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Libro (PDF): Mujeres indígenas y afrodescendientes ante el discurso del derecho moderno

Reseña: CLACSO

¿Es realmente el feminismo el movimiento social más exitoso del siglo XX? Para pensar esta pregunta, las mujeres indígenas y afrodescendientes de la región han puesto puntos sobre las íes de la cuestión, empezando por dejar claro que no existe un feminismo, porque no existe un solo mundo. De la mano de ellas, en las últimas décadas el discurso feminista ha introducido riquísimos debates acerca de la urgencia de pensar nuestra emancipación como mujeres, pero en clave decolonial, abrazando un esencialismo estratégico. Este libro está dedicado al análisis de los sentidos de los derechos de las mujeres indígenas y afrodescendientes en el debate contemporáneo. El volumen aborda las distintas miradas con las que ellas interpelan el discurso del derecho moderno y la manera en la que éste interpreta y reformula sus reivindicaciones. Las luchas de resistencia de las mujeres indígenas y afrodescendientes tienen una fuerza fundamental, porque interrogan desde otra mirada el discurso colonial depredatorio. Sus aportes al entendimiento de nuestro presente nos invitan a construir un mundo que ponga en el centro de la reproducción social, no la dictadura del valor, sino la reproducción de la vida.

Autoría: Alma Guadalupe Melgarito Rocha. [Coordinadora]
Ingrid Adriana Álvarez Osses. María José Balderrama Trenti. Diana Patricia Bonilla Rey. Solange Bonilla Valencia. Luísa Brandão Bárrios. Mirna Alejandra Bustamante Corona. Rafaella Sandoval Coxini Karajá. Magali V. Copa Pabón. Marina Correa de Almeida. Gloria Isabel Figueroa Gómez. Alejandra Marlene Gómez Barrera. Luisa Fernanda García Lozano. Alma Guadalupe Melgarito Rocha. Silvia Mendoza Mendoza. Luz Elena Mejía Romero. Karen Jeanette Reyes Badillo. Paulina Rodríguez Iglesias. Martha Isabel Rosas Guevara. Christianne Silva Vasconcellos. Adriana Antonio Segundo. Elsa del Valle Núñez. Rosa María Valles Ruiz. Maria Cristina Vidotte Blanco Tarrega. Laura Guadalupe Zaragoza Contreras. [Autoras de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Siglo XXI.

Año de publicación: 2024

País (es): Buenos Aires. México.

ISBN: 978-987-813-862-6

Idioma: Español

Descarga: Mujeres indígenas y afrodescendientes ante el discurso del derecho moderno

Fuente e Imagen: https://libreria.clacso.org/publicacion.php?p=3833&c=52

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Paraguay: Encarnación cuenta con nuevo plan de prevención de la violencia contra las mujeres

Encarnación cuenta con nuevo plan de prevención de la violencia contra las mujeres

La ciudad de Encarnación aprobó el segundo Plan Municipal de Prevención de la Violencia contra las Mujeres. El importante proyecto fue elaborado por la Mesa Interinstitucional de Prevención de la Violencia contra la Mujer (Previm) de la capital de Itapúa, organismo encargado de definir las acciones a ser implementadas por la Municipalidad de la ciudad.

Por Antonio Rolín

La ciudad de Encarnación logró la aprobación del segundo Plan Municipal de Prevención de la Violencia contra las Mujeres.

Foto: Gentileza.

En este mes de noviembre, se conmemora la protección de los derechos de las mujeres, donde se busca sensibilizar sobre la prevención de todo tipo de violencia hacia ellas.

Por tal motivo, este año, dicha conmemoración se torna muy especial, atendiendo a la aprobación por Resolución N° 487/2023 del Plan Municipal de Prevención de la Violencia contra las Mujeres, en cumplimiento de la Ley N° 5777/2016 “De protección integral a las mujeres contra toda forma de violencia en Encarnación”.

El logro fue muy celebrado en la comunidad y destacaron el decidido apoyo del Gobierno Municipal a las acciones en favor de las mujeres.

La aplicación de este segundo plan busca mejorar las estrategias de trabajo conjunto y coordinación interinstitucional, que siempre se precisa o requiere ser mejoradas dentro de la ruta crítica de la violencia contra las mujeres.

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Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres

Desde la Municipalidad de Encarnación, en el Departamento de Alto Paraná, desarrollaron una agenda de actividades en el marco de la conmemoración del mes de concienciación sobre la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres.

La agenda comprendió una serie de actividades y eventos articulados de manera interinstitucional, con el firme objetivo de unirse y alzar la voz contra la violencia de género, diseñados para fomentar la conciencia, la solidaridad y la acción.

Asimismo, en dichos eventos se generaron importantes debates acerca de la importancia de la construcción de una sociedad donde cada mujer viva libre de violencia. La participación en todas estas actividades fue masiva y fundamental.

Se llevaron a cabo varias actividades de concienciación y sensibilización con funcionarias municipales, y con estudiantes de la escuela taller en los barrios, así también se llevaron a cabo charlas en los barrios, áreas comerciales y zonas fronterizas con el objetivo de concientizar y prevenir la violencia hacia las mujeres.

También se desarrollaron reuniones con actores del Poder Judicial, conversatorios con funcionarios públicos encargados de brindar atención en casos de violencia, y la planificación de un protocolo de acciones conjuntas para una efectiva atención y protección a víctimas de violencia intrafamiliar.

Por otro lado, la Comuna encarnacena viene trabajando a través de la Dirección de la Mujer en la protección de la mujer durante el proceso judicial, a través del acompañamiento en las instancias correspondientes.

