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Unicef denuncia que la mitad de los niños de Sudán del Sur sufren desnutrición

Sudan del Sur/17 de Diciembre de 2017/La Sexta

Sudán del Sur está en vías de convertirse en una «tragedia» para los niños, ya que la mitad de la población infantil sufre desnutrición y es víctima de un conflicto que cumple ahora cuatro años. Es la alerta que lanza Unicef, departamento para la infancia de la ONU.

«Ningún niño debería experimentar jamás estos horrores y privaciones», afirmó Leila Pakkala, directora regional de Unicef en África oriental y meridional, y señaló que «los de Sudán del Sur lo están sufriendo a diario. Estos niños necesitan urgentemente un entorno de paz y protección».

En el informe «Childhood under Attack», Unicef recogió testimonios de adolescentes, como Yangdé -cuyo nombre fue modificado-, de 17 años, que relató que no tenían nada en casa, «ni comida», y por eso pensó que era mejor unirse a los rebeldes y «luchar contra el Gobierno».

Sudán del Sur está sumido en una guerra civil que estalló en diciembre de 2013 entre las fuerzas del presidente, Salva Kiir, de la etnia dinka, y las del entonces vicepresidente, Riek Machar, de la tribu nuer.

Ambas partes firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015 que llevó a la creación de un Gobierno de unidad nacional, pero en julio de 2016 rebrotó la violencia, que ha causado miles de muertos y de desplazados y ha llevado el país al borde de la hambruna.

«Estamos hablando del país más joven del mundo, donde gran parte de los niños solo han conocido el conflicto y la violencia», adujo Javier Martos, director ejecutivo de Unicef Comité Español. «Durante este año varias partes del país han sufrido una hambruna que ha puesto aún más al límite a la población.

No podemos permitir que Sudán del Sur caiga en el olvido», insistió. Según Unicef, casi 3 millones de niños están en situación de grave inseguridad alimentaria y más de un millón sufre de desnutrición aguda, mientras que más de 2.300 niños han perecido o resultado heridos desde que el conflicto comenzara, y han registrado cientos de casos de violaciones y agresiones sexuales.

Asimismo, cifró en dos millones de niños los que se encuentran sin escolarizar y, si la situación actual se mantiene, «es probable que solo uno de cada 13 niños acabe la escuela primaria«, advirtió.

Por último, Unicef hizo un llamamiento a las partes en conflicto para que se permita el acceso sin restricciones a las zonas donde se necesita ayuda urgente, y recordó que su trabajo se realiza en un país que se encuentra entre los más peligrosos del mundo para los cooperantes porque desde que comenzó el conflicto, 95 trabajadores humanitarios han sido asesinados, 25 de ellos este año.

Fuente: http://www.lasexta.com/noticias/internacional/unicef-denuncia-que-mitad-ninos-sudan-sur-sufren-desnutricion_201712155a338eec0cf22cef518d575b.html

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El Salvador: Organizaciones combaten la violencia con educación

17 Diciembre 2017/Fuente:elsalvador /Autor: Gadiel Castillo

“Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven” dice Nelson Cruz, director ejecutivo de Fusalmo»

Manuel Sandoval (nombre ficticio) habita en el reparto Las Margaritas, una área catalogada como de las más peligrosas de Soyapango, zona donde las pandillas acechan contra los jóvenes con la intención de seducirlos para que ingresen a estos grupos delincuenciales.

“Muchos de los que fueron mis amigos en la niñez, con los que jugábamos en la calle e íbamos a la escuela, ahora están involucrados con las maras, algunos de ellos están en las cárceles y otros ya están muertos”, manifiesta el joven Manuel.

De acuerdo con el informe “La nueva cara de las pandillas callejeras: El fenómeno de las pandillas en El Salvador”, basado en una encuesta realizada entre pandilleros y expandilleros, presentado en marzo de este año, el 62.4 % de los jóvenes que se han unido a las pandillas o maras en El Salvador lo hicieron por “ocio” o “amistad.

El 45.7 % de los “mareros” se unieron a la pandilla porque “les gustaba pasar el rato con otros jóvenes y pandilleros”, y el 16.7 % porque el grupo les proporciona “amigos cercanos y hermanos”.

Otro 9.1 % los hizo “por huir de casa”, el 7.5 % “por venganza” y el 5.2 % y 4.9 % para “tener recursos” económicos y para “tener respeto”, respectivamente. Solo el 4.4 % ingresa porque es “forzado”.

En el 2014, Sandoval fue beneficiario del proyecto “Nación Audiovisual”, un eje de Programa Juvenil Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB) de la Fundación Salvador del Mundo (Fusalmo) que desde el 2004 desarrolla proyectos como este en el Polideportivo España en Soyapango.

Sandoval cuenta que el PIJDB le cambió su perspectiva de vida, le enseñó cómo actuar frente a los problemas de violencia que se viven a diario en la zona donde reside. “En Nación Audiovisual aprendí diseño gráfico y otras áreas relacionadas con la tecnología, acompañado de mis clases también recibía clases de cultura de paz”, agrega.

El beneficiario comenta que el ambiente que se vivía en el programa y todo el conocimiento proporcionado hizo que encontrara en el PIJDB otra familia, motivo por el cual decidió devolver parte de lo que había recibido.

