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Guatemala: ¿Qué pasa en la universidad pública?

Guatemala / 18 de noviembre de 2018 / Autor: Mateo Colussi / Fuente: Aporrea

En Guatemala, la educación superior sigue siendo un lujo. Un escaso 3% de la población tiene acceso a la universidad. El porcentaje de graduados universitarios comparado con otros países, con Cuba por ejemplo, es ínfimo. Seguimos siendo una sociedad analfabeta (más de 20% de analfabetismo abierto). Y en la universidad –obligado es decirlo– el texto básico es Wikipedia. ¿Cuántos libros por mes leíste este año?

La universidad pública, la San Carlos de Guatemala, tiene una historia heroica, legendaria. Fue una de las primeras en el continente, fundada en 1676. Para ese entonces, en los primeros años de la Conquista española, Latinoamérica tenía varias universidades. En 1636, cuando apenas nacía la de Harvard en Estados Unidos, ya había trece universidades en la región latinoamericana. Pero en todos los casos se seguía el modelo medieval traído de Europa, asociado siempre con los poderes de la realeza y de la Iglesia católica.

Con los años, ese modelo fue cambiando, aunque persisten reminiscencias (las graduaciones, por ejemplo, con toda su parafernalia quasi medieval). Hoy, con el triunfo omnímodo del neoliberalismo, la universidad está al total servicio del mercado, enfatizando la noción de «universidad empresarial», donde lo que cuenta es la óptima relación costo-beneficio concebida solo desde el lucro privado. Lo comunitario no cuenta. Actualmente, dado ese paradigma, fue debilitándose o esfumándose la idea de desarrollo social, de extensión y servicio a la comunidad. De ese modo se termina olvidando el Artículo 82 de la Constitución, que establece que la universidad pública «cooperará al estudio y solución de los problemas nacionales».

A principios del siglo XX, en toda Latinoamérica tienen lugar procesos de autocrítica y explosión renovadora en el seno de las universidades. Surgidas en la de Córdoba, Argentina, en 1918, las protestas estudiantiles denunciaban la permanencia de estructuras clasistas y oligarcas en instituciones que no respondían a los procesos de modernización social que vivía el país por aquel entonces, con casas de altos estudios aún organizadas según criterios semi-medievales arrastrados durante toda la Colonia, sentando así las bases para una ola de reformas universitarias y crítica social que en las primeras décadas del siglo va a barrer toda la región. En Guatemala, la reforma universitaria llega en 1944. Las banderas fundamentales levantadas por estos movimientos eran la autonomía universitaria y la cogestión, elementos que se consideraron principios necesarios para convertir a las universidades en motores eficientes de la democratización social y cultural, y por tanto del desarrollo nacional.

Con su autonomía, la USAC se convirtió en un centro de denuncias, semillero de luchas políticas y protestas contra el orden social imperante. Por décadas fue un referente en la vanguardia intelectual, pasando a ser centro de pensamiento crítico, lugar donde se inspiraron numerosas propuestas de transformación revolucionaria. Pero todo eso ha cambiado en estas últimas décadas, a partir de una represión monstruosa que costó vidas y exilios, degradando deliberadamente a la Tricentenaria en su nivel académico. Cambiado, claro está, a favor del gran capital y no en provecho de las mayorías populares.

Hoy día es imprescindible profundizar la autonomía universitaria; ante la ola neoliberal y privatista que nos maniata, y que sigue golpeando a la educación superior pública. Ante ello es imprescindible mantener la autonomía de la universidad, para seguir fieles al precepto constitucional de ser un ente al servicio del pueblo, dado que el pueblo mismo es quien la financia con sus impuestos.

Pero el gobierno central no parece pensar lo mismo. Seguramente escuchando las recomendaciones dadas al oído por la derecha («Les damos el 5% constitucional si limpian la U de zurdos», dicen que le dijeron al Rector en el Congreso), hoy día está en abierta confrontación con la Carolingia. La decisión del Consejo Superior Universitario de la San Carlos de haber decretado non grato al presidente Jimmy Morales y al vice Jafeth Cabrera por su poca transparencia en la lucha contra la corrupción, trajo como consecuencia esta «pasada de factura»: para el año 2019 los Padres de la Patria (¿?) recortan el presupuesto de la universidad, en beneficio del ejército. Así las cosas…. ¡ni a Wikipedia llegaremos!