Con la implementación de este segundo plan, se espera que las mujeres accedan a información clave para su empoderamiento, pero también que la sociedad se involucre para tomar conciencia entre todos, que la vulneración de derechos de las mujeres en todas las edades y facetas, retrasa el desarrollo de una comunidad más equitativa e igualitaria para todos.

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Las estadísticas

De acuerdo con los datos brindados por las autoridades de Encarnación, las estadísticas son preocupantes y alarmantes.

En el año 2021, se registraron 36 muertes de mujeres; durante el año 2022, cerca de 30 mujeres fueron víctimas de feminicidio, y en lo que va del 2023 hubo 38 casos, lo que refleja que la violencia no se refiere solo a la violación de la ley penal, sino un problema social de múltiples aristas que requieren un abordaje integral e interinstitucional.

En Encarnación, en el último año, se recibieron 43 denuncias en el área metropolitana de la ciudad, de las cuales 12 mujeres fueron acogidas en el albergue municipal y 10 de ellas decidieron llevar el caso a los estrados judiciales.

Estos números reflejan la magnitud y gravedad del problema, como también demuestra la urgencia de continuar con las acciones de manera activa y colaborativa a fin de erradicar la violencia de género en la sociedad.

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Conversatorio fronterizo contra la violencia hacia las mujeres

Como parte de estas acciones para abordar y combatir la violencia de género, se realizó un conversatorio sobre mecanismos de acción en la frontera en casos de violencia hacia las mujeres.

La iniciativa impulsada fue definida como un paso fundamental para contrarrestar esta verdadera epidemia que no solo afecta a nuestra sociedad, sino a todas las sociedades del Cono Sur.

Durante el conversatorio, destacaron la importancia de unir fuerzas con la República de Argentina y abordar de manera integral esta problemática que aqueja nuestra sociedad.

La cooperación regional es una herramienta esencial y relevante en la lucha contra la violencia de género.

Fuente de la Información: https://www.ultimahora.com/encarnacion-cuenta-con-nuevo-plan-de-prevencion-de-la-violencia-contra-las-mujeres

 

 

 

 

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Marcela Huaita: La IA también puede reproducir violencia contra las mujeres

Por: Cristina Bazán

El surgimiento de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial (IA), también ha cambiado y exacerbado la forma en la que se ejerce violencia contra las mujeres en América Latina y esto se ha convertido en una de las principales preocupaciones del Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, más conocida como Belém do Pará.

“Tenemos que alertar a los Estados de que estamos a puertas de una nueva situación, que es la inteligencia artificial. Y la inteligencia artificial, como cualquier otra plataforma, también puede reproducir violencia, desde la identificación de algoritmos que pueden discriminar o situaciones de control hacia las mujeres”, afirma en una entrevista con Efeminista la presidenta del Comité, Marcela Huaita.

Aunque los datos sobre la violencia en línea hacia las mujeres son escasos en la región, algunos estudios locales y mundiales ya evidencian la magnitud de esta nueva forma de violencia: solo en México, 95 de cada 100 víctimas de violencia digital son mujeres y que 8 de cada 10 personas agresoras (identificadas) son hombres. Mientras que la relatora especial sobre la violencia contra la mujer de Naciones Unidas dijo en un informe en 2018 que el 23% de las mujeres y las niñas ha sufrido abuso o acoso en línea al menos una vez en su vida, y que por lo menos 1 de cada 10 ha sufrido alguna forma de ciberviolencia desde los 15 años.

Sin embargo, la también exministra de la Mujer de Perú, dice que la protección que otorga esta pionera Convención, que este 9 de junio cumple 29 años, está más vigente que nunca, a pesar del auge de nuevas formas de violencia, y que son los países los que deben empezar a cumplir con las obligaciones que tienen y trabajar para prevenir y erradicar la violencia, especialmente desde la educación.

29 años de la convención Belém do Pará
Pregunta: La Convención cumple 29 años, ¿qué importancia ha tenido este instrumento en la prevención de la violencia contra las mujeres en la región?

Respuesta: La importancia de la Convención es muy grande no solamente porque ha tenido repercusión a nivel de América Latina sino porque es la primera convención que aborda esta problemática en el mundo y que marca un parámetro que luego lo siguen otras regiones como Europa, que después de algunos años logra tener una convención similar.

Esta Convención surge del convencimiento de los Estados en la región de que deben intervenir para prevenir la violencia contra las mujeres y del esfuerzo en todos nuestros países de organizaciones de mujeres, porque nace de las organizaciones de la sociedad civil.

En segundo lugar, yo diría que para efectos de la prevención es clave generar diagnósticos y conocer y profundizar la problemática. La Convención habla de la violencia que se puede dar en el marco de la familia, en el marco de la comunidad y también la violencia que puede ser consentida o perpetrada por el Estado, en estas dimensiones podemos identificar diferentes situaciones en que los Estados tienen que abordar esta violencia haciendo no solo un trabajo de atención de las víctimas sino especialmente de prevención para hacer que la comunidad reconozca las diferentes formas en que esa violencia se produce.

La inteligencia artificial y la violencia contra las mujeres
P: ¿Qué temas o tipos de violencia son los que más le preocupan al Comité de Expertas?

R: La violencia, lamentablemente, reviste de diferentes formas y a raíz de la pandemia surge con mayor nitidez cómo la violencia, que es una práctica social, va a utilizar las herramientas que la sociedad tiene. Entonces pasamos de una interacción cara a cara a una interacción virtual, pero la violencia va a estar presente y se transforma ¿por qué? Porque lo que no se está transformando son estas visiones, esta cosmovisión, en donde todavía las mujeres tenemos un rol subordinado en la mirada de la sociedad.

