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La pandemia como catalizador de una nueva cultura laboral

Por: Paola Estrada Villafuerte

El trabajo remoto está forzando un cambio en la rutina laboral y muchas personas se están planteando si desean regresar a la oficina cuando el confinamiento termine.

Millones de trabajadores y trabajadoras están participando en un experimento sin precedentes que ha transformado la manera en vemos la oficina. Según una encuesta realizada por Gallup, el 62 % de los americanos empleados dicen que han trabajado desde casa durante la crisis sanitaria, un número que se ha duplicado desde mediados de marzo. Incluso, empresas como Nationwide Insurance ya adoptaron estas medidas y han decidido hacer de los turnos de trabajo remoto una modalidad permanente.

Muchas personas se preguntan si estos cambios establecerán un precedente para el nuevo futuro del trabajo de oficina tal y como lo conocemos. Business Insider prevé que el concepto mismo se transformará de un lugar al que vas todos los días a un centro más bien pensado para reuniones y trabajo colaborativo. Bajo este nuevo concepto, el resto de tu semana laboral probablemente será llevada a cabo en tu propio hogar, siendo que diversas firmas de arquitectos ya se encuentran diseñando los planos de oficina del futuro cercano y las compañías están discutiendo cuánto espacio de oficina realmente necesitan. “El regreso a la oficina probablemente estará marcado por dos olas: antes de una vacuna y después de una vacuna. A corto plazo, las oficinas se sentirán más vacías que antes a medida que las personas regresen por turnos a lugares de trabajo con más espacios privados, cubículos separados por pantallas de plástico y pasillos señalizados para el tráfico de una sola dirección. A largo plazo, la oficina podría convertirse en la columna vertebral social de una empresa, mientras que el trabajo individual centrado se llevará a cabo de forma remota», plantea Alex Nicoll.

“A medida que se intensifica el impulso para reabrir la economía del país, también lo hacen los sentimientos de temor ante la idea de regresar a la oficina”.

Desde que las personas se están adaptando a sus rutinas dentro del hogar, las playlists de lo-fi hiphop en Spotify para acompañar el home office se vuelven cada vez más populares y muchas personas desean que este cambio sea un estilo de trabajo que se mantenga después de la cuarentena. Encuestas revelan que tres de cada cinco trabajadores estadounidenses que han realizado su trabajo desde casa durante la pandemia preferirían continuar trabajando de forma remota tanto como sea posible.

¿Cuáles son los beneficios del home office?

Varias personas han encontrado que sus niveles de productividad y eficiencia han mejorado durante su acercamiento al teletrabajo. “A medida que se intensifica el impulso para reabrir la economía del país, también lo hacen los sentimientos de temor ante la idea de regresar a la oficina”, dijo el profesor y antropólogo, Jeff Anderson para The New York Times. Los que mejor se han desarrollado trabajando vía online, temen que los beneficios encontrados desaparezcan una vez termine el confinamiento.

Un estudio realizado por IBM el pasado mes de abril, donde se encuestó a más de 25,000 estadounidenses, explica los cambios en el comportamiento personal resultantes de la crisis. Se demostró que tres de cada cuatro trabajadores indican que les gustaría continuar trabajando remotamente al menos ocasionalmente, mientras que más de la mitad, el 54 por ciento, quisiera que esta sea su forma principal de trabajo.

Esta modalidad online, además de ser preferida por muchos, también ha sido señalada por varios expertos como una vía alternativa más saludable a la oficina habitual. Estudios revelan que los trabajadores remotos a tiempo completo son un 22 % más felices que aquellos en oficinas presenciales. También reportan una mejor concentración, menos estrés y un 43 % de mayor productividad. Además, el trabajo desde casa no sólo ofrece aspectos positivos a los trabajadores, siendo que las empresas pueden ahorrar en la renta de menores espacios para las oficinas de reuniones ocasionales.

Algunos de los beneficios que The New York Times atribuye al home office son:

  • Ahorro en vivienda y transporte, dado que al laborar en línea se les permite vivir fuera de la ciudad.

  • Menos tiempo en el tráfico, constantemente relacionado a mayores índices de estrés y contaminación.

  • Mayor productividad.

  • Por supuesto, menor riesgo de contagio.

El teletrabajo y la interacción social

Por otro lado, mientras que el trabajo remoto representa una gran opción para familias primerizas, personas con discapacidades y para quienes viven en zonas retiradas, algunos no están totalmente convencidos con este nuevo sistema. A pesar de las ventajas que ofrece, también hay estudios que demuestran que la productividad extra que provee el teletrabajo, también trae consigo bajas en la creatividad y el pensamiento innovador, ya que trabajar aisladamente puede llegar a ser solitario. Muchas de las personas que no se encuentran maravilladas con el home office, reportan una mayor dificultad a la hora de separar el hogar del trabajo. “Falta un elemento de interacción social que es realmente importante”, dijo Laszlo Bock, director ejecutivo de Humu, una nueva empresa de recursos humanos de Silicon Valley.

Desafortunadamente, la normativa sexista dentro de la oficina también se hace presente en el trabajo remoto. En reuniones por videollamada, muchas mujeres se ven constantemente interrumpidas e ignoradas. «Me interrumpen como tres veces y luego trato de hablar de nuevo y otras dos personas están hablando al mismo tiempo interrumpiéndose mutuamente», dijo Mallick, jefa de diversidad e inclusión de la empresa de bienes de consumo, Unilever.

