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Michael McCabe: La educación es la mejor herramienta del Cuerpo de Paz estadounidense

Por: lahora.com.ec

El Director Regional del Cuerpo de Paz, con sede en Washington (EE.UU.) explica lo que hay detrás del reconocido programa de voluntariado.

Formar líderes es un reto para cualquier nación. Y más aún cuando el objetivo mayor es alcanzar la paz. El Cuerpo de Paz de los Estados Unidos tiene metas claras, relacionadas con ese reto, que provoca un crecimiento personal en los facilitadores y en los beneficiarios.

También está el crecimiento de las comunidades, incluida la estadounidense. El relacionamiento profundo de miles de voluntarios hace que se disperse el conocimiento, el compañerismo, la tolerancia y la solidaridad.

Las buenas experiencias son innumerables dice Michael McCabe, director Regional del Cuerpo de Paz, con sede en Washington. El experimentado desarrollador de capacidades, de capacitación para jóvenes, de tecnología para el desarrollo, de desarrollo de alianzas entre el sector público y el privado, conversó con LA HORA sobre el reto en que se ha convertido la paz.

Llegó al país para festejar los 60 años de la presencia del Cuerpo de Paz en Ecuador y el retorno de los voluntarios para trabajar en nueve provincias, luego del inicio de la pandemia. Ellos estarán dos años en el país. Él habla sobre el esfuerzo implícito de reducir los conflictos a futuro. Un trabajo que toma años. Pero que es muy efectivo para sembrar solidaridad y tolerancia entre las personas y los países.

P: Cuerpo de Paz lleva una palabra muy pequeñita de tres letras, pero que tiene mucho significado: paz ¿Cómo interpreta esta situación o relación en este tiempo?

Vivimos en un momento clave a nivel mundial, en Ecuador, en Estados Unidos. La paz, en realidad, es un reto grande para todos. La filosofía del Cuerpo de Paz siempre ha sido: podemos construir la paz a través de la amistad y tratando de ver cómo formamos enlaces. Lo hacemos con los voluntarios del Cuerpo de Paz, con nuestro equipo en Ecuador, con nuestros socios en los ministerios, en las comunidades. Esto crea un entendimiento. El Cuerpo de Paz tiene tres metas. Uno, trabajar mano a mano en el desarrollo local con las comunidades y los voluntarios. Pero el número dos y tres tratan de formar enlaces de amistad a través del entendimiento entre las culturas. Y para nosotros estos son los que crean raíces fuertes para la paz.

P: ¿De qué forma han colaborado para conseguir estos dos últimos objetivos?

Celebrando los 60 años del Cuerpo de Paz en el país, son 60 años de amistad. Hoy celebramos el regreso de los voluntarios del Cuerpo de Paz que van a nueve provincias. Ellos trabajarán en escuelas de estas nueve provincias, van a convivir con familias de las comunidades y, en este intercambio, buscarán formas para mejorar su entendimiento de la cultura ecuatoriana y los ecuatorianos entenderán un poco más la cultura de los Estados Unidos.

P: ¿Cuál es la motivación que tienen usted y los voluntarios para hacer este trabajo?

La motivación de los voluntarios varía, pero para la gran mayoría ellos parte de reconocer que vivimos en un mundo compuesto de países, pero donde existen seres humanos. Para avanzar en educación y en el desarrollo humano tenemos que encontrar la forma de entendernos el uno al otro, y esto va más allá de nuestra comunidad, de nuestro país, hay que entender otros países. Ellos vienen con este espíritu de aprender, entender, compartir. Por eso la mayoría de ellos han salido de su hogar, de su familia, de su país, por dos años. Lo hacen para vivir junto con las familias de comunidades bastante humildes. Y ahí es donde realmente encontramos la solidaridad.

P: Cuando usted dice: encontramos la solidaridad. ¿A qué se refiere?

La solidaridad de aprender el idioma español o kichwa. Conocer cuáles son los retos que enfrentan las personas de las comunidades, y compartirlos. Pero lo más importante es la acción colectiva para mejorar la calidad de la educación, de salud. Trabajar con grupos juveniles y centros juveniles para formar, juntos, un capital humano.

P: Buscar la paz lleva implícito el evitar conflictos. ¿Trabajar en la educación sirve para evitar conflictos?

