Por: Miguel Ángel Morffe Peraza/ Observatorio de Innovación Educativa
La educación ha formado parte de la historia de la humanidad, vinculándose a orientaciones filosóficas, culturales, sociales y políticas que han propiciado el proceso de inserción del ser humano en la sociedad a fin de contribuir con el progreso y el desarrollo. Cuando prevalece la crisis económica y política en un país como en el caso de Venezuela, esta situación merece ser considerada por el impacto negativo y las graves consecuencias sociales, además del deterioro constante que la educación sufre en todos sus niveles. Aún inmersos en esta realidad, es necesario impulsar la creatividad y la innovación como estrategias que permitan apoyar el esfuerzo de los estudiantes en su preparación profesional.
En este contexto la educación superior ha transitado durante la última década por complicaciones que lejos de mejorar muestran rasgos preocupantes. Desde cifras que generan alarma en cuanto al abandono escolar por parte de los jóvenes que emigran hacia otros países en búsqueda de oportunidades, hasta las reducidas opciones que tienen las instituciones de educación superior para solventar la crisis presupuestaria.
«Proporcionar educación en un escenario desfavorable como es la crisis, se ha convertido en un reto para quienes tienen el deber de educar y una experiencia que mide su entereza, profesionalismo y capacidad de adaptar las estrategias pedagógicas a las nuevas realidades.»
Según cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida 2017, realizada por la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Simón Bolívar, durante el año 2017, el 60% de los estudiantes universitarios han abandonado sus estudios para irse a trabajar y tan solo la mitad de quienes egresan de la educación media logran ingresar a la universidad. De igual manera, de acuerdo al Dr. Nicolás Bianco, Vicerrector Académico de la Universidad Central de Venezuela, las universidades venezolanas están a punto de colapsar debido al abandono por parte de muchos docentes. A esta realidad se suma la ausencia de recursos para la investigación y el equipamiento de las infraestructuras y herramientas tecnológicas.
Ante este escenario adverso, la motivación y la creatividad forman parte de las estrategias que deben considerar quienes aún permanecen cumpliendo roles ya sea de educador o de estudiante. Las acciones de motivación están enfocadas a reducir el impacto de la crisis que se refleja en la no asistencia a clase y la desmotivación, buscando superar los obstáculos que representan la falta de transporte público y la necesidad de trabajar para cubrir los costos de la hiperinflación.
Estas acciones sugieren actividades flexibles y colaborativas donde la creatividad esté presente. Gran parte de estas actividades se realizan a través de las redes sociales y en comunidades de Google+, las cuales permiten que los estudiantes participen dada su facilidad para ingresar e interactuar en la plataforma, sin los inconvenientes propios de las debilidades del Internet en Venezuela.
El uso de estas herramientas tecnológicas como alternativa a los recursos tradicionales, se debe a que el servidor que utiliza la universidad falla debido a los constantes cortes de luz que se producen en esta región del país. La dinámica que seguimos en la comunidad de Google+ es que se establecen debates sobre temas previamente indicados por el profesor, reflexiones sobre lecturas y videos, así como asignaciones de las aportaciones que deberán realizar los estudiantes.
“Educar en crisis involucra realizar cambios pedagógicos, instrumentales y de pensamiento para afrontar las adversidades y promover la creatividad en el espacio universitario.”
Buscando cumplir con el programa, se aplica la modalidad de aula invertida junto a foros virtuales en los que estudiantes y el docente discuten sobre diversos temas. Además los alumnos realizan representaciones sobre un tema designado previamente en un documental o vídeo en el que manifiesten y planteen sus argumentos sin restricciones de tiempo, aplicaciones o medios utilizados. En algunos casos, para expresar sus ideas han utilizado grafitis, que son otro medio más para valorar su creatividad e imaginación. Estas estrategias permiten mantener la cohesión en el grupo y extraer muchas ideas y propuestas que tienen los alumnos muchas veces reprimidas y en las que desahogan gran parte de sus frustraciones.
La implementación de aula invertida permite utilizar de mejor manera el tiempo en el que asisten los estudiantes de forma presencial a la universidad, en actividades para reforzar y complementar su aprendizaje.
En cuanto al rendimiento y la participación de los alumnos, los resultados han sido satisfactorios. Muestra de ello es la culminación de un 75% del total de los estudiantes decididos a continuar sus estudios en el siguiente ciclo escolar.
Educar en crisis se ha convertido en un reto para quienes tienen el deber de educar y una experiencia que mide su entereza, profesionalismo y su capacidad de adaptar las estrategias pedagógicas a las nuevas realidades. Para los millones de jóvenes que anhelan superarse, la crisis se ha convertido en su principal reto. Implementar acciones fuera de los rígidos parámetros de la educación en Venezuela es una práctica que los ayudará a mejorar sus capacidades y habilidades, desarrollando sus competencias con sacrificio, pero con mucha creatividad.
La implementación del binomio motivación-creatividad es una acción que constantemente está en cambio y que comparto con el resto de los docentes y autoridades que buscan reducir el impacto de la crisis en las aulas de clase. Cualquier aporte será bienvenido, así como las interrogantes que se pudieran presentar.
Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-bits-blog/educar-en-tiempos-de-crisis