Cómo prevenir las violencias de género en la educación superior

Reconocer las identidades y expresiones de género en la educación superior, acción clave de prevención en contra de las violencias basadas en género.

La violencia de género se refiere a cualquier acto con el que se busque dañar a una persona por su género, ya sea mujer, hombre o miembro de la comunidad LGBTI.

En ese sentido, en las instituciones de educación superior urge definir rutas y procedimientos claros para reconocer y atender las necesidades particulares de los estudiantes y fortalecer la cultura de inclusión. Así lo define estudio realizado por el Politécnico Grancolombiano.

Según recientes cifras de Medicina Legal, en lo corrido del 2023 se han registrado 45.472 casos de violencia intrafamiliar en el país, presentando un mayor índice en Bogotá con 10.549 casos, seguido de Medellín con 2.624 casos, Cali con 1.587 casos, Barranquilla con 1375 casos y Villavicencio con 1061 casos, tendiendo como mayor incidencia la violencia de pareja con 30,492. Estos datos son alarmantes.

Y aunque se centra la atención en los casos en los que las víctimas son mujeres, la violencia basada en género no solo se centra en ellas. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, el término ‘violencia de género’ “hace referencia a cualquier acto con el que se busque dañar a una persona por su género”, por lo que también cobra vital importancia prestar atención a los actos violentos que se cometen por ser hombres o miembros de la comunidad LGBTI.

¿Cómo interviene la educación superior en la prevención de esta problemática?

La violencia de género puede prevenirse. Es clave adquirir el compromiso de promover los derechos humanos y la igualdad de género. El llamado para la educación superior es a generar acciones de prevención que partan de ser empáticos y responsables en la atención de las necesidades de cada uno de los grupos poblacionales que integran una institución de educación superior, entendiendo que las necesidades de los estudiantes de la comunidad LGBTI son diferentes de las que experimentan estudiantes con discapacidad o pertenecientes a comunidades étnicas.

Será entonces importante definir rutas y procedimientos claros para reconocer y atender las necesidades particulares de los estudiantes. En este sentido, las instituciones de educación superior deben adelantar procesos para fortalecer la cultura inclusiva que permita construir ambientes libres de discriminación y prejuicios y así reducir la discriminación basada en género.

Esto implica el compromiso de todos los integrantes de la institución, desde la capacitación y formación a los colaboradores, hasta la generación de acciones como talleres con estudiantes que promuevan la sana convivencia, enseñándoles cómo ellos pueden detener acciones tanto en el ambiente educativo, como de sus familias y en sus entornos habituales.

Día de la diversidad

Como parte de su compromiso con este objetivo, el Politécnico Grancolombiano celebra cada año lo que denomina el ‘Día de la diversidad’, una de sus tantas acciones en el camino del fortalecimiento de la cultura inclusiva.

Esta celebración es una transformación del día de la mujer y del día del hombre, en el que no se reconoce un género en particular, sino que se reconocen todas las expresiones y las identidades de género, valorando cómo estas diferencias construyen un entorno educativo en el marco del respeto y la empatía.

El concepto de diversidad para el Politécnico Grancolombiano parte del reconocimiento de que como seres humanos somo innatamente diferentes, en nuestras formas de pensar, actuar, percibir y aproximarnos al mundo y a la realidad del otro. Partiendo de esta consideración, se gestionan diferentes estrategias en las que el contexto se debe adaptar a las particularidades del otro y favorecer así su tránsito por el entorno educativo. La diversidad recoge condiciones de género, creencias religiosas, pertenencia étnica, discapacidad, condiciones socioeconómicas rangos etarios y demás diferenciales que contribuyen a la construcción de la sociedad”, cuenta Carolina Jurado, directora de la Oficina de Inclusión de la institución.

Algunas recomendaciones para favorecer la diversidad e inclusión en las instituciones de educación superior:

El documento “Enfoque e identidades de género para los lineamientos política de educación superior inclusiva” del Ministerio de Educación, presenta la experiencia de discriminación de la población LGBTI en contextos educativos.

Afirma que esta discriminación se presenta con más frecuencia por los más jóvenes, alcanzando el 60 % entre las personas de 14 a 19 años; conforme aumenta la edad, las frecuencias se mantienen altas, pero decrecen progresivamente: de 20 y 29 años, la frecuencia es de 54 %; de 30 a 39 años, cae a 39 %; hasta llegar a 37 % entre los de 40 años o más.

Entendiendo estas dinámicas, la directora de la Oficina de Inclusión del Politécnico Grancolombiano brinda algunas recomendaciones para las instituciones de educación superior:

• Trabajar en transformar genuinamente la cultura de las instituciones, incorporando los enfoques diferenciales desde la formación a toda la comunidad educativa, de manera que las prácticas tengan un buen fundamento para su implementación

• Es fundamental contar con el apoyo de la alta dirección y los líderes de procesos para poder transversalizar realmente la gestión y generar un impacto significativo en la experiencia de estudiantes y colaboradores

• En el proceso de implementación de acciones será natural encontrar resistencias en algunos miembros de la comunidad educativa. Es válido reconocer que no todas las personas están en los mismos momentos. La misma dinámica de la institución debe permear esta resistencia y movilizar los cambios.