Ahora Sandoval pertenece a la Red de Juventudes de Fusalmo, un colectivo integrado por jóvenes beneficiarios de los distintos programas que la institución imparte y en la que la mayoría se desempeñan como voluntarios.

“Mi experiencia como voluntario en Fusalmo ha sido muy excepcional porque de esta forma aporto algo de lo que a mí se me dio. Fue mucha la ayuda que recibí pues me permitió salir de mi zona de confort”, afirma.

Al igual que Sandoval más 70,000 estudiantes han sido beneficiados por Fusalmo, desde el 2004, a través de la educación como una herramienta para prevenir la violencia, enfocada en jóvenes que se encuentran en condiciones de riesgo y limitaciones socioeconómicas.

Esta fundación desde hace más de doce años, apuesta al Programa Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB), que constituye una oferta educativa complementaria al sistema educativo formal del Ministerio de Educación.

Ante las limitaciones experimentadas en ciudades importantes por su densidad poblacional y la problemática de violencia que enfrenta la niñez y juventud, las cuales se encuentra amenazada por condiciones de vulnerabilidad económica y social es que este tipo de iniciativas toman relevancia.

El Programa se desarrolla en los tres polideportivos Don Bosco, en las principales ciudades del país Soyapango, San Miguel y Santa Ana.

A lo largo de estos más de 12 años de servicio de la Fundación se han beneficiado un promedio de 100 escuelas de la zona, ubicados en áreas conflictivas, que no cuentan con espacios para el deporte y que carecen de centros de cómputo.

Colonias como: Las Margaritas, La Campanera, 14 de Diciembre, Prados de Venecia, Guadalupe, San José, Altavista han sido algunas de las que forman parte del proyecto y en el que sus estudiantes una vez por semana hacen uso de las instalaciones del Polideportivo para educarse en el programa que más se adecue a ellos.

De acuerdo con el director ejecutivo de Fusalmo, Nelson Cruz el PIJDB complementa las acciones correspondientes a la escuela, como la educación física, la educación tecnológica y la educación en cultura de paz con atención a la familia.

“El programa contribuye así, desde el enfoque de los derechos humanos y el carisma salesiano, a través del sistema preventivo, a brindar educación en sectores donde las escuelas tienen limitaciones en su infraestructura, sus espacios y de recursos que no les permite desarrollar todas las áreas de formación importantes para el desarrollo de la niñez y la adolescencia” asegura Cruz.

De acuerdo con esta fundación la educación debe ser integral, que atienda la dimensión humana de los jóvenes, que fortalezca su espiritualidad como personas y que los aliente a ser protagonistas de su desarrollo en medio de su contexto de vida, aun cuando este pueda ser adverso.

Estos aspectos, en conjunto, hacen que la educación se convierta en un recurso para prevenir la violencia.

Fusalmo se enfoca en las áreas educativas de tecnología, cultura de paz, orientación vocacional y educación física.

A juicio del director, estas responden a las necesidades y demandas de formación de los jóvenes, además son áreas educativas que los centros escolares públicos no logran desarrollar debido a las limitaciones de infraestructura y recursos que no poseen.

Otro de los ejes educativos muy significativos según el testimonio de Sandoval es cultura de paz, el cual brinda los fundamentos para sensibilizar a los jóvenes en la prevención de la violencia y en el fomento de una convivencia pacífica.

Es por esto que los aprendizajes están orientados a que los jóvenes identifiquen las expresiones de violencia y a ser más protagonistas de su desenvolvimiento y en su relación con su entorno.

“Uno de joven es más vulnerable ante esos problemas, vivo en una zona asediada por la violencia, conocer el programa me permitió llevar una vida diferente a la que llevan muchos de los jóvenes que crecieron conmigo”, comenta Sandoval.

Impactos

De acuerdo con algunos jóvenes el alcance de este programa ha incidido al interior de sus familias y en el centro escolar a los que asisten.

Un impacto que es común entre los jóvenes es haber aprendido a valorarse más a sí mismos, a sentir amor propio y sentirse personas capaces de lograr cosas para su vida.

A juicio de Cruz en el entorno que se desenvuelven estos jóvenes, es sumamente importante fomentar la autoestima, ya que esta es un recurso que les permite hacerle frente a las condiciones desfavorables que experimentan.

Otro elemento clave es la sensibilización hacia las diferentes manifestaciones de violencia y la concientización de asumir una actitud en contra de ella y actuar de forma pacífica.

Es evidente que erradicar la violencia es una meta compleja para procesos educativos complementarios en los jóvenes. “Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven”, enfatiza Cruz.

Transformando vidas a través de la educación

El programa Supérate guarda similitudes con el PIJDB ambos nacieron en el año 2004 y han encontrado en la educación un mecanismo de ayuda para los jóvenes de escasos recursos económicos y que se ubican en zonas con altos índices delincuenciales.

Supérate es un programa que va enfocado a educación, a transformación de vidas y a prevención de la violencia. Los jóvenes permanecen de lunes a viernes por cuatro horas. Eso significa que estudian a tiempo completo.

Para el Director General del programa, Arturo Sagrera, en muchas ocasiones los jóvenes caen “en caminos equivocados”, debido a la falta de oportunidades, “por eso en el programa buscamos brindarles oportunidades como una opción de invertir su tiempo en actividades provechosas”.

