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Exclusión digital, educación y pandemia

Por: Editorial de «La Jornada» 

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) presentaron un informe conjunto en el cual se señala que 1.300 millones de niños de entre 3 y 17 años no tienen acceso a Internet en sus hogares.

Lo anterior supone que dos terceras partes de los menores en edad escolar se encuentran marginados de la principal vía de acceso a la educación durante la pandemia en curso, y la situación apenas mejora entre los jóvenes de 15 a 24 años –es decir, aquellos que se encuentran en los niveles medio superior y superior–, pues 63 por ciento de ellos no cuentan con Internet en su domicilio.

Según Naciones Unidas, existen diferencias brutales entre las naciones de altos y bajos ingresos, pues mientras en las primeras, nueve de cada 10 niños en edad escolar pueden conectarse a la red en su casa, en los países pobres apenas uno de cada 20 tiene esa posibilidad.

La situación en México dista de ser tan dramática como la que se presenta en los países del África subsahariana y Asia meridional, pero resulta, sin duda, muy preocupante: en mayo pasado, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes reportaba que 13 millones de personas, equivalentes a 10 por ciento de la población nacional, no contaban con ningún punto de acceso a Internet.

El mismo mes, la Secretaría de Energía informó que alrededor de un millón 600 mil personas viven en hogares sin energía eléctrica, cifra relativamente pequeña respecto de la población total del país, pero la carencia de ese servicio básico es devastadora para la calidad de vida de quienes se encuentran en esa situación y, particularmente, para el desempeño de los estudiantes.

Ante este panorama de exclusión digital e incluso energética, queda claro que la pandemia de Covid-19 no sólo es un desastre mundial en los ámbitos sanitario y económico, sino también en el plano educativo.

La conversión súbita de las tecnologías de la información y la comunicación –vehículos principales o únicos de los procesos de enseñanza escolar– hizo del combate a la marginación informática el desafío más inmediato e ineludible para lograr una mínima eficiencia del sistema educativo durante el tiempo que haya de durar la emergencia sanitaria, y más allá de ésta.

Otros desafíos no menos acuciantes se encuentran en la necesidad de avanzar hacia la construcción de un nuevo paradigma educativo, que incluye, pero no se agota, en los planes y programas de estudio para responder a los efectos perdurables de la pandemia.

Al respecto se ha hecho evidente que algunas dinámicas iniciadas o generalizadas en respuesta al confinamiento social y las medidas de sana distancia no desaparecerán cuando el coronavirus deje de amenazar la salud humana, sino que pasarán a formar parte permanente de la cotidianidad.

De manera adicional, hay toda una serie de interrogantes sobre el impacto de las tecnologías digitales en la salud física y mental de los educandos, así como en torno de la eficiencia pedagógica de las clases virtuales, por lo que no sólo es preciso garantizar el acceso informático, sino adecuarlo a las funciones específicas que debe cumplir.

En suma, hay por delante una ardua labor de investigación, reflexión, planificación y desarrollo de infraestructura para que nadie se quede fuera de los cambios en materia educativa; es decir, con el fin de que las desigualdades socioeconómicas dejen de traducirse en rezago o exclusión educativos.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/12/02/edito

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Mayoría de estudiantes de Haití carece de acceso a internet

Centroamérica/Haití/Diciembre 2020/prensa-latina.cu

El 79 por ciento de los niños haitianos en edad escolar carecen hoy de acceso a internet en sus casas, lo que limita su aprendizaje en tiempos de pandemia, advirtió la Unicef.
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La brecha digital impide a los niños y jóvenes acceder a la educación de calidad y a oportunidades en línea, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia junto a la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

A nivel mundial, dos tercios de los infantes no cuentan con conexión en sus viviendas, mientras que 759 millones de jóvenes entre 15 y 24 años corren con la misma suerte.

En Haití, el azote de la Covid-19 negó el derecho a la educación durante cuatro meses, por lo que un acceso más equitativo a la red de redes es una alternativa viable para el aprendizaje a distancia, señaló Raoul de Torcy, representante de la Unicef.

Destacó, además, que la brecha digital perpetúa las desigualdades existentes, en especial para quienes provienen de hogares pobres y comunidades rurales, quienes casi no tienen forma de ponerse al día.

El panorama es aún más complejo en la nación caribeña, donde los disturbios sociales y el descontento con el gobierno en 2019 privaron a los estudiantes de al menos dos meses de clases.

Se suma el creciente clima de inseguridad y la multiplicación de secuestros, particularmente en esta capital y otras ciudades departamentales.