• Es fundamental reconocer las prioridades y optimizar los recursos. Sin duda, hay muchos cambios que implementar, pero no todos se pueden o se deben hacer al mismo tiempo y habrá situaciones a intervenir que requieren de bases más sólidas desde la transformación cultural

• Se recomienda hacer parte a toda la comunidad educativa en los procesos de transformación cultural, la voz de todos los actores es fundamental para que los cambios se mantengan en el tiempo

https://elcronista.co/actualidad/como-prevenir-las-violencias-de-genero-en-la-educacion-superior

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Argentina: La pata económica de la violencia de género

Redacción de : pagina12

Muchos hombres no pagan la cuota de alimentos como una forma más de sojuzgar a sus ex.

“Para un hombre es más fácil meterse en una marcha feminista que decirle a un amigo ‘pagá la cuota alimentaria’”. La frase escrita en una pancarta del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, da cuenta de una de las violencias de género más viejas y menos visibles: la violencia económica que muchos hombres separados ejercen sobre la ex mujer y también sobre sus propios hijos e hijas.

Johanna Karlen dice que además de criar sola tres hijas lucha hace muchos años en la justicia para lograr una “mísera” cuota alimentaria. “No tengo casa propia, me he mudado infinidad de veces no sólo por eso sino escapando de un violento. Mi ex además de ser un violento pertenece a las fuerzas policiales. Siempre tuve miedo, me costó mucho salir adelante”, dijo a este diario. La vida para ella, como para tantas otras, transcurre llena de deudas, colapsada, haciendo malabares.

“Es terrible lo que pasa, yo cambié como 4 veces de abogado y no logro aun luego de 5 años de lucha que mi ex actualice la cuota, necesitamos ser escuchadxs y que alguien haga algo urgente sobre este tema”, posteó una de sus seguidoras en Instagram.

La situación es vieja, viejísima. El estigma de la madre soltera que pareciera una antigüedad, está más vivo de lo que quisiéramos pensar. La madres que crían solas, no solo tienen el trabajo de la crianza y de garantizar el día a día de la vida sino que tienen que ser el sostén económico y emocional de sus hijas e hijos. “El caso de M mostró que las mujeres que maternan solas terminan siendo culpadas por el sistema como malas madres por no denunciar”, apuntó Urquizo.

Los juzgados tienen una visión patriarcal, a veces hay fiscalías que actúan, pero llegamos a jueces machistas que dicen ‘este hombre tiene que vivir de algo’ y ponen una cuota irrisoria y si la mujer lo logra cobrar es suerte. Es como la lógica de ir con la denuncia a pedir a la comisaria la aplicación de la perimetral “, agregó. “Queremos hablar de que el incumplimiento de las cuotas alimentarias es un tipo de violencia y no tiene justificativo. En general los jueces justifican con crisis económicas, falta de empleo y sabemos que en la mayoría de los casos no es así, sabemos que los tipos se insolventan para no cumplir con el deber alimentario”, dijo Urquizo.

En general estos casos se dan en contexto de violencia. Un tipo de violencia que empieza después de la separación. Según la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (OVD), durante el tercer trimestre del año pasado, la violencia económica patrimonial estuvo presente en el 28% de los casos que se denunciaron y registró sus frecuencias más altas en vínculos de pareja, 34%. Por otro lado, desde enero de 2020 al 15 de marzo de este año, la oficina atendió 9.304 casos, y la justicia civil dictó medidas de alimentos provisorios para hijas/os en 775 casos (12% del total de actuaciones con seguimiento-6.355-). “Muchas veces la entrega de dinero para la manutención de los hijos se utiliza como elemento de presión para otras cosas. Se observa repetidamente en los relatos de las victimas que el dinero para mantener a los hijos se da a cambio de mantener relaciones sexuales o de que la mujer haga lo que quiere el agresor”, explicó a Página/12 Analía Monferrer, coordinadora de la OVD.

El derecho alimentario es un derecho del niño, que la mujer suple, complementa o trata a costa de su salud física y mental de suplir lo que no está haciendo su padre y ningún organismo”, dijo Urquizo. Pero tan difícil es que algunos hombres se hagan cargo de esta obligación que casi todas las provincias del país tienen su registro de deudores morosos que imponen restricciones a quienes no paguen su deuda. Pero eso es para quienes llegaron al poder judicial. En general, los acuerdos suelen ser sui generis, de palabra. “Para que haya incumplimiento de la cuota, tiene que haber una fijación de la cuota por una instancia judicial. La que no recibe los alimentos tiene que avisar”, advirtió Monferrer, y resaltó que la violencia económica también puede ser denunciada.

En la Ciudad de Buenos Aires desde 1999 existe un Registro de Deudores Alimentarios Morosos, creado por la Ley 269. Es el primero creado en Argentina, y después se fueron desarrollando en casi todas las provincias. Los registros buscan coaccionar a los deudores imponiéndoles restricciones. El registro de la ciudad lleva un listado quienes adeuden total o parcialmente tres cuotas alimentarias consecutivas o cinco alternadas, ya sean alimentos provisorios o definitivos fijados u homologados por sentencia firme y expedir certificados ante requerimiento simple de persona física o jurídica, pública o privada en forma gratuita.

