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Una mirada a México y Centroamérica en seis documentales

Redacción: El País/31-10-2018

A través de FilminLatino pueden verse en línea un cortometraje y cinco largometrajes promovidos por el Estímulo Gabriel García Márquez del Instituto Mexicano de Cinematografía

Con la finalidad de abrir un espacio para la producción de cine documental narrado desde sus actores sociales al interior de las comunidades indígenas y afroamericanas en México y Centroamérica, en temáticas que van desde la migración y los pueblos indígenas, hasta la inclusión y transformación social o la participación ciudadana y la equidad racial, el Estímulo Gabriel García Márquez para la Creación Cinematográfica en México y Centroamérica fue lanzado en 2014 por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y la Ford Foundation.

Pies ligeros, de Juan Carlos Núñez (México, 2016)

Un fotograma de 'Pies ligeros'.
Un fotograma de ‘Pies ligeros’.

En los años noventa los corredores rarámuris Victoriano Churo y Cirildo Chacarito rompieron todos los récords de atletismo enfundados en largos vestidos floreados. Hoy siguen corriendo, incluso desde el olvido, para sobrevivir.

Artemio, de Sandra Luz López Barroso (México, 2017)

Una escena de 'Artemio'.
Una escena de ‘Artemio’.

Un pequeño de diez años nacido en Estados Unidos decide quedarse en México con su madre y su nueva familia. Aunque su origen está en otro país le es difícil sentirse parte de este lugar. Ambos personajes nos hacen mirar una realidad en donde la distancia con aquello que dejaron atrás se hace presente en cada llamada telefónica. Artemio plantea el fenómeno de la migración desde el punto de vista de un niño y su narrativa, llena de emotividad, muestra lo hermosa y sencilla que es la vida. Este cortometraje fue nominado al Ariel y ha participado en certámenes de la talla de Ambulante y el Festival Internacional de Cine de Morelia.

Sunú, de Teresa Camou Guerrero (México, 2015)

Un fotograma de 'Sunú'.
Un fotograma de ‘Sunú’.

A través del testimonio de pequeños, medianos y grandes productores de maíz en México, Sunú presenta un mosaico de historias que evidencian la actual amenaza que recae sobre el mundo rural y se sumerge al corazón de un país, donde los pueblos alientan su determinación a seguir siendo libres, a trabajar la tierra y cultivar sus semillas; a vivir su cultura y su espiritualidad en una sociedad que no les valora pero a la vez les necesita.

Gente de mar y viento, de Ingrid Eunice Fabián (México, 2014)

Una escena del filme de Ingrid Eunice Fabián.
Una escena del filme de Ingrid Eunice Fabián.

Gente de mar y viento cuenta la historia de Álvaro Obregón y La Venta, dos lugares ubicados en el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca. Comunidades de pescadores y ganaderos que han resistido ante la amenaza de megaproyectos a cargo de transnacionales desde hace varios años y hoy se encuentran perturbadas por las consecuencias negativas que trajeron consigo distintas empresas eólicas.

Territorio liberado, de Augusto César Díaz (Guatemala, 2015)

Un fotograma de 'Territorio liberado'.
Un fotograma de ‘Territorio liberado’.
Documental sobre el pasado familiar del director guatemalteco. Su madre le dijo siempre que su padre era un héroe revolucionario desaparecido, por lo que el realizador emprende la búsqueda de la verdad y termina realizando una travesía inolvidable.

El cuarto de los huesos, de Marcela Zamora (México, El Salvador, 2015)

El filme de Marcela Zamora.
El filme de Marcela Zamora.
Desde el Instituto de Medicina Legal, El cuarto de los huesos acompaña a varias madres salvadoreñas en la búsqueda de sus hijos desaparecidos a causa de la violencia que se vive en su país. Mensualmente la morgue recibe una veintena de cuerpos sin reclamar que perecieron en conflictos de pandillas y bajo esta oscura estadística se detona el documental.

Fuente: https://elpais.com/cultura/2018/10/20/actualidad/1539996704_591305.html

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Las violencias invisibles en la escuela

Por: Julio Rogero

Muchas de las violencias sociales (miedo al otro, situaciones económicas imposibles, competitividad) son asumidas por los centros educativos.

Las nuevas formas de violencia se van haciendo muy significativas en la sociedad actual de la modernidad tardía, dominada por los modelos de vida impuestos por la sociedad neoliberal del capitalismo salvaje. Esas violencias también se viven en la escuela, aunque, quizás, de forma más imperceptible y a menor escala.

Actualmente, nos solemos centrar en las violencias producidas en los conflictos entre iguales, que se muestran de forma explícita dentro del centro educativo y del aula. Son las formas de violencia que provocan situaciones de quiebra de la convivencia: el bullying y el ciberbullying como formas de acoso entre iguales, la violencia de género y las conductas disruptivas en el aula en sus diferentes formas. También se dansituaciones de dominio y sumisión de arriba hacia abajo. Estas formas de violencia son las más visibles, las más tratadas en la bibliografía y en las actividades de formación sobre convivencia, y las que se suelen tener en cuenta en los diferentes planes de convivencia de los centros educativos.

