Transformación Universitaria
Ciencia y tecnología como herramienta en la práctica educativa para el sector universitario
Por: Ever Enrique Uzcátegui Moreno
INTRODUCCIÓN
El siguiente ensayo refiere a un texto que concisamente describe, interpreta y procura evaluar de forma breve, libre y personal el tema determinado a la descripción de aspectos gerenciales de la educación universitaria en el desarrollo de la práctica educativa en Venezuela, enmarcados en la gestión universitaria dese un paradigma en política de Ciencia y la productividad educativa que de allí pude surgir, los cuales, el autor considera, son importantes para la la ejecución de diferentes actividades docentes en pro de mejorar la calidad formativa y materializar determinados aspectos vinculantes con la transformación universitaria y la actividades pedagógicas o educativas que se derivan.
La intención en sí del escrito, específicamente, contempla el desarrollo de varias temáticas encuadradas en los siguientes aspectos: Gestión de la educación universitaria, cambio de paradigma en política de Ciencia y Tecnología para la práctica educativa en el nivel universitario y descripción de la Productividad educativa con la utilización y desarrollo de las nuevas TICs,, basada en las nuevas metodologías de estudio y aprendizaje a través del uso de las Tecnologías de Información y Comunicación.
En este contexto, para llevar a cabo la realización de trabajo, tipo ensayo, se hizo necesario poner en práctica algunos procedimientos, métodos y técnicas donde el autor participó y que permiten la descripción de los temas tales como conversatorios, panel de expertos, foros electrónicos, análisis de papel de trabajo e informes o minutas, entre otros, para luego, finalmente, culminar con la elaboración y consignación de un escrito, con la idea de ser un documento donde se sintetizan ciertos aspectos gerenciales de la educación universitaria en el desarrollo de la práctica pedagógica en Venezuela.
DESARROLLO
Gestión de la Educación Universitaria venezolana en la práctica educativa
Como es sabido, la idea de gestión se extiende hacia el conjunto de trámites que se realizan para desarrollar un asunto o poner en práctica un proyecto. También se dice que, la gestión es la dirección o administración de una institución o de un negocio. Por ello, al hablar de gestión se hace referencia directa a la acción y a la consecuencia de administrar o gestionar una actividad. Básicamente, es llevar a cabo actividades que hacen posible la realización de una operación, ya sea comercial o institucional de un interés en particular.
De acuerdo a esto, en el caso de la gestión de la educación universitaria y en función del proceso pedagógico que conlleva, se propone que, por medio de una acertada gestión, donde se combinen los pilares básicos de la misma, como los son estrategias, cultura, estructura y toma de decisiones, sea posible alcanzar los objetivos y resultados óptimos enmarcados en el proceso de transformación universitaria y excelencia académica que actualmente debe caracterizar la gestión de las instituciones educativas en Venezuela.
Específicamente, la estrategia en la gestión universitaria, supone las líneas estratégicas y operativas diseñadas para los pasos que se deben seguir, teniendo en cuenta las premisas contenidas en los Planes Estratégicos Institucionales del Estado en materia de Educación Universitaria y siempre en función de los usuarios y usuarias.
En lo que respecta al segundo pilar básico, traducido en la cultura organizacional, como el grupo de acciones para promover los valores de la institución universitaria, tanto en los trabajadores, como en los usuarios y usuarias, se requiere hacia esta una atención especial puesto a medida que se asuma o internalice cultura organizacional, las actividades universitarias realizadas tendrán mejores resultados y por ende mejores servicios educativos. Es importante que la cultura se esté fortaleciendo continuamente para garantizar el éxito de la gestión
El tercer eje de la gestión adaptada al ámbito universitario lo representa la estructura, relacionada con las actuaciones y el diseño de sus formas para desarrollar el proceso de aprendizaje y el conocimiento en general. Asimismo para graficar y situar al frente de las estructuras a los mejores gerentes universitarios, de acuerdo a sus perfiles y característicos académicos, además de su vocación de servicio y compromiso con la transformación universitaria.
Por último, el cuarto pilar o base viene dado por la ejecución de estrategias y tácticas que tiene que ver con poner en práctica las líneas de acción universitaria, en función de la mejor toma de decisiones, adecuada y oportuna para la productividad, el servicio y en general la satisfacción de las necesidades de los usuarios y usuarias del Sistema Educativo Universitario.
Cambio de paradigma en política de Ciencia y Tecnología para la práctica educativa en el nivel universitario.
Al indagar sobre paradigmas estamos refiriéndonos a usos, costumbres y creencias establecidas de verdades a medias o una “ley” que, hasta que es suplantada por otra nueva creencia. Frente a esta aseveración Calva (2007), parafraseando a Kuhn, refiere que éste, señalo el hecho de que, al cambiar el paradigma todo volvía a cero, pero los paradigmas son más complejos ya que no operan aislados sino interactúan a sí mismo con los demás.
