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En 10 años creció 28% la oferta de jardines de infantes, pero aún hay muchas desigualdades

Por: eldebate.

Entre 2007 y 2017 se matricularon 325.000 alumnos más. Pero a la sala de 3 no asiste el 59% de los chicos y se demora la sanción de una ley para hacerla obligatoria.

La oferta y la matrícula de jardines de infantes crecieron en Argentina en los últimos 10 años. La cantidad de chicos que van a salas de 3 a 5 años subió un 23,8% desde 2007 hasta 2017, mientras que aumentó en 27,9% la oferta de divisiones (grupos de estudiantes), según un relevamiento del Observatorio Argentinos por la Educación con los últimos datos oficiales disponibles.


Todo esto se da en medio de un proceso de gran desigualdad: los chicos pobres, de las provincias con menos recursos, son los que menos acceso tienen a un jardín de infantes de calidad.


La mejor forma de observar estas diferencias es a partir de la cantidad de años de jardín a los que tienen acceso los chicos. De acuerdo a los datos de Unicef, 6 de cada 10 chicos de 3 años no van al jardín en la Argentina.

La obligatoriedad, en sí misma, no hace magia, pero cualquier ciudadano puede demandar al Estado si no ofrece el servicio, y esto impulsa a los gobiernos a hacerlo posible. La sala de 5 es obligatoria desde 1993 y ahora está prácticamente universalizada en el país. La sala de 4 se hizo obligatoria en 2014 y a partir de entonces se expandió en forma sostenida.

Fuente de la reseña: http://www.eldebate.com.ar/en-10-anos-crecio-28-la-oferta-de-jardines-de-infantes-pero-aun-hay-muchas-desigualdades/

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La fórmula de Ghana para acabar con la malaria

África/Ghana/23 Mayo 2019/Fuente: El país

El país africano ha reducido con éxito las muertes por paludismo en la última década. Ahora incorpora la nueva vacuna con intención de acabar con la enfermedad que más mata a los menores de cinco años

La luz natural se filtra entre las floreadas cortinas, aunque no interrumpe el sueño de Rabiatou Aboubakar. Ella dormita en una estancia fresca y ventilada gracias a la brisa que sopla en la calle y se cuela entre las láminas abiertas de las ventanas. La habitación de hospital, de seis camas, tiene tres ocupadas, pero reina el silencio. La convaleciente Aboubakar ha encontrado el sosiego necesario para descansar ahora que por fin los dolores han disminuido. Es 26 de abril de 2019 y un día antes se ha conmemorado el Día Mundial de la Malaria, tal y como recuerdan numerosos carteles y anuncios en el hospital general de Maamobi, en el centro de Accra, la capital de Ghana. «Tenía ganas de celebrarlo y pensé que no podía hacer nada mejor que contagiarme», bromea la mujer. Aboubakar, que se ha desperezado ante la inesperada visita, lleva algo más de 24 horas ingresada y conectada a un gotero por un paludismo severo. Obviamente, está de guasa, y es buena señal. La enfermedad está remitiendo lo suficiente como para permitirle una burla.

La paciente, de 39 años y vecina de Accra, había vivido antes algún que otro episodio de esta dolencia causada por el plasmodium, un parásito que llega a la sangre humana a través de la picadura de algunas especies del mosquito Anopheles. «Nadie que viva aquí se ha escapado de ella», asegura. Pero nunca le había dado tan fuerte, así que por primera vez en su vida, tuvo que ser llevada en volandas al hospital. Sus médicos dicen que está mejorando, eso ya lo nota, pero de momento no le dan el alta.

El último Informe Mundial de la Malariade la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 7,8 millones de personas contrajeron el paludismo y alrededor de 11.000 fallecieron en 2017 en Ghana, país de 28 millones de habitantes donde es endémica. «Continúa siendo una de las principales causas de mortalidad y morbilidad, y es responsable de la muerte del 5% de todos los menores de cinco años», comenta Peter Baffoe, ginecólogo y coordinador del programa de salud materna y del recién nacido de Unicef en Ghana. De hecho, en Ghana y en África es la enfermedad que más mata a los niños en esta franja de edad. Para el resto, «permanece alta, con una incidencia en torno a un 30% de la población; y en algunas áreas, cerca del 40-45%», resume.