Decíamos en un artículo anterior que hay otras formas de violencia invisibles y silenciosas, propias de la “sociedad capitalista de rendimiento”, que también se reflejan en nuevas formas de hacer y de ser en la escuela.

Hay toda una violencia ejercida por la escuela como institución contra todos sus componentes, pero de forma especial contra el alumnado, cuando no se presta atención a la tensión que estos viven (también contra el profesorado y las familias, aunque son problemáticas diferentes) cada vez con más intensidad. Cuando no son tenidos en cuenta y cuando no se percibe el sufrimiento ante muchas situaciones de poca valoración, de insensibilidad ante lo que viven con frecuencia, tanto dentro como fuera de la escuela. Eso se refleja en un silencio pertinaz del alumnado, en una baja valoración de sí mismos, en otras reacciones de agresividad indiscriminada que manifiestan la situación que vive y que son llamadas de atención ante determinadas situaciones de violencia vivida en la familia, en la escuela, en su relación con los demás y consigo mismos/as, o en su relación con el propio profesorado.

La escuela se centra en lo que obliga al éxito académico, al emprendizaje, al sobreesfuerzo y a la explotación de sí mismo en los aspectos que se exigen para conseguir la excelencia, el mérito y la buena posición en la escala social. Hoy es casi lo único que le importa a la institución escolar neoliberal: los resultados (las evaluaciones-exámenes), el sentimiento de libertad para que nadie se interponga en el éxito y desarrollo personal.

Al alumnado se le propone algo contradictorio. Que aprenda a convivir y a cooperar con los demás y, a la vez, que aprenda a competir contra todos para poder acceder al mercado laboral con garantías de éxito económico y social. El precio por lograr la exigencia de buenos resultados, puede llevar a sufrir problemas de ansiedad, estrés y depresión ante una tarea que, con frecuencia, se muestra titánica ante sus ojos. Así, la escuela ejerce una violencia sutil que va modelando al “sujeto neoliberal de rendimiento” para que, configurado como un ser libre, que elige ser dueño de sí mismo como condición para tener éxito, centre su vida en la obtención de resultados de éxito. De este modo, él será el único responsable y, si fracasa, aunque persevere, es que no se ha esforzado lo suficiente. Hoy se han creado y siguen creciendo las expectativas desmesuradas sobre cada uno de los niños y niñas. Por eso están sometidos a presión constante para que hagan de todo por situarse en los primeros puestos de la escala social en un mundo hiperexigente. La mayor violencia son todos estos muros invisibles que esta sociedad impone a la escuela, de los que con demasiada frecuencia es inconsciente y le hace el juego.

Esto provoca la violencia que sufre, sobre todo, el alumnado de fracaso escolar ya que es estigmatizado como el perdedor en la carrera por el éxito. Es el comienzo de una vida en la que tiene el riesgo de anclarse como fracasado y padecer el “desprecio al perdedor” en la escuela hasta que es suspendido y expulsado, y ya fuera en una sociedad que solo nos propone modelos de éxito económico.

Otra de las violencias invisibles en la escuela es la insensibilidad manifiesta ante la desigualdad, la pobreza y la marginación heredadas e impuesta a la infancia más necesitada. Son también las víctimas de una violencia, poco tenida en cuenta aunque denunciada por muchos, mantenida sistemáticamente por un sistema educativo que segrega a los débiles y potencia a los fuertes, que selecciona y clasifica para la reproducción social de una sociedad hoy y cada día más injusta y segregadora. Es una violencia ejercida sistemáticamente de forma silenciosa porque los actores de la misma, con frecuencia, no son conscientes de ella. Es la inequidad educativa como violencia, manifestada en muchos de los rasgos que caracterizan la injusticia escolar, plasmada en repeticiones, suspensos, fracaso escolar, absentismo, abandono temprano, falta de apoyos, desinversión, recortes y políticas educativas favorables a las clases altas y medias.

La violencia de la producción de la homogeneización impuesta en las diferentes redes escolares, por mucho que se hable de inclusión en cada una de ellas. Esas redes producen el miedo al otro, al diferente, al distinto. Solo su desaparición puede ser garantía de caminar en la dirección alternativa. También se reavivan otros miedos que nos suelen acompañar a lo largo de nuestras vidas y que son necesarios para que el sistema social dominante perviva: el miedo al propio fracaso, a no estar a la altura de las expectativas sobre uno mismo, la desconfianza y la sospecha que impidan avanzar en la construcción de lo colectivo y lo común desde la diversidad y la singularidad de cada uno. Por eso el miedo hoy es un entorno que también envuelve a la escuela y forma parte del medio que somos y en que vivimos.