Supérate fue creado en por la Fundación Sagrera Palomo e Hilasal como una iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial. El programa cuenta con siete centros a nivel nacional, dos en Panamá y uno en Nicaragua. Hasta la fecha esta iniciativa ya graduó a casi 2,000 jóvenes y tiene activos a un total de 1,988 alumnos en el país.

Para ser parte del programa los jóvenes deben pertenecer al sistema de educación pública. La beca es para tres años. Jennifer Calles, de 15 años, es beneficiaria de Supérate, y lleva un año estudiando las materias de Valores, Inglés, Computación y Matemáticas. “Todo tiene que ver con la responsabilidad y compromiso con el programa, se lleva una gran presión tanto de la escuela como de acá, porque en los dos nos exigen bastante, pero creo que es un buen manejo de la organización de la persona para poder llevar las dos cosas al mismo tiempo”, agregó.

Según un estudio de esta organización, del total de graduados, actualmente el 55% sólo estudia, el 42 % estudia y trabaja y 8 % solo trabaja.

De acuerdo con Sagrera, el programa es auspiciado por empresas y fundaciones salvadoreñas que están comprometidas con el desarrollo económico y social del país, entre ellas ADOC, Hilasal, CASSA, Fundación Poma, Industrias Merlet y Fundación Raíces. El proyecto cuenta con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, a través de USAID, y de Microsoft.

Cada centro escolar patrocinado ejecuta capacitaciones para alumnos y maestros en las áreas de inglés, computación y valores de forma complementaria, y paralela a los estudios de instituciones públicas.

Al finalizar el programa, obtienen certificaciones internacionales que garantizan un dominio avanzado del Inglés y el manejo eficiente de las herramientas de Microsoft Office.

Fuente de la noticia: http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/430302/organizaciones-combaten-la-violencia-con-educacion/

Fuente de la imagen: https://cdn-pro.elsalvador.com/wp-content/uploads/2017/12/Supérate

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Nuevas violencias sociales, ¿qué dice la escuela?

Por: Julio Rogero

En nuestra sociedad, la sociedad neoliberal de rendimiento, el sujeto de rendimiento parece libre, ejerce violencia sobre sí mismo y se autoexprime hasta límites insospechados.

La violencia escolar, plasmada en el acoso, el ciber-acoso, las agresiones físicas, la disrupción en el aula y en otras formas visibles, hoy se hace intolerable para el conjunto de la comunidad educativa y para la sociedad. Cada vez que se hace público algún hecho de este tipo en los medios de comunicación la repulsa colectiva es generalizada. Todos reconocemos que muchas de estas violencias en la escuela son reflejo de las que se dan en la sociedad de forma habitual. Pero no son esas las que quiero considerar en este breve artículo. Hay otras violencias un tanto invisibles, poco analizadas y sobre las que la sociedad actual y la escuela dicen muy poco o nada, pero son protagonistas en ellas. Esas provienen del exterior de nosotros mismos o que nosotros mismos provocamos sobre otros.

Aunque la violencia parece que permanece constante, cambia en sus manifestaciones. Hemos pasado por diferentes estados a lo largo de la historia: el de la violencia de las sociedades arcaicas basada en la muerte; la sociedad donde los soberanos ejercen la violencia sangrienta como castigo a los súbditos por transgredir la ley; en la modernidad la violencia brutal se va retirando y haciendo cada vez menos visible, “se esconde pudorosa”, a la vez que se completa con el asentamiento de las sociedades disciplinarias y sus medios de represión y control. En nuestra sociedad, la sociedad neoliberal de rendimiento, el sujeto de rendimiento parece libre, ejerce violencia sobre sí mismo y se autoexprime hasta límites insospechados.

Son muchos los autores que analizan hoy las características de este tipo de sociedad con su violencia invisibilizada, que en la “sociedad de rendimiento” produce el “sujeto de rendimiento” (Byung-Chul Han), responsable único de su propio éxito o fracaso, empresario de sí mismo, autoexplotado en la máxima precariedad, que se asiente en el sistema capitalista en su fase de neoliberalismo extremo. Es importante tenerlo en cuenta, porque sus manifestaciones se dan de forma similar en la institución escolar, como veremos más adelante.

Hasta hoy, la violencia física, que ha sido dominante, establece una relación dialéctica entre yo y el otro, el amigo y el enemigo, el igual a mí y el diferente-distinto, que lleva con frecuencia a la anulación-eliminación del otro. Hoy la violencia se centra en la modificación de nuestra subjetividad; ya no es material, es anónima; no es física es psíquica; no es negativa es positiva, es anónima, sistémica y coincide con la propia sociedad, por eso se hace oculta. Es una violencia autoproducida en el interior de la subjetividad humana, mucho peor que cualquier otra porque no se tiene conciencia de ella y, lo peor, la víctima se cree libre.

