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Más de 150 millones de niños trabajan en el Mundo, revela UNICEF

Por: Christian López

 El 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil; el tema de este año es: “Justicia social para todos. ¡Acabemos con el trabajo infantil!”

La pandemia por la COVID-19, las crisis económicas y los conflictos en el mundo han generado que más familias estén en la pobreza y que millones de niños se integren al trabajo infantil, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Más de 160 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años en el mundo son víctimas del trabajo infantil, según han advertido las ONG de infancia con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora este lunes 12 de junio bajo el lema ‘Justicia social para todos. Poner fin al trabajo infantil’.

Cabe destacar, como se informó en La Verdad Noticias, trabajo infantil se define como toda actividad laboral que priva a niños, niñas y adolescentes de su niñez, de vivir conforme a su etapa de crecimiento, y que es perjudicial para que se desarrollen tanto física como psicológicamente.

Peores formas del trabajo infantil

Sin acceso a escuela, menores que trabajan
El trabajo infantil abarca todas las actividades económicas que realizan las y los menores de 12 años; las ligeras permitidas para aquellos de 12 a 14 años; y también abarca las peores formas de esta actividad.

Estas últimas son “un lastre y el origen de violaciones gravísimas de derechos humanos para niños, niñas y adolescentes porque atentan contra su dignidad, integridad y bienestar físico, emocional y psicológico”.

También se encuentra la mendicidad ajena, que se presenta cuando piden dinero en las calles y normalmente hay personas adultas que se benefician de ello; la servidumbre, que consiste en ocuparlos para labores de limpieza en restaurantes, negocios y para quehaceres domésticos, a cambio de condiciones mínimas de alojamiento y alimentación.

¿Cómo acabar con el trabajo infantil?

El trabajo infantil es problema complejo
Por tratarse de un problema complejo, las intervenciones más eficaces son aquellas que articulan varias dimensiones en simultáneo: la escolarización, la atención sani- taria, el acceso a la protección social, la regulación del mercado laboral, la efectiva aplicación de normativa vigente y las prácticas culturales.

Fuente de la información e imagen:  https://laverdadnoticias.com

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Educación en medio del conflicto, una crisis sin atención

Por: Adriana Berna

La enseñanza es la base del futuro, pero esta se ve en peligro cuando las emergencias humanitarias toman prioridad, ¿cómo asegurar un ambiente educativo estable en medio de la crisis?

“Cuando un país se ve afectado por un conflicto o un desastre, sus niños y sus jóvenes son víctimas por partida doble. A corto plazo, sus escuelas sufren daños, son destruidas, ocupadas por fuerzas militares o incluso atacadas deliberadamente. Debido a ello, se suman a los millones de jóvenes que no asisten a la escuela y que, a medida que pasan los años, rara vez regresan. A largo plazo, ellos y los países donde viven, seguirán enfrentándose a ciclos perpetuos de pobreza”, señaló Henrietta Fore, mientras se desempeñaba como directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).

Situaciones de emergencia como la guerra, los desastres naturales causados por el cambio climático y el desplazamiento que también pueden resultar en trabajo infantil, la trata de blancas y matrimonios forzados son las causantes de que millones de niños alrededor del mundo pierdan su derecho a entrar al sistema escolar y sus oportunidades a futuro. De acuerdo con el estudio de Unicef ‘A Future Stolen: Young and out-of-school’, la educación puede hacer o deshacer el futuro de los niños y jóvenes, por lo que es necesario invertir de manera urgente en la seguridad de la enseñanza.

De acuerdo con este mismo reporte, 8,9% de niños en edades de escuela primaria no está yendo a clases, así como el 15,9% de niños con edades de escuela pre-media y el 36,3% de niños en edades de escuela media o bachillerato.

Según las últimas declaraciones del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, en la Conferencia de Alto Nivel sobre Financiación de la Fundación Education Cannot Wait (ECW) de este año, 78 millones de niños alrededor del mundo de edad preescolar hasta secundaria no han ido nunca a la escuela, mientras que 222 millones de infantes presentan carencia de una educación adecuada, ya que no llegan a los estándares mínimos de competencias en lectura o aritmética.

Educación en medio del conflicto, una crisis sin atención
Actualmente, 78 millones de niños no han entrado al sistema educativo alguna vez en su vida.Pixabay

Una responsabilidad con el futuro

La guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto armado más reciente, ha sido el causante del deceso de la escolaridad en lugares como Kiev y otras zonas de Ucrania que han quedado reducidas a escombros.

