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El machismo mata, el negacionismo mata, el patriarcado mata

Por: Ángela González, Itziar Prats y Ruth Ortiz/ Madres víctimas de la violencia vicaria

Un hombre, asesina a sus hijas Olivia y Anna, provocando el mayor sufrimiento que existe a su madre, Beatriz.

Y de nuevo nos preguntan a las víctimas. ¿Qué está fallando?

Un padre maltratador no es un buen padre, ni un buen marido, ni un buen hombre. En algunos casos llega a ser el asesino de su mujer y/o de sus hijos e hijas. Ya son demasiados asesinatos para continuar mirando hacia otro lado. Dejemos de preguntarnos qué hacer y actuemos.

No se nace machista, se aprende a serlo. Se trasmiten de generación en generación los mismos patrones, las mismas pautas, que marcan que los niños tienen que ser fuertes y valientes y las niñas sumisas y protectoras.

La única solución es no lanzar a la sociedad hombres y mujeres machistas que acepten con normalidad y den continuidad al patriarcado. Es educar en el respeto y no en la sumisión, ni el sometimiento. Es entender que somos personas diferentes, aunque complementarias, etc. Y ser ejemplo de ello para que desde la infancia lo aprendan, de manera natural, hijos e hijas.

Pero esto no se cambia de un día para otro. Solamente cuando haya generaciones y generaciones, educadas en la igualdad, terminaremos con esta lacra. Por eso es importante empezar, ya, a implantar en los centros educativos y en todos los niveles de formación, un sistema educativo basado en la igualdad y el respeto entre personas. Solo así lograremos un cambio en nuestra sociedad.

A corto plazo, tenemos que hacer hincapié en varios aspectos:

El trabajo de los profesionales que trabajan en violencia de género. Estos profesionales tienen que estar formados adecuadamente en violencia de género y tener, en todas sus intervenciones, una perspectiva de género que les permita conocer las particularidades de estos casos.

Sin esta formación no deben estar trabajando con personas, ya que de lo que aquí hablamos es de vidas, de vidas de personas.

1.098 mujeres víctimas mortales contabilizadas desde 2003.

Los y las menores que sufren maltrato, deben ser la prioridad por su especial vulnerabilidad. No nos vamos a cansar de repetir que hay que escucharles, que tienen mucho que decir y que de lo que se está hablando es de sus vidas. A ellos y ellas también hay que respetarles. Y hay que hacerlo dándoles prioridad ante los agresores.

Hay que escucharles en entornos adecuados y de forma adecuada a su edad, por profesionales con formación específica. No, no vale cualquiera.

Los niños y las niñas son el principal objetivo en la violencia vicaria. Pasan de ser hijos e hijas a instrumentos para producir dolor a la madre. Y así es como dejan de verlos como personas. Esta «despersonalización» facilita cualquier tipo de agresión, incluso la más cruel y perversa, el asesinato. ¿Cuál es el mayor daño que se puede provocar a una madre?

Este debería ser el motivo principal por el que se debe retirar de forma inmediata la custodia a un hombre que ejerce violencia de género. Repetimos, un padre maltratador no es un buen padre, en ningún caso.

Cuando se pone una orden de alejamiento a un agresor, sería más eficaz y más justo controlar al agresor, que es el que provoca el daño, en lugar de a la víctima. Actualmente se les pone doble castigo a las víctimas: el miedo a su agresor y la limitación de las salidas y entradas bajo control.

Si se tuviera control sobre el agresor la víctima podría tratar de darle normalidad a su día a día. Tarea que ya es muy complicada por el daño que ha sufrido. ¿Por qué hay que añadir más daño?

Hay que prevenir sin contemplaciones. Es urgente. Algo, o más bien mucho, está fallando en esta sociedad cuando menores están siendo asesinados por aquellos en los que confían y los deben proteger. Y algo peor aún, no se hace nada por evitarlo.

Algo sangra en esta sociedad, ¿nos vamos a quedar sin actuar?

Toda la sociedad debe implicarse y actuar frente a cualquier tipo de violencia y mucho más cuando se dirige hacía menores.

Dejemos de preguntarnos por qué y actuemos.

https://blogs.publico.es/dominiopublico/38578/el-machismo-mata-el-negacionismo-mata-el-patriarcado-mata/

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Entrevista a Isabel Rico: “Hay niños y niñas, bebés, con importantes deficiencias de alimentación y que pasan frío”

Por: Yayo Herrero

Cuando Isabel Rico (Madrid, 1966) pasea por el monte o la orilla de un río siempre recoge hojas secas, semillas o guijarros planos. Le preguntas por qué y la respuesta es siempre la misma: “Son para los niños y niñas de mi escuela”. Isabel es maestra y licenciada en Historia Contemporánea. Este es su quinto curso como directora de una escuela pública infantil en Pan Bendito, un barrio del madrileño distrito de Carabanchel. Anteriormente era educadora en la misma escuela. Forma parte del gremio de las superheroínas de barrio, una mujer que contribuye a mantener en pie la vida en una comunidad autónoma en la que los servicios públicos llevan años siendo agredidos.

¿Qué papel juega su escuela en el barrio?