Trabajo remoto y homeschooling

A esto podemos agregar la muy distinta experiencia que están teniendo las familias con hijos con el trabajo remoto, quienes están haciendo frente al reto de la educación desde casa mientras que al mismo tiempo deben cumplir con las obligaciones de la oficina y del trabajo doméstico. En un panorama donde las mujeres son quienes llevan a cabo la mayoría de las labores domésticas, las madres del hogar están experimentando estas dificultades de manera más aguda. Ann Vegdahl, quien trabaja en la academia en la ciudad de Nueva York, y su esposo, ingeniero de software, tienen un hijo de dos años y ella está embarazada de siete meses. Antes de la pandemia, su hijo generalmente estaba en la guardería durante las ocho horas laborales, pero ahora los tres están en casa juntos. Ahora, Vegdahl estima que solo está logrando entre el 40 y el 50 por ciento de su carga de trabajo habitual, así lo plantea para Vox.

Algunas madres trabajadoras se ven envueltas en la forzosa priorización de empleos. «¿Qué reunión es más importante a las 10 a.m.? Es como pelear sobre qué película vas a ver, pero con tu trabajo y tu ego y tu bienestar mental en juego», mencionó Nan Krafft. Según la doctora Alina Salganicoff, directora de política de salud de la mujer en Kaiser, las mujeres algunas veces suelen ganar menos dinero debido a las responsabilidades laborales domésticas, lo que significa que cuando las parejas deben decidir qué trabajo será afectado, es más probable que sea el de ella.

“Para que el trabajo remoto sea exitoso, los empleadores deben proporcionar el equipo adecuado y soporte extra”.

Los retos para las familias que cuentan con el privilegio de trabajar desde casa se han vuelto una nueva realidad y estos se disparan aún más en familias monoparentales, niños con necesidades especiales, aquellas que no tienen hogar y personas  para quienes el teletrabajo no es una opción. Si agregamos factores como la crisis financiera actual y la falta de equipo necesario para trabajar online, la brecha equitativa se abre aún más.

Se debe señalar que el home office ha sido un escenario inalcanzable para todos los trabajadores de salud, personal de emergencias y supermercados, considerados personal esencial. También, para los más de 30 millones de americanos que han perdido su trabajo y los 346 mil empleos reportados por la STPS en México que se han visto recortados y desafiliados del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado).

El trabajo remoto requiere equipo y soporte adecuados

Definitivamente, la empleabilidad remota es un modelo que no muchos pueden darse el lujo de experimentar. Y para algunas empresas que se han visto presionadas en la transición online, esta se presenta como un reto que no están seguros de poder cumplir. En una encuesta realizada por IBM, se observa que más de la mitad de los CEOs en Estados Unidos no se sienten capacitados en materia de habilidades y recursos humanos necesarios para ejecutar sus estrategias comerciales a través del home office. Igualmente, un estudio demuestra que 6 de cada 10 trabajadores mexicanos creen que las compañías no están preparadas para adaptarse a esta modalidad de trabajo. Su preocupación es válida, puesto que, como Forbes plantea, el trabajo remoto, como cualquier tipo de trabajo, requiere de unas condiciones especiales para hacerlo funcionar. “Para que este sea exitoso, los empleadores deben proporcionar el equipo adecuado y soporte extra”, dijo Laurel Farrer, directora ejecutiva de Distribute Consulting, una firma de consultoría de negocios. “Y los empleados deben poder realizar el trabajo sin supervisión”.

Algunos expertos plantean que mientras la transición completa al trabajo desde casa no es el objetivo, establecer ciertos turnos ocasionales de trabajo remoto, idealmente de uno a dos días, podría traer muchos beneficios a la cultura laboral. Los empleados mencionan también que esta experiencia ha invitado a los directivos a un panorama más comprensivo y flexible. A muchas personas les gustaría que este ambiente se mantenga post-pandemia. «Hay una versión más suave, sin filtro y más honesta de nosotros mismos que estoy disfrutando de conocer», dijo Benetua-Rolens. “Hay espacio para ser indulgentes y comprensivos entre nosotros y con nosotros mismos. Y es porque todos hemos tenido que ajustarnos”. Rico Sisney, quien trabaja para Greenpeace USA, dice que le gustaría seguir viendo los tipos de correos electrónicos que su organización ha estado enviando últimamente para alentar a los empleados a tomar caminatas y pequeños descansos.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/trabajo-remoto-postcovid19

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México: Activistas en BC: criminal, que se avale reabrir 35 empresas

América del Norte/México/03-05-2020/Autor: Antonio Heras/Fuente: www.jornada.com.mx

Representantes de trabajadores y activistas sociales protestaron en el Centro Cívico de Mexicali por la decisión del gobierno de Baja California de autorizar la reapertura de unas 35 maquiladoras a partir del lunes 4 de mayo, justo en la fase crítica del Covid-19. Los manifestantes exigieron a la Federación filtros sanitarios en la frontera con California, antes de que se colapse el sistema de salud de la entidad mexicana.