Desde 2019, Rusia ha bombardeado centros educativos y al sol de hoy los ataques de la potencia europea, así como los cortes de electricidad en medio de las jornadas escolares son ocurrencias comunes tanto para profesores como para alumnos, reporta el periódico estadounidense The New York Times.

La situación entre ambas naciones ha afectado académicamente a los niños que están injustamente involucrados gracias al cierre obligatorio al que tuvieron que recurrir escuelas a lo largo de Kiev en enero de este mismo año. Algunos profesores han tratado de dar clases en línea para no atrasar a sus estudiantes, mientras que otras escuelas se han reincorporado, pero con una matrícula inferior a la usual. Mientras tanto, niños de zonas afectadas por los bombardeos también han sido trasladados a la capital de Ucrania para poder seguir asistiendo a clases.

Educación en medio del conflicto, una crisis sin atención
Las guerras, los desastres debido al cambio climático y el desplazamiento son algunas de las causas que llevan a los niños a salir de la escuela.Pixabay

Aunque no mucho ha cambiado en el currículum de las escuelas, ahora los niños de Ucrania reciben cursos de primeros auxilios entre clases para saber cómo ayudar en caso de un ataque aéreo por parte de los rusos.

En circunstancias como la de Ucrania, niñas se enfrentan a barreras como la violencia de género, la presión de ser las responsables por el cuidado del hogar, la falta de servicios básicos como el agua y saneamiento, y el matrimonio infantil, truncando sus futuros.

Por otro lado, a los niños se les presiona a ser proveedores desde muy jóvenes y se les sobreponen otros estereotipos de género que resultan en el ausentismo escolar. En tiempos de guerra, muchos jóvenes también terminan siendo soldados infantiles, lo que les impide reintegrarse al sistema educativo.

Según los datos proporcionados por la Unicef, menos del 4% de los llamamientos humanitarios que se realizan se dedica a la educación.

Esta realidad no permite que se invierta adecuadamente en una educación de calidad y capaz de brindar seguridad a los niños en países de crisis. De acuerdo con ‘A Future Stolen: Young and out-of-school’, la escuela es una forma de brindarles estabilidad a los infantes, también puede ser una estrategia de afrontamiento para el trauma que les deja la situación que viven actualmente y brindarles las herramientas a futuro para reconstruir sus países una vez el desastre haya terminado.

Iniciativas como Education Cannot Wait (ECW) son cruciales para devolver el derecho de la educación a los niños.

Hasta el momento, ECW ha impactado la vida de 6,8 millones de niños, con un 48% de estos siendo niñas. De estos, un 13% son niños de familias desplazadas, 30% son refugiados y más del 50% son niños afectados por otros tipos de crisis humanitarias de al menos 40 países, de acuerdo con la información del último reporte de la fundación.

Durante la pandemia, ECW también fue capaz de ayudar a 31,2 millones de infantes para retornar a sus estudios, de los cuales más de la mitad fueron niñas, y además de esto donó $45,4 millones a 32 países como respuesta a la covid-19 y las emergencias educativas del aislamiento social.

https://www.laestrella.com.pa/nacional/230221/educacion-medio-conflicto-crisis-atencion

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Cinco millones de niños habrían visto interrumpida su educación tras el inicio de la guerra en Ucrania

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude a garantizar las oportunidades de aprendizaje de la infancia en Ucrania y en los países de acogida de refugiados, cifrando en más de 5 millones los niños y niñas que han visto interrumpida su educación tras 11 meses de guerra. Desde el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició su invasión de Ucrania, más de cinco millones de menores de edad han visto interrumpida su educación, motivo por el que UNICEF ha pedido en el Día Internacional de la Educación un mayor apoyo internacional para garantizar que la infancia «no se siga quedando atrás». «Las escuelas y los entornos educativos para la primera infancia brindan una sensación crucial de estructura y seguridad a los niños y niñas, y perder el aprendizaje podría tener consecuencias para toda la vida», ha señalado la directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, Afshan Khan. «No hay botón de pausa

Desde el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició su invasión de Ucrania, más de cinco millones de menores de edad han visto interrumpida su educación, motivo por el que UNICEF ha pedido en el Día Internacional de la Educación un mayor apoyo internacional para garantizar que la infancia no se siga quedando atrás. Las escuelas y los entornos educativos para la primera infancia brindan una sensación crucial de estructura y seguridad a los niños y niñas, y perder el aprendizaje podría tener consecuencias para toda la vida, ha señalado la directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, Afshan Khan. «No hay botón de pausa. Simplemente no es una opción posponer la educación de los niños y niñas, y volver a ella una vez que se hayan abordado otras prioridades, sin arriesgar el futuro de toda una generación», ha agregado Khan.

