La Universidad de Chile debe aportar al diálogo intercultural con los pueblos indígenas

América del Sur/Chile/24.07.18/Fuente: www.eldesconcierto.cl.

La comprensión de esta diversidad requiere un agenda activa de la Universidad de Chile, no sólo por los pilares valóricos y éticos que la sustentan, sino porque tiene la legitimidad para hacerse parte de temas y problemáticas emergentes, aportando argumentos para un debate respetuoso con las distintas expresiones de nuestro territorio.

Sr. Ennio Vivaldi Véjar
Rector
Universidad de Chile
PRESENTE:

Durante el último tiempo hemos visto cómo, una vez más, las demandas de los pueblos indígenas en Chile dan cuenta de la necesidad de continuar avanzando hacia una agenda de desarrollo realmente inclusiva y respetuosa con la diversidad, lo que, sin duda, lleva a repensar la comunidad política y la representación de los intereses de estos pueblos. Esto no sólo se evidencia en la contingencia actual del país sino que tiene su asidero en cuestiones mucho más profundas que requieren un cambio estructural político y social pero, sobre todo, cultural.

Desde el nacimiento del Estado chileno, las relaciones con los pueblos indígenas se han basado en la marginación de procesos sustantivos que inciden en sus posibilidades de desarrollo. Mirando la realidad desde una perspectiva hegemónica occidental, se ha subvalorado de manera permanente su conocimiento ancestral por considerarlo “pre moderno”. Sin embargo, hoy podemos ver como estos sesgos devienen en un diálogo que no ha logrado ser realmente intercultural, pues no existe comprensión ni voluntad por mirar el mundo desde los ojos de este “otro” en el que se han convertido los pueblos indígenas.

Es aquí donde la Universidad de Chile debe asumir un rol como agente de cambio social, “comprometiéndose así a cumplir con su misión, con la promoción de los valores tradicionales de pluralismo, libertad de conciencia, tolerancia y no discriminación”, desde una posición democrática y respetuosa con la diversidad, buscando mecanismos que promuevan un verdadero diálogo intercultural, aportando argumentos para un debate complejo, jugando así un rol esencial no sólo en el debate académico sino también en el debate nacional. Ello supone ejercer un rol articulador entre los actores estratégicos de este proceso: pueblos indígenas decisores de política pública, sociedad chilena.

Durante los últimos años la Universidad de Chile ha hecho esfuerzos por avanzar en una agenda que recoja no sólo la diversidad de la sociedad a la cual debe volcar su quehacer, sino también su propia diversidad interna manifestada en la presencia de estudiantes, académicas, académicos, funcionarias y funcionarios indígenas, quienes han buscado generar, en este espacio de creación y difusión del conocimiento, oportunidades para enriquecer la comprensión entre diferentes cosmovisiones, dando cuenta de que existen puentes que pueden ser tendidos en pos de un nuevo pacto de convivencia intercultural.

La comprensión de esta diversidad requiere un agenda activa de la Universidad de Chile, no sólo por los pilares valóricos y éticos que la sustentan, sino porque tiene la legitimidad para hacerse parte de temas y problemáticas emergentes, aportando argumentos para un debate respetuoso con las distintas expresiones de nuestro territorio. Respecto de los pueblos indígenas, el avance en el reconocimiento de derechos, la conformación de ámbitos de políticas públicas específicas, los cambios institucionales, entre otros, deben ser planteados y posicionados desde la mirada de estos pueblos, como actores clave de su propio futuro. El diálogo intercultural supone una voluntad de escuchar y ser escuchados sin sesgos, comprendiendo que las formas de relacionarse con el mundo son vistas desde ópticas que no pueden ser fácilmente comprendidas desde la cultura occidental, pero que tienen un sustento ancestral, cultural y político que deben ser considerados.

