Bienvenido al Estado Suicida

Por: Vladimir Safatle

Vos sos parte de un experimento. Tal vez sin darte cuenta, pero sos parte de un experimento. El destino de tu cuerpo y tu muerte son parte de un experimento de tecnología social, de una nueva forma de gestión. Nada de lo que está sucediendo en este país, que se confunde con nuestra historia, es fruto de la improvisación o del voluntarismo de los agentes de comando. Incluso porque nunca nadie intentó entender los procesos históricos buscando aclarar la intencionalidad de los agentes. Saber aquello que los agentes creen que están haciendo es realmente lo que menos importa. Como dije más de una vez, generalmente lo hacen sin saber.

Este experimento del que vos sos parte, al que te empujaron a la fuerza, tiene nombre. Se trata de la implementación de un “estado suicida”, como dijo alguna vez Paul Virilio. O sea, Brasil mostró definitivamente cómo es el escenario de implementación de un estado suicida. Una nueva etapa de los modelos de gestión inmanentes al neoliberalismo. Ahora, su rostro  es más cruel, su fase más terminal.

Se equivoca quien cree que esto es solo la ya tradicional figura del necroestado nacional. Caminamos en dirección a un más allá de la temática necropolítica del estado como gestor de la muerte y de la desaparición. Un estado como el nuestro no es apenas el gestor de la muerte. Es el actor contínuo de su propia catástrofe,  el cultivador de su propia explosión. Para ser más preciso, es la mezcla de la administración de la muerte de sectores de su propia población y del coqueteo continuo y arriesgado con su propia destrucción. El fin de la Nueva República terminará en un macabro ritual de emergencia de una nueva forma de violencia estatal y de rituales periódicos de destrucción de cuerpos.

Un estado de esta naturaleza sólo apareció una vez en la historia reciente. Este se materializó de forma ejemplar a través de un telegrama. Un telegrama que tenía número: Telegrama 71.  Con este telegrama, en 1945, Hitler proclamó el destino de una guerra ya perdida. En él escribía: “Si la guerra está perdida, que la nación perezca”. Con él, Hitler exigía al propio ejército alemán que destruyese lo que restaba de infraestructura, convalidando la derrota de la nación alemana. Como si ese fuese el verdadero objetivo final: que la nación perezca por sus propias manos, esas manos que antes habían desencadenado la guerra. Este era el modo nazi de dar respuesta a una rabia secular contra el propio estado y contra todo lo que en algún momento había representado. Celebrando su destrucción y la nuestra. Existen varias formas de destruir un estado y una de ellas, la forma contrarrevolucionaria, es acelerar en dirección a su propia catástrofe, aunque se lleve consigo nuestras vidas. Hannah Arendt nos habló del hecho espantoso de que aquellos que adherían al fascismo no vacilaban en transformarse en sus propias victimas, aun cuando el monstruo terminara devorando a sus propios hijos.

Sin embargo, el foco del espanto no debería estar puesto allí. Como decía Freud: la misma autodestrucción de la persona no puede ser completada sin alguna satisfacción libidinal. Ese es en verdad el verdadero experimento, un experimento de economía libidinal. El estado suicida logra hacer de la revuelta contra un estado injusto de cosas, contra las autoridades que nos excluyen, un ritual de destrucción de sí en nombre de la creencia en la voluntad soberana y en la preservación de un liderazgo que debe escenificar su omnipotencia en el mismo momento en que ya está clara como el sol su impotencia miserable. Si el fascismo fue siempre una contra-revolución preventiva, no olvidemos que ha sabido transformar la fiesta de la revolución en un ritual inexorable de auto-inmolación sacrificial. Hacer que el deseo de transformación y de diferencia se conjugue con una gramática de sacrificio y de autodestrucción: esa ha sido siempre la ecuación libidinal que funda el estado suicida.

