Page 13 of 152
1 11 12 13 14 15 152

La UNESCO se suma a Galápagos Infinito: niñas y niños navegando hacia la educación inclusiva por la sostenibilidad

UNESCO

Las y los estudiantes de Galápagos del 7mo de básica participan en ‘Galápagos Infinito‘, un programa de educación experiencial que tiene como objetivos acercarlos al mar, promover su conexión con la naturaleza y generar un mayor conocimiento de sus islas. La iniciativa suma ahora el apoyo de la UNESCO para el desarrollo de misiones digitales y presenciales, acompañando así esta experiencia de aprendizaje significativo que proporciona herramientas, información y estímulos para edificar la vivencia de jóvenes científicos en roles creativos y de liderazgo.

El programa, creado por la Fundación Naveducando, el Consejo del Régimen Especial del Gobierno de Galápagos y la agencia de comunicación de riesgo Pacífico, pretende inspirar a la próxima generación de conservacionistas ambientales y culturales para la protección y defensa del archipiélago. “Galápagos Infinito” es una misión de redescubrimiento que permite a niños y niñas aprender sobre el mar, ciencia, biología, astronomía, animales, volcanes, navegación, entre otros temas apasionantes, conectándolos con su hábitat desde un enfoque educativo para el desarrollo sostenible.

Este 17 de junio, niños y niñas compartirá una misión digital única. Se conectarán para conocer virtualmente a la tripulación científica a bordo de una embarcación de investigación, que cuenta con un robot submarino que bajará a explorar las profundidades del mar en el Pacífico Oriental. Enlace para la misión: https://youtu.be/6GrbdQyAoqk

Para mayor información sobre el programa Galápagos Infinito visita https://galapagosinfinito.com/

Comparte este contenido:

UNESCO publica Informe Mundial de Ciencia (Resumen Ejecutivo)

Unesco 7 15-06-2021

La pandemia ha dinamizado los sistemas de conocimiento

La pandemia de COVID-19 se ha cobrado un elevado precio humano y económico, pero también ha dinamizado los sistemas de producción de conocimientos.

Durante la pandemia, en los Estados Unidos de América se produjo una movilización sin precedentes en la industria de la biociencia. A mediados de 2020, se calcula que existían más de 400 programas de investigación farmacológica destinados a erradicar la enfermedad. Estas medidas se basaban en la Operación Warp Speed de la Casa Blanca, una asociación público-privada que destinó unos 9 000 millones de dólares al desarrollo y la fabricación de vacunas candidatas, en particular mediante acuerdos de compra anticipada (véase el capítulo 5).

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas del Líbano publicó una convocatoria urgente para la gestión de la COVID-19 ya en marzo de 2020. Esta iniciativa desembocó en la aceptación de 29 proyectos de investigación relacionados con la pandemia, como la política de vacunación, el desarrollo de pruebas rápidas y el uso de la inteligencia artificial para apoyar el diagnóstico temprano de la enfermedad y evaluar sus efectos en la salud mental de los trabajadores que están en primera línea (véase el capítulo 17).

Numerosos países han acelerado sus procesos de aprobación de propuestas de proyectos de investigación. Por ejemplo, a principios de abril de 2020, las agencias de innovación de la Argentina, el Brasil y el Uruguay habían lanzado convocatorias de investigación con un proceso de aprobación acelerado. Las dos agencias de innovación del Perú redujeron su tiempo de respuesta a dos semanas (véase el capítulo 7).

En octubre de 2020, la Organización Mundial de la Salud1 informó de que África contaba con alrededor del 13% de las 1 000 tecnologías nuevas o modificadas existentes que se habían desarrollado en todo el mundo para luchar contra la pandemia, lo cual se aproxima a su porcentaje de población mundial (14%). El 58% de estas aportaciones consistía en soluciones digitales como chatbots (asistentes virtuales), herramientas de autodiagnóstico y aplicaciones de rastreo de contactos. Otro 25% de las soluciones se basaba en la impresión tridimensional (3D) y un 11% en la robótica (véase el capítulo 20).
En abril de 2020, el Gobierno encargó al Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica la gestión de las medidas nacionales para diseñar, producir y adquirir 20 000 respiradores pulmonares. Este organismo fue elegido por su experiencia en el diseño de sofisticados sistemas para
el radiotelescopio MeerKAT en el Cabo Septentrional. En diciembre de 2020 se habían producido 18 000 unidades y se habían distribuido 7 000 (véase el capítulo 20).
La India ha centrado su respuesta frente a la pandemia en la producción de soluciones de bajo costo y exportables en tres ámbitos principales: la investigación y la fabricación de vacunas; la fabricación de versiones genéricas de medicamentos “innovadores”; y la ingeniería frugal de dispositivos médicos de gran demanda, como los respiradores pulmonares de bajo costo (véase el capítulo 22).
Los productos farmacéuticos no constituían una industria prioritaria en la Estrategia Nacional de Exportación de Sri Lanka 2018-2022 hasta que la crisis de la COVID-19 espoleó la demanda. Esto llevó al Gobierno y al sector privado a invertir 30 millones de dólares en una nueva fábrica de productos farmacéuticos en 2020 en la zona franca industrial de Koggala (véase el capítulo 21).
La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la conveniencia de reforzar los vínculos entre los sectores público y privado para la producción de equipos, como ventiladores pulmonares, mascarillas, medicamentos y vacunas. A principios de 2020, un equipo de ingenieros biomédicos de la Universidad de Antioquía (Colombia) diseñó un ventilador pulmonar de bajo costo en colaboración con el Hospital San Vicente de Paúl, gracias a un proyecto patrocinado por el Centro de Desarrollo Empresarial Ruta N Medellín. Este ventilador fue aprobado a mediados de 2020 por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) y fabricado por empresas especializadas en electrodomésticos y automóviles que habían adaptado sus cadenas de montaje. Los desarrolladores utilizaron técnicas de código abierto, de modo que otros fabricantes han podido descargar el mismo diseño (véase el capítulo 7).
Numerosos gobiernos han ofrecido incentivos a las pequeñas y medianas empresas (PYME) para hacer frente a la pandemia. En Irán, la campaña Corona Plus ofreció incentivos financieros a las empresas emergentes en 2020 para ayudarles a producir material médico, en particular equipos de protección y respiradores (véase el capítulo 15).

