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La crisis climática interrumpió el acceso a la educación de 242 millones de niños en 2024, según Unicef

Por:Silvia Laboreo Longás

Los fenómenos extremos impidieron el año pasado acudir a clase a uno de cada siete alumnos en el mundo, el 74% provenientes de países de renta baja y media-baja. La situación afecta de forma desproporcionada a las niñas y adolescentes y pone en riesgo su futuro.

Las inundaciones, tormentas, incendios forestales, olas de calor, olas de frío, ciclones tropicales y sequías que arrasaron el planeta el año pasado provocaron que al menos 242 millones de estudiantes de 85 países vieran interrumpido su acceso a la escuela. Estos fenómenos extremos, consecuencia de la crisis climática, impidieron a uno de cada siete alumnos acudir a clase, según un nuevo informe de Unicef publicado este viernes, coincidiendo con el Día Internacional de la Educación.

Una cifra “conservadora”, indican en el estudio, debido principalmente a las limitaciones de los datos. Además, explican, estos números no tienen en cuenta los impactos secundarios de estos peligros inducidos por el clima, “como la contaminación atmosférica causada por los incendios forestales o las sequías, las tensiones geopolíticas derivadas de la competencia por el agua o las epidemias resultantes de la reducción del acceso al agua potable debido a inundaciones o sequías”. El análisis se centra en la “interrupción escolar”, que define como cualquier acontecimiento que provoque la suspensión de las clases regulares, desde el cierre de escuelas, a la reducción de las horas lectivas, el adelanto de las vacaciones, el retraso en la apertura o la destrucción de colegios y aulas.

Además de las consecuencias sobre las infraestructuras escolares, estas interrupciones, sobre todo aquellas que son prolongadas, tienen un alto coste en la infancia y adolescencia. “Cuanto más duren, más impacto van a tener en la vida de los niños y niñas, sobre todo en sus procesos de aprendizaje, que se van a ver interrumpidos, y también en la calidad de estos”, explica por videollamada Carlos García de Bakedano, especialista en Educación de Unicef España. Estos riesgos, incide el informe, se hacen mayores en aquellos contextos más frágiles. “Cuanto más tiempo pase sin que vayan a la escuela o sin que accedan a la educación, más va a costar que vuelvan de nuevo, con lo cual se pueden ver más expuestos a riesgos de trabajo infantil, matrimonio infantil, embarazo temprano u otros tipos de abusos y explotación”, añade el experto.

En Etiopía y Kenia, durante 2021 el matrimonio infantil aumentó en más de un 90% en las regiones más afectadas por la sequía, expulsando a las niñas de las escuelas

En estos casos, las niñas y adolescentes suelen verse afectadas de forma más desproporcionada. “Esto pasa, en general, no solamente con las crisis derivadas del cambio climático, sino también, por ejemplo, en emergencias derivadas de conflictos. Por una discriminación de género, a muchas de ellas se les asigna una serie de roles de cuidado, de tareas domésticas, etcétera, que de alguna manera hacen que abandonen o dejen de ir a la escuela”, inciden desde Unicef. “Esto les va a limitar en sus procesos de desarrollo y de oportunidades de futuro y también les va a exponer más a situaciones de abuso o de violencia. Hay estudios que dicen que aquellas niñas que son capaces de terminar la etapa secundaria tienen seis veces menos riesgo de sufrir matrimonio infantil”, cuenta García de Bakedano.

El informe destaca, al hilo de esta problemática, que en Asia meridional y África oriental los fenómenos climáticos van asociados a un aumento de las tasas de matrimonio infantil, interrumpiendo para siempre la educación de miles de niñas y adolescentes. “En Etiopía y Kenia, durante 2021 el matrimonio infantil aumentó en más de un 90% en las regiones más afectadas por la sequía, expulsando a las niñas de las escuelas”, detalla el análisis de Unicef.

