El SNTE y los espejismos de una democracia sindical

Por: Abelardo Carro Nava

«El SNTE ha querido vender procesos democráticos al interior de su gremio como si fueran oro, pero, lamentablemente, solo han sido espejismos pintados de una falsa democracia.»

Han transcurrido dos años desde que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) dio a conocer el Reglamento para la Elección de Directivas Seccionales; según se dijo, éste sería un documento en el que se estipulaban una serie de procesos a seguir para garantizar una total transparencia en la elección de los dirigentes seccionales y la democracia al interior de ese Sindicato (SNTE, 2020), sin embargo, en los hechos, ni ha existido una total transparencia en los procesos de renovación de las secciones sindicales y, mucho menos, se ha dado paso a una democracia efectiva al interior de lo que en su momento fue conocido como el Sindicato más grande de América que, dicho sea de paso, hoy, ni sus luces quedan.

Y del proceso de renovación de la dirigencia nacional mejor ni hablamos, es bien sabido que sometido, como lo está, al poder en turno, el SNTE ha mantenido ese privilegio, el de no renovar su máxima representación a través de los pactos que ha establecido con el lopezobradorismo.

De esta forma, quienes son parte del gremio han visto cómo en estos meses y/o semanas se han desarrollados estos “procesos democráticos” en diferentes secciones sindicales del país; con una serie de candados que favorecen a ciertas camarillas que difícilmente quieren soltar el poder porque, de este poder, se han servido con la cuchara grande sin la menor preocupación de acudir a aquel principio que fundamenta su razón de ser: la defensa de los derechos laborales y profesionales de sus agremiados. Han sido, por así decirlo, elecciones a modo bajo una falsa y absurda idea que nada más no acaba de tener forma: democracia. Sí, una democracia que le da “legitimidad” a un hecho ilegítimo e ilegal como lo es una “contienda” electoral como la que hasta el momento hemos observado. ¡Vaya democracia!

¿Qué transparencia se puede tener en una contienda electoral cuando la misma estructura es juez y parte en el proceso? Ninguna. ¿Qué transparencia se puede tener en el proceso cuando no se sabe o conoce el número de integrantes y dónde se encuentran inscritos? Ninguna. Basta con voltear a ver lo que ocurre en la Directiva Seccional 31, de Tlaxcala, donde, después de unos meses en que se renovó dicha directiva seccional, su actual dirigente, ha emprendido una campaña para levantar un censo magisterial con la finalidad de conocer dónde se encuentran los docentes (Milenio, 2022). ¿Irrisorio por donde se mire no es cierto?

Curiosamente la base trabajadora se ha mantenido en calma, tal vez por una indiferencia acumulada en razón de un claro y llano gatopardismo al más puro estilo priísta, tal vez por una conformidad mal entendida y asimilada, tal vez por incomprensible aceptación de los hechos, tal vez por una incipiente rebeldía, tal vez por el sometimiento y la presión existente por las estructuras sindicales que agobian, condicionan o coaccionan la participación de sus integrantes, tal vez por todo lo anterior.

Al tiempo.

Referencias:

Fuente: https://profelandia.com/el-snte-y-los-espejismos-de-una-democracia-sindical/

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