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¿Por qué no abrimos las escuelas?

Por: Rafael de Hoyos

Los niños latinoamericanos son los que más días de clases presenciales han perdido desde que comenzó la pandemia. Con datos de la Unesco hasta el 30 de abril de 2021, los estudiantes en América Latina (AL) han perdido 217 días de clases presenciales, más de un ciclo escolar completo y 92 días más de lo que perdió el estudiante promedio en otras regiones del mundo. Como punto de comparación, en el Medio Oriente y África del Norte se han perdido 167 días; en África subsahariana, 116; en Asia, 107; en Europa, 93; y en Estados Unidos y Canadá, 46. En este ensayo trato de explicar, hasta donde me lo permiten los datos, lo que está detrás del largo cierre de escuelas en la región. Aunque hay algunos factores que nos ayudan a entenderlo, éstos no son suficientes para dar cuenta de la falta de prioridad que se les ha dado a las escuelas en el proceso de reapertura. Podría haber elementos subyacentes, difíciles de medir, como la falta de convicción de que la educación es un mecanismo de movilidad social, que pudieran explicar el injustificado cierre de escuelas durante tanto tiempo en AL.

A más de un año del comienzo de la pandemia, tenemos suficiente información para afirmar que, si se siguen protocolos sencillos, los riesgos sanitarios asociados a la reapertura de escuelas son relativamente bajos. Hoy también tenemos evidencia que comprueba lo que era obvio desde el comienzo de la pandemia: cerrar las escuelas disminuye los aprendizajes de los estudiantes. Al no tener un dispositivo con acceso a internet y padres con escolaridad suficiente, la pérdida de aprendizajes —con respecto al escenario en donde las escuelas permanecen abiertas— es mucho mayor entre los estudiantes en situación de pobreza. Las niñas y los niños en condición de pobreza no sólo han pasado más de un año sin adquirir aprendizajes curriculares, sin escuelas, muchos perdieron la ingesta calórica más importante del día a través de la comida escolar y para algunas y algunos el cierre de escuelas significó la falta de un espacio seguro, libre de la violencia, la negligencia y el maltrato que viven en su hogar.1 Esta información debería ser suficiente para que la autoridad educativa y la sociedad en su conjunto hicieran todo lo que estuviera a su alcance para reabrir las escuelas y, de no haber condiciones para hacerlo, se aseguraran de que las escuelas fueran las primeras en reabrir cuando el contexto lo permitiera.

A pesar de los altísimos costos económicos y sociales, de lo injusto que es empeñar el futuro de los niños más pobres al excluirlos del aprendizaje, las escuelas siguen cerradas en muchos países de AL. Todavía más difícil de entender es que, como sucede en México, otros sectores de mucho menor importancia para el bienestar futuro como restaurantes, bares, gimnasios y hasta estadios de futbol hayan abierto antes que los sistemas educativos. Estos sectores abrieron sin necesidad de demostrar que los riesgos sanitarios de su reapertura eran menores a los beneficios sociales, algo que sí es demostrable en el caso de las escuelas. Si debemos abrir o no las escuelas dejó de ser relevante, la verdadera interrogante es: ¿por qué no hemos abierto? ¿Qué características o condiciones nos ayudan a entender la decisión de mantener cerradas las escuelas en AL por un periodo mucho mayor al del resto del mundo?

El cierre de escuelas más prolongado en AL pudiera explicarse por un mayor impacto de la pandemia en la región, o bien porque los sistemas de salud tenían condiciones precarias para enfrentar el virus. Si éste fuera el caso, la intensidad de la pandemia —medida por el número de muertos por covid-19 por cada 100 000 habitantes— y el nivel de ingreso per cápita —el cual está altamente asociado a la capacidad de los sistemas de salud— deberían estar correlacionados con el número de días que las escuelas han permanecido cerradas. Utilizando información a nivel internacional, incluyendo casi todos los países del mundo, la figura 1 muestra que la pérdida de días de clases en cada país está correlacionada de manera positiva con la intensidad de la pandemia (medida por el desafortunado número de muertes por covid-19) y de forma negativa con los recursos para hacerle frente —medidos por el producto interno bruto (PIB) per cápita—. Quizá lo más relevante es que, con excepción de Chile, Perú y Uruguay, el número de días con escuelas cerradas en AL es mayor a lo que esperaríamos dado el número de muertes por covid-19 y el nivel de PIB per cápita y en la región.2

Cierre de escuelas, muertes por covid-19 y PIB per cápita

Otras dos variables pudieran ayudarnos a explicar el cierre de escuelas en AL. Si los sistemas educativos en la región no garantizan aprendizajes básicos a un porcentaje significativo de la población estudiantil, el cierre de escuelas podría ser visto como un costo menor para tratar de mitigar la propagación del virus. Por otro lado, la participación laboral de la mujer debería jugar un papel importante en el cierre o reapertura de las escuelas. En AL, el cuidado de los hijos mientras las escuelas han estado cerradas ha sido injustamente mayor para las madres trabajadoras, quienes han reducido su participación laboral.3 Por esta razón, en países con más participación laboral de la mujer se esperaría una mayor presión social por reabrir las escuelas.

¿Se pueden explicar los 92 días adicionales que han permanecido cerradas las escuelas en AL por diferencias, entre nuestra región y el resto del mundo, en muertes por covid-19 (por cada 100 000 habitantes), PIB per cápita, aprendizajes medidos por pruebas estandarizadas internacionales como PISA y participación laboral de la mujer? Para responder a esta pregunta, incluimos estas cuatro variables en un solo modelo estadístico en donde la variable a explicar son días con escuelas cerradas.4 Los resultados muestran que los cuatro factores (aprendizajes, muertes por covid-19, participación de la mujer y PIB per cápita) explican 15 de los 92 días adicionales que las escuelas han permanecido cerradas en AL. Otra forma de interpretar estos resultados es que las escuelas han permanecido cerradas 77 días en exceso o por encima de lo que se esperaría considerando los factores ya mencionados. Claramente que estos resultados son sólo asociaciones que no implican una relación causal y podría haber otras variables relevantes que no estoy tomando en cuenta, pero lo que muestran los datos es que los días de clases presenciales que se han perdido en México y el resto de AL están muy por encima de lo que ha sucedido en otras regiones del mundo, aun tomando en cuenta diferencias en factores relevantes en la decisión de abrir o mantener las escuelas cerradas.