A veces la mayor violencia del sistema escolar sobre el alumnado es el ocultamiento que hace de las situaciones conflictivas que vive en el ámbito familiar y en su contexto social. Es ahí donde se dan gran parte de las violencias de las que son víctimas la infancia y la adolescencia: la violencia machista y patriarcal, la angustia y la tensión generada por el paro, la precariedad, el desahucio y las carencias de todo tipo.

A estas violencias sociales y escolares les acompañan también las que se viven desde la familia sobre las expectativas que se crean sobre los hijos e hijas para que se preparen bien para competir y triunfar. No es suficiente ser buenos y competentes, ahora hay que ser excelentes y los mejores.

Estas violencia escolares son un gran desafío para todas las personas que se toman en serio la construcción de una convivencia positiva en el seno de la sociedad y de la escuela. Es necesario seguir analizando las violencias sociales invisibilizadas que llegan a la escuela y ella hace suyas. La consecuencia es que van imponiendo formas de vida sometidas, traumatizadas y doloridas por estas formas de violencia, que se sitúan en el interior de la persona por la presión exterior.

La respuesta de la escuela se está dando ya en positivo en muchas comunidades educativas de convivencia positiva, que comienzan a tener en cuenta estas violencias invisibles y silenciadas, y a tratarlas en un nuevo marco convivencial. Es necesario seguir construyendo una nueva cultura escolar desde la convivencia positiva y pacífica, el respeto profundo a los demás como parte de mí mismo, la acogida, la atención y el cuidado mutuo, capaz de promover nuevas formas de ser, de vivir y convivir.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/01/15/las-violencias-invisibles-la-escuela/

Fuente imagen: https://mujeresyuniversidadsincifras.files.wordpress.com/2017/10/t9b.jpg

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Docentes que van más allá del aula

17 de enero de 2018 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Rafael Orduz

Colombia es un país de regiones muy diversas, con características y problemáticas particulares.

Colombia es un país de regiones muy diversas, con características y problemáticas particulares.  Las enormes diferencias se reflejan en distintos tipos de restricciones en los contextos en los que niñas y niños colombianos se educan. El saldo no es otro que el de inequidades en las oportunidades de acceso a una educación de buena calidad.

En las múltiples visitas que la Fundación Compartir realiza a maestros y rectores a lo largo y ancho del país, las diferencias son palpables en diversos terrenos que atañen, directa o indirectamente, a las oportunidades de los niños de recibir educación de buena calidad. Las políticas públicas deben velar, en consecuencia, por aspectos de tipo general, aunque también atender los retos de tipo específico regional. (Lea: Educación interactiva y de calidad, la meta de Mundo Escolar)

Aunque los aspectos que a continuación se mencionan son conocidos, es necesario recordar algunos, como base de diagnósticos y propuestas de acción. En su trabajo de campo, los profesionales de la Fundación Compartir coinciden en lo siguiente:

  1. Definitivamente, las oportunidades de los niños del campo son inferiores a las de los niños de la ciudad y de las cabeceras municipales. No es lo mismo ser alumno en Pasto, Sincelejo, Tunja o Bogotá, que asistir a sedes escolares en alguna vereda de Sincé (Sucre), Túquerres (Nariño) o Ábrego (Norte de Santander). El abanico de inequidades en contra del campo y a favor de las ciudades va desde los aspectos de dotación de las sedes, los largos recorridos de los hogares a los lugares de estudio, la baja o inexistente conectividad a internet, hasta la desprotección frente a los actores armados ilegales.
  2. Los roles de la familia son muy diferentes, dependiendo del lugar. La Fundación ha podido constatar, por ejemplo, que en resguardos indígenas, a pesar de los bajos ingresos económicos, las comunidades ejercen una función de familia ampliada que protege a los niños que asisten a las escuelas. En citas con padres de familia convocados por Compartir para conversar acerca de la calidad docente, lo usual es que solo algunos participen; sin embargo, en zonas indígenas, llama poderosamente la atención que prácticamente todos los padres atiendan el llamado. Así se pudo observar, por ejemplo, en el resguardo indígena deTúquerres a finales de 2015.
  3. Aunque el fenómeno de violencia intrafamiliar es ampliamente difundido, en familias desplazadas por la violencia guerrillera y paramilitar es más acentuado. Hogares caracterizados por la transhumancia, por la ausencia de estabilidad laboral y las inmensas penurias suelen contar con dosis internas de violencia que afectan dramáticamente los procesos de aprendizaje de niños y niñas. Ello vale tanto para pequeños municipios (cabecera y resto) como para ciudades grandes e intermedias.(Lea: Calidad docente: 21 aspectos a revisar para el maestro del siglo XXI)
  4. Las ciudades se caracterizan por tipos de violencia que en el campo son desconocidos. Uno de ellos es el llamado de “fronteras invisibles”.  Se refiere a los territorios marcados por bandas criminales en áreas urbanas de muy bajos ingresos: se trata de “jurisdicciones” físicas que no pueden ser traspasadas por habitantes de las zonas “enemigas”, es decir, las de otras bandas que compiten por el territorio. Además de la violencia que recae en menores de edad, hay consecuencias absurdas para la educación: la Fundación constató que en Pasto, por ejemplo, los cupos sobrantes en una I.E. no podían ser aprovechados por niños sin cupos residentes en otras zonas por causa de las “fronteras invisibles”. Dicha situación es frecuente en otras ciudades, incluyendo Bogotá (ejemplo: el área de San Cristóbal Norte, en la localidad de Usaquén).
  5. Los padres de familia tienden a involucrarse menos en la cotidianidad escolar de sus hijos en los grandes centros urbanos. Quizás la explicación se asocie, parcialmente, a las enormes distancias que hay entre los lugares de residencia, los del trabajo y los de las instituciones educativas.
  6. Una constante que realza el valor de los docentes puede plantearse de la siguiente manera: entre más precarias las condiciones contextuales de los niños, mayor es el involucramiento de aquellos en contribuir a atenuar las condiciones adversas. En una vereda de Sincé (Sucre), una docente unitaria, en un ambiente de alta violencia intrafamiliar (incluyendo situaciones de hacinamiento y riesgos de promiscuidad), consiguió vincular a los padres de familia (algunos en situación de analfabetismo) a procesos de aprendizaje que redundaron positivamente en los niños.