Nuestra escuela se ha convertido en un territorio que respeta y protege a las niñas y niños, y a sus familias, a quienes ya se les han negado muchos derechos. En el contexto de un barrio es muy importante la existencia de una escuela infantil pública. Desde hace años recibimos niños y niñas con muchas necesidades que hay que cubrir: carencias de alimentación, sueño o higiene… Muchos viven en infraviviendas, conviven en familias muy extensas y no tienen una habitación propia, duermen con sus abuelos o sus padres. Estas familias quieren traerles porque cuidamos pero además educamos. Creo que uno de nuestros mayores méritos es que acogemos a todas las familias en su diversidad, algo que hemos convertido en un valor esencial.  En un núcleo de convivencia del barrio.

¿Por qué escogió la educación infantil?

Es vocacional. Cuando de pequeña me preguntaban qué quería ser de mayor siempre decía que maestra, costurera o azafata. Mi primer trabajo fue con menores de seis años protegidos. Luego empecé a trabajar en escuelas infantiles pero tuve que sacarme el título de Formación en Jardín de Infancia. Es una edad que me fascina.

¿Por qué?

Es una etapa esencial en la vida. Se configuran las neuronas, la personalidad. A nivel social y psicológico se ponen las bases para la interacción con los demás. Es la edad más importante para el desarrollo de la persona, pero es a la que menos importancia se le da en el sistema educativo. Creo profundamente en la Educación Infantil como una etapa educativa con entidad propia y compensadora de la desigualdad. En un barrio como Pan Bendito, que es donde se ubica nuestra escuela, esto es esencial.

¿Cómo es Pan Bendito? ¿Qué problemas tiene?

Antes de la crisis de 2008, en la mayoría de las familias que traían a sus hijos e hijas a la escuela trabajaban ambos progenitores. A partir de la crisis, la situación cambió

Llevo mucho tiempo trabajando en Pan Bendito. Es un barrio acostumbrado a subsistir, a estar en los márgenes. Es muy vulnerable desde el punto de vista socioeconómico. Coexiste la pobreza, la precariedad laboral, el paro, el alcoholismo, la drogadicción y últimamente están aumentando mucho los casos de enfermedades mentales. En el barrio también hay un problema muy serio de vivienda. Muchas familias solo tienen casa si dan una “patada a la puerta”. Les obligan a ocupar para tener un techo y luego les criminalizan por ello. Existe mucha infravivienda en la que conviven familias muy extensas y donde los desahucios exprés se han impuesto. Es un barrio empobrecido y maltratado, al igual que la gente que vive en él. Población autóctona, gitana y paya, y personas migradas de diferentes partes del mundo. Antes de la crisis de 2008, en la mayoría de las familias que traían a sus hijos e hijas a la escuela trabajaban ambos progenitores. A partir de la crisis, la situación cambió y ahora la población que acude está mucho más desestructurada. A partir de entonces, todo ha ido empeorando. Muchas familias viven de vender por las calles pequeñas cosas: ropa, bisutería, colonias o fruta. Algunas venden en los mercadillos, y son las que mejor están. Otras malviven vendiendo chatarra. Muchas mujeres, migrantes en su mayoría, encabezan hogares monoparentales y trabajan como cuidadoras de personas dependientes o limpiando casas. El paro y la precariedad laboral es lo normal. Trabajan muchas horas, sin horarios, muchas veces sin contrato y por poco dinero. Son trabajadores y trabajadoras pobres y no les llega el dinero para cubrir sus necesidades más elementales.

¿Hay racismo en la forma de tratar a la gente del barrio?

Con la nevada de Filomena había personas que no habían pagado el recibo del gas y que con ese frío no podían bañar a los niños

Se nota mucho el racismo estructural. A las personas gitanas, por ejemplo, les cuesta mucho tener un trabajo. Una madre me decía que las personas que tienen rasgos no blancos llevan el estigma incorporado y lo tienen muy difícil. Es visible la represión en el barrio. La policía no es que pase mucho, pero cuando lo hace es para reprimir o desahuciar. También en el barrio están muy presentes el antigitanismo y el racismo estructural. Lo ves a poco que quieras mirar. En realidad, hay que hacer un esfuerzo para no verlo. En el metro de Plaza Elíptica hay policías de paisano y paran, mayoritariamente, a personas que tienen rasgos no blancos. Eso en la estación, si caminas por la calle ves grupos de hombres que se ofrecen para trabajar en la construcción. Vienen empresas que les dan trabajo un día. La mayor parte de estos hombres no tienen rasgos blancos. Algún padre me ha dicho que le habían cogido para trabajar y finalmente no le habían pagado. No hay contrato e incumplen las obligaciones y acuerdos. Es duro ver eso todos los días, aunque obviamente es más duro vivirlo.

¿Cómo se hace visible la pobreza y el abandono institucional en la escuela?