El cierre de escuelas en exceso en AL tiene implicaciones que podrían ir más allá de sus terribles impactos económicos y sociales, pudiera ser una manifestación de un problema estructural que no se irá con la pandemia. Si entre las familias en AL la educación no se percibe como la vía para alcanzar un mayor bienestar futuro, poco harán para exigir rendición de cuentas a la autoridad educativa y demandar los cambios necesarios para garantizar aprendizajes para todos.

Una baja valoración de la educación entre las familias en AL, sobre todo aquéllas en pobreza, no es del todo sorprendente cuando la mayoría de ellas recibe una educación de baja calidad que no garantiza aprendizajes y, por lo tanto, no produce movilidad social. La falta de movilidad social puede hacer que la percepción del costo de mantener las escuelas cerradas y la pérdida de aprendizajes asociada a ésta sea menor que los riesgos sanitarios. Sin un sistema educativo que promueva la movilidad social no hay exigencia ciudadana para priorizar a las escuelas en el proceso de reapertura, no hay una demanda por llevar a cabo un plan de recuperación de los aprendizajes. Pero tampoco hay el apoyo social necesario para emprender reformas educativas complejas que atenten contra intereses de grupos de poder. Visto desde esta perspectiva, no resulta sorprendente que el cierre de escuelas más prolongado se haya dado en la región más desigual del mundo.

El proceso de reapertura durante la pandemia ha revelado nuestras verdaderas preferencias y la educación parece no ocupar los primeros lugares.5 Cambiar nuestras prioridades no será sencillo porque están insertas en un juego perverso de endogeneidad: para hacer de la educación una verdadera prioridad ésta debe mejorar su calidad; pero para mejorar su calidad, la educación tiene que ser una prioridad para la sociedad. Este ciclo se rompe con una autoridad educativa comprometida con los aprendizajes, priorizando a los más pobres. En México está claro que la construcción de un sistema educativo que genere aprendizajes no está dentro de las prioridades del gobierno federal, pero hay otras 32 oportunidades para que la autoridad educativa actúe con responsabilidad y haga del sistema educativo un motor de la movilidad social.

Rafael de Hoyos
Profesor de Economía de la Educación en el ITAM y socio fundador de Xaber


1 Para un resumen de la evidencia internacional sobre los riesgos sanitarios asociados al regreso a clases y los costos de mantener las escuelas cerradas ver: De Hoyos, R., y Saavedra, J. “Es hora de volver a aprender”, Banco Mundial, 24 de marzo de 2021.

2 Excluimos a Nicaragua del análisis por tratarse de un caso atípico en donde el gobierno nacional tomó la decisión de no cerrar escuelas.

3 Bergallo, P.; Mangini, M.; Magnelli, M., y Bercovich, S. “The impacts of COVID-19 on women’s economic autonomy in Latin America and the Caribbean”, UNDP LAC C19 PDS, núm. 25, 2021.

4 Se estimó una regresión lineal en donde la variable dependiente es el número de días con escuelas cerradas y las variables independientes incluyen cuatro factores (participación laboral de la mujer, aprendizajes, muertes por covid-19 y PIB per cápita) más una variable-indicador (dummy) para los países de AL, la cual captura el cierre de escuelas en exceso.

5 Con el movimiento Padres Organizados, la ciudad de Buenos Aires es una excepción en la región.

Fuente e Imagen: https://www.nexos.com.mx/?p=56391

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Soraya Calvo: «La educación sexual no es ideología»

  • Charlamos con Soraya Calvo, maestra, pedagoga, sexóloga y doctora en Equidad e Innovación Educativa por la Universidad de Oviedo, acerca de las enormes carencias de la educación sexual que reciben niñas, niños y jóvenes en las aulas españolas y la importancia de subsanarlas para favorecer relaciones sexuales y afectivas saludables.

En una etapa más que convulsa desde el punto de vista político, donde los discursos abiertamente racistas, sexistas y homófobos ganan terreno y llegan, incluso, a campar a sus anchas en las instituciones, es cada vez más palpable el retroceso en materia de libertad educativa. Asistimos pues impasibles a cómo la educación sexual es denostada, desprestigiada y tachada poco menos que de perversión. Soraya Calvo es, además de maestra, pedagoga y sexóloga, doctora en Equidad e Innovación en Educación por la Universidad de Oviedo y defiende, sin pelos en la lengua, la necesidad de un mayor peso de la educación sexual, tanto en colegios como en institutos, al considerarla una herramienta fundamental para el correcto desarrollo de niños y adolescentes.

¿Qué entendemos por “educación sexual”?

Lo primero de todo, es necesario comprender a qué nos referimos con “sexual”. Sexual no es solamente genital, no nos referimos en exclusiva a las prácticas eróticas. Nos referimos a todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la sexualidad: lo afectivo, lo emocional, las relaciones de pareja, el autoconcepto, la autoestima… Es mucho más que lo puramente erótico.

Durante muchos años se ha empleado el término de “educación afectivo-sexual” para que la palabra parezca menos fuerte. Una especie de eufemismo. De forma que la sociedad comprende y asume que lo sexual se relaciona con la penetración, con el coito… Pero, insisto, “sexual” no es sinónimo de “genital”. Se puede hacer educación sexual sin hablar de coito en ningún momento.

¿Desde cuándo se imparte educación sexual en los centros educativos españoles?

La educación sexual, como tal, lleva en el currículo desde los años 90. Como contenido curricular, se implementa de la mano de la LOGSE de un modo transversal, es decir, que se debe abordar desde todas las áreas. Con las diferentes legislaciones que se han desarrollado hasta la actualidad ha sufrido algunos cambios pero, en síntesis, se ha mantenido. Otra cosa es si se lleva o no a la práctica…

¿A qué te refieres con eso de “si se lleva o no a la práctica”?

La principal dificultad es que, al ser transversal, la educación sexual no es evaluable. Además, se supone que se debe trabajar desde todas las asignaturas. Pero lo cierto es que no hay procedimientos e indicaciones claras y concretas hacia el profesorado acerca de dónde y cómo trabajarlo, lo que va a provocar que el hecho de que se imparta o no educación sexual de una forma adecuada en los colegios e institutos quede en manos de los propios docentes. Es decir, al no estar incorporada dentro de una asignatura específica, buena parte del profesorado no la incluye dentro de sus programaciones de aula. Esto es un problema, porque provoca que haya centros en los que se trabaje en profundidad y otros en los que no.