El uso continuo de armas explosivas, incluso en áreas pobladas, habría llevado a que miles de escuelas, jardines de infancia y otras instalaciones educativas en todo el país hayan resultado dañadas o destruidas. Al mismo tiempo, muchos padres, madres y cuidadores son reacios a enviar a los niños y niñas a la escuela por motivos de seguridad, según ha podido detallar la agencia. Dentro de Ucrania, UNICEF está trabajando con el Gobierno ucraniano para ayudar a que los niños vuelvan a aprender, en las aulas cuando se considere seguro y a través de alternativas en línea o basadas en la comunidad si la educación presencial no es posible.

«Aunque más de 1,9 millones de niños y niñas accedían a oportunidades de aprendizaje en internet y 1,3 millones de niños se inscribieron en una combinación de presencial y online, los recientes ataques contra la electricidad y otras infraestructuras energéticas han provocado apagones generalizados y han dejado a casi todos los niños y niñas en Ucrania sin acceso sostenido a la electricidad, lo que significa que incluso asistir a clases virtuales es un desafío continuo», ha advertido la organización en un comunicado. En este sentido, ha recalcado que la situación fuera de Ucrania «también es preocupante», subrayando que dos de cada tres niños refugiados no están inscritos actualmente en el sistema educativo de los países de acogida. Esto se debería, según UNICEF, a varios factores como la escasez de recursos educativos, y el hecho de que, al comienzo de la crisis y durante todo el verano, muchas familias de refugiados habrían optado por el aprendizaje en línea, en lugar de asistir a las escuelas locales, ya que esperaban poder regresar a casa rápidamente. «UNICEF seguirá trabajando con el Gobierno de Ucrania y los gobiernos de los países de acogida para dar soluciones que ayuden a los niños y niñas en áreas de conflicto, así como a aquellos que han resultado desplazados de sus hogares, a continuar con su educación», ha indicado Khan.

Dentro de Ucrania, la agencia de la ONU reclama el fin de «los ataques» a las instalaciones educativas y otros bienes civiles, incluida la infraestructura energética de la que dependen los niños, niñas y sus familias. Asimismo, también ha pedido un mayor apoyo para garantizar que los niños y niñas tengan acceso a materiales y suministros educativos, de manera que puedan seguir aprendiendo y permanecer conectados con sus compañeros y maestros. En los países de acogida de refugiados, UNICEF ha solicitado que se priorice la integración de los niños y niñas refugiados ucranianos en los sistemas educativos nacionales, especialmente en la educación infantil y primaria, con maestros cualificados, materiales educativos y espacios disponibles para apoyar su aprendizaje cara a cara, desarrollo y bienestar.

«Es importante que las autoridades pertinentes identifiquen y superen las barreras regulatorias y administrativas que dificultan el acceso de los niños y niñas a la educación formal en todos los niveles y aporten información clara y accesible a las familias de refugiados. Cuando el acceso al sistema educativo no se pueda garantizar de inmediato, UNICEF pide que se proporcionen otras vías de aprendizaje, especialmente para los niños en edad de asistir a la escuela secundaria», esgrime la misiva de la organización.

https://www.eleconomista.es/actualidad/amp/12120183/Cinco-millones-de-ninos-habrian-visto-interrumpida-su-educacion-tras-el-inicio-de-la-guerra-en-Ucrania

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UNICEF: Los niños y niñas de los hogares más pobres son los que menos se benefician de la financiación nacional destinada a la educación pública

Si se aumenta un punto porcentual en la asignación de los recursos para la educación pública que se dedican al 20% más pobre de la población se podría sacar de la pobreza del aprendizaje a 35 millones de niños en edad escolar primaria en todo el mundo.