Precisamente por ser una vieja conocida, Ghana ha logrado enormes avances en los últimos años tanto en el campo de la prevención como el tratamiento. Gracias a su Programa Nacional de Control de la Malaria, el porcentaje de población afectada entre 2010 y 2017 ha disminuido del 37% al 27% y la mortalidad, del 0,06% al 0,03% según estimaciones oficiales. «Las muertes se reducen debido a la mejora en el acceso. La población se ha vuelto mucho más consciente de la necesidad de hacerse la prueba y las medicinas son asequibles», indica Baffoe. Además, desde que en 2012 se introdujera el Plan Mundial de Vacunación de la OMS, ya se ha logrado inmunizar al 90% de los niños de la mayoría de enfermedades peligrosas pero prevenibles con vacunas, según datos de la OMS y de Unicef de 2017.

Rabaitou Aboubakar posa en la cama del hospital de Maamobi donde se recupera del paludismo.ampliar foto
Rabaitou Aboubakar posa en la cama del hospital de Maamobi donde se recupera del paludismo. LOLA HIERRO

Por estos buenos antecedentes, este país del oeste africano ha sido elegido como uno de los tres del continente que van a aplicar a gran escala la nueva vacuna contra la enfermedad. Es conocida bajo las iniciales de su laboratorio, RTS,S pero ha recibido el nombre comercial de Mosquirix, y su lanzamiento ha sido propiciado por el Ministerio de Sanidad ghanés, la OMS y la Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización (GAVI). Se trata de un viejo sueño que se cumple después de más de 30 años de investigación científica y del que ahora se van a beneficiar 360.000 niños de Malawi, Kenia y Ghana.

«No somos nuevos en esto porque también fuimos parte de los ensayos clínicos, los hicimos en dos regiones de este país», comenta con orgullo el doctor Anthony Nsiah-Asare, director general del Servicio de Salud de Ghana. «Porque fuimos buenos en reducir mucho la malaria hemos sido ahora elegidos para implementar el programa». Según la OMS, esta enfermedad mató a 435.000 personas en 2017 en todo el mundo e infectó a 219 millones, dos millones más que en 2016. Más del 90% de los casos ocurrieron en África.

Malawi fue el primer país que se estrenó, Kenia lo hará a lo largo de este año y en Ghana las campañas de inmunización comenzaron el 30 de abril, cuatro días después de que Aboubakar enfermara. Ella no es candidata a recibir la vacuna porque no se dispensa a adultos. No obstante, también es madre de una cría de nueve años que la contrajo en el pasado y, por eso, tiene clara su apuesta: «La aceptaría absolutamente porque conozco bien la enfermedad. No es fácil pasarla», reconoce. «Con la medicación ahora estoy bien, pero me he estado muriendo de dolor, de fiebre… Ahora estoy mejor».

Desterrar la malaria

La vacunación en Ghana comenzó en el distrito de Cape Coast, a unos 150 kilómetros al oeste de la capital, con una campaña con la que Unicef espera inmunizar anualmente a unos 250.000 menores de edad durante los próximos tres años. El objetivo es ambicioso: desterrar el paludismo de todo el país. «Estoy muy excitado, siento que nos hemos unido a la liga de las naciones, vamos a escribir nuestro nombre en oro por ser uno de los primeros países en implementar la vacuna», presume el director general de Salud. «Si la malaria se ha erradicado en otros continentes, podemos eliminarla en África».

Las dosis se incorporan al calendario vacunal del sistema de salud público y se comienzan a suministrar a los seis meses porque los programas piloto demostraron que la máxima efectividad es cuando el niño ronda esta edad. Habrá recordatorios a los siete, nueve y 24 meses. «La de los 24 es un reto, tenemos que ver cómo seguir informando a las madres cuando los niños los cumplan», expresa Olwa Tosen, médico experto en inmunización y VIH de Unicef. «Afortunadamente, en ese periodo también hay que llevar a los pequeños al médico para que reciban una dosis de vitamina E. «Pensamos que eso movilizará», opina el director Nsiah-Asare.

Los días previos al 30 de abril, los pabellones de pediatría de los hospitales Maamobi y Adabraka de Accra, y el de New Tafo en el distrito Este de Ghana se han ido llenando y vaciando de pequeños enfermos en un ciclo que nunca acaba, y eso que el ingreso solo es necesario en los casos más graves. En Adabraka, tres niños reciben el alta a primera hora de la mañana y las enfermeras, por primera vez, se encuentran una estancia vacía. «A lo largo del día seguro que vienen más», vaticinan. En el de New Tafo, Ibrahim se va a marchar a casa en brazos de su madre tan pronto como le quiten la vía intramuscular colocada en su brazo derecho. «Tiene que seguir la medicación pero ya no tenemos que estar aquí», celebra la progenitora.