Ignacio Gastélum, maestro integrante del movimiento de Resistencias Unidas, se pronunció porque los trabajadores se queden en sus casas hasta controlar la pandemia y criticó la reapertura de las empresas manufactureras con el pretexto de formar parte de la cadena de suministro de insumos de productos esenciales.

En un manifiesto, el Congreso del Trabajo, los Comités de las colonias Independencia y Cerro Prieto 2, Diálogo de Trabajadores y Jóvenes y la comunidad Baja California Resiste, acusaron a los empresarios, en particular a los propietarios de las maquiladoras, de resistirse a dejar que sus trabajadores respeten la cuarentena, a pesar de la inminencia del pico de la epidemia.

En especial las fábricas que producen para empresas estadunidenses con el argumento de que son esenciales para mantener las cadenas de valor. Para ellos primero es la ganancia y no la vida de las y los trabajadores, señala el texto.

Apuntaron que el gobernador Jaime Bonilla y el secretario de Economía Sustentable, Mario Escobedo, “tomaron una decisión criminal al permitir la reactivación de al menos 35 compañías, con el argumento de que los trabajadores están más seguros dentro de las empresas.

Carlos Maya Quevedo, presidente del Congreso del Trabajo y dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Issstecali, recordó que hace dos meses Estados Unidos cerró sus fronteras a los turistas y sólo permite el paso por las garitas internacionales por cuestiones de trabajo y salud.

El médico traumatólogo advirtió que aún es tiempo de instalar filtros sanitarios, pues Baja California está en la fase crítica de la pandemia y se ubica en los primeros lugares de muertes y contagios de Covid-19.

En los 190 kilómetros de frontera de México con California hay seis garitas internacionales en las que solo se permite el acceso a ciudadanos estadunidenses residentes en California o a turistas en casos especiales y justificados. Incluso las operaciones nocturnas de tres garitas están cerradas. Pero hacia BC los puertos fronterizos están abiertos.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/05/02/estados/026n3est

Imagen: arqVlado en Pixabay

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Slavoj Zizek: el 1 de mayo en el mundo viral es un feriado para la NUEVA clase trabajadora

Por: Slavoj Zizek

Tal vez ha llegado el momento de dar un paso atrás de nuestro enfoque exclusivo en la pandemia, para permitirnos considerar qué coronavirus y sus efectos devastadores revelan sobre nosotros como sociedad.

Lo primero que llama la atención es que, al contrario del lema barato «estamos todos en el mismo barco», las divisiones de clase han estallado. En el fondo de nuestra jerarquía, están aquellos, refugiados, personas atrapadas en zonas de guerra, cuya vida es tan pobre que, para ellos, la pandemia no es el principal problema. Si bien nuestros medios de comunicación siguen ignorando a estas personas, somos bombardeados por celebraciones sentimentales de enfermeras en la primera línea de nuestra lucha contra el virus. Pero las enfermeras son solo la parte más visible de toda una clase de ‘cuidadores’ que se explota, aunque no en la forma en que se explotaba la vieja clase trabajadora retratada en las imágenes marxistas. En cambio, como dice David Harvey, forman una «nueva clase trabajadora».

El dice :“La fuerza laboral que se espera que se encargue de los números crecientes de los enfermos, o que brinde los servicios mínimos que permiten la reproducción de la vida diaria, es, por regla general, altamente de género, racializada y étnica. Esta es la «nueva clase trabajadora» que está a la vanguardia del capitalismo contemporáneo. Sus miembros tienen que soportar dos cargas: al mismo tiempo, son los trabajadores con mayor riesgo de contraer el virus a través de sus trabajos, y de ser despedidos sin recursos financieros debido a la reducción económica impuesta por el virus. La clase trabajadora contemporánea en los Estados Unidos, compuesta principalmente por afroamericanos, latinos y mujeres asalariadas, se enfrenta a una elección fea: entre sufrir contaminación en el curso del cuidado de las personas y mantener abiertas las formas clave de suministro (como los supermercados),

Por eso, en Francia, estallaron revueltas en los suburbios pobres del norte de París, donde viven los que sirven a los ricos. Y es por eso que, en las últimas semanas, Singapur ha tenido un aumento dramático en las infecciones por coronavirus en los dormitorios de los trabajadores extranjeros. Como informó CNN , “Singapur es el hogar de aproximadamente 1,4 millones de trabajadores migrantes, que provienen en gran parte del sur y sudeste de Asia. Como amas de casa, empleadas domésticas, trabajadores de la construcción y trabajadores manuales, estos migrantes son esenciales para mantener el funcionamiento de Singapur, pero también son algunas de las personas más vulnerables y peor pagadas de la ciudad «. Esta nueva clase trabajadora estuvo aquí todo el tiempo: la pandemia lo impulsó a la visibilidad.