Los niños de los hogares más pobres son los que menos se benefician de la financiación nacional destinada a la educación pública, según afirma UNICEF en un nuevo informe publicado hoy. La organización pide también que se realice una inversión adicional y más equitativa para sacar a millones de niños y niñas de la crisis del aprendizaje.

El informe, titulado Transforming Education with Equitable Financing (Transformar la educación mediante una financiación equitativa), señala que, como término medio, el quintil de alumnos más pobres solo se beneficia del 16% de la financiación pública destinada a la educación, en comparación con el quintil más rico, que se beneficia del 28%. Entre los países de ingresos bajos, solo el 11% de la financiación pública para la educación se dedica a los alumnos más pobres, mientras que el 42% se dedica a los más ricos.

“No estamos cumpliendo nuestras obligaciones para con la infancia. Hay demasiados sistemas educativos en el mundo que invierten lo mínimo en los niños y niñas que más lo necesitan”, declaró Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Invertir en la educación de los niños y niñas más pobres es la forma más rentable de garantizar el futuro de los niños, las comunidades y los países. El verdadero progreso solo puede llegar cuando invertimos en todos los niños y niñas, en todas partes”.

El informe examina los datos sobre el gasto público para la enseñanza preescolar, primaria, secundaria y superior de 102 países. El estudio concluye que un aumento de un punto porcentual en la asignación de recursos públicos dedicados a la educación del 20% más pobre podría sacar de la pobreza del aprendizaje a 35 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria. A escala mundial, el estudio señala que es más probable que el gasto público para la educación llegue a los alumnos de los hogares más ricos tanto en los países de ingresos bajos como en los de ingresos medios.

La brecha es más pronunciada entre los países de ingresos bajos. Varios ejemplos muestran que los alumnos de los hogares más ricos se benefician de una financiación pública para la educación seis veces superior a la de los más pobres. Mientras tanto, en los países de ingresos medios, los alumnos más ricos de lugares como Côte d’Ivoire y Senegal reciben alrededor de cuatro veces más fondos públicos para la educación que los más pobres. Aunque la diferencia es menor en los países de ingresos altos, donde los más ricos suelen recibir entre 1,1 y 1,6 veces más fondos públicos que los más pobres, en Francia y Uruguay la diferencia es mayor.

Según el informe, los niños que viven en la pobreza tienen menos probabilidades de acceder a la escuela y la abandonan antes. Además, los niños de los hogares pobres están menos representados en los niveles superiores de la enseñanza, que reciben una cantidad mucho mayor de fondos públicos per cápita para la educación. También tienen más probabilidades de vivir en zonas remotas y rurales que, por lo general, no cuentan con suficientes servicios y se encuentran en el extremo más desfavorecido de la brecha digital.

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, los sistemas educativos de todo el mundo no cumplían plenamente sus objetivos para con los niños, ya que cientos de millones de estudiantes asistían a la escuela pero no dominaban las competencias básicas de lectura y matemáticas. Según estimaciones recientes, dos terceras partes de los niños de 10 años de todo el mundo no pueden leer ni comprender un cuento sencillo.

Según el informe, una medida fundamental para hacer frente a la crisis del aprendizaje es que los gobiernos proporcionen una financiación equitativa y den prioridad a los recursos destinados a la educación pública, entre otras cosas centrándose cada vez más en el aprendizaje básico. Esto supone garantizar que la financiación pública para la educación preescolar y primaria llegue a todos y prestar especial atención a los pobres y marginados en los niveles superiores de la enseñanza.

Estas son otras conclusiones del informe:

  • En la última década, el gasto público en educación ha sido más equitativo en el 60% de los países sobre los que se dispone de datos.
  • Sin embargo, casi el 30% de los países destinan menos del 15% de los recursos de la educación pública a los alumnos de los hogares más pobres. Entre los países de ingresos bajos, este porcentaje es alarmantemente elevado, ya que alcanza el 80% de los países.
  • En 1 de cada 10 países, los alumnos de los hogares más ricos reciben cuatro o más veces los fondos del gasto público en educación, en comparación con los alumnos de los hogares más pobres.
  • Los llamamientos en favor de la educación en situaciones de emergencia suelen recibir solo entre el 10% y el 30% de las cantidades necesarias, con importantes disparidades entre países y regiones.

