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El chupete del milenio, un smartphone

El niño sentado con sus padres en la mesa de un restaurant comenzó a aburrirse. Inició la manifestación que todo niño de 2 años tiene bien practicada: tirar los cubiertos de la mesa, bajarse de la silla y querer acostarse en el piso. El padre miró a la madre, ella aprobó con la mirada y el padre entregó al niño su Smartphone. El niño sonrió feliz y segundos después, silencio absoluto.

Seguro todos han presenciado una escena similar a esta. Lo que todos nos preguntamos es ¿Soy realmente mala madre o mal padre si utilizo este hipnotizador del nuevo milenio? 

Existe mucho escepticismo en el uso de nuevas tecnologías, por ejemplo, en la educación. Todos los expertos están de acuerdo en que son mucho más efectivas las interacciones cara a cara para el desarrollo de los niños tanto en las habilidades duras como en las blandas. Los experimentos han demostrado que un niño de 2 años de edad que ve un video de su madre explicándole cómo encontrar un objeto oculto, tendrá mayor dificultad siguiendo sus instrucciones que si la mamá está en la habitación con él. Hay estudios que determinan que los niños menores de 2 años y medio en realidad no entienden muy bien las pantallas en formato bidimensional. A su vez, la posición de la Academia Americana de Pediatría es bastante firme en contra de la TV para los menores de 2 años.

En esta misma línea de investigación, un estudio realizado por Patricia K. Kuhl experimentó cómo los bebés adquieren el lenguaje. El experimento consistió en exponer a los niños de 6 y 12 meses de edad, a una lengua extranjera. En el primer experimento, bebés estadounidenses fueron expuestos en 12 sesiones de laboratorio a personas que les hablaban en chino mandarín, situación similar a tener parientes orientales de visita durante unas semanas. En un segundo experimento, los niños fueron expuestos a los mismos hablantes de lengua extranjera y materiales a través de audiovisuales y grabaciones de sólo audio. Los resultados demostraron que la exposición al idioma mandarín sí tuvo efecto en los bebés que interactuaron en forma personal pero al utilizar grabaciones y videos no se registró efecto alguno. Esto sugiere que el proceso de aprendizaje requiere interacción social.

Investigaciones como estas nos llevan a pensar que las tecnologías no ayudan en los procesos de desarrollo de un niño, sin embargo, el año pasado el British Medical Journalpublicó una interesante investigación donde reveló que los niños de entre 5 y 7 años que jugaron con videojuegos, adecuados para su edad a lo largo de su vida, no mostraron ningún cambio de comportamiento negativo. Por otro lado, se encontró que los niños de la misma edad que veían más de 3 horas de televisión o videos al día tenían una mayor probabilidad de tener problemas de conducta. Estos resultados se obtuvieron a partir de un estudio de largo plazo, Millennium Cohort Study, desarrollado por un grupo de investigadores ingleses que ha estado siguiendo a 19.000 niños nacidos entre el 2000 y 2001.

Aunque existe suficiente investigación sobre el bajo efecto de la televisión  para el desarrollo cognitivo de los niños, los videos y otras herramientas de comunicación unidireccionales, aún no hay pruebas suficientes de los beneficios de las tecnologías bidireccionales o interactivas. Es decir, pocos estudios han examinado la televisión y los juegos electrónicos por separado para ver si tienen efectos similares. Cada tecnología permite diferentes interacciones con los usuarios y por tanto las evaluaciones tienen que realizarse para las diferentes opciones.

Con todos los datos anteriores podemos  volver  a nuestra pregunta inicial. El Smartphone es tan “smart” que sirve como un medio de comunicación interactivo y a su vez pasivo. Entonces, si tu hijo o hija mira más de 3 horas diarias en el youtube de tu teléfono el  mismo video de Frozen, sólo va a desarrollar rabia en ti por hacerte escuchar la misma canción una y otra vez. Ahora, si el aparato en cuestión es utilizado como un medio de comunicación interactivo, y el/la menor juega con las aplicaciones apropiadas para su edad, no hay ninguna evidencia de que esto se vuelva un problema.  Claro, que como nos indica la racionalidad, todo en su justa medida, y a su vez, entendiendo que ninguna tecnología puede suplir la interacción humana.

Todavía no hay suficiente investigación sobre el efecto de las tecnologías interactivas utilizadas para el aprendizaje y el desarrollo de los niños menores de 3 años. Si eres investigador, comparte este artículo, quizás alguno de tus colegas se anime, investigue y comparta con nosotros los resultados.

Fuente: http://blogs.iadb.org/desarrollo-infantil/2014/02/25/el-chupete-del-milenio-un-smartphone/

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WI-FI: la muerte invisible que está destruyendo a la generación más joven.

Por Nicola Bizzi

Lo que parece ser la principal amenaza para nuestra salud también es, por supuesto, lo que más se mantiene oculto a los medios de comunicación. Un tour que más multimillonario económica, vinculada a los sectores de crecimiento en telefonía completa y la tecnología inalámbrica, en general, que monopoliza la información, evitando que se conoce a las masas una verdad inquietante: la exposición a la radiación de microondas a baja nivel (Wi-Fi) se sopla debido al daño irreversible del cerebro, cáncer, defectos de nacimiento, abortos involuntarios, el crecimiento anormal de los huesos.

Y el segmento de la población de mayor riesgo es siempre de los niños y las mujeres. No es de extrañar entonces que todo esto era bien conocido y documentado en el largo médicos y científicos antes de que la tecnología Wi-Fi para difundir, en todos nuestros hogares, todos los días que se incluyan en el alcance de los niños. Los efectos biológicos no sólo es peligroso, sino mortales de esta tecnología han sido hábilmente mantenido oculto de la opinión pública con el fin de preservar los enormes beneficios de las empresas y la subvención para los diferentes focos de Bill Gates, Steve Jobs y Carlo De Benedetti. Como se ha demostrado por el profesor John Goldsmith, un consultor de la Organización Mundial de la Salud Epidemiología y Ciencias de la Comunicación, la exposición a la radiación de microondas de Wi-Fi se ha convertido en la principal causa de abortos involuntarios.
Incluso en el 47,7% de los casos la exposición a esta radiación, los casos de aborto involuntario que ocurren dentro de la séptima semana de embarazo. Y el nivel de radiación incidente sobre las mujeres en cuestión se inició a partir de cinco microvatios por centímetro cuadrado. Este nivel puede parecer sin sentido para un no-científico, pero se vuelve más significativo, sin embargo, si decimos que está por debajo de lo que la mayoría de los estudiantes reciben en un aula equipada con transmisores Wi-Fi, a partir de la edad cerca de cinco años de edad.