Extracto del informe

Adjunto el resumen ejecutivo

Informe de ciencia de la unesco

Comparte este contenido:

Lanzan convocatoria de propuestas de la segunda Campaña para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior en América Latina

Convocatoria

La Cátedra UNESCO Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latinade la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), a través de su Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior, invita a participar en la convocatoria de propuestas de actividades de la 2da. Campaña para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior en América Latina.

La Campaña, que cuenta con el auspicio del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior (UNESCO-IESALC) y de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), está orientada a promover reflexiones y debates sobre las múltiples formas de racismo que aún persisten en los sistemas de Educación Superior en América Latina, y contribuir a su erradicación. La Convocatoria está abierta a propuestas de actividades a ser desarrolladas por equipos de estudiantes, docentes, investigadoras/es y/u otras/os trabajadoras/es de instituciones de educación superior de América Latina, que se lleven a cabo entre septiembre y noviembre de 2021.

El Equipo de Colaboradores de la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior, integrado por 30 calificadas/os colaboradoras/es de seis países de América Latina, seleccionará las 20 propuestas que participarán en la Campaña de este año. Para la puesta en práctica de estas propuestas, los equipos responsables de las mismas contarán con el apoyo institucional de la Cátedra UNESCO, que realizará campañas de difusión de amplio alcance y facilitará las comunicaciones y el trabajo colaborativo entre los equipos responsables de las acciones seleccionadas y con el Equipo de Colaboradoras/es, que posee valiosa  experiencia en la materia. Adicionalmente, participarán en una Muestra Pública Final a ser realizada en Zoom o Google Meets y transmitida por Youtube.

Durante el año 2020 se llevó a cabo la 1ra. Campaña para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior, en la que participaron 26 propuestas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala y México, que tuvieron amplia difusión, y en muchos casos lograron incidir en decisiones sobre el tema en las respectivas instituciones. Los videos de la Muestra Final de estas acciones están disponibles en el sitio de la Iniciativa. Para más informaión sobre la Primera Campaña, hacer click aquÍ.

Fechas clave a tener en cuenta:

  • Periodo de recepción de propuestas: 15 de mayo al 15 de julio de 2021.
  • Comunicación de los resultados de la selección de propuestas: 20 de agosto de 2021.
  • Periodo de ejecución de las actividades: 1 de septiembre al 15 de noviembre de 2020.
  • Muestra Pública Final de las actividades realizadas (en Zoom o Google Meets):4 encuentros, cada uno de 2hs de duración a ser realizados en la primera quincena de diciembre.

Más información y bases haciendo click aquí

Comparte este contenido:

¿Por qué no abrimos las escuelas?

Por: Rafael de Hoyos

Los niños latinoamericanos son los que más días de clases presenciales han perdido desde que comenzó la pandemia. Con datos de la Unesco hasta el 30 de abril de 2021, los estudiantes en América Latina (AL) han perdido 217 días de clases presenciales, más de un ciclo escolar completo y 92 días más de lo que perdió el estudiante promedio en otras regiones del mundo. Como punto de comparación, en el Medio Oriente y África del Norte se han perdido 167 días; en África subsahariana, 116; en Asia, 107; en Europa, 93; y en Estados Unidos y Canadá, 46. En este ensayo trato de explicar, hasta donde me lo permiten los datos, lo que está detrás del largo cierre de escuelas en la región. Aunque hay algunos factores que nos ayudan a entenderlo, éstos no son suficientes para dar cuenta de la falta de prioridad que se les ha dado a las escuelas en el proceso de reapertura. Podría haber elementos subyacentes, difíciles de medir, como la falta de convicción de que la educación es un mecanismo de movilidad social, que pudieran explicar el injustificado cierre de escuelas durante tanto tiempo en AL.

A más de un año del comienzo de la pandemia, tenemos suficiente información para afirmar que, si se siguen protocolos sencillos, los riesgos sanitarios asociados a la reapertura de escuelas son relativamente bajos. Hoy también tenemos evidencia que comprueba lo que era obvio desde el comienzo de la pandemia: cerrar las escuelas disminuye los aprendizajes de los estudiantes. Al no tener un dispositivo con acceso a internet y padres con escolaridad suficiente, la pérdida de aprendizajes —con respecto al escenario en donde las escuelas permanecen abiertas— es mucho mayor entre los estudiantes en situación de pobreza. Las niñas y los niños en condición de pobreza no sólo han pasado más de un año sin adquirir aprendizajes curriculares, sin escuelas, muchos perdieron la ingesta calórica más importante del día a través de la comida escolar y para algunas y algunos el cierre de escuelas significó la falta de un espacio seguro, libre de la violencia, la negligencia y el maltrato que viven en su hogar.1 Esta información debería ser suficiente para que la autoridad educativa y la sociedad en su conjunto hicieran todo lo que estuviera a su alcance para reabrir las escuelas y, de no haber condiciones para hacerlo, se aseguraran de que las escuelas fueran las primeras en reabrir cuando el contexto lo permitiera.