En conclusión, además de factores asociados a la formación, remuneración y actualización de docentes, hay elementos determinantes de la calidad de la educación que se relacionan con factores diferenciales de violencia que, a su vez, guardan relación con la solidez de las comunidades, el desplazamiento forzado, la estabilidad laboral, el nivel de alfabetismo de los padres, entre otros. (Lea: Educación de calidad: ¿un lugar común?)

Hay, entonces, aspectos “fuera del aula” que representan enormes retos a la política educativa nacional y regional. Entre tanto, son los docentes los grandes héroes que, con sus propios esfuerzos, mitigan las inequidades rampantes. Un reconocimiento para ellos.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/docentes-que-van-mas-alla-del-aula

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Peleas, insultos… el 90% de los profesores vive situaciones de violencia en su colegio

El Confidencial

El 90% de los profesores viven situaciones de violencia en sus centros de Primaria y Secundaria españoles, según una encuesta del sindicato de funcionarios docentes CSIF, presentada este viernes 12 de febrero, que coincide con la aprobación de la reforma del Observatorio de Convivencia Escolar en el Consejo de Ministros de hoy.

Peleas, insultos, vejaciones entre los alumnos, vandalismo, destrozos de material, conflictos con componente racista y enfrentamientos a través de las redes sociales son las situaciones de violencia más habituales descritas por los 2.000 docentes encuestados. Estos profesores advierten también de las amenazas que sufren por parte de las familias, además de la falta de respeto,de reconocimiento de la autoridad docente, violencia psicológica y situaciones de indefensión.

El estudio revela que más de la cuarta parte de los encuestados considera que la vida en el centro educativo «no es agradable» y que la disciplina es «insuficiente». Según ha explicado el presidente del sector educativo del sindicato, Mario Gutiérrez, más de la cuarta parte de los profesores considera que la vida en las aulas no es agradable y que la disciplina es insuficiente. De hecho, tres de cada cuatro docentes siente que tiene muy poca o ninguna autoridad.

Para abordar estas situaciones, el sindicato ha presentado el servicio CSIF Ayuda Profes, un gabinete psicológico especializado en asesorar, prevenir y tratar este tipo de situaciones. El sindicato ha alertado de que además de las situaciones graves de violencia, como las agresiones o acoso escolar, a diario se suceden episodios «más sutiles y latentes» en las aulas, para las que reclama actuaciones preventivas y el reconocimiento de la autoridad de estos profesionales.

La profesora Encarna Abascal ha detallado que para el profesor «es más importante y grave la violencia del día a día soterrada» que incluso a veces se normaliza, como los alumnos que faltan al respeto, interrumpen las clases y el docente tiene que imponerse». «A veces los profesores no tienen esa autoridad suficiente para parar estas situaciones», ha lamentado Mario Gutiérrez, quien ha denunciado que los profesores aseguran que no siempre tienen el apoyo de la dirección o de los otros compañeros.

La profesora Abascal ha advertido de que «esa violencia se va amplificando y trasladando a la sociedad». Para el responsable de Educación del CSIF «ha existido una permisividad y se ha normalizado una violencia de baja intensidad que se ha ido tapando y para solucionarlo hay que dar el nombre al problema porque es habitual que se llame problema de convivencia».

Las situaciones de violencia y acoso entre los niños también se perciben en la etapa de primaria y ha alertado del pico que se produce con el móvil

Además, ha explicado que esas situaciones de violencia y acoso entre los niños también se perciben en la etapa de primaria y ha alertado del pico que se produce coincidiendo con el regalo del móvil a los niños en las Comuniones, en tercero y cuarto curso. El sindicato considera que los recortes en personal, el incremento en la ratio de alumnos por clases y el horario lectivo, así como el déficit en las plantillas de apoyo, está dificultando la prevención de estas situaciones.