Sí. Tenemos programas en muchos temas para responder a la situación de la pandemia, en salud, juventud, en desarrollo económico y comunitario. Pero el programa más grande es la educación. ¿Por qué? Porque ahí hemos visto que hay una oportunidad de la vida, muy temprano, de formar, junto con los otros maestros, las nuevas oportunidades para los jóvenes. Entonces, nuestro rol aquí no es enseñar a los jóvenes, sino trabajar junto con los maestros e innovar en técnicas de mejoramiento de la enseñanza y las capacidades. De esta forma aprendemos juntos y, con solidaridad, mejoramos las capacidades de cada joven.

P: Hay personas que creen que prepararse para la paz es prepararse para un mejor futuro. ¿Hay casos exitosos en el trabajo que ha realizado el Cuerpo de Paz?

Cuando viajo siempre encuentro personas que son directores de escuelas, doctores, pueden ser taxistas, pero siempre recuerdan que tuvieron un voluntario del Cuerpo de Paz en la comunidad y que los ayudó a aprender. Hace poco estuve en un evento con embajadores de países del Pacífico. Cuatro de los ocho se pusieron de pie y comentaron que, cuando eran jóvenes, aprendieron a hablar inglés o matemáticas con los voluntarios del Cuerpo de Paz. En ese momento no sabían que ellos iban a ser líderes de su comunidad o de su país, pero ese intercambio les ofreció un entendimiento de esta relación entre países.

P: ¿Este proceso del que usted detalla ayuda a mejorar la seguridad de los países?

En un mundo donde a veces sentimos la polarización de personas por el temor de las diferencias, formar amistad, entendimiento y trabajar en temas de desarrollo local, entendiendo estas necesidades y prioridades, disminuye este sentido ‘del otro’ y forma este sentido de ‘nosotros’. Y eso puede bajar la tendencia para un conflicto.

P: ¿Puede dar ejemplos?

Sin duda. Mire, hemos trabajado en más de 140 países por 60 años. 240.000 voluntarios que han sido embajadores de su país. Y cuando regresan, pasan a ser embajadores, a ser congresistas, a ser maestros en escuelas en Estados Unidos. Ayudan a formar nuestro entendimiento sobre cómo queremos interactuar con otros países. Entonces, yo creo que ese es un buen ejemplo, pero hay muchos otros.

P: El mayor ejemplo es dentro de su propio país.

Es un ejemplo. También encontramos que la formación de este sentido de compromiso, voluntariado, solidaridad, ha tenido un impacto en muchas comunidades donde hemos trabajado y eso es importante. Trabajar junto con los socios, como con las autoridades ecuatorianas, también. Aquí están formando su propio programa de voluntariado. Creemos que todos tenemos la oportunidad de contribuir al desarrollo de nuestras comunidades. (JC)

Fuente e Imagen: https://www.lahora.com.ec/pais/la-educacion-es-la-mejor-herramienta-del-cuerpo-de-paz-estadounidense/

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How to support girls’ and women’s education

How to support girls’ and women’s education

The commemorative day comes along once a year, on Mar. 8, and marks the perfect time to get a game plan together for supporting women around the world.

The United Nation’s theme this year — «I am Generation Equality: Realizing Women’s Rights» — can inspire action. After all, we haven’t reached equality yet. So, how to make ourselves «generation equality?» Education is a great place to start.

Around the world, more than 132 million girls are not in school, due to a host of different issues, according to UNICEF. Obviously, this figure needs changing. This International Women’s Day, it’s high time to ensure that women around the world are getting equal access to educational opportunities.

The first step? Supporting organizations that fight for girls’ and women’s education.

The organizations below, which all received three- or four-star ratings on Charity Navigator, an evaluator of charities, help provide girls and women with access to crucial educational services.

You can support these organizations by staying informed on their events and programs, as well as donating where possible.

AnitaB.org

Named after trailblazing scientist Anita Borg, who inspired other women to embrace tech as a career path, AnitaB.org continues to expand the number of women in STEM. Through events and programs designed to foster the recruitment, training, and development of women tech leaders, including the  Grace Hopper Celebration, billed as the world’s largest gathering of women technologists, AnitaB.org is helping to build the next generation of women in STEM.

While it focuses on a wide variety of issues around getting more women in STEM, it also offers events catered to young people, various scholarships, and awards for students.

You can directly volunteer to help out at some of the many different events it hosts. You can also donate to fund their programs and services here (though this will not necessarily go directly to education efforts.)

