¿Puede el Sur global construir un nuevo orden mundial de la información y la comunicación?

Por Vijay Prashad

Es notable cómo los medios de comunicación de unos pocos países son capaces de marcar la agenda en asuntos de todo el mundo. Los países europeos y norteamericanos disfrutan de un monopolio casi mundial sobre la información, ya que sus medios de comunicación gozan de una credibilidad y una autoridad heredadas de su estatus durante la época colonial (BBC, por ejemplo), así como de su dominio de la estructura neocolonial de nuestros tiempos (CNN, por ejemplo). En la década de 1950, las naciones poscoloniales identificaron el monopolio de Occidente sobre los medios de comunicación y la información y trataron de “facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen”, como señalaba la Constitución de 1945 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Como parte del Movimiento de Países No Alineados, los países y regiones de África, Asia y América Latina desarrollaron sus propias instituciones informativas nacionales y regionales: en 1958, un seminario de la UNESCO celebrado en Quito (Ecuador) condujo a la creación de una escuela regional para formar a periodistas y profesionales de la comunicación en 1960, conocida como Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL); en 1961, una reunión celebrada en Bangkok creó la Organización de Agencias de Noticias de Asia y el Pacífico (OANA); y en 1963, una conferencia celebrada en Túnez creó la Unión de Agencias de Noticias Africanas (UANA). Estos organismos intentaron amplificar las voces del Tercer Mundo a través de sus propios medios de comunicación, pero también —sin éxito— en los medios de comunicación de Occidente. Paralelamente a estos esfuerzos, en la Conferencia General de la UNESCO de 1972, expertos de la Unión Soviética y de la UNESCO de más de una docena de países presentaron una resolución titulada “Declaración sobre los Principios Rectores del Empleo de las Transmisiones por Satélite para la Libre Circulación de la Información, la Difusión de la Educación y la Intensificación de los Intercambios Culturales”, que reivindicaba el derecho de las naciones y los pueblos a determinar qué información se emite en sus países. Al igual que otras iniciativas de este tipo, contó con la oposición de los Estados occidentales, con Estados Unidos a la cabeza. Aunque conferencia tras conferencia, de Bangkok a Santiago, se tomaron en serio la cuestión de la democratización de la prensa, esta oposición hizo que apenas se pudiera avanzar.

En las décadas de 1970 y 1980, estos esfuerzos confluyeron en el movimiento para construir el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación, con el fin de resolver los desequilibrios globales en este ámbito entre países desarrollados y en desarrollo. Esta idea influyó en la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas de Comunicación de la UNESCO, o Comisión MacBride, creada en 1977 y presidida por el político irlandés y premio Nobel Seán MacBride, que elaboró un importante, aunque poco leído, informe sobre el tema (Un solo mundo, voces múltiples, 1980). En 1984, Estados Unidos se retiró de la UNESCO en respuesta a estas iniciativas. La privatización de los medios de comunicación en los años 80 acabó con cualquier intento del Tercer Mundo de crear redes de medios de comunicación soberanos, incluso cuando estas redes eran anticomunistas (como la Asia-Pacific News Network, creada en Kuala Lumpur, Malasia, en 1981).

Sin embargo, en los últimos años, el sueño de la libre circulación de la información se ha reactivado en los movimientos del Sur global, frustrados por la ausencia casi total de sus puntos de vista en los debates internacionales y por la imposición a sus países de una visión del mundo estrecha y ajena sobre los dilemas a los que se enfrentan (la guerra y el hambre, por ejemplo). Como parte de este renacimiento, cientos de periodistas, editores y editoras del Sur global se reunieron en Shanghai (China) a principios de mayo en el Foro Internacional de Comunicación del Sur global. Al término de dos días de intenso debate, redactaron y votaron un Consenso de Shanghai, que puede leerse íntegramente a continuación.

Espectáculo cultural de apertura del Foro Internacional de Comunicación del Sur global, 4 de mayo de 2023. Crédito: Instituto de Investigación de la Comunicación Internacional, Universidad Normal de China Oriental.