Fuente del Artículo:

https://www.aporrea.org/internacionales/a271765.html

Fuente de la Imagen:

https://www.elnuevodiario.com.ni/internacionales/centroamerica/464734-universidad-guatemala-destitucion-ministro-ambient/

ove/mahv

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La educación pública universitaria en estado de coma

Colombia / 21 de octubre de 2018 / Autor: Miguel A. Herrera Zgaib / Fuente: Radio Macondo

En este último año, 2018, se incrementó la letanía de la Ley 30 de 1992, que estableció las bases para el estatuto que rige la educación superior en Colombia. Ley que volvió a la liza política, una vez que los estudiantes colombianos, organizados en la Mane impidieron la contra-reforma educativa, pero no tuvieron la fuerza y el consenso suficiente para darle curso, vía Congreso, a una reforma progresista a dicho estatuto.

Este estatuto ya había revelado un diseño financiero inapropiado, en materia de presupuesto para la educación superior, cuando estableció que el incremento de la financiación estatal quedaba atado al incremento anual del IPC, mientras que a partir de 1993, al mismo tiempo se producía un incremento exponencial en la demanda de estudiantes al Sistema Universitario Estatal, SUE, sin que los recursos tuvieran un aumento siquiera proporcional a la nueva población estudiantil in crescendo.

La ley 32 decía corresponder a los primeros años de la reforma del Estado autoritario y excluyente que fue creado en 1886, el que después de guerras intestinas, dirigidas por los señores de la tierra, se reproducía, con poquísimas reformas; ninguna apta para romperle el espinazo a los privilegios socio-económicos celosamente mantenidos desde la colonia por una intelectualidad en su gran mayoría obsecuente y sumisa.

Todo esto a pesar de lo sostenido por Darío Echandía, cancerbero de la reforma del 36, durante los años dorados de “la revolución en marcha” de Alfonso López Pumarejo, un avezado centenarista a quien la Nacional rinde homenaje en un espacio rebautizado con su nombre, que hace parte de las que fueran las residencias Uriel Gutiérrez, cuya parte posterior colapsó hace varios años, disimulada por un improvisado corral de latas de zinc.

Este grotesco cercamiento simboliza bien el abandono presupuestal de la principal universidad de la nación, que empezó llamándose Central, de acuerdo con la Ley de 18 de marzo de 1826, junto a su otras dos hermanas en el fugaz tiempo de la Gran Colombia, la de Quito y de Caracas, que aún conservan el nombre original que le dieron los próceres masones e ilustrados, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, removido de la plaza central de la Ciudad Blanca, para rebautizarla como Ché hasta nuestros días.

La joya de la corona de la educación pública, bajo el cobijo de la sentencia latina “omnium potentior est sapientia”, esto es, que “la sabiduría todo lo puede”, por el contrario, ha estado sometida por largos años a una sequía presupuestal regada por un rosario impenitente, despiadado de años de desidia y olvido gubernamental, que la tienen en literal estado de coma, jugándose sus restos.

Tal abandono y postración se encuentran probados de sobra, hasta el absurdo, para todo el que haga la experiencia de recorrer sus vías, principales y adyacentes, para descubrir con estupor, que la Nacho, como le decimos cariñosamente, es un “fractal negativo”, que copia la situación de la ciudad capital que la aloja.

Este recorrido digno de un camino de herradura, hasta la fecha no lo hizo, ni el atento presidente de Colombia, Iván Duque, formado en el exterior, bajo el generoso cobijo del BID, que paga en parte la riqueza social colombiana, y mucho menos la actual ministra de educación, María Victoria Angulo, salida de las canteras de la administración distrital.

Sin embargo, en el papel, y para la Ley que rige el gobierno antidemocrático de la Universidad Nacional, el presidente es quien encabeza el CSU, la instancia máxima del gobierno universitario, donde el (a) ministr@ del ramo, lo reemplaza casi de manera inveterada.

La saga incumplida de la igualdad social

La educación pública superior era, y pretende seguir siéndolo una de las ventanas para la promoción del principio liberal de la “igualdad de oportunidades”, tantas veces negado en la práctica, que primero exige para su materialización igualdad de condiciones básicas en términos de vida, condiciones que nunca ha ofrecido la maltrecha república nacida en 1819. Para el año 1993, los privilegiados, porque accedían a los pregrados, eran 159.218, que para el año 2016, ascendieron a 611.800.