La cifra aún más alarmante es que la absorción de las microondas en los niños puede ser diez veces mayor que los adultos, simplemente porque el tejido cerebral y la médula ósea de un niño tienen propiedades de conductividad eléctrica diferentes de las de los adultos debido al aumento en el contenido de agua. La exposición a las microondas de bajo nivel puede inducir el “estrés” permanente oxidativo crónico y el daño nitrosativo, y luego la mitocondria celular (mitocondriopatia).

Este “estrés” puede causar daños irreversibles en el ADN mitocondrial (que es diez veces más sensibles al estrés oxidativo y nitrosativo ADN en el núcleo de la célula). El ADN mitocondrial no puede ser reparado debido a su bajo contenido de proteínas histonas, y por lo tanto cualquier daño (genética o de otro tipo) puede ser transmitido a todas las generaciones posteriores a través de la línea materna. La Organización Mundial de la Salud ha puesto de relieve los riesgos en un documento de 350 páginas, conocido como el “Simposio Internacional de Investigación Acuerdo No. 05-609-04″ (“Efectos biológicos y daños a la salud por la radiación de microondas – efectos biológicos y la salud y el exceso de mortalidad de la radiación artificial de microondas de frecuencia de radio “).

Sección 28 se ocupa específicamente de cuestiones relacionadas con la función reproductiva. Este documento ha sido clasificado como ‘Top Secret’ y sus contenidos ocultos por la OMS y la ICNIRP (Comisión Internacional para la Protección contra la Radiación Ionizante – Comisión Internacional de No-Ionizantes Protección Radiológica de). De un excelente artículo de Barrie Trower publicado por la edición italiana de la revista Nexus, aprendemos cuáles son los principales riesgos para los niños expuestos al uso de teléfonos móviles y Wi-Fi tecnonologie: La irradiación de microondas a niveles bajos influir en los procesos biológicos que afectan el crecimiento fetal. No sólo eso: los mismos procesos biológicos están involucrados en: – Barrera hematoencefálica: se forma en 18 meses y protege al cerebro de las toxinas. Sabemos que se altera. – Vaina de mielina: toma 22 años para formar las 122 capas de las que está compuesto.

Y ‘responsable de todos los procesos en el cerebro, los músculos y orgánica. – Cerebro: Se tarda 20 años en desarrollarse (te aseguro, que los teléfonos celulares no ayudan con eso). – Sistema inmunológico: se necesitan 18 años para que se desarrolle. La médula ósea y la densidad ósea se sabe que están afectados por las microondas en niveles bajos, así como las células blancas de la sangre del sistema inmunitario. – Bones: Toma 28 años para completar el desarrollo. Como se ha mencionado, el gran contenido de agua en los niños hace que tanto el ‘huesos blandos’ que la médula particularmente atractivo para la irradiación con microondas.

La médula ósea produce células sanguíneas. Claramente, los que deciden por nosotros están subestimando una pandemia de enfermedades hasta ahora desconocidas en nuestras 40.000 generaciones de la civilización, que pueden comprometer más de la mitad de las madres / niños irradiados en el mundo de la infancia. A la luz de estas cifras alarmantes y los pronósticos de muchos científicos según los cuales, si sigue a este ritmo la expansión incontrolada de los sistemas Wi-Fi, para el año 2020 el cáncer y mutaciones genéticas se extienden por todo la pandemia en todo el mundo, muchos países están felizmente en busca de amparo, el lanzamiento de las leyes que restringen el uso de los niños de los teléfonos móviles y la eliminación de los dispositivos inalámbricos aula.

El Comité Nacional Ruso para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes, en su propio trabajo de investigación titulado “Efectos sobre la salud de niños y adolescentes” se destacan en los niños expuestos a esta radiación:

1) aumento del 85% en las enfermedades del Sistema Nervioso Central

2) aumento del 36% en la epilepsia

3) aumento del 11% en el retraso mental

4) incremento del 82% en las enfermedades inmunes y el riesgo para el feto.

Y en 2002, 36 000 médicos y científicos de todo el mundo han firmado el “Llamamiento de Friburgo.” ‘ Después de diez años, la apelación ha sido relanzado y advierte específicamente contra el uso de Wi-Fi y la irradiación de los niños, niñas, adolescentes y mujeres embarazadas. ¿Qué Freiburg es una apelación de autoridad médica internacional en Italia por desgracia ha habido poca escucha. Entonces, ¿qué hacer? Cómo proteger a nosotros mismos, y en especial a nuestros niños, a partir de esta amenaza mortal invisible?

El sitio Tuttogreen ha publicado un manual útil, que consta de diez consejos prácticos que yo reporte a continuación:

1) No utilice los teléfonos móviles para los niños, excepto en caso de emergencia. SMS tolerado, pero es mejor para reducir ellos también. En Francia, como es lógico, ha prohibido toda forma de publicidad de los teléfonos móviles dirigidos a los niños menores de 14 años;

2) Utilice siempre los auriculares con cable (no los únicos inalámbricas).

Incluso se recomienda el uso del altavoz;

3) En la presencia de la pequeña red o la falta de campo, no hacer las llamadas. En estos casos será necesario poder más radiante, lo que resulta en más radiación;

4) Utilice su teléfono móvil lo menos posible en el movimiento, como en tren y en coche. El riesgo constante de disminución de la señal aumenta en estos casos, la emisión de radiación;

5) No sostenga el teléfono junto al oído o cerca de la cabeza durante las llamadas, cuando la radiación es más fuerte. Hazlo, en todo caso, después de esperar por la respuesta;

6) No se acerque el teléfono en el bolsillo del pantalón, bolsillo de la camisa o de la chaqueta que llevas;

7) Cambie el oído a menudo durante la conversación, y lo más importante, reducir la duración de las llamadas;

8) Utilizar en lo posible, cuando se puede hacer, no el acceso a la línea fija, o herramientas de mensajería instantánea como Skype o similar;

9) No quedarse dormido con el teléfono cerca de la cabeza, como usarlo como despertador;

10) Elija siempre los modelos que tienen un bajo valor de SAR (tasa de absorción específica de radiación). Un undécimo recomiendo yo añadiría: si tiene que usar un teléfono celular para comunicarse con el mundo que te rodea, evitar el uso de los teléfonos inteligentes. Es, con mucho, el más peligroso!

Publicado originalmente en:

http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/WIFI_la_muerte_invisible_que_esta_destruyendo_a_la_generacion_mas_joven_en_todo_el_mundo
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Bill Gates se refiere a los “factores de cambio” en la movilización de financiamiento para el desarrollo

 

¿Qué podría constituir un factor de cambio para lograr algunos de los objetivos más difíciles en el mundo, como poner fin a la pobreza y el hambre, y garantizar que todos los niños reciban una educación de buena calidad?

El multimillonario y filántropo Bill Gates (i) visitó el Grupo Banco Mundial, con ocasión de las Reuniones de Primavera, para responder esa pregunta, durante un diálogo que promovió la reflexión sobre cómo usar el financiamiento para el desarrollo para lograr un mayor impacto.