Promoviendo la construcción de un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación en el siglo XXI

En la década de 1970, como parte del proceso del Movimiento de Países No Alineados para establecer el Nuevo Orden Económico Internacional, los Estados del Sur Global, junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), intentaron establecer el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación. Este intento fue destruido por el auge de la hegemonía neoliberal durante la década de 1980. La ola de globalización neoliberal se aceleró debido a la crisis de la deuda del Tercer Mundo y a la desaparición de la Unión Soviética. Occidente estableció un “orden internacional basado en reglas” para enmascarar sus estructuras neocoloniales y sus acciones imperialistas. Samir Amin sostuvo que la estructura neocolonial se basa en “cinco controles”: sobre las finanzas, los recursos naturales, la ciencia y la tecnología, las armas de destrucción masiva y la información.

En la actualidad, aunque algunos de estos monopolios se han relajado, la estructura desigual de la información y la comunicación no solo no ha cambiado, sino que se ha agravado. El paradigma teórico dominante sobre la producción de información y la comunicación en todo el mundo sigue siendo occidental-céntrico, y el mundo académico y los medios de comunicación del Sur global carecen de mecanismos para generar ideas y un marco que vaya más allá de esa perspectiva.

Vijay Prashad, director del Instituto Tricontinental de Investigación Social, pronuncia el discurso inaugural, titulado “La Historia no ha terminado: Las tres batallas de nuestro tiempo”, el 4 de mayo de 2023. Crédito: Instituto de Investigación de la Comunicación Internacional, Universidad Normal de China Oriental.

Constatamos la prevalencia de estructuras neocoloniales, en particular en los medios de comunicación, controlados por Occidente. Estos medios son incapaces de articular los retos a los que se enfrentan los pueblos del mundo o de comunicar y debatir eficazmente estrategias de desarrollo viables, en particular para el Sur global.

Los imperialistas estadounidenses y sus aliados utilizan los medios de comunicación como armas y lanzan guerras de información contra países de Asia, África y América Latina. Si el Sur Global intenta poner la paz y el desarrollo en la agenda, Occidente responde con guerra y deuda. En manos de los monopolios mediáticos occidentales, el orden comunicacional no se utiliza para promover la paz mundial, sino para exacerbar la división humana y el riesgo de guerra.

Los imperialistas estadounidenses y sus aliados utilizan la hegemonía mediática para distorsionar los bellos conceptos de democracia, libertad y derechos humanos. Atacan a otros países utilizando esos pretextos, mientras guardan silencio sobre su propio atropello a la democracia, la ausencia de libertad y las violaciones a los derechos humanos.

La profesora Lu Xinyu, decana del Instituto de Investigación en Comunicación Internacional de la Universidad Normal de China Oriental, pronuncia el discurso de clausura del Foro Internacional de Comunicación del Sur global, 5 de mayo de 2023. Crédito: Instituto de Investigación de la Comunicación Internacional, Universidad Normal de China Oriental.

Las tecnologías digitales como internet, el big data y la inteligencia artificial, que deberían estar al servicio del bienestar humano, son utilizadas por unos pocos gigantes mediáticos y plataformas monopólicas occidentales para dominar la producción y difusión de información y bloquear las voces disidentes. Dadas estas circunstancias, creemos que es esencial que las y los intelectuales y profesionales de la comunicación del Sur Global y simpatizantes del mismo revivan el espíritu de la Conferencia de Bandung de 1955 y del Movimiento de Países No Alineados (establecido en 1961), respondan a la Iniciativa de Civilización Global (2023) y establezcan la solidaridad internacional a través de la teoría y la práctica de la comunicación.

Creemos que es esencial que las y los intelectuales del Sur Global y quienes simpatizan con él promuevan las síntesis teóricas y la producción académica del Sur Global (especialmente en los ámbitos de la historia y el desarrollo), participen activamente en intercambios y colaboraciones académicas y formen una teoría de la comunicación desde la perspectiva del Sur Global.

Tings Chak, cofundadora de Dongsheng y directora artístico del Instituto Tricontinental de Investigación Social, pronuncia el discurso “Cultura, comunicación y solidaridad en el Tercer Mundo”, 4 de mayo de 2023.

Creemos que es esencial que los medios de comunicación progresistas del Sur Global y quienes simpatizan con él formen una red distribuida y diversificada de producción y difusión de contenidos, compartan sus materiales y experiencias mediáticas y establezcan un frente de comunicación internacional unido contra el imperialismo y el neocolonialismo para abogar por la paz y el desarrollo.

Creemos que es esencial que el Foro Internacional de la Comunicación del Sur Global se celebre anualmente para construir una red y una plataforma diversas y multilaterales de diálogo e intercambio entre intelectuales y profesionales de la comunicación. Esta red y plataforma servirán de base para diversas formas de colaboración con gobiernos, universidades, grupos de reflexión, medios de comunicación y otras instituciones.