En el de Maamobi, sin embargo, la adulta Aboubakar no es la única que celebra el Día Mundial de la Malaria en compañía de la alta fiebre que esta afección causa. La doctora Lydia Daytei cuida de varios pacientes, entre ellos uno con paludismo severo. Se llama Abdul Latif y tiene un año. «Duerme mucho», advierte su madre, Rukia. Ella, que trabaja como porteadora, lleva tres días encerrada en el hospital, donde no le quita el ojo a la criatura. El niño suda y se revuelve constantemente. Rukia lo toma en sus brazos y él rompe a llorar con fuerza, sin estar del todo despierto. «Tenía la temperatura muy alta y unas convulsiones que empezaron y terminaron de repente, así que lo traje al hospital», susurra ella entre los berridos de su hijo. Como él, por esta área pediátrica han ingresado 74 niños entre el 1 de enero y el 26 de abril de 2019, según los registros de la doctora Daytei.

La clave sigue estando en la prevención

Los niños que a partir de ahora reciban la dosis de la vacuna contra la malaria tendrán menos posibilidades de contagiarse, pero no quedarán totalmente protegidos: los ensayos clínicos han demostrado con éxito que la vacuna reduce el riesgo de contraerla en un 40% de los casos, un 30% en la versión más agresiva de la enfermedad. «No vamos a detener los otros métodos de prevención, la inmunización va a ser un más que se añade al resto, por lo que esperamos que la incidencia de la enfermedad baje drásticamente, hasta cero», expresa Nsiah-Asare.

Entre los métodos de prevención que menciona el director general de Salud se encuentra el programa de gestión integrada de enfermedades de la infancia, un enfoque que permite homogeneizar la manera de tratar las principales causas de muerte de los niños, como malaria, diarrea o neumonía. El método se introdujo formando a trabajadores de salud en cada población para que fueran capaces de identificar y abordar las enfermedades en el ámbito comunitario. «Si puedes hacerlo más rápido y más fácil, los niños se recuperarán mejor y a menor coste», opina el doctor Tosen de Unicef sobre una enfermedad que es más fácil de curar cuanto antes se actúe. Cuando el caso se complica, el paciente es derivado al hospital más cercano.

El otro gran éxito fue una inmensa campaña nacional para fomentar el uso de mosquiteras impregnadas con insecticida en la que se repartieron unidades para 1,2 millones de niños. Y de hecho, se sigue haciendo. Así ocurre en el hospital de New Tafo, donde Elina ha acudido por una consulta antenatal, pues está esperando al que será su tercer hijo. «Cuando vienes aquí embarazada te dan una mosquitera gratis, y cuando nace el bebé, otra». Actualmente, el 73% de los hogares ghaneses cuenta con una, según la OMS

Los niños y embarazadas son los más vulnerables al paludismo, y por eso se creó para ellos un programa de prevención específico en el que se suministra profilaxis intermitente, la quimioprofilaxis, medicación preventiva, añaden desde Unicef.

La amenaza antivacunas

Otro de los aspectos más importantes de este plan es la sensibilización y educación de la sociedad, y más en los últimos años, pues el mensaje de los antivacunas también ha calado en este país africano, según afirma el director general Nsiah-Asare. «La gente da por bueno todo lo que ve en redes sociales, y el tema antivacunas ha salido y hay quien se lo cree. Nosotros hacemos mucha sensibilización incluso a través de las redes sociales. Usamos Facebook, Instagram y hasta WhatsApp para hablar de los riesgos de no inmunizar a nuestros niños», explica. «Nuestros equipos hacen mucha promoción, envían mensajes sobre cómo prevenir la malaria y cómo buscar tratamiento», coincide el doctor Baffoe de Unicef.