“Pienso que lo primero es hacerle saber a la gente que las cosas están funcionando, o sea, que la labor en materia de desarrollo está mejorando las condiciones de vida, y esta tarea debe mantenerse”, dijo Gates en el evento tituladoUna nueva visión sobre el financiamiento para el desarrollo , que fue transmitido por Internet en árabe, español, francés e inglés durante el último día de las Reuniones de Primavera.

“Si los mejores sistemas tributarios, los mejores sistemas de atención primaria de la salud, los mejores sistemas educativos de los países de todos los niveles de ingreso fueran adoptados por otros, entonces la labor del desarrollo se realizaría de manera muy, muy rápida”.

Gates participó en un panel de alto nivel junto a la secretaria de Estado de Desarrollo Internacional del Reino Unido,Justine Greening; el gobernador del Banco Central de la India, Raghuram Rajan; (i) el ministro de Finanzas y Planificación Económica de Ghana, Seth Terkper, (i) y el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim.

El diálogo, que fue moderado por la corresponsal de la BBC, Michelle Fleury, (i) abarcó una variedad de temas desde cómo disminuir los riesgos del desarrollo de manera que el sector privado invierta en necesidades como sistemas tributarios sólidos y transparentes y programas de inclusión financiera, hasta cómo financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las posibilidades que el comercio ofrece para reducir la pobreza.

Gates dio un fuerte apoyo al fondo del Banco Mundial para los países más pobres —conocido como la AIF —, mencionándolo en diversas ocasiones durante el debate. La AIF, dijo, ha sido “un elemento absolutamente esencial” en el ámbito del desarrollo.

El fondo entrega donaciones y préstamos, sin o con muy bajo interés, a los países más pobres, y se usa con menos frecuencia en los países de ingreso mediano. El Banco Mundial aprobó recientemente financiamiento en condiciones concesionarias para Jordania, por ejemplo, para ayudar a acoger a más de 1 millón de refugiados procedentes de Siria, una acción que muchos consideran un servicio público mundial.

El presidente Kim señaló que dicho “financiamiento en condiciones concesionarias” puede ayudar a lograr objetivos mayores, alentando al sector privado a invertir en, por ejemplo, fuentes de energía renovable en vez de carbón, y así reducir el costo de las primeras.

“Necesitamos conversar sobre cuáles son las cosas más importantes que queremos conseguir. Cuando estamos cerca de erradicar la polio, por ejemplo, no podemos darnos por vencidos porque las normas no nos permitirán hacerlo”.

Los países en desarrollo como Ghana se benefician de la asistencia que permite que los proyectos comerciales sigan adelante, dijo Terkper, agregando que garantías otorgadas por el Grupo Banco Mundial ayudaron a Ghana a atraer productores de electricidad del sector privado y a avanzar con un proyecto de gas natural (i) que ayudará a satisfacer las necesidades energéticas del país.

Según Terkper abordar el riesgo es muy importante, así como también la búsqueda de formas no tradicionales de hacer las cosas.

Los panelistas estuvieron de acuerdo en que la movilización de recursos domésticos —en forma de impuestos— es una parte muy importante de la solución en materia de financiamiento para el desarrollo.

Rajan dijo que los países en desarrollo necesitan mejorar su capacidad de movilizar estos recursos, pero que la tarea se complica cuando “algunas de las personas más ricas en nuestros países tienen el dinero en lugares donde es difícil recuperarlo”.

“Pienso que es muy importante garantizar que nuestro dinero permanezca dentro de los países, en lugar del extranjero”.

Greening planteó que debería haber un acuerdo internacional sobre la banca extraterritorial, explicando que esto fue tema de análisis en el Grupo de los Ocho (G-8) en 2013 mientras el Reino Unido ejercía la presidencia. Los esfuerzos por aumentar la transparencia en los sistemas de tributación “necesitan ir a la par con los esfuerzos destinados a combatir la corrupción”, señaló.

Según Greening, el empoderamiento de las mujeres debería ser un factor de cambio en el desarrollo. “Los estados en la India que registran el mayor ritmo de crecimiento son aquellos donde la mujeres pueden ser económicamente activas”, puntualizó.

El presidente Kim explicó que los países a menudo no quieren invertir en “temas blandos”, como la nutrición y la calidad de la educación, aunque, para promover el crecimiento “lo único con lo que se cuenta es el capital humano”.

Sin embargo, en general, el mundo está avanzando en la dirección correcta, dijeron los panelistas.

“Si consideramos una perspectiva de 50 años o de 25 años, los países han logrado avances bastante espectaculares. Si se miran las medidas económicas, las medidas en materia de salud, las medidas en el área de buen gobierno, numerosas cosas positivas han sucedido. Y uno esperaría que en los próximos 25 años, podríamos estar en condiciones de lograr aún mejores resultados”, dijo Gates.

“Tenemos constantes innovaciones, ya sea una vacuna para el paludismo, o una nueva semilla que es resistente a la sequía… Todas esas herramientas podrían ofrecerse a los países en desarrollo”.

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¿Sabes lo que es la gamificación?

http://www.educacionfutura.org/

Últimamente podemos encontrar en la red distintas notas que hablan sobre la “gamificación” que, en términos simples, es aplicar los principios y procesos de los juegos a entornos que en principio no son juegos.

“La gamificación en el aula está relacionada con el aprendizaje basado en juegos, que nos brinda contextos abiertos, nuevas ideas y posibilidades. Estudios sobre este tema confirman que favorecen el desarrollo de habilidades cognitivas como la concentración o la memoria, junto con las habilidades psicomotoras al trabajar la destreza visual, la coordinación espacial y la discriminación perceptiva que potencia las habilidades de autonomía, autocontrol y creatividad.

Óscar Ray expone algunas de las claves de la gamificación destacando que se basa en las mecánicas de juego, esto es, las reglas que de los juegos que proporcionan placer, participación y compromiso por parte de los jugadores, al aportarles retos y un camino por el que discurrir. Las principales mecánicas son:

  • Recolección de objetos
  • Obtención de puntos
  • Comparativas y clasificaciones
  • Niveles de dificultad
  • Feedback o retroalimentación

Por otra parte, la gamificación también está relacionada con las dinámicas de juego, es decir, con las motivaciones o deseos que se esperan conseguir por parte del jugador. Para alcanzar esas motivaciones se utilizan las distintas mecánicas de juego. Existen muchas dinámicas de juego distintas, pero entre las más utilizadas están:

Recompensa:

  • Estatus
  • Logro
  • Expresión (o auto-expresión)
  • Competición
  • Altruismo

La combinación entre deseos o motivaciones y las mecánicas para conseguirlas, hacen que los juegos tengan éxito. Aplicar estos elementos en las actividades o proyectos de aula sería la gamificación aplicada a la educación”.