Las limitaciones que impone son que el deudor: no podrá abrir cuentas corrientes, obtener tarjetas de crédito, otorgar habilitaciones, concesiones, licencias o permisos, ni designar como funcionarios jerárquicos a quienes se encuentren incluidos en el Registro. Tampoco podrá sacar o renovar el registro de conducir ni podrán ser provedores de todos los organismos de la Ciudad. No puede calificar para postularse a cargos electivos de la Ciudad o para desempeñarse como magistrados o funcionarios del Poder Judicial. Además, el Banco de la Ciudad no podrá otorgar o renovar créditos sin pedir el certificado del Registro y en el caso de que el peticionante estuviera anotado, la entidad deberá retener el importe de los alimentos adeudados y depositarlos judicialmente.

Este año el Registro inscribió 29 personas en los dos primeros meses del año 2021. Mientras que emitió 18.375 certificados a pedido de certificados emitidos a pedidos de personas (17.500 ) y de empresas (875 certificados).

Desde su creación hasta febrero de 2021 hubo 6.485 personas inscriptas, 6.429 hombres (99%) y 56 son mujeres. En relación a la profesión u oficio de los inscriptos, las más significativas son: 33% empleado, 26% comerciante, 11% chofer, 6% empresario, 5% Abogado o médico y 4% técnico o contador público.

“Nosotras trabajamos ejerciendo roles de cuidado. Son muy pocas las madres que pueden realmente sostener el cuidado en forma exclusiva y sostener un trabajo rentado de ocho o nueve horas con perspectivas de crecer. Esos son sueños. Todas venimos de sectores medios bajos, sin aportes jubilatorios, sin trabajos rentados, sin poder terminar las carreras profesionales. Somos un grupo vulnerable y necesitamos ser tenidas en cuenta en cualquier política en relación a los derechos de los niños y las mujeres”, reclamó Urquizo. Desde Materfem están organizando un observatorio de violencia económica y se pusieron en contacto con organizaciones chilenas que de cara a la reforma constitucional en ese país están planteando este tema con fuerza para ser incluido en la nueva norma. “En Chile existe un 84% de incumplimiento pensiones decretadas, donde obviamente existe una cifra negra, ya que esto solo trata de los montos que están judicializados. Mayor es la tasa de niños abandonados por alguno de sus padres”, explicó Javiera Javiera Fuller, vocerade la organización chilena Juntas por Justicia.

Hace unos días hablábamos en estas páginas acerca de los femicidios y de que el foco, desde hace un tiempo, empieza a apuntar sus luces a una zona hasta no hace mucho oscura, siempre velada, protegida: los varones. Lo decíamos en relación a las violencias de género más extremas. Pero también podemos repetirlo acerca de la violencia económica. Porque las violencias no están organizadas en compartimentos estancos, se potencian y retroalimentan. Y porque para no llegar tarde, hay que empezar antes.

Allende la cordillera

“Ad portas de una nueva Constitución, la primera paritaria en el mundo y fuertemente influida por el movimiento feminista, se está replanteando esta problemática, como derecho fundamental de nuestras niñas y niños, y también como tema que afecta fuertemente a las madres cuidadoras. Son las mujeres que hoy en día tienen la carga de la crianza y educación de los niños, pero también viven con la carga económica, ya que no existe el concepto de corresponsabilidad en la crianza”, explicó Javiera Fuller, vocera de la organización chilena Juntas por Justicia.

El estado de pandemia y la crisis económica a raíz de la covid, “puso en jaque el sistema en Chile y se promulgó una ley en agosto de 2020 que autorizó el retiro del 10% de los fondos previsionales destinados a la subsistencia durante este tiempo de quienes tuvieran fondos y los quisieran retirar. Este retiro se volvió a autorizar en el mes de diciembre de 2020”, explicó en diálogo con Página/12. La ley consagró expresamente que este retiro quedaría paralizado por orden judicial, para aquellos deudores de alimentos, para que con dichos fondos se pagaran las deudas acreditadas por este concepto. “Muchas madres volvieron a tramitar antiguas causas en los tribunales de familia, lo que llevó a poder tener cifras oficiales sobre el incumplimiento de alimentos. En Chile existe un 84% de incumplimiento pensiones decretadas, donde obviamente existe una cifra negra, ya que esto solo trata de los montos que están judicializados. Mayor es la tasa de niños abandonados por alguno de sus padres”, comentó.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el presidente Sebastián Piñera anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que creará un Registro Nacional de Deudores de Pensiones de Alimentos. Para Fuller, el problema seguirá siendo que “esto nuevamente quedaría sujeto a la potestad del poder judicial y que si el deudor muestra cierta “apariencia de pago” podría salir de dicho registro. Por lo demás, muchas de las madres afectadas encuentran que es ineficiente, ya que dicho proyecto no contempla a quienes no están en los registros del Estado y que fácilmente será burlado por los deudores, siendo la situación muchísima más precaria en realidad que lo que regula este proyecto de ley”.