A pesar de los altísimos costos económicos y sociales, de lo injusto que es empeñar el futuro de los niños más pobres al excluirlos del aprendizaje, las escuelas siguen cerradas en muchos países de AL. Todavía más difícil de entender es que, como sucede en México, otros sectores de mucho menor importancia para el bienestar futuro como restaurantes, bares, gimnasios y hasta estadios de futbol hayan abierto antes que los sistemas educativos. Estos sectores abrieron sin necesidad de demostrar que los riesgos sanitarios de su reapertura eran menores a los beneficios sociales, algo que sí es demostrable en el caso de las escuelas. Si debemos abrir o no las escuelas dejó de ser relevante, la verdadera interrogante es: ¿por qué no hemos abierto? ¿Qué características o condiciones nos ayudan a entender la decisión de mantener cerradas las escuelas en AL por un periodo mucho mayor al del resto del mundo?

El cierre de escuelas más prolongado en AL pudiera explicarse por un mayor impacto de la pandemia en la región, o bien porque los sistemas de salud tenían condiciones precarias para enfrentar el virus. Si éste fuera el caso, la intensidad de la pandemia —medida por el número de muertos por covid-19 por cada 100 000 habitantes— y el nivel de ingreso per cápita —el cual está altamente asociado a la capacidad de los sistemas de salud— deberían estar correlacionados con el número de días que las escuelas han permanecido cerradas. Utilizando información a nivel internacional, incluyendo casi todos los países del mundo, la figura 1 muestra que la pérdida de días de clases en cada país está correlacionada de manera positiva con la intensidad de la pandemia (medida por el desafortunado número de muertes por covid-19) y de forma negativa con los recursos para hacerle frente —medidos por el producto interno bruto (PIB) per cápita—. Quizá lo más relevante es que, con excepción de Chile, Perú y Uruguay, el número de días con escuelas cerradas en AL es mayor a lo que esperaríamos dado el número de muertes por covid-19 y el nivel de PIB per cápita y en la región.2

Cierre de escuelas, muertes por covid-19 y PIB per cápita

Otras dos variables pudieran ayudarnos a explicar el cierre de escuelas en AL. Si los sistemas educativos en la región no garantizan aprendizajes básicos a un porcentaje significativo de la población estudiantil, el cierre de escuelas podría ser visto como un costo menor para tratar de mitigar la propagación del virus. Por otro lado, la participación laboral de la mujer debería jugar un papel importante en el cierre o reapertura de las escuelas. En AL, el cuidado de los hijos mientras las escuelas han estado cerradas ha sido injustamente mayor para las madres trabajadoras, quienes han reducido su participación laboral.3 Por esta razón, en países con más participación laboral de la mujer se esperaría una mayor presión social por reabrir las escuelas.

¿Se pueden explicar los 92 días adicionales que han permanecido cerradas las escuelas en AL por diferencias, entre nuestra región y el resto del mundo, en muertes por covid-19 (por cada 100 000 habitantes), PIB per cápita, aprendizajes medidos por pruebas estandarizadas internacionales como PISA y participación laboral de la mujer? Para responder a esta pregunta, incluimos estas cuatro variables en un solo modelo estadístico en donde la variable a explicar son días con escuelas cerradas.4 Los resultados muestran que los cuatro factores (aprendizajes, muertes por covid-19, participación de la mujer y PIB per cápita) explican 15 de los 92 días adicionales que las escuelas han permanecido cerradas en AL. Otra forma de interpretar estos resultados es que las escuelas han permanecido cerradas 77 días en exceso o por encima de lo que se esperaría considerando los factores ya mencionados. Claramente que estos resultados son sólo asociaciones que no implican una relación causal y podría haber otras variables relevantes que no estoy tomando en cuenta, pero lo que muestran los datos es que los días de clases presenciales que se han perdido en México y el resto de AL están muy por encima de lo que ha sucedido en otras regiones del mundo, aun tomando en cuenta diferencias en factores relevantes en la decisión de abrir o mantener las escuelas cerradas.

El cierre de escuelas en exceso en AL tiene implicaciones que podrían ir más allá de sus terribles impactos económicos y sociales, pudiera ser una manifestación de un problema estructural que no se irá con la pandemia. Si entre las familias en AL la educación no se percibe como la vía para alcanzar un mayor bienestar futuro, poco harán para exigir rendición de cuentas a la autoridad educativa y demandar los cambios necesarios para garantizar aprendizajes para todos.

Una baja valoración de la educación entre las familias en AL, sobre todo aquéllas en pobreza, no es del todo sorprendente cuando la mayoría de ellas recibe una educación de baja calidad que no garantiza aprendizajes y, por lo tanto, no produce movilidad social. La falta de movilidad social puede hacer que la percepción del costo de mantener las escuelas cerradas y la pérdida de aprendizajes asociada a ésta sea menor que los riesgos sanitarios. Sin un sistema educativo que promueva la movilidad social no hay exigencia ciudadana para priorizar a las escuelas en el proceso de reapertura, no hay una demanda por llevar a cabo un plan de recuperación de los aprendizajes. Pero tampoco hay el apoyo social necesario para emprender reformas educativas complejas que atenten contra intereses de grupos de poder. Visto desde esta perspectiva, no resulta sorprendente que el cierre de escuelas más prolongado se haya dado en la región más desigual del mundo.

El proceso de reapertura durante la pandemia ha revelado nuestras verdaderas preferencias y la educación parece no ocupar los primeros lugares.5 Cambiar nuestras prioridades no será sencillo porque están insertas en un juego perverso de endogeneidad: para hacer de la educación una verdadera prioridad ésta debe mejorar su calidad; pero para mejorar su calidad, la educación tiene que ser una prioridad para la sociedad. Este ciclo se rompe con una autoridad educativa comprometida con los aprendizajes, priorizando a los más pobres. En México está claro que la construcción de un sistema educativo que genere aprendizajes no está dentro de las prioridades del gobierno federal, pero hay otras 32 oportunidades para que la autoridad educativa actúe con responsabilidad y haga del sistema educativo un motor de la movilidad social.