El fascismo brasilero y su nombre propio, Bolsonaro, han encontrado una catástrofe para llamar a la suya. Se presenta en la forma de una pandemia que exigiría de la voluntad soberana y de su paranoia social compulsivamente repetida, que fuese sometida a la acción colectiva y a la solidaridad genérica, teniendo en cuenta la emergencia de un cuerpo social que no debería dejar a nadie librado a su suerte en su camino directo al Hades. Ante la sumisión a una exigencia de autopreservación que toma de la paranoia su teatro, sus enemigos, sus persecuciones, sus delirios de grandeza, la elección resulta, no obstante, en el flirteo con la muerte generalizada. Si aún precisásemos alguna prueba de que lidiamos con una lógica fascista de gobierno, esta sería la definitiva. No se trata de un estado autoritario clásico que usa la violencia para destruir a sus enemigos. Se trata de un estado suicida de tipo fascista que sólo encuentra su fuerza cuando afronta la posibilidad de su propio final.

Es claro que dicho estado se funda en la mixtura tan nuestra de capitalismo y esclavitud, de publicitario de coworking, de rostro joven e indiferencia asesina para con la muerte, reducida a efecto colateral del necesario buen funcionamiento de la economía. Algunos comienzan a oír a empresarios, a dueños de restaurantes, a publicitarios –puercos trasvestidos en nuevos heraldos de la racionalidad económica- decir que peor que el miedo a la pandemia debería ser el miedo al desempleo. En verdad ellos están delante de los señores de esclavos que aprendieron ahora a hablar business english. La lógica es la misma, solo que extendida a toda la población. El ingenioso experimento ya no puede detenerse. Y nadie va a generar un drama nacional porque algunos esclavos mueran. Al final, ¿qué significan 5.000, 10.000 muertes si estamos hablando de “garantizar empleos”, más aún, de garantizar que todos continúen siendo expoliados y masacrados en acciones sin sentido y sin fin, en cuanto trabajan en las condiciones más miserables y precarias jamás imaginadas?

La historia de Brasil resulta de la instrumentalización contínua de esta lógica. La novedad es que ahora se aplica a toda la población. Poco tiempo atrás, el país dividía a los sujetos entre “personas” y “cosas”, o sea, entre aquellos que serían tratados como personas -cuya muerte provocaría luto, narrativa, conmoción, y aquellos que serían tratados como cosas, cuya muerte es apenas un número, una fatalidad, frente a la cual no habría razón alguna para llorar. Ahora llegamos al punto de consagración de esta lógica. La población es apenas un suplemento descartable frente a un proceso de acumulación y de concentración a todas vistas indetenible.

Es claro que siglos acumulados de necropolítica han permitido que el estado brasilero adquiera ciertas habilidades. Él sabe que uno de los secretos de este juego es hacer desaparecer los cuerpos. Retirar números de circulación, cuestionar datos, colocar los muertos por coronavirus en otra rubrica, abrir fosas en lugares invisibles. Bolsonaro y sus amigos, llegados desde los sótanos de la dictadura militar, saben cómo operar con esa lógica. El viejo arte de administrar y gestionar la desaparición, que el estado brasilero sabe hacer tan bien. De cualquier forma, there is no alternative. Ese era el precio a pagar para que la economía no detuviese su marcha, para que los empleos fuesen garantizados. Alguien tenía que hacer el sacrificio. La única cosa graciosa es que siempre son los mismos los que pagan. La verdadera cuestión es otra, a saber: ¿quién es aquel que nunca paga por los sacrificios y a la vez sermonea tras un evangelio bastardeado de azotes?

Pues vean qué cosa más interesante. En la República Suicida Brasilera no hay chance alguna de hacer que el sistema financiero vierta sus lucros obscenos en un fondo común para el pago de salarios de la población confinada, ni de implementar un impuesto constitucional sobre grandes fortunas para tener a disposición parte del dinero que la elite vampirizó del trabajo compulsivo de los más pobres. No, esas posibilidades no existen. There is no alternative: ¿será necesario repetirlo una vez más?

Esta violencia es la matriz del capitalismo brasilero. ¿Quién financió la dictadura y la creación de aparatos de crímenes contra la humanidad con los cuales se torturaba, violaba, asesinaba y se hacían desaparecer cadáveres? ¿No había ahí dinero del Banco Itaú, Bradesco, Camargo Correa, Andrade Gutiérrez, Fiesp, o sea, de todo el sistema financiero y empresarial que hoy tiene garantizadas sus ganancias por los mismos que ven nuestras muertes como un problema menor?

