El informe “La carrera contra el reloj para un desarrollo más inteligente”, divulgado en esta capital, registró que el gasto mundial en ciencias aumentó 19 por ciento entre 2014 y 2018, y el número de investigadores se incrementó en 13,7 por ciento.
Sin embargo, hay importantes disparidades: solo dos países (Estados Unidos y China), son responsables de casi dos tercios de esa progresión (63 por ciento), en tanto que cuatro de cada cinco países van muy por detrás e invierten menos de uno por ciento de su producto interno bruto en investigación científica.
Por lo tanto, “el paisaje científico sigue siendo un paisaje de las grandes potencias”, asentó el informe divulgado en la sede de la Unesco en esta capital.
América del Norte invierte 2,73 por ciento de su PIB en investigación y desarrollo científico, la Unión Europea 2,02 por ciento (Alemania 3,09), Rusia 0,99 y Asia oriental y sudoriental 2,13 por ciento (Japón 3,26 y China 2,19 por ciento).
América Latina invierte 0,66 por ciento de su PIB (Brasil 1,26, Argentina 0,54 y México 0,31 por ciento), Asia del sur 0,60, África subsahariana 0,51, los Estados árabes 0,59 y, en el oeste de Asia (1,37) Israel invierte 4,95 por ciento.
“Los desafíos actuales –ya sea relacionados con los cambios climáticos, la pérdida de la biodiversidad, el declive de la salud del océano o las pandemias– son hoy planetarios, y, por lo tanto, precisan movilizar a científicos e investigadores del mundo entero”: Audrey Azoulay.
En número de investigadores por millón de habitantes, América del Norte tiene 4432, la Unión Europea 4069, Rusia 2784, Asia oriental y sudoriental 1476 y los Estados árabes 736.
En Asia del sur hay 263, en África subsahariana 124, en América Latina 593 (1192 en Argentina, 888 en Brasil y 260 en México) y en el Caribe 520.
La inteligencia artificial (IA) y la robótica son áreas muy dinámicas, según el texto, y destaca que solo en 2019 se publicaron casi 150 000 artículos al respecto.
Por el contrario, hay ámbitos decisivos de la investigación que atraen inversiones mucho menores: en 2019 la investigación sobre la captación y el almacenamiento de carbono dieron lugar únicamente a 2500 artículos, 60 veces menos que la IA.
Y en seis de los 10 países más especializados en ese ámbito, la temática está en neto retroceso (Canadá, Francia, Alemania, Países Bajos, Noruega y el actual líder, Estados Unidos).
También el campo de las energías sostenibles está insuficientemente explorado, ya que en 2019 representó únicamente 2,5 por ciento de las publicaciones mundiales.
La conclusión ante esa evidencia es que queda un largo camino por recorrer para que la ciencia pueda aportar todo su potencial al desarrollo sostenible.
Audrey Azoulat, directora general de la Unesco, dijo que “es indispensable una ciencia mejor dotada, debe ser menos desigual, más cooperativa y más abierta”.
“Los desafíos actuales”, prosiguió Azoulay, “ya sea relacionados con los cambios climáticos, la pérdida de la biodiversidad, el declive de la salud del océano o las pandemias, son hoy planetarios, y, por lo tanto, precisan movilizar a científicos e investigadores del mundo entero”.
Aunque en los últimos años la cooperación científica progresó, solo produjo una de cada cuatro publicaciones. “Además, pese al formidable aliento colectivo al que dio lugar la lucha contra la covid-19, persisten en el mundo numerosas trabas que continúan obstaculizando la investigación”, asentó el informe.
Por ejemplo, más de 70 por ciento de las publicaciones permanecen inaccesibles para la mayoría de los investigadores. El informe documenta esfuerzos para derribar estas barreras, fuente de desigualdad e ineficacia, y preconiza modelos nuevos de circulación y difusión del conocimiento científico.
La Unesco trabaja en ello, desde 2019 prepara un instrumento normativo mundial en pro de la ciencia abierta, y aspira que el texto se adopte en la próxima conferencia general de la organización, en noviembre de 2021.
El Informe también recogió que en el mundo solo un tercio de los investigadores son mujeres, y aunque la paridad de género es casi total en ciencias de la vida, es algo todavía muy lejano en otros muchos ámbitos científicos prometedores.
Por ejemplo, las mujeres representan únicamente 22 por ciento de los efectivos empleados en IA, “una traba que no es únicamente actual, sino también futura, porque no podemos dejar que la ciencia del futuro reproduzca o incluso amplifique las desigualdades de la sociedad”, según la Unesco.
El informe subrayó que la ciencia debe congregar a toda la humanidad para hacer frente a los desafíos actuales y por venir, y preconizan la vulgarización científica para sostener la confianza de la sociedad en que la ciencia es su aliada.
Fuente: https://ipsnoticias.net/2021/06/la-ciencia-permanece-como-dominio-de-las-grandes-potencias/