Entonces, el presupuesto asignado a las universidades públicas era de 1,72 billones, mientras que para el 2016 se incrementó en 2,93 billones, cuando con una operación simple queda claro que la población estudiantil se triplico en 23 años, el presupuesto para la educación superior ni siquiera alcanzó a duplicarse. Un estudiante en 1992, recibía en promedio $10.825.890, mientras que uno que estudiaba en 2016, apenas le correspondía $ 4.785.338.

Tal y como lo recordó en una conversación histórica, Estanislao Zuleta hablándole a la guerrillerada de clase media y popular, al M-19 reunido en las montañas del Cauca, que preparaba con optimismo el frustrado diálogo nacional de aquel entonces, que la democracia requiere condiciones que la Colombia ni tiene ni obtiene.

Este aserto, la gran brecha de la desigualdad social, no sólo persiste, sino que se amplía. Lo recordó con cifras actualizadas el pasado martes, Alicia Puyana, economista formada en Praga, en interlocución directa con Ota Sick, y en Oxford, en las líneas principales, más sustanciosas, del discurso de aceptación de su ingreso como miembro de número de la Academia Colombiana de Economistas.

Esta realidad se reafirmó en la respuesta que le dio la otra académica, Consuelo Ahumada, para corroborar su decir, a la vez que resaltaba el tremendo drama de las minorías étnicas, que, en número superior a dos millones, prueban que la igualdad social es un “trágico sueño guajiro”.

Es lo que se establece 27 años después de que se inauguró el nuevo orden con optimismo circunspecto de los subalternos, de los trabajadores, de los pobres, de los excluidos, de la insurgencia subalterna. Era el promisorio debut de la nueva estructura constitucional sancionada en 1991, cuya arquitectura normativa definía al orden político de Colombia como un estado social de derecho, con una explícita participación ciudadana, y la protección efectiva de los derechos humanos fundamentales, que han hecho célebres millones de veces el socorrido derecho de amparo, la célebre tutela que por estos días quería suprimirse de un plumazo.

A la muerte de la Constitución de 1886, longeva hasta más no poder, en beneficio de los privilegios decimonónicos del bipartidismo forjado al calor de heroísmo y cálculo de los “patricios” que hicieron la guerra de independencia, al frente de sus peones, el ponente de la Ley 30 era el senador Ricardo Mosquera Mesa, probado antes como rector de la Nacional al final de la segunda mitad de la década del 80.

Ahora, en la crisis más severa en la existencia de la Universidad Nacional, de modo paradójico, le toca liderar su salvación en articulo mortis a una rectora, Dolly Montoya, esposa del rector citado, quien fuera activista estudiantil en el año 1971, como ella misma lo ha recordado, cuando enfrentaba la imposición del modelo Atcon, de reforma universitaria, y la financiación injerencista de los Estados Unidos.

Tal reforma, como la reforma agraria eran parte de la prueba dizque de la Alianza para el Progreso, apuntalada a comienzos de los años 60, por la visita de la pareja destruida por los tristes augurios del reino de Camelot. Aquella vez el anfitrión fue Alberto Lleras Camargo, primer secretario de la OEA, el denominado ministerio de colonias del hegemón estadounidense.

La reforma de la Nacho era prenda de garantía para espantar el fantasma del comunismo, cuya tormenta ya había barrido a la vecina Isla de Cuba, donde pronto se estableció la educación pública gratuita, y se alfabetizó a millones de analfabetos, a pocas millas, con brigadas de voluntarios movilizados de la ciudad al campo.

De la consulta anticorrupción a la defensa de la universidad pública

Cuando el nuevo orden de la participación, cuando la democracia, cuando la paz están detenidos, cuando no corrompido el orden constitucional de 1991, por el repetido incumplimiento de la promesa de promover de manera inmediata que la igualdad sea real y efectiva, y en cambio hacer la guerra de exterminio interno de insurgentes y disidentes, el conjunto de los colombianos, y de modo particular, las minorías, cada vez más excluidas, explotadas y oprimidas, se toman las calles a través del estudiantado universitario, y los demás grupos subalternos.

Unos y otros desfilaron, como multitud abigarrada, sin desmanes el pasado miércoles, en las grandes capitales, Bogotá y Medellín, y en las otras superando de acuerdo a cálculos conservadores el medio millón de personas. Todos reclaman el futuro en términos de presente a cumplirse, sin tretas ni engaños.

Así, los jóvenes de Colombia han tomado, cuando no arrebatado simbólicamente, cuando más lo necesita, la batuta de la mano de los mayores, expectantes ante el triunfo electoral de la reacción, la derecha y los tibios en sordina, pegados como lapa a las vetustas fórmulas bipartidistas ampliadas, que, en la sesión de la cámara, con los rectores a borde, apenas tuvo en el coro de representantes a 8 de ellos.