A mediados septiembre la ONU expresó su preocupación por el impacto de la inseguridad y la crisis sanitaria en el sistema educativo nacional, además de las huelgas de los profesores.

También insistieron en el derecho a una educación con calidad, inclusiva y equitativa, que priorice a quienes se encuentran en situaciones vulnerables.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=415169&SEO=mayoria-de-estudiantes-de-haiti-carece-de-acceso-a-internet
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Unicef llama a proteger a los niños más vulnerables ante la covid

Fuentes: IPS

El impacto de la pandemia covid-19 ha sido muy duro para los niños y se necesita urgentemente evitar que esta crisis de salud se convierta en una crisis de los derechos de los niños, planteó la Unicef con motivo del Día Mundial de la Infancia este viernes 20.

“A lo largo de la pandemia ha existido un mito persistente, de que los niños apenas se ven afectados por la enfermedad. Nada podría estar más lejos de la verdad”, expuso Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

El impacto es previsiblemente mayor en los 356 millones de niños, uno de cada seis, que viven en condiciones de pobreza extrema en el mundo, y al paso de la pandemia pueden agregarse otros 150 millones que quedarían en pobreza multidimensional, sin acceso a educación, salud, vivienda, nutrición, agua potable y saneamiento.

En esa población vulnerable pide Unicef que se concentren los esfuerzos, en su más reciente informe, “Evitar la generación perdida del covid-19”.

Aunque los síntomas de la covid suelen ser más leves en los niños, las infecciones están aumentando y sus vidas se pueden marcar por el impacto a largo plazo en la educación, la nutrición y el bienestar.

“Si bien los niños pueden enfermarse y propagar la enfermedad, esto es solo la punta del iceberg de la pandemia. Las interrupciones en los servicios clave y las crecientes tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños”, dijo Fore.

Cuanto más persista la crisis, “más profundas serán sus repercusiones y el futuro de toda una generación está en riesgo”, añadió.

El informe señala que, al 3 de noviembre, en 87 países los niños y adolescentes menores de 20 años representaban uno de cada nueve infectados por covid, 11 por ciento de los 25,7 millones de infecciones notificadas por estos países.

La covid ha implicado interrupciones en los servicios sociales y de salud críticos para los niños. En un tercio de los 140 países analizados por Unicef, se registra una caída de al menos 10 por ciento en temas como vacunación de rutina, atención ambulatoria de enfermedades infecciosas infantiles y servicios de salud materna.

Hay una disminución del 40 por ciento en la cobertura de los servicios de nutrición para mujeres y niños en 135 países, y en octubre de este año 265 millones de niños seguían perdiendo las comidas escolares en todo el mundo.

Se estima que en un período de 12 meses podrían morir dos millones de niños más a causa de enfermedades infantiles, y 20 000 bebés más nacerían muertos, por las graves interrupciones de los servicios de salud y aumento de la desnutrición.

Otros entre seis y siete millones de menores de cinco años sufrirán emaciación o desnutrición aguda, traducida en 10 000 muertes infantiles adicionales cada mes, principalmente en África subsahariana y Asia meridional.

En noviembre, todavía 572 millones de alumnos, 30 por ciento de los matriculados en todo el mundo, estaban afectados por el cierre de escuelas en 30 países. En su máximo pico ese cierre afectó a 1570 millones de estudiantes.

Para responder a esta crisis, Unicef pide a los gobiernos y otros agentes sociales que, en primer lugar, garanticen el acceso a los servicios de nutrición y salud, y hagan que las vacunas sean asequibles y estén disponibles para todos.

Se requiere proteger la salud mental de niños y jóvenes, y poner fin al abuso y la violencia de género. La experiencia obtenida de anteriores emergencias de la salud demuestra que las niñas se enfrentan a un riesgo mayor de ser víctimas de la violencia por razón de género, el matrimonio infantil y los embarazos.

También se debe asegurar que todos los niños continúen con su educación, incluyendo en este principio el cierre de la brecha digital.

“Este no es el momento de desviar los fondos nacionales destinados a la educación”, reza el informe, y sostiene que “si la comunidad internacional trabaja unida, podemos conectar a internet a 3500 millones de niños y jóvenes para el año 2030”.

Se plantea la necesidad de aumentar el acceso al agua potable, al saneamiento y la higiene, abordar la degradación del ambiente y el cambio climático, revertir el aumento de la pobreza infantil y redoblar la protección a los niños y sus familias que viven en situaciones de conflicto, desastre y desplazamiento.