La misión histórica del Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación no se ha cumplido, ni se ha desvanecido su espíritu. El antiimperialismo y el anticolonialismo siguen siendo el consenso del nuevo Movimiento de Países No Alineados. Trabajemos juntos y juntas, sobre esta base, para promover la construcción de un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación del siglo XXI en beneficio de la humanidad.

Nor Tijan Firdaus (Malasia), Just Scan It [Solo escanéalo], 2021.

En el Instituto Tricontinental de Investigación Social estamos totalmente de acuerdo con la necesidad de promover el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación y reavivar el sueño de la libre circulación de ideas. Este empeño se basa en los esfuerzos del pasado, como el Pool de Agencias de Noticias No Alineadas, formado por la agencia de noticias yugoslava Tanjugel 20 de enero de 1975, que reunió a once agencias de noticias. En su primer año de funcionamiento, las agencias compartieron 3.500 historias; una década después, había sesenta y ocho agencias de noticias en la red. Aunque el Pool de Agencias de Noticias No Alineadas ya no existe, la idea que lo inspiró sigue siendo vital. La reciente conferencia de Shanghai forma parte de la nueva conversación para construir nuevos pools, nuevas redes y nuevos medios de comunicación, anclados en organizaciones como Peoples Dispatch y proyectos de medios afines.

Fuente: https://thetricontinental.org/es/newsletterissue/nuevo-orden-mundial-informacion-comunicacion/

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Epistemologías decoloniales para la paz en el Sur-Global

Reseña: Esta obra está dedicada a Álvaro Márquez-Fernández
(1952-2018), filósofo venezolano-latinoamericano, crítico de la
política y el poder neoliberal como dominio-represivo, que desde su filosofía contra-hegemónica pensó la praxis de liberación
como respuesta a los grandes desafíos que lo llevaron siempre a
aportar desde su dedicación como intelectual, a la construcción de
un mundo más humano y solidario. Sí, eso fue él, un filósofo de
la liberación en permanente contemporaneidad, un insistente estudioso de la filosofía Latinoamericana, un investigador dedicado
a comprender cómo pensar una mejor sociedad para todos, desde
nuevas prácticas sociopolíticas que tiendan a la transformación del
Estado en términos interculturales y fomenten prácticas comunitarias de convivencia desde las diferencias, para lograr la paz como
construcción de tod@s.

Descarga gratis en: https://rebelion.org/download/epistemologias-decoloniales-para-la-paz-en-el-sur-globalvarios-autores/?wpdmdl=628846&refresh=5f48f0bca98d21598615740

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Alemania: Universidades para apoyar al Sur Global en el logro de los ODS

Europa/Alemania/universityworldnews.com

Siete universidades alemanas recibirán fondos del ministerio de desarrollo del país para apoyar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en África, Asia y América Latina.

El programa ‘Exceed’ ( Hochschulexzellenz in der Entwicklungszusammenarbeit o Higher Education Excellence in Development Cooperation) fue lanzado en 2009 por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania ( Bundesministerium für Wirtschaftliche Zusammenarbeit und Entwicklung o BMZ) y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) para apoyar y atraer más atención a la colaboración entre las universidades alemanas y sus socios en el Sur Global.

Las universidades elegidas para el período 2020-24 recibirán un total de € 30.8 millones (US $ 34 millones) de la BMZ.

En OH-Target, One Health Training and Research Global Network, la Universidad Ludwig Maximilian de Munich y el centro médico de la Universidad de Munich se dedicarán a la investigación con universidades asociadas en nueve países del Sur en tres continentes.

El proyecto está concebido para ayudar a mejorar las condiciones de salud en todo el mundo al comprender mejor los problemas estructurales de salud causados ​​por el entorno en el que viven las personas y al desarrollar enfoques específicos de contexto de manera holística y participativa. Impartir habilidades de investigación será uno de los elementos clave del programa.

Centrada en el ODS 17, la Red de Alianzas Globales (GPN) de la Universidad de Kassel involucra a 12 instituciones de educación superior y aproximadamente 20 organizaciones no gubernamentales que explorarán las perspectivas y las limitaciones de las alianzas globales en los campos de la cooperación al desarrollo, la economía global y el conocimiento. producción. Las áreas focales deben incluir acceso, responsabilidad y participación, así como agricultura, finanzas y energías renovables.