Un aula y material escolar dañados en la Escuela Primaria de Dahilig, en el municipio de Gainza, en Filipinas, semanas después de que la tormenta tropical Kristine (Trami) causara estragos en octubre de 2024.
Un aula y material escolar dañados en la Escuela Primaria de Dahilig, en el municipio de Gainza, en Filipinas, semanas después de que la tormenta tropical Kristine (Trami) causara estragos en octubre de 2024.LARRY MONSERATE PIOJO (© UNICEF/UNI703985/PIOJO)

En cuanto a la división por regiones, de los 242 millones de estudiantes que vieron su asistencia a clase interrumpida, casi el 74% se encontraban en países de renta baja y media-baja. Asia meridional fue la zona más perjudicada, con 128 millones de niños y adolescentes afectados. Le siguen Asia Oriental y el Pacífico, con 50 millones de estudiantes, y América Latina y el Caribe, con 30 millones de damnificados. En Oriente Próximo y el Norte de África, las tormentas y las inundaciones provocaron interrupciones escolares que afectaron a 8 millones de alumnos. Mientras tanto, en África occidental y central y África oriental y meridional, las inundaciones afectaron a 12 millones y 8 de estudiantes, respectivamente. En el continente africano, donde más de 107 millones de niños ya están sin escolarizar, las perturbaciones relacionadas con el clima en 2024 han puesto en riesgo de abandono escolar a otros 20 millones.

Más de 118 millones de alumnos afectados por olas de calor

Dentro de los fenómenos extremos, las olas de calor fueron el principal riesgo climático que llevó al cierre de escuelas en 2024, el año más cálido registrado en el planeta. En abril, más de 118 millones de alumnos resultaron afectados por las altas temperaturas, según Unicef, que destaca que países como Bangladés o Filipinas sufrieron cierres generalizados en ese mes, mientras que otros, como Camboya, redujeron su jornada escolar dos horas. En mayo, los termómetros alcanzaron los 47 grados en algunas zonas de Asia meridional, poniendo en riesgo la salud de los más pequeños.

“Los niños son más vulnerables a los efectos de las crisis meteorológicas, como olas de calor, tormentas, sequías e inundaciones más fuertes y frecuentes”, declaró en un comunicado Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef. “Su cuerpo es especialmente vulnerable. Se calientan más rápido, sudan de forma menos eficiente y se enfrían más lentamente que los adultos. Los niños no pueden concentrarse en aulas que no les ofrecen un respiro del calor sofocante, y no pueden llegar a la escuela si el camino está inundado, o si las escuelas son arrasadas por el agua”.

Según las previsiones de otro informe de Unicef publicado recientemente, esta problemática irá a peor en los próximos años. En 2050, el número de menores expuestos a olas de calor extremas será ocho veces mayor al registrado en la década de 2000. El de niños y niñas expuestos a inundaciones extremas será tres veces superior, y el de afectados por incendios forestales extremos prácticamente se duplicará.

Más financiación y escuelas más resilientes

“Las escuelas y los sistemas educativos están en gran medida mal equipados para proteger a los alumnos de estos impactos, ya que las inversiones financieras en educación centradas en el clima siguen siendo sorprendentemente bajas, y los datos globales sobre las interrupciones escolares debidas a peligros climáticos son limitados”, dice el comunicado de la organización. Para ello, desde Unicef piden acelerar la financiación para mejorar la resiliencia climática en el sector educativo.

“Los niños no pueden concentrarse en aulas que no les ofrecen un respiro del calor sofocante, y no pueden llegar a la escuela si el camino está inundado, o si las escuelas son arrasadas por el agua”

Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef

“Cuando se da algún tipo de crisis humanitaria, del tipo que sea, lógicamente se pone mucho el foco en el acceso a agua segura, a la salud, nutrición, a la protección de niños y niñas para que no se vean expuestos. Pero es verdad que la inversión en educación, que también es un sector fundamental en un contexto de emergencia y que permite de alguna manera a los niños y niñas verse más protegidos, muchas veces es mucho más baja. Habría que poner el foco en que la educación en emergencias reciba la financiación suficiente. Ya no solamente la respuesta cuando se da un fenómeno, sino incluso en toda la parte de prevención y de construcción de resiliencia”, incide García de Bakedano.