Una Universidad con vocación pública como la nuestra debe ser consciente de ello. Tenemos un rol que cumplir pues, como señala la Comisión de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior “debe existir una necesaria coincidencia entre lo que las universidades hacen y lo que la sociedad espera de ellas, especialmente su participación en la búsqueda de soluciones a los problemas humanos urgentes”. Aquí estamos frente a uno de ellos.

Atentamente

Verónica Figueroa Huencho, académica mapuche, Instituto de Asuntos Públicos.
Sonia Montecino Aguirre, académica, Facultad de Ciencias Sociales.
Nancy Yañez Fuenzalida, Directora, Centro de Interculturalidad y Derecho, Facultad de
Derecho.
Maria Hueichaqueo Epulef, Facultad de Medicina Veterinaria y Pecuaria, Electivo
Kimunche
Claudio Millacura, Coordinador, Cátedra Indígena, Facultad de Ciencias Sociales.
Salvador Millaleo, académico, Facultad de Derecho
Doris Sáez Hueichapan, académica, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas
Myrna Villegas Diaz. Directora (s) Centro de Derechos Humanos, Facultad de Derecho.
Marcia Oyarce Zenteno, Bienestar estudiantil, Facultad de Economía y Negocios.
María Loreto Rebolledo, académica, Instituto de la Comunicación e Imagen
Francisco Herrera J., académico, Facultad de Filosofía y Humanidades.
Maribel Mora Curriao, Directora, Oficina de Equidad e Inclusión.
Alejandra Araya, Directora, Archivo Central Andrés Bello.
Maria Eugenia Domínguez, senadora universitaria por los Institutos
Interdisciplinarios, académica de Instituto de la Comunicación e Imagen.
Felipe Hasler Sandoval, académico, Facultad de Filosofía y Humanidades.
Paulina Vergara Saavedra, académica, Instituto de Asuntos Públicos
María Elena Acuña, académica, Facultad de Ciencias Sociales.
Beatriz Bustos, académica, Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
Olga Grau Duhart, académica, Facultad de Filosofía y Humanidades.
Iris Espinoza, académica, Facultad de Odontología.
Hortensia Morales, académica, Facultad de Ciencias.

Fuente de la noticia: http://www.eldesconcierto.cl/2018/07/21/la-universidad-de-chile-debe-aportar-al-dialogo-intercultural-con-los-pueblos-indigenas/

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Chile: Rasgos de la interculturalidad: El nuevo escenario de la sociedad chilena

América del Sur/Chile/05.06.18/Fuente: www.biobiochile.cl.

Un estudio reciente de la Pontificia Universidad Católica titulado “Migrantes latinoamericanos en Chile” (2016), muestra categóricamente que la realidad migratoria en Chile ha cambiado en las últimas dos décadas.

Números oficiales del departamento de Extranjería y Migración, señalan que desde 1996 la población migrante se ha duplicado en su relación con el total de la población chilena y que este crecimiento será progresivo en los años venideros.

Tal investigación, además, sostiene que los inmigrantes que tienen mayor presencia en Chile son en orden porcentual; peruanos (47,8%), argentinos (26%) colombianos (20,3%), haitianos (7,9%), dominicanos (5,7%), ecuatorianos (4,5%), venezolanos (4,3%), bolivianos (3,3%) y otros (1,9%). Estas cifras, sin duda, son indicativas de un escenario sociocultural que ha complejizado las relaciones interculturales y convertirán a Chile en un país cosmopolita.

A pesar de que históricamente nuestro país ha sido un lugar predilecto para varias corrientes migratorias (chinos, italianos, alemanes, españoles, palestinos, croatas, entre otros), la magnitud de la presencia actual de extranjeros residentes no tiene precedente alguno. Con todo y considerando que las relaciones interculturales son conflictivas en sí mismas, nos preguntamos ¿Cuán integrados están los extranjeros en la sociedad chilena? ¿Cómo deberemos habituarnos a convivir en un contexto intercultural, atendiendo a la necesidad de superar ciertos nacionalismos, estereotipos y clasificaciones arbitrarias que generalizan a partir de hechos puntuales? Estas preguntas, que para cualquier lector enterado no constituyen novedad, se tornan gravitantes en función de una convivencia plural y democrática, en el contexto latinoamericano.