Entonces una de las cosas en las que nos hemos venido pronunciando y haciendo algunas investigaciones y guías es justamente la violencia en el espacio virtual, que se ha colocado como un tema muy fuerte en el contexto de la pandemia y que nos preocupa porque se ha acelerado la exposición de niñas y adolescentes a estas plataformas virtuales, que por un lado pueden dar muchas oportunidades, pero por otro lado ya hay investigaciones que nos dicen que son estas plataformas virtuales las que pueden generar el contacto con redes de trata, a través de las redes sociales puede haber una serie de situaciones de violencia a mujeres que se expresan, por ejemplo, en Twitter o también el tema de las imágenes, que ahora es tan fácil compartir imágenes que pueden ser degradantes para las mujeres y que circulan sin autorización. Esto nos preocupa.

También tenemos que alertar a los Estados de que estamos a puertas de una nueva situación, que es la inteligencia artificial. Y la inteligencia artificial, como cualquier otra plataforma, también puede reproducir violencia, desde la identificación de algoritmos que pueden discriminar o situaciones de control hacia las mujeres, porque finalmente esto lo manejan personas que pueden trasladar el mismo sexismo o pueden desarrollar programas de ciberacoso o incluso situaciones como manipulación de imágenes o crear imágenes pornográficas a partir de datos.

Lo que no hemos cambiado todavía y que necesitamos seguir profundizando es este trabajo del cambio de la mentalidad. Aquí hay una responsabilidad del Estado, pero también hay una responsabilidad en todas las organizaciones de la sociedad.
P: ¿Y cómo esta convención, creada hace casi 30 años, puede seguir protegiendo a las mujeres y estar vigente ante estas nuevas formas de violencia?

R: La Convención y en general los tratados son documentos vivos, que si bien son suscritos por los Estados en un momento dado su contenido se va actualizando a través de la interpretación que dan los comités monitores de estos tratados. En nuestro caso, nosotras como Comité que hace el seguimiento de los Estados en relación con la Convención tenemos varios informes temáticos y especialmente cuatro recomendaciones generales sobre el tema de legítima defensa, sobre mujeres y discapacidad, sobre mujeres desaparecidas y otra sobre la violencia en adolescentes, relacionada con el embarazo temprano.

Todos estos problemas se dan en la región y nosotras a partir de la revisión de muchos informes de los Estados, pero también de otras investigaciones que hay en nuestra región, lo que hacemos son recomendaciones para que cuando se implemente esta Convención pueda leerse de una manera más actual. La Corte Interamericana de Derechos Humanos también aplica la convención y esto permite su actualización.

Además, podemos reconocer buenas prácticas y también vulneraciones para llamar la atención de los Estados para que cumplan con los estándares a los que se han comprometido.

“Nos preocupa la falta de educación en igualdad”
P: ¿Y qué deudas tienen los Estados de la región con relación a la prevención de la violencia?

R: Una de las cosas que nos preocupa más es la falta de profundidad en la línea de educación para prevenir la violencia contra las mujeres, la educación en igualdad. Porque la prevención de la violencia debe comenzar desde muy temprano en los colegios. Los Estados pueden integrar toda esta problemática de la prevención de la violencia en la propia formación del estudiantado y eso no es suficiente con colocar un buzón de quejas o un sistema de denuncias, porque lo que necesitamos es antes que eso, verificar cuáles son estos comportamientos discriminatorios que se pueden dar en el aula y cambiar para evitar las consecuencias de la violencia. Eso es un tema que nos preocupa mucho.

P: ¿Cree que los Estados le toman real importancia a esta convención como a otros tratados internacionales que no están relacionados a las violencias contra las mujeres?

R: En todos los Estados nosotras tenemos una interlocución muy importante especialmente con los mecanismos de la mujer que puede ser institutos o ministerios en donde hay un compromiso real de trabajo por estas temáticas, algunos con mayor fuerza otros realmente con una mayor debilidad.

En América Latina normalmente hay mecanismos de la mujer que también tienen sus propios debates a la interna porque son mecanismos que algunas veces no tienen el suficiente presupuesto, que dependen de otros sectores más fuertes, pero lo que yo sí podría decir es que todos los países se sienten comprometidos en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, que hay esfuerzos, aunque no suficientes.

Los hombres y la masculinidad
P: ¿Cuáles son los retos de la región con relación a la erradicación de las violencias?

R: Nosotras pensamos que el gran desafío de los próximos años o décadas tiene que ver con trabajar con los varones y en la reflexión sobre el ejercicio de su masculinidad. La situación de violencia basada en género afecta especialmente a las mujeres, pero no exclusivamente y en general hay un consenso en la sociedad en que esto se tiene que trabajar.

Las mujeres cada vez están más conscientes de que esto es algo que no deben soportar en sus vidas.
Entonces hay mecanismos, hay posibilidades de denuncias, de medidas de protección o infinidad de situaciones que pudiesen darse, pero hay un elemento importante que es quién ejerce la violencia y lamentablemente el mayor número de agresores son varones. Entonces este no es un tema que se va a resolver entre mujeres, se tiene que resolver con la sociedad en su conjunto y ahí creemos que todavía hay un importante sendero que caminar junto con los varones para ese cambio en el ejercicio de sus masculinidades. Este es el cambio que sentimos que está pendiente.

P: Las expertas dicen que América Latina tiene grandes leyes, pero que no se ejecutan. ¿Cómo hacer que se baje del papel esta convención?

