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Microsoft Chile y Universidad Andrés Bello formarán a profesionales en habilidades digitales para los negocios

Microsoft Chile y Universidad Andrés Bello formarán a profesionales en habilidades digitales para los negocios

Vivimos en un mundo que cada día transita a pasos agigantados hacia la transformación digital, el que demanda profesionales altamente capacitados para afrontar con éxito los nuevos desafíos.

Sin embargo, es frecuente pensar que la digitalización depende únicamente de la tecnología y esto es solo una parte de la ecuación. Para tener una visión holística e integral de esta transformación, es necesario sumar otros factores como son las personas, organizaciones, procesos y estrategia de negocio.

Por lo mismo, Microsoft Chile, en alianza con la Universidad Andrés Bello (UNAB), formarán a las nuevas generaciones de profesionales para afrontar con éxito los cambios tecnológicos que se están produciendo en industrias de todo tipo a través del Diplomado en Transformación Digital para los Negocios.

La planificación de este programa, que se imparte en la Facultad de Economía y Negocios UNAB, se presenta en un escenario de gran cambio en las empresas, lo cual impulsa a las personas a adquirir nuevas habilidades digitales, contribuyendo en la generación de nuevas oportunidades e innovación.

Así, el propósito de esta especialización es dotarlos con herramientas, habilidades y destrezas que les permitan a los profesionales líderes del cambio empoderarse con conocimientos reales de la industria 4.0, las soluciones disponibles y también atreverse a ampliar su visión estratégica para lograrlo.

De esta forma, al finalizar su capacitación, cada profesional será capaz de detectar oportunidades, liderar con propiedad los procesos de transformación digital dentro de las organizaciones, independiente de la dimensión y sector productivo. También podrá desarrollar modelos, gestionando una serie de habilidades tecnológicas y las implicancias de privacidad, seguridad, ética, y marco regulatorio.

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Este tipo de iniciativas es parte de los pilares del Plan Transforma Chile, anunciado en diciembre pasado por Microsoft Chile. Para la compañía, el acceso extendido a las habilidades tecnológicas es un importante paso para acelerar la recuperación económica, el desarrollo personal y encontrar un empleo de calidad, una manera de generar más oportunidades para todos los chilenos. De hecho, según estadísticas de Microsoft basadas en datos de LinkedIn, para 2050 se generarán 792 mil puestos de trabajo adicionales en el país en áreas relacionadas al desarrollo de software, análisis de datos, administración TI, Inteligencia Artificial, nube y ciberseguridad, entre otros.

La planificación de este programa desarrollado en conjunto con UNAB se presenta en un escenario de gran cambio en las empresas. Esto impulsa a las personas a adquirir nuevas habilidades digitales, ya que la recapacitación es una de las claves para que la Inteligencia Artificial contribuya a generar más oportunidades.

Fuente de la Información: https://virtualeduca.org/mediacenter/microsoft-chile-y-universidad-andres-bello-formaran-a-profesionales-en-habilidades-digitales-para-los-negocios/

 

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Los avances de China en educación

Fuente del artìculo: https://peru21.pe/opinion/los-avances-de-china-en-educacion-noticia/
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Costa Rica: Tecnología y educación, las claves para la agricultura en Latinoamérica

Centro América/ Costa Rica/ 09.07.2019/ Fuente: www.agritotal.com.

 

Una mayor apuesta en tecnología y educación consolidará a América Latina como el mayor productor mundial de alimentos, afirmó el presidente de CropLife Latin America.

Una mayor apuesta en la tecnología y en la educación de los agricultores consolidará a América Latina como el mayor productor mundial de alimentos, afirmó el presidente ejecutivo de CropLife Latin America, José Perdomo.

«Todo el mundo precisa comida más saludable y más barata«, indicó durante un foro promovido por CropLife Latin America y la Asociación Nacional de Defensa Vegetal (Andef) de Brasil, celebrado en Brasilia y en el que se analizó la agricultura latinoamericana.

El referente destacó el uso de la nanotecnología para mejorar la eficacia de defensivos agrícolas y plaguicidas o la aplicación de la tecnología Crispr, que permite una edición genética que ya ha mejorado la resistencia del arroz a ciertas bacterias o reducido la cantidad de grasas trans o de gluten en otros productos.