Estas minorías del país político siguen saboteando el tránsito de toda la nación envilecida y desplazada, por millones, de la guerra civil interna, regionalizada a la paz incluyente con las reformas exigidas. Prueba fehaciente de ello fue la actitud del presidente del senado, Macías, del CD, cabeza del bloque reaccionario, hoy dominante, quien descalificó la intervención de la estudiante Jennifer Pedraza, representante al CSU de la Universidad Nacional, para sabotear y cortar su intervención, durante el mismo día en que algo más de 50.000 personas llenaban las principales vías, y copaban la plaza de Bolívar.

El actual presidente y sus coequiperos, de manera descarada, vienen aplazando el avance real de los acuerdos propios de una paz incluyente, porque la paz de Santos, con todo, quedó encerrada en los postulados neoliberales, que le señalaron una suerte de muerte prematura a éstos, y a la educación pública superior, desangrando sus presupuestos; aplicándole el préstamo gota a gota.

En la comisión del presupuesto actual, la senadora Aída Abella se enteró que los anunciados $500.000 millones para la educación superior no serían ejecutados, entregados para la vigencia presente de 2018, donde las universidades públicas están estranguladas, empezando por la Universidad Nacional. El plan era que esto ocurriera para el año 2019, y con una orla de exigencias múltiples para su desembolso.

La denuncia pública de la senadora electa por la lista de la decencia, sobreviviente de la masacre de la UP, y sobre todo, la multitudinaria presencia estudiantil en las calles, hicieron que al día siguiente el gobierno de Duque/Uribe cambiara los planes y anunciara que dicha partida, sin afectar el presupuesto tendrá ejecución inmediata.

Hoy, más que nunca con el estudiantado movilizado quedó más que claro, que los acuerdos de paz de La Habana, en sus más de 400 páginas guardaron silencio sobre la suerte del SUE, y la educación pública estatal, porque en ellos no tuvo la comunidad universitaria una vocería real, una representación en las negociaciones.

Todo lo cual prueba que la disputa hegemónica de los subalternos, sociales e insurgentes, adolecía para entonces de una propuesta que encare el agujero negro de la reforma intelectual y moral, de la que es pieza maestra la reforma educativa integra, herencia abandonada, por una modernidad contrahecha como la de Colombia, “conducida” casi sin excepción por una intelectualidad cosmopolita, separada de los grupos y clases subalternas, con notables excepciones.

Saldando una deuda histórica

Tal divorcio histórico, entre intelectuales y pueblo que Jorge E. Gaitán, advirtió para los tiempos de la generación de los nuevos, se mantiene. A él han respondido los herederos del grito de Córdoba de 1918, cuando organizaron el paro nacional universitario del año 1971, que acordó un Plan Mínimo.

Era la respuesta a la reforma Patiño, que no pocos alaban, porque aclimató en últimas la universidad de entonces a los imperativos de la modernización capitalista, como antídoto al socialismo triunfante en la Cuba de entonces.

De nuevo, en 2011, el estudiantado en lucha recogió y amplió con lucidez las banderas de 1971, pero sucumbió ante un Congreso reaccionario, que impidió la prosperidad de una reforma progresiva de la Ley 30 de 1992, a la cual respondieron en el clímax del movimiento con un proyecto que quedó sepultado en los cajones del Congreso entonces controlado por el bloque en el poder del reformista neoliberal, Juan Manuel Santos.

Esta contra-reforma siguió, sin embargo, avanzando, a través de la asfixia al presupuesto de las universidades públicas, drenándolas con el “invento” del programa “ser pilo paga”, que utilizó a los pobres inteligentes y aprovechados, en número superior a 40.000, para subsidiar groseramente a la universidad privada de elite.

Ahora, siete años después, con renovadas banderas, y dos organizaciones estudiantiles nacionales, animadas por dos proyectos políticos de signo diverso, la responsabilidad con la reforma y la salvación de la universidad colombiana, experimentan su prueba de fuego en público y en privado.

En la plaza pública, ante una imponente movilización, se dieron dos indicios contraproducentes, el intento de impedir la intervención de Jennifer Pedraza, militante del proyecto organizativo de la OCE, del que es animador político el PDA/MOIR. Ella hablaba en nombre del estudiantado como representante electa ante el CSU, de la U. Nacional.