R: Los Estados tienen compromisos que cumplir, pero es importante la demanda que se hace desde las propias organizaciones de sociedad civil, desde las organizaciones de mujeres. Necesitamos, y por eso la importancia siempre de tener una articulación con la sociedad civil, este carácter de hacerlo exigible, de reclamar para que esto no se quede en la norma, y por supuesto que se les dé el presupuesto suficiente, porque sin presupuesto las políticas públicas no son realistas, no van a poder llegar a las personas que están en los territorios.

Fuente de la información e imagen:  https://efeminista.com

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Llega «Insumisas», documental que desvela la violencia contra mujeres saharauis por parte de Marruecos

Esta película, que presentará el Instituto Hegoa hoy 4 de mayo a las 19:00 horas en los cines Golem Alhóndiga, documenta el trabajo de activistas que actúan en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y ofrece datos estadísticos sobre las violaciones de derechos humanos perpetradas contra las mujeres saharauis desde la invasión marroquí en 1975.

Las fuerzas de seguridad marroquíes rompieron el 13 de noviembre de 2020 los casi treinta años de alto el fuego y precipitaron el retorno a la guerra en la última colonia africana, el Sáhara Occidental. Semanas antes, las mujeres saharauis que viven en los territorios ilegalmente ocupados por Marruecos ya lo veían venir: el asedio contra la resistencia y la presencia militar en las calles habían aumentado desde septiembre de aquel año.

Aquella madrugada de noviembre significó un punto de inflexión que intensificó la represión por parte de las fuerzas de seguridad, profundizando una rutina de violencias que estas activistas ya conocían bien. Desde la invasión del territorio en 1975, tras la entrega ilegal a Marruecos y Mauritania de la entonces llamada provincia 53 por España, las mujeres habían sido el blanco preferente de la represión a causa de su rol central en la lucha saharaui por la autodeterminación.

Sus historias de desapariciones forzadas, tortura, violencia sexual, discriminación y censura eran largamente denunciadas, pero escasamente estudiadas y documentadas. Este documental realizado por el Instituto Hegoa (UPV/EHU) y producido por Forward Films, da continuidad al trabajo iniciado con el informe Que salga todo a la luz. Violaciones de derechos humanos de las mujeres en el Sáhara Occidental ocupado (1975-2021)que fue elaborado de manera colaborativa entre un equipo de Hegoa y un equipo de activistas saharauis.

El informe Que salga todo a la luz, lanzado en febrero de 2022, sistematiza 81 testimonios de mujeres víctimas de la represión en las ciudades ocupadas del Sáhara Occidental. La película, a su vez, trae a la pantalla las historias de algunas protagonistas de este proceso, en su triple rol de víctimas, investigadoras y defensoras de derechos humanos: El Ghalia Djimi, Mina Baali y Soultana Khaya. Presenta también el análisis de las diplomáticas Jadiyetu El Mohtar y Omeima Mahmud, que actúan en las representaciones de Euskadi y Ginebra, respectivamente. Además de recuperar sus trayectorias, el documental las acompaña en su trabajo de denuncia e incidencia en Europa y revela la perspectiva de las mujeres saharauis sobre el retorno a la guerra y el giro en la posición histórica de España con relación al Sáhara, anunciada en marzo de 2022.

Con una mirada sensible y cercana a las experiencias de las activistas saharauis, complementada con animaciones y datos estadísticos poco conocidos, Insumisas es un registro de la gravedad y extensión de las violencias ejercidas por Marruecos contra las mujeres, pero también, y sobre todo, una fotografía del colonialismo a partir de la cuestión de género que sitúa en primer plano la fuerza inquebrantable de estas activistas para luchar por los derechos su pueblo.

Codirigido por la brasileña Laura Daudén y el colombiano Miguel Angel Herrera,Insumisas es un corto documental de 25 minutos realizado por el Instituto Hegoa y producido por Forward Films con la financiación de la Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes – Euskal Fondoa. El lanzamiento de la película se realizará el próximo 4 de mayo en los cines Golem de Bilbao.

Tras la proyección del documental, la investigadora Irantzu Mendia Azkue, directora del Instituto Hegoa,expondrá las principales conclusiones del informe Que salga todo a la luz. Tras ello, se abrirá un coloquio moderado por la periodista Pilar Kaltzadaen el que participarán también El Ghalia Djimi, defensora saharaui y  Laura Dauden, directora del documental.

La actividad de lanzamiento cuenta con el apoyo de Euskal Fondoa, así como con la colaboración de la Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno Vasco y del Ayuntamiento de Bilbao. El proyecto de cooperación en el que se enmarca la elaboración y presentación de este documental recibe financiación de los siguientes ayuntamientos (por orden alfabético): Arrasate, Donostia-San Sebastián, Guëñes, Hernani, Ibarra, Lasarte-Oria, Legorreta, Lezama, Oiartzun y Tolosa.

Fuente: https://rebelion.org/llega-insumisas-documental-que-desvela-la-violencia-contra-mujeres-saharauis-por-parte-de-marruecos/

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Honduras: Importante reducción de homicidios, pero no de femicidios

Honduras, importante reducción de homicidios, pero no de femicidios

Avances en combate a la criminalidad y la corrupción. Suben casos de violencia contra las mujeres.


