Desde Enda, hemos aprendido a leer el interés de las mujeres en la lucha campesina. Lo que les interesa es la comunidad: quieren la tierra para sus hijos”. A fin de implicarlas en la batalla, hacen falta “comités paritarios en los pueblos” en los que las féminas puedan hacer valer su voz.

Para que su mensaje llegue hasta ellas y a una población a menudo analfabeta, la líder campesina ha escrito la canción Ma terre, ma vie, que interpretan Bideew Bou Bess, la banda de los hermanos Sall, del norte de Senegal, muy conocidos por utilizar su música para ayudar a promover el cambio social y el desarrollo sostenible.

Cambio climático

Aparte de la propiedad de la tierra y de la soberanía alimentaria “luchamos para que el Estado acepte financiar la agricultura y que el mercado africano esté más protegido” el otro frente de Mariam Sow es el cambio climático. Sobre todo, le preocupa la sequía en el Sahel. “Cada vez hay menos lluvias y, aunque tenemos un curso de agua importante gracias al río Senegal, desde que modificaron las corrientes que regaban los cultivos de sorgo hay que invertir mucho para extraer el agua que hay en el fondo. Y la población no tiene medios suficientes”.

La problemática del líquido elemento también inquietaba a Wangari Maathai. Según su colaboradora y amiga, en la década de los setenta, Maathai concluyó que hacían falta árboles para asegurar el ciclo hídrico. Así, plantar no solo servía para combatir la deforestación, evitar la erosión del suelo o impedir que el desierto del Sáhara siguiera extendiéndose hacia el sur del continente. También vale para hacer frente a las cada vez más frecuentes sequías.

Contra el poder

Al principio de su lucha, el Gobierno keniano no apoyaba a Maathai e, incluso, llegó a atacarla. Pero eso no la detuvo. Cuando su movimiento llevaba más de 20 años en marcha, la activista entró en la escena política de su país, donde llegó a ser viceministra de medio ambiente. Gracias a ella, hoy la Constitución keniana incluye un artículo de protección medioambiental que se aprobó tal y como lo redactó.

“El acaparamiento de tierras es seguir colonizando pero de otra manera”

Hoy las autoridades kenianas tienen muy en cuenta a la fundación que lleva su nombre. Han manifestado un notable interés por fomentar el cuidado por el medio desde la guardería, han creado programas de doctorado y másteres en gestión medioambiental y, en 2016, el presidente Uhuru Kenyatta colocó la primera piedra del futuro instituto Wangari Maathai, financiado en un 100% por el Estado.

Por su parte, la senegalesa Sow se enorgullece de haber llegado a “un consenso con toda la nación y con las autoridades de las seis zonas agrícolas del país”. Un consenso fruto de los talleres organizados con la población, “de los que han salido unos principios básicos que vamos a presentar al Estado para que no salga solo una ley, sino toda una política agraria”. Así, aunque según Sow toda la población senegalesa está sensibilizada, “el Estado a veces cierra sus oídos y solo mira por los intereses de los otros”, queriendo emprender una reforma agraria solo para dar seguridad a los inversores. “Pero no le vamos a dejar hacerla solo”.

Sow termina afirmando que va a seguir en la lucha y que confía en que las cosas pueden cambiar. Por su parte, la Fundación Wangari Maathai tiene la misión de continuar el legado de la que fue conocida como la mujer árbol y aspira a formar líderes valientes, íntegros y responsables con su medio ambiente.