Para definir este sector adecuadamente, Bruno Latour y Nikolaj Schultz acuñaron el término «clase geo-social». Muchos de ellos no son explotados en el sentido marxista clásico de trabajar para quienes poseen los medios de producción; en cambio, son explotados a través de las condiciones materiales de su vida: su acceso a agua y aire limpios, su salud, su seguridad. La población local se explota cuando sus tierras se utilizan para la agricultura a gran escala destinada al mercado de exportación, o para la minería extensiva. Incluso si no trabajan para una empresa extranjera, son explotados en el simple sentido de ser privados del uso completo de la tierra que les permite mantener su estilo de vida. Tomemos a los piratas somalíes, por ejemplo: recurrieron a la piratería porque las compañías extranjeras que practican la pesca a escala industrial agotaron su costa en el mar. Parte de su territorio fue apropiado por los países desarrollados y utilizado para mantener nuestro estilo de vida, mientras que la de ellos disminuyó. En este sentido, Latour sugiere que deberíamos reemplazar el término“Apropiación de plusvalía” con “apropiación de existencia excedente”, donde “existencia” se refiere a las condiciones materiales necesarias de la vida.

Como hemos descubierto, en una pandemia, cuando incluso las fábricas están paralizadas, la clase geo-social de cuidadores tiene que seguir trabajando. Entonces, parece apropiado dedicarles este 1 de mayo, en lugar de la clásica clase obrera industrial. Son ellos los verdaderamente sobreexplotados: explotados cuando trabajan porque su trabajo es en gran medida invisible y explotado incluso cuando no trabajan debido a sus condiciones materiales. No solo se explotan en lo que están haciendo: se explotan en su propia existencia.

El sueño eterno de los ricos es el de un territorio totalmente separado de las viviendas contaminadas de los pobres: solo piensen en todos esos éxitos de taquilla posapocalípticos, como la película de Eillium de Neill Blomkamp, ​​ambientada en 2154, en la que vive la élite. una gigantesca estación espacial hecha por el hombre, mientras que el resto de la población reside en una Tierra en ruinas que se parece a una favela latinoamericana expandida. Mientras tanto, en el mundo real de hoy, esperando algún tipo de catástrofe global, los ricos están comprando villas en Nueva Zelanda o renovando bunkers nucleares de la Guerra Fría en las Montañas Rocosas. Pero el problema con una pandemia es que uno nunca puede aislarse por completo. Al igual que un cordón umbilical que no se puede cortar, una conexión con la realidad contaminada es inevitable, sea cual sea su estado social. Como hemos descubierto, en una pandemia, cuando incluso las fábricas están paralizadas, la clase geo-social de cuidadores tiene que seguir trabajando. Entonces, parece apropiado dedicarles este 1 de mayo, en lugar de la clásica clase obrera industrial. Son ellos los verdaderamente sobreexplotados: explotados cuando trabajan porque su trabajo es en gran medida invisible y explotado incluso cuando no trabajan debido a sus condiciones materiales. No solo se explotan en lo que están haciendo: se explotan en su propia existencia.

Fuente e Imagen: https://www.rt.com/op-ed/487517-slavoj-zizek-new-working-class/

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Mundo: ¿Cómo afrontan los trabajadores el capitalismo tras Covid-19?

Mundo/03-05-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Millones de desempleados se contabilizan en el mundo, cuando los efectos económicos de la pandemia de coronavirus apenas empiezan.

La emergencia sanitaria provocada por el nuevo coronavirus, que causa la enfermedad conocida como Covid-19, ha generado una crisis económica que, según expertos, puede ser más profunda que la registrada entre 2007 y 2009. No pocos analistas la comparan con los efectos de la Gran Depresión de la década de 1930.

Sólo en Estados Unidos, unos 30 millones de trabajadores habían perdido sus empleos hasta finales de abril, de acuerdo con cifras del Departamento del Trabajo de EE.UU. Millones de desempleados más se contabilizan en el mundo, cuando los efectos económicos de la pandemia apenas empiezan.

#Mov18Oct@axelmarinkovicy

La historia del 1° mayo, comienza en Chicago (1886), con huelga general, represión y cárcel de 105 obreros, 8 condenados, 5 asesinados en la horca. El 1° de Mayo se establecerá desde ese momento como un día de combate de los trabajadores y su derecho a la historia.

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La economía y la etapa post pandemia

Los pronósticos de los expertos indican que la regresión económica incidirá, en primer orden, en la clase trabajadora. La reducción del consumo de bienes y servicios disminuirá proporcionalmente los niveles de producción.

Ello conllevaría la pérdida de millones de empleos. De acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor de 300 millones de empleos pueden perderse por la pandemia.

Los especialistas precisan que la primera medida para reducir gastos serían los recortes de personal. Boeing, por ejemplo, anunció el miércoles pasado que, como efecto de la crisis originada por la pandemia, planea recortar en 10 por ciento su plantilla, lo que representaría unos 16.000 empleos. Airbus también prevé reducir en forma temporal el número de sus empleados.

Otras de las medidas que pronostican los especialistas son reducciones de salarios, la exigencia de más horas laboradas por igual salario, los recortes a servicios públicos y la disminución o suspensión de beneficios laborales.

Un ejemplo de ello fue el paro convocado el pasado 22 de abril por trabajadores de empresas de reparto a domicilio, como Glovo, Rappi y PedidosYa, en reclamo de un aumento salarial del 100 por ciento y para denunciar su precariedad laboral en el sector, agravada por la crisis del coronavirus.

¿Cómo enfrenta la clase trabajadora esta realidad?

En el blog titulado Los trabajadores vs. la covid-19, publicado en teleSUR, el investigador mexicano Adalberto Santana subrayó que este año el Día Internacional de los Trabajadores «se conmemora en un escenario complejo y contradictorio».