El ejecutivo de CropLife Latin America indicó que la industria invierte cada año unos 7.300 millones de dólares en investigación, cifra superior a los presupuestos de países como Costa Rica o Guatemala, lo cual genera un avance tecnológico constante y acelerado, que debe llegar a los grandes como a los pequeños productores. 

Precisó que el 30% de la población mundial trabaja en la agricultura, un sector que incluye a cerca de 500 millones de pequeños productores que a su vez son responsables del 50% de la comida que se consume en el planeta. No obstante, esos pequeños agricultores son los que menos acceso tienen al desarrollo tecnológico, por lo que es necesario adoptar planes que involucren a los sectores público y privado y faciliten su formación.

 El potencial de la región 

Latinoamérica responde por el 13% de la producción agrícola global, el 16% de las exportaciones del sector y atesora el 23% de las tierras cultivables disponibles del planeta, junto el 30% de las reservas de agua dulce y el 25% de los bosques.

Además, aporta el 30% de la carne, el 60% del banano y el 59% del café que se consumen en el mundo, y tiene a Brasil como mayor productor de caña de azúcar, café y jugo de naranja, entre otros alimentos. Argentina lidera la producción mundial de limones, Guatemala la de cardamomo, Perú la de quinua y México la de aguacate, así como Colombia es el mayor exportador de claveles del mundo, entre muchos otros ejemplos citados por el ejecutivo de CropLife Latin America.

Fuente de la noticia: http://www.agritotal.com/nota/39744-tecnologia-y-educacion-las-claves-para-la-agricultura-en-latinoamerica/

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Juventud, tecnología y educación: claves en la transición agrícola

Por: Werner Gutiérrez Ferrer.

El mundo se encuentra a las puertas de la cuarta revolución agraria en la cual las nuevas tecnologías aplicadas están generando un cambio profundo en toda la cadena agroalimentaria. En Venezuela, nos encontramos en los albores de un cambio de gobierno. Pronto tendremos la oportunidad de transitar los senderos que nos permitan traer la agricultura del futuro al presente, otorgándole a nuestros agricultores la merecida y necesaria competitividad en un mercado globalizado, empleando la agrotecnología como base para acometer con éxito, los dos desafíos apremiantes a los que nos enfrentamos.

El primero de ellos, el más urgente, el disponer de 62.000 toneladas por día de alimentos de calidad, nutritivos e inocuos cosechados en nuestros campos para lograr alimentar 31 millones de venezolanos, 94 % de los cuales no cuenta con ingresos para cubrir la canasta alimentaria, por lo que se encuentran sumergidos en la pobreza y el hambre.

El segundo, no menos importante, partiendo de la cooperación y del otorgamiento de financiamiento por parte de los organismos multilaterales, al concretarse el cambio de gobierno, tenemos la obligación ineludible de refundar nuestra economía, convirtiéndonos en una nación agroexportadora, sólida y diversificada, no dependiente únicamente de las divisas petroleras, para lo cual debemos alcanzar un crecimiento anual sostenido sobre el 6 % del PIB agrícola, durante la próxima década.

Afortunadamente, como una de nuestras fortalezas tenemos el ser un país joven, aproximadamente el 43 % de nuestra población es menor a los 24 años de edad, lo cual nos coloca en una posición privilegiada para con profundo optimismo, junto a ellos, dar un paso al frente por la Venezuela que nos falta por cultivar y criar.

Nos esperan 50 millones de hectáreas de tierras con potencial para la agricultura vegetal, animal, forestal y acuícola, en cuyos lares aún permanecen negados a rendirse valientes jóvenes, tercera o cuarta generación de familias de productores, o hijos de trabajadores del campo. En sus almas está encendido el deseo infinito de ver germinar la nueva Venezuela agrícola, en la cual estamos dispuestos a asumir el reto de antes del 2040, el duplicar la producción agrícola registrada en nuestros mejores años, mientras que en algunos rubros, el reto será mayor.

Un desafío a considerar en el diseño de esa nueva Venezuela, es cómo revertir las migraciones internas de nuestros campos sufridas durante casi un siglo de explotación petrolera. Para 1936 la población rural representaba un 65%, casi doblada a la urbana, que apenas alcanzaba 35%. Para inicios del presente siglo, la relación porcentual estaba cercana a 80 % en las ciudades y 20% en nuestras zonas agrícolas.