Ahora bien para la ciencia, un Paradigma es un conjunto de actuaciones científicas «universalmente» reconocidas, que durante un tiempo suministran modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica. Se dice también que, el “paradigma vigente”, es aquel que llega a determinar nuestra apreciación de la realidad, tiendo claro que realmente no existe una percepción neutra, imparcial, auténtica, de los fenómenos sino que la apreciación se ve matizada, es decir encuadrada o filtrada por el paradigma de ”moda” que pareciera que es el que controla o dirige las acciones.
Siendo así, el contenido y alcance de la percepción está fundamentada en la apertura de conciencia que tenemos, y está fundada en la capacidad de ver y entender las diferentes situaciones que se nos avecinan y cómo afrontarlas, sobre todo cuando hablamos de escenarios de cambio o simplemente de un cambio de paradigma.
A este respecto, la Dra. Carlota Pérez, en el marco de su Foro: Cambio de paradigma en política de ciencia y tecnología nos señala que, “Todos sabemos que nos encontramos en medio de un cambio de paradigma, en medio de un cambio de reglas y principios para el efectivo desempeño tecno-económico”.
También refiere la Dra. Pérez que, este cambio “afecta a todas las organizaciones, públicas o privadas, a todos los niveles, desde las grandes organizaciones internacionales hasta las más pequeñas ONG locales” y es totalmente cierto pues nada ni nadie está exento del cambio, mas cuando recordamos el dicho que, “lo único constante es el cambio”
En este orden, el cambio de paradigma que nos ocupa, es el que ha sido provocado por la revolución de la tecnología de información. Aunque los expertos en el tema, sostiene que no obstante, esta transformación va mucho más allá del poder de las computadoras e Internet. Sustenta que, el paradigma en Política de Ciencia y Tecnología, basa su creencia en la adopción de modelos organizacionales que permiten obtener provecho a ese potencial y la modernización, tanto de las estructuras, como de las cualidades de operación de cada organización en cada campo de actividad pedagógica, del cual no escapa la educativa y en especial la Educación Universitaria.
En torno a esto, el Paradigma en Política de Ciencia y Tecnología que plantea la Dra. Pérez en su Foro, bien puede relacionarse con el manejo de las TIC y su vinculación con la educación superior en la actualidad, como una revolución o transformación tecnológica y científica enmarcada en nuevo paradigma. Idea ésta, concatenada a los pensamientos de Thomas Kuhn, cuando señala que las revoluciones científicas se producen, cuando las viejas teorías y métodos ya no pueden resolver los nuevos problemas.
A estos cambios de teorías y de métodos Kuhn, al igual la Dra. Pérez, los llama “cambios de paradigma”.
Así pues, el paradigma de Ciencia y Tecnología, que comprende las TIC y las sociedades científicas, constituyen ese nuevo paradigma educativo centrado en el conocimiento y la tecnología. Por lo que se hace, ineludible que, tanto los tutores y los estudiantes desarrollen las competencias que ello implica. Más aun cuando las nociones están cambiando constantemente y nos exige modernización y formación constante, en este caso especifico, en lo que a redes de aprendizaje en ambientes virtuales se refiere. Otro de las referencias que nos llama la atención en este interesante aspecto, es el carácter práctico para el proceso educativo que los expertos le imprimen a este paradigma de Ciencia y Tecnología, cuando señalan que, hoy en día, la tecnología es precisa al lado operativo de toda actividad productiva y de todo servicio social. En consecuencia, muchos plantean ya la hora de que de los investigadores salgan los «templos del conocimiento científico » y se sumen a la «acción”.
De acuerdo, a esto, se tiene que situar la tecnología en contacto íntimo con la producción, convertirla en ingeniería y desarrollo tecnológico para mejorar la calidad y la productividad de nuestros bienes y servicios.
Productividad educativa con la utilización y desarrollo de las nuevas TIC
En torno a este asunto se considera que la productividad esperada en el ámbito Educativo Universitario con la utilización de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación en el hecho pedagógico, viene dada por factores de conocimiento y manejo solido de la tecnología por parte del docente para obtener un aprendizaje colaborativo y dinámico, además de factores de integración, pertinencia, coherencia, innovación, orientación y calidad, en un sistema de intercambio a distancia basado en un modelo virtual de eficiencia y calidad del cual habla el Dr. Miquelena Piña, donde se haga posible un intenso intercambio de ideas, experiencias y conocimientos entre los docentes y estudiantes bajo la modalidad de tutorías virtuales.
Otro factor que puede incidir en la productividad de esta modalidad educativa a distancia es el económico, que viene dado por el hecho conocido, en cuanto a que, la educación universitaria para toda la población mundial es una complicada y además encarecidísima labor para las instituciones de este sector, por lo que, la educación a distancia constituye una opción o alternativa de ahorro para afrontar este inmenso problema, por todo lo que significa, en cuanto a la economía particular e institucional el estudiar de manera virtual y por otros factores muy convenientes como la comodidad y el bienestar (disminución de costos en viajes y alimentación) que implica el realizar estudios a distancia bajo la modalidad de tutorías virtuales.