Además, las soluciones pasan, explica el especialista, por aumentar la capacidad de respuesta de las infraestructuras escolares, hacerlas más resistentes a los efectos de estos fenómenos extremos y poner en marcha planes de gestión de riesgos y contingencia. “Es fundamental preparar a toda la comunidad escolar y que se impliquen. Por otro lado, es necesario incorporar contenidos sobre el cambio climático en los currículos escolares. Todo esto con la participación relevante e importante del profesorado como figura clave”, añade.

Sin olvidar tampoco a los afectados, los niños y niñas. Incentivar la participación del alumnado y de la población adolescente como motores del cambio, de sensibilización y de generación de nuevas dinámicas es imprescindible para García de Bakedano. “Los y las jóvenes nos están poniendo las pilas llamando la atención sobre lo que nos estamos jugando, sobre todo para su futuro”.

https://elpais.com/planeta-futuro/2025-01-24/la-crisis-climatica-interrumpio-el-acceso-a-la-educacion-de-242-millones-de-ninos-en-2024-segun-unicef.html
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UNICEF alerta sobre el aumento de violencia sexual contra niños y niñas en Haití

Informe revela alarmante aumento de violencia sexual contra menores de edad en Haití

Las denuncias por violencia sexual contra menores de edad en Haití han aumentado un alarmante 1.000 % en lo que va de 2024, revelando la magnitud de la “catástrofe humanitaria” que enfrenta el país, según informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En un informe presentado ante el Consejo Económico y Social de la ONU, la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, destacó que los grupos armados están abusando de los niños de manera “recurrente”, y sus acciones incluyen asesinatos o mutilaciones.

Each day, Haitians endure some of the worst abuses, and threats to their lives that we are seeing anywhere in the world.

Russell calificó estos hechos como una “aberración” y el “colmo del horror”, y señaló que las bandas paramilitares han comenzado a reclutar menores para aumentar sus filas. Se estima que hasta el 50 % de los integrantes de estas pandillas son niños y adolescentes, lo que representa un incremento del 70 % en la captación de este grupo vulnerable durante el último año.

“Se les utiliza como informadores, cocineros y esclavos sexuales, y se les obliga a perpetrar actos violentos”, afirmó Russell, quien hizo un llamado a la comunidad internacional para que preste más atención a la población haitiana, que “ha sufrido demasiado” y “durante demasiado tiempo”.

Según estimaciones de la ONU, de las 5,5 millones de personas que requieren ayuda humanitaria en Haití, tres millones son niños, quienes representan cerca de la mitad de los más de 700.000 desplazados internos. La situación se agrava aún más debido a que las organizaciones humanitarias enfrentan serias dificultades para llevar a cabo su labor a causa de la violencia, que afecta directamente a 2,7 millones de personas.

La comunidad internacional se enfrenta a un urgente llamado a la acción para abordar esta crisis humanitaria y proteger a los más vulnerables en Haití.

TELESUR

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Educación para todos los niños y niñas

Todos los niños y niñas tienen derecho a educarse. Los mayores somos los únicos responsables por hacer cumplir los derechos de los niños a nivel universal. En este siglo XXI, con abundante dinero y una extraordinaria tecnología como la internet, tenemos la oportunidad de que todos los niños vayan a la escuela o que estas vayan a casa de los niños que, por diversos motivos no pueden asistir a las aulas.

El 31 de octubre de 2024, la Unesco publicó su Informe de Monitoreo de la Educación Global (GEM) titulado “Liderazgo en la educación”, descerrajándonos una cruel verdad: 71 millones de niños del mundo no asisten a la escuela primaria. En nuestro país no existe una data exacta al respecto, pero la Defensoría del pueblo, ha informado que alrededor de 46 mil niños y adolescentes han abandonado la escuela primaria. Esto es un gatillazo a la humanidad y al Perú, que evidencia una abrumadora incapacidad de gestión inclusiva.