Campaign for Female Education (CAMFED)

CAMFED describes itself as a «pan-African movement,» with the goal of multiplying the amount of girls in school and providing them with new opportunities for leadership (with a focus on sub-Saharan Africa). According to Charity Navigator, since 1993, CAMFED’s programs have directly supported over 3.3 million students in Zimbabwe, Zambia, Ghana, Tanzania, and Malawi to attend school.

To get involved, you can fundraise for CAMFED, participate in nearby events, when available, develop corporate sponsorships, or donate.

American Association of University Women (AAUW)

The American Association of University Women aims to break educational and economic barriers for women and girls through advocacy, education, charity work, and research.

Its advocacy work focuses on civil rights, gender fairness in education, economic security for women, and the enforcement of Title IX and other civil rights education laws.

To support these efforts, you can take action directly by joining AAUW’s «Two Minute Activist» sign-up to receive email notices that let you know when advocacy is needed the most, helping you contact your member of Congress or state legislators and writing letters to the editor of your local newspaper. (On the sign-up, you can select your policy interests, which include options for civil rights, STEM, economic security, education, Title IX, and pay equity.)

If you want to support AAUW in other ways, you can also become a member or donate directly. On the donation page, you can specifically choose to support education and training for women.

Friendship Bridge

Friendship Bridge provides educational, microfinance and preventative health services to women in Guatemala in order to empower them to choose «their own path.» The goal is to empower women, especially those in rural areas, so that they create self-realized solutions for poverty for their communities.

To support Friendship Bridge, you can directly donategive in other ways, join or start a friendship circle, or keep up with its happenings.

Fuente de la Información: https://mashable.com/article/how-to-help-girls-education/

 

 

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Tejer redes emocionales y afectivas mientras se hacen los deberes

Por: Pablo Gutiérrez Álamo

Las escuelas de tareas utilizan el juego, el cariño, el contacto físico y las relaciones intergeneracionales para hacer comunidades y redes con las que mejorar las vidas de niñas y niños, pero sobre todo, de adolescentes y madres. 

Viajamos a Mexicali, virtualmente, de la mano de Pepe Segalés, para conocer un proyecto que este sacerdotes catalán puso en marcha hace casi 20 años. Las escuelas de tareas.

Mexicali es una ciudad fronteriza en el término más literal de la palabra. Casas, calles y personas se apelotonan en la frontera que divide México de Estados Unidos, formando una desigual masa urbana, ancha y muy poblada en un lado, pequeña, muy pequeña, al otro. La desigualdad también se da, nos cuenta Segalés, en la forma en que ambas riberas se relacionan.

A las 3 de la mañana buena parte de Mexicali ya se ha levantado y se dirige a los pasos fronterizos para, a partir de las 5, ponerse a trabajar en los campos de frutales estadounidenses. Unas horas después harán lo propio otros miles que se dejan las horas en los McDonald’s o en las casas, limpiando. Y, finalmente, los “riquillos” como los llama Pepe, que envían a sus hijos a estudiar a Estados Unidos.

Vivir en la frontera no es fácil. A esto se le suma una buena cantidad de grupos (“sectas”, sice Segalés) evangélicos que, según el religioso, han dejado a las ciudades, a las comunidades, divididas, enfrentadas. A veces irreconciliables.

Después de tantos años. Pepe Segalés tiene un marcado acento mexicano, aunque el catalán también aparece de vez en cuando.

Escuela de tareas

Las escuelas de tareas nacen, como proyecto de voluntariado, de a pocos. El objetivo es que, tras las clases, niñas y niños puedan  ir a algún lugar para afianzar los conocimientos que en la escuela del gobierno no consiguen, o por falta de interés de los docentes, o por dificultades de aprendizaje, problemas familiares… los motivos son muchos.

“Al principio yo pensaba que lo importante era la hora que hacían fichas”, explica. “Cuando terminaban la tarea debían irse a sus casas, pero no lo hacían, se quedaban jugando a la pelota. ‘Eah, váyanse a sus casa muchachos’, les decía, pero no se iba nadie”.

En poco tiempo decide que los primeros que lleguen se pondrán pasar el tiempo con juegos de mesa mientras esperan a sus compañeros. De esta forma no se penaliza llegar antes y se incita a los rezagados a venir pronto. Al terminar la jornada también harán juegos, pero ya no de mesa. De esta forma, dos o tres días en semana, niñas y niños acuden dos horas cada día a la escuela de tareas. La primera media hora se dedica al juego de mesa, una hora a hacer fichas y otra media al juego.