«Es evidente que las administraciones no quieren mostrar el problema porque es tirar las piedras sobre su tejado», ha dicho Gutiérrez, quien ha lamentado que cuando se produce algún caso de suicidio «había habido denuncias». Sobre la aprobación hoy en el Consejo de Ministros de la modificación del Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar con el fin de luchar contra el acoso en las aulas, el responsable del CSIF ha puesto en cuestión la eficacia de este organismo, porque ha dicho que se creó en 2007 y «apenas se ha reunido en dos o tres ocasiones».

El sindicato considera «muy preocupantes» estos datos y plantea la necesidad de alcanzar un pacto social, en el que se involucren todos los agentes de la comunidad educativa, medios de comunicación, sociedad civil y responsables políticos . «El profesor necesita que su trabajo sea valorado y las campañas de los medios de comunicación son fundamentales», ha concluido.

Fuente del articulo: https://www.elconfidencial.com/espana/2018-01-12/peleas-insultos-profesores-violencia-colegio_1504964/

Fuente de la imagen: https://www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/df7/f05/df7f05b8f6cc6cd7ecc0bcf2a37c4f92

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Acoso Escolar: Pautas de intervención para docentes y orientadores

Por: Cristina Martínez Carrero

El acoso escolar o bullying es cualquier forma de maltrato (psicológico, verbal o físico) producido por un abuso de poder y fuerza, dirigido siempre a la persona más “débil”. El maltrato debe producirse de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado y es claramente deliberado, sistemático y repetitivo. Aquí podéis consultar 15 recursos para combatirlo en el aula.

Es muy importante diferenciar los conflictos entre iguales del acoso escolar. Para considerar acoso como Bullying deben cumplirse simultáneamente tres criterios:

[list][item icon=”10003″ ]Un desequilibrio de poder, situación de desigualdad de poder, ya sea a nivel físico, psicológico o social[/item][/list]

[list][item icon=”10003″ ]Debe existir intencionalidad y/o repetición. No son situaciones aisladas, tienden a repetirse en el tiempo lo que implica que la víctima sea blanco de futuros ataques[/item][/list]

[list][item icon=”10003″ ]Se maltrata a las personas que piensan tienen un menor grado de indefensión, los menos fuertes[/item][/list]

Uno de cada 10 alumnos asegura que ha sufrido algún tipo de acoso escolar. Denunciarlo no es tan sencillo, por este motivo la empresa Deset Technological Solutions SL junto con el Equipo D-letras decidimos crear una herramienta de evaluación para detectar el acoso escolar. Queríamos que fuese algo sencillo y que  pudiese ser detectado a través del juego. Así surge The Buddy Tools.

El test es un software informático que se realiza a través de un ordenador o tablet, lo que lo hace aún más llamativo. Los alumnos lo viven como un juego desde el primer momento ya que deben crear su usuario y personalizarlo. Tras este primer paso responden a una serie de cuestiones relacionadas con el grupo clase. El test dura unos 10 minutos y nos permite obtener una “radiografía social” (sociograma) del aula y detectar posibles casos de acoso. Nos ofrece informes individuales y grupales, aportando datos sobre la sociabilidad del grupo, rendimiento escolar, datos psicosomáticos, alumnos más elegidos, rechazados, posibles acosados y acosadores.

Se ha puesto en marcha en varios centros escolares obteniendo muy buenos resultados. Podemos hablar una fiabilidad del 90-95%.La utilización del software hace que los alumnos respondan con mayor sinceridad, sin problemas de confidencialidad y/o miedos al hacerlo en ordenador y a través del juego. Además, la herramienta permite comprobar indirectamente la sinceridad de las respuestas de los alumnos, para reforzar la fiabilidad y validez del test.

Cuando un centro detecta un caso de acoso debe poner en marcha un protocolo de actuación específico. The Buddy Tools junto con el informe que aporta, ofrece una serie de pautas para profesores, padres y alumnos. A continuación os dejamos algunas de las pautas que pueden encontrar dentro de la herramienta.

Pautas de intervención para profesores y orientadores

-Si detectas un comportamiento de acoso se tiene que intervenir inmediatamente,parando la situación lo antes posible para evitar que las agresiones se agraven o vayan a más

-Observar las relaciones que se establecen en el aula

-Estar atentos a los cambios en el rendimiento de sus alumnos, tanto en cuanto a atención en clase como a sus resultados, ya que son uno de los índices más claros de que algo no funciona como debiera

-No restar importancia a las manifestaciones o denuncias de los alumnos. Escucha con respeto y evita decir cosas como “son cosas de niños”, “no es para tanto”

Formación del profesorado para el conocimiento, detección y actuación ante situaciones de acoso escolar

Acoso escolar bullying-Crear un protocolo de actuación, que informe de las medidas que el centro va a adoptar y cómo se va a abordar dicha situación

Solicita la colaboración de las familias.El acoso escolar es responsabilidad de todos, y todos debemos ser parte activa de la solución. Por ello, es recomendable informar a los padres mediante charlas o talleres e ir pautándoles para que sepan cómo han de actuar.