Estas formas de violencia predominan en la denominada “sociedad de rendimiento” neoliberal donde lo importante son los resultados. En ella se da la exigencia de permanecer en el éxito constante a través de mecanismos que llevan a sentirse requeridos a ser triunfadores, de competir con los demás a base de sacar lo máximo de sí mismo y autoexigirte para, siendo empresario de ti mismo, cubrir las expectativas del rendimiento social que se te exige. Los efectos son las enfermedades psíquicas del siglo XXI, entre otras están el agotamiento, el estrés o la depresión con sus efectos, con la autoagresión que pueden producir hasta llegar al suicidio. Un titular de hace unos días d’El Diari de l’Educació nos decía que el 42% de los ingresos en las urgencias psiquiátricas de en el Hospital San Joan de Déu (Barcelona) en 2015 son por conductas autolesivas.

Esta violencia aparece invisibilizada porque es estructural y sistémica. El sistema de vida producido en el seno del capitalismo salvaje actual lleva consigo la pulsión de muerte, que incorpora a sí mismo todas las formas de violencia, hoy también las internas ejercidas sobre nosotros mismos. Es un orden simbólico impuesto que la invisibiliza para que se perpetúe la dominación y la sumisión. Así se hace muy difícil que las víctimas tomen conciencia de esa violenta relación de dominio y lleva a la producción de la servidumbre voluntaria en las que se acepta acríticamente la sumisión al poder, al amo, a la autoridad, al sistema, al mercado o como quiera que lo denominemos, en sus viejas y nuevas formas de sometimiento.

Es la violencia que genera la actual cultura de la competitividad, y tanto la vida colectiva como la individual se basan en ella. Es la nueva forma de guerra de baja intensidad, sin sangre, de todos contra todos y, hoy especialmente, de cada uno contra sí mismo y a favor de sí mismo, ya que de lo que se trata es de triunfar y de ser programado y planificarse para ello.

También se manifiesta en la violencia que produce el miedo. Somos las víctimas de un miedo bien producido y administrado por el poder para clavarlo en nuestra subjetividad y en la vida cotidiana para que le pidamos que garantice nuestra seguridad a costa de nuestra libertad. El miedo hoy es un entorno que todo lo envuelve. Forma parte del medio en que vivimos. Es el miedo al fracaso, el miedo a no encontrar un trabajo digno, el miedo a no poder tener una vivienda en condiciones, el miedo a envejecer porque no se sabe qué será de las pensiones, miedo al otro (al vecino desconocido, al diferente, al inmigrante…), a una vida precaria, a no dar la talla, miedo a un futuro incierto, a no saber competir, a no tener un currículo competitivo, a caer en la pobreza, a no poder dar a los hijos lo que necesitan, el miedo al cambio climático, al colapso de una sociedad en quiebra, el miedo a nosotros mismos… Se aprovechan de todas las posibles amenazas para inculcar e inocular el miedo en nuestro interior. El desmantelamiento premeditado del Estado del bienestar está produciendo un malestar permanente ante las incertidumbres de un estado permanente de precariedad vital. Así hemos entrado, dice Paul Virilio, en el “nuevo gobierno de la inseguridad social”, y que “la gran violencia producida por el miedo es que impide vivir y ese es el peor de los asesinos”.

No pretendo hacer un desarrollo exhaustivo, pero nos quedan muchas violencias que presentar y analizar. Entre otras están: la violencia que niega los derechos humanos más básicos, cuyas víctimas son los más débiles de la sociedad; la violencia de género, que hay que combatir cada día con más decisión; y la violencia ecológica con sus correspondientes efectos de la violencia que el ser humano ejerce sobre la naturaleza: catástrofes naturales, extractivismo, agotamiento de los recursos. Ante un futuro tan incierto, la infancia es la máxima víctima de la violencia ecosocial.

Queda pendiente la pregunta sobre la respuesta que da la escuela a este tipo de violencias invisibles que, sin duda, también se dan en el ámbito educativo escolar. Algunos creemos que es donde se aprenden y así se modula el “sujeto neoliberal de rendimiento”. Es posible que no se sea consciente de ellas o que queden en un segundo plano ya que las que nos importan son las violencias visibles (acosos de todo tipo y otras) que nos escandalizan a todos y en las que todos hemos puesto nuestro máximo empeño en erradicar. Pero de esto hablaremos más adelante.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/12/14/nuevas-violencias-sociales-que-dice-la-escuela/

Fuente imagen: http://clarajusidman.com.mx/wp-content/uploads/2015/08/1er-Concurso-de-Grafitti-51-1021×575.jpg

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Ecuador registra 4.854 denuncias por agresiones sexuales a menores desde 2015

Ecuador/14 diciembre 2017/Fuente: RT Actualidad

El fiscal general ecuatoriano dio a conocer esa cifra durante su comparecencia ante los miembros de la comisión que investiga abusos en instituciones educativas.

Entre 2015 y 2017, fueron denunciados ante las autoridades judiciales de Ecuador 27.666 abusos, de los cuales 4.854 casos fueron agresiones sexuales a menores de edad, según informó el fiscal general de la Nación, Carlos Baca.

Este procurador brindó esa información durante su comparecencia ante los miembros de la Comisión Ocasional Aampetra, creada para investigar delitos de abuso sexual en el sistema educativo, reseñó El Telégrafo.