Fuente: Conversaciones GESS

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El papel del Conocimiento en un marco emancipatorio. Contexto problemático y algunas propuestas

Santiago José Roca

En La identificación americana con la Europa segunda, Briceño Guerrero (2007: 5-36) describe la oposición entre conocimiento científico y otros modos naturales de construir conocimientos en términos de la diferenciación entre la capacidad humana de pensamiento y su expresión racional (razón primera) y la reflexión sobre dichas estructuras de pensamiento (razón segunda). La razón primera se expresa en el pensar, el obrar y en el uso del lenguaje por todos los seres humanos; y la razón segunda en los modos teóricos de comprender y operar sobre la realidad social y natural. Podemos decir que la razón primera se encuentra ejemplificada por el sentido común y la tradición, y la razón segunda en los preceptos ontológicos y epistemológicos del pensamiento filosófico de los clásicos griegos y por los principios de la ciencia moderna.

La razón primera forma parte de la tradición de cada pueblo, mientras que la razón segunda integra una “cultura segunda” que aspira a una racionalidad universal separada de las particularidades de cada grupo cultural. Desde la razón segunda, se establece una diferencia entre “cultura” y “tradición”, en el sentido de un sistema de conocimiento de validez universal en contraposición con un conocimiento contingente y arraigado en una cultura particular. Las expansión de las ideas de “civilización”, “modernidad”, “progreso” y “desarrollo”, surgen a partir de la cultura segunda.

La cultura segunda, contenida en la educación, en las políticas públicas y en las dinámicas de la ciencia y la tecnología, evalúa el devenir particular de cada pueblo desde la historia del progreso, marginando sus saberes y practicas propios, haciéndolos coherente con una cultura “universal”. La expansión de la cultura segunda funciona para asimilar/obliterar a la tradición primera: los modelos racionales de sociedad se sobreponen a los modos de construcción de sentido elaborados por cada cultura particular, los cuales son desplazados por los criterios de validez y la capacidad de manipulación generada desde la razón segunda. En suma, la cultura segunda creó una oposición radical entre el conocimiento racional y la tradición, la cual, sin embargo, resultó del proceso histórico y cultural que formó el devenir de Occidente.

Interpretando la perspectiva de Briceño, podemos afirmar que la razón primera constituye la base de toda posibilidad de conocimiento. La confrontación que ocasiona la razón segunda hace que olvidemos que toda cultura puede ser considerada como “racional”, no en los términos restringidos de una racionalidad teórico-instrumental, sino en los términos más amplios propios del sentido común, la historia y la tradición. Así, la capacidad teórica y operativa de la razón segunda se opone, al menos en apariencia, al reconocimiento de las particularidades históricas y culturales de cada pueblo.

Ahora bien, ¿cómo traducir esta distinción en términos de los modelos contemporáneos de generación de conocimiento? Y especialmente, ¿cómo superarla a través de formas alternativas de generación y difusión del conocimiento, que se basen en la necesidad de crear conocimiento endógeno?

El propósito de este artículo es indagar sobre las condiciones problemáticas que estimulan la emergencia de una concepción del conocimiento como parte de un camino de emancipación política y sociocultural. Para ello exploramos la diferenciación entre Razón y Tradición como un proceso que encierra la racionalización del mundo contemporáneo. Luego reflexionamos sobre el carácter racional (en sentido amplio) y cultural del conocimiento, el cual lo coloca por encima de la diferenciación creada por la racionalización economicista del conocimiento en la actualidad. Para terminar proponemos algunos hitos que podrían ayudar a continuar el desarrollo del tema central.

Con la cultura moderna podemos caracterizar una doble corriente en la esfera sociocultural mundial. Por una parte, ciertas formas de creación de sentido como el arte, el conocimiento práctico, el diálogo y la tradición, son aisladas y subordinadas dentro del esquema del conocimiento científico. Éste puede despojarlos del carácter de certidumbre que poseen como parte de una visión del mundo y, al mismo tiempo, interpretarlos en términos de su propia lógica (convirtiéndolos en parte de un discurso “científico”). A la vez, la ciencia y la tecnología, sustentadas por la racionalidad teórico-instrumental, reconstruyen los procesos sociales a partir de la búsqueda de una racionalidad universal y de la posibilidad de operar sobre la naturaleza. La doble corriente sirve a la racionalización de las relaciones sociales y a la subordinación modos alternativos de construir sentido sobre la realidad bajo el peso del racionalismo de la cultura moderna.

Este no es un proceso aislado sino parte del devenir de lo que comprendemos como Modernidad. Para Beriain (1996), la Modernidad se origina como proceso de ruptura frente a la tradición a partir del cual la sociedad intenta construir sus propias bases y encuentra referencia solamente en sí misma. Esto ayuda a que se instale una diferenciación social en subsistemas, estructurados según sus propias normas, que comienzan a gobernar los distintos ámbitos de la vida cotidiana ahora racionalizados de acuerdo con un sistema desarrollado para ello (la economía, la sociología, etc.). De este modo, “la Modernidad se sustenta sobre una infraestructura imaginaria, la expansión ilimitada del dominio racional que funge como racionalización de la ‘voluntad de dominio’. Ésta penetra y tiende a informar la totalidad de la vida social” (Beriain, 1996: 12).

Ahora bien, la expansión de modelos racionalistas ha servido históricamente como vehículo para la difusión de visiones del mundo hegemónicas que intentan subordinar la visión del mundo de cada cultura particular. Los modelos racionales de sociedad (traducidos en modelos económicos, sociales, legales, políticos, etc.) sirven para el traslado de los sistemas teóricos y de los recursos de países más “desarrollados” dentro de los límites de las revoluciones industriales y tecnológicas modernas (Vessuri, 1986). Esto tiene como consecuencia la mundialización de la economía capitalista y de su marco jurídicos-político, favorable para los actores mejor posicionados en las naciones industrializadas. Como ejemplo de esto tenemos las formas de gestión del conocimientos enmarcadas en el modo capitalista de la “economía del conocimiento”, según la cual “el conocimiento y los recursos de las empresas y las universidades del norte tienen que ser protegidos bajo un régimen estricto de propiedad intelectual. El conocimiento y los recursos de los pueblos del Sur constituyen parte de la herencia común de la humanidad a los cuales empresas y universidades del Norte tienen libre acceso” (Lander, 2005: 39-40). Esta es una diferencia que se traduce también, en los mismos términos de desigualdad, para los modelos económicos, jurídicos, políticos, etc.