Mayor seguridad para la población, lucha contra la corrupción y combate al crimen organizado, que en los últimos doce años se ha enquistado en las estructuras del Estado, fueron temas torales de la campaña que llevó a Xiomara Castro a convertirse en la primera presidenta de Honduras, despertando fuertes expectativas en las y los hondureños.
Después de presentar, la semana pasada, la segunda etapa del Plan Nacional de Seguridad “Solución contra el crimen”, que incluye nueve medidas a aplicar durante los próximos seis meses, entre otras, la prórroga, hasta finales de mayo, del estado de excepción en 123 municipios, la administración Castro anunció la intervención de los principales centros penales del país, escenarios en estos últimos días de revueltas y motines sincronizados y muy poco espontáneos.

“Doce años de saqueo y colusión con el narcotráfico, maras y pandillas y crimen organizado, público y privado, no se arreglan en 12 meses”, explicó la mandataria a través de su cuenta en Twitter.

“Voy a poner mano dura y orden en las cárceles, hasta transformarlas en centros penales de rehabilitación, no en escuelas de crimen y tortura como los que he heredado”, agregó.

Según el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), durante sus primeros doce meses, el gobierno restituyó roles y funciones a la Policía – suplantada por los militares después del golpe de estado –, desmilitarizó los centros penales, puso las bases para la creación de la Policía comunitaria y reemplazó la Fuerza nacional antimaras y pandillas por una Dirección policial.

De acuerdo con datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), la estrategia adoptada por el nuevo gobierno estaría dando resultados: los homicidios en 2022 se redujeron en casi un 13% y la tasa bajó de 41.70 a 35.79 por cada 100.000 habitantes, es decir la más baja en los últimos 16 años.

Los primeros tres meses del nuevo año parecen confirmar esta tendencia, con una disminución del 26.5% de los homicidios (-253) en comparación a los meses de enero-marzo de 2022.

Una estrategia que está dando resultados importantes para la sociedad hondureña en su conjunto, pero que no parece tener todavía impactos significativos en la lucha para la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Aumentan femicidios

Según el Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), la tasa de femicidios de 2022 fue de 7.9 por cada 100,000 mujeres.

Esto indica que no sólo dicha tasa no disminuyó al mismo ritmo que la de homicidios, sino que tampoco resulta ser la más baja de la década. Asimismo, las muertes violentas de mujeres (390) en 2022 aumentaron en casi un 63% con respecto al año anterior y pasaron de ser el 6% a ser el 11.4% del total de homicidios registrados [1].

Esta tendencia estaría confirmada por los datos más recientes brindados por el Observatorio del CDM, que señala un total de 74 muertes violentas de mujeres en los primeros dos meses del año, es decir un aumento de casi el 40% respecto al 2022.

“Otro dato alarmante es que el segmento de niñas asesinadas (10%) es más del doble con relación al segmento de los niños (4%)”, señala el informe Violencia contra las mujeres en Honduras 2022.

Los rangos de edad con más casos de muertes violentas de mujeres en 2022 es entre 20 y 29 años (94), entre 30 y 39 años (59) y menores de edad (58). Esto significa que el 54% de las muertes violentas de mujeres tuvo como víctimas a menores de 40 años.

Otros delitos contra las mujeres son las tentativas de homicidio. En
2022 se contabilizaron 104, escalando a 494 los delitos contra la vida de las mujeres (390 muertes violentas y 104 tentativas). En comparación con 2021, los delitos contra la vida aumentaron en un 26%.

Además, se registraron al menos 196 desapariciones de mujeres. “La desaparición es un delito contra la humanidad que puede conllevar la trata de personas, la explotación sexual y laboral, así como el asesinato. Ante el alto nivel de mora judicial, impunidad y descontinuación de los casos, se puede asumir que las mujeres desaparecidas nunca regresan a su lugar de origen”, señala el informe del CDM.

El año pasado, el Sistema Nacional de Emergencia 911 registró casi 98 mil denuncias de violencia doméstica y maltrato familiar contra mujeres, y el Ministerio Público más de 10 mil.

Fueron 2,800 los casos de violencia intrafamiliar que ingresaron a los juzgados. De estos, 207 recibieron resoluciones condenatorias, es decir sólo el 7% del total.

También hubo 3,932 denuncias de violencia sexual, con un aumento del 19% en relación con el año anterior. De estas, el 75% fueron casos de violencia sexual contra las mujeres. Cada día en Honduras 8 mujeres denuncian una agresión sexual.

La violación representa el tipo más frecuente de violación (47%), seguida
de las agresiones sexuales (22%) y violación especial (7%).

Ante esta situación, CDM volvió a exigir al Estado “la creación de políticas públicas a favor de la vida, la justicia y la sanación”, así como a demandar “procesos respetuosos que acompañen a las mujeres, una estrategia integral, preventiva y real que disminuya los altos niveles de violencia en sus vidas”.

Notas
[1] Información proveniente tanto del monitoreo de medios de comunicación impresos y digitales, como de instituciones públicas (Ministerio Público, Dirección de Medicina Forense)

Fuente: LINyM
Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/honduras-importante-reduccion-de-homicidios-pero-no-de-femicidios/

 

 

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La guerra (olvidada) contra las mujeres

Por: Angelo Nero

Durante tres años, Hernán Zin recorrió varios continentes, recogiendo los testimonios de medio centenar de mujeres que pasaron por el infierno y vivieron para contarlo