En la época del fascismo histórico, el estado suicida se movilizó a través de una guerra que no podía detener. O sea, la guerra fascista no era una guerra de conquista. Era un fin en sí mismo. Como si fuese “un movimiento perpetuo, sin objeto ni objetivo”, cuyos impasses sólo llevan a una aceleración mayor. La idea nazi de dominación no está ligada al fortalecimiento del estado, sino a una dinámica en constante movimiento. Hannah Arendt diría esto: “La esencia de los movimientos totalitarios es que puedan permanecer en el poder mientras estén en movimiento y transmitan movimiento a todo aquello que los rodea”. Una guerra ilimitada que implica la movilización total de todo agente social, la militarización absoluta en dirección a un combate que se torna permanente. Guerra, sin embargo, cuya dirección no puede ser otra que la pura y simple destrucción.

Sólo que el estado brasilero nunca necesitó de una guerra porque siempre fue el gestor de una guerra civil no declarada. Su ejército no sirve para otra cosa que para atentar cada cierto tiempo contra su propia población. Esta es la tierra de la contrarrevolución preventiva, como decía Florestan Fernandes. La patria de la guerra civil sin fin, de los genocidios sin nombre, de las masacres sin documentos, de los procesos de acumulación de Capital hechos a través de balas y de miedo contra quien se movilice en otra dirección. Todo esto aplaudido por un tercio de la población, por tus abuelos, tus padres, por aquellos cuyos circuitos de afectos están sujetos a ese deseo inconfesable de sacrificio de los otros y de sí por generaciones. Pobres de aquellos que todavía creen que es posible dialogar con quien en este momento estaría aplaudiendo a los agentes de la SS.

Porque las alternativas existen, pero si fueran implementadas serían otros los afectos que se pondrían en circulación, fortaleciendo a aquellos que rechazan tal lógica fascista, permitiéndoles finalmente imaginar otro cuerpo social y político. Tales alternativas pasan por la consolidación de la solidaridad genérica que nos hace sentirnos parte de un sistema de mutua dependencia y de apoyo, en el cual mi vida también depende de la vida de aquellos que son parte de “mi grupo”, que están en “mi lugar”, que tienen “mis propiedades”. Esta solidaridad que se construye en los momentos dramáticos les recuerda a los sujetos que participan de un destino común que debe sustentarse colectivamente.

Algo muy diferente del “si yo me infecto es problema mío”. Mentira atroz, porque, en verdad, será un problema del sistema público de salud, que no podrá atender a otros porque necesita cuidar de la irresponsabilidad de uno de los miembros de la sociedad. Pero si la solidaridad apareciese como afecto central, es la farsa neoliberal la que caería, esta misma farsa que debe repetir, como decía Thatcher, que “no existe esa cosa llamada sociedad, apenas existen individuos y familias”. Sólo que el contagio, Margareth, es el fenómeno más democrático e igualitario que conocemos. Este nos recuerda, al contrario, que no existe esa cosa de individuo y familia, que existe la sociedad que lucha colectivamente contra la muerte de todos y siente colectivamente cuando uno de los suyos cree que vive solo.

Como dije antes, las alternativas existen. Pasan por suspender el pago de la deuda pública, por gravar finalmente a los ricos y proporcionarles a los más pobres la posibilidad de cuidar de sí y de los suyos, sin preocuparse por volver vivos de un ambiente de trabajo que será foco de diseminación, que será la ruleta rusa de la muerte. Si alguien supiera realmente cómo hacerlo en las huestes del fascismo, recordaría lo que sucede con uno de los únicos países del mundo que rechaza seguir las recomendaciones para combatir la pandemia: este sería objeto de un cordón sanitario global, de un aislamiento en tanto posible foco no controlado de la proliferación de una enfermedad de la cual los otros países no quisieran contagiarse. Ser objeto de un cordón sanitario global debería ser algo realmente muy bueno para la economía nacional.