En el hospital de New Tafo no parece calar este mensaje antivacunas. «Damos información sobre importancia de inmunizar, pero todas las madres creen en las vacunas, sobre todo en la de la polio», afirma la enfermera Gladys, con 10 años de experiencia en este centro sanitario. «Antes veías niños con polio y sus secuelas: no podían andar, tenían malformaciones… Pero ahora ya no se ven, la vacuna es efectiva. No necesito convencerlas, ellas ya saben de su importancia y están felices de obtenerla. ¡Ahora podemos decir que hemos erradicado la polio de Ghana!», exclama. El país fue declarado libre de esta dolencia en 2008, y ahora espera desterrar la malaria con la misma contundencia: por el momento, la estrategia nacional es que en 2020 se haya reducido un 75%.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/07/planeta_futuro/1557240599_057266.html

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Reafirmamos nuestra promesa de poner fin a la violencia de género

Por: Natalia Kanem

Juntos, la ONU y la UE, llevaremos la paz a nuestros hogares, comunidades y países, y a los corazones y las mentes de mujeres y niñas en todas partes

Piense en esto cuando cierre la puerta de su casa para ir a trabajar hoy: que acaba de dejar el lugar más peligroso del mundo para las mujeres. Ahora eche un vistazo alrededor mientras camina por la calle, toma el tren o el autobús. Lo más probable es que una de cada tres mujeres que vea haya sobrevivido o sea víctima de violencia física o sexual. O ambas.

Lo más posible es que uno de cada cuatro niños que vea viva en una casa donde su madre es golpeada o maltratada, y que los varones que sean testigos de la violencia de su padre, tengan más probabilidades de golpear a sus parejas cuando crezcan.

La violencia contra las mujeres y las niñas no es algo por lo que otras personas en entornos lejanos deban preocuparse. Está a nuestro alrededor. Está en nuestras comunidades y vecindarios, en nuestros trenes, en los lugares donde trabajamos. Está en internet, en las redes sociales, que han abierto la puerta a una gran cantidad de información, así como a la explotación y el acoso.

¿Qué vamos a hacer al respecto? Durante más de dos años, los movimientos de mujeres han dominado las conversaciones globales, creando solidaridad a través de campañas potenciadas por el acceso a la información y las redes sociales. Desde el #MeToo y el #TimesUp, destacando el acoso y abuso sexual, hasta el movimiento #NiUnaMenos, como protesta al feminicidio, las mujeres y las niñas están alzando sus voces para exigir igualdad y poner fin al abuso y a la impunidad.

La violencia contra las mujeres y las niñas ha penetrado tanto en los hogares como en la sociedad, y es una de las violaciones de derechos humanos más generalizadas en el mundo.

Romper las normas y actitudes sociales dañinas que perpetúan la violencia y que han continuado sin cesar durante generaciones requerirá determinación, ideas creativas e inversión. Aquí es donde entra en juego la Iniciativa Spotlight. La alianza entre la Unión Europea y las Naciones Unidas —que supone un apoyo de 500 millones de euros— está diseñada para ayudar a poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.

Codirigida por la Unión Europea y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y ONU Mujeres, y en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Organización Mundial de la Salud, Unicef y otros socios, incluidos los Gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y los organismos regionales e internacionales, la iniciativa Spotlight está creando un consorcio para el cambio.

Esta iniciativa supone una inyección de apoyo financiero y técnico a la escala necesaria para hacer frente a esta plaga. Ayudará a las comunidades a tomar medidas para desarrollar e implementar leyes y políticas para combatir la violencia sexual y de género. Ayudará a aquellos, jóvenes y adultos, que están trabajando para cambiar el comportamiento de niños y hombres. La Iniciativa Spotlight apoyará a quienes aseguran que las víctimas tengan acceso a los servicios que necesitan. Colaborará también con quienes trabajan para mejorar el acceso a la justicia para las supervivientes y para poner fin a la impunidad de los perpetradores.

Un primer paso es poner fin a la violencia y hacer que el hogar se sienta como el refugio seguro que debería ser. Junto con nuestros socios de la Unión Europea, reafirmamos nuestra promesa de trabajar para poner fin a la violencia y otras prácticas dañinas contra mujeres y niñas en todo el mundo para el año 2030. Juntos, llevaremos la paz a nuestros hogares, comunidades y países, y a los corazones y las mentes de mujeres y niñas en todas partes.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/09/planeta_futuro/1557399113_306287.html

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Analizan impacto de la violencia en las escuelas de Haití

Centroamérica/Haití/15 Mayo 2019/fuente: Prensa Latina

El ministro de Educación y Formación Profesional de Haití (Menfp), Josué Argenor Cadet, inauguró hoy en el hotel Montana de esta capital un taller para analizar la violencia en las escuelas.
El evento de dos días resumirá los principales desafíos en los centros docentes del país, y expondrá los resultados del proyecto Acción contra la Violencia en la Escuela Haitiana, implementado en los últimos meses.