El segundo fue la censura, a posteriori, de la participación de Gustavo Petro, el candidato presidencial de la oposición, senador comprometido con la causa de la educación pública; a la que se sumó la imposibilidad que interviniera la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde, que apenas le fue permitido subir a la tarima.

Después de la movilización del 10 de octubre, las 32 universidades están deliberando, y más de 10 han decretado como resultado, un paro hasta el 21 de octubre, al ser notificados de los $500.000 millones que entregará el gobierno nacional para paliar la crisis, cuando el funcionamiento de las universidades públicas requiere $ 4,5 billones para el año 2019.

Todas las universidades en paro, o en asamblea permanente han convocado a una mega manifestación nacional para el 17 de octubre. Las direcciones del movimiento estudiantil, y en particular, dos, la UNES, y la ACRES, tienen que rescatar la pluralidad, y corregir los errores del inmediato pasado, ahora cuando han vuelto a la calle con cientos de miles de estudiantes, profesores y padres de familia. Ellos que encarnan, la parte de los sin parte, tienen que convocar con el ejemplo, sin exclusiones.

Para mostrar la madurez del conjunto del movimiento estudiantil, y el empuje de la democracia subalterna. Y convencer a la gran mayoría de la nación que los respalda como respuesta a su efectiva pedagogía ciudadana, azotada como está, por demás, por las afujías producto la crisis del modelo minero energético y agro-exportador impuesto por la vulgata neoliberal.

El curso de este y los siguientes días nos probarán a todos si la intelectualidad joven corrige con audacia e ingenio propositivo el mundo de los mayores, y que está preparada para hacer las reformas urgentes, así como para convocar, si la negativa gubernamental se empecina en quemarle billones a la guerra, en vez de invertirlos en desmontar la desigualdad social, a una Constituyente Educativa.

Ella será el portal de entrada a la Constituyente Social que le de concreción a los acuerdos de paz, que la reacción y la derecha quieren “festinarse” impunemente, como si la nación colombiana aguantara otra guerra. Mientras hacen sonar en contravía de la paz los tambores a somatén.

Fuente del Artículo:

https://www.radiomacondo.fm/columna/la-educacion-publica-universitaria-en-estado-de-coma/

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Venezuela: Maduro inauguró la universidad número 45 creada en Revolución

Venezuela / 14 de octubre de 2018 / Autor: Luis Ángel Yáñez / Fuente: El Ciudadano

CREÓ LA UNIVERSIDAD DE LAS TELECOMUNICACIONES

En Venezuela hay 69 universidades públicas, de las cuales el 64% han sido fundadas en tiempos de revolución

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saludó el inicio del período académico universitario 2018-2019, encabezando la inauguración de la Universidad Experimental de las Telecomunicaciones y la Informática.

El mandatario destacó que esta universidad es la número 45 creada en Revolución. “Hoy será un día fundacional. Se trata de la Universidad Experimental de las Telecomunicaciones y la Informática para 1.200 estudiantes presenciales y 20 mil estudiantes en línea, en cuatro especialidades de pregrado y postgrado”, adelant+ó.

Recordó que en Venezuela hay 69 universidades públicas de las cuales el 64% han sido fundadas en tiempos de revolución.

Asimismo, recomendó reformular las carreras que se imparten en las casas de estudios públicas y hacer énfasis en carreras como agronomía, educación, medicina, enfermería y otras que apuntalen el desarrollo nacional.

“Es necesario una reformulación estratégica para poner las universidades al frente del desarrollo económico del país, a propósito del comienzo, a partir del 10 de enero, del nuevo período presidencial. Las carreras universitarias deben adecuar el contenido para estar totalmente alineadas con las necesidades de desarrollo económico, cultural, social y espiritual de la nación“, comentó.

El Presidente añadió que “no podemos seguir formando profesionales en carreras que no se traducen en la necesidad de bienes y servicios para el pueblo, debemos garantizar que la educación marche al ritmo del desarrollo de las fuerzas productivas”, acotó.

Maduro designó a Carlos Ramón Berbesí Lucena como rector de esta nueva universidad, que funcionará en el estado Miranda. “Esta casa de estudios se integra al desarrollo nacional y crecimiento productivo para aportar conocimiento científico, nanotecnológico y en materia de telecomunicaciones al servicio de las fuerzas productivas”, aseveró.

El presidente hizo un llamado a las universidades a asumir el inicio del período académico actual con compromiso y con mucho amor, apegadas a los valores de una Venezuela que lo tiene todo para ser grande, de manera que toda su capacidad esté al servicio del bienestar de la nación.