Fore dijo que “en este Día Mundial de la Infancia, pedimos a los gobiernos, los socios y el sector privado que escuchen a los niños y den prioridad a sus necesidades. Mientras miramos hacia un mundo pospandémico, los niños deben ser lo primero”.

Fuente: https://www.ipsnoticias.net/2020/11/unicef-llama-proteger-los-ninos-mas-vulnerables-ante-la-covid/

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Conoce seis puntos vitales para proteger la niñez en el mundo

Mundo/22-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

En el Día Mundial de los Niños, la Unicef identifica la cooperación internacional como vía de protección infantil.

La pandemia de la Covid-19 está teniendo una dimensión precedentes para la mayoría de la gente. En todo el mundo, el brote se está llevando la vida y el sustento de muchas personas a medida que se sobrecargan los sistemas de salud, la educación ha sido interrumpida y las familias luchan para mantenerse a flote.

Las comunidades a escala global están asumiendo el desafío: desde los profesionales sanitarios y los trabajadores sociales, que están poniendo sus vidas en juego para proteger a los más vulnerables, hasta los jóvenes que están inventando formas innovadoras de difundir mensajes sobre la salud pública.

Aun así, y aunque la transmisión del virus está empezando a reducirse en algunos países, las repercusiones han sido duras y, en muchos países, afectan sobre todo a los niños más marginados.

Los trastornos que ha provocado en la sociedad tienen una profunda repercusión sobre los niños: sobre su seguridad, su bienestar y su futuro. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la cooperación multilateral es la única forma de lograr que millones de niños permanezcan sanos, protegidos y sigan recibiendo una educación.

Esa dependencia de la ONU lanzó un llamamiento de seis puntos para concientizar a la comunidad internacional en el esfuerzo para la protección de la infancia ante el nuevo coronavirus.

1. Garantizar que todos los niños estén sanos y bien alimentados

Según Unicef, en las zonas más pobres del mundo, los niños que necesitan servicios básicos y esenciales (como aquellos que los protegen de enfermedades como la neumonía, el paludismo y la diarrea) corren el riesgo de no recibirlos.

Es por ello que los Gobiernos deben atender las urgentes necesidades planteadas por la Covid-19 al tiempo que se mantengan interviniendo con prioridad en materia de salud, a través, por ejemplo, de la financiación de los programas de nutrición e inmunización, que hacen posible que los niños puedan sobrevivir y prosperar.

2. Llegar a los niños para proporcionarles agua, saneamiento e higiene

Aproximadamente un 40 por ciento de la población mundial sigue careciendo de instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en su hogar; un porcentaje que en los países menos desarrollados asciende a casi tres cuartas partes.

La exhortación de la Unicef es que los Gobiernos den prioridad a los niños más vulnerables, protegiéndolos ante las políticas privatizadoras, cuyo carácter excluyente se convierte en un obstáculo para el acceso al líquido vital.

3. Facilitar el aprendizaje de los niños

Los niños marginados pagan el precio más alto a medida que aumentan las desigualdades en el aprendizaje, resultante de políticas neoliberales que privatizan la educación y convierten el acceso a la misma en un privilegio, desnaturalizándola como un derecho.

Unos 346 millones de jóvenes no tienen acceso a internet para continuar su educación a distancia. Además, el cierre de las escuelas ha dejado a aquellos que dependen de los programas escolares de nutrición sin los alimentos que necesitan para aprender y prosperar.

La Unicef ha criticado las posturas de algunos países al retirar fondos a la educación en el escenario de pandemia. “Este no es el momento de desviar los fondos nacionales destinados a la educación. Los Gobiernos deben invertir en educación y unir fuerzas para cerrar la brecha digital”, dijo la organización en un pronunciamiento fechado en abril pasado.

4. Ayudar a las familias a cubrir sus necesidades y cuidar a sus hijos

Mientras madres y padres en todo el mundo luchan para mantener sus medios de vida, los Gobiernos, según Unicef, deben ampliar las medidas de protección social, como los programas y las políticas que vinculan a las familias a los ingresos y los servicios fundamentales de atención de la salud, nutrición y educación.

La necesidad de protección social adquiere más notoriedad debido a que las políticas neoliberales vigentes en gran parte del mundo profundizan la situación de vulnerabilidad cuanto más grave es el entorno circundante.