Ahora bien, un nuevo y verdadero ejemplo en la productividad de las tutorías virtuales del personal académico en los sistemas de educación universitaria es el caso que observamos y vivimos en algunas universidades privadas Venezolanas ; sobre el cual pienso que los factores que inciden, muy positivamente en la excelente productividad del sistema de educación virtual que imparte estas instituciones son: el manejo acertado de las herramientas y recursos técnicos de última tecnología con que cuenta, aunado a la asignación de actividades y temáticas adaptadas a los objetivos que se desean lograr en el proceso de aprendizaje guiado por expertos tanto en lo académico, como en lo tecnológico, para los diferentes niveles de estudio que ofertan estas instituciones.
CONCLUSIONES
En síntesis, una vez realizado el ensayo, donde se resume el trabajo sobre aspectos relevantes referidos a la utilización de la ciencia y tecnología como herramienta en la práctica educativa para el sector universitario, bien puede considerarse como un aporte acreditado, dado que, en un contexto concluyente, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), efectivamente, facilitan el proceso de ejecución en la práctica educativa, en aras de la eficiencia y eficacia, debiendo tener muy presente la calidad de los contenidos.
Durante el desarrollo de la investigación descriptiva, se presentan una serie de elementos teóricos-referenciales y algunos aspectos prácticos que ilustran el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como instrumentos para la optimización en el desempeño docente, dado que la herramienta funciona como un medio alternativo que mejora y apuntala el quehacer educativo al momento de ejerce una gestión inmersa en el proceso de aprendizaje. Más aun, cuando en la actualidad, sabemos del papel protagónico que despliegan las TIC a través de la preeminencia de éstas en la sociedad, en especial en el sector educativo universitario.
Asimismo, las Tecnologías de Información y Comunicación movilizar las capacidades de las instituciones educativas, estableciéndose como espacio para la generación de conocimiento y saberes en diferentes áreas, caracterizándose como un proceso dinámico, continuo y acumulativo; que cambia y transforma las competencias de la gerencia educativa.
Otro aporte, en el uso de Tecnologías de Información y Comunicación en el desempeño de la practica educativo se visualiza mediante el perfeccionamiento del conocimiento del docente el cual obtiene vigencia para el empleo de habilidades científicas y tecnológicas como un recurso que complementa sus destrezas y nociones iníciales pudiendo, inclusive ser protagonista en el proceso de transformar el entorno didáctico- pedagógico en las instituciones educativas universitarias venezolanas.
Referencias Consultadas
Calva, J.L. (2007) Educación, ciencia, tecnología y competitividad. Volumen 10Agenda para el desarrollo Conocer para decidir. Ediciones: UNAM
Pérez Carlota (2000). Foro: Cambio de paradigma en política de ciencia y tecnología. Presentación en el Foro para la Cooperación Sur-Sur en Ciencia y Tecnología, PNUD/Gobierno de la República de Corea, Seúl, 14-17 de febrero
Expertos españoles: Las universidades deberán transformarse si quieren sobrevivir
Redacción: Tendencias 21
Los expertos advierten que el oficio del futuro será pensar y adaptarse.
Las universidades tienen que transformarse y preparar a los jóvenes para el oficio del futuro, que será pensar y adaptarse. También deben implicarse con la comunidad.
Así lo han puesto de manifiesto tres expertos y visionarios españoles durante una mesa redonda titulada ‘Los próximos 25 años: formación universitaria a prueba de robots’, celebrada en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV).
El encuentro reunió como ponentes a Manuel Márquez, managing partner de V3 Leaders; Carlos Barrabés, consultor digital, fundador y presidente de Barrabés; y Xavier Marcet, fundador y presidente de Barcelona Drucker Society y presidente de Lead To Change.
La relevancia, clave
Marcet negó el pronóstico que hacen algunos gurús de las nuevas tecnologías y el e-learning sobre la desaparición de las universidades en el futuro. “No, hombre, no. La clave es si serán relevantes y lo serán en la medida en la que tengan capacidad de sumar consistencia, adaptación y humildad”.
Auguró que en los próximos años habrá universidades “que se van a bloquear y ensimismar en su confort” por creer que tienen el futuro garantizado, mientras que otras “destacarán por la capacidad de servir a comunidades que las quieren bien definidas por sus perímetros de valores y que las quieren por aceptar retos sin careta”.
Entre los retos que el sector universitario tiene por delante, resaltó el de preparar a los jóvenes para tecnologías y oficios “que no sabemos cuáles serán” dentro de unos años. La única certeza en este campo vaticinó, es que “el oficio del futuro sólo será uno: pensar y adaptarse”. “Es un gran desafío”.
Marcet abogó especialmente por “la suma de inteligencias” como uno de los retos del futuro, dado que “históricamente no lo hemos hecho”, y recalcó que esta nueva mentalidad debe impulsarse “desde la universidad”.