El programa SDG Nexus Network de la Universidad Justus Liebig de Giessen se basa en la observación de que los 17 ODS son en parte complementarios, y que existe una gama de conflictos de objetivos que podrían poner en peligro su consecución para 2030. El programa busca abordar este problema aplicando el Enfoque Nexus, que ha encontrado un uso generalizado en el proceso de los ODS y se centra en el supuesto de que los recursos ambientales están entrelazados.

La Red SDG Nexus comprende proyectos de colaboración que involucran instituciones de investigación extrauniversitarias, tomadores de decisiones e instituciones políticas, así como esquemas de educación adicional para científicos junior, que son vistos como posibles agentes de cambio.

El Centro Global de Métodos Espaciales para la Sostenibilidad Urbana (GCSMUS) es un proyecto respaldado por la Technische Universität Berlin que busca combinar métodos de investigación en ciencias sociales, transferencia e intercambio de conocimiento e implementación de resultados con la formulación y planificación de políticas urbanas para lograr un desarrollo urbano sostenible , que SDG 11 se refiere.

Los campos abordados incluyen el establecimiento de una red metodológica global a través de conferencias, la adquisición de habilidades aplicables a través de la implementación práctica empírica y talleres para llenar el vacío entre la investigación y la práctica.

Promoviendo la empleabilidad

El Centro Africano de Apoyo a las Habilidades para el Mejoramiento de la Carrera de la Universidad de Leipzig (ACCESS) está destinado a centrar los esquemas de colaboración ya existentes con sus universidades asociadas en África más en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta red se concibe como una interfaz entre las universidades del continente africano y las organizaciones asociadas de cooperación para el desarrollo en el Sur Global.

Las áreas de actividad del centro incluyen el desarrollo de capacidades para promover la empleabilidad en las instituciones de educación superior, así como la Academia de emprendimiento alemana africana ya establecida, que está diseñada para promover la educación emprendedora de vanguardia y desarrollar la cooperación con nuevas empresas y empresas en África.

La Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt se centra en un programa de trabajo social y de apoyo a las ONG en la cooperación para el desarrollo, Soziale Arbeit und Stärkung von ONG in der Entwicklungszusammenarbeit . El objetivo del programa es apoyar la capacitación y educación de los trabajadores sociales en los países de Asia Central, quienes juegan un papel clave en la prevención y el tratamiento de la drogadicción. También busca promover el intercambio académico entre universidades alemanas y asiáticas en los campos relevantes.

El Centro de Energías Sostenibles y Emprendimiento en el Sur Global, dirigido por la Universidad Técnica de Munich, está diseñado para realizar investigaciones sobre el suministro de energía y vincularlo con la educación superior a nivel internacional. La atención se centra en la última generación de mini redes como un componente de suministro de energía en los países del Sur Global. El programa también apoya el desarrollo empresarial.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=2019121910232634

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Ghana: Neoliberalismo y Migración: una visión desde África

Por: Ndongo Samba Sylla/Kaos en la Red/12-06-2019

Artículo correspondiente una de las intervenciones que tuvieron lugar en el seminario sobre migraciones organizado por ATTAC y la Fundación Rosa Luxemburgo en Lecce, Italia. Una visión desde África, donde el libre mercado, como una forma de nuevo colonialismo, desposee a las personas y las fuerza a emigrar.

La “migración” de África a Europa tiende a menudo a ser descrita como un drama humano, agravado por la política de la Unión Europea (UE) de externalizar sus fronteras en África, mediante la creación de los llamados “hotspots”, es decir, centros para clasificar y contener a los africanos que se convertirían en migrantes. Esta perspectiva “humanitaria”, por crucial que sea, debe completarse con un análisis de la economía política mundial centrado en las causas económicas fundamentales del fenómeno de la migración desesperada de África a Europa. Digo “migración desesperada” porque es importante no hablar de migración en abstracto y como tal especificar a qué tipo de migración nos referimos. Después de describir brevemente algunos conceptos erróneos sobre la migración africana y la derechización del concepto de migrante en los medios de comunicación occidentales y en los discursos políticos, trataré de mostrar cómo el neoliberalismo intensifica la migración desesperada en África, tomando como caso de estudio a Ghana y por qué las políticas anti-migración de la Unión Europea (UE) son miopes y autodestructivas.