Debe abarcar también las transferencias de efectivo y las ayudas para la alimentación y la nutrición. Además, implica que los Gobiernos contribuyan a proteger los puestos de trabajo y unir fuerzas con los empleadores a dar apoyo a las madres y los padres trabajadores.

5. Proteger a los niños de la violencia, la explotación y el abuso

Los factores de riesgo de la violencia, la explotación y el abuso están aumentando para los niños que viven en entornos donde se han restringido los desplazamientos y en situaciones de declive socioeconómico.

Los Gobiernos deben priorizar los servicios críticos de prevención y respuesta a la violencia para los niños; deben mantener y adaptar estos servicios, teniendo en cuenta los riesgos únicos de las niñas y los niños más vulnerables al planificar el distanciamiento social y otras medidas de respuesta a la COVID-19.

6. Proteger a los niños refugiados, los migrantes y los afectados por un conflicto

La Unicef exhorta a que en la respuesta a la Covid-19 no se olvide a esos niños a los que el mundo no suele prestar atención. Ya se esperaba que 2020 fuese el año en el que más personas que nunca necesitarían asistencia humanitaria, y la pandemia no ha hecho más que agravar las vulnerabilidades de los niños de los países afectados por la crisis.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/unicef-proteccion-ninos-vulnerables-pandemia-20201119-0021.html
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UNICEF: El COVID-19 sí afecta a los niños y la pandemia puede dejar una “generación perdida”

Por: Noticias ONU

Publica un informe en el que se demuestra cómo, si bien los síntomas entre los menores infectados siguen siendo leves, las infecciones están aumentando y el impacto a largo plazo en la educación, la nutrición y el bienestar de toda una generación de niños y jóvenes puede marcar  su vida. Por ello, pide acabar con el mito  de que los niños apenas se ven afectados por la enfermedad. También destaca que, con las medidas adecuadas, es mejor tener las escuelas abiertas que cerradas.

Con motivo del Día Mundial de la Infancia, UNICEF ha publicado un informe con contundente mensaje Evitar la generación perdida del COVID-19.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia describe de manera exhaustiva en ese documento las graves y crecientes consecuencias para los niños a medida que avanza la pandemia y demuestra que, si bien los síntomas entre los menores infectados siguen siendo leves, las infecciones están aumentando y el impacto a largo plazo en la educación, la nutrición y el bienestar de toda una generación de niños y jóvenes puede alterar la vida.

“A lo largo de la pandemia de COVID-19 ha existido un mito persistente de que los niños apenas se ven afectados por la enfermedad. Nada podría estar más lejos de la verdad”, asegura Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

“Si bien los niños pueden enfermarse y propagar la enfermedad, esto es solo la punta del iceberg de la pandemia. Las interrupciones en los servicios clave y las crecientes tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños. Cuanto más persista la crisis, más profundas serán sus repercusiones en la educación, la salud, la nutrición y el bienestar de los niños. El futuro de toda una generación está en riesgo”, añadió.

A lo largo de la pandemia de COVID-19 ha existido un mito persistente de que los niños apenas se ven afectados por la enfermedad. Nada podría estar más lejos de la verdad.

El informe concluye que, al 3 de noviembre, en 87 países con datos desglosados ​​por edad, los niños y adolescentes menores de 20 años representaban una de cada nueve infecciones por COVID-19, o el 11% de los 25,7 millones de infecciones notificadas por estos países. No obstante, señala que se necesitan datos más fiables y sobre infecciones, muertes y pruebas para comprender mejor cómo la crisis afecta a los niños más vulnerables y orientar la respuesta.

Si bien los niños pueden transmitirse el virus entre sí y a los adultos, existen pruebas  claras de que  medidas de seguridad básicas , los beneficios de mantener las escuelas abiertas superan los costos de cerrarlas, señala el informe. Las escuelas no son el principal impulsor de la transmisión comunitaria y los niños tienen más probabilidades de contraer el virus fuera de los entornos escolares.

© UNICEF/Daniele Volpe
Niños guatemaltecos estudian desde su casa siguiendo las guías del Ministerio de Educación durante la pandemia de COVID-19.

Pese a todo, su salud está amenazada

Las interrupciones relacionadas con el COVID en los servicios sociales y de salud críticos para los niños representan la amenaza más grave para los niños, dice el informe.