Otra cuestión problemática es que, en muchos casos, se cede la responsabilidad de impartir estos contenidos a entidades externas al centro. Aunque hay colegios e institutos que disponen de sus propios programas, los menos, en la mayoría de los casos se acude a distintas asociaciones, a organizaciones dependientes de los ayuntamientos y las comunidades autónomas, e, incluso, a entidades privadas. Esto es otro problema, porque hay centros educativos con mayor capacidad para financiar estos servicios y otros que tienen menos.

¿Quién es el destinatario de la educación sexual?

Son contenidos que, de acuerdo con el currículo, deberían abordarse en toda la educación obligatoria. Es decir, desde la educación primaria y, por supuesto, con un foco importante en secundaria. En la práctica, se aborda en la ESO, sobre todo en los cursos superiores. Es lógico que se ponga el foco en secundaria, puesto que es cuando se comienza a pensar y hablar de relaciones eróticas, a mantener este tipo de encuentros con otras personas, a tener las primeras relaciones con penetración, y, por consiguiente, surgen dudas al respecto de todo lo que tiene que ver con la erótica.

No obstante, la sexualidad comienza en el momento en que nacemos e implica aspectos tales como la identificación de la propia identidad, la forma en que me relaciono con mis iguales en la guardería y en educación infantil… Es posible hacer educación sexual desde los primeros años de escolarización: el conocimiento del cuerpo, los estereotipos de género, los roles que se atribuyen a la identidad, cuestiones sobre orientación sexual… Por ejemplo, es ya en la etapa de primaria cuando comienzan a surgir distintas cuestiones relacionadas con la identidad. Esto también es educación sexual, al igual que hablar de homofobia, de transfobia… Lógicamente, debe ir graduándose en función del momento experiencial de las personas.

No podemos pedir a los docentes que aborden cuestiones de educación sexual con sus alumnos si no están formados para ello

Mencionas una gran cantidad de contenidos que se podrían abordar en educación sexual. No obstante, ¿se trabajan todos estos aspectos en la práctica?

En el currículo hay contenidos que se pueden relacionar con todos estos aspectos que he mencionado y que se pueden trabajar en distintas asignaturas. Pero, como te decía, no hay una pauta clara…

A nivel internacional, organizaciones como la Unesco o la OMS plantean programas e indicaciones acerca de cómo trabajar la educación sexual desde la etapa de infantil. Estas entidades, sin embargo, no tienen capacidad de legislar. España, como estado integrado en ellas, sí tiene capacidad jurídica para hacerlo. De hecho, lo tiene muy fácil para incorporar estas cuestiones dentro de su política educativa. Y no lo está haciendo.

Al no estar articulado legalmente de manera explícita en el currículo, como mencionaba al principio, depende del grado de implicación de los profesores y de los programas que existan en los diferentes centros. No hay un marco teórico que permita determinar cuáles son los contenidos que se deben abordar con respecto a la educación sexual en el contexto educativo español. Existen, eso sí, muchísimos programas externos que establecen qué contenidos abordar y cómo hacerlo. Pero todo va a depender de cada centro. Es, en definitiva, un problema de equidad: hay centros en los que se trabaja muy bien porque los profesores y los equipos directivos están muy involucrados y otros en los que ocurre todo lo contrario.

Por tus palabras, imagino que se podría hacer mucho más al respecto…

¡Pues claro! ¡Se podría hacer todo! Ahora mismo se está haciendo lo mínimo. Se está plantando una semilla en uno de cada ocho centros.

Además de una cuestión de política educativa, también se trata de una cuestión de formación del profesorado. En la mayoría de los planes docentes que regulan la formación que reciben los maestros y las maestras, además, por supuesto, de los profesores de secundaria y bachillerato, no hay asignaturas que trabajen la cuestión de la educación sexual. En alguna universidad sí, pero es la excepción. Esto es una dificultad añadida, porque no es posible pedir que se aborde en la escuela un contenido que ni siquiera el profesorado ha visto mientras se formaba para ejercer como tal.

La formación para la educación sexual en nuestro país se limita a másteres muy específicos en sexología o a cursos muy concretos de alguna entidad, ya sea pública o privada. Es, de nuevo, un problema de equidad. Si planteamos que la educación debe ser igual para todo el mundo y que debe plantear unos principios mínimos de actuación para toda la población, no tiene ningún sentido que esto se trabaje en unos lugares sí y en otros no.

Si un profesor no se siente lo suficientemente seguro para abordar esto en el aula y, además, el currículo no lo exige, es muy fácil que se obvie. Son, sin duda, los dos pilares fundamentales que subsanar para limar las carencias de la educación sexual y que esta se integre de manera definitiva en el sistema público. Si esto no es así, estaremos fallando a los principios de equidad y justicia social.

¿A qué retos se enfrenta la educación sexual?

Para mí, el principal es evitar la violencia de género. Otras cuestiones como la prevención de infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados a través de la promoción en el uso de métodos anticonceptivos, por supuesto, también se deben trabajar en la escuela porque existe poca concienciación social al respecto. Menos, incluso, que antes. No obstante, quizá se vinculen más a la educación para la salud que a la educación sexual. En cualquier caso, el principal reto sería, sin ninguna duda, combatir la violencia machista. Para ello se debe fomentar la construcción de relaciones equilibradas entre las personas. De esta forma, descenderá el número de situaciones relacionadas con la violencia de género..

¿Es necesaria, por tanto, una educación sexual, con perspectiva de género?

¡Por supuesto! Tan necesaria que no entiendo la existencia de la educación sexual sin perspectiva de género. Para mí, la educación sexual debería tener una perspectiva de género de base. Si no la tiene, estaremos haciendo otra cosa, pero no educación sexual.

Sin una adecuada educación sexual estamos fallando

a los pilares de la equidad y la justicia social

¿En qué medida puede contribuir la educación sexual a paliar aspectos negativos o “riesgos” en las relaciones de pareja como pueden ser los celos, el control, la falta de interés, empatía e implicación o, en los casos más extremos, la violencia física y psicológica?

La educación sexual sería un agente más trabajando en pro de evitar este tipo de desequilibrios de comunicación y relacionales, que son cotidianos y que, en muchos casos, tendemos a normalizar. Solo así es posible alcanzar relaciones conscientes. Hablo de “relaciones conscientes” porque muchas veces se usan los conceptos de “relación sana” o “relación tóxica” y estos no son del todo preciosos. Al menos, a mí no me lo parecen, en la medida en que todos y todas somos tóxicos en alguna ocasión, fruto del contexto social y mediático en el que nos hemos desarrollado. Por supuesto, también contribuiría a poner fin a estos casos más graves de violencia, tanto física como psicológica.