Podemos decir entonces que la “universalización” de la cultura lleva el signo de los pueblos que han alcanzado determinados adelantos teóricos y técnicos dentro del esquema de desarrollo capitalista industrial. Esta es una perspectiva que intenta recuperar la dimensión histórica y cultural de los procesos de construcción del conocimiento, contra la perspectiva anti-histórica y anti-política que parte de la universalidad de los preceptos de la modernidad y que se enmarca en la narrativa del Progreso. La mayor “oportunidad” de cada cultura es la posibilidad de insertarse en los modelos económicos y políticos de las economías más “desarrolladas”. El costo es la pérdida de su propio suelo histórico y cultural, la explotación de sus capacidades y recursos, la subordinación política y cultural en términos de un sempiterno coloniaje. Visto así, el conocimiento transferido por la Modernidad es siempre un conocimiento propio de un Occidente en expansión sobre las demás culturas. En cuanto que la capacidad de crear una narrativa cultural y de evitar que otras narrativas emerjan es una forma de dominación política y cultural, toma importancia el que la cultura moderna haya desarrollado una narrativa que deslegitima a otras visiones del mundo, basada en ideas como “progreso” y “desarrollo” (Gallopín y Vessuri, 2006: 40).

Así, el cientificismo de la cultura moderna apuntala la homogeneización cultural y toma parte en la confrontación contra las culturas tradicionales. La globalización, como movimiento de expansión de la cultura industrial, convierte a la ciencia y la tecnología en un lenguaje privilegiado de este modo de expansión. En correspondencia con ello, el capitalismo penetró las realidades nacionales utilizando, entre otros medios, estructuras conceptuales diseñadas para comprender el mundo moderno, de forma que el desarrollo de la ciencia en nuestros países se configuró – y continúa configurándose – de acuerdo con criterios científicos de Occidente (Varsavsky, 2006).

Las restricciones para el acceso al conocimiento, presentes en el modo capitalista de generación y circulación de conocimientos, poseen, entre otras consecuencias, la exclusión de contingentes humanos de la posibilidad de participar activamente en la construcción de conocimientos y, por tanto, en la conformación de su propia cultura. Por ello tampoco pueden tomar parte en la formulación y solución de problemas sociales y ambientales. Todavía más, el cientificismo de la cultura moderna causa la erosión de la capacidad de los grupos sociales para situarse históricamente en su contexto de vida particular, lo cual crea corrientes en contra de la unidad orgánica de su cultura. El hecho de que se asuma que “conocimiento” por antonomasia es el conocimiento científico, tiene también como consecuencia que el conocimiento no se genera según las capacidades endógenas, sino de acuerdo con los marcos conceptuales hipostasiados y trasladados desde los países del centro capitalista. Por ello, se trata de un conocimiento que no atiende problemas sociales, culturales y ambientales de la comunidad que lo posee, sino que sirve para su inserción en estructuras económicas, políticas y socioculturales en expansión. Así, los esquemas mentales y culturales reflejan los códigos de los mecanismos de subordinación material y cultural en que se encuentran las comunidades contenidas estos marcos.

En este sentido, no es exagerado hablar de una suerte de “enajenación” hacia el conocimiento, que consistiría en verlo como algo extraño a la constitución de un grupo social, en cuanto que perteneciente al dominio de “especialistas” y otros actores cobijados en las relaciones sociales de poder. Aquí entramos claramente en la dimensión política de la cuestión. Este modo de enajenación se encuentra relacionado con la erosión de las representaciones culturales y la conciencia histórica de una comunidad, así como con la percepción de sus propias capacidades y oportunidades de acción en un contexto determinado. Dicho estado es aún más grave por cuanto que los esquemas cognitivos responden a estructuras de dominación que condicionan la realidad política y cultural de cada comunidad cultural. En consecuencia, el modo de conocimiento natural del hombre, presente en los conocimientos implícitos y explícitos, estructurado – por ejemplo – en la tradición, y contenido además en las formas de adaptación de conocimiento científico, se encuentra en desventaja frente al avance del racionalismo y del cientificismo de la cultura moderna.

En suma, el saber en general se encuentra reducido a la ciencia moderna, y la ciencia se encuentra a la zaga de una tecnología de orientación industrial y mercantil. Con esto, se deja de lado la idea clásica de la ciencia como “búsqueda de la verdad”, así como la idea más actual de una tecnología basada en la aplicación del conocimiento científico. Los saberes en general (como los saberes tradicionales) pueden tener, en este contexto, dos tipos de suerte: o bien son excluidos y olvidados por no representar una fuente de valor para la academia y la industria (y por lo tanto, las comunidades que los sustentan son consideradas “atrasadas”), o bien son asimilados dentro de la estructura de producción y protegidos por el derecho exclusivo de monopolio, cerrando con ellos el acceso a este tipo de bien. Huelga decir que las dinámicas y los contenidos presentes en los centros donde se produce conocimiento de forma intensiva (como en las universidades) y de forma extensiva (fábricas, talleres) quedan subsumidos bajo esta lógica, por lo cual termina por expandirse, de manera total, una forma particular de generación y apropiación social del conocimiento.

Es necesario intentar una aproximación más elemental al problema del conocimiento. Partamos de que los colectivos sociales generan representaciones sobre sí mismos según el significado que atribuyen a sus acciones en el contexto de su medio social y cultural. Una de las formas de construir este tipo de significado es el conocimiento, el cual conforma parte del trasfondo de los modos de comprender el mundo, y que se genera de acuerdo con pautas de racionalidad que son inmanentes a todos los grupos humanos (Berger y Luckmann, 2003). No se trata en este caso de la racionalidad instrumental restringida a la relación de medios-fines, desarrollada teóricamente por la cultura occidental, sino de la capacidad de raciocinio que es común a la humanidad.

Muchas formas de construir sentido sobre la realidad implican algún modo de uso del conocimiento, como la expresión artística, la práctica empírica, la tradición, el diálogo y, por supuesto, el conocimiento científico. Aunque generalmente no tengamos conciencia de ello, sólo podemos aprehender y comprender las cosas que integran nuestro mundo a través de determinado marco de conocimientos. En otras palabras, solamente podemos pensar en conceptos como “Estado”, “academia” o “localidad”, cuando los consideramos como parte de un sistema de conocimientos particular. Ello tiene importancia para la aprehensión cotidiana de los fenómenos, tanto como para su comprensión y para la toma de decisiones. Comparemos, por ejemplo, una situación cotidiana, como decidir cuál es la vía más corta para llegar a algún lugar; o una situación algo más compleja, como escoger una vocación laboral; o incluso algo más complicado, como responder a una pregunta filosófica sobre qué es “libertad”. El carácter concreto que le damos a estos problemas y el modo en que los atendemos se encuentra vinculado con un marco de conocimientos definido, el cual, a su vez, está íntimamente ligado con el entorno sociocultural en el que nos hallamos (de manera que no es “neutral”). Si normalmente no tomamos conciencia de ello, es porque este marco de conocimientos es consustancial con los contextos intersubjetivos en que nos encontramos y con el uso que hacemos del lenguaje.