…La interculturalidad intenta romper con la historia hegemónica de una cultura dominante y otras subordinadas…
– Germán Morong Reyes

Si asumimos el sentido último de la noción de interculturalidad, podemos sostener que las prácticas que impone esta definición son coherentes con el complejo escenario sociológico que debiera asumir la sociedad chilena en su conjunto. Esto es; entender la interculturalidad como un proceso permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre personas, grupos, conocimientos, valores y tradiciones distintas, orientada a generar, construir y propiciar un respeto mutuo y a un desarrollo pleno de las capacidades de los individuos, por encima de sus diferencias culturales y sociales.

Asimismo, la interculturalidad intenta romper con la historia hegemónica de una cultura dominante y otras subordinadas y, de esa manera, reforzar las identidades tradicionalmente excluidas para construir en la vida cotidiana una convivencia de respeto y de legitimidad entre todos los grupos de la sociedad.

En Chile aún falta por avanzar más trascendiendo las buenas intenciones de las políticas públicas y migratorias, si queremos practicar y promover lo que sería verdaderamente una convivencia intercultural.

Esta convivencia, con los marcos señalados anteriormente, impone gestos y actitudes hacia la diferencia cultural desmarcada de percepciones indolentes, ultranacionalistas o derechamente xenófobas. En este sentido, sabemos relativamente poco acerca de los inmigrantes, más allá de los estereotipos generalizados, por lo que aún nos es complicado interactuar en igualdad de condiciones con los extranjeros residentes y, sobre todo, no visibilizamos las capacidades y el aporte eventual que podrían ser al desarrollo del país.

El mismo estudio, antes citado, confirma que la mayor parte de los extranjeros llegados en la última década constituyen un capital humano competente, dispuestos a promover y ser parte del desarrollo económico del país en distintas áreas profesionales. A contrapelo, una opinión común en el imaginario nacional ha sido signar a los extranjeros como un peligro, traduciendo su presencia en una competencia desleal al chileno.

…Su incorporación profesional permitirá nivelar la desigualdad que existe hoy en la entrega de servicios a la comunidad…
– Germán Morong Reyes

No obstante, su incorporación profesional permitirá nivelar la desigualdad que existe hoy en la entrega de servicios a la comunidad, por ejemplo, en el área de la salud. Qué decir de las competencias técnicas que muchos extranjeros podrían aportar si fuesen incorporados a empleos regulares, sin diferencias con los connacionales.

Aún más, todos aquellos que cuentan con documentación regularizada contribuyen con un porcentaje de su sueldo al sistema de previsión social y de salud, en el contexto nacional de una tasa de dependencia alta por parte de la población económicamente no activa que se sostiene de la activa, a sabiendas que esta última ha decrecido por las consecuencias lógicas de nuestro comportamiento demográfico desde los años noventa.

Otro elemento que el estudio citado aportó, es la capacidad de muchos inmigrantes de adaptarse a la diversa cultura nacional; aprendiendo los modismos chilenos conociendo de cerca ciertas tradiciones e incorporándose al ethos de barrio de cada lugar del país. En este sentido, diversifican y enriquecen la posibilidad de otorgar a las nuevas generaciones un panorama social diverso y rico, ya no desde una perspectiva estrictamente nacional, sino desde una mirada latinoamericana, de la que Chile es parte.

Sin lugar a dudas, la progresiva convivencia intercultural y el interés por conocer toda forma de alteridad terminará legitimando el sentido de la presencia de aquellos en Chile, más allá de las diferencias y las miradas desconfiadas.

Fuente de la noticia: https://www.biobiochile.cl/noticias/blogs/blog-ubo/2018/06/04/rasgos-de-la-interculturalidad-el-nuevo-escenario-de-la-sociedad-chilena.shtml

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