Fuente noticia: http://elpais.com/elpais/2017/05/17/planeta_futuro/1495033530_234332.html

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FAO: Frenar las plagas y enfermedades en la cadena alimentaria requiere un acción concertada

Febrero de 2017/Fuente: FAO

La disponibilidad e higiene de los alimentos se ven amenazadas a diario por enfermedades y plagas que afectan a plantas y animales, así como por varios tipos de contaminantes. Esto sucede en explotaciones agrícolas, fábricas, hogares, en aguas interiores o marinas, en campo abierto y en medio de densos bosques.
Ya sea en forma de patógenos, insectos o agentes contaminantes, las amenazas viajan ahora más rápido y más lejos, haciendo más dificil responder de forma eficaz y oportuna y poniendo en mayor peligro los alimentos, la salud y los medios de subsistencia de la población.
Cada año, una de cada diez personas enferma al consumir alimentos contaminados y se calcula que unas 420 000 mueren por esta causa. Más del 70 por ciento de las nuevas enfermedades en los seres humanos tienen origen animal, con el potencial de convertirse en grandes amenazas para la salud pública. Un tercio de la producción agrícola mundial se pierde cada año a causa de los insectos y enfermedades de las plantas que pueden propagarse a varios países y de un continente a otro.
Hay varios factores que contribuyen a este fenómeno, incluyendo algunos tipos de agricultura intensiva, la deforestación, el pastoreo excesivo y el cambio climático.
Además, los conflictos, disturbios civiles y el comercio globalizado incrementan a su vez la probabilidad de que surjan nuevas amenazas y se transfieran a otros países con efectos devastadores. Los alimentos pueden resultar contaminados en las fases de procesado y comercialización, que a menudo ocurren en países diferentes, lo que hace más difícil identificar el punto donde se produce la contaminación.
Para hacer frente al creciente número de plagas y enfermedades transfronterizas de animales y plantas, la FAO ha publicado “Evitar riesgos para la cadena alimentaria”, un conjunto de métodos y herramientas de probada eficacia para prevenir emergencias. Demuestran cómo la prevención, la alerta temprana, la preparación, la buena gestión de crisis de la cadena alimentaria y las buenas prácticas pueden mejorar la seguridad y la inocuidad alimentarias, salvando vidas y medios de subsistencia.
“Proteger la cadena alimentaria es cada día más complicado en un mundo interconectado y cada más complejo. Por eso creemos que es importante que los sectores involucrados en la producción, procesado y comercialización de alimentos estén atentos a las amenazas reales, presentes y potenciales y que respondan de manera concertada”, señaló Ren Wang, Director General Adjunto de la FAO.
Nuevas tecnologías de la comunicación que ayudan a evitar riesgos 
El conjunto de herramientas de la FAO muestra cómo un enfoque multidisciplinario permite responder de forma oportuna, incluyendo cómo las nuevas tecnologías de la comunicación pueden ayudar a prevenir y combatir las amenazas transfronterizas, facilitando el intercambio de información.
En Malí, Uganda y Tanzania, los ganaderos están utilizando la aplicación EMA-i para recopilar en sus teléfonos inteligentes información sobre enfermedades animales sobre el terreno. Los datos se envían en tiempo real al Sistema mundial de Información sobre enfermedades animales (EMPRES-i) en la FAO, donde se comparte a nivel nacional, regional y mundial, facilitando el análisis de manera oportuna para dar una respuesta muy rápida que permita atacar la enfermedad en una etapa muy temprana de su aparición.
En Uganda, este sistema de vigilancia más que duplicó el número de informes sobre enfermedades pecuarias aportados en los últimos años al Centro Nacional de Diagnóstico y Epidemiología de Enfermedades de Animales, ofreciendo a los agricultores la alerta temprana que necesitan para responder mejor a los brotes de enfermedades.
También se han desarrollado herramientas móviles para monitorear la roya del trigo -una enfermedad fúngica que destruye los cultivos de trigo sanos- lo que permite a los agentes de extensión e institutos de investigación intercambiar regularmente información sobre los brotes de la enfermedad.
Las langostas del desierto -la más peligrosas de las plagas migratorias- amenazan a menudo el suministros de alimentos en África y Asia: un enjambre de 40 millones de langostas puede comer la misma cantidad de alimentos que unas 35 000 personas. Gracias al sistema eLocust3, se ha mejorado la vigilancia, y ahora se utiliza en los 19 países más vulnerables a la plaga.
Cada mes, el Marco de Gestión de la Crisis de la Cadena Alimentaria de la FAO pone a disposición una nueva hoja informativa para apoyar a los países miembros y a las instituciones en la gobernanza mundial de las amenazas transfronterizas a la cadena alimentaria. Cada trimestre se publican boletines de alerta temprana sobre las amenazas actuales.
Fuente: http://www.fao.org/news/story/es/item/469315/icode/
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Madagascar meridional: la ONU pide actuar con urgencia frente a la grave inseguridad alimentaria