Triple efecto
Barrabés coincidió en la necesidad de aprender a convivir y trabajar mediante alianzas con otros actores, que incluso superen el paradigma tradicional del “win-win” (con el que ganan dos actores) para ampliarlo a un “win-win-win” que beneficie también a la comunidad o el conjunto del planeta.
El fundador de la tecnológica Barrabés explicó que “hemos pasado de un mundo complicado a un mundo complejo” en el que las soluciones requieren la participación de muchos actores y el manejo de herramientas diferentes. En este contexto, apuntó que “la educación vuelve a ser clave porque es una de las dos o tres cosas que tiene el ser humano” y de las que carecen los robots.
Al hablar de la futura convivencia entre personas y máquinas, resaltó que los seres humanos cuentan con un rasgo diferencial como “la gran capacidad para adaptarnos, para entender el matiz y analizar los contextos”. “El problema descomunal es que en adelante necesitarás formarte durante toda la vida y esto es nuevo, tan nuevo que las universidades no están preparadas para eso”.
Barrabés distinguió en este punto entre educación y formación porque la primera se recibe principalmente en la familia y “es para toda vida”, mientras que “la formación no, y es fundamental entenderlo”. También incidió en que las universidades deberían dejar de buscar los mejores expedientes y los talentos individuales para preferir que las clases medias reciban más enseñanzas porque así cambiarán el mundo y serán más influyentes en la sociedad que viene.
Por su parte, Márquez elogió a los educadores por dotar de “conocimientos, capacitaciones, competencias, habilidades, valores y principios” a las jóvenes generaciones para hacer realidad los “sueños” que siempre ha tenido la humanidad como “arquitecta del porvenir”.
Subrayó que la tecnología ha acelerado los cambios y el ritmo al que se producen y repasó la transformación que ha experimentado el mundo en el último cuarto de siglo gracias a internet y los teléfonos móviles, por citar dos de los ejemplos más destacados.
Márquez también alertó sobre fenómenos crecientes de deshumanización como el “subjetivismo”, que lleva a la gente a querer leer informaciones y opiniones que simplemente ratifiquen su manera de pensar; o como el relajamiento de las “convicciones éticas y religiosas”.
En este sentido, alabó el modelo educativo de la Universidad Francisco de Vitoria, que hace 25 años nació con un programa formativo que incluye asignaturas humanísticas de manera transversal en todas las carreras y que, un cuarto de siglo después comentó que están copiando otras universidades en todo el mundo.
El Reto de la Universidad de Hoy
Por: Heriberto Segundo Rivera
La universidad latinoamericana, cuya aspiración de originalidad fue distorsionada durante buena parte del siglo XX ocupó su tiempo en búsqueda de certezas, apegada al paradigma newtoniano y en producir con vehemencia verdades absolutas y rígidas; en consecuencia, al estudiante se le ha venido formando para un mundo inmutable y predecible, a pesar de que el corazón y el cerebro intuían cambios profundos y enormes agujeros negros.
Al perder el camino de su originalidad, la universidad consolido la idea de progreso con la mirada puesta en los centros de poder y sus pretensiones, de tal forma que la consecuencia lógica de la universidad venezolana se vio reflejada en la construcción de una política educativa para la sumisión y formación de estudiantes acríticos que los hace fértiles para el consumismo.
Dentro de ese marco se desarrollaron los contenidos curriculares basados en formas de aproximación a la realidad dictada en otras latitudes, obviando su riqueza cultural, por tanto las investigaciones responden dentro de este paradigma principalmente a una visión capitalista, basada en una visión reduccionista de nuestros países marginando la diversidad nacional y la pluralidad de actores.
El nuevo siglo arropado con grandes y excelentes contribuciones entre las cuales destacan las de Heisenberg, Ilya Pregogine (estructuras disipativas), Geymonat, Piaget, Morín, Moscoviei, Dussel, Buenaventura Dos Santos así como otros científicos y humanistas de nuestro tiempo, promete moverse hacia concepciones menos dogmáticas y por ello menos deterministas.
La Universidad reclama, sin negar la relevancia de los epistemes de visión eurocentristas, de incorporar otras visiones epistémicas que vinculen a la universidad una visión critica de la realidad con la inclusión de una visión desde abajo, plural, diversa a partir de las formas de aprehensión del pueblo en todas sus expresiones.
En ese sentido la critica al eurocentrismo no es para hacer valer otros centros, sino para procurar como los sostiene Buenaventura Dos Santos, un reconociendo de otras culturas de probada riqueza discursiva y reflexiva, que tienen su propia metodología para hacer aportes al conocimiento y su difusión. Se trata de la Universidad donde se conjugan y condensa todo el conocimiento.
La universidad, ha vivido muchas veces al reverso de la sociedad, del sistema productivo y del propio sistema de ciencias y tecnología, aunado al distanciamiento entre la escuela secundaria y la universidad. Esa universidad que aspiró a ser puntal de la lucha de los pueblos, ser su redentor, que aspiró y fue durante un corto tiempo popular, autónoma y democrática, al tomar distancia del movimiento de Córdova, se fue transformando en un círculo de la aristocracia de la educación, donde el estudiante también empeñado en la búsqueda más que de aprendizaje, en busca de certificaciones profesionales, está convertido en un negocio de la academia.