Muchos de los niños padecen el trabajo infantil, la explotación y la pobreza, lo que les impide acceder a las escuelas. Las guerras, el maltrato y la inequidad los convierten en huérfanos y vulnerables a violaciones, mutilación y discapacidades que agravan su precaria situación y perpetúan sus aflicciones.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, dice que la educación “es el motor fundamental de las sociedades prósperas, inclusivas y pacíficas”, por lo que es clave invertir más en educación para que ningún niño se quede sin escuela.  Precisamente este 20 de noviembre celebramos El Día Mundial del Niño, proclamado por las Naciones Unidas desde 1954, con el propósito de promover el bienestar infantil gracias a La Convención sobre los Derechos del Niño que garantiza la educación de todos los niños.

Los niños, aunque diferentes, tienen los mismos derechos. La escuela, junto con los maestros, asumen la responsabilidad de identificar sus talentos y desarrollar el potencial de cada niño, formando los valores esenciales como la justicia y la bondad y, empoderarlos de conocimientos para una vida exitosa.  Parafraseando a José Luis Perales en su canto por un mundo mejor, hagamos que los niños canten y levanten su voz; quienes vivan en paz canten por aquellos que sufren o están silenciados por el dolor, la violencia o la pobreza.

Situar a los niños como prioridad de nuestro quehacer como país, es construir una sociedad más feliz y esperanzadora para las futuras generaciones.

Artículo publicado en, El Montonero

© David Auris Villegas. Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCPC.

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: Unicef

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El 40 % de las y los adolescentes cree haber tenido problemas de salud mental

Por: 

Casi la mitad de chicas y chicos ha tenido o cree haber tenido problemas de salud mental en el último año. La mitad de todos ellos no se lo ha contado a nadie porque no sabe a quién acudir o cree que el tema no es tan importante.

Unicef y la Universidad de Sevilla (US) han hecho públicos algunos datos de su último Barómetro de opinión de la infancia y la adolescencia, que en esta ocasión ha puesto el foto en la salud mental, un tema clave en los últimos años.

Uno de los datos que más destaca es que el 40 % de todos cree haber tenido problemas de salud mental (ansiedad, depreción, TDAH, etc.)  en el último año. Pilar Ramos, investigadora de la US, ha aclarado que no significa que los hayan tenido y que probablemente con otros malestares menos graves.

La mitad de quienes han dicho que ha pasado por algún problema de salud mental, no se lo han contado a nadie, ni a sus padres ni a otros adultos. Entre los motivos, destacan dos: no saben a quién o dónde acudir para contarlo y, además, le quitan importancia para el propio problema.

Los servicios de orientación en los centros educativos deberían ser uno de esos lugares en donde chicas y chicos podrían acudir para hablar de sus malestares y problemas. Pero chicas y chicos destacan que no suelen acudir porque o bien creen que no tienen la formación necesaria para tratar con ellos como que no confían en que guarden el secreto de aquello que les cuenten.

A esto se suma la percepción de que faltan muchos de estos profesionales en los centros educativos, de manera que no tienen el tiempo ni la cercanía necesaria para escucharles. Durante la rueda de prensa de presentación del informe, José Ángel, estudiante de secundaria, ha explicado que en su centro hay 1.600 alumnos y un único orientador, con lo que es casi imposible que pueda atender al alumnado. Su compañera, Alae, también ha comentado que es necesario que tengan una formación específica sobre las pautas que deben seguir con chicas y chicos jóvenes y mostrarse como figuras más cercanas y alejadas, de ese modo, de otras figuras docentes más estrictas.