Es cierto, la educación sexual plantearía una base importante. Pero no es la panacea. Debemos tener siempre presente que el sistema educativo no es, en muchos casos, lo más significativo. Sobre todo, en el caso de gente joven. Tendemos a hablar de lo que se puede hacer en el aula como algo mágico, casi milagroso, pero no es así. La escuela hace lo que puede, pero tiene un límite espacial, temporal y contextual muy concreto. Hay otros muchos agentes que influyen. Por ejemplo, discursos políticos que, en los últimos tiempos, defienden abiertamente la xenofobia, la homofobia… Y que calan entre la población.

También los medios de comunicación y otros productos mediáticos como películas, series, influencers o youtubers son claves formativas no formales que pueden modelar los comportamientos y actitudes de las personas jóvenes y también adultas. Se habla mucho de los mitos del amor romántico y de las películas antiguas de Disney, pero también se reproducen actitudes y comportamientos que son del todo negativos en productos relativamente más modernos. Se me ocurre, por mucho que nos guste a todos, la serie Friends y la relación que mantienen Rachel y Ross. Sin embargo, lo normalizamos y nos parece hasta gracioso. También en la música. Se critica mucho el reggaetón, y con razón, pero el metal o el rock clásico hacen lo mismo. Estos géneros también incluyen componentes machistas al tratar a la mujer como un juguete.

Se trata, en definitiva, de una cuestión cultural. Es por ello que necesitamos que todos los citados sean agentes positivos y contribuyan a construir relaciones saludables. Poco podemos hacer desde la escuela si no hay un verdadero compromiso por parte de toda la sociedad.

¿Son tan comunes este tipo de actitudes y comportamientos en las relaciones de pareja, sobre todo, entre los más jóvenes?

¡Por supuesto! Tan comunes como que aprendemos a relacionarnos así. Y no solo se manifiestan entre la gente joven. Está muy de moda atribuir estos aspectos negativos que comentas a relaciones adolescentes, pero lo cierto es que también se reproducen en relaciones entre jóvenes y, por supuesto, en la edad adulta. Es, por desgracia, algo común a toda la población.

Se trata de una consecuencia más del sistema capitalista en el que vivimos. En Modernidad líquida, Bauman aborda la cuestión de las relaciones y del amor exponiendo cómo las relaciones interpersonales en el mundo actual se van encadenando una tras otra de forma consumista. Es lo que llama “el consumo de las personas”. Un claro ejemplo de esto es una herramienta muy de moda entre los jóvenes y los adolescentes como Tinder. Una herramienta que, por si misma, puede ser positiva y que, sin embargo, favorece una ilusión de existencia casi infinita de personas con las que poder establecer relaciones esporádicas, sin necesidad de involucrarte a nivel emocional. Relaciones superficiales. De usar y tirar. Relaciones de consumo. Es la idea capitalista de la competencia, de aspirar siempre a algo mejor porque siempre hay algo mejor.

Del mismo modo, los celos, el control o la violencia no solamente operan en relaciones de pareja, sino en la práctica totalidad de las relaciones de la vida: con la familia, con los amigos, en el trabajo… Por ello, quizás más que educación sexual, la actuación de la escuela a este respecto debería llamarse “educación comunicacional”.

¿Quién ejerce, por norma, este tipo de comportamientos y actitudes negativas en las relaciones de pareja?

En la sociedad en la que vivimos existe, en general, violencia. Eso es así. Lo que no quita para que la cuestión del patriarcado, la idea preconcebida de la masculinidad y la exigencia de esta sea lo que provoca, en la mayoría de las situaciones, la violencia. Lo verdaderamente violento, lo que reproduce y perpetúa las dinámicas machistas en las relaciones interpersonales, incluidas, por supuesto, las relaciones de pareja, como mencionaba, es el proceso de masculinidad tan característico del patriarcado.

Al margen de esto, evidentemente, pueden producirse episodios violentos entre las personas en general. La violencia supera la dicotomía hombre-mujer. Pero el problema estructural, que va más allá de las relaciones de pareja para afectar a todas las relaciones humanas, es la de género: la masculinidad operada en torno a los hombres contra lo «no masculino». Es esta la que da lugar a asesinatos.

¿Son más comunes estos comportamientos en la actualidad o es que simplemente antes se normalizaban y ni siquiera se veían como algo negativo?

Las investigaciones sobre este tema ponen el foco en que ahora estos comportamientos son más explícitos y, por ende, más comunes. Personalmente creo que no es que sean más comunes en la actualidad, sino que ahora se detectan, por suerte, más rápido. Esto debería dejarnos un sabor agridulce en la boca. Por un lado, hemos progresado en cuanto a la detección. Es decir, la gente los detecta más rápidamente, se les da visibilidad, las mujeres que lo sufren pueden hablar de ello y denunciarlo con mayor facilidad… Sin embargo, esto también nos da a entender que parece que no avanzamos, que la situación no mejora, que esta pesadilla no se acaba… Se detecta más y más rápido, sí, pero sigue existiendo de forma bastante explícita. Lo que da a entender que no se está trabajando bien porque las mujeres seguimos muriendo a manos de nuestras parejas.

No hay datos ni estadísticas que nos indiquen que se haya producido un incremento ni una disminución de este tipo de comportamientos porque los estudios al respecto son actuales. No se puede saber a ciencia cierta cuántos casos de violencia machista se registraban hace 40 años, cuando no estaba reconocido socialmente, cuando no se hablaba de ello, cuando se convivía con ello como algo normal y  no se denunciaba…

No se puede entender la educación sexual sin perspectiva de género

¿Se están generando cánones y pautas de comportamiento a nivel sexual en jóvenes a través de aspectos como la pornografía? ¿Guardan relación con estas violencias de las que hablábamos?

La pornografía no es algo nuevo. Hay niños de primaria que ya consumen pornografía. Nos puede gustar más o menos, pero creo que la pornografía va a seguir estando ahí. Los adolescentes, sobre todo, van a seguir consumiéndola y no vale de nada ignorarla, hacer como que no existe o, incluso, prohibirla. Se trata de trabajar en torno a ella. Es decir, hacer ver a los niños y a las niñas que lo que ahí se ve es mentira, que es una ficción, una producción, un montaje como puede ser cualquier película de superhéroes. Su objetivo no es educar, sino vender. De ahí que sea fundamental trabajar con ella y desmontarla como un producto que, por muchas cuestiones, no es ético. Se trata de saber qué conocen los alumnos sobre sexualidad a través de la pornografía, cuáles son las ideas que han adquirido a través de su consumo y, a partir de ahí, ponerlas en tela de juicio para que sean ellos mismos quienes las terminen cuestionando y rechazando.

