(TRANS) FORMACION DEL DOCENTE UNIVERSITARIO

formacion docente

Julio C Valdez/ Venezuela

Soltamos unas ideas sencillas, casi aforísticas:

1) Es altamente conveniente y necesario asumir y desarrollar planes sistemáticos, permanentes, de formación docente en cada universidad, para todos los educadores. Pero estos planes no son suficientes en sí mismos; es necesario considerar otros asuntos. Los planes de formación profesoral en lo formativo e investigativo, no tendrán mayor resultado, si no existe la disposición plena de nosotros, los profesores a asumir la transformación, a transformarnos nosotros, a entreayudarnos con nuestros colegas.

2) Para hacer una universidad revolucionaria, tenemos que actuar como revolucionarios. Y hablamos de revolución en términos de reinventar una universidad que potencia al máximo nuestras capacidades de aprendizaje, de generar saberes compartidos y de interactuar productiva y creativamente con diversos entornos sociales, de organizaciones institucionales y comunitarias.

3) Si pretendemos transformar profundamente la universidad real, es necesario que transformemos lo que hacemos cotidianamente. Ello pasa por vigilar permanentemente lo que hacemos, lo que buscamos y cómo lo hacemos y cómo lo sentimos. Estar atentos, dicho de otro modo, a nuestros pensamientos, acciones y sentires, y calificarlos hacia lo humanamente hermoso.

4) Si intentamos transformar lo que hacemos, tenemos que desarrollar al máximo relaciones sanas, productivas, con quienes compartimos los espacios universitarios. Esto puede lograrse seguramente mediante un ejercicio intenso de honestidad y sinceridad, de respeto y aceptación mutua, que incluye necesariamente la crítica y autocrítica.

5) Si buscamos crear relaciones sanas y productivas con nuestros semejantes, seguramente nos convendrá acordar propósitos y propuestas compartidas, pensadas, muy sentidas, que nos movilicen. La universidad que queremos crear será posible en la medida que generemos espacios crecientes de acción transformadora, múltiples miradas y propuestas de utopías concretas que viabilicen las nuevas formas y vínculos de la universidad posible…

6) Asumir reflexiones compartidas sobre formación y transformación del docente universitario implica asumir la crisis de perspectivas, modos y marcos referenciales pertinentes para comprender con mayor profundidad ese fenómeno complejo, transdimensional, llamado universidad, y aún más si pretendemos inscribirlo en una intencionalidad de transformación social profunda, que apunte a nuevos estadios de co-formación social.

7) Y, a partir de lo anterior, consideramos que es necesario repensar los fundamentos, los propósitos, los marcos referenciales y las estrategias de lo que hemos llamado formación docente, en el sentido de crear y recrear ideas, propuestas y lenguajes, necesidad de avanzar en la incorporación colectiva de visiones y propuestas, para avanzar hacia la universidad del porvenir

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