Si bien no existe una solución concreta, hoy es un tema que se está tocando en varias artistas, la nueva Constitución, proyectos de ley, políticas públicas e incluso la sanción social. “Hoy contamos con cifras que nos permiten avalar nuestros supuestos y con esos números seguir trabajando para que se le otorgue la importancia que tiene, por nuestra infancia y también por las mujeres que deben maternar solas”, apuntó. Para que una mujer pueda tener un pleno desarrollo en igualdad de condiciones que los hombres, insistió Fuller, “el Estado debe hacerse cargo de dejar de invisibilizarlas, promover la corresponsabilidad y desarrollar políticas públicas que faciliten les faciliten la vida, y sacarlas del centro de la problemática, porque esa situación (en este caso concreto, el cobro) pone a las mujeres en una situación vulnerable frente a su agresor, ya que la violencia económica es un tipo de violencia más”.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/333524-la-pata-economica-de-la-violencia-de-genero

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Argentina registra 43 feminicidios en lo que va de año

Redacción: Últimas Noticias

Entre el 1 de enero y el 26 de febrero fueron asesinadas en Argentina 43 mujeres víctimas de la violencia machista, más siete casos que se encuentran bajo investigación, comunicó a Sputnik la coordinadora nacional del movimiento feminista Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana), Silvia Ferreyra.

«Tenemos registrados 43 femicidios y 32 intentos de femicidio en lo que va del año, más siete muertes en proceso de investigación», señaló la referente feminista.

Durante estos dos meses dos niñas o mujeres murieron a manos de los victimarios en feminicidios vinculados y otros dos niños y varones fueron asesinados por estar relacionados con la víctima de la violencia machista, reseña Sputnik.

«En los últimas días han trascendido varios de estos casos por su violencia y porque han causado un gran impacto en los medios de comunicación, como en el caso de uno de los femicidios vinculados, como se conoce a los niños o adultos que son asesinados para causar un daño a la víctima», advirtió Ferreyra.

Uno de esos casos que conmocionó a la opinión pública fue el asesinato de un niño de cuatro años en la ciudad de Puerto Deseado, en Santa Cruz (sur), en un hecho en el que su madre fue violada y sometida a una feroz paliza hasta que los agresores pensaron que se encontraba sin vida, por una simulación de la propia víctima.

Mumalá observó, al respecto, que la mitad de los casos vinculados que se producen en Argentina tiene por víctimas a menores de 15 años.

«Nuestra sociedad no se resigna a recibir estos casos de femicidio por muerte de violencia machista y sigue reclamando justicia y que desde el Estado se tomen medidas políticas que atiendan esta situación de emergencia», sostuvo la coordinadora.

Medidas pendientes

El informe de Mumalá revela que el 68% de los femicidas era pareja o expareja de la víctima, mientras que otro 17% era familiar de la mujer asesinada.

Como consecuencia de estos feminicidios, 57 niños y niñas se quedaron huérfanos de madre.

El Observatorio detectó que el 23% de las víctimas había denunciado previamente a su agresor, que en un 19% de los casos, el homicida se suicidó tras matar a la mujer.

Otro dato relevante registrado por la organización es que el 2% de los feminicidas pertenecía a las fuerzas de seguridad del país.

Mumalá insiste en que este año se trate en el Congreso un proyecto de ley presentado el año pasado para declarar la emergencia nacional en violencia de género, lo que «podría ser una respuesta oportuna a los casos que estamos registrando mes a mes y que nos golpea en la cara», planteó Ferreyra.

El movimiento feminista también reclama al Poder Ejecutivo que se implemente la Educación Sexual Integral (ESI) en todo el territorio «por ser una de las herramientas más valiosas para prevenir muchas de las situaciones de violencia», acotó la titular de Mumalá.

La coordinadora también puso el foco en la capacitación obligatoria sobre género y violencia contra las mujeres y diversidades destinada a los funcionarios nacionales que trabajan en los tres poderes del Estado, según estipula la Ley Micaela, promulgada hace un año.

«La aplicación de la Ley Micaela debería ampliarse para toda la función pública de los distintos niveles del Estado y para las instituciones por donde transitan o permanecen varones, como son los clubes, centros culturales y establecimientos comunitarios», planteó Ferreyra.

En Argentina se mantiene el promedio una vez más de una víctima de la violencia machista cada 32 horas.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/mundo/argentina-registra-43-feminicidios-en-lo-que-va-de-ano/

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Contra todas las violencias de género

Por: Grupo de Feminismos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.

En Andalucía nos encontramos con un Gobierno que no solo no reconoce la violencia de género, sino que pretende desmantelar los derechos conseguidos por la lucha del movimiento feminista andaluz.

Un año más llega el 25 de noviembre, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer. Y aparece una imagen en la que parece que todo el mundo está contra esta violencia y, con ella, la idea de que todo el mundo dice lo mismo, pero nos gustaría señalar, que ni todos están contra todas esas violencias, ni luchamos contra ellas de la misma manera. En este artículo nos gustaría plantear algunas reflexiones críticas al respecto, desde nuestra particular perspectiva, en defensa de los derechos humanos de todas las personas.