Universidad en Revolución

Destacó que en el mapa de América Latina, la inversión en educación pública se ha ido reduciendo, mientras en Venezuela el 78% del sistema universitario es público, gratuito y de calidad. Es parte del sistema de garantía de los derechos humanos, referidos al derecho a la educación en todas sus instancias.

“La inversión en educación en los períodos de gobiernos burgueses apenas llegaba a 3%, lo que generó los bachilleres sin cupo, mediante la elitización de la educación y la privatización. Mientras que con la llegada de la Revolución este porcentaje de inversión social en educación se elevó sobre el 7,5% y en 2018 alcanzó 10% del Producto Interno Bruto”, señaló.

Fuente de la Noticia:

https://www.elciudadano.cl/educacion/maduro-inauguro-la-universidad-numero-45-creada-en-revolucion/10/09/

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México: Detecta ASF anomalías por $14.6 mil millones en universidades públicas

México / 14 de octubre de 2018 / Autor: Fernando Camacho Servín / Fuente: La Jornada

De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), las universidades que reciben fondos públicos tienen observaciones por más de 14.6 mil millones de pesos en total, la mayoría generadas por anomalías como manejo inadecuado de fondos de jubilación, compra irregular de materiales, fallas en comprobación de gastos o falta de entrega de los trabajos por los cuales firmaron contratos con entidades de gobierno.

En un análisis de cada una de las 55 casas de estudio auditadas por el ente revisor, se pudo verificar que el total de recursos por recuperar o aclarar por todas ellas –en las cuentas públicas de diversos años– es de 14 mil 624.3 millones de pesos.

A inicios de este mes el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su administración está dispuesta a rescatar financieramente a varias universidades públicas estatales donde la falta de recursos ha generado huelgas y falta de condiciones básicas para el estudio, pero demandó que haya rendición de cuentas sobre los motivos que condujeron a esa crisis.

Muchas de las irregularidades detectadas se relacionan con contratos firmados entre las universidades públicas y organismos gubernamentales –como las secretarías de Agricultura (Sagarpa), Desarrollo Social (Sedesol) y Desarrollo Agrario (Sedatu)– para hacer trabajos que los centros educativos subcontrataron con empresas privadas y no se concretaron.

Sin embargo, hay otras observaciones que se refieren a la operación cotidiana de las casas de estudio, en las cuales no hubo un manejo adecuado de los recursos públicos que reciben de la Federación.

Entre las universidades señaladas por haber hecho mal uso de contratos con entidades gubernamentales se encuentra la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, donde se encontraron irregularidades por mil 632.3 millones de pesos, producto de fallas en las cuentas públicas de cuatro años diferentes.

Ejemplo de los malos manejos en que incurrió ese centro educativo es el de los contratos que firmó con la Sedesol por 324 millones 632 mil pesos, para fortalecer la operación del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social, los cuales a su vez subcontrató por completo con dos proveedores que no tenían capacidad para ese trabajo y no dieron pruebas de haberlo realizado.

Otro caso es el de la Universidad Autónoma de Zacatecas, que no ha comprobado el uso de 616.3 millones de pesos, entre otras irregularidades, por un convenio de colaboración con la Sagarpa por 219 mil pesos, que comprometía a la casa de estudios a prestar servicios para operar el Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria, lo cual nunca se efectuó.

No obstante, hay casos de irregularidades en universidades públicas que no tuvieron que ver con contratos firmados con entidades de gobierno. Uno es el de la Autónoma de Nuevo León, que tiene observaciones por 3 mil 819.4 millones de pesos aún sin aclarar, en las cuentas públicas de cuatro años diferentes.

Otras casas de estudio que acumularon señalamientos significativos de la ASF son las universidades autónomas del Carmen (mil 157.7 millones), del Estado de México (795.1 millones), de Chiapas (359.1 millones) y la Autónoma Metropolitana (625.9 millones), además de la Politécnica de Francisco I. Madero (185.8 millones), la Politécnica de Chiapas (249.6 millones) y la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (mil 95 millones).