Algo tan sencillo acaba adquiriendo importancia. El juego como herramienta para la socialización de unos niños que se pasan gran cantidad del día solo, al salir de las clases de sus colegios. Sus madres y sus padres, por lo general, pasan la mayor parte del día trabajando, no tienen demasiado tiempo para sus hijos. “Yo al principio pensaba que eran las fichas, y ahora creo que no, que lo más importante es el juego, donde los niños cambian y donde se les abre la mente es jugando”, afirma Pepe.

Segalés entendió que este era uno de los puntos clave, la mejora de las relaciones entre unos y otros, ofrecer cariño a niñas y niños que no lo reciben habitualmente en sus casas, bien por las jornadas laborales, bien porque las familias son problemáticas. Y que en el colegio notan cómo se van quedando atrás y el sistema educativo (y unas maestras y maestros sobresaturados) no tiene ni tiempo ni energía de ayudar.

El cuerpo. El tacto, el contacto, las caricias o los abrazos. Otra de las claves que se han ido decantando en el proyecto. “lo más importante es el juego, pero no el juego de tirar un balón, sino los juegos en los que los críos se tienen que tocar: agarrar de la mano, pasar por debajo, tirarse encima del otro, que les vas quitando sillas y se tienen que encimar. Ahí están los cambios. Lo veo clarísimo”.

Voluntarismo, voluntariado

Las tareas, que intentan acomodarse a los conocimientos de niñas y niños, más que al curso académico en el que están matriculados, las realizan siempre junto a otra persona, un maestro o maestra. Esta figura la realizan personas voluntarias que, o bien son madres de alumnos o bien, después de los años, son chicas y chicos que ya fueron alumnos de la escuela de tareas.

Este es otro de los puntos importantes, lo que tiene de mezcla, de intergeneracional el proyecto. Niños que juegan con niñas, que estudian con otros algo más mayores que ellos, con una señora que podría ser su madre o un hombre que podría ser su abuelo. Un proyecto intergeneracional que depende del voluntarismo de estas personas que “hacen” de maestras.

Se les da cierta formación sobre cómo tratar con niñas y niños (paciencia, cariño, refuerzos positivos), así como han de comprometerse a estar tres meses, mínimo, en la escuela de tareas. Es una de las fórmulas para no perder docentes en cualquier momento.

Por encima de los docentes voluntarios, hay una mamá que los coordina, que hace que haya material para las diferentes actividades, que todo esté más o menos en su sitio. Estas coordinadoras son las únicas que cobran algo de dinero, unos 100 pesos al mes. Primero, porque tienen más responsabilidad y para darle una mayor continuidad al proyecto, que Segalés califica de “débil”, precisamente por la dependencia de las personas voluntarias. “Es tan débil el proyecto este… las que hacen de maestras: mamás que tienen mil preocupaciones, hay caos, desorden, es muy difícil mantener una organización que pida seguimiento”.

“Pero el caos funciona”, asegura a pesar de todo. Y lleva 17 años haciéndolo. Casi dos décadas en las que han recibido apoyos pedagógicos y económicos desde, fundamentalmente, Cataluña. Visitas de personas expertas que han ido, queriendo o sin querer, afinando algunas de las propuestas que se hacían en las escuelas de tareas, para dotar de un mayor peso pedagógico lo que por intuición se estaba haciendo.

Débil pero transformador

A parte de que niñas y niños puedan avanzar en lo académico (que lo hacen), o que me mejores su confianza y su autoestima y esto mejore sus relaciones en el colegio estatal, el verdadero beneficio, para Segalés, después de estos años, no es tanto este, como el que se consigue, primero, con las mamás y, después, con los adolescentes. El proyecto “es débil, sí -repite Segalés-, pero los cambios, tanto en niños, adolescentes como en las mamás son muy rápidos y evidentes.”

“Así como los niños aprenden, dice, las mamás de allá también aprenden. Mucho. Ellas te lo dicen. El tener paciencia con los niños ajenos, las mamás te lo dicen: ‘Ahora ya le tengo paciencia a mis hijos propios’. Es una constante. ‘Antes era un suplicio ayudar a mi hijo a hacer la tarea y ahora se me facilita mucho desde que soy maestra de la escuela de tareas y que he tenido otros niños’”.