Adicionalmente en los últimos años el proceso de despoblamiento rural se ha incrementado como consecuencia de la crisis del país. De nuestras fronteras han emigrado cerca de 4.0 millones de personas, un significativo porcentaje, son profesionales de las ciencias del agro y mano de obra calificada del sector. Revertir este proceso requerirá, además de garantizar condiciones dignas de habitabilidad en los municipios agroproductores, el ofrecerles oportunidades de inserción exitosas en la nueva economía agrícola que se desarrollara desde el mismo momento de la restauración de las libertades políticas y económicas bajo un nuevo gobierno.

Indispensable en la labor de reconstrucción nacional será llamar la atención del venezolano sobre la importancia de diseñar un sistema agroalimentario robusto, entendiendo que la agricultura es un negocio, y como tal hay que garantizarles a los productores una justa rentabilidad por el noble esfuerzo realizado. Para enfrentar los retos por venir, debemos apoyarnos en el bagaje del sector agroproductivo privado, con demostrada experiencia en satisfacer la demanda de alimentos, cuando en el pasado logró producir el 80 % de los requerimientos del país.

En la Venezuela por germinar, es indispensable el llevar las nuevas tecnologías a nuestros campos para hacer más fácil la vida del productor, mejorando los rendimientos de sus cultivos y rebaños de una forma sostenible, y una mayor rentabilidad de sus unidades de producción. Toda esta transformación que estamos llamados a generar en la transición agrícola venezolana servirá sin duda para que las nuevas generaciones se interesen aún más por la agricultura.

El resultado a alcanzar dependerá igualmente en gran medida de la mejora y actualización significativa del proceso educativo a todos los niveles. La recuperación de las 140 escuelas técnicas agropecuarias distribuidas en la geografía nacional, la actualización de las carreras de las ciencias del agro y del mar que se imparten en universidades, y el justo reconocimiento a la labor de los profesionales del sector, será clave importante para las metas que nos hemos propuesto. Tomemos como referencia de nuestra posibilidades de éxito el ejemplo de la Argentina, nación que en los últimos 25 años, su producción agrícola creció un 300% gracias al uso de tecnología, pasando de 40 a 120 millones toneladas por año. ¡Sí se puede!

Fuente del artículo: http://www.correodelcaroni.com/index.php/opinion/1331-juventud-tecnologia-y-educacion-claves-en-la-transicion-agricola

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Entrevista con Nicholas Burbules No culpes al celular (en el aula)

Por: Ines Hayes.

 

El experto en educación, de paso por la Argentina, habló sobre cómo integrar la tecnología al proceso educativo de forma productiva.

Cuáles son los desafíos que plantea la tecnología a la educación?¿Cómo incorporarla para potenciar el conocimiento en las aulas? ¿De qué manera pueden aportar los jóvenes a esta nueva forma de enseñar y aprender? El especialista Nicholas Burbules, doctor en Filosofía de la Educación de la Universidad de Stanford, invitado para el ciclo Ideas que organizó la Secretaría de Cultura de la Nación analizó esas cuestiones.

–¿Por qué en general se le tiene miedo al celular dentro del aula?

–Es un problema real porque es una fuente de posible distracción y fuente de trampa en los exámenes. Eso es real. Pero la prohibición no es una buena estrategia, no es un buen enfoque. Tengo como regla nunca decirle a la gente lo que debe hacer. Hay diferentes formas de utilizar el celular de forma educativa y productiva. En el aula nos permite traer el conocimiento que adquirimos fuera del aula dentro de la clase y lo que aprendemos en el aula poder llevarlo hacia afuera. El celular se puede usar educativa y productivamente parte del día y como parte de la currícula, no permanentemente. La prohibición total no es buena estrategia porque estamos perdiendo una gran oportunidad educativa. Si lo usamos correctamente en términos educativos no es una distracción. Pero como les digo a mis alumnos y profesores con los que trabajo: la tecnología más importante se produce cuando uno está desconectado, cuando se está alejado de la fuente tecnológica. Con el tiempo, estas tecnologías van a ser parte de la vestimenta de las personas, como los anteojos o los relojes: más que prohibirlo hay que integrarlo al proceso de aprendizaje.

–Usted recomienda que los docentes retomen el uso y los saberes que los chicos de primaria y secundaria hacen del celular, de los blogs, de los contenidos que publican en internet.