Desde hace años los colectivos de orientadoras y orientadores vienen reclamando la necesidad de un aumento de las plantillas y recordando la recomendación de que debería haber uno de estos profesionales por cada 250 estudiantes. Una ratio que en la mayor parte de los institutos no se cumple por mucho. Ramos comenta que “detectamos que en contexto educativo hay una gran falta de apoyo al centro para que sirva primera puerta donde pueda acceder a la ayuda”.

Pilar Ramos comenta que el hecho de que no pidan ayuda tiene múltiples causas y, entre ellas, está el desconocimiento sobre los recursos existentes. “Esto es muy relevante porque nos dice hacia dónde tenemos que intervenir: mensajes más claros y directos a las madres, padres y adultos de los centros educativos, y también para chicas y chicos, para que sepan dónde tienen que acudir”.

Estigma y redes sociales

Una de las buenas noticias del barómetro, como destacó Pilar Ramos, es el hecho de que las y los jóvenes cargan con menor prejuicios sobre la salud mental de los que esperaban cuando comenzaron el estudio. Esto se desprende de que cerca del 80,5 % declaró que estaría dispuesto a tener una relación de amistad con alguien que tuviera un problema de salud mental.

“Estamos dispuestos a apoyar a las personas con problema de salud mental” dijo Alae en la presentación del intorme. Cree esta joven que esto se debe al hecho de que ahora es posible que las y los jóvenes tengan mayor acceso a la información sobre estos temas, así como a la manera de lidiar con ellos.

En este sentido, el informe ha sacado a la luz que buena parte de las y los chicos obtienen su información sobre salud mental en las redes sociales. Es algo que demandan y que tienen bastante a la mano.

Dato que contrasta con el hecho de que en diferentes partes del barómetro se habla del impacto que en muchas ocasiones tienen estas redes en relación a los modelos de vida. Es decir, chicas y chicos viven bajo la presión de encontrarse en ciertas redes sociales modos de estar en el mundo demasiado positivos y perfectos, circunstancia que en no pocos casos les empuja a intentar imitar dichas conductas.

Además, tienen identificadas algunas redes sociales como Twitter, Tiktok o Instagram como las más perjudiciales para su propia salud mental.

En todo esto, además, existen diferencias de género que, según Ramos, han de tenerse en cuenta a la hora de afrontar las medidas y actuaciones que se implementan. “Ellas son más sensibles y vulnerables a la imagen que proyectan en las redes sociales, tratan de quedar perfectas. Además, se valoran peor, valoran peor sus herramientas a la hora de afrontar problemas de salud mental”, dice la investigadora que, asegura, es algo que se ha visto en otras muchas investigaciones del estilo.

Además, señala, hay diferencias también a la hora de juzgar cuáles son algunas de las herramientas que favorecen una mejor salud mental. Las chicas suelen destacar el hablar con otras personas y, aunque la investigadora asegura que es una buena idea, otras como la actividad física, que se ha demostrado que favorece la salud mental, está más considerada por los chicos que por ellas.

Demandas

Además de las relativas a una mejora de los servicios de orientación de los centros educativos, el barómetro de Unicef, ponen el foco en la necesidad, y obligación legal, de desarrollar las figuras de coordinación de bienestar que desde la aprobación de la Lopivi son obligatorias en los centros. Unas figuras que, más allá de los departamentos de orientación, deberían ser las encargadas de velar por la salud y el bienestar de chicas y chicos y que en muchas comunidades autónomas no se han terminado de desarrollar o lo han hecho cargando de trabajo a otros perfiles dentro de los centros, como equipos de dirección u otras coordinaciones.

Reforzar los servicios y programas de salud mental de infancia y adolescencia, aumentando los recurso y haciendo que sean accesibles en cualquier parte del país; incremento del número de profesionales de la salud mental en la atención primaria y con formación específica en salud mental infanto-juvenil o promover la visión preventiva en los sistemas sanitarios autonómicos para lo cuál sería, dice el informe, “necesaria una mayor integración y desarrollo de los programas de prevención y detección precoz dirigidos a niños, niñas y adolescentes”.