Hace bastantes años nos dimos cuenta de la gran cantidad de necesidades que tenía nuestro alumnado. A veces es falta de sueño, porque los niños ven la televisión hasta tarde. Algunos vienen con la misma ropa varios días seguidos y no tienen la higiene adecuada. Hay niños y niñas, bebés, con importantes deficiencias de alimentación y que sufren problemas de frío. En muchos casos no hay calefacción en sus casas. Con la nevada de Filomena había personas que no habían pagado el recibo del gas y que con ese frío no podían bañar a los niños. Una niña sufrió una quemadura grave porque se cayó en la estufa con la que se calentaban. Hemos tenido incluso casos de familias que vivían en coches.

Y son también niñas y niños con una falta de estructura y orden en las rutinas de casa, que soportan muchas situaciones de violencia, tanto verbal como física, en sus entornos cotidianos; que tienen falta de juego y movimiento, o que tienen juegos no adecuados a su edad. Son niñas y niños expuestos desde muy pequeños a las pantallas y a los videojuegos con contenidos de violencia y sexo no adecuados.

¿Cómo hacen para trabajar en esa situación?

Trabajamos fundamentalmente las rutinas de alimentación y sueño y unos hábitos saludables que ayuden a valorar la importancia de cuidar nuestro cuerpo. Además de una buena educación afectivo-sexual desde estas primeras edades y por supuesto una buena educación emocional. Le damos mucha importancia a la alimentación en la escuela. En Carabanchel existe un alto índice de obesidad infantil y diabetes crónica vinculada a la pobreza. Nosotras trabajamos en contacto con el centro municipal de salud. Cuidamos mucho el desayuno. Nuestro centro tiene cocina y a los niños y niñas les encanta la comida de la escuela. Lo que pasa es que cuando salen de la escuela vuelven a sus casas y al barrio donde los derechos están vulnerados. No es una cuestión solo de la escuela. Hacen falta políticas públicas integrales que garanticen condiciones de vida dignas.

Tratamos también de que aprendan y valoren el cuidado de la naturaleza, el barrio, la propia escuela y el entorno. Cuidamos la calle, el espacio de fuera, sembramos plantas… Es un barrio sucio. Algunas veces hemos salido a recoger basura de los alrededores con las niñas y niños y sus familias. En un ratito llenábamos las bolsas y luego la separábamos en los diferentes contenedores.

Siendo tan importante la alimentación, ¿cómo se ha resuelto durante el confinamiento y el cierre de las escuelas?

Con la pandemia y el confinamiento muchas familias que maltrabajaban dejaron de hacerlo. Familias que viven al día, sin ahorros. Nosotras, las maestras de la escuela, estuvimos en contacto con las familias en todo momento. Así nos enteramos de que algunas de ellas no tenían comida. A las familias que tenían becas de comedor les dieron las pizzas o sándwiches de Rodilla y a las que no estaban becadas no les daban nada. La alimentación saludable es un derecho que fue arrebatado. Recogimos dinero entre todas las compañeras e hicimos una compra de alimentos que distribuimos. Lo agradecieron muchísimo. Es lo que se nos ocurrió pero desde luego no es una solución. No es la mejor manera, pero cuando viene una familia desesperada, no puedes hacer otra cosa.

A las familias que tenían becas de comedor les dieron las pizzas o sándwiches de Rodilla y a las que no estaban becadas no les daban nada

Luego, a partir de las críticas a la forma en la que el Gobierno de la Comunidad de Madrid resolvió la comida de los y las niñas, dejaron de repartir las pizzas y empezaron a llevar los menús a los colegios, pero no incluyeron a los niños y niñas de las escuelas infantiles y, de repente, empezaron a no recibir nada. Llamé a la CM y me dijeron “es que la alimentación que va a los colegios no es adecuada para niños y niñas tan pequeños”. Ojo, que antes les daban pizza. Yo les dije que entonces cambiasen la comida o hiciesen algo adecuado a las necesidades de los pequeños. No me dieron ninguna explicación.

Una persona conocida de Ecologistas en Acción me dio el teléfono de un periodista y nos pusimos en contacto con él. Salió todo esto en un artículo en El País y me llamaron de la CM al día siguiente diciendo que había sido un error y que lo sentían mucho. Empezaron a recibir  los menús para quienes tenían las becas de comedor. La comida era horrible. De baja calidad y escasa. Purés muy malos, aguados. Una madre de la escuela que había estado en la cárcel decía que allí era mucho mejor la comida.

A la administración le da igual lo que coman los niños y las niñas de estas familias. Hemos tenido que hacer un bote de apoyo mutuo para apoyar a las familias que lo necesitan.

Hablaba de violencia en la escuela…

Durante mucho tiempo la escuela fue una isla de tranquilidad, pero la escuela suele ser el reflejo de lo que ocurre fuera y, según el barrio se ha ido degradando, la violencia entró en la escuela. Se repitieron situaciones de agresividad y violencia en las aulas, peleas entre familias e intentos de agresión a las educadoras y la directora. Todo esto hizo que la anterior directora dimitiera y es cuando se me ofreció la dirección.

¿Por qué aceptó?