Rafael de Hoyos
Profesor de Economía de la Educación en el ITAM y socio fundador de Xaber


1 Para un resumen de la evidencia internacional sobre los riesgos sanitarios asociados al regreso a clases y los costos de mantener las escuelas cerradas ver: De Hoyos, R., y Saavedra, J. “Es hora de volver a aprender”, Banco Mundial, 24 de marzo de 2021.

2 Excluimos a Nicaragua del análisis por tratarse de un caso atípico en donde el gobierno nacional tomó la decisión de no cerrar escuelas.

3 Bergallo, P.; Mangini, M.; Magnelli, M., y Bercovich, S. “The impacts of COVID-19 on women’s economic autonomy in Latin America and the Caribbean”, UNDP LAC C19 PDS, núm. 25, 2021.

4 Se estimó una regresión lineal en donde la variable dependiente es el número de días con escuelas cerradas y las variables independientes incluyen cuatro factores (participación laboral de la mujer, aprendizajes, muertes por covid-19 y PIB per cápita) más una variable-indicador (dummy) para los países de AL, la cual captura el cierre de escuelas en exceso.

5 Con el movimiento Padres Organizados, la ciudad de Buenos Aires es una excepción en la región.

Fuente e Imagen: https://www.nexos.com.mx/?p=56391

Comparte este contenido:

Soraya Calvo: «La educación sexual no es ideología»

  • Charlamos con Soraya Calvo, maestra, pedagoga, sexóloga y doctora en Equidad e Innovación Educativa por la Universidad de Oviedo, acerca de las enormes carencias de la educación sexual que reciben niñas, niños y jóvenes en las aulas españolas y la importancia de subsanarlas para favorecer relaciones sexuales y afectivas saludables.

En una etapa más que convulsa desde el punto de vista político, donde los discursos abiertamente racistas, sexistas y homófobos ganan terreno y llegan, incluso, a campar a sus anchas en las instituciones, es cada vez más palpable el retroceso en materia de libertad educativa. Asistimos pues impasibles a cómo la educación sexual es denostada, desprestigiada y tachada poco menos que de perversión. Soraya Calvo es, además de maestra, pedagoga y sexóloga, doctora en Equidad e Innovación en Educación por la Universidad de Oviedo y defiende, sin pelos en la lengua, la necesidad de un mayor peso de la educación sexual, tanto en colegios como en institutos, al considerarla una herramienta fundamental para el correcto desarrollo de niños y adolescentes.

¿Qué entendemos por “educación sexual”?

Lo primero de todo, es necesario comprender a qué nos referimos con “sexual”. Sexual no es solamente genital, no nos referimos en exclusiva a las prácticas eróticas. Nos referimos a todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la sexualidad: lo afectivo, lo emocional, las relaciones de pareja, el autoconcepto, la autoestima… Es mucho más que lo puramente erótico.

Durante muchos años se ha empleado el término de “educación afectivo-sexual” para que la palabra parezca menos fuerte. Una especie de eufemismo. De forma que la sociedad comprende y asume que lo sexual se relaciona con la penetración, con el coito… Pero, insisto, “sexual” no es sinónimo de “genital”. Se puede hacer educación sexual sin hablar de coito en ningún momento.

¿Desde cuándo se imparte educación sexual en los centros educativos españoles?

La educación sexual, como tal, lleva en el currículo desde los años 90. Como contenido curricular, se implementa de la mano de la LOGSE de un modo transversal, es decir, que se debe abordar desde todas las áreas. Con las diferentes legislaciones que se han desarrollado hasta la actualidad ha sufrido algunos cambios pero, en síntesis, se ha mantenido. Otra cosa es si se lleva o no a la práctica…

¿A qué te refieres con eso de “si se lleva o no a la práctica”?

La principal dificultad es que, al ser transversal, la educación sexual no es evaluable. Además, se supone que se debe trabajar desde todas las asignaturas. Pero lo cierto es que no hay procedimientos e indicaciones claras y concretas hacia el profesorado acerca de dónde y cómo trabajarlo, lo que va a provocar que el hecho de que se imparta o no educación sexual de una forma adecuada en los colegios e institutos quede en manos de los propios docentes. Es decir, al no estar incorporada dentro de una asignatura específica, buena parte del profesorado no la incluye dentro de sus programaciones de aula. Esto es un problema, porque provoca que haya centros en los que se trabaje en profundidad y otros en los que no.

Otra cuestión problemática es que, en muchos casos, se cede la responsabilidad de impartir estos contenidos a entidades externas al centro. Aunque hay colegios e institutos que disponen de sus propios programas, los menos, en la mayoría de los casos se acude a distintas asociaciones, a organizaciones dependientes de los ayuntamientos y las comunidades autónomas, e, incluso, a entidades privadas. Esto es otro problema, porque hay centros educativos con mayor capacidad para financiar estos servicios y otros que tienen menos.

¿Quién es el destinatario de la educación sexual?

Son contenidos que, de acuerdo con el currículo, deberían abordarse en toda la educación obligatoria. Es decir, desde la educación primaria y, por supuesto, con un foco importante en secundaria. En la práctica, se aborda en la ESO, sobre todo en los cursos superiores. Es lógico que se ponga el foco en secundaria, puesto que es cuando se comienza a pensar y hablar de relaciones eróticas, a mantener este tipo de encuentros con otras personas, a tener las primeras relaciones con penetración, y, por consiguiente, surgen dudas al respecto de todo lo que tiene que ver con la erótica.