África/Madagascar/Noviembre de 2016/Fuente: FAO

Los agricultores del sur de Madagascar, afectados por tres años de sequía devastadora, necesitan urgentemente más apoyo para poder plantar en las próximas temporadas de siembra de diciembre y enero, según alertaron hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Los organismos de la ONU subrayaron que se necesitan más fondos para ofrecer este apoyo y hacer frente a la cada vez más grave inseguridad alimentaria en Madagascar meridional.

La FAO comenzará a distribuir semillas y plantones el próximo mes, dirigidas a unas 170 000 familias campesinas de los distritos más vulnerables del sur del país. Al mismo tiempo, estas mismas familias recibirán alimentos o dinero en efectivo dentro de un programa de socorro en curso del PMA, para que puedan subsistir hasta la próxima cosecha en marzo/abril. Desde el mes de junio, el PMA distribuye ayuda alimentaria en las zonas más necesitadas y, desde julio, dinero en efectivo en lugares con mercados en funcionamiento.

«La temporada de siembra ofrece una estrecha ventana de oportunidad para que los agricultores locales restablezcan la producción agrícola. Miles de familias se enfrentan ya al hambre. Perder ahora la temporada de siembra resultará en una seria crisis alimentaria y de medios subsistencia, que les dejará en una situación aún más desesperada», advirtió el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

Alrededor de 850 000 personas –cerca de la mitad de la población del sur de Madagascar- se enfrentan al hambre y necesitan ayuda humanitaria urgente, según los últimos datos de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF). Estos datos indican que la seguridad alimentaria y nutricional podría empeorar aún más en los próximos meses, a menos que la acción humanitaria se amplíe rápidamente. En total, se calcula que alrededor de 1,4 millones de personas padecerán inseguridad alimentaria en 2016/17 en las tres regiones meridionales de la isla.

La FAO está adquiriendo esquejes de batata y yuca, así como diversas semillas tolerantes a la sequía para que los pequeños agricultores puedan plantar. También se distribuirán aperos agrícolas y se ofrecerá apoyo a las familias con ganado.

«Como comprobé recientemente en el sur de Madagascar, los agricultores se encuentran en una situación desesperada», explicó la Directora Ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin. «Pero con una respuesta conjunta, nuestras dos organismos pueden comenzar a revertir esta situación, no sólo aportando socorro inmediato, sino dando a las comunidades los medios que necesitan para alimentarse a sí mismas».

Si bien el PMA y la FAO han conseguido fondos para ayudar a poner en marcha su programa conjunto de apoyo a la siembra, no pueden llegar a todas las familias afectadas por la sequía sin contar con más financiación. De los 22 millones de dólares EEUU necesarios, la FAO sólo ha recibido 4,5 millones. La operación de ayuda tras la sequía del PMA -que se prolonga hasta marzo de 2017-, se enfrenta a un déficit de 50 millones de dólares EEUU, del total de 82 millones necesarios.

La falta de lluvias suficientes provocó una notable reducción en la producción de maíz, yuca y arroz en el sur de la isla a principios de este año. Mientras, el alza de precios continúa mermando el poder adquisitivo de la población y la seguridad alimentaria de los más vulnerables. Muchas familias han adoptado estrategias de supervivencia, comiendo con menos frecuencia, consumiendo sus semillas y vendiendo animales, aperos agrícolas e incluso tierras.