–Es una gran oportunidad para que los profesores puedan aprender de los alumnos. Pero es un tipo de relación diferente la que se promueve y algunos profesores no se sienten muy cómodos con esto, pero me parece que estaríamos perdiéndonos una gran oportunidad de hacer de esto una experiencia más exploratoria y experimental de manera conjunta entre alumnos y profesores.

–¿Hay experiencias de otros países que combinen el conocimiento de los docentes con el conocimiento de los alumnos sobre tecnologías?

–Nosotros somos los expertos en un campo determinado pero los alumnos son los expertos en temas de tecnología y conocen sus propios intereses. Es una oportunidad para cambiar el modo en que enseñamos, para tener una mayor capacidad de respuesta a cuestiones que les interesan a nuestros alumnos. Me gusta hablar de los alumnos como objetos en movimiento; y se mueven bastante rápido. Hay que estar a la altura para poder alcanzarlos. El maestro es el experto, pero ellos nos pueden ayudar a ver nuevas formas de poder enseñarles, poder responder a sus intereses y conectar con quienes ellos son. Hay un gran filósofo y pedagogo estadounidense, John Dewey, que hace cien años indicaba que los profesores, por lo general, intentan ver cómo hacer atractivo a los alumnos lo que quieren enseñar y que, en realidad, lo que debería hacerse es al revés, ver cuál es el foco o interés de los alumnos y cómo utilizar eso en beneficio de lo que se quiere enseñar. Ir a donde están los alumnos. Creo que si esto se aplicara sería muy valioso. Es verdad que los alumnos tienen mucho conocimiento de la tecnología, les interesan las redes sociales, los blogs, Twitter, Snapchat y ellos nos pueden ayudar a ver cómo presentar la materia de manera tal que quieran involucrase con los conocimientos que uno trata de impartir. Esto nos permitiría poder lograr los objetivos como profesores y hacerlo aún mejor, porque un gran problema es cómo motivar a los alumnos y no es que los alumnos no están motivados porque tienen sus motivaciones. El tema es cómo ir al encuentro de esas motivaciones.

–¿Y cómo se lograría esto en países donde el acceso a la tecnología es muy desigual?

–Es un problema el de las inequidades y porque así como reconocemos que la posibilidad de acceso a la tecnología es una ventaja competitiva, la brecha se hace más amplia entre aquellos que no tengan acceso en ciertas zonas más remotas donde no hay Internet, y aquellos que sí lo tienen. Las inequidades se van a ir ampliando.Existe también la posibilidad de hacer un mal uso de los recursos aun teniéndolos. Hace no mucho visité un colegio de acá, de la Argentina donde el gobierno le había dado una laptop a cada chico. Y noté que los routers estaban desconectados, le pregunté a los profesores y a la directora por qué y me contestaron que era porque no querían que los chicos accedieran a Internet, con lo cual alguien había gastado un montón de dinero en equipamiento de última tecnología que no se usaba: no es solo una cuestión de tener acceso y posibilidades, sino que es una cuestión también de calidad, del tipo de acceso. No sirve uno sin el otro.

–Hoy los chicos –nosotros también– usamos cada vez menos las computadoras y muchos más los celulares.

–Mi hijo, que tiene 18 años, escribe sus papers en el celular. No entiendo cómo lo hace, pero la realidad es que el soporte importa cada vez menos porque lo que importa es el acceso a la nube, a Internet. El soporte es un medio para algo más importante. Yo hablo sobre el aprendizaje ubicuo, es decir, la portabilidad (la posibilidad de llevarlo de un lado a otro): un joven tiene más posibilidades de salir de su casa sin los pantalones que sin su celular. La relación, el vínculo con el dispositivo no es como el vínculo con la computadora. A ellos lo que le interesa del dispositivo es que les permite acceder a sus áreas de interés, sus aplicaciones, sitios, redes de comunicación. No les importa el formato porque de hecho esto está mutando, cada vez estarán más integrados en lo que tenemos puesto. La característica importante de la tecnología es que es móvil, que nos permite llevarla a todas partes y está integrada de maneras cada vez más impensadas en nuestra vida cotidiana.

–¿Qué opina de que chicos chiquitos tengan celular propio, a los 8 años por ejemplo?