No obstante, la sexualidad comienza en el momento en que nacemos e implica aspectos tales como la identificación de la propia identidad, la forma en que me relaciono con mis iguales en la guardería y en educación infantil… Es posible hacer educación sexual desde los primeros años de escolarización: el conocimiento del cuerpo, los estereotipos de género, los roles que se atribuyen a la identidad, cuestiones sobre orientación sexual… Por ejemplo, es ya en la etapa de primaria cuando comienzan a surgir distintas cuestiones relacionadas con la identidad. Esto también es educación sexual, al igual que hablar de homofobia, de transfobia… Lógicamente, debe ir graduándose en función del momento experiencial de las personas.

No podemos pedir a los docentes que aborden cuestiones de educación sexual con sus alumnos si no están formados para ello

Mencionas una gran cantidad de contenidos que se podrían abordar en educación sexual. No obstante, ¿se trabajan todos estos aspectos en la práctica?

En el currículo hay contenidos que se pueden relacionar con todos estos aspectos que he mencionado y que se pueden trabajar en distintas asignaturas. Pero, como te decía, no hay una pauta clara…

A nivel internacional, organizaciones como la Unesco o la OMS plantean programas e indicaciones acerca de cómo trabajar la educación sexual desde la etapa de infantil. Estas entidades, sin embargo, no tienen capacidad de legislar. España, como estado integrado en ellas, sí tiene capacidad jurídica para hacerlo. De hecho, lo tiene muy fácil para incorporar estas cuestiones dentro de su política educativa. Y no lo está haciendo.

Al no estar articulado legalmente de manera explícita en el currículo, como mencionaba al principio, depende del grado de implicación de los profesores y de los programas que existan en los diferentes centros. No hay un marco teórico que permita determinar cuáles son los contenidos que se deben abordar con respecto a la educación sexual en el contexto educativo español. Existen, eso sí, muchísimos programas externos que establecen qué contenidos abordar y cómo hacerlo. Pero todo va a depender de cada centro. Es, en definitiva, un problema de equidad: hay centros en los que se trabaja muy bien porque los profesores y los equipos directivos están muy involucrados y otros en los que ocurre todo lo contrario.

Por tus palabras, imagino que se podría hacer mucho más al respecto…

¡Pues claro! ¡Se podría hacer todo! Ahora mismo se está haciendo lo mínimo. Se está plantando una semilla en uno de cada ocho centros.

Además de una cuestión de política educativa, también se trata de una cuestión de formación del profesorado. En la mayoría de los planes docentes que regulan la formación que reciben los maestros y las maestras, además, por supuesto, de los profesores de secundaria y bachillerato, no hay asignaturas que trabajen la cuestión de la educación sexual. En alguna universidad sí, pero es la excepción. Esto es una dificultad añadida, porque no es posible pedir que se aborde en la escuela un contenido que ni siquiera el profesorado ha visto mientras se formaba para ejercer como tal.

La formación para la educación sexual en nuestro país se limita a másteres muy específicos en sexología o a cursos muy concretos de alguna entidad, ya sea pública o privada. Es, de nuevo, un problema de equidad. Si planteamos que la educación debe ser igual para todo el mundo y que debe plantear unos principios mínimos de actuación para toda la población, no tiene ningún sentido que esto se trabaje en unos lugares sí y en otros no.

Si un profesor no se siente lo suficientemente seguro para abordar esto en el aula y, además, el currículo no lo exige, es muy fácil que se obvie. Son, sin duda, los dos pilares fundamentales que subsanar para limar las carencias de la educación sexual y que esta se integre de manera definitiva en el sistema público. Si esto no es así, estaremos fallando a los principios de equidad y justicia social.

¿A qué retos se enfrenta la educación sexual?

Para mí, el principal es evitar la violencia de género. Otras cuestiones como la prevención de infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados a través de la promoción en el uso de métodos anticonceptivos, por supuesto, también se deben trabajar en la escuela porque existe poca concienciación social al respecto. Menos, incluso, que antes. No obstante, quizá se vinculen más a la educación para la salud que a la educación sexual. En cualquier caso, el principal reto sería, sin ninguna duda, combatir la violencia machista. Para ello se debe fomentar la construcción de relaciones equilibradas entre las personas. De esta forma, descenderá el número de situaciones relacionadas con la violencia de género..

¿Es necesaria, por tanto, una educación sexual, con perspectiva de género?

¡Por supuesto! Tan necesaria que no entiendo la existencia de la educación sexual sin perspectiva de género. Para mí, la educación sexual debería tener una perspectiva de género de base. Si no la tiene, estaremos haciendo otra cosa, pero no educación sexual.

Sin una adecuada educación sexual estamos fallando

a los pilares de la equidad y la justicia social

¿En qué medida puede contribuir la educación sexual a paliar aspectos negativos o “riesgos” en las relaciones de pareja como pueden ser los celos, el control, la falta de interés, empatía e implicación o, en los casos más extremos, la violencia física y psicológica?

La educación sexual sería un agente más trabajando en pro de evitar este tipo de desequilibrios de comunicación y relacionales, que son cotidianos y que, en muchos casos, tendemos a normalizar. Solo así es posible alcanzar relaciones conscientes. Hablo de “relaciones conscientes” porque muchas veces se usan los conceptos de “relación sana” o “relación tóxica” y estos no son del todo preciosos. Al menos, a mí no me lo parecen, en la medida en que todos y todas somos tóxicos en alguna ocasión, fruto del contexto social y mediático en el que nos hemos desarrollado. Por supuesto, también contribuiría a poner fin a estos casos más graves de violencia, tanto física como psicológica.