Recordó que a pocos meses del triunfo de la revolución bolchevique en la Rusia zarista en 1918, que fue el primer triunfo social y político de la clase obrera, se desató la pandemia de la mal llamada “Gripe Española”. En esa ocasión murieron alrededor de 50 millones de persona por el virus, puntualizó.

Santana indicó que en este año, «si bien la clase obrera en el mundo conmemora una de sus fechas más emblemáticas como es el primero de mayo, también es cierto que la coyuntura actual reviste una serie de características casi inéditas».

Piedad Córdoba ✊🏽

@piedadcordoba

A ver si entiendo:

– Cuando hay utilidades son para el empresario.

– Pero ¿cuándo hay pérdidas entonces que las compartan los trabajadores?

Presidente Duque:
Subsidien nóminas de mipymes, no reduzcan salarios a los trabajadores, así salvan empleos y reactivan economía.

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El panorama, observó el analista, está marcado por la crisis económica, el desempleo, la parálisis de la producción global y el consumo. «Será este primero de mayo de 2020 un momento de terror para la sobrevivencia del empleo», expresó.

«Sin embargo, también será un momento de toma de conciencia de los sectores obreros y del conjunto de todos los trabajadores que ellos son los verdaderos productores de la riqueza y del bienestar de la sociedad», manifestó el miembro del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (Cialc) de la Unam.

Organizaciones laborales también hicieron hincapié en fomentar la solidaridad y la unidad ante esta coyuntura. La Federación Sindical Mundial (FSM), por ejemplo, convocó a la celebración del Día Internacional de los Trabajadores bajo el lema «¡Nadie solo!».

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/como-enfrentar-trabajadores-arremetida-capitalista-covid-20200430-0019.html

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Qué la pandemia no agrave los sufrimientos populares

Por Julio C. Gambina

Antes de la pandemia por el coronavirus la situación de la mayoría de las trabajadoras y los trabajadores, las/os regularizadas/os o las/os que no lo están, las/os activas/os y pasivas/os, era grave, en términos de ingresos y acceso a derechos. Es una característica de este tiempo del capitalismo y la ofensiva capitalista, neoliberal, construida desde la salida de la crisis de los setenta del siglo pasado, que se manifiesta en caída de los salarios e ingresos populares, flexibilización y precariedad laboral, con empobrecimiento ampliado de los de abajo. La tendencia, más allá de algunos intentos por contener los regresivos efectos sociales, en el país y en el mundo, confirma un retroceso en las condiciones de vida de la mayoría social por casi medio siglo, y con impacto negativo sobre la naturaleza, afectada por el extractivismo exacerbado y el saqueo de los bienes comunes.

Esa “normalidad” no nos satisfacía y no queremos a ella volver, sin embargo, la presencia del virus corona y agrava los efectos regresivos sobre la población empobrecida, incluso, afectando a sectores de ingresos medios y altos, que claman contra ciertas medidas preventivas de aislamiento. El tema es el cierre parcial, bastante extendido, de esferas de la producción y la circulación de bienes y servicios, con su impacto limitante en el acceso a la satisfacción de necesidades elementales. Volver a la normalidad es el reclamo que se instala en cierto “sentido común”. Nos parece interesante discutir el tema relativo a que “normalidad” es aquella a la que se pretende volver. Por ejemplo, en aras de la “normalidad” se negocian salarios a la baja para mantener empresas, afectando desde el 30 al 70% de los ingresos salariales previos a la pandemia. Es sin duda un ajuste, tal y como ocurre con el ascenso de los precios, especialmente de los alimentos, medicamentos y otros bienes y servicios que integran la canasta básica. Para el caso argentino, más allá del congelamiento de tarifas y combustibles, entre otras disposiciones para evitar subas de precios, la última medición del INDEC explicita una nueva escalada de una inflación que venía en retroceso desde diciembre 3,7%; enero 2,3%; febrero 2% y que escala en marzo con el 3,3%[1], incorporando nuevas incertidumbres sobre el futuro cercano.

La política pública asistencial en materia de alimentos y de ingresos monetarios intenta morigerar los efectos dramáticos sobre una mayoría empobrecida, que no puede resolver en la emergencia la reproducción de una cotidianeidad de subsistencia. Un tema adicional son los problemas logísticos del abastecimiento que no llega a todos los territorios, e incluso, se agrava con la evidencia de compras amañadas y sobreprecios. Por ello, no debe sorprender que ante las insatisfechas necesidades emerge la protesta e incluso la movilización pese al aislamiento, caso visible ante cesantías; pero también la solidaridad vía ollas populares, comedores en las barriadas y formas de asistencia comunitaria auto gestionada. La demanda por “resolver” estimula perspectivas críticas de desobediencia o movilización. En algunos casos, esta perspectiva es utilizada por el discurso de los sectores hegemónicos que inducen un fin apresurado de las medidas de prevención que involucran a la cuarentena. Es fuerte la presión empresaria para terminar con el aislamiento, que actúa sobre la realidad de necesidades insatisfechas en buena parte de la población empobrecida.