Fiscal  informa en Comisión @aampetra_AN que Fiscalía ha recibido 714 denuncias de delitos sexuales en niños, niñas y adolescentes en el ámbito educativo, entre los años 2015-2017

En su comparecencia, Baca detalló que la Fiscalía General cuenta con 226 puntos de recepción de denuncias y posee una Unidad de Peritaje Integral, que realiza cerca de 5.000 investigaciones anuales sobre niños y adolescentes.

De los 4.854 casos contra menores, 1.537 corresponden a 2015, 1.896 a 2016 y 1.421 a este año. En el sector educativo, que compete a la Aampetra, han sido denunciados 714 casos, los últimos 198 en lo que va de 2017.

A pesar de las cifras, Carlos Baca estimó que a este tema se le da «una importancia más grande de la que tiene»porque, si se comparan esos sucesos «frente al número de estudiantes», son «un decimal», citó Expreso.

Luego de esta acción, el ministro de Educación de Ecuador, Fander Falconí, presentó 74 nuevos sumarios administrativos para que la Procuraduría de su país inicie investigaciones contra docentes de instituciones educativas públicas.

Desde hace meses, el asunto relacionado con los abusos a menores está en la palestra pública de Ecuador; de hecho, será incluido en la consulta popular que ese país realizará en febrero de 2018.

En ese plebiscito, se consultará de manera específica: ‘¿Está usted de acuerdo con enmendar la Constitución de la República del Ecuador para que nunca prescriban los delitos sexuales en contra de niñas, niños y adolescentes?’.

Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/257490-abusos-sexuales-menores-ecuador

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Madres adolescentes de Cotonou (Benín), víctimas de abuso y rechazo, encuentran acogida en la Maison du Soleil

Benín/14 diciembre 2017/Fuente: Telecinco

Vanessa es beninesa, tiene 16 años y es madre de un bebé de 9 meses, Aicha. Se marchó de su casa para vivir con su tía y así tener un futuro mejor pero su vida se truncó cuando fue violada por un vecino y expulsada por su propia tía de la casa, al quedarse embarazada.
La joven recuerda su historia casi en un susurro. «No sabía a dónde ir y un hombre me habló del servicio de protección del menor», relata. Desde allí la trasladaron a la Maison du Soleil de Cotonou, una casa de las salesianas cuya construcción ha financiado Manos Unidas y donde viven un total de 10 niñas menores de 18 años, que han sido víctimas de abusos y violencia, con embarazos precoces y no deseados y que viven en una situación de desprotección y dificultad extrema. En la actualidad, tres de las menores acogidas han sufrido incesto, procediendo el abuso sexual, sobre todo, de los nuevos cónyuges de sus madres y de sus abuelos.
A través de la labor de psicólogos, asistentes sociales y médicos se ofrece a las jóvenes asistencia sanitaria, psicológica, educación sexual, asistencia jurídica -por ejemplo, para reclamar la paternidad–, se les enseñan sus derechos, cómo defenderse de sus agresores y se trabaja en su reinserción familiar, según explica el director de la casa, Micdadou Coulibaly.
Las jóvenes son acogidas durante su embarazo y con sus bebés, durante un periodo aproximado de 6 a 9 meses, hasta que se consigue garantizar su estabilidad. El problema aparece cuando llega el momento de ser reinsertadas y algunas de ellas no pueden por casos de malos tratos u otras dificultades familiares. «Me gustaría volver con mi madre pero hay muchos problemas», explica Vanessa entre lágrimas, al pensar que dentro de poco tiempo tendrá que abandonar esta casa que se ha convertido en su «hogar». En estos casos, alargan el periodo de estancia e intentan sensibilizar a la familia, según precisa Coulibaly.
A Vanessa le gustaría en un futuro poder montar su propio restaurante, al igual que Olga, de 18 años y madre de un niño de 18 meses, que ha conseguido levantar su propio negocio de jabonería tras pasar por la Maison du Soleil y por la Maison de l’Esperance. Olga se quedó embarazada y el padre del niño no quiso hacerse cargo, así que acabó en la casa de acogida de las salesianas de Cotonou. En abril se reintegró en su familia, en casa de su madre y dice que le va «genial» con su negocio, vendiendo jabones a sus familiares y a peluquerías.
«Hay esperanza», asegura Olga desde la Maison du Soleil a la que a veces vuelve para contar su testimonio a las demás chicas. Cuando sus coetáneas le preguntan sobre si es una vergüenza estar allí acogidas, ella niega rotundamente con la cabeza y anima a las jóvenes a seguir adelante junto a sus hijos, que durante esos primeros nueve meses de vida duermen seguros, comen, ríen, corren y juegan felices.
Olga es un ejemplo de lo que estas madres adolescentes y otros muchos niños y niñas de la calle pueden conseguir gracias a la Maison de l’Esperance (Casa de la Esperanza), ubicada junto a la Maison du Soleil, donde se ofrecen cursos de pastelería, panadería, jabonería y cocina. La directora de esta casa, Fanny Ogoun, explica que unos 60 niños y jóvenes de 14 a 20 años pasan cada año por estos talleres que tienen una duración de nueve meses, más otros tres de prácticas. Tras este periodo, reciben un diploma y les ayudan a redactar su currículo y a buscar empleo. Ogoun asegura que en torno a un 70 por ciento obtienen un trabajo.
VENDIDA PARA TRABAJO DOMÉSTICO
Por esta formación también pasó Abla, una joven de 17 años originaria de Togo que trabaja como pastelera en Benín. En el año 2008, cuando tenía 9 años, la secuestraron junto a su hermano y les vendieron en Nigeria. Ella fue comprada por una mujer para la que estuvo realizando durante cuatro años trabajos domésticos sin salir de la casa. Cada año, miles de niños son víctimas de trata y transportados fuera de las fronteras de Benín para realizar trabajos forzosos y peligrosos.
Algunas de ellas consiguen escapar de esta vida gracias a proyectos como el internado de las salesianas de Don Bosco en Benín, que en todos sus proyectos de acogida han ayudado a unas 20.000 menores en los últimos 16 años. Con su internado, cuya ampliación ha sido financiada por Manos Unidas, ofrecen un hogar a niñas de hasta 17 años que han sido víctimas de trata, explotadas o que han sufrido maltrato y abusos, hasta que encuentran a sus familias.
En el caso de Abla, fue el Servicio de Protección del Menor de la Policía de Benín el que entró en contacto con las salesianas de San Juan Bosco para contarles su caso. Así es como entró en el internado, donde ha vivido desde entonces hasta que este año localizaron a sus padres. Las salesianas habían recorrido once localidades y habían puesto anuncios en la radio. Al poco tiempo, el padre de la joven llamó al teléfono que escuchó a través del transistor. Llevaban buscándola desde 2008.
El pasado 27 de noviembre -que han acordado como el cumpleaños de la joven, ya que la familia no recuerda su fecha exacta de nacimiento–, se produjo el reencuentro en Benín, con dificultades de comunicación ya que la madre solo habla una lengua local que la menor no conoce. Si bien, de momento Abla solo quiere pasar un mes con su familia en Togo y volver a Benín, pues es allí donde tiene su trabajo como pastelera.
Además, teme que a su edad, si vuelve con sus padres, estos puedan concertarle un matrimonio forzado, otro de los principales problemas a los que se enfrentan las niñas beninesas. Este tipo de arreglos matrimoniales ocurren en un 34 por ciento de casos entre las jóvenes menores de 18 años de Benín. Además, el 8 por ciento de las menores de 15 años están casadas, según UNICEF.
En 2015, el Parlamento beninés aprobó el nuevo Código del menor que, entre otras cuestiones, pone fin a la impunidad de los matrimonios infantiles y juveniles y desarrolla líneas de actuación para sensibilizar sobre este problema. Sin embargo, ONG y religiosos que trabajan en el sector denuncian que el Gobierno no está destinando medios y recursos suficientes.