Es cierto, la educación sexual plantearía una base importante. Pero no es la panacea. Debemos tener siempre presente que el sistema educativo no es, en muchos casos, lo más significativo. Sobre todo, en el caso de gente joven. Tendemos a hablar de lo que se puede hacer en el aula como algo mágico, casi milagroso, pero no es así. La escuela hace lo que puede, pero tiene un límite espacial, temporal y contextual muy concreto. Hay otros muchos agentes que influyen. Por ejemplo, discursos políticos que, en los últimos tiempos, defienden abiertamente la xenofobia, la homofobia… Y que calan entre la población.

También los medios de comunicación y otros productos mediáticos como películas, series, influencers o youtubers son claves formativas no formales que pueden modelar los comportamientos y actitudes de las personas jóvenes y también adultas. Se habla mucho de los mitos del amor romántico y de las películas antiguas de Disney, pero también se reproducen actitudes y comportamientos que son del todo negativos en productos relativamente más modernos. Se me ocurre, por mucho que nos guste a todos, la serie Friends y la relación que mantienen Rachel y Ross. Sin embargo, lo normalizamos y nos parece hasta gracioso. También en la música. Se critica mucho el reggaetón, y con razón, pero el metal o el rock clásico hacen lo mismo. Estos géneros también incluyen componentes machistas al tratar a la mujer como un juguete.

Se trata, en definitiva, de una cuestión cultural. Es por ello que necesitamos que todos los citados sean agentes positivos y contribuyan a construir relaciones saludables. Poco podemos hacer desde la escuela si no hay un verdadero compromiso por parte de toda la sociedad.

¿Son tan comunes este tipo de actitudes y comportamientos en las relaciones de pareja, sobre todo, entre los más jóvenes?

¡Por supuesto! Tan comunes como que aprendemos a relacionarnos así. Y no solo se manifiestan entre la gente joven. Está muy de moda atribuir estos aspectos negativos que comentas a relaciones adolescentes, pero lo cierto es que también se reproducen en relaciones entre jóvenes y, por supuesto, en la edad adulta. Es, por desgracia, algo común a toda la población.

Se trata de una consecuencia más del sistema capitalista en el que vivimos. En Modernidad líquida, Bauman aborda la cuestión de las relaciones y del amor exponiendo cómo las relaciones interpersonales en el mundo actual se van encadenando una tras otra de forma consumista. Es lo que llama “el consumo de las personas”. Un claro ejemplo de esto es una herramienta muy de moda entre los jóvenes y los adolescentes como Tinder. Una herramienta que, por si misma, puede ser positiva y que, sin embargo, favorece una ilusión de existencia casi infinita de personas con las que poder establecer relaciones esporádicas, sin necesidad de involucrarte a nivel emocional. Relaciones superficiales. De usar y tirar. Relaciones de consumo. Es la idea capitalista de la competencia, de aspirar siempre a algo mejor porque siempre hay algo mejor.

Del mismo modo, los celos, el control o la violencia no solamente operan en relaciones de pareja, sino en la práctica totalidad de las relaciones de la vida: con la familia, con los amigos, en el trabajo… Por ello, quizás más que educación sexual, la actuación de la escuela a este respecto debería llamarse “educación comunicacional”.

¿Quién ejerce, por norma, este tipo de comportamientos y actitudes negativas en las relaciones de pareja?

En la sociedad en la que vivimos existe, en general, violencia. Eso es así. Lo que no quita para que la cuestión del patriarcado, la idea preconcebida de la masculinidad y la exigencia de esta sea lo que provoca, en la mayoría de las situaciones, la violencia. Lo verdaderamente violento, lo que reproduce y perpetúa las dinámicas machistas en las relaciones interpersonales, incluidas, por supuesto, las relaciones de pareja, como mencionaba, es el proceso de masculinidad tan característico del patriarcado.

Al margen de esto, evidentemente, pueden producirse episodios violentos entre las personas en general. La violencia supera la dicotomía hombre-mujer. Pero el problema estructural, que va más allá de las relaciones de pareja para afectar a todas las relaciones humanas, es la de género: la masculinidad operada en torno a los hombres contra lo «no masculino». Es esta la que da lugar a asesinatos.

¿Son más comunes estos comportamientos en la actualidad o es que simplemente antes se normalizaban y ni siquiera se veían como algo negativo?

Las investigaciones sobre este tema ponen el foco en que ahora estos comportamientos son más explícitos y, por ende, más comunes. Personalmente creo que no es que sean más comunes en la actualidad, sino que ahora se detectan, por suerte, más rápido. Esto debería dejarnos un sabor agridulce en la boca. Por un lado, hemos progresado en cuanto a la detección. Es decir, la gente los detecta más rápidamente, se les da visibilidad, las mujeres que lo sufren pueden hablar de ello y denunciarlo con mayor facilidad… Sin embargo, esto también nos da a entender que parece que no avanzamos, que la situación no mejora, que esta pesadilla no se acaba… Se detecta más y más rápido, sí, pero sigue existiendo de forma bastante explícita. Lo que da a entender que no se está trabajando bien porque las mujeres seguimos muriendo a manos de nuestras parejas.

No hay datos ni estadísticas que nos indiquen que se haya producido un incremento ni una disminución de este tipo de comportamientos porque los estudios al respecto son actuales. No se puede saber a ciencia cierta cuántos casos de violencia machista se registraban hace 40 años, cuando no estaba reconocido socialmente, cuando no se hablaba de ello, cuando se convivía con ello como algo normal y  no se denunciaba…

No se puede entender la educación sexual sin perspectiva de género

¿Se están generando cánones y pautas de comportamiento a nivel sexual en jóvenes a través de aspectos como la pornografía? ¿Guardan relación con estas violencias de las que hablábamos?