Fuente de la Noticia:

http://www.jornada.com.mx/2018/10/10/sociedad/039n1soc

Fuente de la Imagen:

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La educación pública en Argentina en lucha, los docentes en huelga

América del sur/Argentina/13 Septiembre 2018/Fuente: Prensa Latina

Con el eco de lo sucedido la víspera con una docente secuestrada, torturada y amenazada, cientos de maestros argentinos de todo el país encabezarán hoy un gran paro en defensa de mejores condiciones para las escuelas públicas.
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Se espera que la protesta sea contundente en medio del estupor que causaron los hechos registrados en la localidad de Moreno contra una maestra que se sumó al paro de los docentes de la provincia de Buenos Aires por la situación de las escuelas en la zona, y fue agredida por dos hombres que incluso la amenazaron de muerte.

Varios docentes se plegaron al paro, que incluirá una gran movilización hasta el ministerio de Educación, para reclamar condiciones dignas para enseñar y aprender, una paritaria nacional (negociaciones salariales) y pedir la urgente ley de Financiamiento Educativo.

Mientras el Ejecutivo de Mauricio Macri trabaja con los gobernadores provinciales para aprobar el presupuesto de 2019, que tendrá más recortes por la emergencia económica que vive el país, los educadores saldrán a pelear para que este sector no sufra más ajuste.

Hoy muchos alumnos estarán sin clases, mientras se espera un ejército de batas blancas (el uniforme que identifica a los profesores argentinos), colmando las principales avenidas de esta capital, que desde hace varios meses vive de protesta en protesta, la más reciente ayer, del sector estatal, con alta convocatoria.

En declaraciones recientes a la prensa, la secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso, apuntó que ‘nos quitaron la paritaria nacional (convenios salariales), desinvierten en infraestructura escolar, afectan a la universidad pública, así que marcharemos todos los sectores’.

Bajo el lema La educación pública está en peligro, los docentes volverán a las calles en defensa del salario, pero esta vez con el dolor y la bronca por lo sucedido con la maestra Corina de Bonis, a quien le pusieron una bolsa en la cabeza, la torturaron y la amenazaron.

La situación en la educación pública se ha agudizado y en el caso de la provincia de Buenos Aires, hay varias escuelas cerradas por las malas condiciones. En Moreno, el mismo lugar donde fue amenazada Bonis, hace pocos meses se registró un accidente por una explosión en un centro primario en el que fallecieron la directora y un auxiliar.

A eso se añade la compleja pelea que dan los docentes universitarios por mejores salarios, quienes cumplieron un mes de paro, que se siente en casi 60 centros de todo el país.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=209869&SEO=la-educacion-publica-en-argentina-en-lucha-los-docentes-en-huelga
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Concepción del Uruguay se sumó al reclamo de la educación pública

Uruguay / 26 de agosto de 2018 / Autor: La Calle / Fuente: Entre Ríos Ya

Frente al lateral del edificio de la Facultad de Ciencias de la Salud, que da sobre el bulevar Roberto Uncal, se congregaron ayer por la mañana los alumnos de ésa y otras unidades académicas, con sede en Concepción del Uruguay, para protestar por el recorte presupuestario que sufren las casas de altos estudios dependientes de la Nación, defender la universidad pública y respaldar la lucha de los docentes de educación superior.

Con pancartas alusivas y batucadas, los manifestantes reflejaron, en forma pacífica, su reclamo en función de que se ponen en riesgo las becas que reciben los jóvenes que viajan desde otras localidades, los proyectos de extensión e investigación, además de los sueldos a los profesores, la continuidad de las clases y la compra de insumos.

“Hacemos esta protesta para que la comunidad pueda ver qué es lo que pasa con las universidades públicas. Y es nuestro deber defenderlas”, declaró Laura Moser. La estudiante expresó que “estamos en contra el recorte presupuestario impulsado por el Gobierno nacional y nos unimos los alumnos de la carrera de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud, que somos los más damnificados, y contamos con el apoyo de los de Medicina, Salud Ambiental y Obstetricia como de los que cursan en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), que vinieron a solidarizarse”.

Al abrazo simbólico al campus de Ciencias de la Salud se sumará hoy, desde las 10:00, la marcha hacia el Rectorado de la UNER, sito en Eva Perón 24, para la que se invitó, también, a los estudiantes de la Facultad Regional Concepción del Uruguay (FRCU) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

“La idea es que podamos unirnos los alumnos universitarios, pues la educación pública atraviesa por una crisis muy importante. Ése es nuestro futuro, que se pone en riesgo, y no lo podemos permitir”, aseveró.
“Éstos son los primeros pasos para comenzar una privatización masiva de las cosas que nos pertenecen”, indicó la joven. “Ése es nuestro derecho, el de poder estudiar. Si nos lo sacan, ¿qué hacemos?”, se preguntó para acotar que “Concepción del Uruguay es una ciudad universitaria y los de las casas de estudios privadas también nos brindan su apoyo”.
Los alumnos respaldaron además a sus docentes y se solidarizaron con su lucha.