Fuente noticia: http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/Madres-Cotonou-Benin-Maison-Soleil_0_2482726056.html

Fuente imagen: http://img.europapress.net/fotoweb/fotonoticia_20171213153648_500.jpg

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La segregación racial sigue latente

Por: Telesur

En la actualidad todavía existen casos de segregación racial y que en países como Estados Unidos se agravan cada vez más con los hechos de violencia contra afrodescendientes.

Hace 50 años el líder sudafricano Nelson Mandela fue condenado a cadena perpetua por su lucha contra el apartheid, en un juicio en el que predominó la segregación por parte del Gobierno liderado por sudafricanos blancos.

Pese a que ha pasado medio siglo desde este acontecimiento, en la actualidad todavía se presentan casos de segregación -sobre todo racial- que no han podido ser vencidos por quienes luchan por la igualdad.

Conozca a continuación ¿Qué es la segregación y sus consecuencias en la actualidad?

La Organización de Naciones Unidas (ONU), determina que la segregación comprende cualquier acción que pretenda negar el derecho a la vida y a la libertad de las personas, divida la población por razas, impida que determinados grupos raciones participen en la vida social y torture o imponga condiciones vitales destinadas a la desaparición de personas.

De forma técnica, el término segregar significa apartar, separar a alguien de algo o una cosa de otra. Se puede decir entonces, que la segregación o segregacionismo es una política que está dirigida a segregar a grupos como: minorías racionales, mujeres, homoxesuales, minorías religiosas, entre otras.

El término se basa en determinar la separación basada en planteamientos de tipo racial, sexual, religioso, o ideológico.

Una problemática social

La segregación y más específica la segregación racial, representa una de las problemáticas sociales de mayor tradición en la humanidad, tomando como referencia al apartheid, un sistema instaurado en Sudáfrica y Namibia.

Este sistema institucionalizó la división entre blancos y negros en 1948. Con la llegada del Partido Nacional (PN) al poder se promulgaron leyes que establecían la división del país: zonas para negros y otras zonas para blancos, transporte público completamente segregado, entre otras restricciones que desfavorecían a la población de color.

Este sistema implicaba la separación de espacios y lugares para los diferentes grupos raciales, así como otorgaba el derecho exclusivo de la raza blanca para ejercer el voto y prohibía el matrimonio o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros.

Pero, no solo el caso del apartheid en Sudáfrica forma parte de los sistemas de segregación institucionalizados en el mundo. También destacan el sistema de castas de la India, los guetos de algunas ciudades de Estados Unidos, en los barrios de emigrantes de algunas ciudades europeas y también en Israel con la discriminación de palestinos en campos de concentración.

 | Mandela, ícono de paz y la unión en todo el mundo >>>http://bit.ly/1tVI9WC   

La segregación en la educación

La segregación se puede dar en muchos ámbitos de la sociedad, incluso en una misma comunidad donde existen varios grupos sociales. Tal es el caso de la educación.