La praxis educativa ofrecida en la educación universitaria venezolana debe estar centrada en la pertinencia, colaboración y solidaridad, pues las universidades, en estos momentos, padecen todos los males del cientificismo: rigidez en sus programas de estudios, escasa capacidad de respuesta a las demandas sociales, poca capacidad para atender lo que escapa del método verificable universal, excesivo disciplinarismo y concretismo, que parcelan el conocimiento y lo disgregan, perdiendo el sentido y orientación de la realidad y dirigiendo el conocimiento cada vez más hacia la especialización de la especialidad, es decir, a la «súper-especialización», sin ninguna conexión con el contexto social.
La universidad del siglo XXI, requiere con urgencia ser transformada; la autonomía, hoy reconocida con carácter constitucional, no puede convertirse en poder supraestatal, a pesar de que su origen fue político, ya que fue producto de la movilización social, durante este tiempo la influencia de los partidos políticos ha sido-para bien o para mal- determinante, hasta el punto de hoy día sigue siendo manipulada por los mismos factores que la adaptan a sus intereses particulares, donde a pesar de los cambios instituidos a partir de Córdova, todavía tiene bemoles como las cátedras que se obtienen como un “derecho” de sucesión, irremediablemente esta situación necesita un cambio de estructuras.
La universidad para la construcción del socialismo requiere, realizar cambios estructurales en lo académico, en lo administrativo y esa tarea liberadora requiere, sin duda, un nuevo modo de producción, descrito por Comandante Presidente Hugo Chávez como comunal. Eso es una tarea de todos. Por tanto , las universidades nacionales deben asumir la lucha contra la precariedad del aparato productivo nacional: formando, en el pregrado, profesionales para la producción comunal; capacitando, en el postgrado, a los profesionales de la administración pública interesados en ser transferidos a las comunas productivas; investigando sobre los encadenamientos industriales y agrícolas, y por último, animando a la agregación comunitaria.
Sin embargo, no basta la intención, necesitamos hechos que demuestren estar, efectivamente, al servicio del socialismo. Y además con eficacia.
Hace pocos días, el presidente de Méjico López Obrador, con gran sentido de la realidad afirmó que “por las universidades nos han dominado más que por la fuerza”; claro no puede ser de otra manera, si la mayoría de los docentes universitarios son formados en el exterior a imagen y semejanza de la lógica del gran capital, formados en las teorías que racionalizan la dependencia y el neo-colonialismo.
Ya muchos años antes el gran Maestro Carlos Mathus, afirmaba que las universidades siempre llegan tardes a las transformaciones.
En la Republica Bolivariana de Venezuela tenemos veinte años transitando un camino escabroso para la construcción del socialismo pero todavía tenemos la misma universidad medieval y anclada en el pasado.
El gran visionario que fue el comandante Chávez, impulso la creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela, como una respuesta tal vez aproximada a la Universidad con visión de socialismo.
Seria relevante que este Digno Congreso Universitario realizado por el Frente Universitario Anti Imperialista tenga a bien tomar como referencia, para su estudio y consideración como una propuesta para la transformación de la universidad el Documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela, que ha pesar de las criticas que se le pueden realizar, constituye sin duda un paso fundamental para romper con las viejas estructuras de la universidad enclaustrada en lo medieval.
De esta forma que la propuesta primordial no es otra que la de iniciar un proceso de discusión en relación a crear otra forma de ver y estudiar la realidad para lograr la formación del sujeto transformador que sea capaz de construir el poder popular que dé paso a un nuevo Estado.
La universidad de hoy, tiene el reto de generar escenarios de ruptura epistemológicas ante el sistema hegemónico liberal burgués.
Colección por la Transformación Universitaria. Luis Bonilla-Molina: Compilador
Reseña:
Las Instituciones de Educación Universitaria (IEU) de Venezuela tienen la responsabilidad de formar integralmente personas dignas, y ciudadanas y ciudadanos con sentido de país; generar, sistematizar y socializar conocimiento científico, tecnológico, social, humanístico y artístico; realizar proyectos dirigidos al desarrollo socioeconómico, ambiental, cultural y educativo de las comunidades y revitalizar el pensamiento latinoamericano.
Para lograr este proceso de despliegue del debate sobre la trasformación universitaria se requiere un proceso socio-político que trasciende al de la Ley de Educación Universitaria. Se trata de un proceso de apropiación colectiva que permita crear condiciones para profundizar un proyecto educativo pertinente, enmarcado en el proyecto de país planteado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y en la unión latinoamericana y caribeña; comprometido con la transformación de la sociedad venezolana y con la creación de una cultura democrática y
participativa, que amplíe el horizonte del estado de derecho y de justicia, y la configuración política que nos corresponde como pueblo.