¿Y qué papel juegan las redes sociales a este respecto? ¿Cómo se podría trabajar la educación sexual a través de ellas?

Con las redes sociales pasa algo parecido a lo que comentábamos al hablar de pornografía. Son algo que está ahí. Es inevitable que los niños y adolescentes las usen porque son un medio de comunicación significativo. Son herramientas de acercamiento, de encuentro, de disfrute y de vivencia común. El gran problema aquí es cómo gestionarlas para que se haga un uso adecuado de ellas. Si conseguimos esto, son muy útiles. Sirven para charlar con amigos, quedar, leer, jugar, ligar, informarse… Pero claro, también puede hacerse un mal uso de ellas: propagar rumores, acosar… Por este motivo se hace tan necesaria una educación mediática que, por supuesto, debe ir estrechamente ligada a la educación sexual, ya que ambas abordan contenidos comunes como lo afectivo, lo emocional, las relaciones de pareja, el autoconcepto o la autoestima entre muchos otros. Las cuestiones relativas a las nuevas tecnologías, la comunicación y todo lo que tiene que ver con la sexualidad requieren un enfoque multidisciplinar para ser trabajadas y entendidas de un modo adecuado.

¿Se está produciendo una “puritanización” de la educación sexual en los últimos años? ¿Se trataban antes con mayor libertad estos temas en la escuela?

No solamente se está produciendo esa “puritanización” de la que hablas sino que, además, hay cada vez más miedo como consecuencia de determinadas políticas que estamos viendo últimamente en el contexto político español. Parece que hoy se puede hacer un discurso político contra los derechos humanos, pero no se puede hablar de sexualidad en el aula. Me parece una incoherencia absoluta.

El otro día estaba trabajando con mis alumnos y alumnas sobre este tema y veíamos cómo en los años 90 había guías super actualizadas, super interesante y basadas en cuestiones totalmente científicas que, ahora mismo, no se podrían publicar. ¡Hace ya más de 30 años de esto! Es muy grave.

Además, es muy perverso. Cada vez se muestra más el cuerpo como un elemento de consumo. No hace falta más que ver redes sociales como Instagram o TikTok para darse cuenta de ello. Parece que se puede usar el cuerpo para el consumo, pero no para ser trabajado desde una perspectiva educativa.

Otro ejemplo son las campañas que se hacían en la televisión de los 90. “Póntelo, pónselo” tuvo una repercusión enorme y consiguió grandes éxitos con respecto a la gestión de la salud sexual. Ahora parece que mostrar o dar un condón en clase es poco menos que invitar al alumno a que mantenga relaciones sexuales automáticamente. Esto no funciona así. La educación sexual debería hablar sin ningún tipo de pudor de estas cuestiones porque no estamos hablando de ideología. Muchas veces se trata de cuestionar la educación sexual aludiendo a que es ideología o moral, con el tema del pin parental, por ejemplo, y no es así. Se basa en elementos científicos y tiene una base empírica igual que cualquier otro ámbito del conocimiento.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/05/13/soraya-calvo-la-educacion-sexual-no-es-ideologia/

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República Dominicana: UNESCO presenta kits robóticos al Ministerio de Educación que serán incorporados al sistema educativo

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), presentó al Ministerio de Educación, el funcionamiento de los kits robóticos que serán incorporados al sistema educativo en la enseñanza en ciencia.

“En continuidad con nuestra estrecha relación con la UNESCO en reconocimiento de todos sus aportes a la educación de la República Dominicana, de América Latina y en el mundo, hemos tenido un seguimiento a través del embajador Andrés L. Mateo y nuestra Comisión Nacional Dominicana para la UNESCO, para poder ampliar, profundizar y, sobre todo, eficientizar el sistema educativo y las relaciones que por muchos años han unido a nuestro país como parte del Sistema de las Naciones Unidas”, resaltó el ministro Fulcar.

Destacó que, “deseo mostrar el interés del gobierno del presidente Luis Abinader, para que estas relaciones entre el MINERD y la UNESCO se amplíen, se diversifiquen y sean cada vez más eficientes y productivas, por el bien de la educación, de nuestros estudiantes y la humanidad”.

Por su parte, el representante dominicano ante esa casa de las Naciones Unidas, Andrés L. Mateo, reiteró que, “la introducción de estos kits robóticos contribuirá a fortalecer nuestro sistema educativo, el estudio de las ciencias, y permitirá que el Ministerio de Educación extienda el programa de enseñanzas de la ciencia en los niveles primarios y secundarios, y en toda la tanda extendida del horario escolar”, garantizo el diplomático y también escritor dominicano.

En representación de la UNESCO, intervino, además, la directora general adjunta del Sector de Ciencias Naturales y Exactas, Shamila Nair-bedouelle, quien expresó el interés de la Organización en cooperar con el país con el programa en ciencia, puesto que la pandemia del Covid-19 ha afectado el sistema educativo.

Añadió que, “entendemos que el Programa Ciencia, Tecnología Ingeniería y Matemáticas (STEM) es vital para lograr estos objetivos, al mismo tiempo de que la robótica educativa se está convirtiendo en el próximo paso en la educación, debido a su carácter innovador y la experiencia práctica que ofrece a los estudiantes, haciéndolos más receptivos a los estímulos de aprendizaje”, ponderó la especialista.

El encuentro estuvo encabezado por el ministro de Educación, Roberto Fulcar y el embajador Andrés L. Mateo, delegado permanente de la República Dominicana ante la UNESCO, quienes estuvieron reunidos con los funcionarios del órgano de las Naciones Unidas de forma remota.

UNESCO presenta kits robóticos al Ministerio de Educación que serán incorporados al sistema educativo

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Educación emocional en colegios, ¿una necesidad urgente por la pandemia?

Por: ABC

Los alumnos suspenden en empatía, base y soporte de otras competencias emocionales como la comunicación, la escucha activa y el trabajo en equipo.

Desde 2015 la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) está investigando y comprobando la necesidad de la educación emocional en niños y jóvenes, así como promoviendo políticas y guías para su implantación en los centros. Según un informe de 2020 de la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), incluir habilidades socioemocionales en los programas de formación docentes ayuda a abordar el estrés e impulsan las habilidades emocionales y sociales en el aula.

Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada, ha realizado el I Estudio a nivel nacional de Educación Emocional en los Colegios en España. Según los datos extraídos, el 94% de los docentes afirman que mejorarían en su trabajo con los alumnos si tuvieran formación en educación emocional. El 73% de los encuestados añaden que la importancia de formación en competencias emocionales es mucho más importante que antes de la pandemia.

En sus encuestas, los directores de los centros escolares apuntan que esta formación sería muy beneficiosa para los alumnos. El 55% de los encuestados creen que la inteligencia emocional puede reducir mucho el acoso escolar, y el 100% entre bastante y mucho. Asimismo, el 100% de los directivos aseguran que mejoraría la motivación y el gusto de los alumnos por aprender, el rendimiento escolar y los prepararía para el mundo laboral; además el 68% cree que mejorarían como personas, un 66% manifiesta que mejoraría la relación entre los alumnos y el 55% piensa que disminuiría el acoso escolar.

Competencias emocionales más importantes

Según los educadores, los alumnos suspenden en empatía, una competencia emocional que es la base y soporte de otras como la comunicación, la escucha activa y el trabajo en equipo. Sin embargo, cuando se les pregunta por las competencias emocionales más importantes para los alumnos el 36% dicen que es la autoestima, el 32% se decanta por el autocontrol y otro 32% por la comunicación. Si se les pregunta por las suyas propias, para los docentes, el primer lugar lo ocupa la comunicación (88%), el segundo lugar la autoestima (73%) y el tercer lugar el optimismo (71%); a las que siguen trabajo en equipo (69%), flexibilidad (67%), autocontrol (66%) y resiliencia (64%).

Este estudio realizado por Idiena es de la primera encuesta a nivel nacional que se realiza en este campo, cuya necesidad se ha incrementado por la situación que el Covid-19 ha supuesto tanto para la sociedad en general como para los centros educativos en particular, que han tenido que hacer un gran esfuerzo para dar la mejor respuesta posible a alumnos, padres y madres.

Las encuestas se han realizado entre febrero y abril de 2021 y la muestra obtenida es representativa de toda España; han participado 109 colegios (12 públicos, 22 privados y 75 concertados), 44 directores de centros escolares y 557 docentes. «Hemos obtenido una colaboración única en la historia, que nos ha permitido analizar y obtener unos resultados sobre el sector de altísimo valor, tanto para el propio colectivo docente como para la sociedad en general (padres y madres, autoridades públicas)», asegura Michael José Belzunce, presidente de Idiena.

Tanto el informe final como el análisis de resultados han sido realizados por un equipo de doctores investigadores especializados en Inteligencia Emocional y otras disciplinas, apoyando así y siguiendo la línea de rigurosidad científica propia de IDIENA. La muestra ha contestado a una encuesta detallada con un 95% de nivel de confianza y un 5% de margen de error.

«Los datos son muy significativos y ayudan en la toma de futuras decisiones. Ahora queremos hacer llegar este estudio y sus conclusiones a todo el sector educativo y a la sociedad, haciéndoles partícipes de la importancia de incluir la educación emocional en el sistema educativo. Una necesidad que se ha acentuado con la pandemia. Las principales barreras que encuentra el sistema son las distintas legislaciones de las comunidades autónomas, una escasa sensibilidad hacia el concepto, la falta de formación del claustro, las dificultades de implementación en los programas educativos y la ausencia de un modelo de referencia que sea estable», afirma Michael José Belzunce.

Actualmente, no existen estadísticas oficiales en España sobre cuántos colegios imparten educación emocional. Según las estimaciones de Idiena, solo el 5% de los centros las incluyen en sus programas. La Comunidad de Canarias es la excepción en la educación pública con un inicio piloto en algunos centros de primaria que se inició en 2014. También se encuentran algunas iniciativas puestas en marcha por centros privados apoyados por la Fundación Botín.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-educacion-emocional-colegios-necesidad-urgente-pandemia-202105200139_noticia.html

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Mundo: Relatoría del Seminario “Moderación de contenidos y protección de la libertad de expresión en redes sociales”

Mundo/28-05-2021/Autor(a) y Fuente: es.unesco.org

La Oficina de la UNESCO en México presenta la relatoría de este ejercicio organizado en conjunto con el OBSERVACOM.

El pasado 3 de mayo, las y los periodistas y otras partes interesadas de los medios de comunicación que participaron en la Conferencia Mundial de la Libertad de Prensa organizada por la UNESCO y el Gobierno de Namibia para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa, hicieron un llamado a que se tomen medidas urgentes para contrarrestar las amenazas que están debilitando a los medios de comunicación independientes y locales de todo el mundo.

Debido a la preocupación que existe ante la creciente proliferación, a través de sistemas humanos y automatizados, de contenido digital potencialmente dañino, incluida la desinformación y la incitación al odio que socava los derechos de las personas y la calidad del debate público colectivo, otro de los resultados de la Conferencia titulada “La información como un bien público» fue la solicitud a los gobiernos de impulsar una mayor transparencia de las empresas de redes sociales y responsabilidad sobre cómo utilizan su poder de control.

En esta conferencia, la UNESCO presentó el informe titulado Dejar entrar al sol: Transparencia y rendición de cuentas en la era digital (Letting the Sun Shine In: Transparency and Accountability in the Digital Age), que incluye una selección de principios de alto nivel para mejorar la transparencia de las plataformas de Internet y se presenta como una tercera vía entre la sobrerregulación estatal del contenido (que derivó en restricciones desproporcionadas de los derechos humanos y un enfoque de laissez-faire y que falló en el manejo eficaz de contenido problemático, como la incitación al odio y la desinformación).

En ese contexto, la Oficina en México de la UNESCO en México y el OBSERVACOM presentan la relatoría del seminario “Moderación de contenidos y protección de la libertad de expresión en redes sociales”, celebrado en el país el 12 y el 24 de marzo del 2021 entre diversas partes interesadas: gobierno, academia, organizaciones de la sociedad civil, instancia de regulación y usuarios.

Este relato sistematiza los puntos de coincidencia y de controversia en torno a las propuestas de política pública y legislación que se han presentado en el país, y detona preguntas sobre la profundidad y alcance que, en caso de implementarse, estos mecanismos, regulaciones y procesos, deberían contemplar. Además, sintetiza los distintos marcos de referencia nacionales, regionales e internacionales, a tomar en cuenta en el diseño de cualquier acción que se construya alrededor de la libertad de expresión, el acceso a la información y la transparencia en línea y fuera de línea.