En el ámbito educativo predomina la segregación social, ya que en algunos países, no se promueve el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como en la igualdad de trato y la no discriminación.

Este proceso en la educación implica la desigual distribución, entre las escuelas, de alumnos de diferentes condiciones sociales y económicas, así como también en el espacio urbano. Por ejemplo, en los sectores populares se concentran más escuelas técnico profesionales que en los sectores altos.

En países como Chile, está latente el tema de la segregación escolar, debido a que existen muchos colegios donde los ricos estudian con ricos y pobres con pobres, sin compartir entre ellos. Las leyes referidas a la educación no han permitido avanzar en la igualdad el tema educativo, sobre todo en lograr que el sistema sea gratuito y de calidad para todos.

Según cifras publicadas el 2011, Chile es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor segregación socio-económica a nivel escolar.

Estas acciones dificultan la efectividad de las políticas educativas que operan sobre la vulnerabilidad, pues la segregación agrega un efecto colectivo que promueve la exclusión social.

La segregación racial en escuelas de EE.UU.

La segregación racial se ha visto evidenciada en escuelas de Estados Unidos. Un proyecto de derechos civiles de la Universidad de California en Los Ángeles, la UCLA, hizo seguimiento de las tendencias a nivel nacional y descubrió que en el estado de Nueva York se encuentran las escuelas donde existe la mayor segregación del país.

“En 2010, en toda la ciudad de Nueva York, un 73 por ciento de las escuelas chárter (escuelas de gestión privada que se financian con fondos públicos) fueron consideradas escuelas apartheid y un 90 por ciento fueron consideradas como escuelas con un alto nivel de segregación (menos de un 10% de alumnos blancos matriculados)”.

Por otro lado, el Dr. Kenneth Clark y su esposa Mamie Clark, realizaron un experimento para una maestría llamado la Muñeca de Clark, a través del cual demostraron el daño causado por la segregación y el racismo sistemático en la autopercepción de los niños.

El estudio se centró en los estereotipos y la autopercepción de los niños en relación con su etnia. Descubrió contrastes entre los niños que asisten a escuelas segregadas en Washington, DC y los de las escuelas integradas de Nueva York.

Racismo e impunidad

En Estados Unidos, la segregación racial se ha convertido en una problemática grave que ha desatado una ola de violencia en contra de afrodescendientes, que representan sólo el 13 por ciento del total poblacional.

Pobreza, segregación y más presión policial sobre la comunidad afroestadounidense son los principales factores que demuestran la situación racial en este país.

En este caso, la segregación territorial y una desigual representación también dentro de las instituciones genera también impunidad en la mayoría de los casos que incluyen a afrodescendientes.

Un negro tiene aproximadamente seis veces más posibilidades de acabar en prisión que un blanco, y 2,5 veces más que un latino.

Además, 2 millones 500 mil personas se encuentran privadas de libertad en EE.UU., 41 por ciento de los presos estatales son afroamericanos. En el caso de prisiones federales, alcanzan el 44 por ciento.

Los afroamericanos representan 59 por ciento de los condenados y 74 por ciento de los que reciben cadena perpetua. Casos como Ferguson demuestran que la población afrodescendiente, además de persecución policial, sufre pobreza, segregación y una de las tasas de desempleo más altas del país.

 

Fuente: https://www.telesurtv.net/analisis/La-segregacin-racial-sigue-latente-20150611-0004.html

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Contra la violencia de género más educación y menos culpabilización

Por: Inter Press Service

Sally Mboumien todavía recuerda vívidamente el día en que apretó una piedra ardiente contra su pecho. En Bawok, una comunidad del oeste de Camerún, donde se crió, es una práctica habitual aplanar los incipientes pechos de las niñas con una plancha o un martillo calentados con carbón encendido.

Siempre escuchó que era bueno para las niñas porque las mantenía a salvo de los hombres. Cuando tenía 11 años, Mboumien aprovechó un día en que su mamá estaba ausente visitando a unos parientes para plancharse los senos con una piedra ardiente.

La alta temperatura lastimó su fina y delicada piel dejándole cicatrices negras. El insoportable dolor quedó solapado por el miedo. Aterrorizada, la niña no le mostró las heridas a nadie ni a su propia madre.

“Los 16 días se dan en un contexto de indignación mundial por la violencia y el acoso sexual. Es hora de actuar y poner fin a la violencia contra las mujeres”: Nanette Braun.

“Solo fui una víctima de la ignorancia”, contó Mboumien, ahora una de las principales defensoras de los derechos de salud sexual y reproductiva de niñas y jóvenes.

El alisamiento o planchado de senos  afecta a unas 3,8 millones de mujeres en el mundo, en especial en Camerún, Benin, Costa de Marfil, Chad, Guinea-Bissau, Kenia, Togo, Zimbabwe y Guinea-Conakry, pero no solamente.

Además, es una de las cinco expresiones de violencia de género menos denunciadas, según la Organización de las Naciones Unidas.