Organizado por el Menfp, Unicef y la organización no gubernamental Save the Children, la cita también servirá de plataforma para lanzar la iniciativa Acción para la Seguridad en la Escuela Haitiana, que estará acompañada por una gran campaña de divulgación.

En los últimos años Cadet ha denunciado el impacto de la violencia en el aprendizaje de los alumnos, y cómo los problemas de la calle, políticos, sociales e incluso económicos traspasan los muros de los centros docentes.

En 2015, el hoy titular de Educación alertó que en los últimos 20 años aumentó dramáticamente la violencia en las áreas protegidas, como las escuelas, no solo entre los estudiantes, sino también con los profesores.

Actualmente trabajan en la conformación de un comité bajo la coordinación del Menfp para la implementación del nuevo programa.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=276237&SEO=analizan-impacto-de-la-violencia-en-las-escuelas-de-haiti
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Matrimonio infantil: 231 mil niñas viven bajo esta problemática en el país

Por: Fernanda Sandez. 

la nena la cambiaron por una moto. Una motocicleta, sí. Pero a veces es por un bolsón de mercadería o por algo de dinero. O ni siquiera eso, y la nena termina en una casa que no es la suya y conviviendo con un extraño (y a menudo mayor) por nada. Porque sí. Porque la madre o el padre o los abuelos o alguien de la familia se lo ordena. Porque siempre es mejor tener una boca menos alrededor de la mesa a la hora de comer. A veces, la explicación para esa mudanza pasa por algo tan básico como la comida, el techo, la idea de que ahí, con él, la pasará –si no mejor- al menos un poco menos peor de lo que la está pasando en su propia casa. Sin golpes. Sin violencia. Sin hambre. Sin. En una vida en donde nada abunda, una privación menos puede ser decisiva.

A.M., una nena que había sido criada por su abuelo, su madre un día regresó a buscarla, se la llevó con ella y –según contó luego la menor a las autoridades de Chaco- la cambió a un hombre por una moto de baja cilindrada. El hombre –de 59 años y vecino del paraje Santa Cruz, en Formosa- dejó la moto y se llevó a la niña, de 13 años. Pero esto que en la mayoría de los casos sucede en la más perfecta de las oscuridades salió a la luz cuando la nena llegó (ya embarazada de ocho meses) al hospital, contó lo que le estaba pasando desde hacía un año y los médicos denunciaron el hecho en la comisaría de Juan José Castelli. Intervino entonces la Unidad de Protección Integral (UPI) del lugar, ordenando la prohibición de acercamiento tanto a la madre como al abusador. Sin embargo, como señaló la abogada de la UPI, María Alejandra Moure Delicia, “Los embarazos de niñas y adolescentes forman parte de una realidad que enfrentamos día a día, es común ver esto en los parajes. Está naturalizado”. Tanto es así que en los últimos meses de 2018 y solamente en Chaco se sucedieron cuatro episodios similares, y estos casos parecen multiplicarse a medida que nos alejamos de las ciudades. Como si las leyes se disolvieran a medida que pasan los kilómetros. Como si, monte adentro, los derechos de estas niñas se licuaran hasta desaparecer a manos de la costumbre o las tradiciones. Como si, monte adentro, Argentina comenzara a parecerse al Asia Meridional (donde ocurre casi la mitad de los casamientos infantiles del mundo, 45%) o al África Subsahariana, adonde ocurre otro 39%. Pero no: esto es América Latina, adonde ocurre “apenas” otro 23% de las uniones anteriores a los 18 años de edad, que es lo que internacionalmente se define como matrimonio infantil.