Vigilancia por el profesorado en aquellos lugares donde pueda producirse el supuesto acoso, para recreo, comedor, y otras zonas de riesgo (cuartos de baño).

Hablar con la víctima garantizándole su protección y seguimiento del problema e informarle de los pasos que se van a dar.

Seguimiento diario por parte de un profesor/a de confianza para el alumno, por mayor empatía o cercanía comunicativa y/o afectiva.

-Hablar en clase del tema. El acoso escolar no puede ser un tema tabú. Se recomienda hacer hincapié sobre la necesidad de decirlo si algún alumno detecta problemas y remarcar que comentar un suceso no significa “ser un chivato”. Las tutorías pueden ser un buen momento para esto.

Tratar el tema a través de las tutorías e introducir temas de educación en valores, convivencia, compañerismo, civismo, no agresión; respeto y tolerancia.

Establecer consecuencias. Hablar con los alumnos y expresarles las medidas que se tomarán y cómo se reaccionará cuando ocurra alguna agresión.

No usar la mediación entre iguales como herramienta de resolución de la situación de violencia o forzar artificialmente, que se den la mano, que se pidan perdón…

El acoso escolar marca la vida de las víctimas, afecta a la salud física, al bienestar emocional y al rendimiento académico de los niños. Deja una huella imborrable en la vida adulta de las personas que lo han sufrido: genera inseguridad, dificultad para confiar en personas, baja autoestima…

Entre todos podemos conseguir que la escuela sea un lugar seguro. ¡Trabajemos para conseguir una escuela segura, basada en el respeto!

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/author/cristina-martinez-carrero

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El Salvador: Organizaciones combaten la violencia con educación.

“Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven” dice Nelson Cruz, director ejecutivo de Fusalmo»

Centroamérica/El Salvador/21.12.2017/Autor y Fuente: http://www.elsalvador.com/

Manuel Sandoval (nombre ficticio) habita en el reparto Las Margaritas, una área catalogada como de las más peligrosas de Soyapango, zona donde las pandillas acechan contra los jóvenes con la intención de seducirlos para que ingresen a estos grupos delincuenciales.

“Muchos de los que fueron mis amigos en la niñez, con los que jugábamos en la calle e íbamos a la escuela, ahora están involucrados con las maras, algunos de ellos están en las cárceles y otros ya están muertos”, manifiesta el joven Manuel.

De acuerdo con el informe “La nueva cara de las pandillas callejeras: El fenómeno de las pandillas en El Salvador”, basado en una encuesta realizada entre pandilleros y expandilleros, presentado en marzo de este año, el 62.4 % de los jóvenes que se han unido a las pandillas o maras en El Salvador lo hicieron por “ocio” o “amistad.

El 45.7 % de los “mareros” se unieron a la pandilla porque “les gustaba pasar el rato con otros jóvenes y pandilleros”, y el 16.7 % porque el grupo les proporciona “amigos cercanos y hermanos”.

Otro 9.1 % los hizo “por huir de casa”, el 7.5 % “por venganza” y el 5.2 % y 4.9 % para “tener recursos” económicos y para “tener respeto”, respectivamente. Solo el 4.4 % ingresa porque es “forzado”.

En el 2014, Sandoval fue beneficiario del proyecto “Nación Audiovisual”, un eje de Programa Juvenil Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB) de la Fundación Salvador del Mundo (Fusalmo) que desde el 2004 desarrolla proyectos como este en el Polideportivo España en Soyapango.

Sandoval cuenta que el PIJDB le cambió su perspectiva de vida, le enseñó cómo actuar frente a los problemas de violencia que se viven a diario en la zona donde reside. “En Nación Audiovisual aprendí diseño gráfico y otras áreas relacionadas con la tecnología, acompañado de mis clases también recibía clases de cultura de paz”, agrega.

El beneficiario comenta que el ambiente que se vivía en el programa y todo el conocimiento proporcionado hizo que encontrara en el PIJDB otra familia, motivo por el cual decidió devolver parte de lo que había recibido.

Ahora Sandoval pertenece a la Red de Juventudes de Fusalmo, un colectivo integrado por jóvenes beneficiarios de los distintos programas que la institución imparte y en la que la mayoría se desempeñan como voluntarios.

“Mi experiencia como voluntario en Fusalmo ha sido muy excepcional porque de esta forma aporto algo de lo que a mí se me dio. Fue mucha la ayuda que recibí pues me permitió salir de mi zona de confort”, afirma.