Dada la amplitud y la complejidad del debate, se evidenció la necesidad de diseñar un plan de acción y un calendario de trabajos para la construcción de mecanismos de moderación certeros, confiables y transparentes, que impulsen la construcción de una ciudadanía mejor informada, pluralista y diversa, y un ambiente que promueva el diálogo y el debate pacífico entre las personas.

La recuperación mundial ante los retos sociales, económicos, ambientales y humanos, impuestos por la pandemia de COVID-19, exige identificar las condiciones necesarias para que las comunicaciones favorezcan el desarrollo sostenible, el acceso público a la información y las libertades fundamentales. En conjunto, el informe Dejar entrar al sol: Transparencia y rendición de cuentas en la era digital, y la relatoría del ejercicio mexicano que reunió a múltiples voces expertas en la materia, constituyen un insumo fundamental para orientar la toma de decisiones en México.

Ese es el objetivo.

Relatoría Seminario Moderación de Contenidos en Internet  ( 813.56 KB)Descargar

Fuente: https://es.unesco.org/news/relatoria-del-seminario-moderacion-contenidos-y-proteccion-libertad-expresion-redes-sociales

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Entornos seguros y de respeto y una educación inclusiva, necesarios para que artistas LGBTIQ fortalezcan la diversidad cultural y artística en México

América del Norte/México/21-05-2021/Autor(a) y Fuente: es.unesco.org/news

Escuchar, reconocer y visibilizar la diversidad de las realidades sociales y culturales a través de políticas y programas culturales y artísticos, de una política afectiva, de trabajos colectivos y comunitarios, de programas de capacitación y un renovado concepto sobre el patrimonio y la educación, son propuestas que se expusieron durante el primer Diálogo ResiliArt de la UNESCO en México con la comunidad LGBTIQ, para fortalecer un entorno cultural equitativo, de respeto y de paz.

El conversatorio “Narraciones disidentes hacia una cultura sostenible en México”, desarrollado en el contexto del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (17 de mayo), se transmitió en vivo por el Facebook Live de la UNESCO en México y contó con la participación de Alicia Cruz, del Laboratorio de Arte “Diversa”; Fabián Cháirez, artista plástico; Lía García “La novia sirena”, pedagoga artística; Shakiboy, artista drag; así como La Bruja de Texcoco y Raymix, compositores e intérpretes de música regional mexicana.

Alicia Cruz señaló que la comunidad de la diversidad sexual y de género, así como otros grupos, han sido desplazados del terreno artístico y cultural establecido, por lo que han tenido que crear sus propios espacios, sus propias memorias, bibliografías y anaqueles de manera comunitaria y colectiva, lo cual demuestra las posibilidades de una renovada “pedagogía del patrimonio”, que reconozca las experiencias de las personas y las estrategias que se desarrollan en todo momento en diferentes entornos, como en los barrios y en las colonias, para evitar el olvido de sus historias e identidades.

Asimismo, indicó que el alcance de esas acciones que ya se hacen en comunidad puede incrementarse con el compromiso de las instituciones y las organizaciones culturales a través de políticas que integren en sus agendas el apoyo financiero y de difusión de artistas y obras de grupos como el de la diversidad sexual y de género. Para ello, dijo, son necesarios programas de capacitación sobre género, feminismo y diversidad sexual pues, quienes trabajan en distintas áreas de las instituciones u organizaciones, en ocasiones no saben cómo responder o guiarse frente a diferentes obras y proyectos artísticos.

En el diálogo del Movimiento Global ResiliArt de la UNESCO «La Bruja de Texcoco” sugirió que, además de políticas inclusivas, “se construya una verdadera ‘nueva normalidad’ que fomente la inclusión y el respeto desde las infancias, mediante una educación y un verdadero cambio alejado del machismo y la misoginia”, pues ello ha limitado el reconocimiento y el desarrollo de una diversidad de realidades sociales y culturales. La artista explicó que la feminidad le brindó otra sensibilidad creativa y le colocó en un nuevo lugar con grandes posibilidades, aunque aún con riesgos y obstáculos.

En esta línea, Raymix sugirió “incluir plenamente contenidos sobre la diversidad sexual” en la educación básica y en libros de texto para reconocerla como una realidad y fomentar espacios seguros, por ejemplo, erradicando el acoso escolar homofóbico.

El productor de “electrocumbia” también comentó que en algunos géneros musicales predominan los machismos y ciertas masculinidades que orillan a que algunas personas de la disidencia sexual vivan en secreto, por lo que es necesario crear un entorno que permita reconocer a los artistas por sus obras, respetando sus propias identidades, y entonces disipar el miedo prevaleciente en algunos entornos.

Shakiboy, por su parte, destacó no sólo la necesidad de espacios seguros para las personas de la comunidad LGBTIQ, sino también para otros grupos, como los migrantes. La reflexión de este artista parte de su experiencia en un centro de retención por su situación de movilidad en México.

Ante estas y otras problemáticas, Lía García señaló que, con la pandemia actual, se ha encarnado la necesidad de una política afectiva, cuya propuesta proviene de diferentes disidencias que luchan por recuperar el cuerpo, la memoria y los afectos, un desafío en el que las infancias deben recibir un mensaje para “seguir resistiendo”, ante las transformaciones de interacción social que se dieron con la pandemia actual.

Fabián Cháirez, junto a los y las participantes del diálogo, apuntó la necesidad de que las y los artistas, quienes ya cuentan con trayectoria y plataformas de exposición, brinden apoyo y espacio a otras personas que cuenten con menos posibilidades de visibilidad, para fortalecer el reconocimiento de otras realidades.

En este sentido, también destacaron la importancia de fortalecer una narrativa desde la alegría y el amor, para revitalizar las aportaciones que la diversidad sexual y de género han brindado al arte, a la cultura y a sus comunidades, aún frente a “los desafíos que enfrentan para su reconocimiento pleno, en temas relacionados con la libertad artística, que es fundamental para la libertad de expresión”, como señaló el Director y Representante de la Oficina de la UNESCO en México, Frédéric Vacheron, al abrir la sesión del Diálogo, y destacar el papel de la diversidad en la construcción de la paz y un diálogo guiado por el respeto.

Frente a la pandemia, el uso de medios sociales y otras estrategias digitales han mantenido al arte y la cultura a flote, sin embargo, las y los ponentes concordaron en que deben ser evaluadas estas prácticas para identificar cómo realizarlo de una manera coherente y saludable, además de que no todas las personas tienen acceso a servicios de Internet, por lo que también invitaron a realmente reformular la idea de una “nueva normalidad” en la que todas las personas y todas las diversidades estén presentes.