En este sentido, Pilar Ramos insiste en que se deben fomentar servicios que atienden al derecho a la salud: “Tenemos listas de espera de meses; es una cuestión absolutamente necesaria desde la atención primaria”. “Está habiendo una crisis de atención sanitaria, especialmente, de atención primaria”, explica la investigadora que, continúa, “en salud mental estamos partiendo de cero”.

Mejorar la información que se tiene sobre estos temas, así como realizar campañas entre chicas y chicos y personas adultas para conocer este tipo de casuísticas, dónde acudir si se tiene algún problema o se cree tenerlo, son otras recomendaciones.

Entre otras muchas recomendaciones, también se mira a la empresa privada y a la necesidad de una mayor y mejor control de los contenidos que se publican en las redes sociales. Entre otros, los relativos a la salud mental, para que sean rigurosos y que aborden, dice el texto, desde el malestar emocional hasta la existencia de un problema de salud mental”.

La necesidad, finalmente, de dar información y formación a las familias, no solo en lo relativo al uso de pantallas, sino a cómo afrontar situaciones  de estrés o que puedan empujar a problemas de salud mental, es otro de los puntos clave dentro de las recomendaciones que se lanzan desde este nuevo barómetro de Unicef y la Universidad de Sevilla.

“Está bien no estar bien”, cerraba Alae en la presentación del texto. “Es necesario se consciente de la existencia del problema y no se debe tener vergüenza por pedir ayuda”, insistía esta joven. Un mensaje que apunta a buena parte de las claves que se señalan en en informe: la posibilidad de hablar con otras personas que te puedan ayudar para que una situación que, posiblemente, no haya derivado en un problema de salud mental, se quede en eso, un malestar que se pueden solucionar con mayor facilidad. Y que las vidas perfectas que muchas veces las redes sociales publicitan, no existen. Y no pasa nada.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2024/10/08/el-40-de-las-y-los-adolescentes-cree-haber-tenido-problemas-de-salud-mental/

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Campaña Líderes por la Educación de UNICEF: Estas son las estrategias para la recuperación de aprendizajes.

UNICEF hace un llamado a las empresas privadas para que se unan a esta iniciativa de impacto social que apoya la educación y desarrollo del país.

UNICEF lanzó la masiva campaña Líderes por la Educación para visibilizar los desafíos en la educación en Perú. La última Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA) reveló, por ejemplo, que solo 3 de cada 10 estudiantes de cuarto de primaria logran entender lo que leen y solo 2 de cada 10 alumnos dominan las matemáticas.

Ante esta situación, hicieron un llamado a líderes de los sectores empresariales para que se unan a la iniciativa y logren mejoras a través de la acción colectiva e inversión. A la fecha ya vienen trabajando en cuatro importantes estrategias y soluciones para la recuperación de los aprendizajes básicos en el país, los cuales se detallan a continuación:

Asegurar la matrícula y permanencia en la escuela

Un total de 199, 697 niños, niñas y adolescentes contaron con una matrícula y no abandonaron la escuela en Lima Norte, Trujillo, Tumbes, Piura, Huancavelica, Ucayali y Loreto gracias a las distintas acciones que UNICEF aplicó durante el 2023.

Incrementar el acceso a programas de recuperación de aprendizajes

El año pasado, la organización que desempeña su labor en más de 190 países colaboró en la implementación de evaluaciones diagnósticas que ayudaron a identificar y apoyar a más de 6,000 estudiantes con rezago en los aprendizajes fundamentales de lectura y matemáticas.

Garantizar que los y las docentes cuenten con las herramientas necesarias para desarrollar su labor

Se pusieron en marcha programas formativos para docentes y directivos de las escuelas en las áreas de intervención. Se alcanzó a más 13,000 personas con cursos modulares, presenciales y virtuales que promovieron sus conocimientos y nuevas competencias.