Al igual que Sandoval más 70,000 estudiantes han sido beneficiados por Fusalmo, desde el 2004, a través de la educación como una herramienta para prevenir la violencia, enfocada en jóvenes que se encuentran en condiciones de riesgo y limitaciones socioeconómicas.

Esta fundación desde hace más de doce años, apuesta al Programa Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB), que constituye una oferta educativa complementaria al sistema educativo formal del Ministerio de Educación.

Ante las limitaciones experimentadas en ciudades importantes por su densidad poblacional y la problemática de violencia que enfrenta la niñez y juventud, las cuales se encuentra amenazada por condiciones de vulnerabilidad económica y social es que este tipo de iniciativas toman relevancia.

El Programa se desarrolla en los tres polideportivos Don Bosco, en las principales ciudades del país Soyapango, San Miguel y Santa Ana.

A lo largo de estos más de 12 años de servicio de la Fundación se han beneficiado un promedio de 100 escuelas de la zona, ubicados en áreas conflictivas, que no cuentan con espacios para el deporte y que carecen de centros de cómputo.

Colonias como: Las Margaritas, La Campanera, 14 de Diciembre, Prados de Venecia, Guadalupe, San José, Altavista han sido algunas de las que forman parte del proyecto y en el que sus estudiantes una vez por semana hacen uso de las instalaciones del Polideportivo para educarse en el programa que más se adecue a ellos.

De acuerdo con el director ejecutivo de Fusalmo, Nelson Cruz el PIJDB complementa las acciones correspondientes a la escuela, como la educación física, la educación tecnológica y la educación en cultura de paz con atención a la familia.

“El programa contribuye así, desde el enfoque de los derechos humanos y el carisma salesiano, a través del sistema preventivo, a brindar educación en sectores donde las escuelas tienen limitaciones en su infraestructura, sus espacios y de recursos que no les permite desarrollar todas las áreas de formación importantes para el desarrollo de la niñez y la adolescencia” asegura Cruz.

De acuerdo con esta fundación la educación debe ser integral, que atienda la dimensión humana de los jóvenes, que fortalezca su espiritualidad como personas y que los aliente a ser protagonistas de su desarrollo en medio de su contexto de vida, aun cuando este pueda ser adverso.

Estos aspectos, en conjunto, hacen que la educación se convierta en un recurso para prevenir la violencia.

Fusalmo se enfoca en las áreas educativas de tecnología, cultura de paz, orientación vocacional y educación física.

A juicio del director, estas responden a las necesidades y demandas de formación de los jóvenes, además son áreas educativas que los centros escolares públicos no logran desarrollar debido a las limitaciones de infraestructura y recursos que no poseen.

Otro de los ejes educativos muy significativos según el testimonio de Sandoval es cultura de paz, el cual brinda los fundamentos para sensibilizar a los jóvenes en la prevención de la violencia y en el fomento de una convivencia pacífica.

Es por esto que los aprendizajes están orientados a que los jóvenes identifiquen las expresiones de violencia y a ser más protagonistas de su desenvolvimiento y en su relación con su entorno.

“Uno de joven es más vulnerable ante esos problemas, vivo en una zona asediada por la violencia, conocer el programa me permitió llevar una vida diferente a la que llevan muchos de los jóvenes que crecieron conmigo”, comenta Sandoval.

Impactos

De acuerdo con algunos jóvenes el alcance de este programa ha incidido al interior de sus familias y en el centro escolar a los que asisten.

Un impacto que es común entre los jóvenes es haber aprendido a valorarse más a sí mismos, a sentir amor propio y sentirse personas capaces de lograr cosas para su vida.

A juicio de Cruz en el entorno que se desenvuelven estos jóvenes, es sumamente importante fomentar la autoestima, ya que esta es un recurso que les permite hacerle frente a las condiciones desfavorables que experimentan.

Otro elemento clave es la sensibilización hacia las diferentes manifestaciones de violencia y la concientización de asumir una actitud en contra de ella y actuar de forma pacífica.

Es evidente que erradicar la violencia es una meta compleja para procesos educativos complementarios en los jóvenes. “Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven”, enfatiza Cruz.

Transformando vidas a través de la educación

El programa Supérate guarda similitudes con el PIJDB ambos nacieron en el año 2004 y han encontrado en la educación un mecanismo de ayuda para los jóvenes de escasos recursos económicos y que se ubican en zonas con altos índices delincuenciales.

Supérate es un programa que va enfocado a educación, a transformación de vidas y a prevención de la violencia. Los jóvenes permanecen de lunes a viernes por cuatro horas. Eso significa que estudian a tiempo completo.

Para el Director General del programa, Arturo Sagrera, en muchas ocasiones los jóvenes caen “en caminos equivocados”, debido a la falta de oportunidades, “por eso en el programa buscamos brindarles oportunidades como una opción de invertir su tiempo en actividades provechosas”.

Supérate fue creado en por la Fundación Sagrera Palomo e Hilasal como una iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial. El programa cuenta con siete centros a nivel nacional, dos en Panamá y uno en Nicaragua. Hasta la fecha esta iniciativa ya graduó a casi 2,000 jóvenes y tiene activos a un total de 1,988 alumnos en el país.