Utilizando nuevos datos de encuestas de UNICEF en 140 países, señala que:

  • Alrededor de un tercio de los países analizados registró una caída de al menos el 10% en la cobertura de servicios de salud como vacunación de rutina, atención ambulatoria de enfermedades infecciosas infantiles y servicios de salud materna. El miedo a la infección es una razón importante para no acudir al centro médico.
  • Hay una disminución del 40% en la cobertura de los servicios de nutrición para mujeres y niños en 135 países. En octubre de 2020, 265 millones de niños seguían perdiendo las comidas escolares en todo el mundo. Más de 250 millones de niños menores de cinco años podrían perderse los beneficios de los programas de suplementación con vitamina A

65 países informaron de una disminución en las visitas domiciliarias de los trabajadores sociales en septiembre de 2020, en comparación con el mismo período del año pasado.

Los datos más alarmantes del informe señalan que:

  • En noviembre de 2020, 572 millones de estudiantes se vieron afectados por el cierre de escuelas en 30 países: el 33% de los estudiantes matriculados en todo el mundo
  • Se estima que en un período de 12 meses podrían morir dos millones de niños más de muertes infantiles y 200.000 bebés más nacerían muertos, con graves interrupciones de los servicios de salud y aumento de la desnutrición
  • Otros entre seis y siete millones de menores de cinco años sufrirán emaciación o desnutrición aguda en 2020, lo que supone un aumento del 14% que se traducirá en más de 10.000 muertes infantiles adicionales cada mes, principalmente en África subsahariana y Asia meridional.
  • A nivel mundial, se estima que el número de niños que viven en la pobreza multidimensional – sin acceso a educación, salud, vivienda, nutrición, saneamiento o agua- se ha disparado en un 15%, o 150 millones de niños más para mediados de 2020.
UNICEF/Frank Dejo
Los estudiantes regresan a clases en la escuela primaria de San Pedro, en el suroeste de Côte d’Ivoire, tras su reapertura.

Por todo ello y para responder a esta crisis, UNICEF pide a los Gobiernos y otros agentes de la sociedad:

  1. Asegurar que todos los niños continúen con su educación, incluyendo en este principio el cierre de la brecha digital
  2. Garantizar el acceso a los servicios de nutrición y salud, y hacer que las vacunas sean asequibles y estén disponibles para todos los menores
  3. Apoyar y proteger la salud mental de niños y jóvenes y poner fin al abuso, la violencia de género y la negligencia en la infancia
  4. Aumentar el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene y abordar la degradación ambiental y el cambio climático
  5. Revertir el aumento de la pobreza infantil y garantizar una recuperación inclusiva para todos
  6. Redoblar los esfuerzos para proteger y apoyar a los niños y sus familias que viven en situaciones de conflicto, desastre y desplazamiento

«Este Día Mundial de la Infancia, pedimos a los gobiernos, los socios y el sector privado que escuchen a los niños y den prioridad a sus necesidades», dijo Fore. «Mientras todos reimaginamos el futuro y miramos hacia un mundo pospandémico, los niños deben ser lo primero».

*Fuente: https://news.un.org/es/story/2020/11/1484262

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Pandemia “congela” la educación de millones de niños en Latinoamérica

América del Sur/15-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Informe difundido por Unicef indica que la pandemia ha privado al 97% de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual. Señala que la reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos.

El cierre de las escuelas en América Latina y el Caribe por la pandemia de covid-19 amenaza la formación de millones de niños, especialmente los más pobres, por lo cual es prioritario reabrir los colegios, señala un informe difundido este lunes por Unicef.

El estudio indica que la pandemia “ha privado al 97 por ciento de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual” debido al cierre de las escuela para evitar la propagación del virus.

Esta pérdida de clases “tiene graves implicaciones” para el futuro de los niños y cada día que pasa con las escuelas cerradas “se va dando forma a una catástrofe generacional, que tendrá profundas consecuencias para la sociedad en su conjunto”, advierte el informe.

La semana pasada, un informe de la Unesco destacó en ese sentido que América Latina, la región más desigual del mundo, podría enfrentar un “desastre generacional” debido al impacto del coronavirus en la educación.

“El covid-19 ha puesto en pausa, ha congelado los progresos en la educación de la mayoría de los niños y las niñas en América Latina y el Caribe”, dijo a la AFP Laurent Duvillier, jefe regional de comunicación de Unicef.

Según esta agencia de Naciones Unidas, solo Uruguay, Costa Rica, Surinam y Haití tienen las escuelas completamente abiertas, mientras que en Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Cuba la apertura es parcial. 

El cierre prolongado de las escuelas, que en algunos países supera los siete meses, impide el regreso a las aulas de 137 millones de niños de la región, aunque más de un tercio acceden a educación a distancia.