Personalmente estaba en una crisis profesional. Había realizado un curso de posgrado de Educación Activa que me hizo plantearme muchas cosas. Tenía en mi cabeza otro tipo de escuela y la dirección me daba una oportunidad para el cambio pedagógico con el que soñaba. Este es mi quinto curso en la dirección y he aprendido muchas cosas. Una de ellas es que la gestión y la burocracia se llevan la mayor parte del tiempo, y que tengo menos tiempo para lo que me gusta en realidad. Al principio me di un plazo de cuatro cursos y al acabar estos me plantearía si seguir. Pero con la pandemia no podía abandonar el barco y aquí sigo.

¿Y cómo trabajó la cuestión de la violencia?

Hicimos una formación sobre convivencia todo el claustro. Protocolos para las familias, para las niñas y niños, para las profesionales, etc. y esto nos ha ayudado bastante. Y desde entonces, ha mejorado mucho la convivencia en general, aunque hemos tenido algún conflicto puntual. La escuela en estos cinco cursos está mucho más relajada.

Es un gran logro…

Sí, es un gran logro que ha contribuido a crear un espacio más seguro.

Se dice que la ultraderecha crece en los barrios más precarizados. ¿Cómo lo ve?

Es un momento crítico. Antes había una red vecinal que funcionaba. Poco a poco todo esto ha ido desapareciendo y ahora solo sobreviven unas pocas asociaciones, vinculadas a la iglesia en su mayor parte, que trabajan con algunas familias, muchas veces desconectadas entre sí. Es un barrio que apenas posee equipamientos y servicios (ludotecas, bibliotecas, parques…). Desde hace años lo único que tenemos es la mesa de Pan Bendito, donde nos reunimos diferentes entidades que trabajan en el barrio y realizamos actividades puntuales de manera conjunta. Actualmente veo muy difícil que la gente más precaria se organice en una lucha común. Soy bastante pesimista con la situación actual, la gente está más en el “sálvese quien pueda”. En ese contexto, el fascismo hace ruido y puede tener seguidores.

El Ayuntamiento ha descuidado muchas zonas. Ha habido inversiones en instalaciones deportivas y no se han cubierto necesidades básicas de las personas

Creo que debería darse un cambio social, donde primase el bien común por encima de los intereses individuales, pero vamos en una dirección completamente diferente. Hay que hacer una intervención urgente. El Ayuntamiento ha descuidado muchas zonas. Ha habido inversiones en instalaciones deportivas y no se han cubierto necesidades básicas de las personas. Es responsabilidad de las políticas públicas, que son las que deben garantizar la igualdad real de oportunidades y comprometerse con el bienestar de la infancia, responder a las necesidades educativas de la comunidad donde están insertos. Se necesitan planes integrales de actuación conjunta de todas las administraciones y muchos recursos, pero sobre todo voluntad política para ello. Soy pesimista. Las instituciones no se ocupan y las familias no se están organizando. No tienen tiempo ni para pensar. Trabajan y viven en una habitación. Se necesita tener un espacio seguro, alegre. Les han vetado muchos derechos y por ahora no se les ha escuchado. En el rato que están aquí en la escuela, los niños y las niñas son felices pero no se llega a más si no hay intención política.

La he escuchado decir que la escuela es un buen observatorio para ver las desigualdades de género…

Este es un barrio muy diverso y tenemos un perfil de familias monoparentales donde la mujer es la sostenedora fundamental de la casa. En muchas familias, por la crisis, las hijas han vuelto a las casas de sus padres y con ello muchas abuelas han pasado a ser las que sostienen a muchas personas en la misma vivienda. A pesar del papel importantísimo que juegan las mujeres, hay un nivel de machismo y violencia muy elevados. No se valora el papel sostenedor de estas mujeres, igual que no se valora en la sociedad en general.

Es difícil que se entienda que no somos guarderías, y que cada actividad que realizamos en la Escuela Infantil son educativas. Que educamos y no guardamos

En la escuela vemos cómo las niñas son cuidadoras desde que comienzan a imitar y se ve cómo son las primeras que ayudan y cuidan a los demás. En las aulas de los más pequeños son ellas las que acercan los zapatos a los niños o intentan darles de comer. Hacen falta muchos cambios, también en las familias, para transformar esto y una buena educación afectivo-sexual desde los inicios de la educación. Las propias profesionales de la escuela somos un 99% mujeres. En nuestra escuela solo hay un chico. Hace falta integrar a muchos más hombres en la Educación Infantil y organizar muchas escuelas de familias.

¿Es la educación infantil pública un instrumento para la igualdad?

No siempre. El baremo de acceso, que impone la Comunidad de Madrid, no se adecúa a las condiciones de las familias de nuestra escuela. Las familias en las que trabajan los dos progenitores tienen cinco puntos, pero si no tienen contrato no se valora su trabajo ni sus ingresos y se les excluye desde el inicio. Debería haber plaza para todas las familias. En el servicio de escolarización algunas compañeras ven que no dar puntos si tu trabajo es informal es una forma de combatir el trabajo oculto. A mi me parece una forma de perjudicar a quien no puede subsistir de otra forma. El baremo no corresponde a las necesidades que hay en los barrios. Se me cae la cara de vergüenza cuando siendo un servicio público vienen las mujeres desesperadas y no la puedes ayudar.