– Se van a sorprender, pero tengo un pensamiento bastante conservador al respecto porque con los chicos más chiquitos puede haber problemas de desarrollo por el uso excesivo de la tecnología. Mi hijo tuvo acceso a la tecnología más de grande, pero tengo una sobrina de 2 ó 3 años y ya está con el celular de sus padres jugando permanentemente conectada. Creo que la exploración de la tecnología está bien pero no hay que generar esta extremada dependencia en el dispositivo en chicos tan chiquitos porque hay cosas que tienen que aprender que no son parte de la tecnología, como escribir de puño y letra, leer un libro de verdad. Los adolescentes son un terreno más difícil porque ya están haciendo sus elecciones pero en mi opinión hay que reducir lo más posible la interacción con la tecnología, inclusive para nosotros, para todos. Hay que tratar de estar desconectados más seguido.

–En relación al ciberbullying ¿cuál es su opinión?

–El bullying existió siempre, desde antes de la tecnología. Es parte del universo del colegio, es parte de la vida, no es algo nuevo. Muchos padres tienen esta preocupación legítima pero la realidad es que no hay que prohibir el acceso a esos entornos, sino brindarles las estrategias correctas para saber cómo lidiar con esas potenciales amenazas porque no protegemos a una persona bloqueando el acceso a esos ámbitos. Mi hijo también lo sufrió pero adquirió una estrategia bastante sofisticada en cuanto a la protección de su identidad en las redes, más sofisticada que las mías. Tiene mayores recaudos que los que puedo llegar a tener yo. Para mí se trata de eso, del aprendizaje de estrategias, tanto para adultos como para jóvenes, porque el bullying existe en todos los ámbitos: en el ámbito laboral, en el académico. Yo trabajo en la universidad y allí también sucede; es mejor ayudarlos a desarrollar estrategias para protegerse.

Fuente de la entrevista: https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/culpes-celular-aula_0_5U5faU7k1.html

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Tecnología y educación, un reto para Nicaragua

América Central /Nicaragua/laprensa.com.ni

En el mundo de hoy, la tecnología es fundamental para el crecimiento y desarrollo económico de un país, ya que le permite producir de manera competitiva. Algunos países de la región ya llevan años siguiendo esa tendencia en la que iniciaron incluyendo tecnología en su educación. Nicaragua está incursionando en ello, pero todavía a través de iniciativa privadas y no como política educativa a nivel país, decisión que a juicio de algunos expertos, es urgente.“En el caso de Nicaragua tenemos un problema. Tenemos una estructura productiva con bajo nivel tecnológico y baja diversificación productiva. Más de 77% de nuestros productos de exportación tienen bajo valor agregado y nuestro sistema educativo no está acorde con las cadenas de valor tecnológico a nivel internacional”, manifestó el economista Luis Murillo.

Agregó que el país sigue dependiendo de vender productos de bajo valor agregado y aunque tenemos las maquilas, que tienen algunos elementos tecnológicos, “el problema es que la maquila es sólo uno de los eslabones de las cadenas internacionales y en el caso de Nicaragua, debido al nivel educativo y el bajo nivel tecnológico, prácticamente no están generando mayor valor agregado, sólo están sirviendo como ensamble y aprovechamiento de la mano de obra barata”.

El experto considera que debe haber una coordinación entre el sistema educativo y el sistema económico productivo orientado a la tecnología, ya que en la actualidad los países que dominan las tecnologías son los que tienen mayores niveles de crecimiento y desarrollo económico. “No podés tener un sistema productivo tecnológico si tenés un capital humano que no está capacitado”, enfatizó.Para Delvin Díaz, ingeniero mecatrónico y vicerrector de promoción y desarrollo de la Universidad Tecnológica La Salle, carreras tecnológicas como la mecatrónica tiene grandes oportunidades para que las empresas puedan automatizarse y hacer más eficientes sus propios procesos para ser competitivos a nivel nacional e internacional. “Sin la mecatrónica, prácticamente las empresas no invierten en tecnología de futuro, se están quedando con procesos mecánicos obsoletos, con la mecatrónica garantizan incluir nuevas tecnologías, nuevos procesos, nuevos jóvenes preparados para este tipo de tecnología que actualmente, sin ellos las empresas seguirán quedando rezagadas”, dijo.