¿Cuántos casos de este tipo ocurren en Argentina, un país que gusta imaginarse como “de vanguardia” en materia legislativa? Según se desprende de Color de rosa (un informe sobre el tema, elaborado por la Fundación para el Estudio y la Investigación de la Mujer (FEIM), hay al menos 341 mil menores conviviendo o ya casadosEn más de la mitad de estos casos, se trata de niñas. “En el caso de las mujeres, 230.188 están unidas o casadas, lo que representa el 68 por ciento del total y duplica al número de los varones. Respecto a los cónyuges o convivientes, en la media de los casos de niñas y adolescentes mujeres están unidas a cónyuges o convivientes hombres de más de 15-20 años”. Dicho de otro modo, un fenómeno que muchos creen propio de culturas remotas sucede “acá nomás”. Cerca, muy cerca, aunque con una marcada incidencia en las provincias del norte, ahí adonde el machismo planta bandera desde hace centurias. Ahí donde un caso como el de M. es apenas uno entre cientos que rara vez salen a la luz porque la cohabitación de una niña con un adulto es, como todos repiten, casi “parte del paisaje”. Con todo, este fenómeno no es privativo de una determinada provincia ya que, como también revela el informe, los casos de nenas y adolescentes conviviendo (recordemos que para la ley argentina todo menor de 18 años es niño o niña) se dan en todas las provincias. Pero no en todas, claro, con la misma frecuencia. Así, “las provincias donde se concentra mayor porcentaje de adolescentes de 14 a 19 años, de ambos sexos, conviviendo en pareja son: Buenos Aires (38.5 %), Santa Fe (8.7%) y Córdoba (6.1%) con los más altos porcentajes. Siguen Misiones (4.9%), Chaco (4.5%), Salta (3.8%), Mendoza (3.7%), Entre Ríos (3.6%), Tucumán (3.5%) y Corrientes (3.3 %)”. Desde Chaco, el abogado Rolando Nuñez, titular del Centro Mandela, una ONG que trabaja sobre con realidades sociales muy duras, precisa que “construir una noción integral de este tema porque las uniones formales entre adultos y menores violan el orden legal y porque las parejas entre un adulto y una niña no son un tema que siga el sistema sanitario público. Por ende, no figuran en los anuarios de salud pública ni de Chaco ni de ninguna otra provincia, por lo que se carece de información completa sobre este universo. Sin embargo, este tema sucede y la zona roja en el caso de Chaco está dada por El Impenetrable, que ocupa 35% de la superficie de la provincia. Allí habitan familias criollas pobres y familias indígenas en extrema pobreza. En esa población es en donde se produce el mayor numero de embarazos no deseados en niñas menores de 15 años. Hablamos de niñas de la etnia Toba o Wichi con novios o concubinos de hasta 22 o 24 años”, alerta.

Adiós A las muñecas

Alrededor del mundo, en tanto, unas 650 millones de mujeres se casaron siendo niñas, según datos de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y cada año alrededor del mundo 12 millones de niñas vuelven a pasar por esa situación. Cada 24 horas, 47.700 menores de edad en todo el planeta inician su vida como casadas o convivientes. Las estadísticas indican que son cinco cada hora. Casi una cada diez minutos, sin que ninguna de esas pequeñas tragedias haga demasiado ruido. Porque las niñas se casan, sí, pero ¿a qué costo? ¿Qué implica para una nena verse involucrada en una situación de convivencia que no buscó ni eligió? Según detalla UNICEF, “el matrimonio infantil, o el matrimonio que se contrae antes de cumplir 18 años, constituye una violación de los derechos humanos. Pese a las leyes que lo prohíben, esta dañina práctica sigue estando muy extendida. El matrimonio infantil lleva consigo toda una vida de sufrimiento. Las niñas que se casan antes de cumplir 18 años tienen menos posibilidades de seguir yendo a la escuela y más posibilidades de ser víctimas de violencia en el hogar”. Para las nenas involucradas en una convivencia cuando deberían estar con otros y otras de su misma edad, ésta situación tiene un impacto concreto en su escolaridad, ya que al verse forzadas a atender una casa y a un esposo es sólo cuestión de tiempo que se alejen de las aulas. De hecho, las estadísticas demuestran que –a mayor tiempo de escolaridad- menores chances de casamiento prematuro. De alguna manera, la educación “inmuniza” a las niñas contra el matrimonio infantil, demorando también la maternidad, la cantidad de hijos y el tiempo transcurrido entre partos.