Por otro lado, las madres que trabajan en sus casas no tienen derecho a escolarizar y es la pescadilla que se muerde la cola. Ser ama de casa no se considera un trabajo. El resultado es que las madres están agotadas. Muchas de ellas están diez horas de pie y no las dejan descansar.

¿Actúa la escuela como compensadora de las desigualdades?

Hacemos lo que podemos, pero la escuela sola no es suficiente para compensar desigualdades. La desigualdad no puede remediarse solo desde los centros educativos, porque estas niñas y niños vuelven a sus casas a diario, a su barrio a su vida. Sabemos que estas niñas y niños que hoy cuidamos serán expulsados en su mayoría del sistema educativo. A aquellos que necesitan más la escuela, se les alejará de ella y verán negado ese derecho a la educación que les debería acompañar toda la vida.

¿Cómo tendría que ser la educación infantil?

La Educación infantil es una etapa muy vapuleada por todos los gobiernos y las leyes educativas. Es la etapa más ignorada, la menos conocida e incomprendida de todas, no solo por las políticas educativas, sino por las propias familias, los profesionales del resto de las etapas y la sociedad en general. Es muy difícil que se entienda que no somos guarderías, y que cada actividad que realizamos en la Escuela Infantil tiene un carácter educativo. Que educamos y no guardamos, porque con este término privamos a las niñas y niños de sus derechos más elementales.

Hay muchos niños y niñas que vienen a nuestra escuela con muy pocas habilidades sociales y eso también lo tenemos muy en cuenta

Nuestra metodología está centrada fundamentalmente en el juego. Las niñas y niños de estas edades aprenden jugando, pero el juego debe ser seguro y en las mejores condiciones. Por eso creamos situaciones de experiencias que sean favorecedoras del aprendizaje y el desarrollo, de ambientes que aporten seguridad y en los cuales se establezcan unas normas claras y unos límites precisos, con actividades contextualizadas, siempre partiendo de las necesidades y los ritmos de los más pequeños.

Este juego lo deben hacer con los demás y esa interacción la creemos también esencial en educación infantil, el estar con otros/as, el cuidarnos, respetarnos… Hay muchos niños y niñas que vienen a nuestra escuela con muy pocas habilidades sociales y eso también lo tenemos muy en cuenta. Cada curso debemos de realizar talleres para fomentar esto dentro de nuestro programa.

¿Si pudiera diseñar su escuela cómo sería?

Sería un espacio compartido, donde las niñas y niños fueran los verdaderos protagonistas. Un espacio rico en estímulos, acogedor, con mucha luz, cálido y sin prisas. Que conectase con las necesidades infantiles. Un lugar que proporcionase seguridad afectiva y vínculos seguros, necesidad de movimiento y acción, de juego espontáneo, la necesidad de vivir emociones y de afirmar el deseo de crecer.

¿Un momento en el que recuerde haberse sentido feliz en la escuela?

Cuando han llegado las familias después de la pandemia y me decían “¿te puedo dar un abrazo?”. En general, los niños y niñas, a diario, compensan con creces todos los malos ratos que se pasan.

Fuente e imagen: ctxt

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El machismo mata, el negacionismo mata, el patriarcado mata

Por: Ángela González, Itziar Prats, Ruth Ortíz

Un hombre, asesina a sus hijas Olivia y Anna, provocando el mayor sufrimiento que existe a su madre, Beatriz.


Y de nuevo nos preguntan a las víctimas. ¿Qué está fallando?

Un padre maltratador no es un buen padre, ni un buen marido, ni un buen hombre. En algunos casos llega a ser el asesino de su mujer y/o de sus hijos e hijas. Ya son demasiados asesinatos para continuar mirando hacia otro lado. Dejemos de preguntarnos qué hacer y actuemos.

No se nace machista, se aprende a serlo. Se trasmiten de generación en generación los mismos patrones, las mismas pautas, que marcan que los niños tienen que ser fuertes y valientes y las niñas sumisas y protectoras.

La única solución es no lanzar a la sociedad hombres y mujeres machistas que acepten con normalidad y den continuidad al patriarcado. Es educar en el respeto y no en la sumisión, ni el sometimiento. Es entender que somos personas diferentes, aunque complementarias, etc. Y ser ejemplo de ello para que desde la infancia lo aprendan, de manera natural, hijos e hijas.

Pero esto no se cambia de un día para otro. Solamente cuando haya generaciones y generaciones, educadas en la igualdad, terminaremos con esta lacra. Por eso es importante empezar, ya, a implantar en los centros educativos y en todos los niveles de formación, un sistema educativo basado en la igualdad y el respeto entre personas. Solo así lograremos un cambio en nuestra sociedad.

A corto plazo tenemos que hacer hincapié en varios aspectos:

El trabajo de los profesionales que trabajan en violencia de género. Estos profesionales tienen que estar formados adecuadamente en violencia de género y tener, en todas sus intervenciones, una perspectiva de género que les permita conocer las particularidades de estos casos.

Sin esta formación no deben estar trabajando con personas, ya que de lo que aquí hablamos es de vidas, de vidas de personas.

1.098 mujeres víctimas mortales contabilizadas desde 2003 en España.