De allí que el proceso de transformación universitaria se coloca en el centro de la relación entre universidad, sociedad y saber. Desde allí se define el debate sobre el rumbo de la transformación. En esta concepción de la transformación universitaria, la educación no sólo cumple su papel estratégico en la formación socio-política y tecno-productiva, sino que participa en la construcción y consolidación de un modelo de sociedad que proporcione felicidad a sus ciudadanos. Los forma e incorpora para lograr igualdad entre regiones y grupos sociales, para que participen en el cambio
radical de sus condiciones de vida, desde una perspectiva integral de la vida colectiva.
La invitación es a unir voluntades y sumarse de manera individual y colectiva a esta construcción compartida de una agenda de transformaciones para la educación universitaria en Venezuela.
Link de descarga: http://209.177.156.169/libreria_cm/archivos/pdf_201.pdf
Problemas y desafíos de la situación universitaria en Venezuela
Por: Andryxs Leal
La compleja situación que vive el país exige de todos/as quienes lo habitamos y en especial de los que trabajamos en el campo intelectual universitario un inmenso esfuerzo de comprensión de la naturaleza de los actuales problemas, como condición necesaria para la superación de los mismos. En el caso que nos ocupa, es inevitable tomar como punto de partida del análisis la grave realidad que enfrenta el sector universitario nacional, pues es en la universidad donde trabajamos, estudiamos, soñamos y luchamos desde el plano científico y político por una sociedad menos desigual, más humana.
En ese sentido, una lectura correcta de dicha realidad no debe soslayar ningún aspecto de la vida universitaria, teniendo esto como premisa fundamental podemos salir del entrampamiento político-ideológico en que se han ahogado todas las posibilidades de analizar y debatir los problemas objetivos que aquejan a la universidad venezolana por encima de todo pasionalismo partidista. De este modo, propongo como temas inaplazables los siguientes:
El modelo de universidad: cada vez es más urgente en nuestras casas de estudios un debate abierto, profundo y sincero sobre el modelo de universidad vigente, al respecto es bueno preguntarse ¿Cuáles son las principales características del modelo universitario que tenemos? ¿Cuáles son sus aspectos indefendibles y cuales son debatibles? ¿Acaso es cierta aquella afirmación de que el actual modelo de universidad sirve a las fuerzas de la dominación? ¿O acaso dicho modelo no le sirve ni a los dominadores ni a los dominados, tal como plantea Renato Dagnino[1]? ¿Es posible pensar en una universidad despolitizada? ¿Cuál es el balance frente a tantos años de hiperpolitizacion de la universidad venezolana? Bajo un espíritu crítico es que cobraría sentido trabajar tan importante aspecto que hasta el momento ha sido un arma maniquea del panfletismo proselitista tanto de la izquierda como de la derecha dentro de nuestras universidades.
La situación presupuestaria de la universidad: es una realidad global el recorte deliberado del presupuesto en las universidades públicas, siendo esta situación aún más aguda en los países periféricos. Según Boaventura De Sousa esto es parte de una agenda neoliberal para acabar con la universidad pública como espacio de pensamiento y critica de la sociedad[2]. Aunque se puede compartir el anterior argumento es necesario distinguir entre un recorte presupuestario y la indigencia financiera en que se encuentra hoy la universidad pública en Venezuela, es ampliamente conocido que el presupuesto de nuestras universidades, a duras penas sirve para pagar nómina y algunos costos de operatividad mínima. En tales condiciones ¿Cómo es posible que la universidad le dé la cara a los problemas del país con alguna posibilidad de acierto? ¿Acaso la actividad científica no requiere y merece prioridad en el presupuesto público?
La autonomía de la universidad frente a la política proselitista: aunque no comparto la idea de que la universidad esté ajena a la actividad política tampoco se puede admitir el hecho de que la universidad se convierta en un nicho político ideológico donde se criminalice la protesta y se satanice el pensamiento crítico por designios gubernamentales. Tal situación debe ser debatida y superada pues la misma constituye la más grande amenaza a la existencia de la universidad.
Democracia universitaria: resulta anacrónico el hecho de que nuestras universidades se hayan convertido en uno de los espacios más antidemocráticos de la sociedad venezolana, pues en su seno no se eligen rectores, representación estudiantil, gremial ni de ningún tipo, los cargos de autoridad son impuestos a través del posicionamiento político y de allí se desprende que tampoco exista rendición de cuentas, transparencia, ni consulta a los miembros de la comunidad universitaria en ninguno de sus procesos.