Por eso se necesitan medidas de política económica que vayan más allá de la emergencia y la subsistencia para empezar un camino de transformación en la producción y circulación de bienes y servicios. Una orientación hacia una nueva “normalidad”, diferenciada de la lógica de orden económico en que estábamos antes de la COVID19. Un punto de partida proviene de la cuarentena comunitaria, de esa parte de la población que no puede por condiciones objetivas cumplir con el aislamiento obligatorio. A estos sectores y espacios territoriales debe llegar asistencia financiera, material adecuado, incluso medidas y medios de seguridad sanitaria, formación y asistencia técnico profesional suficiente, que permita encaminar la producción material para el autoabastecimiento y la generación de producción social al entorno cercano, incluso más allá. Esa será la base de un plan más amplio que organice la producción y circulación de bienes y servicios hacia otra “normalidad” del orden económico social. Un plan que articule el saber popular con el profesional y que hoy recorre experiencias autogestionarias en todo el país.

¿De dónde saldrían los recursos?

La propia situación mundial está orientado el debate hacia inusitadas medidas, que en otro tiempo podían parecer imposibles. Los propios organismos internacionales están llamando la atención para flexibilizar restricciones fiscales o monetarios de los países ante la COVID19. Se demandan urgentes disposiciones relativas a la recomposición de la capacidad de atención de la salud pública y a una orientación estatal de la inversión en desarrollo científico y tecnológico relativo a la sanidad y a la emergencia. Más que achicar el déficit, las propuestas se orientan a relajar la contención del gasto público.

Es la caída de la producción mundial la que impone flexibilizar las restricciones a la emisión, que era y es norma sagrada entre los cultores de la corriente principal del pensamiento económico. Esta flexibilización de la política económica se verifica en los principales países del capitalismo mundial. Solo EEUU aprobó un paquete inicial de 8 billones de dólares más flexibilizaciones crediticias y subsidios. En el mismo sentido y en proporción relativa avanzaron Europa, Japón e incluso China. Se trata de una flexibilización relativa a contramano de una verdad sostenida por la ortodoxia monetarista, impuesta por la realidad del impacto económico y social de la situación de crisis.

No solo emisión, sino impuestos extraordinarios a los sectores más acomodados. La difusión de estudios sobre la desigualdad extendió el consenso para aplicar una tributación que achique la brecha de ingresos y riqueza. En Argentina empezó el debate, estando aún pendiente el alcance de los sujetos de la imposición y el monto a tributar, el que debe calibrarse en función de las necesidades de la emergencia y el plan de transformación productiva requerido y antes mencionado. Es obvio que los presuntos sujetos del impuesto despliegan una campaña crítica, intentando legitimar su papel de esenciales a la hora de definir el proceso productivo, invirtiendo la lógica teórica de que el capital es producto del trabajo humano.

La propuesta realizada a los tenedores de bonos de la deuda pública externa de legislación extranjera en estos días, habilita la discusión del uso de los recursos públicos, especialmente por los tres años de gracia en pagos de capital e intereses que promueve. Esta propuesta, como el re-perfilamiento de la deuda en divisas de legislación nacional, suspendiendo los pagos por este año abre un debate sobre el tema de la deuda. No es menor liberar recursos en la coyuntura, pero es evidente que no alcanza postergar un año los vencimientos de legislación nacional o tres años los de legislación extranjera. El problema subsiste, aun cuando se posterga un desenlace de inevitable default. Hay quienes sostienen que lo importante es el hecho de la suspensión temporaria, pero también habilita imaginarios que chocarán con la realidad de una impagable hipoteca sobre la economía y la sociedad en su conjunto.

Los anuncios del gobierno sobre unos 66.500 millones de dólares en manos de privados, un 20% del total de la deuda, acompañados por el arco diverso del oficialismo y gran parte de la oposición, especialmente los gobiernos provinciales, manifiesta la voluntad de pagar la deuda pública, aunque ahora aparece la novedad de quitas de intereses (62%) y capitales (5,4%) con tres años de gracia. Argentina ofrece canjear a tenedores privados de bonos, 21 títulos con vencimientos que llegan hasta el 2117. El canje será por 10 nuevos títulos, 5 nominados en dólares y otros 5 en euros, con tasas de interés en ascenso desde 0,5% para los primeros vencimientos en 2023, y una suba progresiva que llega a tasas del 4,875%. La propuesta supone pagos del capital en cuotas anuales desde el 2026 al 2047. Todo con tres años de gracia, 2020, 2021 y 2022. La propuesta está abierta por 20 días y resulta incierto el final de la negociación. No queda claro el qué y el cómo de la acumulación económica desde ahora hasta el 2023 para generar las condiciones de pagos en ese año y luego con intereses crecientes desde el 2025, los que se acompañaran de desembolsos de capital desde el 2026 y sucesivamente hasta el 2047.

Una verdadera hipoteca. Por eso, la suspensión de pagos que se demanda ante la situación mundial y local resultaría más efectivo, claro que supone un nivel de confrontación más decidido con la lógica de poder especulativo local y global. Argentina no puede pagar afirman desde el gobierno e incluso el FMI, por lo cual, los escasos recursos de reservas internacionales deben ser aplicados a la emergencia y a la transformación productiva que sugerimos. No alcanza con años de gracia sin modificar el marco de la organización económica de la sociedad.

