Halloween: mitos y supersticiones sobre los gatos negros

Han sido víctimas de maltrato y abandono por el simple hecho de ser negros. Historia.

Se aproxima Halloween, el día de las brujas o día de los niños, y muchas familias se preparan para celebrar esta fecha especial, que este año deberá celebrarse de una forma particular. Son muchos los objetos que se emplean por estos días para decorar la casa, la oficina y otros sitios, y entre ellos figuran los gatos negros.

Esto ocurre por los muchos mitos y supersticiones que se tejieron por años en torno a los gatos negros, lo que los ha convertido en víctimas de falsas leyendas y, en general, los desprestigia por lo que son los animales que menos se adoptan por el carácter enigmático y misterioso que crean en torno a ellos.

En la antigüedad, los gatos eran considerados animales sagrados que traían la buena suerte, acompañaban a los dioses egipcios y se podían observar en diferentes pinturas y de la época.

Lamentablemente, su mala fama empezó a tomar fuerza con la mitología celta: ellos consideraban que existían gigantescos gatos negros con una mancha blanca en el pelo que tenían la facultad de robar las almas de las personas, sin que se pudiera acudir a otros dioses para reclamarlas.

Luego, en la Europa medieval surgieron leyendas que consideraban a los gatos negros los mejores amigos de las brujas e incluso se creía que estas tenían la facultad de transformar su apariencia física para convertirse en gatos o aves según su conveniencia. Tuvo tanta difusión esta falsa creencia que el papa Gregorio IX alentaba la cacería y el sacrificio de los gatos negros por considerarlos una representación de Lucifer y asociarlos con la práctica de ritos paganos.

El decreto, que se difundió ampliamente por toda Europa, decía que “toda aquella persona que acoja un gato negro bajo su techo corre el riesgo de ser condenada a la hoguera”. Muchos gatos fueron sacrificados en esa época, dando paso a la proliferación de los roedores, agentes que propagaron la peste negra que mermó la población humana.

Desde esas lejanas fechas, los gatos negros cargan en su espalda esos miedos y supersticiones que se les atribuyeron y han circulado generación tras generación. Increíblemente, aún hoy, muchos les atribuyen mala suerte si se cruzan en la calle con alguno, se les otorgan habilidades sobrenaturales y se los relaciona con muerte, enfermedad u otras desgracias, por lo cual resulta bastante difícil que una persona se anime a adoptar a un felino de este color.

Científicamente

El color del pelaje de un animal, y otras características físicas como el color de los ojos, la abundancia de pelaje, entre otras, viene dado principalmente por la genética y también por la melanina, un pigmento natural producido por unas células conocidas como los melanocitos, que se encuentran en la piel y en el folículo piloso.

El pelaje negro es resultado de un exceso de producción de melanina y el color blanco, por todo lo contrario. El resto de las tonalidades del pelo de los felinos está dado, entre otras causas, por la intensidad de los pigmentos, la alimentación y la temperatura.

En conclusión, el color del pelo de un animal en general viene dado por variabilidad genética, y este no influye positiva o negativamente en la manifestación del comportamiento, y menos en la suerte o no que se les pueda atribuir a los animales. Un gato negro es simplemente eso, un gato negro.

Para educar y concientiza

Para educar y concientizar a la gente sobre el particular se acordó mundialmente conmemorar cada 27 de octubre el Día del Gato Negro para reducir los casos de abandono o maltrato y también para promover su adopción.

Con esta campaña se busca que la gente sepa que los gatos, sin importar el color de su pelaje, traen múltiples beneficios al ser humano:

– Estrés: tener un animal de compañía ayuda a reducir los niveles de cortisol (hormona del estrés). Adicionalmente, el ronroneo y contacto físico con el gato ayudarían a la producción de ondas cerebrales que brindan calma y relajación.

–Salud cardíaca: al ayudar a reducir el estrés también se disminuye la presión sanguínea, y con esto se disminuye el riesgo de padecer de enfermedades cardiovasculares.

–Tejidos y músculos: el ronroneo del gato se produce en una frecuencia de entre 20 y 140 hercios (Hz). Esta vibración ayuda a la reparación de tejidos, tendones y músculos; además, en la densidad de los huesos y reducción del dolor.

–Felicidad: los gatos y sus videos son los reyes de internet. Encuestas realizadas a diferentes grupos poblacionales demostraron que ver fotos o videos de gatos aumentaba los sentimientos de felicidad, bienestar, alegría y esperanza, además de ser muy divertidos por las ocurrencias de los mininos.

–Salud mental: los gatos ayudan a estimular la producción de oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad. Esto hace que las personas se sientan más tranquilas al tener un minino en casa y también sean mascotas recomendadas para personas con depresión y autismo, entre otras condiciones particulares.

Fuente: https://www.eltiempo.com/vida/mascotas/halloween-mitos-y-supersticiones-sobre-los-gatos-negros-545661

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