Para ser parte del programa los jóvenes deben pertenecer al sistema de educación pública. La beca es para tres años. Jennifer Calles, de 15 años, es beneficiaria de Supérate, y lleva un año estudiando las materias de Valores, Inglés, Computación y Matemáticas. “Todo tiene que ver con la responsabilidad y compromiso con el programa, se lleva una gran presión tanto de la escuela como de acá, porque en los dos nos exigen bastante, pero creo que es un buen manejo de la organización de la persona para poder llevar las dos cosas al mismo tiempo”, agregó.

Según un estudio de esta organización, del total de graduados, actualmente el 55% sólo estudia, el 42 % estudia y trabaja y 8 % solo trabaja.

De acuerdo con Sagrera, el programa es auspiciado por empresas y fundaciones salvadoreñas que están comprometidas con el desarrollo económico y social del país, entre ellas ADOC, Hilasal, CASSA, Fundación Poma, Industrias Merlet y Fundación Raíces. El proyecto cuenta con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, a través de USAID, y de Microsoft.

Cada centro escolar patrocinado ejecuta capacitaciones para alumnos y maestros en las áreas de inglés, computación y valores de forma complementaria, y paralela a los estudios de instituciones públicas.

Al finalizar el programa, obtienen certificaciones internacionales que garantizan un dominio avanzado del Inglés y el manejo eficiente de las herramientas de Microsoft Office.

Fuente: http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/430302/organizaciones-combaten-la-violencia-con-educacion/

Imagen: https://cdn-pro.elsalvador.com/wp-content/uploads/2017/12/Supe%CC%81rate-001.jpg

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Colombia: Semillas de Apego, la estrategia educativa creada para el posconflicto

Colombia/18 de Diciembre de 2017/El Tiempo

La organización Genesis Foundation lidera esta iniciativa y se llevará a cabo en Tumaco.

Genesis Foundation en alianza con la Universidad de los Andes dio a conocer el programa Semillas de Apego, una apuesta educativa creada con el fin de brindarle atención especializada a niños y niñas que han sido víctimas del conflicto armado en Colombia, particularmente en la zona de Tumaco. 

Esto, a través del fortalecimiento de procesos cognitivos y emocionales en menores de entre 0 a 12 años de lugares con alta vulnerabilidad, que han sido afectados por la violencia en el país.

Semillas de Apego no solo busca prestarle la atención y protección de la primera infancia en el país, sino también tiene como reto apoyar la construcción de una sociedad más pacífica y ética a través de la educación básica primaria. 

La organización tiene “la convicción profunda de que la educación es un elemento potente para transformar escenarios de postconflicto” menciona la directora de Genesis Foundation, Cristina Gutiérrez de Piñeres, quien también afirma que está orgullosa de “trabajar en el diseño de metodologías educativas que nos ayuden a superar la violencia y que sean replicables en diferentes zonas del país”.

La estrategia Semillas de Apego inició a través de una alianza hecha entre Genesis Foundation y la Corporación Infancia y Desarrollo de la cual nació el proyecto: Mis Primeros Pasos (MPP). Un programa creado con el propósito de incentivar el aprendizaje en los niños y niñas a través de actividades participativas que les permitieran tomar decisiones y del cual fue posible concluir que la familia juega un papel fundamental en el desarrollo de las habilidades emocionales de los niños, especialmente cuando han sido víctimas de violencia social.

La educación es una herramienta esencial para la construcción de paz y la reducción de la inequidad.

El modelo MPP fue elegido por el Gobierno Nacional en el 2012 para ser la base de la Estrategia de Atención Integral a la Primera Infancia ‘De cero a siempre’, un programa gestionado por la Presidencia de la República, durante el periodo presidencial del colombiano Juan Manuel Santos y de la primera dama María Clemencia Rodríguez. 

Al cierre del 2016 y tras 16 años de gestionar modelos educativos, Genesis Foundation ha logrado con el programa Mis Primeros Pasos involucrar a más de 100.800 estudiantes, beneficiar a 1.000 instituciones educativas y centros de desarrollo infantil en 26 departamentos de Colombia y formar a aproximadamente 2.790 docentes.

Finalmente, Gensis Foundation ha venido gestionando la campaña #Orgullosos, una estrategia de participación social mediante la cual las personas que han estado involucradas con la organización e incluso quienes no pueden compartir sus experiencias a través de redes sociales

“Consideramos que la educación es una herramienta esencial para la construcción de paz y la reducción de la inequidad. Para ello, impulsamos programas con materiales y herramientas dirigidas a profesores, padres de familia o cuidadores que ayudan a mejorar y fortalecer la calidad educativa”, señala Gutiérrez.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/semillas-de-apego-estrategia-de-educacion-para-el-posconflicto-creada-por-genesis-foundation-159244

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