Diferentes modos de construir significados sobre la realidad son considerados inferiores por el cientificismo de la cultura moderna. Esto sucede, en parte, porque las pautas utilizadas para examinar dichos modos son las propias del conocimiento científico. En consecuencia, se le otorga preponderancia a un tipo de saber nomológico, objetivo, verificable empíricamente, obtenido mediante un método específicos y a través de técnicas e instrumentos adaptados al mismo. No obstante, la “superioridad” que se le atribuye culturalmente a la ciencia se encuentra enraizada en determinados valores que hoy día se encuentran bien difundidos y no, como podría esperarse de una cultura científica, como resultado de un trabajo exhaustivo de análisis y crítica de sus principios ontológicos y epistemológicos. Por esa razón puede hablarse de que el cientificismo moderno, en tanto que convierte a la ciencia en conocimiento por antonomasia, cumple un papel como fundamento de una determinada visión del mundo que sirve a la expansión del modelo socioeconómico y cultural de Occidente.

En lo dicho hasta ahora se percibe una distinción fundamental. Sea porque se considere como una capacidad cognitiva (conocer y hacer uso del conocimiento) o como el acervo de saberes de una comunidad cultural; sea porque se le vea como un conjunto de creencias justificadas (y de allí la posibilidad de preguntar por el criterio de justificación del mismo) o de pensamientos “comprobados” sobre la realidad empírica, el conocimiento forma parte de toda visión del mundo y de toda obra humana. Así, desde una perspectiva amplia, podemos definir al conocimiento (incluyendo al conocimiento científico) como un conjunto de proposiciones a las cuales se adhiere una comunidad particular y que le sirve como modo de construir lo que considera “verdad” (Gallopín y Vessuri, 2006: 37).

La referencia a conceptos como los de conocimiento tradicional (1), indígena o local (Gallopín et al, 2006: 42-43), demuestra que es posible hablar del conocimiento sin tomar como única referencia el saber nomológico de la ciencia. En síntesis, conceptos como estos se refieren a un conocimiento que: (a) se encuentra basado en la experiencia y adaptado a condiciones sociales, culturales y ambientales particulares; (b) se transmite a través de mecanismos especiales de comunicación e intercambio de información; (c) es conocimiento colectivo por naturaleza, aunque mantenido y transmitido oralmente por personas que cumplen un papel determinado en la comunidad; y (d) forma parte del sustento material y cultural de la comunidad, además de que le permite atender problemas que surgen en sus propias condiciones de vida. Resulta interesante aquí la noción de que un marco de conocimiento se encuentra asociado con los valores y las prácticas de una comunidad particular (definida en términos culturales, no sólo territoriales).

Finalmente, suele distinguirse entre dos modos de conocimientos no aislados entre sí (Gallopín y Vessuri, 2006: 46-47):

(a) Un conocimiento explícito y codificado, capaz de ser expresado a través de reglas y procedimientos, que puede ser almacenado y utilizado numerosas veces, y que puede transmitirse como información a través de medios de soporte específicos.

(b) Un conocimiento implícito y no estructurado, contenido en experiencias personales y que toma la forma de habilidades o saberes en áreas específicas, y situado en la práctica. La cultura organizacional, las formas de educación y comunicación, entre otros aspectos “blandos” que forman parte de la interacción humana, llevan implícito este tipo de conocimientos.

En conclusión, existen formas de caracterizar el conocimiento que no se limitan exclusivamente al conocimiento nomológico. La existencia de conocimientos estructurados y no estructurados (transversal a toda forma de construir conocimientos), y de marcos epistémicos alternativos, dan muestra de que es posible hablar de conocimientos más allá del ámbito del cientificismo de la cultura moderna. Afirmar esto no implica descalificar al conocimiento científico frente a los saberes tradicionales. Más bien es un intento de llamar la atención sobre la racionalización de la “voluntad de dominio” en la Modernidad y su traducción en subsistemas que median en los modos de generación del conocimiento en la actualidad. Sobre esta apreciación se fundamenta la propuesta de formas diferentes de generación de conocimientos, en los que el saber se conciba como apoyo para el despliegue de las potencialidades humanas a través de la valoración de las condiciones sociohistóricas y culturales de cada Pueblo.

Por esta razón, la reflexión debe evitar tanto el “imperialismo científico” (la idea de que sólo el conocimiento científico posee los atributos de verdad y objetividad) como el “relativismo epistemológico” (la idea de que todos los conocimientos son igualmente válidos) (Gallopín y Vessuri, 2006: 40-41). En cambio, se debe buscar los medios para articular conocimientos estructurados y no estructurados, desde la ciencia y desde la tradición. Teniendo visto que el conocimiento nos ayuda a representarnos un sistema de relaciones socioculturales, y que al mismo tiempo dicho sistema impone dinámicas sobre la manera de construir conocimientos, el interés de un investigador apuntaría a proponer las condiciones de un tipo de conocimiento que permita dar cuenta críticamente del sistema en el que emerge, para abrir la posibilidad de transformarlo, mientras se transforma a sí mismo en el proceso (2). De esta manera, parafraseando a Dussel, en cuanto que la praxis de liberación basada en el conocimiento sea crítica, también será antihegemónica (2007, 10).

Podemos hablar de esquemas cognitivos y dinámicas socioculturales que surgen como parte de determinados sistemas de relaciones entre sujetos, y que por tanto los reproducen en diversas instancias de la vida social. Las consecuencias de este escenario – y sus posibles alternativas – pueden ser analizadas con la definición de dos dimensiones que sirven para integrar aspectos que reclaman nuestra atención:

(a) Los esquemas cognitivos de cada comunidad particular. En esta dimensión incluimos los esquemas mentales y los contenidos culturales e indentitarios de cada grupo social. Pueden rastrearse el modo en que los integrantes de una comunidad internalizan los valores de un modo de generación de conocimiento y la convierten en parte de su visión del mundo y en directrices de su práctica. Por lo tanto, incluye las representaciones sobre el conocimiento que otorgan determinado lugar a la ciencia y a la tradición, así como las propias definiciones de “verdad” y “conocimiento” (3).

(b) Las dinámicas socioculturales pertinentes para la generación, difusión y apropiación social del conocimiento. En esta dimensión destacamos las estructuras formales y no formales que inciden en la producción y socialización de conocimientos; el carácter de la producción de conocimientos en cuanto a la definición de sus propósitos, planes, objetivos, problemas y respuestas; la distribución de los recursos tangibles e intangibles, las condiciones políticas y jurídicas de acceso al conocimiento, entre otros aspectos. Incluimos también las relaciones de poder entre agentes tecnológicos, las cuales podemos describir tomando en cuenta los juegos estratégicos (la intención y las acciones de cada actor con respecto al otro), las estructuras más o menos rígidas o flexibles de dominación, y las mediaciones simbólicas que implican alguna forma de conocimiento (instituciones, leyes, tecnologías, etc) (4).