Algunos esfuerzos privados

En ese sentido, países de la región y el mundo entero han desarrollando la robótica educativa como eje fundamental para formar talento humano atendiendo las tendencias mundiales en los sectores productivos. En Nicaragua aún no existe una iniciativa gubernamental para incluirla en el pensum educativo, sin embargo, a nivel de iniciativas privadas y empresariales se están realizando importantes proyectos. La Fundación Zamora Terán, la universidad Tecnológica La Salle y Comtech, son algunas de las instituciones que están realizando significativos esfuerzos para impactar positivamente la educación en Nicaragua y con ello, al país.Fundación Zamora Terán implementa un modelo educativo con doce programas que se fortalecen a través de la programación y la robótica humanizadora y cuya plataforma permite beneficiar a 172 escuelas compartiendo los conocimientos necesarios en programación en bloque que permite a los estudiantes la articulación con robótica y su aprovechamiento en el proceso educativo. Este año se han beneficiado más de 300 niños y niñas de diferentes escuelas.Los resultados han sido excelentes. Actualmente cuentan con diversos proyectos de robótica educativa mediante la programación de objetos creados por los estudiantes. Asimismo, desde el 2016, los esfuerzos se han materializado en el Centro de Innovación FZT, un espacio creativo de impacto social.

ULSA con importantes carreras tecnológicas

Por su parte, la Universidad Tecnológica La Salle, de León, tiene una propuesta educativa que “trata de ir dando respuestas a las necesidades tecnológicas aun no cubiertas en su totalidad por personal local para Nicaragua, ya que en algunos países de Centroamérica ya se han iniciado a dar estos procesos”, dice su rector, Manuel Orozco Calderón. ULSA ofrece ingenierías en Cibernética electrónica, Gestión industrial, Mecánica y energías renovables, Mecatrónica y sistemas de control.Agregó que la ingeniería en Mecatrónica y Sistemas de Control, una de las carreras que se imparten, quiere procurar un perfil de salida para que los ingenieros puedan realizar tareas especializadas en el diseño de sistemas de control programado para procesos de manufactura, diseños inteligentes, automatización de sistemas e integración de dispositivos electrónicos, hidráulicos, neumáticos, sensores e interfaces computacionales programables.Esta universidad incluye la robótica en el plan de estudios de Ingeniería en Cibernética Electrónica, Ingeniería Mecatrónica y sistemas de Control. Los jóvenes graduados realizan prácticas profesionales en las empresas y de esa manera el empresario nacional va descubriendo los nuevos ingenieros. “Para la empresa internacional es mucho más rápido su identificación porque ya conocen los perfiles de las carreras puesto que en otros países ya llevan muchos años de experiencia en dichas carreras”, expresó el rector, quien opina que en tecnología, “hay tanta presión internacional que ya Nicaragua no puede quedar fuera de este entorno. Mecatrónica, Energía, Eficiencia energética, son temas que llegaron para quedarse y hay grandes oportunidades como país, pero depende de toda una articulación”, añadió.

Comtech, abanderado de la inclusión de tecnología en la educación

Otra iniciativa importante a nivel empresarial es la que lleva a cabo Comtech promoviendo el uso de la robótica educativa en el país, para lo cual ha capacitado y certificado a docentes escolares y universitarios a nivel nacional; adquirió la franquicia de WRO en Nicaragua y ha organizado dos Olimpiadas Nacionales de Robótica y la participación del país en la Olimpiada Mundial el año pasado con muy buenos resultados a pesar de que era la primera participación de Nicaragua.Comtech también ha firmado convenios y alianzas estratégicas con 18 colegios privados, organismos dedicados a la educación, como Plan Internacional; la Arquidiócesis de Managua, que aglutina a más de trescientos colegios con 34 mil alumnos y cinco mil docentes; y realizó una importante donación para hacer realidad el primer Laboratorio de Robótica.Convencidos de que incluir la robótica educativa y fomentar en los niños y jóvenes el gusto por carreras tecnológicas es fundamental para desarrollar las habilidades del siglo XXI y reducir las brechas que tenemos en la región, Comtech también innovará con una plataforma educativa  virtual enfocada a docentes  y que permitirá que el pénsum que rige a Nicaragua contenga un aspecto colaborativo a través de una metodología STEAM.