Algunos conceptos erróneos sobre la migración africana

A pesar de la impresión ofrecida por los medios de comunicación, los “migrantes” son actualmente una especie bastante rara. ¡Y la mayoría son occidentales! Menos del 4% de la población mundial vive en un país distinto de su país de origen. A pesar de su menor peso demográfico, los países ricos han representado casi el 50% del crecimiento de los flujos migratorios desde 2000.

En África, el 80% de la migración es de carácter regional. Es decir, los migrantes africanos en la inmensa mayoría de los casos permanecen en África, y en particular en su vecindario regional. Cuando los africanos emigran a países de la UE, más del 90% de ellos residen legalmente en ellos.

También hay que decir que el discurso demagógico sobre la migración africana esconde la modestia de los flujos procedentes de África. Entre 2010 y 2017, la migración de África a la UE aumentó un 7%. Sin embargo, lo que no se reconoce es que en el mismo período el crecimiento de los inmigrantes europeos en África ha aumentado en un 19% (1). Y sin embargo, no hemos visto a los africanos quejarse de la migración europea.

¿Quiénes son los migrantes?

Según el diccionario, la palabra migrante se refiere a individuos o poblaciones que se desplazan voluntariamente de un país a otro o de una región a otra por razones económicas, políticas o culturales. Sin embargo, esta palabra, tal como se utiliza en los medios de comunicación y en los discursos políticos, en particular los de la extrema derecha, corresponde a un uso muy específico. Para estos últimos, el concepto de “migrante” es más o menos sinónimo de “extranjero indeseable”. La prueba es que los europeos que abandonan su país para ir a otro país europeo no están calificados como “migrantes”, ni tampoco los nacionales de países occidentales que han decidido establecerse en otro país occidental en general. Los griegos y portugueses que, huyendo de las consecuencias de las políticas de austeridad, se instalan en Alemania no son considerados como “migrantes” por el discurso dominante. Del mismo modo, los nacionales más cualificados del Sur Global que viven y trabajan en Occidente están excluidos del discurso sobre los “migrantes”. Europa no llama “migrantes” a los médicos, atletas, científicos, etc. africanos que trabajan dentro de sus fronteras. Estos no son un “problema”. Cuando se trata de la materia gris africana, no hay ningún problema de migración. Así, el médico ghanés que ejerce en Londres no es un “migrante”. Por otro lado, el campesino ghanés que ha llegado a Europa en un barco improvisado es en realidad un “migrante”. En otras palabras, el lenguaje dominante de hoy en día considera como “migrantes” a las poblaciones no occidentales que desean establecerse en Occidente que no son ni ricas ni cualificadas, es decir, las demostraciones indeseables del Sur Global. Por lo tanto, hay que reconocer la actual titularidad del concepto de “migrante”.

Desde un punto de vista crítico-humanístico, es de suma importancia revelar esta manipulación conceptual derechista denominando a las cosas correctamente. De hecho, los “migrantes” de los que habla la opinión conservadora deberían ser considerados más bien como “víctimas de la globalización”.

Por qué el neoliberalismo intensifica la migración desesperada

La globalización neoliberal tiene la particularidad de promover la libre circulación de capitales, bienes y mano de obra cualificada. No hace falta demostrar el crecimiento significativo de los flujos financieros internacionales y del comercio internacional. Sin embargo, es menos conocido el hecho de que el crecimiento de la emigración de trabajadores cualificados ha sido mayor que el del comercio internacional. En contraste, la globalización neoliberal penaliza severamente el movimiento de mano de obra no cualificada, particularmente en el eje Sur-Norte. Por ejemplo, para el África subsahariana, la tasa de emigración a los países de la OCDE en 1990 y 2000 fue del 0,3 y el 04%, respectivamente, para los trabajadores no cualificados y del 13,2 y el 12,8% para los trabajadores altamente cualificados.(2)

Hasta cierto punto, la migración desesperada desde África es el resultado de las políticas neoliberales desplegadas en el continente por sus gobiernos bajo los auspicios de la agenda globalista de la Unión Europea, los Estados Unidos, las Instituciones Financieras Internacionales, la Organización Mundial del Comercio, etc. El caso de los migrantes ilegales de Ghana en Europa es un ejemplo elocuente de esta afirmación, y de la relación entre las políticas de liberalización del comercio y la migración desesperada. (3)