Pretenden situarnos en un discurso victimista y punitivo. Un discurso desde las instituciones, así como desde algunos sectores del feminismo institucional, que se pretende hegemónico, apareciendo como salvadores de las mujeres, que son tratadas como objetos de intervención, y no como sujetos autónomos e independientes, con plenos derechos de ciudadanía, en igualdad. Y sitúan el castigo como la solución a esta violencia. El victimismo y la utilización del sufrimiento de las mujeres no conducen a poner soluciones reales a su situación.

La violencia tiene muchas expresiones y es necesario visibilizarlas. Como la de las kellys cobrando sueldos de esclavitud, las trabajadoras domésticas, sin regulación laboral alguna, las mujeres porteadoras de la frontera de Ceuta, tratadas como animales de carga, las trabajadoras sexuales, estigmatizadas por una sociedad puritana e hipócrita, que niegan que tengan voz propia, podríamos seguir describiendo situaciones de violencias sobre todo en los colectivos más vulnerables.

Aunque es necesario denunciar todas las violencias, es necesario más que nunca que no olvidemos que más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas desde el 2003

Todas tienen algo en común y es que esta violencia que recibimos se asienta y se produce en la estructura capitalista y heteropatriarcal de la sociedad. Aunque es necesario denunciar todas estas violencias que recaen sobre nosotras, por el hecho de ser mujeres, es necesario más que nunca que no olvidemos que, más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas desde el 2003, y en este 2019 son ya 51 las mujeres asesinadas aumentando las cifras de los últimos cuatro años, datos que serían más abultados si se incluyeran otros casos que no son considerados violencia de género, como el de Paloma Barreto, transexual asesinada en Asturias hace dos meses y otras agresiones machistas que la ley no contempla como tal.

La gravedad de estas violencias contra las mujeres nos indica una vez más, no solo que algo está fallando, sino que esta violencia no ocupa un lugar prioritario en las agendas políticas. El pasado octubre se declaró la “Emergencia Feminista”, pero a pesar de Pacto de Estado sobre la Violencia de Género, a pesar de tantos minutos de silencio y de tantas campañas institucionales, podemos llegar a la conclusión de que NO HAY VOLUNTAD POLITICA.

En Andalucía, en nuestra comunidad, con la llegada de VOX, junto a la complicidad de Ciudadanos y el PP, nos encontramos con un Gobierno que ya de manera abierta no solo no reconoce esta violencia de género, sino que pretende desmantelar los derechos y conquistas conseguidos por la lucha que, durante tantos años, ha llevado el movimiento feminista andaluz.

Al Gobierno de Andalucía le preocupa la violencia de género que hacen desaparecer el presupuesto destinado al Observatorio Andaluz de Violencia de Género

Este Gobierno ha hecho una labor de ingeniería presupuestaria para encubrir en los presupuestos de 2020, un recorte global en las políticas de igualdad de un 1.404.207 euros, según se extrae de la comparativa. Es significativo cuánto les preocupa la violencia de género, que hacen desaparecer el presupuesto destinado al Observatorio Andaluz de Violencia de Género.

Se recortan 625.000 euros en protección al asociacionismo de mujeres, se eliminan partidas específicas para la defensa legal en materia de igualdad entre hombres y mujeres y las partidas específicas de ayuda a menores víctimas de violencia de género.

No solo reducen los recursos en algo tan importante como es la prevención de los asesinatos a mujeres por sus parejas, en unos momentos de emergencia, sino que niegan que exista discriminación, que exista sobreexplotación, que exista violencia de género.

Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, exigimos urgentemente que se desarrollen auténticas medidas preventivas, así como recursos destinados a eliminar esta lacra. Es necesario medidas específicas para aquellos colectivos que se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad, como las menores agredidas, mujeres con diversidad funcional o intelectual, las migrantes, las refugiadas, las gitanas, las trabajadoras sexuales privadas de derechos fundamentales o las trabajadoras domésticas para quienes urge la ratificación del convenio de la Organización Internacional del Trabajo 189.

Exigimos la derogación de determinadas leyes, como la Ley Mordaza y las leyes de extranjería que suponen una violencia institucional sobre los sectores más vulnerables donde nos situamos las mujeres.

Exigimos que se reconozca y se respete la diversidad de orientaciones e identidades sexuales existentes, así como las diferentes formas de vivir la sexualidad a la vez que denunciar su persecución y todos los discursos que alimenten el odio contra la igualdad, la diversidad y la libertad.

Desde nuestra lucha por la defensa de los derechos humanos no podemos olvidar ni dejar de denunciar la situación que sufren miles de mujeres en distintas partes del mundo en defensa de sus derechos, que son sistemáticamente violados, en estos momentos muy especialmente a las mujeres indígenas de Bolivia y Ecuador, a las mujeres de Palestina, Chile, Argentina, el Kurdistán y el Líbano.

Desde la APDHA, queremos una sociedad que defienda los derechos humanos y una sociedad libre de toda violencia de género.

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Fuente del artículo: https://www.elsaltodiario.com/opinion/violencia-machista-25N-contra-todas-violencias-genero

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Los protocolos de género en las universidades con escasos resultados

América del Norte/ México/ 13.08.2019/ Fuente: rotativo.com.mx.

 

La prevención, sanción y superación de las violencias de género forma parte de las preocupaciones de las instituciones académicas, y la implementación de protocolos es la estrategia más extendida, aunque los resultados no son los esperados.