Falta mucho por hacer

Sin embargo, a juicio de Ernesto Varela, Gerente General de Comtech, todos estos esfuerzos son sólo un grano de arena en un terreno en el que hay todavía mucho por hacer. Opina que el impacto de la robótica hasta ahora es casi nulo puesto que solamente algunos colegios y universidades la han adoptado, de todo el universo estudiantil a nivel nacional, que ronda los 1.6 millones de estudiantes en aproximadamente 11 mil colegios.“Cuando hablemos de al menos cien mil estudiantes alcanzados por la robótica y al menos diez mil docentes preparados para impartir las clases, ya podemos hablar de un impacto. La información se ha expuesto, los beneficios son reales, conocemos la experiencia regional, pero falta que el país tome la decisión de incluir la robótica como eje educativo y de preparar a nuestros docentes y alumnos para que las materias de matemáticas, física, geometría y calculo se impartan únicamente con herramientas de robótica educativa. Ese es un paso necesario que no se ha dado”, dijo.

Fuente; https://www.laprensa.com.ni/2018/11/01/contenido-patrocinado/2491069-2491069

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La tecnología se multiplica, las aulas suman

Ecuador / Autor: Fander Falconí / Fuente: El Telégrafo

La imprenta se inventó en China hace mil años. Allá se usaba para difundir las normas morales de Confucio. Los mongoles, tras conquistar China, llevaron el artefacto para hacer barajas, con el fin de distraer a sus soldados entre batalla y batalla. Así fue como Gengis Kan introdujo el invento en Europa.

El siglo XIII los monjes europeos empezaron a usarla para reproducir estampas, hasta que algunos emprendedores (entre ellos Gutenberg de Maguncia) adaptaron la imprenta para publicar libros hacia 1450. Menos de un siglo después, ya había imprenta en México, la primera en Hispanoamérica. Sin embargo, la educación no mejoró enseguida. Más de medio milenio después de la impresión de la Biblia de Gutenberg, todavía hay analfabetos en el mundo.

La tecnología, por sí sola, no garantiza mejoras en la educación. En nuestros tiempos, aunque un nuevo teléfono inteligente asiático llega a Ecuador en pocas semanas, tampoco hay que atribuir milagros a la tecnología. Claro que podemos mejorar la educación con computadoras portátiles y teléfonos inteligentes, pero solo si democratizamos el acceso a todos los estudiantes y capacitamos a los docentes en su uso óptimo. Así como la introducción de libros impresos obligó al alumno a dejar de ser solo oyente y empezar a ser lector a tiempo completo, las nuevas tecnologías exigen más razonamiento propio y menos aceptación pasiva.

El siguiente paso es empezar a generar contenidos educativos propios. Eso exige nuevas propuestas pedagógicas y metodologías adaptadas a nuestros ámbitos culturales. Lo más importante a corto plazo, no obstante, será dar una forma atractiva a esos contenidos. Implica pericia en publicidad, además de la experiencia pedagógica. También significa intercambiar experiencias educativas y procesos con otros países latinoamericanos. Compartir la misma lengua es una ventaja que permite ese intercambio inmediato y la cooperación rápida. Solo si tiene impactos positivos en la calidad y en la cobertura de la educación ecuatoriana, vale la pena incorporar las nuevas tecnologías.

Desde hace algún tiempo se habla de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y hoy se han sumado nuevas siglas. Son valiosas esas siglas para ahorrar tiempo en las discusiones entre expertos, pero no tanto si queremos comunicarnos con toda la sociedad. Pocos distinguen entre TIC, TAC (Tecnologías del Aprendizaje y Conocimiento) y TEP (Tecnologías del Empoderamiento y la Participación).

La mayoría de jóvenes conoce los dispositivos electrónicos de hoy y más los distingue por sus nombres en inglés: all-in-one, laptop, tablet, smartphone. Los mayores, no tanto y no todos. ¿Cuántas personas conoce usted que han sido catalogadas como ‘peleadas’ con la tecnología? Por eso, debemos acelerar la introducción apropiada de las nuevas tecnologías en el aula. Porque la tecnología se multiplica (progresión geométrica), mientras las mejoras en la calidad de la educación se suman (progresión aritmética). Para mejorar la educación, hace falta una voluntad social decidida por la democracia.

Fuente del Artículo:

http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/la-tecnologia-se-multiplica-las-aulas-suman

Fuente de la Imagen:

http://noticias.universia.net.mx/educacion/noticia/2016/02/15/1136272/presente-futuro-tecnologia-educacion-segun-nmc-horizon-report-2016.html

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