“No es fácil escribir estas letras alejadas de la preocupación viral de estos días, porque la mente escapa a los territorios en los que la incerteza y el miedo imperan. Pero, dándole una vuelta, si acaso algo si tienen que ver, porque el maltrato del cuerpo de la mujer como arma de guerra viene siendo una criminal pandemia repartida en todo tiempo y lugar en la patriarcal historia de la Humanidad; Sin embargo, tan solo tras las estremecedoras guerras yugoslavas de finales del siglo pasado, pasó esta negra temática a los medios de comunicación de masas.” Así comenzaba el historiador coruñes Dionisio Pereira un lúcido articulo en el diario Nós, titulado (el original está escrito en gallego) “Estamos en deuda”, poniendo el foco, en estos tiempos en los que parece que no hay más problemas en el mundo que la emergencia sanitaria y económica que nos azota -ahora agudizada con el conflicto de Ucrania-, en la siempre olvidada violencia contra las mujeres ejercida como arma de guerra. “Como la cultura de la violación no conoce fronteras, es preciso recordar que, una salvaje represión nunca reconocida de forma oficial, los que humillaron, forzaron y luego asesinaron a Anuncia Casado en las Tierra de Viana, Carmen Sarille en Montecubeiro (Castroverde), Juana Capdevielle en Rábade y tantas otras, eran gallegos.”

El articulo de Dionisio Pereira me animó a sumergirme en el corazón de las tinieblas, de manos del periodista Hernán Zin, a través de su documental “La guerra contra las mujeres” (2013), aprovechando que está disponible en una conocida plataforma audiovisual, junto a otros de sus interesantes trabajos: “Nacido en Gaza” (2014), “Nacido en Siria” (2017), o el más reciente, “Morir para contar” (2018), que ya comentamos en estas páginas. Si en las primeras cintas el realizador argentino ponía el foco sobre como sufrían la guerra los más débiles, los niños, y en la última lo hacía sobre los que la contaban, los reporteros, en este trabajo que nos ocupa Zin quiso mostrarnos, con toda su crudeza, recorriendo varios conflictos de nuestra historia más reciente, a lo largo del mundo, como el cuerpo de la mujer es empleado como un campo de batalla, de un modo sistemático, programado, buscando la humillación del enemigo, la transmisión del miedo, convirtiendo la violación en un arma de destrucción masiva, pero sin recuento de víctimas, pues estas mujer son masacradas ante la total pasividad del mundo.

Durante tres años, Hernán Zin recorrió varios continentes, recogiendo los testimonios de medio centenar de mujeres que pasaron por el infierno y vivieron para contarlo, convertidas en esclavas sexuales en Ruanda, Sudán, Bosnia, Uganda, Colombia, Congo… un inventario de cicatrices que sangran en cada palabra ya que, como apunta el director: “a muchas las visité una y otra vez a lo largo de los años, pues la idea era mostrar que las consecuencias de una violación no duran un día, sino que son para siempre.”

Relatos terribles como el de Jane, que fue secuestrada y violada brutalmente cuando era todavía una niña, en la guerra del Coltán -la tan olvidada Guerra Mundial Africana-, “Los ruandeses nos llevaron a la selva, nos golpearon a lo largo de todo el camino. Cuando llegamos me ataron a un árbol. Iban y venían cuando estaba atada. Me violaban, orinaban sobre mi, me metían palos… ignorando mis súplicas, mi dolor…” O el de Leila, a miles de kilómetros de distancia, en la guerra de Bosnia, que fue violada por decenas de soldados serbios, durante tres años, y que, pese a tan terrible experiencia “siguen adelante con sus vidas, luchando, sonriendo, con pasión, con valentía. Son seres humanos de los que se tenía que hablar mucho en los medios”, como bien dijo el director.

Impresionante también el testimonio de Denis Mukwege, el doctor Milagro, ginecólogo congoleño que en 2018 recibió el premio Nobel de la Paz por su trabajo en la región devastada por la guerra de Kivu, “creo que si esto continua es porque el mundo guarda silencio. Cuando todas las mujeres del mudo entiendan que sus compañeras están siendo destruidas y eliminadas sin razón se rebelarán y dirán: no a las atrocidades cometidas contra las mujeres, no a las violaciones, no a la tortura de mujeres por intereses económicos. Entonces los hombres bajaran la cabeza.” Durante los últimos veinte años, el doctor Mukwege trató a más de 50.000 mujeres y niñas violadas, haciendo hasta diez cirugías diarias, e incluso fue amenazado de muerte en varias ocasiones, por hacer denuncia pública de esta brutal práctica de guerra.

Hay estimaciones de que podrían ser hasta 20.000 las mujeres violadas en la guerra del Congo, a las que hay que sumar las 60.000 que fueron agredidas sexualmente en la guerra civil de Sierra Leona, las más de 40.000 en Liberia, las 60.000 en Yugoslavia, y las miles de mujeres y niñas de Uganda, Colombia, Afganistán, Etiopía, Kurdistán… El denominador común a todas ellas es la impunidad, la pasividad de las autoridades mundiales ante el uso de la mujer como campo de batalla, y que debería ser considerado como uno de los mayores crímenes contra la humanidad.

El trabajo de Hernán Zin quizás no sea lo más idóneo para estos tiempos inciertos, en los que quisiéramos evadirnos de la realidad que nos rodea, pero no está de más aprovechar para echar un a mirada a otras realidades que, desgraciadamente, llevan tanto tiempo silenciadas, como la guerra contra las mujeres.

Como apunta Hernán Zin: “El silencio no ayuda. Tras el silencio se parapetan los agresores.”