Los y las menores que sufren maltrato deben ser la prioridad por su especial vulnerabilidad. No nos vamos a cansar de repetir que hay que escucharles, que tienen mucho que decir y que de lo que se está hablando es de sus vidas. A ellos y ellas también hay que respetarles. Y hay que hacerlo dándoles prioridad ante los agresores.

Hay que escucharles en entornos adecuados y de forma adecuada a su edad, por profesionales con formación específica. No, no vale cualquiera.

Los niños y las niñas son el principal objetivo en la violencia vicaria. Pasan de ser hijos e hijas a instrumentos para producir dolor a la madre. Y así es como dejan de verlos como personas. Esta «despersonalización» facilita cualquier tipo de agresión, incluso la más cruel y perversa, el asesinato. ¿Cuál es el mayor daño que se puede provocar a una madre?

Este debería ser el motivo principal por el que se debe retirar de forma inmediata la custodia a un hombre que ejerce violencia de género. Repetimos, un padre maltratador no es un buen padre, en ningún caso.

Cuando se pone una orden de alejamiento a un agresor, sería más eficaz y más justo controlar al agresor, que es el que provoca el daño, en lugar de a la víctima. Actualmente se les pone doble castigo a las víctimas: el miedo a su agresor y la limitación de las salidas y entradas bajo control.

Si se tuviera control sobre el agresor la víctima podría tratar de darle normalidad a su día a día. Tarea que ya es muy complicada por el daño que ha sufrido. ¿Por qué hay que añadir más daño?

Hay que prevenir sin contemplaciones. Es urgente. Algo, o más bien mucho, está fallando en esta sociedad cuando menores están siendo asesinados por aquellos en los que confían y los deben proteger. Y algo peor aún, no se hace nada por evitarlo.

Algo sangra en esta sociedad, ¿nos vamos a quedar sin actuar?

Toda la sociedad debe implicarse y actuar frente a cualquier tipo de violencia y mucho más cuando se dirige hacía menores.

Dejemos de preguntarnos por qué y actuemos.

ÁNGELA GONZÁLEZ, ITZIAR PRATS Y RUTH ORTIZ son madres víctimas de la violencia vicaria

Fuente e imagen: https://blogs.publico.es/dominiopublico/38578/el-machismo-mata-el-negacionismo-mata-el-patriarcado-mata/

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El amor no hace daño

Por:  Eliana Soza Martínez

Las noticias cada día nos dejan más alarmados, especialmente por los crímenes cometidos hacia los grupos vulnerables, en este caso las niñas y niños, quienes se ven afectados por todo tipo de violencia. La peor es el infanticidio, cometido dentro del seno de los hogares en la mayoría de los casos.

Estos hechos los vemos todos los años y los casos que se presentan en Bolivia cada vez son más espantosos. Pensemos en los niños que fueron ahogados por sus propios padres en Sucre, hace unos días. Parece ser que la situación se agravó en el tiempo de pandemia, cuando la educación se realiza desde casa.

Esto puede llevarnos a una amplia reflexión, empezando por la necesidad de mejores políticas de protección a este grupo etario; o por otra parte, la premura de castigos más duros a los victimarios. Sin embargo, creo que como sociedad y ciudadanos de a pie tenemos que ir a un nivel más profundo de meditación. Por ejemplo, preguntarnos: ¿cuáles son las características de la educación que damos a niños y niñas?

¿Por qué hablo de la educación? Pienso que venimos reproduciendo un modelo “adultocentrista” en nuestro estilo de vida. Lo que hacemos y todo lo importante se centra en los adultos; por tanto son ellos quienes detentan el poder sobre los demás, en este caso los menores. Al tener esta potestad, creen poseer vía libre de cometer cualquier abuso. Ven eso como algo natural, ya que cuando fueron niños es probable que hayan sufrido la misma violencia, y ahora al ser mayores es como si hubieran ascendido de rango, teniendo el derecho de abusar de los pequeños.

Me parece también que los victimarios son personas que no aprendieron a gestionar sus emociones ni sentimientos; que se caracterizan por un comportamiento impulsivo. Así mismo, la falta de comunicación e interacción con los menores, mezcladas muchas veces con el alcohol y otras enfermedades, son las que llevan a que se ejerza violencia contra los infantes. Otro aspecto que demuestra lo “adultocentrista” de la sociedad es que no se cree a un niño o niña al informar sobre un abuso. Sólo cuando estos traen consecuencias físicas se hace una denuncia. Finalmente, lo alarmante es que las vejaciones se den en el ámbito familiar, lo que se traduce en que uno de los lugares más peligrosos es el propio hogar.

¿A qué se debe esto? ¿Por qué los que tendrían que proteger, cuidar y dar amor llegan a hacer tanto daño? No soy una especialista ni una científica para responder estas preguntas desde la ciencia; sin embargo quiero compartir con ustedes lo que yo pienso. Lamentablemente muchos conceptos son enseñados, aprendidos y vividos de forma errada en nuestras familias, por ejemplo los del amor, la pertenencia y la sexualidad.