Consulte el mensaje de la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

La UNESCO en México celebró el primer diálogo ResiliArt con personas de la comunidad LGBTI, en el contexto del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (17 de mayo). Con el cual se sumó al llamado de las Naciones Unidas por incluir estas realidades en los planes de respuesta y recuperación ante la pandemia de COVID-19.

Fuente: https://es.unesco.org/news/entornos-seguros-y-respeto-y-educacion-inclusiva-necesarios-que-artistas-lgbtiq-fortalezcan

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CREFAL: 70 años de la educación en América Latina y el Caribe

Por: Carlos A. Reyes*

“El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas”. Bertolt Brecht.

Hablar del Centro Regional de Educación Fundamental para la América Latina (CREFAL), es aludir a la historia de una de las prácticas educativas globales de la educación: la alfabetización. La historia de CREFAL comienza en el año de 1945, con la celebración de la II Conferencia General de la UNESCO en México, conferencia que tendría por objetivo, definir los estatutos de una Organización Internacional de Cooperación Cultural. En este sentido, el 11 de septiembre de 1950 se firmaron los acuerdos entre la Organización de Estados Americanos y la UNESCO, y entre ésta, el Gobierno de México para la creación del Centro Regional de Educación Fundamental para la América Latina.

Al año siguiente, el 9 de mayo de 1951 bajo la dirección del maestro mexicano Lucas Ortiz Benítez en el Estado de Michoacán, México, comenzó a operar este proyecto institucional, teniendo como objetivo ayudar a los gobiernos de América Latina y el Caribe, proporcionando capacitación a los maestros y líderes de educación fundamental, y la preparación de materiales adaptados a las necesidades y condiciones de las comunidades locales para reforzar la educación. Aunado a esto, la realización de los hombres y las mujeres en su cultura, su formación como ciudadanos y del desarrollo de condiciones sociales para su papel en el mundo moderno, fueron directrices que marcaron el de cursar institucional de CREFAL.

La Alfabetización de los pueblos

La instauración de CREFAL en 1951, como una institución de cooperación regional y de carácter internacional en materia educativa, conllevo a pensar y trazar un proyecto en el mismo concepto institucional. Articular un proyecto que respondiera a las necesidades y emergencias de una sociedad complejizada era todo un reto, sin embargo, garantizar el acceso y determinar las óptimas condiciones de los pueblos a la educación fue importante para idear como una primera iniciativa la alfabetización de los pueblos de la región.

La alfabetización como asunto de la agenda política de los Estados de América Latina y el Caribe, ha sido un asunto compartido regionalmente, debido a las características que dichos países y en particular, sus sistemas educativos presentan día a día. Actualmente, la alfabetización quizá sea un tema que sigue latente en las ocupaciones educativas, en menor medida, quizá, pero presente. Dicho lo anterior, CREFAL ha sido una institución que desde la década de los cincuenta del siglo XX, tuvo como eje institucional, llevar a cabo iniciativas de alfabetización, generando con ello, experiencias culturales edificantes de la educación latina y caribeña.

La iniciativa de la alfabetización como primer proyecto de CREFAL, conllevó numerosos ejercicios de éxito para la educación regional, posibilitando el acceso a la lectura, la escritura y la ejercitación de prácticas de comunicación cultural. En las últimas décadas, tanto la UNESCO como la CEPAL han dado evidencia del progreso que la alfabetización representa para los países, para los sistemas educativos, considerando la alfabetización como un proceso de cohesión y tejido social; la generación y conformación de comunidades educativas, la internacionalización de prácticas educativas y el intercambio académico, fueron logros de esta primer gran iniciativa internacional.

CREFAL y su aporte editorial

El trabajo que desde 1951 CREFAL ha realizado, se ha evidenciado a través de numerosas obras editoriales, coordinadas por especialistas de campo. La participación de investigadores como Pablo Latapí, Emilia Ferreiro, Hugo Zemelman, Judith Kalman, Enrique Dussel entre muchos otros más, son parte de esta gama de autores. El aporte editorial han tomado como ejes de debate distintos campos de dominio científico; temas fundamentales como la alfabetización, la educación en personas jóvenes y adultas, hasta vivencias históricas de lo que CREFAL como institución ha representado para la educación regional, forman parte de los múltiples informes, reportes, ensayos, colecciones y homenajes editoriales.

Los aportes editoriales han compilado miradas multidisciplinarias e interdisciplinarias, no solo de la educación, sino de la vida política, económica, histórica, antropológica, filosófica de la región latina y caribeña. Con ello, CREFAL ha dado un espacio al pensamiento regional, observando y escuchando cada uno de los mensajes que desde Decisio, Saberes para la acción en educación de adultos, la revista institucional, hasta las memorias y comunidades en formación que CREFAL sigue construyendo.

En los 70 años de vida institucional de CREFAL, la participación de los sujetos sociales en asuntos de la comunidad, la cultura y la educación, han sido los principales escenarios en que se han constituido iniciativas incluyentes de participación social, haciendo de estas iniciativas proyectos de enseñanza y aprendizaje, particularmente de los jóvenes y adultos. Los planes regionales y subregionales, ha permitido desarrollar políticas públicas en diferentes campos de la sociedad, articulando un marco de participación activa. En este sentido:

El CREFAL se ha propuesto abordar los desafíos que enfrenta la educación de personas jóvenes y adultas. Con este propósito recupera su vasta experiencia, integra las temáticas emergentes en el campo (ciudadanía, derechos humanos, género, migración y medio ambiente, entre otras) y contribuye a la formación de sujetos capaces de crear alternativas que modifiquen las relaciones de las personas con el trabajo, con la vida, con los otros y con el poder. De esta manera procura aportar a la construcción de los consensos necesarios para la democracia y la justicia social en la región.

En la actualidad, CREFAL está conformado por los embajadores de los 13 países miembros, en los que se encuentran: Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

Sitios de interés:

CREFAL:

https://www.crefal.org/

Publicaciones CREFAL: https://www.crefal.org/index.php?option=com_content&view=article&id=541&Itemid=600#

Programas de Formación CREFAL: https://www.crefal.org/index.php?option=com_content&view=article&id=562&Itemid=608

Referencias de Consulta.

CREFAL (9 de mayo de 2021). Antecedentes históricos. https://www.crefal.org/index.php?option=com_content&view=article&id=27&Itemid=182

 

*Colaborador de OVE. ITESM | MÉXICO.

Fuente: EL autor escribe para OVE

Imagen: CREFAL

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