Fuente de la información e imagen: https://nuevarevolucion.es

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Cosificación virtual

Por: Daliri Oropeza

 

La violencia contra las mujeres también es virtual. Cuatro hombres dan detalles de los grupos donde intercambian capturas de pantalla de mujeres, como si fueran estampas. Intentan desobedecer el mandato de masculinidad. Es una invitación a la reflexión sobre la normalización de la violencia en línea en grupos a través de las redes sociodigitales

“Hay que demostrar a los hombres que 
buscar expresar la potencia por medio de la violencia
 es una señal de debilidad. 
El hombre que usa el recurso de la violencia es un hombre frágil. 
Lo que se quiere exhibir como potencia es precisamente 
impotencia”.
Laura Rita Segato, 2019

—Ese día me asusté cuando encontré en su celular capturas de pantalla de muchas mujeres— me dice mientras caminamos por el parque. Es de mis mejores amigas, y su ahora exnovio, también. Continúa su relato:

—Me enojé mucho después y le llamé por teléfono, le dije a gritos que por qué tiene capturas de tantas mujeres desde su cuenta de insta, ¡hasta de nuestras amigas!, ‘¿Qué haces con ellas? ¡Responde!’, le grité. Lo mandé a la chingada. Me dijo que las tiene para darle ejemplos a su mamá, una tejedora, para hacer bikinis. Pero de 100 fotos, una tenía tejido.

Mientras caminamos por el parque me pide que le diga qué hace el exnovio con las capturas. Yo no lo sé. Tal vez lo sospecho, por el tipo de bato que es. Pero no lo podría asegurar. Le pido que nos sentemos en una banca e intento disimular mi nerviosismo. Me pregunta si es común hacer grupos en mensajeros virtuales para intercambiar fotos entre hombres. Me sorprende cómo su intuición la lleva a hacerme esa pregunta. Lo veo posible.

—Yo no he participado en esos grupos— No sé por qué no me atrevo a decirle lo que sé.

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Muchos son grupos de amigos. Como hombres estamos bombardeados de imágenes de mujeres sensuales, chavas muy buenas, en el metro, en el comercial. Las conocidas, las guapas que hemos conocido en la vida, si subió una foto muy sexy a sus redes, al rato la comparten en el grupo. Se hacen comentarios: ‘está bien buena’, ‘chido’, ‘qué rico’.

Los hacen como modo de ejercer la sexualidad, es la cultura machista y nada, conoces a otra gente así. Y las comparten. Son muchos tipos de grupos. No son todos. Es una forma de ser vato, desde la primaria me acuerdo de expresiones, chistes, que te inculcan los propios papás.

Yo participé en un grupo así y hay competencia de quién tiene el mejor contenido. Cuando ponen capturas de amigas, sí, lo comentamos. Pero es mucho más el contenido porno.

Hay otros grupos donde la dinámica es que hay gifs porno, y ponen ‘buenos días’ con imágenes porno de 10 segundos. Hay hasta memes que son sexuales, sobre chavas que de alguna manera como hombre, desde morros, hay un humor que está mal, que ofende, pero en la convivencia de hombres, da risa.

Por eso s bueno tener amigas feministas, que te cuestionan. Yo ya no participé más en ellos. Llega a ser incómodo.

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El intercambio de imágenes con mujeres sensuales opera de la misma forma en que se realiza el intercambio de imágenes en grupos virtuales con otros objetivos. El elemento principal es que aquí el cuerpo de la mujer es un “regalo”, un premio. Por ejemplo un cumpleaños o, alguna otra cosa que se celebra. 

El cuerpo de la mujer, evidentemente, es un premio que se otorga a otro hombre, aunque sea en términos virtuales. Entiendo, y ahora lo reflexiono,  se trata de dar un gozo o disfrute a través del cuerpo femenino. En mi caso he abandonado grupos de este tipo donde se me agregaron sin mi consentimiento.

Se hace como una forma de “cotorreo”. Es bastante común compartir este tipo grupos. Es un acuerdo tácito “entre hombres” en cualquier ámbito, profesional o amistades. Es algo que no nos cuestionamos. Cuando alguien conocido me incluye en un grupo (odio los grupos de whas) y solo hay hombres, es práctica común recibir imágenes de mujeres, pornográficas y no.

Creo que no hay una racionalización del porqué lo hacemos. Es porque somos “hombres” que sobre entendemos que la visualización del cuerpo femenino es normal y que es algo que todos compartimos, sin cuestionarnos si es así. 

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Es un acuerdo entre varios hombres que comparten un entorno común: trabajo, escuela, amistad, vecindad. Entre confianzas se comentan que vieron algo en línea y que les gustaría compartírselo al otro. Una persona crea el grupo y cada quien “aporta” lo suyo de cuando en cuando. 

Hay veces en las que si uno no es lo suficientemente colaborativo, el resto de integrantes del grupo se disgustan. No puedo hablar en general, hablo desde mi propia experiencia. 

En mi caso, fui incluido en uno a partir de mi entorno laboral e inició con la intención de compartir links y videos de pornografía heterosexual subida en sitios web populares, casi siempre protagonizada por estrellas porno. pero se agotó para temas laborales. He de decir, eso sí, que en este caso jamás se compartió una sola captura de pantalla o contenido sexual de alguna persona que conociéramos o algún “pack”.

Aunque sí hay casos de intercambio de contenido sin ningún tipo de pudor, incluso de capturas de mujeres que son del interés sexual de los integrantes del grupo para obtener un “consenso” de los demás y se “opine” sobre sus posibilidades.

¿Por qué se hace? No lo sé a ciencia cierta. Creo que varios grupos surgen por la misma razón que ver porno: mera satisfacción de un placer. Una segunda intención es la de satisfacer un deseo sexual reprimido /frustrado. Donde también comparten fotografías de mujeres conocidas o que no son necesariamente porno, suelen usarse para opinar sobre los atributos de dicha persona e incluso fantasear con ello. 