Es una práctica que expone a las mujeres que la padecen a problemas de salud como infecciones, quistes, daños permanentes en el tejido, cáncer, además de, por supuesto, la completa desaparición de uno o ambos senos.

Pero también es una flagrante violación a la integridad y a los derechos físicos y sexuales de las niñas.

En el marco de la Campaña Naranja de ONU Mujeres, Mboumien, fundadora de Acción Común para el Desarrollo de Género, realiza una gira por su país sensibilizando sobre este tema.

La Campaña Naranja contribuye a promover los 16 días de activismo contra la violencia de género, desde el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, hasta el 10 de este mes, Día de los Derechos Humanos.

El planchado de senos está realmente arraigado en muchas culturas locales, lo que la convierte en una costumbre difícil de erradicar.

Dignidad negada es violencia

A miles de kilómetros de donde está Mboumien, la defensora de los derechos de las niñas en el estado indio de Rajasthan, Bharti Singh Chauhan, también participa en la Campaña Naranja, en el marco de la cual se propone ver un filme.

En ese estado, casi 40 por ciento de las niñas se casan antes de los 18 años, lo que las aleja de la educación, en especial a las de las comunidades más marginadas. En ese contexto, ver una película es simbólico y, de hecho, un avance.

Su organización, Praveenlatha Sansthan, empodera a más de 100 adolescentes para que luchen contra el matrimonio infantil y el analfabetismo.

Las adolescentes procedentes de las familias más marginadas sufren distintos tipos de violencia como matrimonio infantil, abuso físico y psicológico, lo que repercute en su educación, pues abandonan la escuela de forma voluntaria o porque sus padres dejan de mandarlas.

La organización de Chauhan ayuda a las niñas a regresar a la escuela para que no caigan en el círculo de analfabetismo, pobreza, abuso y matrimonio precoz.

En ese contexto, ir al cine es todo menos trivial. De hecho, se sienten libres por un día.

“Las ayuda a salir de las cuatro paredes de donde viven, a olvidarse de sus dificultades cotidianas y a aprender algo de la película, en especial porque elegimos alguna que tengan un fuerte contenido social”, explicó.

“Por último, estar sentadas en una sala con otras personas, las ayuda a sentirse como debe ser: que no son menos que nadie y que tienen los mismos derechos que cualquiera”, añadió Chauhan.

En esta ocasión, vieron “Secret Superstar” (Estrella Secreta), un filme indio sobre una adolescente de familia musulmana que lucha por ser una estrella de rock, y como su padre se lo prohíbe, decide revelarse subiendo vídeos a YouTube.

“Queremos que las adolescentes crean en ellas mismas y en que pueden tener un sueño y alcanzarlo”, añadió.

Un mal común global

En todas partes del mundo las mujeres sufren acoso sexual y violación, golpes, violaciones de sus derechos humanos, pasando por la negación de sus derechos de salud, privacidad y libertad para elegir una pareja hasta el derecho a decir que no a los embarazados no deseados.

En el marco de los 16 días de la Campaña Naranja, muchas activistas y mujeres de a pie toman las calles para reclamar el fin de la violencia de género.

“El 3 de diciembre es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y aprovecharé esta oportunidad para hablar sobre ‘no dejar a nadie atrás’ y sobre la necesidad de garantizar una educación segura para todos”, recordó Celine Osukwu, quien aboga por los derechos de los discapacitados en la ciudad nigeriana de Abuya.

La maestra canadiense de Toronto, Tamarack Verall, de 68 años, también está entusiasmada de participar en la campaña, en el marco de la cual se reunirá con indígenas para trabajar sobre su derecho a un mundo libre de violencia.

La oficial de comunicaciones de ONU Mujeres, Nanette Braun, coincidió: “Los 16 días se dan en un contexto de indignación mundial por la violencia y el acoso sexual. Es hora de actuar y poner fin a la violencia contra las mujeres”, subrayó.

Educación, no condena

Activistas como Mboumian y Chauhan consideran que hay que aprovechar esta oportunidad para abogar por el fin de la violencia en todas sus formas.

“Para poner fin al ciclo de violencia, también hay que escolarizar a las niñas y darles la libertad que necesitan para alcanzar sus metas y que tengan la dignidad que se merecen para llevar una vida feliz”, subrayó Chauhan, quien recibió un premio de la Presidencia de India por su trabajo.

Por su parte Mboumien explicó que las campañas sociales de los países occidentales suelen ignorar las coyunturas locales y los contextos culturales de algunas prácticas violentas.

La violencia debe entenderse en el contexto local y los hombres deben involucrarse. La gente debe entender que la campaña no trata de matar tradiciones, sino de salvarlas para que no se vuelvan un instrumento desestabilizador de toda la sociedad.

Con el lema “No nos condenen, edúquennos”, Mboumien trata de difundir la idea de que la violencia de género no solo perjudica a un género, sino que debilita el tejido social e impide su avance.

“No creo en condenas. Condenar a una comunidad o a un grupo de personas por una práctica cultural no es la forma correcta de deshacerse de ella. Lo que necesitamos es que la gente comprenda por qué es mala, qué daños causa y buscar su colaboración para poner fin a una práctica dañina”, explicó.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/12/contra-la-violencia-de-genero-mas-educacion-y-menos-culpabilizacion/

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