Aunque Ghana es un país estable, protegido frente a regímenes dictatoriales, conflictos interétnicos o interreligiosos, etc., el número de solicitantes de asilo ghaneses en Europa es superior al de los solicitantes de asilo libios. En cuanto a su población, Ghana tiene más solicitantes de asilo que Nigeria, que sufre la difícil situación de Boko Haram. Ghana era un país autosuficiente en términos de producción de tomate. A finales de los años noventa, con la liberalización de este sector, las importaciones de tomates aumentaron un 650% entre 1998 y 2003. Durante este quinquenio, la proporción de la producción nacional de tomate disminuyó del 92% al 57%. En 2006, Ghana se había convertido en el segundo mayor importador mundial de tomates a pesar de su autosuficiencia en el producto. Las importaciones procedían principalmente de China y también de Italia. El 40% de las latas de puré de tomate importadas provenían de Italia. Sin embargo, estas importaciones procedentes de Italia estaban muy subvencionadas. Las subvenciones cubrían hasta el 65% del precio del producto final. Esta liberalización del comercio ha llevado a la quiebra de los productores de tomate de Ghana, especialmente en las regiones de Navrongo y Brong-Ahafo. Algunos productores ghaneses se suicidaron. ¡Otros han tomado el camino de la emigración a Italia para cosechar tomates!

Lo que ya se ha dicho de los productores de tomates de Ghana es válido para los productores de pollos de ese país. En 1990, los pollos consumidos en Ghana se producían íntegramente in situ. Con la liberalización del comercio, la cuota de mercado de los ganaderos de Ghana ha disminuido al 11% en 2000 y al 3% en 2017. La región de Brong-Ahafo ha sido víctima de la liberalización de las importaciones de productos avícolas congelados. La mayoría de los migrantes ilegales de Ghana a Europa provienen de esta región.

El vínculo entre la liberalización del comercio y la migración desesperada no lo olvidó el ex presidente de Ghana, John Mahama. Declaró durante la Asamblea General de la ONU de 2016: “Algunos de los jóvenes africanos que se arriesgan a cruzar el desierto y el mar Mediterráneo para llegar a Europa desde mi país son jóvenes avicultores u otros empresarios que venden sus tiendas y emprenden el viaje porque ya no pueden competir con las toneladas de pollo congelado que se vierten anualmente en los mercados africanos”.

El caso de Ghana ilustra la creciente irracionalidad del sistema capitalista. Por un lado, los productores africanos ven cómo se destruyen sus medios de subsistencia y, en consecuencia, se ven obligados a asumir riesgos alocados para venir a Europa. Si consiguen llegar a Europa y obtener una actividad económica, reciben un salario bajo y están constantemente bajo el temor de ser repatriados. Por otra parte, el dinero de los contribuyentes de la UE se utiliza para subvencionar productos no competitivos que destruyen la vida de millones de personas en África. En general, los contribuyentes pierden; los productores y las economías africanas pierden; los migrantes también pierden, ya que están sobreexplotados y separados de sus familias. Los capitalistas son el colectivo social que se beneficia principalmente de esta situación.

Es importante señalar la incongruencia moral que implica el actual orden mundial neoliberal. La postura de Europa (y de los países occidentales en general) consiste en decir que los bienes y el capital que circulan son moralmente más importantes que las víctimas pobres que quieren llegar a sus fronteras por haber visto sus medios de vida destruidos por las políticas de liberalización comercial y financiera. El discurso dominante europeo sobre la migración se basa implícitamente en el supuesto de que la circulación mundial de bienes y finanzas es moralmente más significativa que la circulación de seres humanos en busca de solidaridad y mejores perspectivas económicas.

La Imposible Trinidad (4)

Pero las políticas de la UE son miopes y contraproducentes. Según Branko Milanovic (5), no se puede mantener 1º la actual globalización capitalista, 2º las enormes y crecientes diferencias en los ingresos medios entre países ricos y pobres y 3º la limitada movilidad laboral. Sólo dos de estos tres elementos pueden mantenerse a la vez, pero no los tres al mismo tiempo.

La diferencia media de ingresos entre países ricos y pobres ha aumentado desde el siglo XIX con el comienzo del colonialismo europeo en África y Asia. En 1820, el ingreso medio de Gran Bretaña y los Países Bajos, los dos países más ricos de la época, era tres veces superior al de China y la India, los dos países más pobres de la época. Hoy en día, el ingreso promedio del país más rico es 100 veces más alto que el del país más pobre.