A esto se suma lo que hacen los adolescentes. “Al principio como que pones el acento en los niños, son beneficiarios. Pero al rato te das cuenta de que no, de que realmente los beneficiarios son los adolescentes, los hermanos de 13, 14, 15 años que hacen como de maestros”. Y más en verano, cuenta. Estas semanas atrás, en Mexicali, explica, unos 1.000 niños y niñas, y unos 200 o 300 adolescentes se han dedicado a hacer, dice Segalés, “lo que en Cataluña se conoce como esplais, una especie de ludoteca”. Copiando una actividad que aprendieron en el Pirineo aragonés, estas actividades, antes sin hilo conductor y marcadas por los horarios, ahora se desarrollan todas bajo el paraguas de un cuento, una historia, una auténtica representación que crean y desarrollan los más mayores para que niñas y niños pasen los días de verano “para que sientan que están de vacaciones”.  “Se busca un centro de interés, que puede ser el Oeste, o la Luna… y durante tres semanas desarrollan un cuento; lo desarrollan los adolescentes. Son muchachos de 13, 15, 17 años que se divierten y arrastran a los niños. Y es muy hermoso”.

Y de aquí, a la utopía. Porque el proyecto aspira a no ser solo una escuela de tareas después de las clases. Aspira a generar movimiento en las colonias donde se asientan para que se creen centros comunitarios en los que las madres y padres puedan desarrollar actividades de ocio y de capacitación en diferentes áreas. Y de ahí dar el salto a asociaciones de vecinos.

“A veces nos hemos acercado pero… yo al menos no lo he conseguido”. Aún así, explica Segalés, que la presencia de las escuelas de tareas ha supuesto cambios importantes en algunas de las colonias, divididas por diferencias religiosas (evangelistas y católicos). En la colonia La Ladrillera, la existencia de la escuela de tareas supuso que hubiera unidad a pesar de que se dividía entre tres confesiones diferentes. “La escuela de tareas unión a los tres grupos -cuenta Pepe Segalés-. Y cuando la dueña de los terrenos dijo: ‘Bueno, se tendrán que ir porque voy a construir un fraccionamiento’, si no hubiera sido porque estaban unidos, hubieran perdido la batalla. La ganaron. La señora tuvo que ceder y aceptó que en lugar de pagar una renta, le irían pagando los terrenos y con el tiempo se los pudieran quedar”.

Este es, tal vez, el reto más importante, la creación de redes de vecinos en comunidades tan complejas. “Cuán importante es crear redes. Esta es la riqueza de aquí (Cataluña) se me cae la baba cuando vengo. Que voy a un pueblito de 200 familias y hay 15 asociaciones.
Yo pienso que la solución de un país estaría en crear estas pequeñas redes”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/11/tejer-redes-vecinales-y-afectivas-mientras-se-hacen-los-deberes/

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Voluntariado para educación con niños y niñas en Alemania

Alemania/ 11 de julio de 2017/Fuente: http://masoportunidades.org

La organización Friends of Waldorf Education busca 75 personas mayores de 18 años de cualquier parte del mundo, interesadas en prestar un servicio de voluntariado presencial en Alemania.

Las actividades que se ofrecen para el voluntariado, se centran en casos de pedagogía curativa con niños y jóvenes y terapia social con adultos. Antes y durante el servicio voluntario, los participantes reciben las siguientes garantías:

 Invitación oficial y acompañamiento durante la tramitación de la visa.

 150 euros al mes durante el tiempo del voluntariado.

 Alojamiento y alimentación en Alemania.

 Seguro de salud, accidente y daños a terceros.

 Vacaciones establecidas según contrato.

 Apoyo y acompañamiento tanto pedagógico como administrativo durante el servicio voluntario.

 20 días de seminarios acompañados y cobertura de transporte para el traslado a los seminarios.

Para postularse al voluntariado usted debe:

 Poseer conocimientos del idioma alemán superiores al nivel básico, que en lo posible puedan verificarse.

 Poseer experiencia práctica en trabajos de pedagogía curativa (niños con capacidades especiales) o cuidado de ancianos.

 Estar dispuesto a participar del servicio voluntario por 12 meses en una ocupación de tiempo completo.

Tenga en cuenta que los costos del viaje hacia Alemania y de regreso al país de origen, deben ser asumidos por los voluntarios.