“El cierre de las escuelas no afecta a todos por igual. Aquellos que viven en entornos más pobres tienen mayores dificultades para aprender desde casa, donde no necesariamente hay una conexión a internet, una computadora o un escritorio”, alegó Duvillier.

“A causa de la pandemia, estos niños corren cada día mas riesgo de quedarse fuera del colegio y atrapados en un círculo vicioso de pobreza en el futuro”, añadió.

El informe detalla que mientras las tres cuartas partes de los estudiantes de los colegios privados pueden acceder a la educación a distancia, solo la mitad de los que asisten a las escuelas públicas pueden hacerlo.

Además, un 21% de los niños, niñas y adolescentes de los hogares más pobres no reciben educación alguna, en comparación con 14% de los que pertenecen a los hogares más ricos.

Los menores con discapacidades cognitivas y físicas, los refugiados y migrantes, así como las niñas enfrentan “un riesgo mayor de exclusión” en su proceso de aprendizaje, según Unicef.

En Latinoamérica se han producido 12 millones de contagios y 412.000 defunciones por el nuevo coronavirus. Brasil, México, Perú y Argentina presentan el mayor número de muertos por covid-19.

El estudio advierte que un 16% de las escuelas de la región carece de servicios de agua, un 12% no tiene instalaciones para lavarse las manos y poco más de una cuarta parte tiene infraestructura para el lavado de manos pero sin jabón.

Sin embargo, Unicef considera que los colegios deben reabrirse con los protocolos de bioseguridad necesarios para que los niños sigan su ciclo educativo.

“La reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos tan pronto como sea seguro”, señaló el documento.

Sin embargo, Bernt Aasen, director regional interino de Unicef, para América Latina y el Caribe, aclaró que antes de la reapertura “es urgente preparar las escuelas” para que cumplan con todas las medidas biosanitarias.

Los expertos temen también que la crisis fulmine los avances de los últimos años en acceso a la educación y obligue a los niños más pobres a buscar trabajo.

“En América Latina y el Caribe, el COVID-19 ha empujado a millones de familias a la pobreza. Sin ayuda, muchos padres no tendrán más remedio que sacrificar la educación de sus hijos. Es posible que millones de los estudiantes más vulnerables no regresen a la escuela”, alertó Aasen.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/pandemia-congela-la-educacion-de-millones-de-ninos-en-latinoamerica-segun-unicef/
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Ecuador: Unicef alerta sobre riesgo de pobreza para la niñez ecuatoriana

América del Sur/Ecuador/25-10-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Plantearon que Ecuador requiere con urgencia un pacto social y fiscal que proteja y aumente la inversión social.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Ecuador alertó que un aproximado de 3,1 millones de niñas, niños y adolescentes caerán en pobreza multidimensional al término de este año, como consecuencia de la situación económica que se vive.

De acuerdo con un informe presentado por la delegación, «esto significa que sus hogares sufrirán una o más privaciones en educación, salud, alimentación, vivienda, trabajo y seguridad social por los efectos de la pandemia en el país».

Precisaron que el mayor impacto de la pandemia se verá en alrededor de 715.000 familias con niños, niñas y adolescentes que pasarán a vivir en condición de pobreza multidimensional, como resultado de la reducción del empleo, la drástica disminución de los ingresos de los hogares, el aumento del trabajo infantil y la salida del sistema educativo.

Para mitigar el choque de la Covid-19 en la pobreza en Ecuador, la organización infantil realizó un llamado al Gobierno, el sector privado, la sociedad ecuatoriana y la comunidad internacional para sumar esfuerzos y plantear una estrategia de respuesta y recuperación.

La misma debe considerar que «la mejor política económica para hoy y mañana será invertir en una política social para proteger a las familias con niños», por lo cual, «los esfuerzos deben centrarse en proteger e incrementar el capital humano de las niñas, niños y adolescentes, ante todo de los grupos más afectados por el choque».

En este sentido, el Fondo estima que es necesario, en un primer momento, una inversión de 2.599 millones de dólares, el 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador, a través de la activación del sistema de protección social, que proteja la inversión en paquetes de servicios esenciales y diferenciados de atención.

El representante de Unicef Ecuador, Joaquín González-Alemán, afirmó que «2.600 millones de dólares no es nada descabellado para salvar a toda una generación de niños, porque si no, Ecuador sufrirá un retroceso grande y la recuperación será más dura».

Fuente  e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/unicef-ecuador-alerta-mas-tres-millones-ninos-caeran-pobreza-20201022-0010.html

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