Centro America/Costa Rica/30.05.2017/Autor y Fuente:http://semanariouniversidad.ucr.cr/
Con carteles y pancartas, alrededor de 70 personas protestaron el pasado lunes por la mañana frente a la Rectoría de la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica (UCR) con el fin de mostrar su descontento por la inseguridad en el campus universitario.
La marcha estudiantil se organizó luego de que, desde el 19 de abril pasado, se reportaran cinco asaltos a mujeres dentro del campus estudiantil Rodrigo Facio y que tres de esos ataques tuvieran, además, denuncia por abuso sexual.
El jueves de la semana pasada, las autoridades de seguridad de la UCR lograron capturar a dos hombres sospechosos de cometer los asaltos y abusos dentro del campus. Los sujetos se encuentran bajo las órdenes del Ministerio Público.
A ellos se los detuvo en un operativo en el que participaron doce agentes de seguridad universitaria encubiertos, y que se inició tras recibir la primera denuncia en el mes de abril.
Además de marchar, los estudiantes presentaron algunas peticiones a las autoridades universitarias para que se mejore la seguridad en la institución.
Los manifestantes pidieron mayor presencia de seguridad interna en zonas poco transitadas, mayor iluminación en todo el campus, atención psicológica de las víctimas en este tipo de situaciones e información a tiempo real de eventos que pongan en riesgo la integridad de la comunidad universitaria.
La organizadora de la marcha y miembro del Movimiento “Ni Una Más”, Madeline Soto, mostró su indignación ante la oleada de hechos delictivos que aquejan a la población estudiantil.
“Yo todos los días salgo a la calle con miedo, me subo a un taxi y me da miedo que me violen o que me pase algo. Me acosan por cada esquina por la que paso y ahora todo ese miedo llega hasta la Universidad. Yo necesito caminar segura, sentirme segura dentro de la U, y además saber que no me van a hacer daño a mí o a otra compañera”, señaló Soto.
A ella se sumó la joven estudiante Daniela Miranda, quien pese a estar consternada por los actos de violencia que se han dado durante los últimos días, ve en estos hechos una oportunidad para provocar una transformación social.
“Yo me he sentido bastante impactada porque siempre consideré que la Universidad era una zona segura. A pesar del dolor y la indignación que generan estos actos, creo que es una oportunidad para que las mujeres nos empoderemos, nos solidaricemos y exijamos una transformación real que nos asegure tener una vida libre y sin miedo”, adujo Daniela Miranda.
Falta de iluminación
Para los estudiantes, la inseguridad en la UCR se incrementó debido a la poca iluminación que tienen ahora algunas zonas donde se están realizando construcciones.
El director de la Oficina de Servicios Generales, Jeffrey Dimarco, apoyó esta hipótesis y señaló que ya se encuentran tomando medidas para disminuir el problema y mejorar la iluminación.
“En este momento la Universidad se encuentra realizando una serie de construcciones por todo el campus, por lo cual algunas zonas resultan más inseguras y oscuras. Ya instalamos luminarias móviles alrededor del Centro de Informática, y también por Educación e Ingeniería hace algún tiempo”, explicó Dimarco.
Dimarco también fue enfático al señalar que los eventos ocurridos no son un común denominador dentro de la institución, y que ahora lo que se debe hacer es tomar acciones para mermar la inseguridad.
“El campus no es inseguro. Sin minimizar lo que ha ocurrido, lo que pasó son eventos reprochables pero aislados de la cotidianidad de la Universidad. No por ser aislados se les debe restar importancia. Lo que sigue es hacer un análisis de lo que pasó y de las vulnerabilidades. Debemos ser proactivos en el fortalecimiento de la seguridad de la institución”, dijo el jerarca de la Oficina de Servicios Generales.
Peticiones acogidas
Luego de la marcha del pasado lunes, el rector de la UCR, Henning Jensen Pennington, sostuvo una reunión con autoridades universitarias y miembros del Movimiento “Ni Una Más”, quienes le presentaron algunas peticiones para así reforzar la seguridad a las mujeres en la institución, y mejorar el acompañamiento a las víctimas de hostigamiento sexual en el campus.
Durante la reunión, Jensen mostró total anuencia y apoyo a la comunidad universitaria. Para él, este pedido es completamente razonable y oportuno.
“Ya hemos tomado medidas que consideramos necesarias para contrarrestar la violencia física y simbólica en el campus, incluyendo rondas de seguridad con oficiales, con cámaras de video, con iluminación en áreas oscuras e incluso alarmas. Sin embargo, acogemos las solicitudes de este grupo de jóvenes y nos comprometemos a seguir construyendo una cultura de paz que nazca desde la Universidad y que se extienda hacia las comunidades que la rodean”, aseveró Jensen.
El máximo jerarca de la UCR expresó también su dolor y apoyo rotundo a las mujeres que fueron víctimas de los actos violentos sucedidos en los últimos días.
“Siento una inmensa empatía por las víctimas. Celebro la manifestación de las estudiantes y haré todo lo posible por lograr mayor seguridad en nuestros campus, pero siempre consciente de que somos una universidad que no debe responder a una lógica represiva ni autoritaria, sino hacer aún mayor énfasis en valores y acciones que favorezcan la paz y la vida”, exteriorizó el rector.
Problema mundial
La inseguridad universitaria es un fenómeno que no solo aqueja a Costa Rica, sino que también es una preocupación presente en otras latitudes alrededor del mundo.
Al caso de la UCR se suman otros similares en la Universidad Autónoma de México (UNAM), donde el pasado miércoles 3 de mayo, fue hallado sin vida el cuerpo de Lesvy Osorio. La víctima, quien era estudiante, fue estrangulada con un cable de teléfono público.
Como resultado de este violento hecho, alrededor de dos mil personas marcharon en la UNAM para “exigir justicia y una universidad segura”.
Por otra parte, la Universidad de Stanford en California, estuvo sumida en la polémica el año pasado, luego de que la exestrella de natación del centro educativo, Brock Turner, violara a una estudiante cerca de las residencias estudiantiles.
El hombre fue hallado culpable en junio del 2016 y tres meses después salió de prisión bajo libertad condicional.
Como parte del ejercicio de la autonomía universitaria, la UCR no permite el ingreso de cuerpos de seguridad ajenos al centro educativo. Usualmente, cuando es necesario la entrada de policías o agentes del OIJ, estos deben coordinar con las autoridades universitarias antes de atravesar el campus.
Fuente:http://semanariouniversidad.ucr.cr/universitarias/estudiantes-la-ucr-protestan-inseguridad-campus-rodrigo-facio/
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