 

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República Dominicana: Medio Ambiente destaca la participación de la mujer en jornadas de reforestación

Centroamérica/República Dominicana/21 de octubre de 2016/www.cdn.com.do

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, informó que la meta de sembrar más de 2 millones de plantas en octubre será alcanzada al tiempo que destacó la participación de mujeres que trabajan como jornaleras y responsables de brigadas de reforestación en todo el territorio nacional.
Mediante una nota de prensa, la institución ambiental expresa que existen cientos de mujeres que trabajan como jornaleras y como responsables de brigadas en los proyectos de reforestación, principalmente en las cuencas acuíferas que han sido declaradas de alta prioridad debido al carácter estratégico que tienen zonas productoras de agua.
“Con las manos de estas mujeres y de miles de voluntarios de diversas organizaciones e instituciones públicas y privadas el Ministerio de Medio Ambiente avanza en la plantación de más de 2 millones de arbolitos en el mes de octubre declarado como el Mes de la Reforestación”, agrega la nota.
Según estadísticas del vice ministerio de Recursos Forestales, en el período enero-agosto de este año se han sembrado 5 millones 686 mil 673 árboles en un áreas de 109 mil 476 tareas de tierra.

http://www.cdn.com.do/noticias/nacional/2016/10/20/medio-ambiente-destaca-la-participacion-de-la-mujer-en-jornadas-de-reforestacion/

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Perú: Una causa basada en hechos reales

América del Sur/Perú/ 23 de agosto de 2016/ Fuente: europasur

Un algecireño recauda fondos para mejorar las condiciones de vida de niños en exclusión social de Perú Lanza una campaña de ‘crowdfunding’ y un blog donde relata sus vivencias.

Un viaje directo a la inagotable necesidad. Hace un mes y medio los pasos de un ingeniero informático algecireño le llevaron a un orfanato del Cusco (Perú). David Pelayo, de 27 años, no ha querido ser uno más. Dejando atrás una infancia de superación dentro de una familia en riesgo de exclusión social de La Bajadilla y tras comprobar con sus propios ojos la realidad que se vive en Latinoamérica, ha lanzado una campaña de crowdfundingpara intentar recaudar 20.000 dólares -unos 17.600 euros- para construir baños de ladrillo, bien climatizados e higiénicos, además de ayudar a cubrir otras necesidades básicas como la alimentación y la electricidad.

Junto a su novia, Sonia Figuera (Lleida), Pelayo emprendió un viaje con una escala de voluntariado para conocer el orfanato de Azul Wasi, liderado por Alcides Jordán, ex policía de Cusco. La pobreza y el abandono infantil le llevó a crear el orfanato con apoyo de amistades. Con su aportación personal y la de varias pequeñas ONG del mundo ha conseguido construir lo que ahora es Azul Wasi, un hogar en el que ya hospeda a unos 20 jóvenes.

Cuando llegó Pelayo descubrió un entorno de niños saludables y alegres. El más pequeño tiene 4 años y el mayor 19 y estudia Periodismo. Disponen sólo de una persona que se encarga de la cocina y un profesor. Jordán acude con su esposa los fines de semana. El algecireño rápidamente se percató de las necesidades. «Reciben mucha aportación material, pero poca económica que les permita progresar en infraestructuras».

Figuera es pedagoga y profesora, lo que les aportó una evaluación y atención personalizada. Pelayo como ingeniero informático, con experiencia como docente, se enfundó el mono de trabajo y realizó labores que le llevaron desde a pintar paredes hasta a apoyar en cocina o en educación. No obstante, donde vio que podía marcar algo más la diferencia fue aprovechando sus conocimientos en tecnología para intentar cubrir la brecha tecnológica que sufren. «Solo poseen un par de ordenadores y alguna tablet que le han regalado, dejándolos aislados de la realidad moderna interconectada», explica.

Se puso las pilas y comenzó a grabarlos para hacer un vídeo promocional de una campaña con la que ahora intenta recaudar fondos para poder construir baños. Los que ahora existen son de un material muy viejo y rápidamente degradable. «Las ayudas públicas o gubernamentales son completamente nulas. Y cuando las hay exigen un batallón de requisitos y controles que impiden que los niños posean cierta libertad a la hora de realizar sus tareas».

El principal objetivo de Pelayo es darle visibilidad a la historia de los chicos -enlace para consultar la iniciativa en la plataforma Indiegogo https://www.generosity.com/education-fundraising/azul-wasi-needs-new-bathrooms/x/14760265-. Sabe que hay muchas otras organizaciones que se encargan de hacer labores similares y gente que necesita ayuda. Lamenta que en Perú hay mucha corrupción y muchos de estos hogares se dedican a conseguir fondos de voluntarios y corporaciones «para luego llenarse los bolsillos». La prioridad número uno de la fundación es que los chicos estudien y tengan futuro.