Es necesario tomar medidas urgentes para garantizar que los recursos destinados a la educación lleguen a todos los alumnos. En el informe se formulan cuatro recomendaciones fundamentales: desbloquear fondos públicos para la educación con el fin de promover la equidad; dar prioridad a la financiación pública del aprendizaje básico; monitorear y garantizar una asignación equitativa de la ayuda a la educación en contextos humanitarios y de desarrollo; e invertir en modalidades innovadoras para impartir educación.

https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/ninos-hogares-mas-pobres-menos-benefician-financiacion-educacion-publica

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Mundo: ONU alerta sobre alta mortalidad infantil durante 2021

Mundo/13-01-2023/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Murieron entre 2,1 millones de niños y jóvenes de entre cinco y 14 años, así como 1,9 millones de bebés recién nacidos.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció este martes que más de cinco millones de niños en el mundo murieron antes de cumplir los cinco años durante 2021 mientras llamó a un acceso más equitativo a la atención primaria.

El Grupo Interinstitucional de Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil (IGME) señaló además en su más reciente informe que ese año fallecieron entre 2,1 millones de niños y jóvenes de entre cinco y 14 años.

De igual forma, el documento publicado apunta que en el año antepasado perdieron la vida 1,9 millones de niños en el parto o por complicaciones del embarazo. Ante ello, el grupo de expertos instó a invertir en un sistema de salud más justo.

En este sentido, la titular de la División de Análisis de Datos, Planificación y Seguimiento de UNICEF, Vidhya Ganesh, destacó que “cada día, demasiados padres se enfrentan al trauma de perder a sus hijos, a veces incluso antes de que respiren por primera vez”.

“Una tragedia tan generalizada y evitable no debería aceptarse nunca como inevitable. Es posible avanzar con una voluntad política más firme y una inversión específica en el acceso equitativo a la atención primaria de salud para todas las mujeres y todos los niños”, añadió la directora.

Al mismo tiempo, cabe enfatizar que el 56 por ciento de los decesos registrados en menores de cinco años en 2021 se produjeron en la región de África subsahariana, entretanto, Asia meridional reportó el 26 por ciento del total.

En consonancia, el jefe de salud maternal, infantil y juvenil de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Anshu Banerjee, afirmó que resulta “terriblemente injusto que las oportunidades de supervivencia de un niño dependan del lugar donde nace”.

A pesar de ello, el informe del IGME resaltó que la tasa mundial de mortalidad de menores de cinco años disminuyó a partir del año 2000 en un 50 por ciento mientras que en niños mayores y jóvenes un 36 por ciento.

No obstante, las autoridades precisaron que de no tomarse medidas urgentes en los servicios sanitarios, antes del 2030 podrían fallecer alrededor de 59 millones de niños y jóvenes, así como 16 millones de bebés recién nacidos.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/onu-mortalidad-infantil–20230110-0011.html

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Casi 7 millones de niños en Ucrania en riesgo debido a los ataques a la infraestructura energética que causan apagones generalizados e interrupción de la calefacción y el agua

La Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, insta a proteger a los niños y la infraestructura civil

NUEVA YORK/KIEV, 14 de diciembre de 2022 – Los continuos ataques contra la infraestructura energética crítica en Ucrania han dejado a casi todos los niños en Ucrania, casi siete millones de niños, sin acceso sostenido a electricidad, calefacción y agua, poniéndolos en mayor riesgo a medida que las temperaturas continúan bajando y el invierno se profundiza, advirtió hoy UNICEF.

Sin electricidad, los niños no solo se enfrentan a un frío extremo (las temperaturas invernales pueden caer por debajo de -20 ° C), sino que tampoco pueden continuar con las oportunidades de aprendizaje en línea que son el único acceso de muchos niños a la educación, con tantas escuelas dañadas o destruidas. Además, es posible que los centros de salud no puedan proporcionar servicios críticos, y el mal funcionamiento de los sistemas de agua aumenta los riesgos ya extremadamente altos de neumonía, gripe estacional, enfermedades transmitidas por el agua y COVID-19.

«Millones de niños se enfrentan a un invierno sombrío acurrucados en el frío y la oscuridad, con poca idea de cómo o cuándo puede llegar el respiro», dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. «Más allá de las amenazas inmediatas que traen las condiciones de congelación, los niños también se ven privados de la capacidad de aprender o mantenerse conectados con amigos y familiares, poniendo en riesgo desesperado su salud física y mental».