La pornografía no es algo nuevo. Hay niños de primaria que ya consumen pornografía. Nos puede gustar más o menos, pero creo que la pornografía va a seguir estando ahí. Los adolescentes, sobre todo, van a seguir consumiéndola y no vale de nada ignorarla, hacer como que no existe o, incluso, prohibirla. Se trata de trabajar en torno a ella. Es decir, hacer ver a los niños y a las niñas que lo que ahí se ve es mentira, que es una ficción, una producción, un montaje como puede ser cualquier película de superhéroes. Su objetivo no es educar, sino vender. De ahí que sea fundamental trabajar con ella y desmontarla como un producto que, por muchas cuestiones, no es ético. Se trata de saber qué conocen los alumnos sobre sexualidad a través de la pornografía, cuáles son las ideas que han adquirido a través de su consumo y, a partir de ahí, ponerlas en tela de juicio para que sean ellos mismos quienes las terminen cuestionando y rechazando.

¿Y qué papel juegan las redes sociales a este respecto? ¿Cómo se podría trabajar la educación sexual a través de ellas?

Con las redes sociales pasa algo parecido a lo que comentábamos al hablar de pornografía. Son algo que está ahí. Es inevitable que los niños y adolescentes las usen porque son un medio de comunicación significativo. Son herramientas de acercamiento, de encuentro, de disfrute y de vivencia común. El gran problema aquí es cómo gestionarlas para que se haga un uso adecuado de ellas. Si conseguimos esto, son muy útiles. Sirven para charlar con amigos, quedar, leer, jugar, ligar, informarse… Pero claro, también puede hacerse un mal uso de ellas: propagar rumores, acosar… Por este motivo se hace tan necesaria una educación mediática que, por supuesto, debe ir estrechamente ligada a la educación sexual, ya que ambas abordan contenidos comunes como lo afectivo, lo emocional, las relaciones de pareja, el autoconcepto o la autoestima entre muchos otros. Las cuestiones relativas a las nuevas tecnologías, la comunicación y todo lo que tiene que ver con la sexualidad requieren un enfoque multidisciplinar para ser trabajadas y entendidas de un modo adecuado.

¿Se está produciendo una “puritanización” de la educación sexual en los últimos años? ¿Se trataban antes con mayor libertad estos temas en la escuela?

No solamente se está produciendo esa “puritanización” de la que hablas sino que, además, hay cada vez más miedo como consecuencia de determinadas políticas que estamos viendo últimamente en el contexto político español. Parece que hoy se puede hacer un discurso político contra los derechos humanos, pero no se puede hablar de sexualidad en el aula. Me parece una incoherencia absoluta.

El otro día estaba trabajando con mis alumnos y alumnas sobre este tema y veíamos cómo en los años 90 había guías super actualizadas, super interesante y basadas en cuestiones totalmente científicas que, ahora mismo, no se podrían publicar. ¡Hace ya más de 30 años de esto! Es muy grave.

Además, es muy perverso. Cada vez se muestra más el cuerpo como un elemento de consumo. No hace falta más que ver redes sociales como Instagram o TikTok para darse cuenta de ello. Parece que se puede usar el cuerpo para el consumo, pero no para ser trabajado desde una perspectiva educativa.

Otro ejemplo son las campañas que se hacían en la televisión de los 90. “Póntelo, pónselo” tuvo una repercusión enorme y consiguió grandes éxitos con respecto a la gestión de la salud sexual. Ahora parece que mostrar o dar un condón en clase es poco menos que invitar al alumno a que mantenga relaciones sexuales automáticamente. Esto no funciona así. La educación sexual debería hablar sin ningún tipo de pudor de estas cuestiones porque no estamos hablando de ideología. Muchas veces se trata de cuestionar la educación sexual aludiendo a que es ideología o moral, con el tema del pin parental, por ejemplo, y no es así. Se basa en elementos científicos y tiene una base empírica igual que cualquier otro ámbito del conocimiento.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/05/13/soraya-calvo-la-educacion-sexual-no-es-ideologia/

Comparte este contenido:

República Dominicana: UNESCO presenta kits robóticos al Ministerio de Educación que serán incorporados al sistema educativo

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), presentó al Ministerio de Educación, el funcionamiento de los kits robóticos que serán incorporados al sistema educativo en la enseñanza en ciencia.

“En continuidad con nuestra estrecha relación con la UNESCO en reconocimiento de todos sus aportes a la educación de la República Dominicana, de América Latina y en el mundo, hemos tenido un seguimiento a través del embajador Andrés L. Mateo y nuestra Comisión Nacional Dominicana para la UNESCO, para poder ampliar, profundizar y, sobre todo, eficientizar el sistema educativo y las relaciones que por muchos años han unido a nuestro país como parte del Sistema de las Naciones Unidas”, resaltó el ministro Fulcar.

Destacó que, “deseo mostrar el interés del gobierno del presidente Luis Abinader, para que estas relaciones entre el MINERD y la UNESCO se amplíen, se diversifiquen y sean cada vez más eficientes y productivas, por el bien de la educación, de nuestros estudiantes y la humanidad”.

Por su parte, el representante dominicano ante esa casa de las Naciones Unidas, Andrés L. Mateo, reiteró que, “la introducción de estos kits robóticos contribuirá a fortalecer nuestro sistema educativo, el estudio de las ciencias, y permitirá que el Ministerio de Educación extienda el programa de enseñanzas de la ciencia en los niveles primarios y secundarios, y en toda la tanda extendida del horario escolar”, garantizo el diplomático y también escritor dominicano.