El amor no es un valor que se lo enseñe de manera sana, ya que como lo hemos desdibujado en chistes y otros, todavía muchas mujeres entienden que la violencia es una manera de demostrarlo, por eso es tan común escuchar “me pega porque me quiere” y eso es lo que estamos transmitiendo a los pequeños. De la misma forma la pertenencia. ¿El ser amado nos pertenece? Pienso que muchos responderían “sí”; por lo tanto, se puede hacer cualquier cosa con esa persona porque es de nuestra propiedad. Finalmente, la sexualidad. Existen tantas instancias públicas y privadas preocupadas por una educación de este tipo que se centra solo en el uso de preservativos para evitar embarazos no deseados. Cuando los problemas dentro de los hogares van mucho más allá, pues los adultos sienten que pueden ejercer su dominio sobre los infantes a través de su sexualidad. Por lo que en realidad se necesitaría una educación sexual enlazada con la gestión de emociones para así controlar impulsos y darse cuenta de que no los hace fuertes lastimar a los débiles.

En conclusión, pienso que el tema de violencia en contra de los niños y niñas tiene aristas de las cuales no se está hablando, por lo que es más difícil encontrar soluciones estructurales de fondo, y de prevención. Insisto que necesariamente pasa por la educación a todo nivel. Cada uno de nosotros puede contribuir a aquello, informándonos, deteniéndonos a pensar y analizar qué estamos enseñando a nuestros hijos y qué están aprendiendo, ellos dentro y fuera de los hogares. En especial concentrarnos en transmitir que el amor, por sobre todas las cosas, nunca causa daño ni es sinónimo de dolor.

Fuente e imagen: http://blogs.e-consulta.com

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España: Movimiento contra la Intolerancia detecta 59 incidentes de delito de odio racial, xenofobia y otras formas en 2020 en Castilla y León

El Informe Raxen critica que el año pasado «no se avanzó» en la leyes ni planes de acción contra el racismo y la intolerancia por un Gobierno «escasamente proactivo»

El Informe Raxen elaborado por Movimiento contra la Intolerancia ha detectado en 2020 en Castilla y León 59 incidentes de delitos de odio racial, xenofobia, racismo, antisemitismo, islamofobia, antigitanismo, homofobia y otras formas de intolerancia, discriminación y violencia. Entre otros, en esta ocasión destacan casos de estigmatización por haber padecido el coronavirus o ejemplos de ‘madrileñofobia’ cuando esta Comunidad contaba con altos índices de COVID-19. Este informe, que se publica anualmente desde 1995, se ha consolidado y ofrece datos para «investigar, analizar incluso proponer políticas de prevención criminal y de apoyo a las víctimas».

A su juicio, durante el año pasado «no se avanzó» en objetivos como la Ley de Igualdad de Trato ni la Ley contra los Delitos de Odio, ni en un Plan de Acción contra el Racismo y la Intolerancia, todo ello a causa de un Parlamento y un Gobierno «escasamente proactivos al respecto». Estas reivindicaciones «no encontraron eco, pese a las advertencias de los organismos europeos que detectan como factores inquietantes en toda Europa: la xenofobia, el antisemitismo y la polarización ideológica».

El Informe Raxen admite que en España la situación relativa es «mejor» que en otros países europeos, pero sin embargo la monitorización realizada la sitúa en el entorno de los 700 incidentes o hechos relacionados con este tipo de delitos en 2020. Persisten signos «inquietantes», señala el documento, al que tuvo acceso Ical. La Comunidad con mayor cifra es Cataluña, con 129 incidentes, seguida de Andalucía (88), Madrid (85) y Valencia (70). Posteriormente, Castilla y León, con 59, País Vasco, con 46, Navarra, con 37, Baleares, con 30, Aragón, con 27, y Murcia, con 21. El resto suman en torno al centenar, si bien se observan casos en todas las autonomías. Movimiento contra la Intolerancia lamenta que «solo se denuncia entre un 10 y un 15 por ciento de los hechos», con lo que se estiman entre 4.000 y 6.500 en España al año.

Como conclusión, el Informe Raxen advierte de que a esta situación «no se está prestando la debida atención social e institucional», con lo que «aumenta la presencia del discurso de odio en internet y redes sociales; el mensaje xenófobo y de las organizaciones extremistas europeas se difunde en España; y se constata el crecimiento de odio ideológico y de hispanofobia».

Fuente: https://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-movimiento-contra-intolerancia-detecta-59-incidentes-delito-odio-racial-xenofobia-y-otras-formas-2020-castilla-y-leon-202106101736_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

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CONADU Histórica se suma a la Encuesta Nacional sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo en la Argentina

Por: CONADU-Histórica 

Desde la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, conformada por las tres Centrales Obreras de la Argentina y que articula acciones y debates en torno a la defensa de los derechos y el trabajo digno para el conjunto de lxs Trabajadorxs, se avanzó sobre una propuesta preliminar elaborada en conjunto con la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y la OIT (Organización Internacional del Trabajo) para el desarrollo de un estudio cuantitativo sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo.