La intensificación de los ataques en octubre destruyó el 40 por ciento de la producción de energía de Ucrania, exponiendo aún más a las familias a las duras condiciones invernales, afectando los medios de vida y aumentando la probabilidad de grandes movimientos de población adicionales. A pesar de las reparaciones en curso, el 28 de noviembre, el sistema energético ucraniano pudo cubrir solo el 70 por ciento de la demanda máxima para generar energía, según OCHA.

El duro invierno, combinado con la pérdida de ingresos y la crisis energética y socioeconómica desencadenada por la guerra, son devastadores para el bienestar de los niños y las familias. Los ingresos de las familias y el acceso a los servicios han sido diezmados por la destrucción de la infraestructura en los casi 10 meses transcurridos desde que se intensificó la guerra. La situación es especialmente grave para los 6,5 millones de personas, incluidos 1,2 millones de niños, que actualmente están desplazados dentro de Ucrania.

A medida que las zonas anteriormente afectadas por los intensos combates se vuelven accesibles, UNICEF comenzó a distribuir kits de ropa de invierno, calentadores de agua y generadores en las zonas de primera línea y recientemente accesibles de las provincias de Kharkiv, Kherson y Donetsk. Hasta la fecha se han adquirido más de 20 millones de dólares en suministros para el invierno.

Un invierno sombrío probablemente también empeorará la situación psicosocial de los niños, que ya enfrentan una inminente crisis de salud mental, con un estimado de 1.5 millones en riesgo de depresión, ansiedad, trastornos de estrés postraumático y otras afecciones mentales. El impacto en el acceso de los niños a la educación es solo la última interrupción después del final temprano del año escolar anterior y las interrupciones relacionadas con la pandemia de COVID-19. UNICEF ha preparado para el invierno más de 55 de sus SPILNO Child Spots, espacios seguros y cálidos que brindan servicios integrados para niños, jóvenes y cuidadores.

«Las reglas de la guerra son claras: los niños y la infraestructura civil esencial de la que dependen para sobrevivir deben ser protegidos», dijo Russell. «También es esencial que UNICEF y nuestros colegas humanitarios tengan acceso rápido y sin trabas a los niños y las familias que necesitan asistencia humanitaria, sin importar dónde se encuentren».

Hasta la fecha, UNICEF ha podido proporcionar acceso a la atención primaria de salud en instalaciones apoyadas por UNICEF y a través de equipos móviles a casi 4,9 millones de niños y mujeres en Ucrania. Más de 4,2 millones de personas han tenido acceso a agua potable y más de 1 millón de personas han recibido suministros críticos de agua, saneamiento e higiene, incluso en áreas recientemente accesibles. Las intervenciones de apoyo a la salud mental apoyadas por UNICEF han llegado a más de 2,5 millones de niños, casi 900.000 niños han participado en la educación formal o no formal y casi 500.000 niños se han beneficiado de intervenciones de aprendizaje. Casi 200.000 familias han sido alcanzadas gracias a transferencias humanitarias de efectivo multipropósito financiadas por UNICEF.

La semana pasada, UNICEF lanzó su llamamiento anual de Acción Humanitaria para la Infancia. UNICEF necesita 1.100 millones de dólares para abordar las necesidades inmediatas y a largo plazo de 9,4 millones de personas, incluidos 4 millones de niños, que siguen profundamente afectados por la guerra en Ucrania. La financiación permitirá a UNICEF proporcionar, mantener y ampliar servicios esenciales en materia de salud, nutrición, protección infantil, violencia de género, agua, saneamiento e higiene y protección social, junto con los esfuerzos gubernamentales de socorro y recuperación. Garantizará la preparación oportuna para nuevos desplazamientos internos y movimientos de refugiados.

Fuente de la información e imagen:  https://www.unicef.org

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Racismo y discriminación golpean a millones de niños en el mundo

El racismo y la discriminación ejercida contra los niños y las niñas por su origen étnico, su idioma y su religión continúan extendidos en muchos países del mundo, mostró un estudio de Unicef divulgado con ocasión del Día Mundial de la Infancia, este 20 de noviembre.

Catherine Russell, directora general del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dijo al presentar el reporte que “en el Día Mundial de la Infancia, y cada día, todos los niños y las niñas tienen derecho a sentirse incluidos, recibir protección y tener las mismas oportunidades para desarrollar todo su potencial”.