Es cierto que el movimiento feminista ha hecho abrir los ojos a varios sobre la ruindad moral que esa conducta implica. Eso, para los más autocríticos; para los que no lo son tanto, lo que los ha motivado a dejar esos grupos son las implicaciones legales de ello.

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Nunca he estado en estos grupos. Pero por lo que sé, hay varios tipos. Públicos, en donde la gente no se conoce. Son para sexoservicio. Lujuria. Mal. Otros, donde la gente sí se conoce. La gente se agrega en la lógica de compartir. Grupos de hombres específicos. Se reúnen así. 

Es más común de lo que se piensa. Tiene que ver con su funcionamiento. Hay un comportamiento previo a las redes sociales que se aprende, desde niño, se cruza con la crucificación de la mujer. Farolear el ligue, el faje, en el que tiene una línea delgada con la novia. Es un trofeo. Competitividad. 

Yo lo siento más reforzado por la producción de espectáculo, la cultura del capital, donde la competencia por la mujer sea por coger o porque la aman. Siempre termina figurando la mujer como trofeo. 

El hombre quiere estatus a partir del cuerpo de la mujer. Su erotismo. Sus atributos. Los demás pueden fantasear con ella. Los batos se pueden masturbar con ella. Pero es tu morra, o la que tú te cogiste.

Comienza a coquetear con la permisividad de esta lógica de una mujer pública, cualquiera puede hacer lo que quiera con ella. No solo no te interesa la imagen de la mujer, además implícitamente propones que cualquiera disponga de ella.

Pactos perversos. Masculinos. La carta que asegura que tú puedas formar parte de ese clan. Compartiendo. Festejándolo. Tu disposición a formar parte de esas cosas para pertenecer. Entra un lado poco visible, el miedo permanente de círculos de hombres que compiten en términos de jerarquía, la moneda de cambio es la imagen o el video.

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“Hay una máquina de muerte que se manifiesta en el cuerpo de las mujeres”, dice la antropóloga Rita Segato. Una relación entre hombres, un cuerpo que iconiza una posición, que le exige a ese cuerpo para mantener su estatus de hombre. Obedece al “Mandato de masculinidad”.

La masculinidad es una corporación que se replica en varias fuerzas armadas, maras, policías, paramilitares, ejército, explica Segato. Según el valor supremo de la lealtad a sí mismo, a esa membresía. Y la jerarquía entre hombres.

La violación, la violencia explícita, cruda, cruel, no es una cultura, lo que resulta del orden patriarcal no es cultura, es un sistema, asegura Rita haciendo una lectura de género de la historia humana en La crítica de la colonialidad en 8 ensayos. Esto es perjudicial para los hombres mismos y para la humanidad, dice.

Para ella, la masculinidad, la escuela del mandato de masculinidad es pedagogía de la crueldad, y enseña a mostrar mas insensibilidad. En una entrevista, Rita Segato explica:

“El mandato de masculinidad dice a los hombres que necesitan apropiarse de algo, ser dueños. La precarización de la posición masculina pone en cuestión su potencia. Y por lo tanto solo queda la violencia —sexual, física, bélica— para restaurarse en la posición masculina”. Yo agregaría que ahora también en esta forma de restaurarse en la posición masculina está la violencia en línea.

“Hay que demostrar a los hombres que buscar expresar la potencia por medio de la violencia es una señal de debilidad. El hombre que usa el recurso de la violencia es un hombre frágil. Lo que se quiere exhibir como potencia es precisamente impotencia”.

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El el Artículo 181 Quintus del código penal, sobre quien comete el delito contra la intimidad sexual, en el apartado II describe:

“Quien exponga, distribuya, difunda, exhiba, reproduzca, transmita, comercialice, oferte, intercambie y comparta imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona, a sabiendas de que no existe consentimiento, mediante materiales impresos, correo electrónico, mensajes telefónicos, redes sociales o cualquier medio tecnológico”.

Esta reforma que modificó la Ley, fue gracias a Olimpia Coral, víctima de la publicación de su intimidad. Se estableció en el código penal que es necesaria una denuncia para perseguir la difusión no consentida de contenido sexual privado; es decir, se perseguirá por querella.

El informe realizado por Luchadoras La violencia en línea contra las mujeres en México la define como “Actos  de  violencia  de  género  cometidos  instigados  o  agravados,  en  parte  o  totalmente,  por  el  uso  de  las  Tecnologías  de  la  Información  y  la  Comunicación    (TIC),  plataformas  de   redes   sociales   y   correo   electrónico;   y   causan   daño   psicológico   y   emocional,   re-fuerzan  los  prejuicios,  dañan  la  reputación,  causan   pérdidas   económicas   y   plantean   barreras  a  la  participación  en  la  vida  pública  y  pueden  conducir  a  formas  de  violencia  sexual  y  otras  formas  de  violencia  física”.

Para entender qué es la violencia en línea o relacionada con las tecnologías,  Luchadoras lanza 13 formas de violencia en línea que identifica, de las cuales incluye la difusión de información personal o íntima sin consentimiento, lo cual incluye Compartir información privada, exposición de identidad hasta generar pornografía no consensuada.

Una violencia que va concatenada es el abuso y explotación sexual relacionada con las tecnologías. Luchadoras lo define como el “ejercicio de poder sobre una persona  a partir de la explotación sexual de su imagen y/o cuerpo contra su voluntad, en donde la tecnología es intermediaria y fundamental para llevarlos a cabo. Puede implicar la obtención de un beneficio (lucrativo o no)”.

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La mujer que cachó al exnovio se atreve a denunciar.

 

Fuente de la información e imagen: https://piedepagina.mx

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