En representación de la UNESCO, intervino, además, la directora general adjunta del Sector de Ciencias Naturales y Exactas, Shamila Nair-bedouelle, quien expresó el interés de la Organización en cooperar con el país con el programa en ciencia, puesto que la pandemia del Covid-19 ha afectado el sistema educativo.

Añadió que, “entendemos que el Programa Ciencia, Tecnología Ingeniería y Matemáticas (STEM) es vital para lograr estos objetivos, al mismo tiempo de que la robótica educativa se está convirtiendo en el próximo paso en la educación, debido a su carácter innovador y la experiencia práctica que ofrece a los estudiantes, haciéndolos más receptivos a los estímulos de aprendizaje”, ponderó la especialista.

El encuentro estuvo encabezado por el ministro de Educación, Roberto Fulcar y el embajador Andrés L. Mateo, delegado permanente de la República Dominicana ante la UNESCO, quienes estuvieron reunidos con los funcionarios del órgano de las Naciones Unidas de forma remota.

UNESCO presenta kits robóticos al Ministerio de Educación que serán incorporados al sistema educativo

Comparte este contenido:

Educación emocional en colegios, ¿una necesidad urgente por la pandemia?

Por: ABC

Los alumnos suspenden en empatía, base y soporte de otras competencias emocionales como la comunicación, la escucha activa y el trabajo en equipo.

Desde 2015 la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) está investigando y comprobando la necesidad de la educación emocional en niños y jóvenes, así como promoviendo políticas y guías para su implantación en los centros. Según un informe de 2020 de la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), incluir habilidades socioemocionales en los programas de formación docentes ayuda a abordar el estrés e impulsan las habilidades emocionales y sociales en el aula.

Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada, ha realizado el I Estudio a nivel nacional de Educación Emocional en los Colegios en España. Según los datos extraídos, el 94% de los docentes afirman que mejorarían en su trabajo con los alumnos si tuvieran formación en educación emocional. El 73% de los encuestados añaden que la importancia de formación en competencias emocionales es mucho más importante que antes de la pandemia.

En sus encuestas, los directores de los centros escolares apuntan que esta formación sería muy beneficiosa para los alumnos. El 55% de los encuestados creen que la inteligencia emocional puede reducir mucho el acoso escolar, y el 100% entre bastante y mucho. Asimismo, el 100% de los directivos aseguran que mejoraría la motivación y el gusto de los alumnos por aprender, el rendimiento escolar y los prepararía para el mundo laboral; además el 68% cree que mejorarían como personas, un 66% manifiesta que mejoraría la relación entre los alumnos y el 55% piensa que disminuiría el acoso escolar.

Competencias emocionales más importantes

Según los educadores, los alumnos suspenden en empatía, una competencia emocional que es la base y soporte de otras como la comunicación, la escucha activa y el trabajo en equipo. Sin embargo, cuando se les pregunta por las competencias emocionales más importantes para los alumnos el 36% dicen que es la autoestima, el 32% se decanta por el autocontrol y otro 32% por la comunicación. Si se les pregunta por las suyas propias, para los docentes, el primer lugar lo ocupa la comunicación (88%), el segundo lugar la autoestima (73%) y el tercer lugar el optimismo (71%); a las que siguen trabajo en equipo (69%), flexibilidad (67%), autocontrol (66%) y resiliencia (64%).

Este estudio realizado por Idiena es de la primera encuesta a nivel nacional que se realiza en este campo, cuya necesidad se ha incrementado por la situación que el Covid-19 ha supuesto tanto para la sociedad en general como para los centros educativos en particular, que han tenido que hacer un gran esfuerzo para dar la mejor respuesta posible a alumnos, padres y madres.

Las encuestas se han realizado entre febrero y abril de 2021 y la muestra obtenida es representativa de toda España; han participado 109 colegios (12 públicos, 22 privados y 75 concertados), 44 directores de centros escolares y 557 docentes. «Hemos obtenido una colaboración única en la historia, que nos ha permitido analizar y obtener unos resultados sobre el sector de altísimo valor, tanto para el propio colectivo docente como para la sociedad en general (padres y madres, autoridades públicas)», asegura Michael José Belzunce, presidente de Idiena.

Tanto el informe final como el análisis de resultados han sido realizados por un equipo de doctores investigadores especializados en Inteligencia Emocional y otras disciplinas, apoyando así y siguiendo la línea de rigurosidad científica propia de IDIENA. La muestra ha contestado a una encuesta detallada con un 95% de nivel de confianza y un 5% de margen de error.

«Los datos son muy significativos y ayudan en la toma de futuras decisiones. Ahora queremos hacer llegar este estudio y sus conclusiones a todo el sector educativo y a la sociedad, haciéndoles partícipes de la importancia de incluir la educación emocional en el sistema educativo. Una necesidad que se ha acentuado con la pandemia. Las principales barreras que encuentra el sistema son las distintas legislaciones de las comunidades autónomas, una escasa sensibilidad hacia el concepto, la falta de formación del claustro, las dificultades de implementación en los programas educativos y la ausencia de un modelo de referencia que sea estable», afirma Michael José Belzunce.

Actualmente, no existen estadísticas oficiales en España sobre cuántos colegios imparten educación emocional. Según las estimaciones de Idiena, solo el 5% de los centros las incluyen en sus programas. La Comunidad de Canarias es la excepción en la educación pública con un inicio piloto en algunos centros de primaria que se inició en 2014. También se encuentran algunas iniciativas puestas en marcha por centros privados apoyados por la Fundación Botín.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-educacion-emocional-colegios-necesidad-urgente-pandemia-202105200139_noticia.html

Comparte este contenido:
Page 13 of 152
1 11 12 13 14 15 152