Renovar al Instituto Pedagógico de Barquisimeto

«… -Vengamos ahora al hombre justo: ¿en qué asunto y ocasión es más capaz de hacer el bien a los amigos y mal a los enemigos? / -A mi entender, luchando contra ellos o con ellos» (Platón en: La República. Ed. Aguilar. Madrid. España. 1968. Libro I, pág. 65).

¿Quiénes serán los amigos o los enemigos del Instituto Pedagógico de Barquisimeto? ¿Dónde estarán? ¿Adentro o afuera? ¿Quiénes son? ¿Personas naturales o jurídicas? ¿El entorno adverso donde esta institución desarrolla sus actividades de docencia, investigación y extensión o la filosofía de gestión son los mayores enemigos y hay que luchar contra ellos: inflación económica, desesperanza aprendida, inmoralidad y corrupción?

II

Así, después de las consabidas vacaciones escolares (y extrañamente sin los famosos «Cursos Intensivos» o «Período Extraordinario de Nivelación y Avance», PAENA 2017, dado que el terrorismo se apoderó de las calles de Venezuela desde abril al 30 de julio, porque «la resistencia» cumplía una faena de locura y muerte), el Instituto Pedagógico de Barquisimeto, va despertando de la modorra y también su pensamiento crítico, ejercido por estudiantes y profesores.

Por eso hemos observado que estamos muy escuálidos, en el sentido más castizo del término o sentido más puro del lenguaje castellano o español: «flaco, macilento, esquelético». Hablando en términos metafóricos, pues, nadie quiere estudiar docencia en estos momentos como no sea idiomas modernos y en particular inglés. Claro, como todo el mundo y en particular la juventud venezolana dizque se quiere ir al exterior a hacer cualquier vaina. Pero también las otras menciones y/o especialidades científica-técnica o humanísticas se han presentado deserciones; de tal suerte que, como nos decía entre risas un estudiante con marcado sarcasmo y humor negro, en ese campus de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Barquisimeto (UPEL-IPB), prácticamente son más los empleados, obreros y profesores, además de una inmensa jauría de perros que pululan sin ley hasta por escaleras, pasillos y aulas, que personas en su rol de estudiantes; cruel chiste, sin duda.

Como en un cuento de Israel Centeno, «Criaturas de la noche», la UPEL-IPB corre el riesgo de convertirse en un centro de enseñanza cuyo símbolo sea el perro, como si fuera una tardía escuela cínica y donde sólo vayan a estudiar allí sólo por placer, mientras la infraestructura física y la dotación se deteriora cada vez más o es más escasa, hasta llegar al hecho que los profesores de biología y demás ciencias experimentales como física y química piden que los alumnos lleven sus propios recursos de aprendizaje, compren los químicos y toallines, entre otros, para usarlas en el laboratorio. Hasta donde hemos llegado en la antigua universidad asesora del estado venezolano en materia de educación y pedagogía, hoy las asesoras serán otras y éstas se han echado al olvido.

III

Los argumentos en que se sustentan las impresiones anteriores también las discutíamos recientemente con una de nuestras alumnas de Sociología de la Educación en la Sala de Libros Únicos de la Biblioteca Central Andrés Eloy Blanco. Sala que por cierto jamás llevó mejor nombre: Sala de Libros Únicos, porque es la única de funciona por estos días en un horario restringido, de 9am a 11am y de 1pm a 3 y 30pm; porque las demás dependencias de lectura y estudio de la Unidad de Biblioteca de la UPEL-IPB, están cerradas debido a que el sistema de aire acondicionado otra vez está dañado, de tal suerte que no sólo es que allí los empleados sólo cumplen horario, porque ¿qué otras cosas pueden hacer?

Eso no es lo grave, sino que la comunidad estudiantil, razón de ser de esta corporación educativa, no puede usar un servicio educativo tan fundamental, como son los libros. ¿Por qué las autoridades rectorales, decanales y principalmente gubernamentales permiten semejante situación? ¿Dirán que es consecuencia de la indolencia de la dictadura del presidente Nicolás Maduro o que unos cuantos se han robado los pocos recursos del país? Pero los gobernantes dirán que por el bloqueo impuesto por Estado Unidos y su guerra económica no pueden reinstalar los equipos nuevos de aire acondicionado. ¿O será más bien una táctica de la MUD y el gobernador Falcón con fines de crear descontento porque en río revuelto ganancia de pescadores? ¿Esos pescadores son los rectores adscritos a la Asociación Venezolana de Rectores, AVERUV?

Así, mis alumnos ahora del curso: Introducción a la Filosofía, II Semestre, no pudieron consultar el Diccionario de Filosofía de José Ferrater Mora, referencia que es menester revisar a los fines de precisar conceptos de esta disciplina de conocimiento, un déficit que no siempre puede suplir la internet, la biblioteca universal que con su libro de arena pronosticara Jorge Luís Borges.