El documento, “Negación de los derechos: Los efectos de la discriminación sobre la infancia”, muestra cómo el racismo y la discriminación afectan a la educación, la salud, y el acceso al registro de nacimientos y a un sistema de justicia imparcial y equitativo.

Asimismo, pone de manifiesto las grandes disparidades que existen entre grupos étnicos y minorías, y no solo en los países privilegiados por su riqueza sino también en muchas de las naciones pobres y en desarrollo.

Entre sus hallazgos, el informe revela que los niños y niñas, entre siete y 14 años y de grupos etnolingüísticos y religiosos marginados de 22 países de ingresos bajos y medianos, están muy por detrás del resto en cuanto a las aptitudes de lectura.

Por ejemplo, en República Centroafricana, Gambia, República Democrática del Congo y Sierra Leona, las aptitudes de lectura del grupo étnico más favorecido cuadruplican a las de la etnia más desfavorecida, y se duplican en países como Bangladesh, Macedonia, Mongolia, Suriname o Vietnam.

Diferencias semejantes se encontraron cuando se analizaron los casos de los grupos lingüísticos y religiosos más y menos favorecidos en los países estudiados.

Un análisis de los datos relativos al número de niñas y niños registrados al nacer -un requisito previo para acceder a los derechos básicos- reveló importantes disparidades entre los distintos grupos religiosos y étnicos.

Así, en Laos se registra el nacimiento de 59 % de los niños menores de cinco años de la etnia minoritaria mon-khmer, frente a 80 % de los del grupo étnico lao-tai. En Zimbabue los niños de familias cristianas presentaron una tasa de esos registros superior a los de las familias de religiones tradicionales o sin religión.

Los 12 millones de romaníes son la etnia minoritaria más numerosa de Europa, distribuida en muchos países, sobre todo de Europa central y oriental, y sus niños están entre los más discriminados, con altas tasas de pobreza, menguadas perspectivas laborales y escaso apoyo y acceso a servicios sociales.

En ellos también se encontraron altas tasas de desescolarización, de seis por ciento en algunos países y más de 20 % en Kosovo, Macedonia del Norte y Montenegro. A esa situación se suma el incremento de los matrimonios infantiles, lo que cercena posibilidades de educación, sobre todo de las niñas.

Unicef muestra que también en materia de salud, como en acceso a vacunas y a los servicios de agua y de saneamiento, la discriminación y la exclusión han persistido para millones de niños y niñas de grupos étnicos y minoritarios.

Un estudio en 64 países constató que, en más de la mitad, las tasas de vacunación de los niños pertenecientes a los grupos étnicos minoritarios eran más bajas, y en cinco países se observaron diferencias de 50 puntos porcentuales o más.

En cuanto a políticas disciplinarias, el informe mostró que en Estados Unidos los niños y jóvenes negros tienen una probabilidad casi cuatro veces mayor que los niños blancos de ser expulsados temporalmente de la escuela, y más del doble de probabilidades de ser arrestados por incidentes ocurridos en el entorno escolar.

En Reino Unido los niños negros, asiáticos y de grupos étnicos minoritarios están sobrerrepresentados en casi todos los niveles del sistema de justicia penal del país. En Inglaterra y Gales, los niños de raza negra tienen cuatro veces más probabilidades de llegar a ser arrestados que los niños blancos.

El análisis insiste en que la discriminación y la exclusión acentúan las privaciones y la pobreza intergeneracional, y tienen graves consecuencias para la salud, la nutrición y la educación de la infancia.

Además, los niños y niñas que sufren discriminación y exclusión tienen una mayor probabilidad de ser encarcelados, de presentar tasas más altas de embarazos en la adolescencia, y de obtener ingresos más bajos y acceder a menos oportunidades de empleo en la edad adulta.

Según una encuesta del mecanismo de Unicef U-Report, que recabó la opinión de 407 000 personas, casi dos terceras partes de ellas percibieron la discriminación como algo común en su entorno, y casi la mitad cree que esas prácticas han tenido un impacto significativo en su vida o en la de alguien que conocen.

“Sufrir exclusión y discriminación durante la infancia puede dejar secuelas de por vida. Nos perjudica a todos. Y todos tenemos el poder de luchar contra la discriminación ejercida contra la infancia: en nuestros países, comunidades, escuelas, hogares y en nuestros propios corazones”, concluyó Russell.

Fuente de la información e imagen: https://ipsnoticias.net

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