Condiciones de trabajo y remuneración: en los actuales momentos no es una metáfora decir que la infraestructura de nuestras casas de estudio se cae a pedazos pues es inocultable el avanzado estado de deterioro y abandono de las instalaciones universitarias por parte de las autoridades, esto es así al punto de que ni siquiera las aulas de clase presentan condiciones mínimas para el ejercicio de la función docente; este hecho sorprende toda vez que la universidad latinoamericana y especialmente la venezolana privilegian la función docente, es decir, tienen un marcado carácter docentista[3]. Peor suerte corren los laboratorios, espacios deportivos, culturales, productivos etc. En cuanto a la remuneración de los trabajadores/as universitarios/as la situación no es menos preocupante ya que los sueldos e incentivos salariales que percibimos por nuestra labor son tan irrisorios que bastaría preguntarse por ejemplo ¿Cuántos almuerzos podemos pagar los universitarios con nuestro sueldo mensual? Solo para ilustrar la pulverización que sufrió el tema salarial sobre todo en el último año[4] me limito a señalar que en nuestro país un docente agregado a dedicación exclusiva devenga un sueldo mensual con el que escasamente paga cuatro almuerzos, diez dólares en números redondos.
En otro orden de ideas, hace un año exactamente fui invitado por un grupo de estudiantes de la UNELLEZ para compartir –a propósito del día de la juventud- visiones sobre las problemáticas que enfrenta la juventud universitaria venezolana, mi participación en dicho foro la plasmé en un documento donde les dejaba, en clave de desafíos, abiertas las siguientes cuestiones: “En este momento tanto las llamadas universidades tradicionales como las creadas durante la revolución bolivariana se encuentran en condiciones precarias en cuanto a presupuesto, infraestructura, materiales y equipos, servicios estudiantiles, financiamiento y apoyo a la investigación, etc. Hasta la fecha carecemos de datos exactos sobre la migración de jóvenes al exterior y sobre el ausentismo en las aulas de clase pero es evidente que la magnitud de este problema es grande. […]¿De qué manera está afectando la actual crisis el derecho constitucional a la educación pública, gratuita y de calidad? ¿Qué podemos decir frente al silencio y la indiferencia de las autoridades gubernamentales de cara a la grave crisis que vive la universidad venezolana?”.
A modo de síntesis, dichas cuestiones aún siguen abiertas no solo para los/as estudiantes sino para todos/as quienes, como decía al inicio, vivimos, soñamos y luchamos en y desde la universidad. A estas alturas –febrero de 2019- todo indica que la situación se ha agravado, ninguno de los elementos expuestos han presentado mejoras sustanciales y el conflicto entre los gremios universitarios y el ministerio de educación universitaria se torna cada vez más agudo.
Finalmente, frente a un panorama tan complejo, una de las tareas imprescindibles que tenemos es superar la extremada y perjudicial polarización -partidista más que política- que ha dejado fuera de juego el pensamiento crítico, el cual es nuestra más poderosa herramienta para proponer soluciones viables en estos días tan aciagos para la universidad y el país.
[1] Dagnino, R. (2007). La universidad y el desarrollo de América Latina. Atos de pesquisa en em educação. ISSN: 1809-0354. Brasil
[2] De Sousa, B. (2008). La universidad en el siglo XXI: para una reforma democrática y emancipadora de la universidad. Centro Internacional Miranda. Caracas
[3] Hernández, Medina y Leal. (2017). Critica de la razón académica docentista. Mimeografiado. Barinas, Venezuela.
[4] Según fuentes no oficiales, Venezuela entró en hiperinflación en noviembre del 2017. Desde esa fecha hasta la actualidad ha sido imposible para el sector universitario lograr tablas salariales acordes a tan difícil situación.
Cómo es por dentro la toma feminista de una universidad en Chile.
América del Sur/Chile/BBC
«Señor decano, procedemos a tomar la Universidad».
Con esas palabras recuerda Isidora Parra, una de las voceras de la toma feminista de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, el momento en que ella y sus compañeras anunciaron a las autoridades de la entidad que este —el pasado 27 de abril— sería su último día de trabajo hasta nuevo aviso.
«Recojan sus cosas y no vengan mañana», les ordenaron.
Ya había pasado la «asamblea de emergencia» en la que cientos de estudiantes, entre euforia e improvisación, decidieron la toma.
Ya las feministas habían tomado otras universidades del país. Ya el machismo estaba instalado en la agenda política.
Los jóvenes cerraron las puertas, tomaron cientos de sillas y las colgaron de las rejas de la fachada del edifico, una monumental estructura curvilínea de 1938, estilo art decó, en pleno centro de Santiago.
Los «cabros» armaron sus camas, pintaron sus murales y se declararon en huelga.
«Derecho en toma feminista«, anuncia desde entonces un aviso en la puerta.
Así es como, hace casi dos meses, se encuentran dos decenas de facultades de universidades en Chile (y algunas en Argentina, en el marco de la votación en el Congreso de la despenalización del aborto el miércoles).
Cada toma tiene pedidos particulares, conflictos concretos, reglamentos específicos. Pero todas buscan una educación no sexista que, como primera medida, castigue los abusos en contra de las mujeres.
Horizontalidad y hermetismo
Acá, en la facultad de derecho de la universidad pública más importante del país, el mandato de ocupación se renueva cada jueves a través de una votación en internet de la que participan casi 2.000 estudiantes.
Uno de los rasgos más característicos de estos movimientos feministas es que todas las decisiones, tanto fútiles como transcendentales, son sometidas a votaciones y amplios debates.