En realidad, la voluntad de pago se expresó desde el comienzo de la nueva gestión con las negociaciones abiertas con el FMI, lo que supone el reconocimiento de lo actuado en la gestión previa, del mismo modo que se estableció un cronograma de ofertas de negociación a creedores privados. Por eso el aval parlamentario para disponer más de 4.500 millones de dólares de las reservas internacionales dispuesto para cancelación de deuda en la “Ley de solidaridad” aprobada en diciembre pasado. Fue la primera medida para sustentar las emergencias ante el cambio de gobierno.

Sostenemos un financiamiento planificado que incluya emisión monetaria, utilización de las reservas internacionales, suspensión total de pagos de la deuda junto a una auditoria con participación popular, y una reforma tributaria a grandes fortunas para sustentar la emergencia y un plan de transformación económica. Una transformación del régimen y legislación financiero será también necesaria, con un conjunto de medidas relativas a la modificación sustancial del sistema de producción y circulación. Son definiciones que requieren de una acumulación de poder político que hoy necesita ser programa de una perspectiva de construcción de poder político para frenar las amenazas de mayor ajuste sobre la mayoría de la sociedad, pero, sobre todo, para pensar en el escenario futuro post pandemia. ¿Cómo queda la sociedad superada la emergencia en curso por el COVID19? ¿A qué orden económico social aspiramos? ¿Cuál normalidad motiva nuestra reflexión relativa al presente y al futuro? Son interrogantes que circulan más allá de la inmediatez por atender las urgencias de la reproducción de la cotidianeidad.

Buenos Aires, 19 de abril de 2020

[1] INDEC. Índice de precios al consumidor (IPC), marzo 2020, en: https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_04_20405E6A626E.pdf (consultado el 18/04/2020)

El Autor escribe para OVE

Imagen: Jackie_Chance en Pixabay

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Más de 786.000 trabajadores de Chile pueden quedar desempleados

América del Sur/Chile/19-04-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Otras estadísticas ofrecidas por la cartera de Trabajo y Prevención Social señalan que en el mes de marzo se registraron 299.518 cartas de despido.

La ministra del Trabajo y Previsión Social de Chile, María José Zaldívar, y otros funcionarios gubernamentales presentaron este viernes un primer balance de las cifras que dan cuenta de los fuertes impactos de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, lo que puede afectar a 786.790 trabajadores.

Según las estadísticas, a pocos días de que la sociedad Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) habilitara la posibilidad de acogerse a la Ley de Protección del Empleo, 56.986 empresas han decidido mantener la relación con sus trabajadores y optar por la suspensión de contratos, anulando la opción de los despidos. Esto implica que más de 786.790 trabajadores podrían acceder a las prestaciones del seguro de cesantía, sin perder los beneficios de la relación laboral, tales como antigüedad y derecho a vacaciones.

Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) registraron un total de 2.270 solicitudes de empleados domésticos, para acogerse a la suspensión de contrato que contempla la Ley y que en este caso opera con cargo a los fondos de indemnización.

Ministerio del Trabajo

@MintrabChile

⚠️ATENCIÓN⚠️ Ministra @mjose_zaldivar y el subsecretario @fdoarab informaron el número de empresas y trabajadores que se han acogido hasta ahora a la suspensión de contrato bajo la Ley de . Conoce más 👉https://bit.ly/3blMaSe 

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Zaldívar informó acerca de 299.518 cartas de despido que fueron ingresadas en marzo, una cifra del 38 por ciento superior a igual periodo en 2019. De esta manera, entre enero y marzo de 2020, el total de cartas de despido, es 11 por ciento mayor respecto al año pasado, esgrimiendo causales relacionadas con el vencimiento del plazo del contrato y caso fortuito o fuerza mayor. En este sentido, la ministra resaltó que en el marco de la ley están prohibidos los despidos por esta causa, argumentando como motivo el Covid- 19.

Las grandes empresas concentran el mayor número de cartas de despido, el 57 por ciento del total, sin embargo, los mayores incrementos respecto de marzo de 2019 están en las empresas pequeñas con el 54 por ciento y las medianas con el 46 por ciento.

Subsecretaría del Trabajo

@SubsecTrabajo

📌AHORA Subsecretario @fdoarab junto a la Ministra @mjose_zaldivar entregan un balance sobre la nueva Ley de Proteccioón del Empleo

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En la primera quincena de abril las solicitudes de seguro de cesantía superan las 81.000, lo que se evidencia en las largas filas de personas que se concentran ante las oficinas correspondientes, a pesar de los llamados de las autoridades a no salir a la calle en medio de las cuarentenas y mantener el distanciamiento físico.

Ante esta dramática situación, la ministra señaló que el objetivo de la ley es proteger los ingresos de los trabajadores. «Lo que teníamos que evitar eran las desvinculaciones de los trabajadores, porque si no hubiésemos tenido esta herramienta, la situación que podríamos estar viendo hoy día sería otra», sentenció.

Ministerio del Trabajo

@MintrabChile

“La Ley busca que el trabajador mantenga su empleo y su remuneración. El espíritu siempre ha sido que solo las empresas que lo necesiten hagan uso de la iniciativa. Las empresas que hagan un mal uso de la Ley tendrán penas muy altas”, ministra @mjose_zaldivar en @Cooperativa.