Dados estos elementos, podemos plantearnos la cuestión sobre el papel que puede cumplir el conocimiento en un marco de emancipación política y sociocultural. Esta pregunta tiene sus raíces en las bases ontológicas y epistemológicas de lo que llamamos “conocimiento” y en el sistema de relaciones sociales y políticas dominantes. Por lo tanto, la respuesta implica un doble acento: por una parte, sobre los esquemas cognitivos de generación de conocimientos, por la otra, sobre las condiciones políticas y socioculturales que los sustentan en tanto que práctica social. La emancipación, en este contexto, significa la posibilidad de tomar consciencia de la vinculación que existe entre determinados esquemas cognitivos y el despliegue de juegos sociales estratégicos, con el propósito de poder actuar afirmativamente para crear relaciones equitativas fundadas en los intereses y aspiraciones legítimas de cada sujeto.

El fin último, en cuanto al conocimiento refiere, es fundamentar la certidumbre de que la racionalidad innata del ser humano, presente en la historia y la cultura de cada pueblo (en palabras de Briceño, la razón primera), constituye la base insoslayable de toda forma de creación de sentido social. Esta certidumbre debe servir para contrarrestar la voluntad de dominación del racionalismo occidental que sustenta el interés de dominación sociocultural hacia la condición de los pueblos del Sur.

Notas

(1) El término de “tradicional” no significa que se haga referencia a un conocimiento anticuado o impráctico, sino que se encuentra ligado al devenir cultural de una comunidad. En otras palabras, el conocimiento es “tradicional” porque es creado, preservado y difundido a través de prácticas y los significados que reflejan el carácter cultural de una comunidad (Gallopín y Vessuri, 2006: 42-43). 
(2) Por ejemplo, como explican Contreras y Roca (2009), los grupos que se organizan en función de la generación y socialización de conocimientos atienden carencias de las sociedades en las que se desenvuelven, por lo cual se emprenden acciones que tienden hacia la atención de las necesidades básicas y al sostenimiento de condiciones para la vida (“atendernos” y “sustentarnos”); pero en algunos casos también inician acciones dirigidas hacia el reconocimiento y el cultivo de las formas culturales (“reconocernos” y “recrearnos”). De allí que se requiera una propuesta de trabajo que integre dichas dinámicas en un proceso de constitución de identidades colectivas (la construcción de un “nosotros” común): la atención de necesidades básicas, la reconstrucción de la historia común, la formación colectiva desde la conciencia del contexto sociocultural y la atención de proyectos comunes.
(3) Por ejemplo, podemos observar las limitaciones ontológicas y epistemológicas del cientificismo en cuanto a la autocomprensión positivista de la ciencia, que lanza un velo sobre la existencia de valores e intereses en la práctica científica (Habermas, 1971). Por otra parte, quizá se haya reducido profundamente el conocimiento científico a un saber especialmente instrumental, alejado de la discusión sobre fines y valores sociales. Un modo de construir conocimientos para la emancipación debe generar conocimiento pertinente, pero es al mismo tiempo una práctica emancipadora a través de la experiencia y de la reflexión sobre los bienes sociales.
(4) La distinción que hace Varsavsky (2006) entre sociedades neocoloniales y sociedades desarrollistas es un buen ejemplo de cómo se despliega esta dimensión en los marcos nacionales de generación y circulación de conocimientos. 

Referencias bibliográficas

Briceño, J. M. (2007) El laberinto de los tres minotauros. Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores. 2º edición.

Berger, P. y Luckmann, T. (2003). La construcción social de la realidad. Argentina: Amorrortu.

Contreras, J. J. y Roca, S. (2009). La Refundación del “Nosotros Popular” en la Rebelión del Conocimiento. Revelando el Sentido de la Organización Comunitaria. Mérida, Venezuela: Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres.

David, P. y Foray, D. (2002). Fundamentos económicos de la Sociedad del Conocimiento. Revista Comercio Exterior, 52 (6), 472-490.

Dussel, E. (2007). Las transformaciones históricas del Estado moderno: tesis para interpretar las praxis antihegemónicas. Utopía y Praxis Latinoamericana, 12 (36), 9-34.

Gallopín G. y Vessuri, H. (2006). Science for sustainable development: articulating knowledges. En Guimaraes, A. et al (Eds.), Interfaces between Science and Society (pp. 35-51). Londres, Inglaterra: Greenleaf Publishing.

Habermas, J. (1971). Knowledge and Human Interests: A General Perspective. En Knowledge and Human Interests (pp. 301-317). Boston, Estados Unidos: Beacon Press.

Lander, E. (2005). La Ciencia Neoliberal. En Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, 11 (2), 35-69.

Varsavsky, O. (2006) Hacia una Política Científica Nacional. Caracas, Venezuela: Monte Ávila Editores.

Vercellone, C. (2004). Las políticas de desarrollo en tiempos del capitalismo cognitivo. En Blondeau, O. et al. Capitalismo cognitivo, propiedad intelectual y creación colectiva. Madrid, España: Traficantes de Sueños.

Vessuri, H. (1986). Los papeles culturales de la ciencia en los países subdesarrollados. En Saldaña, J. J. (Ed.), El perfil de la ciencia en América. Cuadernos de Quipu (pp.7-17). México.

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Drone: Inside the CIA’s Secret Drone War

Fuente Aljazeera / 18 de Abril de 2016

From drone operators to strike victims, we examine the impact of remote-controlled killing and the future of warfare.

Editor’s note: These films are no longer available online.

Scroll down to watch part two of the documentary

Filmmaker: Tonje Hessen Schei

In 2001, the White House concluded that it was legal to use armed drones to kill senior al-Qaeda leaders. Within weeks of the 9/11 attacks, US President George W Bush signed off on an order which authorised the CIA to capture and kill al-Qaeda operatives.

I thought it was the coolest damn thing in the world. I was like ‘Oh man, I get to play a video game all day!’ And then reality hits you that you may have to kill somebody.

Michael Haas, former drone operator

For some, drones are the greatest weapon ever to be developed by the CIA; for others, they present a constant, deadly and terrifying threat.

In this two-part documentary, we go inside the CIA’s secret drone war to explore, through wide-ranging interviews spanning the US and Pakistan, what drones mean for the people who fly them and for the people who live under their constant threat.

What happens when you spend hours in a pitch-black room, day after day, shooting at «targets» halfway across the world on a pixelated screen in the hinterland of Nevada?

Why are former pilots speaking out against the drone war and is the US government attempting to silence them? And how do drone operators process killing with a joystick?

Brandon Bryant is a former drone operator and now whistleblower who has spoken out about his role in the CIA’s covert war.

«We’re the ultimate voyeurs, the ultimate ‘peeping Toms’. No one’s going to catch us. And we’re getting orders to take these people’s lives,» Byrant says. «It was just point, and click.»