En Derecho, una vez al día se hace una asamblea en la que deciden turnos de guardia, cocineros, roles de limpieza.
Esa es la «asamblea de toma». Pero también tienen una «asamblea de escuela», en la que todos los miembros discuten las decisiones más importantes, y una «asamblea de mujeres», la más pequeña y exclusiva, en la que se marca la línea del movimiento.
Además, tienen cuatro comisiones: limpieza, cocina, comunicaciones y seguridad.
El acceso de BBC Mundo fue aprobado por voto en un grupo de WhastApp. Nos dejaron tomar fotos de algunos espacios, pero no de todos ni de las caras de las personas que estaban ahí.
En general, en las tomas el acceso de los medios —e incluso de los hombres— ha sido limitado, en busca de garantizar seguridad y controlar el mensaje que se divulga.
Una toma moderada
Cuando visité la toma, el pasado viernes, los hombres estaban a cargo. Las «wachas» tenían un encuentro feminista en el sur del país.
Isidora me llevó a salones que están convertidos en campamentos llenos de maletas, colchones inflables y sábanas gruesas; no hay calefacción que mantenga caliente durante la noche estos enormes espacios de techos altos.
También entramos a otros salones donde estudiantes practicaban cursos de danza o de capacitación. Acá, cada semana, los hombres se reúnen en un «círculo de deconstrucción de la masculinidad» para hablar de sus privilegios y las formas de adaptarse al nuevo mundo.
En la plaza central, a unos 10 grados centígrados, varios grupos de rock le ponían melodía a un colorido atardecer. Entre una canción y otra se emitía una consigna feminista. Con alegría se saludó la llegada de unas sopaipillas, un pan frito que había preparado la comisión de cocina.
También repartieron un vino afrutado que había sido hervido para sacarle el alcohol, porque en esta toma, como en otras, rige una ley seca.
«Si andái curao (borracho) se pierde la esencia de la toma«, me dijo el encargado de este «navegado» sin alcohol.
Pero esta, la de Derecho, es una toma moderada: en otras, rigen prohibiciones de marihuana —ley lúcida—, de relaciones sexuales —ley fría— y de hombres, en los movimientos que se denominan separatistas.
Pero prácticamente en todas se aplica una regla de oro: los cursos que se pierdan por las protestas se remplazan en verano. Las vacaciones se sacrifican por la militancia.
«Somos nietas de las brujas»
Isadora cree, en todo caso, que en esta lucha el extremismo es necesario, «porque el cambio de mentalidad no se logra pidiendo el favor».
La toma de entidades educativas, frecuente también en Argentina, fue común en Chile durante las protestas estudiantiles de 2011, las cuales dieron un vuelco a la política chilena que finalmente se tradujo en la aprobación de la gratuidad universitaria en enero.
Esta vez el movimiento feminista se jacta de haber logrado que el presidente, Sebastián Piñera, pidiera al Congreso hace dos semanas reformar la Constitución para que la igualdad de género sea garantizada por el Estado. El oficialismo también espera introducir leyes sobre violencia familiar y administración del patrimonio.
Pero gran parte del feminismo desconfía de Piñera, cuyas medidas son vistas como insuficientes. Las tomas y marchas, entonces, se han mantenido.
«Los estudiantes están en un proceso de autoformación e indagación que no solo lucha en contra del machismo, sino contra de las formas tradicionales de entender la política», explica Luna Follegati, historiadora del feminismo y profesora de la Universidad Metropolitana.
«Cada grupo, según su mirada, establece su propia lógica interna de regulación, la cual responde a la manera como están deconstruyendo las relaciones y las formas de hacer política», añade.
«Esto (la toma) no tiene fecha de término», dice Parra. «Esperamos que se termine el patriarcado», añade entre risas. Pero luego aclara: «Estaremos acá hasta que se resuelva nuestro petitorio«.
La toma exige la destitución del profesor Carlos Carmona, expresidente del Tribunal Constitucional, acusado de acoso sexual y laboral.
También pide capacitación con perspectiva de género para estudiantes, académicos y funcionarios; que se revise el currículo académico; que se revalúen las becas para estudiantes padres; que se reconozca el nombre social de las personas transexuales.
El petitorio, escrito entre decenas de personas y sometido a voto en diferentes instancias, tiene requerimientos tan específicos como que se pongan mudadores en los baños para los estudiantes padres.
«Somos nietas de las brujas que no pudieron quemar en la Inquisición», me dice Parra. Es una idea que marcó la marcha feminista del 6 de junio en Santiago, donde se vieron crudas e irónicas expresiones artísticas de protesta llenas de sangre, piel y ojos vendados.
El tono de la marcha dio pie para que algunos tacharan a estas mujeres de «feminazis».
«En el siglo XV nos intentaron quemar porque no aceptábamos la condición de subordinación en la que estábamos«, afirma Parra, que tiene 20 años.
Y concluye: «Esa vez no lo lograron y esta vez tampoco lo van a lograr».