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Ante las críticas sobre la posibilidad de que numerosas empresas se estén acogiendo a esa legislación sin una real necesidad, Zaldívar señaló que «luego haremos todas las fiscalizaciones que correspondan para ver si la empresa se acogió indebidamente o no».

El creciente desempleo contrasta con los llamados de partidos de oposición y organizaciones sindicales para que las medidas aplicadas en medio de la pandemia se centren en proteger los empleos y remuneraciones de miles de trabajadores.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/aumentan-trabajadores-desempleados-chile-20200417-0043.html

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CNT: «Los derechos laborales no se suspenden con el COVID-19»

Por: Tercera Información

Un pequeño resumen de lo que sí sabemos: es una situación de excepcionalidad pero no cambia nuestros derechos. Ante cualquier cambio en contratos, ‘no conforme’ y consultar por mail al sindicato. Hay margen de tiempo para tomar la acción correcta.

Ante cualquier duda relacionada con tu situación laboral durante la crisis del COVIDー19, no te cortes, consulta al sindicato.

Comunicado CNT

¿Qué derechos tengo en caso de confinamiento o contagio?

Este pasado miércoles 11 de marzo, el estado emitió un comunicado en el BOE donde modifica la legislación referente a la Ley Orgánica 3/1986, que hace referencia a Medidas Especiales en Materia de Salud Pública.

En esta modificación, en su artículo 5.1, establece que en caso de de confinamiento o enfermedad derivada del Covid-19, se considerará como incapacidad temporal derivada por accidente de trabajo a efectos de retribuciones. Lo que significa que a partir del primer día se cobrará el 75% de la base reguladora de la Seguridad Social. Cantidad económica que percibirán las trabajadoras y que correrá a cargo de la Administración Pública.

¿Y los autónomos?

De momento, la cuarentena o el confinamiento de un autónomo será considerada baja por enfermedad común cuando haya sido obligado a quedarse en casa, antes de confirmar si hay enfermedad o no. Así queda designado en un criterio publicado por la Dirección General de la Seguridad Social, dentro del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El trabajador autónomo no va a cobrar prestación hasta el cuarto día de reclusión (considerado como baja) y solo un 60% de la base reguladora. Si cotiza por la mínima, unos 19€ por cada día de baja.

¿Tengo derecho al teletrabajo? ¿me pueden obligar a ello?

La empresa lo puede fomentar en los casos que las tareas a realizar así lo permitan. En todo caso la empresa no puede retirar pluses como el de transporte o similares, según la opinión de nuestros servicios jurídicos. Debido a la excepcionalidad de la situación habrá que estar atentos a los próximos días en el que pueda legislar el gobierno y hacer un estudio técnico en caso de que se produzca. En ningún caso la empresa puede descontar nada de sueldo por falta de recursos técnicos, ya que es responsabilidad de la empresa la resolución de este tipo de incidencias y poner a disposición las herramientas necesarias para realizar el trabajo.

¿Pueden cambiar mis turnos?

Pueden producirse modificaciones sustanciales en los horarios por motivos de fuerza mayor derivados de las decisiones de la Administración y de la situación de emergencia que afecten al funcionamiento de la empresa de forma directa. En todo caso, nunca deberán ser permanentes y no supondrán una pérdida de derechos o modificación del contrato original.

¿Me pueden obligar a viajar a mi puesto de trabajo?

La empresa puede continuar obligando a viajar a las trabajadoras que así lo vinieran haciendo anteriormente por contrato. Lo que no puede, es hacerte viajar a zonas que han sido declaradas como zonas de alto riesgo o en las que se ha decretado una prohibición de entrada.

¿Estoy obligado a coger vacaciones por el cierre por el virus?

En ningún caso la empresa nos puede obligar a utilizar nuestros días de vacaciones por cierre del centro de trabajo. Estas ya están pactadas con anterioridad y no son modificables por este tipo de circunstancias. En el caso de que tu empresa te presione con ello, acude a tu sección sindical o sindicato.

¿Pueden hacer un ERE o un ERTE por esta circunstancia?

Es posible que muchas empresas apliquen expediente de regulación de empleo suspensión de actividad. Es algo que permite la ley si se dan las causas objetivas. En caso de ERTE ha de ser comunicado por la empresa a la Dirección General del Trabajo alegando causas de fuerza mayor y disponiendo de un plazo de cinco días para recibir respuesta. Una vez recibida, la empresa ha de informar a los comités y al resto de trabajadoras. En este caso, la trabajadora afecta tendría derecho a paro.

¿Quién garantiza la seguridad en mi trabajo?

Como en todo momento, la empresa es la responsable de garantizar la seguridad en el trabjo y la salud laboral de las plantillas. Esto supone que los servicios de prevención deben establecer pautas a seguir y acatar en todo momento. Ante cualquier duda sobre cómo actuar en el trabajo para garantizar la seguridad, la empresa debe poner la información y los medios necesarios para que así suceda.

La situación es excepcional y las medidas van cambiando, por lo que lo más útil es consultar cada caso concreto con tu sindicato y/o la sección sindical de CNT en tu empresa.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2020/03/16/cnt-los-derechos-laborales-no-se-suspenden-con-el-covid-19
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