Garantizar la salud y bienestar psicosocial de los y las educadores y de los niños, niñas y adolescentes

UNICEF brindó soporte emocional y ayudó a prevenir diferentes formas de violencia, así como a identificar casos complejos y promover buenas prácticas de salud mental a través de programas en Tumbes, Loreto, Lima, Huancavelica y Ucayali. Se llegó a más de 18.000 personas, entre docentes, estudiantes y migrantes.

Invertir en la educación tiene un efecto transformador en la vida de los niños, niñas, adolescentes y de sus comunidades. Se estima que un año adicional de educación supone un aumento de 9% de los ingresos por persona al año, con un impacto significativo en las niñas. Incluso antes de la pandemia, los niños, niñas y adolescentes carecían de habilidades básicas y avanzadas, y tenían resultados de aprendizaje bajos. Ahora es peor”, comentó UNICEF.

Apoyo empresarial

El sector privado tiene la capacidad técnica y el poder de desarrollar nuevas propuestas y soluciones a los problemas de acceso, calidad e inclusión en la educación, por ello es de gran importancia su apoyo, indica UNICEF.

También tiene recursos financieros para ampliar la escala de las innovaciones, las mejores experiencias probadas y los programas de educación y desarrollo de habilidades. Sabemos lo que funciona, pero necesitamos su apoyo para poder implementarlo a escala y llegar a más niños, niñas y adolescentes en Perú y Latinoamérica, sostienen.

UNICEF requiere apoyo continuo para darle sostenibilidad a sus programas, escalar sus intervenciones y ayudar en las emergencias que pueden ocurrir en cualquier momento, por este motivo convocó a las empresas para que se unan a las iniciativas de impacto social que apoyan en la educación y desarrollo de un país, en este caso Perú.

https://elcomercio.pe/peru/campana-lideres-por-la-educacion-de-unicef-estas-son-las-estrategias-para-la-recuperacion-de-aprendizajes-noticia/?ref=ecr

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Organismos de Naciones Unidas presentan resultados de informe sobre la integración de los sectores de educación y ambiente en América Latina y el Caribe

UNESCO

El reporte analiza políticas y programas de educación climática y ambiental en A. Latina y el Caribe, identifica brechas, desafíos, oportunidades y da recomendaciones.

Durante la Semana Regional del Clima LAACCW (por sus siglas en inglés), realizada en Panamá entre el 23-27 de octubre, PNUMA, la UNESCO y UNICEF coorganizaron el evento paralelo «Integración del medio ambiente y el cambio climático en las políticas y programas educativos de la región», donde se presentaron los resultados de un informe regional interagencial que será publicado próximamente.

El reporte, que analiza las políticas y programas de educación climática y ambiental en América Latina y el Caribe, identifica brechas, desafíos, oportunidades y ofrece recomendaciones para acelerar la acción climática entre los sectores. El documento se realizó gracias al valioso apoyo de Fundación MERI, institución filantrópica cuyo mandato es promover el Desarrollo Integral y Sostenible de Chile y el mundo, en conformidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Enfocado hacia directores de educación ambiental, representantes de educación para el desarrollo sostenible, redes de educación superior y líderes juveniles en el ámbito del cambio climático, el evento paralelo fue un punto de encuentro vital para responsables políticos, educadores y otros actores. La jornada tuvo como objetivo incentivar la colaboración interagencial, mostrar los resultados del trabajo conjunto, facilitar la creación de redes y promover la colaboración entre participantes.

El evento contó con las palabras de inauguración de la ministra de Educación de Panamá, Maruja Gorday de Villalobos, y Milciades Concepción, ministro de Ambiente de Panamá, representado por la Coordinadora Nacional de Cultura Ambiental Melitza Tristán, además de representantes de las agencias involucradas a nivel regional. A continuación, se brindó una introducción sobre la cooperación interagencial y una presentación de los resultados del estudio por parte de María del Carmen Porras, especialista de cambio climático y reducción de riesgo de desastres de UNICEF LACRO, moderado por Cristián Bravo coordinador de Educación para el Desarrollo Sostenible la UNESCO Santiago. Sobre este estudio tripartito, Cristián Bravo expresó: este estudio es el resultado del esfuerzo conjunto de estas 3 agencias que nos viene a mostrar bastantes desafíos a nivel regional que debemos abordar de manera mancomunada para poder seguir avanzando en la Agenda 2030 y en lograr entregar soluciones de calidad para la crisis global que estamos viviendo.

