¡Sueldos de hambre! Profesores universitarios en Venezuela ganan $18 como salario máximo

Por: Aporrea

¡Sueldos de hambre! Profesores universitarios en Venezuela ganan $18 como salario máximo

Al cumplirse 509 días desde la última vez que se anunció un aumento salarial, en marzo de 2022, los profesores universitarios recordaron la realidad que los persigue desde entonces: un salario insuficiente que no cubre las necesidades básicas y alimentarias de los profesionales.

La precariedad y el sueldo de hambre que reciben los educadores, lo demostró José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (Apucv), quien publicó a través de Twitter una tabla que muestra el salario que recibe cada docente, donde el máximo cargo apenas cobra 18 dólares.

Está es la consecuencia de 507 días sin aumento salarial. Esto en la práctica se traduce en la destrucción de la carrera académica y el deterioro de las instituciones de educación universitaria. La política laboral del gobierno es un crimen», publicó Afonso este lunes 7 de agosto.

La tabla, que muestra 15 categorías de los profesores universitarios, refleja el sueldo en bolívares que ganan los docentes actualmente, el valor en dólares para marzo de 2022, y el valor en dólares para agosto de 2023, donde las cifras se han devaluado más del 80 %.

Durante una entrevista concedida a Voz de América, Afonso explicó que un profesor a dedicación exclusiva, lo que implica poseer cuatro trabajos de ascenso, obras publicadas, pregrado y postgrado, gana el día de hoy el equivalente a $18 mensuales, mientras que un profesor comenzando su carrera percibe el equivalente a 11 dólares.

El «salario máximo», valorado en Bs. 522,16, hace un año equivalía a 121 dólares, hoy su reducción evidencia la pobreza, precariedad y malas condiciones laborales en las que se ven afectados los docentes.

Ante esto, otro de los problemas que se suman a un sueldo insuficiente es el costo de la canasta alimentaria familiar, valorada en $511,20 al mes, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, una cifra que muchos trabajadores públicos no pueden alcanzar debido a un salario mínimo que no supera los 5 dólares mensuales.

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

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El conflicto docente, las federaciones, Maduro y Guaidó

El conflicto docente, las federaciones, Maduro y Guaidó

 Zuleika Matamoros

Estos dos primeros meses del año escolar han estado marcados por paros y concentraciones del gremio docente para exigir el cumplimiento del contrato colectivo y el cumplimiento de lo instituido en el Art. 91 de la CRBV, en la que se establece que el salario mínimo debe cubrir el costo de la Canasta Básica. A este reclamo se le añaden elementos muy importantes,  relacionados directamente con la defensa de la educación pública, gratuita y de calidad. El estudiantado venezolano recibe clases en infraestructuras educativas en pésimas condiciones, con incorporación de docentes exprés, en ausencia absoluta de recursos para el aprendizaje,  falta de profesores porque han emigrado hacia otras actividades a causa de los bajos salarios, ausencia de actividades extracurriculares, incumplimiento del Programa de Alimentación Escolar…

En ese contexto se han realizado paros escalonados y concentraciones frente a la sede del Ministerio de Educación, acciones de protesta pacíficas, en las que se ha manifestado la intención de la mayoría de las federaciones y de la burocracia sindical de cabalgar el descontento y las necesidades de las maestras y maestros, para poner la movilización al servicio de la desgastada figura de Guaidó. Así lo hicieron el año escolar pasado y ello resultó en una acción divisionista y desmovilizadora de los docentes y del conjunto de la clase trabajadora.

Las pésimas condiciones de vida de las y los docentes tienen responsables claros

La realidad del magisterio venezolano y sus precarias condiciones tiene responsables claros: Por un lado, el gobierno de Maduro con una política de ajuste a los trabajadores y de violación de los Derechos más elementales de los trabajadores. Por el otro lado,  federaciones y sindicatos que han estado por décadas en la más profunda inacción sindical, quienes han permitido no solo el incumplimiento del contrato colectivo vigente, sino que han sido complacientes con cada una de las medidas de hambre, de presión y atentatorias contra las libertades democráticas que han sido tomadas por la patronal contra el gremio.

Esta cúpula obsoleta es la muestra de una política podrida que ha tenido consecuencias directas en la vida de las y los maestros. Sus luchas interburocráticas son pugnas claramente de derecha en las que, aunque parezca que algunos apuestan por revivir y reanimar las protestas, lo que procuran es colocarlas a la orden y disposición de Guaidó, y otros las usan como una manera de presionar al gobierno a sentarse a negociar nuestra miseria y precariedad, como parte de sus roles de administradores de las convenciones colectivas que andan tras sus propios intereses como dirigencia. Son la otra cara de una de las más salvajes formas de explotaciones a las que nos han sometido en la historia contemporánea venezolana.

Definitivamente, con el gobierno de Maduro estamos condenados al hambre, a la miseria, a la entrega de nuestros recursos naturales, a la pérdida de los derechos democráticos. La importancia de los recientes paros y concentraciones es que han logrado expresar el hartazgo de las y los docentes. La respuesta gubernamental ha sido un férreo control y chantaje donde están involucrados no solo el patrón Estado a través del Ministerio de Educación, sino que convocan a integrantes de las UBCH, colectivos, CLAP, miembros de Consejos Comunales y de todas las estructuras de base del partido de gobierno que se han formado aprovechándose de la necesidad de la gente. Constituyen el ejército paralelo o esquirol que complementa los cuerpos represivos.

Pero la salida a esta grave crisis económica, política y social no es con Juan Guaidó, autoproclamado y elegido del Grupo de Lima. No es por esta vía que las y los docentes y el resto de las y los trabajadores tendremos salida a nuestra desgracia. Ya los aliados de Guaidó y de la derecha venezolana han demostrado cómo actúan en Ecuador y ahora en Chile, donde el gobierno de Piñera ha reprimido, encarcelado, asesinado, torturado y violado a quienes se levantan contra sus ajustes. El más reciente ejemplo lo tenemos en Bolivia en donde,  cabalgando el descontento de la gente por las inconsecuencias de Evo Morales,  han dado un Golpe de Estado y quienes se han proclamado como gobierno hoy arremeten en contra del pueblo trabajador e indígena en nombre de la “democracia” y de “Cristo Redentor”.

Es hora de organizarnos desde la base de manera autónoma e independiente. La defensa de nuestros Derechos contractuales, sindicales y salariales, el respeto al ejercicio de la profesión docente, la defensa de la educación en la que se desarrolle el pensamiento crítico, pasa necesariamente por construir nuestro propio espacio y movimiento docente.

Autor: Zuleika Matamoros

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