Respuesta de la FAO

La respuesta agrícola inmediata de la FAO está destinada a 850 000 personas (170 000 familias de pequeños campesinos) en los distritos más afectados. La asistencia combina la provisión de semillas de maduración rápida y tolerantes a la sequía y cultivos de raíces (yuca y batata).
Los agricultores recibirán también herramientas para reemplazar las que hubieran vendido durante la actual temporada de carestía prolongada. Al mismo tiempo, se prestará apoyo a la producción ganadera, con piensos complementarios e iniciativas de sanidad animal.

Respuesta del PMA

El PMA está intensificando sus operaciones en curso de ayuda alimentaria y de dinero en efectivo para llegar a casi un millón de personas vulnerables a finales de este mes. Al mismo tiempo, el PMA ha ampliado su programa de nutrición para prevenir y tratar la malnutrición entre más de 200 000 mujeres embarazadas, madres lactantes y niños menores de cinco años, mientras continúa ayudando a unos 230 000 escolares con comidas calientes diarias.

Fuente: http://www.fao.org/news/story/es/item/453675/icode/

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Venezuela contará con laboratorio para detectar transgénicos

América del Sur/Venezuela/Yvke Mundial/ Prensa VTV

El Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas (Minea) contará con un nuevo y moderno laboratorio con tecnología de punta, el cual permitirá realizar estudios precisos sobre la información genética de los Organismos Vivos Genéticamente Modificados (OVGM) o transgénicos. Así lo expresó Carliz Díaz, directora de Bioseguridad del Minea, como parte de su ponencia, la cual estuvo dentro de la Estrategia Nacional para la Conservación de la Biodiversidad y su Plan de Acción Nacional (2011-2020). La presentación la hizo en el taller consultivo para la elaboración del Tercer Informe de Aplicación del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, celebrado en las instalaciones del Hotel Venetur en Mérida, reseñó una nota de prensa del Minea.

Durante su intervención, destacó que el Centro de Información de Ingeniería Genética tendrá como sede la ciudad de Maracay (Aragua), y actualmente se encuentra en la fase de dotación de materiales e insumos, en alianza con el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (MPPEUCT).

Esta novedosa infraestructura permitirá hacer estudios científicos para detectar el uso de los organismos modificados, que apoyará las acciones de la Estrategia Nacional para la Conservación de la Biodiversidad y su Plan de Acción Nacional, así como impulsar el trabajo de la Comisión Nacional sobre Bioseguridad en el país. Díaz añadió que los debates permitirán reforzar la postura del país como miembro de la Conferencia de las Partes, con relación a la aplicación de la tecnología del ADN, la cual apunta a que los ciudadanos tienen el derecho de conocer si están adquiriendo productos derivados de esta manipulación genética. Vía: Yvke Mundial/ Prensa VTV

Encuentra más detalles en http://altadensidad.com/?p=94041

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FAO celebra Día Mundial de la Alimentación abogando por sistemas resilientes ante el cambio climático

Centroamérica/República Dominicana/Octubre de 2016/Fuente: Acento.com

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hizo un llamamiento a los países para que aborden la alimentación y la agricultura en sus planes de acción climática, ante la incidencia del cambio climático en la inseguridad alimentaria de la población.

La FAO explica que las personas más pobres del mundo, entre los que se encuentran agricultores, pescadores y pastores, están siendo afectados por las altas temperaturas y el aumento de la frecuencia de desastres relacionados con el clima, ocasionando escasez y falta de acceso a los alimentos.

“Los patrones meteorológicos irregulares y el aumento de plagas y enfermedades están afectando a la productividad agrícola y, por tanto, socavando la seguridad alimentaria mundial”, aseguró José Graziano da Silva, Director General de la FAO.

El organismo de Naciones Unidas asegura que ante el constante crecimiento de la población mundial y la demanda de alimentos, es necesario que los sistemas agrícolas y alimentarios se adapten a los efectos adversos del cambio climático y se hagan más resilientes, productivos y sostenibles.

Por ello, la FAO invita a los países a cultivar alimentos de manera sostenible, con prácticas que producen más con menos en la misma superficie de la tierra y utilizan los recursos naturales de forma juiciosa.