Entre las razones se encuentra que la erradicación de las violencias de género está ligada a factores que exceden a las instituciones educativas, por lo que, si no se realizan cambios a nivel social y cultural y en conjunto con otros actores estratégicos, los resultados tenderán a ser limitados y poco sostenibles.

Lo anterior está contenido en el informe de la primera reunión realizada en Argentina, entre universidades de América Latina, en el marco del proyecto ACTonGender, financiado por el programa Horizon 2020 de la Unión Europea.

Act on Gender está integrado por 17 prestigiosas instituciones educativas de 10 países europeos y América está representada por FLACSO-Argentina.

Proponen incentivar y fortalecer la implementación de planes de igualdad en las universidades para revertir las barreras de género y avanzar en la igualdad en las posiciones de toma de decisión.

En la reunión, se advirtió que es necesario que las acciones de las instituciones académicas para el logro de la igualdad de género no queden reducidas a la búsqueda de soluciones para esta problemática y promover el diseño de una agenda que incluya temáticas menos abordadas.

Brecha entre los protocolos de género y su aplicación
El informe señala que los relatos de las instituciones dejaron al descubierto la existencia de una brecha entre “la letra” de los reglamentos y su implementación. En particular, la necesidad de tener en cuenta que las limitaciones que se presentan van más allá del ámbito universitario y son de orden social, económico y cultural.

Respecto a las medidas y acciones para prevenir y sancionar las violencias basadas en patrones de género, los datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indican que de un total (aproximado) de 700 denuncias, el 96 por ciento fueron realizadas por mujeres; el 96 por ciento de los denunciados son varones y cerca del 90 por ciento refiere a situaciones de violencia entre pares (alumnas y alumnos).

En Costa Rica, la reglamentación contra el hostigamiento sexual surgió a partir de una legislación nacional que exige su implementación dentro de las instituciones. Este marco obligó a las de educación a establecer reglamentos y protocolos. En el Tecnológico de Costa Rica (TEC), la atención del reglamento permitió la sanción tanto del personal docente como estudiantil y, en algunos casos, se llegó al despido
En Chile, el Consejo de Rectores en Chile (CRUCH), integrado por 18 universidades estatales y nueve privadas, que estableció una Comisión de igualdad de Género en 2018, señaló que los casos de acoso sexual que involucran a estudiantes son más frecuentes en las facultades de Ciencias sociales y Humanidades.

Situación similar se advierte en la Universidad de Buenos Aires, aunque su representante aclara que ello puede obedecer a que se realizan más denuncias y no necesariamente a que existan más casos que en otras facultades.

La igualdad de género en proceso de construcción
La igualdad de género en universidades y centros de investigación de América Latina está en proceso de construcción, se afirma en el informe a cargo de la Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América.

Se destaca que las universidades de América Latina han tomado medidas y acciones orientadas, primero, a lograr que las mujeres y varones tengan iguales oportunidades para el acceso y desarrollo de carrera, y por el otro, para prevenir, sancionar y superar las violencias basadas en patrones de género en los ámbitos universitarios.

Si bien algunas instituciones han implementado protocolos para la erradicación de la violencia de género, se señaló que estos no han alcanzado los resultados esperados por factores socioculturales, institucionales y económicos.

Sin embargo, se reconoce que estas medidas han abierto el camino hacia el diseño de planes de igualdad en estos ámbitos.

El diagnóstico de igualdad de género, los primeros reportes
El diagnóstico en el tema de la desigualdad en cada institución académica, se centra en los avances, junto con la selección y concursos docentes, en el ingreso, permanencia y egreso de las mujeres en carreras históricamente masculinizadas y, en menor medida, transformar los contenidos curriculares
Se cita en el informe que, en la Universidad Nacional Autónoma de México, la igualdad de género forma parte de la normativa y de la estructura de la institución, pero aún no ha impactado en sus prácticas cotidianas ni procesos.

Mientras, en la Universidad de Chile, con el objetivo de iniciar un proceso de institucionalización de la igualdad de género, en 2013, se realizó un diagnóstico sobre las trayectorias de las mujeres en esta universidad.

Su realización no fue casual ni impulsada por el rector, sino por la vicerrectora de aquel momento, una reconocida feminista chilena. Los resultados del estudio, además de dar origen al libro Del biombo a la cátedra, contribuyeron a la creación de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género.

También en Chile, el Consejo de Rectores estableció una Comisión de igualdad de Género en 2018, y de acuerdo con su representante, a pesar de su reciente creación, la cual ya ha logrado dar respuesta a algunas de las brechas de género en las distintas universidades y a las demandas estudiantiles por una educación no sexista.

En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, el sector estudiantil fue uno de los principales impulsores de las iniciativas que se llevaron a cabo, hasta el momento, relativas a la institucionalización del enfoque de igualdad de género.

Sus demandas apuntaron principalmente a promover la educación sexual integral y a la creación de un protocolo contra la violencia de género. Este último ya ha sido reglamentado.

Mecanismos de certificación de igualdad de género
Algunas de las instituciones ya implementaron instrumentos para la evaluación y seguimiento de las iniciativas relacionadas con la institucionalización del enfoque de igualdad de género; es decir modelos de certificación.