Una vez presentado el estudio, se abrió un panel moderado por Gloria Ordoñez, especialista en Educación Ambiental y Estilos de vidas sostenibles en PNUMA ORLAC, que contó con representantes ministeriales del gobierno de Panamá y juventudes para conocer sus impresiones y las posibilidades de cooperación que ven hacia 2050.

https://www.unesco.org/es/articles/organismos-de-naciones-unidas-presentan-resultados-de-informe-sobre-la-integracion-de-los-sectores

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Unicef: la guerra afectó la educación de siete millones de niños y jóvenes ucranianos

En el informe más detallado hasta ahora sobre el tema, el organismo de la ONU aseguró que la guerra «destruyó totalmente» más de 1.300 escuelas, mientras que otras sufrieron daños graves y quedaron inutilizables. Según el texto, dos tercios de los niños en edad de preescolar no van al jardín.

El aprendizaje de unos 7 millones de niños y jóvenes ucranianos fue afectado por la guerra, que ya «destruyó totalmente» más de 1.300 escuelas, mientras que otras sufrieron daños graves y quedaron inutilizables, advirtió este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el informe más detallado hasta ahora sobre las consecuencias del conflicto en la educación.

El organismo de la ONU subraya que, tanto los niños que se quedaron en el país como los que huyeron tras la invasión rusa a larga escala iniciada en febrero de 2022, ven su cuarto año escolar perturbado.

El conflicto y el exilio amenazan la educación de 6,7 millones de niños y jóvenes ucranianos de entre 3 y 18 años, denunció Regina de Dominicis, la directora regional de Unicef para Europa y Asia Central, citada en el informe tomado por la agencia de noticias AFP.

Según datos del organismo, la mitad de los profesores ucranianos registraron que los niños de esta exrepública soviética ya muestran señales generalizadas de déficit de conocimiento, sobre todo en su dominio de la lengua ucraniana, de lectura y de matemáticas, advirtió la experta, tras visitar el país.

Según el informe, dos tercios de los niños en edad de preescolar no van al jardín. En las zonas cercanas al frente, el 75% de las familias informa que no puede enviar a sus hijos al preescolar.

Además, apenas un tercio de los alumnos ucranianos pudieron proseguir con sus estudios de manera totalmente presencial. Un tercio lo pudo hacer parcialmente y otro, a distancia.

Más de la mitad de los niños ucranianos que huyeron del país se ven afectados por la guerra, ya que no están inscriptos en el sistema escolar del país de recepción por la barrera lingüística, las dificultades de transporte o la falta de lugar en las escuelas locales, entre otros motivos, alertó Unicef.

Las familias intentan que sus hijos sigan las clases a distancia, pero «algunos niños refugiados abandonaron completamente sus estudios».

«En tiempos de crisis o de guerra, las escuelas implican mucho más que un lugar de enseñanza», subraya el trabajo del organismo, ya que los establecimientos «pueden proporcionar a los niños, que ya se enfrentan a la pérdida, el desplazamiento y la violencia, una sensación de rutina y seguridad, la oportunidad de hacer amigos y recibir ayuda de los profesores».

La escuela también puede mejorar la alimentación, facilitar el acceso a las vacunas y a otras ayudas, señala.

Hay más de 300.000 niños ucranianos que corren el riesgo de perder lo adquirido durante el próximo curso escolar.

Foto archivo AFP

https://www.telam.com.ar/notas/202308/638497-unicef-informe-guerra-rusia-ucrania-educacion.html

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