Mientras tanto nosotros luchamos con todas las fuerzas para encontrar algo que nos haga creer que la situación no es tan mala, que todo se trata de derrapes y sinsabores de un insano. No, no hay insanos en esta historia. Este gobierno es la realización necesaria de nuestra historia de sangre, de silencio, de olvido. Historia de cuerpos invisibles y de Capital sin límites. No hay insanos. Al contrario, la lógica es muy clara e implacable. Esto ocurre solamente porque cuando es necesario radicalizar siempre hay alguien en este país que dice que todavía no es el momento. Frente a la implementación de un estado suicida sólo nos restaría una huelga general por tiempo indeterminado, un rechazo absoluto a trabajar hasta que este gobierno caiga. Sólo nos restaría quemar las fábricas de los “empresarios” que cantan la indiferencia de nuestras muertes. Sólo nos restaría hacer que la economía pare de una vez utilizando todas las formas de contra violencia popular. Sólo nos restaría parar de sonreír, porque ahora sonreír es consentir. Pero ni siquiera un miserable pedido de impeachment es asumido por quien dice ser parte de la oposición. Sería difícil no acordarnos de estas palabras del evangelio: “Si la sal no sala, de qué sirve entonces”. Debe servir sólo para hacernos olvidar el gesto violento de rechazo que debería estar ahí cuando intentan empujar nuestra carne a su propio cadalso.

Fuentes:                 http://lobosuelto.com/bienvenido-al-estado-suicida-vladimir-safatle/

                                  Texto publicado originalmente en la sección Pandemia crítica de la editorial n-1 edições (n-1

                                  edições.org)

                                 ** Traducción libre: Florencia Carrizo y Franco Castignani para Los ejercicios posibles

                                 FOTO: Renata Molinari, Sin Cuerno, 2019

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El Salvador, un ejemplo en educación alimentaria y nutricional

El Salvador/20 de Noviembre de 2017/Rebeliòn

En el municipio de Atiquizaya, ubicado a 83 kilómetros al norte de la capital de El Salvador, se viene implementado desde el 2013 la iniciativa Escuelas Sostenibles, una referencia de los programas de alimentación escolar sostenibles. 

La iniciativa se lleva a cabo por medio de la articulación entre los diversos sectores relacionados a la alimentación escolar, la participación social, la educación nutricional y alimentaria para la promoción de hábitos saludables por medio de huertos escolares, la adopción de menús adecuados y la compra de productos de la agricultura familiar local para la alimentación escolar.

Todos los días, la alimentación escolar de los estudiantes de 22 centros escolares del municipio se enriquece con los vegetales cosechados en los huertos implementados en las escuelas y con los alimentos producidos por los agricultores familiares de la región.

Esta tecnología social salvadoreña es una de las finalistas del Premio Fundación Banco do Brasil, en la Categoría Internacional.

El Premio busca promover las tecnologías sociales como herramientas de bajo costo y con participación de las comunidades para el desarrollo sostenible. Esta fue la primera edición que contó con la participación de tecnologías internacionales.

Las categorías de la premiación están alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agenda 2030.

Una iniciativa que involucra a todos

En la iniciativa de las Escuelas Sostenibles de El Salvador, las madres preparadoras del refrigerio escolar recibieron capacitación adecuada en temas de inocuidad de alimentos y manipulación apropiada con el fin de promover los hábitos higiénicos dentro de la cocina de cada centro escolar.

Además, se mejoró la infraestructura de cocinas, comedores y bodegas de los establecimientos de enseñanza.

La metodología moviliza a profesores, padres y alumnos, gobierno y sociedad civil para la planificación y la ejecución integradas de las actividades para que la iniciativa alcance su éxito.

El jefe de la Unidad de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Atiquizaya, Moisés Moran Murga, señaló que la iniciativa “permitió la unión de varios actores para promover el desarrollo de la economía local, con la compra de productos de la agricultura familiar, para asegurar una alimentación completa a los niños en edad escolar, así como contribuyó al cambio cultural en la alimentación de las familias”.

Huertos escolares

De 2013 a 2017, por medio de las Escuelas Sostenibles, se implantaron huertos escolares en 22 unidades de enseñanza en Atiquizaya, de los cuales el municipio mantiene 17. Diariamente, alrededor de 30.400 alumnos reciben alimentos, incluyendo frutas y verduras, además de educación alimentaria y nutricional.

Participan 147 asociaciones de productores que suministran frutas, verduras y huevos a las escuelas. El proyecto fue replicado en otros dos municipios del país, Izalco y Jiquilisco.