Su incorporación es política, en el sentido que la igualdad es considerada un indicador de calidad, pero también práctica, ya que en la mayoría de los casos impulsa el diseño de un plan de acción que marca el rumbo del proceso.

Los obstáculos que pueden acontecer para su aplicación están relacionados con la posible pérdida de la autonomía universitaria y con la utilización de indicadores que responden a las lógicas del sector privado y no a las de las instituciones de educación superior.

Aunque se cuenta con estrategias para sortear estas limitaciones, la creación de un sello específico para la transversalización del enfoque de igualdad de género en instituciones de educación superior es una tarea aún pendiente en la región.

Hacia un plan de acción regional de igualdad de género
La propuesta que hicieron los representantes de las universidades es iniciar un plan de acción que responda a las necesidades y características de las instituciones de educación superior de la región y esté orientado al logro de resultados concretos a corto, mediano y largo plazo.

Destacaron la importancia de crear espacios de trabajo conjunto que les permitan compartir visiones y aprendizajes y, de este modo, fortalecer la elaboración y factibilidad de los planes; diseñar estrategias para superar los distintos obstáculos y resistencias que pueden acontecer durante el proceso de transversalización y potenciar aquellas que hayan dado buenos resultados.

Gloria Bonder, directora de la Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América, señala que una comunidad de práctica, que promueve Ac On Gender, crea un sentido de pertenencia, confianza y voluntad para producir nuevos conocimientos en colaboración.

Fuente de la noticia: https://rotativo.com.mx/mujer/787749-los-protocolos-de-genero-en-las-universidades-con-escasos-resultados/
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Argentina: La UBA lanzó la primera diplomatura sobre Educación Sexual Integral y hubo “desborde” de inscriptos

América del Sur/ Argentina/ 29.04.2019/Fuente: www.clarin.com.

El curso está dirigido a docentes y estudiantes avanzados. Hay 250 personas en lista de espera.

La primera diplomatura sobre Educación Sexual Integral (ESI) que lanzó la Universidad de Buenos Aires (UBA) para docentes de todos los niveles superó todos los pronósticos de sus propios organizadores: no sólo se completó el cupo sino que hay 250 postulantes en lista de espera, informaron voceros de esa casa de estudios.

La diplomatura en ESI se dictará en la Facultad de Filosofía y Letras, y el lunes, en el primer día de inscripción se colmó el cupo de 480 docentes, lo que dejó a 250 postulantes a la espera de poder incorporarse en el curso.

La decana de esa facultad, Graciela Morgade, explicó a la agencia Télam que «la enorme cantidad de interesados» para un diplomado que no ofrece puntaje docente, «tiene que ver con una demanda y también con una trayectoria de nuestro equipo, que viene investigando desde hace más de 15 años en ESI».

ESI, en una jornada colaborativa para la creación de una plataforma y una app dedicada a la Educación Sexual Integral. / Archivo

La doctora en Educación y coordinadora académica de la diplomatura aseguró que el interés despertado por esta iniciativa se inserta en «un movimiento pedagógico» en desarrollo desde el año pasado en las aulas argentinas en torno a la educación sexual integral. Según la decana, esta impronta es impulsada por los propios estudiantes a partir del «estado de interrogación» abonado al calor de «las discusiones por el lenguaje inclusivo, lasviolencias de género o la legalización del aborto«.

El Diplomatura de Extensión en Educación Sexual Integral, que comenzará a dictarse en dos semanas en Filosofía y Letras, tiene por objetivo «la formación en los contenidos y la perspectiva» establecidos en la Ley 26.150 (Ley ESI) sancionada en 2006, con la intención de «trascender fuertemente el modelo biomédico antes hegemónico y también los intentos de retroceso que algunas visiones moralizantes están intentando llevar adelante», expresó Morgade.

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La cursada, de mayo a diciembre en formato semi-presencial, tendrá una carga horaria total de 210 horas, y está dirigida a educadores y estudiantes avanzados. Para la comunidad educativa de la Filosofía y Letras es gratuita.

«Efectivamente es la primera experiencia (de su tipo) porque en realidad la UBA y las universidades en general lo que tienen que hacer es incluir en sus planes de grado la perspectiva de género y la ESI. Pero es un proceso lento porque hay mucha discusión y participación de las comunidades», expresó la decana.

En su fundamentación, el programa de estudios cita una serie de investigaciones que dan cuenta del estado de situación en materia de Educación Sexual Integral.

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Así, según un estudio realizado por la organización Mumalá y el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) en 2016, uno de cada tres adolescentes no tuvo ESI durante su educación secundaria en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que los que tuvieron sólo cursaron en promedio dos horas al año.

Por otro lado, un informe de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE) realizado en 2017 arrojó que sólo el 4,5% de los docentes habían sido capacitados en ESI en la Capital Federal.

Por último, un relevamiento a nivel nacional de La Fábrica Porteña demuestra que el presupuesto para el Programa Nacional (PNESI) se redujo de 55 millones de pesos en 2015 a 43 millones de pesos en 2017.