Como contracara, son las nenas y adolescentes no escolarizadas las que corren mayores riesgos de terminar en una de estas relaciones en las que ellas no han consentido nada. Y, cuando finalmente terminan “emparejadas” y conviviendo, los riesgos para su salud integral también se multiplican. En primer lugar, porque se ven forzadas a una iniciación sexual en las que ellas tampoco pueden decidir nada, exponiéndose así tanto al contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) como a embarazos no deseados. Y, cuando estos llegan, precisa UNICEF, enfrentan riesgos de vida bien concretos. “Las niñas y adolescentes tienen más probabilidades de morir a causa de complicaciones durante el embarazo y el parto que las mujeres de entre 20 y 30 años, y es más probable que sus hijos nazcan muertos o mueran en su primer mes de vida”. Después de todo, cabe recordar, el cuerpo de una niña gestante “dona” al feto que crece en ella gran parte de los nutrientes que el organismo aún necesita para sí mismo, porque es todavía un cuerpo en crecimiento. Si a esto se le agrega que en su mayoría las niñas que contraen matrimonio o inician una convivencia a temprana edad pertenecen a los sectores más pobres y con algún indicador de Necesidades Básicas insatisfechas (NBI), el matrimonio infantil contribuye enormemente a la perpetuación del círculo de la pobreza. “La pobreza es uno de los principales determinantes del matrimonio o convivencia infantil. A su vez, el matrimonio infantil es un determinante de la persistencia de estas niñas y sus hijos en la pobreza”, se lee en el informe sobre el matrimonio infantil en argentina.

El costo de la invisibilidad

Una vecina ve a una mujer conviviendo con un hombre y con su pequeña hija. En cuestión de días, la mujer desaparece y la nena queda sola con el adulto. La vecina ve un par de situaciones sospechosas. “No parecían padre e hija, parecía marido y mujer”, le contará luego a los medios. Hace la denuncia. Así, en febrero de 2019, la nena llega a los titulares de algunos medios locales y por la más terrible de las razones: con sólo doce años, está embarazada de mellizos. El hombre, un tarefero (cosechador de yerba mate) de 28 años, desaparece y es buscado por la policía. Pero para esa nena (violada y embarazada de más de seis meses en el momento en el que se escriben estas líneas) gran parte de su futuro ya ha sido decidido por otros. Sucedió en el dorado, Misiones, pero la locación es en definitiva lo de menos porque historias como éstas se repiten en todo el país. Aún cuando nadie (ni la sociedad, ni el estado) quieran registrar el problema y actuar en consecuencia. De hecho, una de las herramientas más eficaces para la detección temprana de situaciones de este tipo es la implementación efectiva de la ley 26.150 de Educación Sexual Integral o ESI. En efecto, la aplicación de esta ley promueve la generación de espacios de intercambios y charlas sobre distintos aspectos de la sexualidad humana. En ese contexto, cientos de chicos (nenas y nenes) se animaron a contar a sus docentes lo que sucedía en sus casas y con sus cuerpos en manos de adultos abusadores. Pero a lo largo de trece años luego de su sanción (la ley data de 2006) distintos grupos religiosos y establecimientos escolares vinculados a ellos se han resistido a implementar la normativa. Un solo dato: en el Operativo Aprender de 2018 se detectó que 8 de cada 10 alumnos aseguraban no haber tenido clases de ESI, algo que también reclamaron a las autoridades. Y no por casualidad, ya que como también precisa el informe Color de Rosa, “la falta de Educación Sexual Integral en los ciclos escolares deja a niñas, niños y adolescentes sin información para poder decidir si tener o no relaciones sexuales, y para saber y elegir cómo ejercer su feminidad y masculinidad así como otras identidades sexuales en forma libre, informada y sin ningún tipo de violencia o coerción”. Porque de eso se trata, en definitiva: de que niños y niñas puedan seguir disfrutando de su niñez y adolescencia protegidos y en libertad, sin precipitar ninguna etapa. Y, sobre todo, sin verse involucrados antes de tiempo en situaciones que afectarán sus vidas para siempre.

Fuente de la reseña: 

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El BM y UNICEF destinan mil millones de dólares a educación en países en desarrollo

Redacción: EFE

El Banco Mundial (BM) y UNICEF anunciaron hoy que destinarán 1.000 millones de dólares para promover la educación, las habilidades y la capacitación laboral de los jóvenes en países en desarrollo con el objetivo de mejorar sus perspectivas de empleo.

«Cuando millones de jóvenes ingresan a la fuerza laboral en los países en desarrollo, les importa a ellos y al mundo entero que puedan encontrar empleos decentes», apuntó la directora ejecutiva del BM, Kristalina Georgieva, en un comunicado.

La nueva asociación dedicará 1.000 millones de dólares en inversiones a través de Generation Unlimited (Generación sin límites), una iniciativa global organizada por UNICEF.

Lanzado hace poco más de seis meses, Generation Unlimited es un programa que tiene como objetivo ayudar a preparar a 1.800 millones de jóvenes en su transición al mundo laboral.