Apoyo del movimiento obrero
Desde el Movimiento Obrero y Social Uruguayense (MOSU) se “repudiaron los recortes presupuestarios a la universidad pública que dificultan seriamente su funcionamiento. A su vez adherimos a todas las movilizaciones y actos que desarrollan los claustros contra esta situación y a favor del fortalecimiento de la educación pública y gratuita”.

Fuente de la Noticia:

http://www.entreriosya.com.ar/concepcion-del-uruguay-se-sumo-al-reclamo-de-la-educacion-pubica.html

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Ecuador: El desmontaje del sistema educativo

Ecuador / 22 de julio de 2018 / Autor: Rhonny Rodríguez / Fuente: Expreso

Las autoridades trabajan desde varios ámbitos por darle a la educación un giro a lo que estuvo establecido durante los diez años del correísmo.

El cambio del modelo educativo que rigió al país durante la última década va cambiando de a poco. La decisión la han llevado adelante desde varios flancos las autoridades de Gobierno, esto es, desde la educación general básica hasta la superior. Como resultado de ello se evidencia un desmontaje del modelo correísta.

Varios son los ejemplos. El Ministerio de Educación lleva adelante las evaluaciones a docentes y estudiantes con visiones diferentes a las que estuvieron establecidas. Ahora los docentes deben ser evaluados hasta psicológicamente para ser contratados, esto debido, a los más de 700 casos de abuso sexual en el sistema educativo que han sido denunciados en la Fiscalía.

Además, ha llevado adelante un trabajo con los Departamento de Consejería Estudiantil (DECE), que es la instancia responsable de la atención integral de los estudiantes. Su propósito es brindar apoyo y acompañamiento psicológico, psicoeducativo, emocional y social, en concordancia con el marco legal vigente.

Sin embargo, uno de los temas en el que más se ha trabajado es en encontrar un mejor sistema de ingreso a las universidades públicas. Las nuevas autoridades del sector plantearon varios cambios a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), que entrará en vigencia en los próximos días una vez que la Asamblea tramitó el veto parcial del Ejecutivo. La normativa fue enviada al Registro Oficial para su publicación.

Los cambios inician por la Prueba Ser Bachiller, que cumplen los estudiantes del tercer año de bachillerato para el ingreso a la educación superior. Con las reformas se tomarán en cuenta otros criterios para acceder a la universidad. Se sumará el récord académico del bachiller y su situación social, económica y de territorio. Aspectos que se considerarán en en el examen a cumplirse en el régimen Costa al término del actual año lectivo.

Así también se ha dado impulso a la educación intercultural bilingüe. Para el representante del Contrato Social para la EducaciónMilton Luna, este tema es uno de los aspectos que marca la diferencia con el anterior modelo, porque es el reconocimiento de la diversidad, que antes fue inobservado.

Los cambios no quedan ahí. Estos también pasan por la infraestructura educativa. Ya no será un modelo único de estructuras físicas para las unidades educativas. En esto se trabaja desde el Ministerio de Educación que espera tener listo para agosto.

La viceministra de Gestión Educativa, Mónica Reinoso, dijo a EXPRESO, que ahora se trabaja en el tema de “La Nueva Escuela”, propuesta que pasa por eliminar el modelo único de infraestructura que estableció el Gobierno anterior.

“Nosotros como Ministerio estamos trabajando en un nuevo prototipo de escuela. Este nuevo prototipo lo que marca es: primero que se va a trabajar con materiales propios de la zona, en la costa seria con bambú, caña guadua, madera, es decir, materiales que son mucho más amigables con el medio ambiente; segundo que van a ser estructuras que no van a romper con el entorno inmediato, es decir, serán unidades educativas que estén acordes a la zona donde se construye; en tercer lugar está el de las buenas prácticas ambientales; y, lo más importante serán los procesos de participación, que es lo que está marcando lo que lo hemos denominado “La Nueva Escuela”, dijo.

Este trabajo lo cumplen también quienes son parte del Contrato Social para la Educación, quienes están poniendo sus propuestas sobre lo que debe ser la nueva educación en el país, contó Miltón Luna.

Fuente de la Noticia:

http://www.expreso.ec/actualidad/eduacion-sistema-gobiernoecuador-evaluaciones-YL2278607

ove/mahv

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