El algecireño estudió en el colegio María Auxiliadora. Nació y creció en La Bajadilla en una familia inmersa en un mundo de exclusión y problemas sociales, personales y económicos. «Siempre nos faltó dinero para tener instalación eléctrica en condiciones, nunca llegábamos a final de mes. Hemos pasado hambre, penurias y muchas peleas». Es el pequeño de tres hermanos. A los 8 años se acercó a un ordenador.

La buena educación que recibió en el colegio, siendo Ana Villaescusa una gran influencia en su persona, le permitió decantarse a los 16 años por estudiar Informática. Se tramitó sus propias becas y se fue a Madrid con 17 años a una residencia de estudiantes. «Rápidamente tuve que empezar también a trabajar para poder costearme otras cosas». Tras becas, esfuerzos y compaginar diferentes trabajos, hoy puede decir que acabó su carrera y desde hace casi siete años trabaja en el sector.

Pelayo observa a los pequeños del orfanato y recuerda las dificultades que vivió en su infancia. Todos tienen un patrón en común: sus familias están desestructuradas. Algunos tienen progenitores adictos a algún tipo de droga. Otros han sido explotados para trabajar para sus padres. «La gran mayoría de ellos ha acabado viviendo y durmiendo en la calle durante su infancia, en vez de estar jugando como cualquier niño se merece». «Cuando veo la mirada profunda de un niño y me cuenta su historia, veo reflejado cómo pude salvar mi futuro y cómo ellos en realidad tienen la oportunidad de tener un futuro como el mío o mejor», asegura.

El algecireño sabe que a pesar de que tengan algún tipo de trauma, «puedes sentir rápidamente como todos tienen muchísimas ganas de vivir. Y es lo que más desean, tener sueños, ilusiones, metas, experimentar, jugar, curiosear, vivir en definitiva».

Ha hecho de esta experiencia de vida, del voluntariado, de sus vivencias, un meta. «Te marca el poder experimentar, venir aquí y conocerlos, porque desde el primer saludo que te dan y te llaman amigo hasta el último momento están deseando descubrir nuevas cosas, preguntan y quieren que te quedes y que estés con ellos. Es una experiencia increíble para cualquier ser humano».

Fuente: http://www.europasur.es/article/algeciras/2353123/una/causa/basada/hechos/reales.html
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Entrevista a Melani Cendoya, residente en Cartagena de Indias (Colombia), donde colabora el un proyecto que busca otro tipo de voluntariado FEM y el voluntariado no asistencialista

América del Sur/Colombia/20 Agosto 2016/Autora: Lucía Baskaran/Fuente: Diagonal

El voluntariado ha sido frecuentemente criticado desde distintos frentes. Lo que en principio debería ser una expresión de solidaridad, muchas veces se convierte en un acto narcisista que tiene más que ver con la búsqueda de la satisfacción personal y laselfie con “los pobres” que con el altruismo.

Melani Cendoya (Zarauz, 1988) fue, como muchas otras, con la intención de ver, oír, conocer, aprender, ayudar. Su plan inicial era estar unos pocos meses, pero Colombia y sus habitantes la cautivaron. Tres años después, sigue viviendo en Cartagena de Indias, una de las capitales con mayor tasa de miseria del mundo. Hablamos con ella sobre su proyecto en FEM y el voluntariado no asistencialista.

¿Cómo fueron tus comienzos en Colombia?

Al llegar, empecé a trabajar con una fundación que estaba más pendiente de las apariencias que de otra cosa. Poco después conocí a la politóloga y pedagoga Ana María González Forero y me encantó su filosofía no asistencialista y su forma de trabajar. El voluntariado no consiste en dar lo que tú tienes, lo que te sobra o lo que tú piensas que ellos necesitan. Ellos también tienen capacidad de decisión.

Hace siete años, Ana María fundaba FEM (Fundación por la Educación Multidimensional). En principio estaba enfocada únicamente a la educación infantil, pero posteriormente se dio cuenta de que había muchos más frentes en los que intervenir si quería superar la desigualdad. En FEM no intentamos luchar contra la pobreza, sino contra la desigualdad, que es cada vez mayor, tanto a nivel económico como de oportunidades, acceso a la salud pública o participación ciudadana.