Premio

Realizado cada dos años, el Premio Fundación BB de Tecnología Social 2017 tiene la cooperación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) y el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), del Banco Mundial, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES). La ceremonia de premiación se realizará el 23 de noviembre, en la ciudad de Brasilia, Brasil.

Los finalistas internacionales recibirán trofeos y un video acerca de la iniciativa, además de participar en el Foro Internacional de Tecnología Social, que se llevará a cabo días 21 y 22 de noviembre, en la capital de Brasil.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=234239

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Citmatel: una tecnología social y educativa.

La única empresa autorizada en la Isla para hacer el registro de dominios se adecua a la actualización económica mediante la prestación de servicios enfocados en la producción y distribución de contenidos cubanos.

Por: : Katheryn Felipe.

Aunque cuenta con casi dos décadas de experiencia, la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados (Citmatel) se ha reinventado a sí misma a partir de los cambios impulsados por la actualización económica cubana.

Ni lenta ni perezosa, la entidad perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente ha hecho suya la perenne tarea de «sostener y desarrollar los resultados alcanzados en el campo de las tecnologías sociales y educativas», según aprobara el 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba.

Los propios Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución llamaban entonces a «diseñar una política integral de ciencia, tecnología, innovación y medio ambiente que tome en consideración la aceleración de sus procesos de cambio y creciente interrelación a fin de responder a las necesidades del desarrollo de la economía y la sociedad a corto, mediano y largo plazo; orientada a elevar la eficiencia económica, ampliar las exportaciones de alto valor agregado, sustituir importaciones, satisfacer las necesidades de la población e incentivar su participación en la construcción socialista, protegiendo el entorno, el patrimonio y la cultura nacionales».

Inmersa en ese contexto y con representaciones en cada provincia del país, la empresa ubicada en la avenida 47 del municipio capitalino de Playa ha asumido la prestación de diversos servicios para responder a las necesidades de sus públicos. En otras palabras, han logrado satisfacer las demandas de sus clientes.

Entre los servicios que Citmatel brinda a la población o a otras empresas, destacan el comercio electrónico; el diagnóstico, reparación y mantenimiento de equipos de computación, accesorios, tabletas, celulares, etc.; y el registro de nombres de dominio, que incluye el otorgamiento de una dirección en Internet y el diseño y hospedaje de sitios web, para lo cual es la única facultada en la Isla.

Uno de los elementos que distingue a esta entidad, según explica la especialista en Comunicación, Mariana Saque, es la comercialización de un software vinculado a la administración de negocios por cuenta propia. Para aquellas personas que incluso no tengan conocimientos de informática, «es una manera sencilla de poder llevar la contabilidad de una iniciativa privada. Mediante un CD, se facilita el llenado de la Declaración Jurada que debe entregarse anualmente a la Oficina Nacional de Administración Tributaria».

De acuerdo con la experta: «Por el módico precio de 80 pesos cubanos se puede adquirir el disco y, de forma gratuita, la actualización y asistencia técnica para usarlo. El programa tiene el valor de mantenerse al día, a tenor con los términos y legislaciones emitidas por el Ministerio de Finanzas y Precios».

Disponible en todas las dependencias del país o en tiendas electrónicas, el innovador software atiende a los cambios que se han estado llevando a cabo en Cuba. Saque asegura que a Citmatel le complace muchísimo el poder contar con un producto tan útil como popular.

Igualmente, hay espacio para lo que tiene que ver con la educación a distancia. A ese tipo de enseñanza responden varios cursos asociados con la tecnología y el medio ambiente, la calidad, la metrología o las ciencias sociales. A través del sitio www.cursoenlinea.cu, se abarcan temas de interés tanto para el mercado nacional como internacional.

A la vez, esas clases son impartidas por entendidos en las diferentes materias, que evalúan y acreditan a los estudiantes, y proporcionan el tiempo de conexión gratis para el acceso al curso. En esa misma línea, plantea Saque: «No convocamos solo cursos a distancia, sino que los llevamos a cabo de forma presencial».

El diseño de videos, spots, banners, sitios web y multimedias promocionales, así como el acceso a Internet y correo electrónico internacional en las salas de navegación constituyen otras de las más relevantes prestaciones de Citmatel.