«Con las habilidades y oportunidades adecuadas, los jóvenes pueden impulsar el crecimiento y la prosperidad globales. Debemos trabajar juntos para invertir en educación, capacitación, empleo y espíritu empresarial para que puedan alcanzar su potencial», agregó Georgieva.

El BM y UNICEF pretenden acelerar los cambios en los programas escolares de la educación formal para que las habilidades y el conocimiento se alineen con las demandas del lugar de trabajo y mejorar el acceso a planes de capacidades fuera de la educación formal, incluso en situaciones de crisis y áreas propensas a emergencias humanitarias.

Investigaciones citadas por el BM muestran que aproximadamente un tercio de los jóvenes de hoy, es decir, unos 620 millones de personas, la mayoría mujeres, no tienen empleo ni reciben educación o la capacitación.

De hecho, la gente joven tiene casi tres veces más probabilidades que los adultos de estar desempleados.

«Sin empleos dignos y la dignidad del trabajo, millones de ellos quedarán excluidos del progreso mundial hacia el crecimiento, la prosperidad y la estabilidad», anotaron los expertos de la institución multilateral en un análisis.

En este sentido, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, destacó la importancia de invertir para transformar los sistemas educativos en los países de desarrollo para que exista una mayor dedicación a la capacitación laboral.

«A través de esta colaboración del Banco Mundial y Unicef, Generation Unlimited puede ayudar a apoyar esta transformación y crear un conjunto de jóvenes mejor preparados para formar economías prósperas y sociedades pacíficas», puntualizó Fore.

Fuente: https://www.efe.com/efe/america/economia/el-bm-y-unicef-destinan-mil-millones-de-dolares-a-educacion-en-paises-desarrollo/20000011-3947583#

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Honduras: cada día muere un niño por la violencia según UNICEF

Honduras / 14 de abril de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: NODAL

La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, dijo que en Honduras un niño menor de 18 años muere cada día en Honduras debido a la violencia.

Honduras sigue siendo un lugar peligroso para demasiados niños y jóvenes, a pesar de los esfuerzos para reducir la violencia y proteger a sus ciudadanos más jóvenes, agregó.

Fore ha indicado que, “a pesar de los esfuerzos para reducir la violencia y proteger a sus ciudadanos más jóvenes, Honduras sigue siendo un lugar peligroso para demasiados niños y jóvenes” debido a las bandas, que le enfrentan a una “elección imposible”: “Únete a nosotros o muere”.

“Abandonar la escuela”, ha comentado, “es demasiado a menudo la única salida de los jóvenes para escapar de las amenazas de las pandillas, del acoso y del reclutamiento forzoso, que suelen producirse cuando atraviesan zonas controladas por las bandas en el camino hacia y desde la escuela”.

La consecuencia es que más de medio millón de niños en edad de cursar educación secundaria están fuera de las aulas: uno de cada dos en los primeros niveles de secundaria y dos de cada tres en los niveles superiores.

Manifestó que “la combinación de violencia, pobreza y falta de oportunidades educativas está causando que miles de niños y familias huyan de sus hogares” y, “sin acceso a protección y a rutas de migración seguras, la mayoría se ven obligados a emprender viajes peligrosos”.

“En palabras de una mujer joven que conocí en Paujiles, San Pedro Sula: ‘No estamos migrando para tener una vida mejor, estamos migrando para sobrevivir’”, ha subrayado la experta estadounidense.

La directora ejecutiva ha reclamado “inversiones reales en educación, protección y otros servicios que contribuyan a guiarles hacia un futuro más esperanzador y que también reduzcan algunas de las causas que les llevan a huir”.

Por eso, “UNICEF tiene el compromiso de trabajar con los gobiernos, el sector privado e instituciones financieras internacionales para hacer inversiones transformadoras en educación que aumenten la participación en la educación, el rendimiento y los resultados académicos, con énfasis en las nuevas tecnologías”.

Además, “UNICEF está trabajando con sus aliados en Honduras para proporcionar a los niños y jóvenes espacios seguros para jugar, aprender y recibir formación”. Por ejemplo, “quienes han vuelto a Honduras reciben ayuda para volver a la escuela y orientación sobre los servicios que tienen a su disposición”.

Fuente de la Noticia:

Honduras: cada día muere un niño por la violencia según UNICEF

ove/mahv

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