¿Con qué comunidades trabajáis?

Trabajamos con las comunidades más afectadas por la desigualdad: poblaciones indígenas y afro principalmente. A pesar de que la Constitución de 1991 trajo consigo leyes de derechos históricos que protegían a estas comunidades, la mayoría los desconocen. Aquí cerca, por ejemplo, hay una comunidad a la que una marca hotelera está expulsando de su tierra, cuando en realidad ellos tienen derecho a reclamar ese territorio pidiendo la titulación colectiva. Así, si alguien quisiera intervenir en ese territorio, tendría que hacer una consulta previa. Si la comunidad no quiere, no se puede intervenir, por mucho dinero que tengas.

¿Qué hacéis desde FEM para apoyar a estas comunidades?

Principalmente, trabajamos en dos frentes: Hábitat, o la forma de relacionarse con el espacio del que disponen, y Emprendimiento, donde incuban negocios base de pirámide. En FEM les ofrecemos asesoramiento jurídico, contable, de marketing y de plan de negocio. Intentamos impulsarles para que sean ellos los que decidan de qué van a vivir, cómo van a vivir y cómo quieren gestionar su tiempo.

Muchos de los territorios donde viven están en zonas de riesgo: desprendimientos, inundaciones… Nosotras no hacemos la función del Estado, que es movilizarlos a otro lugar, sino que nos centramos en hacer de su espacio un espacio habitable. En el barrio de El Pozón, por ejemplo, las calles están sin pavimentar, no tienen sistema de alcantarillado ni agua, y tienen un caño contaminado al lado. Encontramos a una comunidad de madres que decidieron organizarse bajo el nombre de AMOR (Asociación de Mujeres Organizadas) y que crearon un banco comunitario. Tenían un espacio medio vacío que se estaba usando para tirar basura y querían hacer un parque, ya que El Pozón no contaba con un espacio para los más pequeños. Como para el gobierno estas mujeres son invisibles, desde FEM decidimos intervenir haciendo de puente para que pudiesen negociar con dos instituciones: la Universidad de Pensilvania y la empresa de reciclaje Esentia. Después de muchos meses de trabajo, conseguimos que la Universidad de Pensilvania viniera con once estudiantes (arquitectas, paisajistas urbanos y profesores) y que Esentia nos donase plástico reciclado. Así, si la zona se inunda, el material no se ve afectado. También les propusimos crear una pequeña start up de catering para que cuando El Pozón reciba visitas, sean ellas las que se encarguen de hacer la comida, servir…etc. No intervenimos en comunidades que no estén preparadas. Vimos que las mujeres de AMOR estaban muy motivadas y por eso decidimos intervenir.

¿Cuál es vuestro objetivo con la comunidad de El Pozón?

Nuestro objetivo es que ellos puedan tomar mejores decisiones, tanto por capacidades de conocimientos y de relaciones institucionales respecto al uso de su territorio, porque al final eso es lo que define su estilo de vida. Pero que sean ellos los que decidan, siempre.

Ahora estamos haciendo un prototipo de casa sobre pilotes. Al ser zona inundable, uno de los líderes de la comunidad está viviendo en una casucha con cuatro maderas y sin suelo. Estamos haciendo una recaudación de fondos, si alguien quisiera aportar sería genial. Nuestro próximo proyecto está centrado en la construcción de casas resilientes, es decir, mejorar lo que ya está.

¿Cómo podemos deshacernos de esa filosofía asistencialista del voluntariado que comentabas antes?

Cuando alguien viene de fuera, suele traer ideas y proyectos pensados desde fuera, sin tener en cuenta las necesidades de la comunidad. Cuando vinieron los de la Universidad de Pensilvania, por ejemplo, ya traían un diseño de parque hecho desde allí. No puedes venir y ponerte a construir algo sin dedicarle un par de días a comunicarte con la comunidad. Tienes que adaptar el proyecto para que sea factible para ellos, socializarlo con ellos. Es necesario deshacernos de ese asistencialismo, “como ellos son pobrecitos y yo soy europeo y universitario, les voy a decir cómo tienen que hacer las cosas.” El aprendizaje es bidireccional; trabajando bajo este caliente sol mano a mano dejas a un lado esa verticalidad.

Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/global/31098-fem-y-voluntariado-no-asistencialista.html

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