Asimismo, llama a reducir la pérdida de alimentos antes de la fase del producto final o venta al por menor a través de una serie de iniciativas, que incluyen una mejor recolección, almacenamiento, embalaje, transporte, infraestructuras y mecanismos de mercado, así como marcos institucionales y legales.

El Día Mundial de la Alimentación 2016 es una oportunidad para identificar la mejor manera de responder a estos desafíos, que este año tiene como lema “El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también”, con el cual se hace un llamamiento a los países para abordar la alimentación y la agricultura en sus planes de acción climática e invertir más en desarrollo rural.

El mensaje refleja el momento crucial en el que se produce la celebración, justo antes de la próxima Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU, COP 22, del 7 al 18 de noviembre de 2016 en Marrakech, Marruecos.

Fuente: http://acento.com.do/2016/actualidad/8391279-fao-celebra-dia-mundial-la-alimentacion-abogando-sistemas-resilientes-ante-cambio-climatico/

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ONU: El futuro de las ciudades depende de la agricultura urbana

New York/ ipsnoticias.net/13 de Julio de 2016.

La conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicada a las ciudades, Hábitat III, explorará las posibilidades de la agricultura urbana como solución para garantizar la seguridad alimentaria. Pero en Nueva York, resultó tener un impacto mucho mayor.

En las ciudades de todo el mundo se registran niveles históricos de desigualdad. Aun en Nueva York, corazón del mundo rico, muchos sectores no tienen garantizada su seguridad alimentaria.

En la conferencia Hábitat III, que se realizará del 17 al 20 de octubre en Quito, será la primera vez en 20 años que la comunidad internacional se reúne a analizar las consecuencias de la urbanización y a pensar en una nueva estrategia global, la Nueva Agenda Urbana.

En Nueva York, el precio de los alimentos aumentó 59 por ciento desde 2000, a diferencia del salario promedio de los trabajadores adultos, que solo se incrementó 17 por ciento.

Alrededor de 42 por ciento de los hogares no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, vestimenta, transporte y salud, pero superan el monto necesario para recibir asistencia estatal.

En 2015, se creó el plan OneNYC, vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que se propone sacar a unas 800.000 personas de la pobreza en una década.

“OneNYC tiene grandes expectativas y se esfuerzan mucho por atender la igualdad en el sistema de alimentación y en la gestión de los desperdicios, asegurándose que cada vez más ciudadanos tengan acceso a alimentos saludables y buenos”, explicó Michael Hurwitz, director del mercado verde de GrowNYC y quien trabaja en OneNYC, al ser consultado por IPS.

“En una ciudad como Nueva York, la agricultura urbana puede desempeñar varios papeles además de alimentar a su población, desde educación hasta ofrecer espacios seguros y ayudar a compensar el presupuesto destinado a la alimentación”, detalló Hurwitz.

La agricultura urbana desempeña un papel significativo en la alimentación de la población citadina en todo el mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que 800 millones de personas cultivan verduras y frutas o crían animales en las ciudades, produciendo lo que, según el Instituto Worldwatch, representa la asombrosa proporción de entre 15 y 20 por ciento de la producción mundial de alimentos.

Eso ocurre en lugares del mundo donde la agricultura urbana o periurbana representa entre 50 y 75 por ciento del consumo de verduras de la ciudad.

En África, se estima que alrededor de 40 por ciento de las poblaciones urbanas se dedican a la agricultura. Los pobladores que viven en las ciudades desde hace tiempo o los que se instalaron hace poco plantan porque tienen hambre, saben cómo cultivar, además de que el valor de la tierra es bajo y los fertilizantes, baratos.

Pero en Estados Unidos, la agricultura urbana probablemente tenga un mayor impacto sobre la seguridad alimentaria en lugares que, en cierta forma, son más parecidos al Sur global, es decir en ciudades o vecindarios donde el ingreso promedio es bajo y hay una gran necesidad de contar con alimentos asequibles.