Fuente de la noticia: https://www.clarin.com/sociedad/uba-lanzo-primera-diplomatura-educacion-sexual-integral-desborde-inscriptos_0_nHiaLhipJ.html

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REDES SOCIALES EN PERSPECTIVA DE GÉNERO: guía para conocer y contrarrestar las violencias de género on-line

Coordinación: Núria Vergés Bosch

Autorías: Alex Hache Núria Vergés Bosch Gema Manzanares Reyes, EnRedadas María Martha Escobar, EnRedadas Haydeé Quijano Rosado Indira Cornelio Anamhoo © INSTITUTO ANDALUZ DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Edita: Instituto Andaluz de Administración Pública

Diseño: 4tintas ISBN 978-84-8333-683-0 (Ed. electrónica)

Presentación: Las redes sociales somos tú, yo, ellas, nosotros y todas. Son un espacio relacionado con la familia, las amigas, las conocidas, la calle, la plaza pública y la sociedad en general. Las redes sociales permiten encontrar oportunidades, intercambiar recursos, cubrir necesidades y poner en común nuestro ser social, nuestras sociabilidades, nuestras formas de ser, pensar, hacer y vivir mundos. Los espacios conectados también representan un campo de acción para escenificar demandas y reclamos por parte de los movimientos sociales y los colectivos pro-derechos así como para todas las personas que defienden la igualdad y justicia social de género. El uso de las redes sociales en internet permite dar a ver, conectar, amplificar, crear sinergias, grupos y otras redes de transformación social y política. No obstante, en la sociedad actual, tampoco internet, nuestros móviles y las redes sociales on-line están libres de violencias de género. La inercia heteropatriarcal y machista sigue afincada en nuestras estructuras. Aunque con algunas diferencias, las violencias y discriminaciones contra las mujeres, personas trans y disidentes sexuales pueden ser tan intensas en Internet como en el espacio público y privado off-line. Los machismos persisten, a la vez que nuevos neomachismos aparecen y se actualizan utilizando las nuevas tecnologías y las redes sociales como plataformas de actuación violenta privilegiadas y en auge. El uso de las TIC puede facilitar y multiplicar exponencialmente los efectos de las violencias machistas. Además de facilitar el anonimato y la suma de agresores, las redes sociales permiten la repetición, viralidad, difusión e, incluso, la normalización de estas violencias. Dentro de ese entramado de redes sociales que se despliegan en nuestras vidas conectadas y fuera de Internet operan una multitud de posibilidades que se entrelazan fuertemente. Por todo ello, es cada vez más importante entender dónde y cómo nos movemos por los espacios conectados, para poder saber cómo operar e influenciar cambios positivos, así como para poder cuidar y cuidarnos entre nosotras para contrarrestar y sobrepasar estas violencias, agresiones y vulnerabilidades que pueden amplificar, complementar o, incluso, cambiar las que ya se experimentan en la vida física. Pese a la gravedad de las violencias on-line, el interés de nuestras administraciones para producir datos e información pública es gravemente ausente, así como políticas específicas al respecto. Además, entradas en la era del Big Data que analiza y comercializa gran parte de la información que compartimos en las redes, sorprende la inexistencia de datos públicos sobre ataques y violencias de género on-line. Si queremos acercarnos a estas violencias de género sólo podemos acudir a estudios puntuales de la academia, de instituciones internacionales, de algún departamento o institución pública, de alguna periodista comprometida y/o, como pioneras en esta y otras luchas de género, remitirnos a las entidades y colectivos feministas que se esfuerzan para visibilizarlas y hacerles frente.

Por todo ello esta publicación incluye, en una primera parte, la presentación de algunas de las características de las redes sociales en general y de las plataformas de redes sociales on-line. Lo abordamos de forma crítica y con perspectiva de género, así como relacionamos internet, las identidades, la privacidad y la seguridad con el género. Seguidamente nos adentramos en las violencias de género y, específicamente, las violencias de género on-line. Partimos de un análisis del panorama de datos cuantitativos y cualitativos existentes para, en la medida de lo posible, visibilizar qué está pasando si nos preguntamos sobre este tipo de violencias. Después, en una segunda parte, exponemos en detalle las violencias de género on-line, así como las posibilidades de hacerles frente. En este sentido, identificamos y definimos un conjunto de violencias de género que están ocurriendo en las redes sociales on-line y presentamos, a la vez, pistas, recomendaciones e iniciativas para profundizar en ellas y lograr autodefendernos, así como contrarrestarlas. Esta publicación pues, está pensada para que pueda utilizarse también como guía y manual para entender mejor cuales son los componentes de género que atraviesan las redes sociales on-line. Sin embargo, y sobre todo, buscamos contribuir a que desde una posición más informada, crítica y feminista se puedan detectar y conocer las violencias de género on-line y,en la medida de lo posible y en un futuro próximo, se puedan sobrepasar. Por ello, esta publicación puede resultar muy útil a las mujeres, especialmente a las mujeres vocales, feministas y disidentes sexuales y de género, que de forma creciente se ven afectadas por las violencias de género on-line. Además, por el idioma utilizado, las autorías, voces y miradas, así como la mayoría de datos y referencias utilizadas, esta guía resulta especialmente interesante para las mujeres latinas e iberoamericanas.

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Fuente: https://donestech.net/files/redessociales.pdf

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