La Oficina Regional de la OIT en Argentina, en vista de las prioridades identificadas por el Convenio N⁰ 190 y la Recomendación N⁰ 206 de contar con más y mejor información sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, definió como prioritario apoyar a la Red Intersindical en esta iniciativa. Es así que desde la CTA Autónoma (integrante de la Red) se convocó a las organizaciones de base a sumar los esfuerzos para apoyar esta iniciativa tan importante para la instrumentación del Convenio 190 de la OIT en todos los ámbitos del mundo del trabajo, y cuya articulación se viene impulsando en la Comisión Tripartita con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

En ese marco, nuestra Federación CONADU HISTÓRICA suscribió un Acta Compromiso de Cooperación con la Universidad Nacional de Avellaneda para la concreción de la encuesta en el sector Docente Universitario y Preuniversitario. El estudio se llevará a cabo mediante la implementación de un cuestionario, el cual será online y autoadministrado por lxs trabajadorxs.

El pasado jueves 27 de mayo se realizó la primera reunión por la Encuesta, de la que participaron las organizaciones de la Red (conformada por 106 sindicatos, federaciones y confederaciones de la CTA Autónoma, la CGT y la CTA de los Trabajadores), el equipo técnico de la UNDAV, responsables de la Oficina Regional de OIT en Argentina y del Ministerio de Trabajo, con el objetivo de dar inicio a la instrumentación del estudio en los distintos ámbitos. Por CONADU HISTÓRICA participó la Secretaria Adjunta, Claudia Baigorria.

Desde nuestra Federación, saludamos esta iniciativa y nos sumamos junto al conjunto de las organizaciones en la convicción de que un mundo del trabajo libre de violencia y acoso es necesario para mejorar las condiciones de vida de las y los trabajadores. Estos objetivos están en armonía con lo establecido en nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, cuando asumimos el compromiso conjunto de “impulsar todas las acciones tendientes a evitar cualquier situación de violencia laboral. A tal fin, la Institución Universitaria debe velar para que en su ámbito no se produzcan situaciones de acoso laboral y/o mobbing y/o acoso sexual” (Art. 22:: Erradicación de toda forma de violencia laboral). En el mismo sentido, el Art. 23 expresa el compromiso de Erradicación de toda forma de discriminación.

El próximo martes 1 de junio se realizará una nueva reunión, esta vez solamente con las federaciones y sindicatos nacionales a efectos de precisar el método de muestreo en cada sector.

CONADU Histórica se suma a la Encuesta Nacional sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo en la Argentina

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ONU: El aliado del sida. El machismo tiende a aumentar el número de enfermos con el VIH

El machismo tiende a aumentar el número de enfermos con el VIH

La discriminación de género aumenta el riesgo de las mujeres ante el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, advirtieron expertos de la Organización de la ONU.

«Las mujeres están alcanzando y superando rápidamente la cantidad de hombres infectados» por el VIH, según Wariara Mbugua, del Grupo de Tema de Género del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP).
Carol Bellamy, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), destacó que las mujeres y las jóvenes son las más afectadas por la pandemia.

«Un elemento clave en la expansión de la pandemia de VIH/sida es el hecho de que las mujeres y las niñas no están en condiciones de exigir con éxito su protección (de la enfermedad) ante el poder masculino», dijo Bellamy.

Peter Piot, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), dijo que la violencia contra las mujeres está muy vinculada a la pandemia.

La violencia pone de manifiesto el riesgo que representan el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual cuando interfiere con la capacidad de la mujer para exigir el uso de condón en las relaciones sexuales.

En muchas sociedades, incluso plantear el tema del condón resulta complicado ya que estos suelen asociarse a la promiscuidad, la infidelidad y la prostitución.

Según cifras del FNUAP, la desigualdad de género con respecto a la tasa de infección es más pronunciada en los grupos más jóvenes, sobre todo entre los menores de 20 años.

Entre uno y dos tercios de las víctimas conocidas de ataques sexuales son menores de 15 años, según cifras de la Universidad Johns Hopkins. Estas mismas jóvenes y mujeres también son quienes cuidan de los seres amados que padecen el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Mbugua dijo que la pobreza y las crisis económicas representan una carga más para las mujeres y niñas que cumplen funciones vitales en sus familias y comunidades afectadas por la pandemia.

«El sida sigue siendo un tabú… en algunos países», dijo el embajador Richard Holbrooke, de Estados Unidos, en una reunión conjunta que el Consejo Económico y Social y el Consejo de Seguridad celebraron el lunes.

El silencio y la ignorancia con respecto del VIH/sida seguirán acelerando la propagación de la enfermedad a menos que se adopten estrategias para profundizar los programas de educación sobre la misma.

Yai Constance, de Costa de Marfil, habló de cómo progresó su país en elevar la conciencia del gobierno sobre los temas relacionados con la mujer.

Sida en números

En Costa Rica, de 1983 a 1999 se registraron 1.736 enfermos de sida, estas fueron sus vías de transmisión:

Homosexual 801

Heterosexual 384

Bisexual 287

Sin información 151

Hemofilia 45

Perinatal 29

Transfusión 20

Droga intravenosa 19

Fuente: Departamento de Control del Sida, Ministerio de Salud.

Fuente de publicación; https://www.nacion.com/archivo/el-aliado-del-sida/U3GNRVUNDVH3HPQGBR7QRYLTVQ/story/

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