Hurwitz observó el poder transformador de la agricultura cuando fue trabajador social en Redhook, en Brooklyn, un barrio donde los ingresos de 40 por ciento de los hogares eran inferiores a 10.000 dólares al año. En ese lugar, trabajó en una huerta comunitaria con adolescentes de entre 16 y 17 años en un programa dependiente del sistema de justicia. Los jóvenes llevaban la cosecha a su hogar o la vendían en mercados, restaurantes locales y otros comercios.

“Nuestros jóvenes se volvieron agentes de cambio en sus comunidades. Nadie quería trabajar con muchos de los adolescentes con los que trabajamos, pero cuando se convirtieron en la principal fuente de alimentos saludables en su barrio en el mercado de productos orgánicos, sus pares y los adultos se dieron cuenta de que eran quienes en realidad estaban generando un cambio en la comunidad”, explicó.

El sistema se amplió a través de GrowNYC, una organización no gubernamental que trabaja desde la oficina del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

La organización trabaja con 6.000 muchachos al año y ofrece materiales para que el personal docente trabaje con ellos en el aula. Su programa Grow to Learn (cultiva para aprender) está a cargo de todas las huertas escolares de esta ciudad. Además, lleva adelante un proyecto de minipréstamos y ofrece asistencia técnica y capacitación a los maestros sobre el cuidado de las huertas.

En el Bronx Sur, el más pobre de los 435 distritos congresuales de Estados Unidos en 2010, viven 52.000 neoyorkinos con ingresos muy bajos, 42 por ciento de los cuales por debajo de la línea de pobreza, y se lo conoce como “desierto alimentario”.

Cuando GrowNYC fue por primera vez allí, un policía les advirtió: “No querrán entrar, no es seguro”, recordó Hurwitz. “Pero en dos meses, un rincón difícil se convirtió en una esquina grandiosa, de maravillosa actividad porque había jóvenes vendiendo alimentos a sus vecinos”.

Desde hace años, el programa “Learn it, Grow it, Eat it” (Aprende, cultiva y come), de GrowNYC, trabaja con escuelas en el Bronx Sur, ayudando a formar líderes ambientales, explicó. La iniciativa se encarga de uno de los puestos agrícolas de jóvenes de la organización, capacitándolos en administración y agricultura para que puedan gestionar sus propios puestos de verduras.

“Hemos visto muchachos comenzar en nuestro mercado para jóvenes y pasar a ser administradores del programa”, relató Hurwitz.

En Nueva York no se trata solo de producir una cantidad estandarizada de alimentos para las comunidades necesitadas, sino de reflejar la diversidad cultural.

“Tenemos agricultores en nuestro programa que cultivan productos por unos 150.000 dólares por 1,5 acre (alrededor de 0,6 hectáreas) en Staten Island”, la isla frente a Manhattan, indicó Hurwitz. Los mexicanos plantan cultivos tradicionales para alimentar a su comunidad, que sino no tendría acceso a los alimentos a los que están acostumbrados.

Aparecieron los grandes operadores de invernaderos y se pusieron de moda.

Pero el cultivo de una variedad limitad de verduras de gran calidad no bastará para alimentar a las poblaciones urbanas. “Preferiría que se volcaran dos millones de dólares a la preservación de las plantaciones rurales con el fin de alimentar a las ciudades”, apuntó.

“De esa forma se podrán llevar los alimentos a las ciudades, garantizar que todo el mundo acceda a ellos y asegurar que las granjas sigan siendo viables”, explicó Hurwitz.

Los pronósticos indican que la población de las ciudades se duplicará en los próximos 30 años, según el Atlas de Expansión Urbana.

“La seguridad alimentaria es uno de los grandes temas que concentrarán la atención de los participantes en la conferencia Hábitat III, en relación con la urbanización”, subrayó Juan Close, director de ONU Hábitat.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/07/el-futuro-de-las-ciudades-depende-de-la-agricultura-urbana/

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