Otra característica interesante de los países ricos es que se han convertido de hecho en “aristocracias”. Nadie elige a sus padres o su lugar de nacimiento. Sin embargo, a escala mundial, estos dos factores “arbitrarios” representan el 80% de las desigualdades de renta entre los ciudadanos del mundo (6). En la escala del sistema capitalista mundial, hay por lo tanto un ” plus de clase ” y un ” plus residencial “. Aquellos nacidos de padres educados/ricos y en países ricos reciben un gran plus al nacer. Por lo tanto, no nacemos iguales, a pesar de las muchas proclamaciones que afirman lo contrario. ¡Vivimos en un mundo aristocrático!

Hay que señalar que el ” plus residencial ” ha sido eficaz hasta ahora porque los países ricos han logrado establecer barreras extraordinarias que han podido disuadir la emigración de los ciudadanos de los países pobres. De hecho, con las actuales tasas de emigración que podemos observar, se necesitarían dos siglos para trasladar al 10% de la población mundial de los países pobres a los países ricos (7). Sin estas políticas migratorias restrictivas, sería difícil entender por qué un conductor de autobús en Suecia debería ganar un salario por hora, digamos 50 veces más alto, al tipo de cambio actual, que un trabajador medio en similar empleo en la India. (8)

El punto es el siguiente: cuanto más tiempo continúe el sistema capitalista actual, más se crearán formas desesperadas de emigración. Y cuanto más desesperadas se desarrollen las formas de emigración, más aumentará la violencia de sus políticas represivas contra la emigración en Occidente, y especialmente en la UE.

Conclusión

Un sistema mundial digno no debería trabajar duro para transformar a más y más ciudadanos africanos en “migrantes desesperados”, como ocurre hoy en día, sino más bien para detener lo que el filósofo Michael Walzer llama “la primera forma de migración ilegal”: la lógica destructiva del capital. ¿Cómo trabajar en este sentido? La UE y otros países desarrollados deberían: 1º: poner fin a los acuerdos injustos de comercio e inversión;, 2º: poner fin a la militarización del continente africano; 3º: ayudar al continente africano a hacer frente al cambio climático y 4º: apoyar de manera coherente y sostenida los esfuerzos de África por lograr un verdadero desarrollo económi

Referencias.

  1. Carlos Lopes, “Africa will not invade Europe”, 22 October 2018, https://www.kapitalafrik.com/2018/10/22/carlos-lopess-podium-africa-will-not-invade-europe/

  1. F. Docquier and H. Rapoport (2011) “Globalization, brain drain and development”, Discussion Paper 2011-9, Institut de Recherches Economiques et Sociales de Louvain.
  2. D. Bauwens, N. Ibekwe, K. Talabi (2017) “Europe in Africa: The Price of Partnerships”, Premium Times, 11 November, https://www.premiumtimesng.com/news/headlines/249016-investigation-europe-africa-price-partnerships.html
  3. Esta sección se refiere a N.S. Sylla (2015) « Damnés de la mer, damnés du capitalisme : Réflexion sur le phénomène Lampedusa”, Pambazuka, May 13.
  4. B. Milanovic (2012) The haves and the have-nots. A brief and idiosyncratic history of global inequality, New York, Basic Books.
  5. Ibid.
  6. Ibid.
  7. H-J. Chang (2010) 23 Things they don’t tell you about Capitalism, Bloomsbury Press.

El autorNdongo Samba Sylla es economista especializado en desarrollo, comercio justo, mercados laborales, movimientos sociales y teoría democrática. Responsable de programas e investigación de la Fundación Rosa Luxemburg en Senegal.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/neoliberalismo-y-migracion-una-vision-desde-africa

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Convocatoria No. 1/ junio 2018: EL FUTURO DE LOS CONOCIMIENTOS:

El futuro de los conocimientos y las asimetrías globales

América del Sur/Argentina/prensa CIESPAL

Es evidente que el peso creciente del conocimiento en la economía organizada dentro de los parámetros del paradigma del crecimiento continuo, es un factor que ejerce fuertes presiones para su apropiación y emerge como factor clave para la concentración de la riqueza. Así, la generación y aplicación sistemática de conocimiento y tecnología se toman cómo elementos esenciales de la dinámica económica actual. De hecho, el innegable dinamismo que los sectores intensivos en conocimiento vienen presentando en los últimos años, torna imposible ignorar el impacto que los procesos de innovación ejercen en la economía y, en consecuencia, en el proceso de integración regional.
Por otro lado, los acuciantes problemas civilizatorios que vivemos en la actualidad, así como las profundas transformaciones sociotécnicas en marcha, plantean una amplia discusión con relación a si las actuales estructuras de producción y reproducción del conocimiento están respondiendo adecuadamente a los mismos o se orientan parcialmente a atender los imperativos económicos, sin reparar mucho en las consecuencias de las trayectorias tecnoproductivas de sus diferentes actividades. Notorios son, por ejemplo, los casos en la agricultura, la producción industrial y la salud, en los que se consolidan trayectorias marcadamente antagónicas a los imperativos de la sustentabilidad1.
1 Entendida esta en una acepción amplia que considera lo ambiental (su preservación adecuada), lo tecnoeconómico (aminoramiento de los impactos de la producción y el uso racional de los recursos, y social: garantizar las necesidades básicas de la población: elemental equidad en un marco de respeto a la interculturalidad.
Los años 2000 estuvo marcado por un despliegue relativo de América del Sur a la estrategia puramente liberal de inserción internacional. Desde mediados de los años 2000 países como Brasil, Bolivia, Venezuela, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador, entre otros, empiezan a reivindicar la viabilidad de un nuevo patrón de desarrollo e integración regional, basados en la cooperación en diferentes niveles, y no más apenas el comercial, tales como la infraestructura, las finanzas, la cultura, la estructura productiva y la ciencia y tecnología.
La integración latinoamericana entra en una nueva fase, en la que emergen nuevas realidades y se rompe el consenso en cuanto al modelo de integración que existió en la década de 1990. La agenda regional se complejiza de manera que ya no se limita a la integración económica (que en el decenio de los noventa privilegió la promoción de zonas de libre comercio o uniones aduaneras), sino que comprende objetivos políticos, estratégicos, sociales, además de intentar ampliar la dimensión económica de la integración al incluir objetivos de carácter productivo.
La crisis del 2008 abre espacio a voces que defienden una política más “pragmática” de la región, de aproximación comercial con Europa y los Estados Unidos. En esta perspectiva, se fortalece también el argumento de que la región debe integrarse a la sociedad del conocimiento, liderada por los países desarrollados, en el caso de que quiera absorber conocimiento y tecnología, incrementando su productividad.
Frente a ese nuevo escenario, es cada vez más necesario reevaluar las teorías que defendían la inserción automática de los países en desarrollo en los flujos internacionales de tecnología y conocimiento hegemonizados por los países desarrollados.
Para responder a estos temas y a los riesgos y desafíos que afronta el imprescindible desarrollo de la tecnociencia en el sentido de contribuir a un desarrollo humanista y sustentable, y orientar parte de este esfuerzo a la transformación de la matriz productiva del sur global, con el objetivo de buscar la mejor inserción posible en el actual contexto mundial, planteamos como el motivo para la primera edición de la revista Futuro la discusión sobre “el futuro de los conocimientos y las asimetrías globales”.
El intuito de ese primer Dossier es contribuir para el debate académico sobre el tema desde una perspectiva del sur global. En ese sentido, el objetivo que se plantea es el de
discutir, desde una perspectiva interdisciplinaria el rol del conocimiento en la sociedad actual, así como su impacto en la producción y reproducción de las asimetrías contemporáneas en distintos niveles y perspectivas: nacional, internacional, de clase, de género, etc. Además, es objetivo de ese primer dossier discutir las tendencias para el futuro, especialmente a partir del impacto de las nuevas tecnologías y de las ciencias de frontera sobre la organización de nuestro modo de producción y de vida.
Los ejes temáticos para aceptar originales en esta materia son los siguientes:
 Biopolítica, bioconocimiento y formas de trabajo y acumulación.
 Libertad de expresión, formas contemporáneas de comunicación y la pos-verdad.
 La frontera de los conocimientos y la equidad epistemológica con otros saberes en la producción tecno-científica.
 Desigualdades sociales y el rol transformador de la educación superior.
 Propiedad intelectual, biopiratería, los sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación y asimetrías.
 Nuevas tecnologías y su impacto en el cambio de la matriz productiva.
 Ciencia, tecnología para la construcción de cadenas regionales de valor.
 Descolonización de los saberes y género.
 Asimetrías en la transferencia de conocimientos entre Sur y Norte en los nuevos flujos migratorios mundiales.
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Fuente: http://revistafuturo.org/index.php/Futuro/announcement/view/2

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