UN UNIVERSO DE CONTENIDOS VIRTUALES

Enfocada en la producción y distribución de contenidos cubanos, Citmatel abarca los juegos desarrollados por las universidades o por la propia empresa. Tal es el caso de Locus, la aventura del saber, un juego que se centra en la historia de un niño aficionado a la arqueología, que debe encontrar objetos perdidos en la geografía de la Mayor de las Antillas.

«No comprende solo el hallazgo, sino la descripción de cada objeto y su significado para la arqueología cubana o universal. Así garantizamos mucho más que el sano esparcimiento porque ponemos a las personas a pensar y las involucramos concretamente al aprendizaje», refiere Saque.

En ese sentido, han aparecidoQuimito, un juego para la enseñanza de la Química; uno relacionado con la anatomía humana, que se está terminando, y otro que aborda los desastres naturales, que trae consigo el cambio climático. Otros contenidos dirigidos a los niños son algunos programas televisivos y libros para distintas etapas de la niñez. De la misma manera, existen aplicaciones para teléfonos móviles o tabletas.

Al respecto, agrega Marlene Oliva, especialista comercial de la Editorial Citmatel, que una de las novedades recientes ha estado en que no solo se puedan comercializar esos contenidos a través de un CD o DVD, sino que puedan descargarse en memorias flash, en cualquiera de las oficinas del archipiélago.

Asimismo, la mayoría de los documentales y videos están subtitulados en cinco idiomas (francés, inglés, portugués, italiano y español) y, al alcance de un clic, se encuentran los audiolibros que, si bien son únicamente para escuchar, resultan muy cómodos no solo para quienes sufren afectaciones de la vista, sino para quienes viajan de un lado a otro.

EL ESTRENO DE UNA LIBRERÍA VIRTUAL

Otra particularidad de Citmatel yace en la existencia de una librería virtual a su cargo, que engloba en más de 200 libros un mundo de diversas temáticas: desde la educación, hasta la salud, la autoayuda o la naturaleza, que son líneas «que están de moda internacionalmente».

Fundada hace poco más de seis meses, la librería digital www.libreriavirtualcuba.cu permite descargar los contenidos completos o por partes, fundamentalmente en formato pdf.

Eso sí, sus productos «no solo nos diferencian por la variedad, sino por la calidad de contenidos, que son inéditos la mayor parte de las veces». Al tiempo que los autores son estrictamente avalados por un comité editorial de expertos por el que pasa cuanta cosa se pretenda publicar, «se vela por que haya un equilibrio entre lo que se produce y lo que opinan y sugieren los mismos clientes».

La editora cuenta con autores altamente calificados y jóvenes científicos, geólogos, matemáticos, maestros, que prefieren estrenar siempre sus textos con Citmatel. En opinión de Saque: «Los jóvenes que leen a otros jóvenes se motivan más por la lectura o los juegos didácticos y nos garantizan un público exigente».

Además, hay libros de cocina, medicina familiar y personalidades de la historia de Cuba; videos; multimedias; películas o telefilmes, en diferentes formatos digitales.

Oliva destaca la participación de la librería en más de una veintena de ferias internacionales en países como México, Argentina y Uruguay, y otras tantas nacionales. Hasta el momento, acota: «Nuestras propuestas han sido muy bien acogidas».

«Como queremos publicar sobre todo títulos de autores cubanos, firmamos los contratos personalmente o a través de las instituciones a las que pertenecen. Si bien ahora en la capital solo existe el punto de venta en Citmatel, pensamos extendernos a otros lugares», informa la encargada de marketing.

Por otro lado, la web se ha concebido para que sea visualmente atractiva y se apoye en la rotación de los textos y la organización como herramientas. «El sitio es colorido y abre espacio a las novedades. Inauguramos la librería públicamente en la recién concluida Feria Internacional del Libro de La Habana y tuvimos un éxito tremendo porque ofrecimos buenos contenidos en un formato amigable», concluye Oliva.

Fuente: http://www.granma.cu/cuba/2017-03-31/citmatel-una-tecnologia-social-y-educativa-31-03-2017-14-03-52

Imagen: http://www.seti.cu/img/logos_empresas/citmatel.jpg

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