IV

De toda la cháchara anterior concluimos que cada cual a su modo y según los medios de que dispusiera le iba enviar una carta al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, en la persona de su encargado el Lic. Hugbel Roa, en los términos más perentorios y lenguaje más contundente y sencillo, si es que llegara a él estas inquietudes, que no lo creemos porque esa gente en el poder como no oye y da respuesta. Claro, como nosotros en la UPELI-IPB estamos catalogados todos como escuálidos. Pero bueno, tocar no es entrar decían en mi pueblo.

Sr. Ministro como «Vivir es filosofar, y viceversa» según se lee en el libro de Julián Rodríguez (1989, «¿Cómo hacer filosofía? Una experiencia metodológica». Instituto Salesiano de Filosofía y Educación. Caracas. Venezuela), queremos preguntar, ¿cuál su filosofía de gestión respecto a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Barquisimeto? Acaso piensa eliminar esta experiencia de formación que tanto bien ha hecho a la juventud del país, de lo contrario no se explica uno tanto abandono oficial, vacié.

Sr. ministro, como uno es muy ocioso y «la filosofía no es contemplación pura y lejana de la realidad sino reflexión crítica que se entromete en el movimiento de la vida. El filósofo no escapa de la vida, sino que escudriña la vida misma» (ob cit., p. 15), hemos realizado algunas observaciones y lecturas respecto a la coyuntura actual. Siempre en la perspectiva de hallar respuestas a las preguntas inquietantes como las arriba formuladas y vamos ya concluyendo que para el gobierno bolivariano la UPEL-IPB no constituye prioridad sino las Universidades Politécnicas Territoriales o las universidades llamadas Alma Mater.

Se han visitado tales espacios nuevos de formación académica y leído noticias de prensa y resulta evidente que las políticas públicas en educación y financiamiento económico del Estado venezolano hoy, están direccionadas a favorecer las UPT y Alma Mater en Barquisimeto. ¿son entonces tales universitarias las toñecas del gobierno, así como antes para adecos y copeyanos lo eran las actuales marginadas universidades autónomas y experimentales históricas: UCV; USB; LUZ; UC; ULA; UDO; UPEL; ¿UNET, entre otras, cuyas autoridades siguen siendo adeco-copeyanas? Pero además a cuyos carcamales todos los ministros les tienen miedo, pues, no las conducen a que hagan nuevas elecciones libres de rectores y decanos.

¿Es verdad que el MPPEUCT, permite que mueran de mengua las viejas universidades autónomas y experimentales hasta que un día el mismo edificio nos caiga encima? Aquí en Lara, se siente de continuo que Ud. constantemente u otras autoridades de su despacho viene de visita oficial a la UPTAEB o Alma Mater. Y está bien que así sea. Pero, ¿por qué nunca se pasea por la UPEL-IPB?, ¿Por qué marginaron a su comunidad estudiantil y nunca les entregaron las famosas tabletas o computadoras Canaima?; de tal suerte que estamos abandonados de la asistencia del gobierno, ¿le tendrán miedo las autoridades del MPPEUCT a la jauría de perros de su campus?

Creemos, en síntesis, que la UPEL-IPB requiere ser renovada. Realizar una reingeniería, que llaman ahora, además de valorar en su justa dimensión al talento humano integrado a la institución, bien como estudiantes, docentes, empleados, obreros… Valorar también su infraestructura y hasta su avifauna, que es mucha, incluyendo los perros, iguanas y aves, además de reptiles de un campus que luce abandonado porque el presupuesto asignado no alcanza a veces ni para la pagar la nómina.

Para solucionar semejante problemática, según impresión de estudiantes la UPEL-IPB requiere de un plan de incentivos para aumentar su matrícula. Por ejemplo, hacer más atractiva la carrera docente, uno de cuyos elementos los constituyen los sueldos y la seguridad social inherente, haciéndola más competitiva. Asignar becas equivalentes al salario mínimo a quienes opten por estudiar pedagogía, hacer efectiva la entrega de computadoras o tabletas a todos sus estudiantes, ofrecer mayor calidad académica, dotación de laboratorios, ampliar y mejorar la bandeja del comedor: desayuno, almuerzo y cena, tener una excelente flota de transporte, realizar campañas de motivación y captación en liceos, colegios y medios de comunicación, realizar una rigurosa asesoría para el discernimiento vocacional.

Igualmente, se requiere una mayor y mejor comunicación entre el MPPEUCT y la UPEL-IPB, tanto con sus autoridades como con su comunidad en general y hacer cumplir en la cláusula 2 de la III Contratación Colectiva de los Trabajadores Universitarios 2017, donde dispone que: «Se asume el compromiso de generar conocimientos para desarrollar soluciones vinculadas al territorio. Articulación con organizaciones del poder popular para el trabajo conjunto. Vincular las universidades al nuevo modelo de economía productiva, misiones y motores productivos».

Sr. ministro, venga a la UPEL-IPB, aquí le espantamos los perros, nos tomamos un café en el único cafetín que queda abierto y nos reunimos en la Sala de Libros Únicos de la Unidad de Biblioteca, que es la única donde sirve el aire acondicionado. ¿Qué tal? ¿Nos acepta el trato , como dice Maluma y felices los cuatro?

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a253348.html

Comparte este contenido:

Luis B. Saavedra M.

Articulista de opinión en Aporrea. Venezuela