Few drone operators have spoken out. «It’s so weird … no one else has come out and talked about what they’ve done, or the things that are going on,» Bryant says. «It just blows my mind.»

Since Bryant began talking publicly about being a drone pilot, former friends and colleagues have harassed him. «What the drone community is doing right now is that they’re bashing me,» Bryant says. «They’re ripping me apart to make anyone else fear talking about anything that they’d ever done.»

Michael Haas, another former drone operator, also shares his experiences.

«In the control room they had a picture from September 11… Just to try to make you pissed off about it all over again right before you go do your job,» Haas says. «These guys have to die. These guys deserve to die and you got to make it happen.»

Living under drones

Thousands of kilometres away in the isolated territory of Waziristan in northwestern Pakistan, civilians live under the constant presence of drones, and the threat of yet another attack and the deaths of more innocent family members and friends.

«I think a lot about why they kill us innocent people,» says Zubair Ur Rehman, a young man who survived a drone strike that killed his grandmother while she was chopping vegetables outdoors. «It was a horrible day. It felt like the end of the world.

«Everything has changed. We don’t go to school or play any more.»

Three children in North Waziristan are holding remnants of a drone-fired missile and rubble from their neighbour’s house [Noor Behram Copyright @ Flimmer Film 2014]

‘Militainment’

With further advancements in drone technology, the US government is not likely to cease its drone activity any time soon, instead placing special focus on early recruitment by targeting young gamers.

Video gamers do have a skillset that is very important and enhances the skillset of drone operators. So when I talk to people about this, I say, we don’t need Top Gun pilots – we need Revenge of the Nerds.

Missy Cummings, associate professor of aeronautics at MIT and a former US Navy pilot

«There’s always been a connection between the world of war and the world of entertainment. And I call this phenomenon ‘militainment’, where the military world is actually now pulling tools from the world of entertainment to do its job better,» says Peter Singer, author of Wired for War.

«Video gamers do have a skillset that is very important and enhances the skillset of drone operators,» says Missy Cummings, associate professor of aeronautics at MIT and a former US Navy pilot.

«So when I talk to people about this, I say, we don’t need Top Gunpilots – we need Revenge of the Nerds

In the midst of the fast advancement of technology and lagging international legislation, this film shows how drones change wars and possibly our future. We look at the psychological implications of drones and how «distance creates indifference».

We examine those on the different sides of the drone strikes and the consequences of dehumanising war. And we ask if the US government will ever be held accountable for the hundreds of innocent lives lost in the CIA’s drone war.

Source: Al Jazeera

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Oracle refuerza la educación en ciencias informáticas en EEUU

www.analitica.com/17-04-2016/

Durante la Feria de las Ciencias de la Casa Blanca  2016, Oracle y la Casa Blanca anunciaron un plan de inversión de la compañía de $200 millones de dólares en apoyo directo e indirecto a la educación  en Ciencias Informáticas durante los próximos 18 meses en Estados Unidos. Este nuevo objetivo, del nuevo programa del Departamento de Gobierno del país, Computer Science for All. Es parte del plan anual de inversión de la compañía de $3.3 billones de dólares para empoderar a profesores de Ciencias Informáticas e incluir a una gran diversidad de estudiantes a nivel global. Este compromiso espera alcanzar más de 232,000 estudiantes en más de 1,100 instituciones en Estados Unidos, a través de Oracle Academy, el programa filantrópico  orientado a Ciencias Informáticas el cual impactará a más de 2.6 millones de estudiantes en 106 países.

En 2015, únicamente el 2% de los participantes del programa College Board’s AP tomaban clases referentes a Ciencias Informáticas y tan solo 22% de esos estudiantes eran mujeres.

Sin embargo, la cantidad de empleos en programación incrementan en un 50%  cada año con respecto a otras áreas, de acuerdo a un estudio elaborado por Oracle Academy y Burning Glass Technologies, compañía dedicada al análisis de datos del mercado laboral.. El estudio, que  analizó e interpretó datos en tiempo real de millones de vacantes de trabajo en línea provenientes de 40,000 fuentes, reveló que existe una gran demanda de expertos en Ciencias Informáticas, programación y código, que es creciente y más allá del espectro de trabajos en el departamento de TI.

“En nuestras investigaciones más recientes hemos descubierto que el acceso a la educación en Ciencias Informáticas en Estados Unidos es un problema tanto económico como social. Más aún, los resultados nos ayudan a cuantificar y contextualizar la necesidad de expandir las Ciencias Informáticas a todos los estudiantes sin importar su raza, género o situación socio-económica”, manifestó Alison Derbenwick Miller, Vicepresidente de Oracle Academy. “Hemos estado trabajando en la educación de Ciencias Informáticas avanzadas a nivel global por más de dos décadas, y el compromiso que Oracle Academy asume hoy nos lleva al próximo escalón de nuestra travesía. Es un honor formar parte de esta misión colaborativa, liderada por la Casa Blanca. El potencial de Computer Science for All para cambiar la vida de nuestros hijos y el futuro de nuestra nación es increíble”.

Como parte del anuncio de la Casa Blanca, Oracle Academy ofrecerá de forma gratuita planes de estudio, programas de desarrollo para profesores, software, programas de certificación, entre otros. Adicionalmente, Oracle trabajará con escuelas K-12, universidades públicas y privadas que apoyen el camino del acceso a la educación de Ciencias Informáticas en nuevas y significativas maneras, que incluyen:

  • Entrenar a más profesores en Ciencias Informáticas: Duplicar la cantidad de maestros entrenados por Oracle Academy en el año escolar 2016-2017.
  • Acceso gratuito a Oracle Software: Ofrecer a estudiantes la experiencia de talleres práctivo a través de licencias de software gratuitas en una gran variedad de productos Oracle.
  • Alcance a poblaciones poco representadas: Comprometidos en invertir más de $3 millones de dólares en organizaciones sin fines de lucro enfocadas en brindar oportunidades a chicas adolescentes e impulsar a estudiantes de escasos recursos a conseguir sus licenciaturas en STEM y Ciencias Informáticas.
  • Lanzamiento de cursos en áreas emergentes en el área de Ciencias Informáticas: Inclusión de boot camps especializados en Cloud en el año académico 2016 y expandiendo el acceso a Oracle Academy Big Data Science boot camps.
  • Enlazar profesionales de la innovación con educadores y estudiantes: Planes de construcción para tech, una nueva e innovadora escuela secundaria ubicada en la sede de Oracle en California.
  • Unificar esfuerzos para que Ciencias Informáticas sean materias con créditos: Expandir políticas y generar alianzas tanto con compañías como con organizaciones sin fines de lucro con el objetivo de que los 50 estados incluyan a Ciencias Informáticas en sus programas de créditos en escuelas K-12.
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